Miércoles 5 de Abril de 2006

Juicio por la Verdad (La Plata)

 

 

El médico Siri negó la existencia de detenidas clandestinas en la Unidad Penitenciaria N° 8.
Declaró ante la Cámara Federal al igual que su colega Esteban Vera, quien sí admitió el hecho.


Por Secretaría de Prensa APDH La Plata

 LA PLATA (05abril2006).- En la jornada de la fecha declararon los médicos pediatras de la Unidad N° 8 de Olmos, donde eran llevadas a tener sus hijos las detenidas en el CCD, conocido como la Cacha. En primer lugar, lo hizo el Dr. Néstor Siri, quien negó tener conocimiento de la existencia de parturientas N.N. Sí reconoció que había detenidas comunes y otras a disposición del PEN, aunque destacó que el único caso que le pareció anormal dentro de esa unidad carcelaria, fue el del nacimiento de los mellizos Reggiardo – Tolosa, quienes tuvieron que ser indicados como números uno y dos en la historia clínica, ya que desconocían no sólo sus nombres sino el de la madre. Según él esta "única situación irregular” fue denunciada por él ante las autoridades médicas y del Servicio, aunque sólo en forma verbal, obteniendo como respuesta que habían sido trasladados.
El Dr. Leopoldo Schiffrin, Juez de la Cámara Federal de La Plata, lo anotició de la obligación de denunciar que tienen los profesionales de la salud, médicos, parteras (art. 177 inc.2 C.PPN) , en cuanto a delitos contra la vida e integridad física, derivando la denuncia al Ministerio Público Fiscal, a fin de que analice la posibilidad de realizar una denuncia penal.

A pesar de la lectura de declaraciones de otros profesionales de la Unidad, que sí reconocieron la existencia de mujeres encapuchadas, sin identificar y con custodia especial , como el caso del Dr. Vera, no se pudo lograr ningún aporte por parte del Dr. Siri a este respecto.

Ante la posibilidad de que existieren contradicciones con la declaraciones que luego efectuaría el Dr. Esteban Vera, el Dr. Emanuel Lovelli, representante de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, solicitó que el Dr. Siri quedara a disposición del Tribunal para un eventual careo ente ambos.



"Me creyeron buchón"

En el caso de Vera, el Tribunal comenzó la audiencia leyéndole las declaraciones que el mismo había realizado en la causa penal que se siguió por la apropiación de los mellizos Reggiardo Tolosa. El profesional la ratificó en su totalidad, reconociendo una vez más la existencia de parturientas en situación irregular, añadiendo que a los tres días de producido el nacimiento de los mellizos, se acercó a su consultorio la abuela de los mismos, pidiendo información sobre el nacimiento. Respondiéndole con detalles como el peso, situación en que se encontraban, sexo, etc. ; situación que le valió un traslado a la ciudad de Bahía Blanca porque "lo creyeron buchón", de la que fue notificado por escrito. Dada esta circunstancia el Dr. Vera decide presentar su renuncia al cargo.

Preguntado acerca de otros casos de mujeres que fueran detenidas clandestinas, respondió que se comentaba que ese tipo de mujeres venían "a horas inhóspitas, de madrugada y de noche".

Vera aportó un dato de suma importancia, al relatar que en la misma Unidad recibió la visita de un oficial, que vestía de verde y a quien nunca había visto antes, que le pedía ir a ver a un enfermo, pero con la condición que debía ir encapuchado, a lo que el pediatra se negó. Comunicada esta anomalía a sus autoridades nuevamente no logró obtener una respuesta satisfactoria.

Ambos médicos reconocieron haber compartido el lugar de trabajo con la partera María Delgadillo, quien se encuentra a la fecha desaparecida.

Finalmente no se consideró oportuno efectuar un careo ente ambos profesionales dando de ésta manera por finalizadas estas declaraciones.

En otro orden, declaró el Sr. Kiril Chacaroff, ex detenido, de 85 años de edad, a quien lo secuestraron de su taller de compostura de zapatos en la localidad de Ensenada, el día 24 de marzo de 1976.

En el operativo le robaron todo lo que se encontraba en su taller, aduciendo los policías del operativo que lo que se llevaban era las armas encontradas, esto según los testimonios de los vecinos.

En primer término fue trasladado al Liceo Naval, de allí a la Unidad N° 9, luego al penal de Devoto, para ser trasladado definitivamente a la Unidad N° 9 desde dónde lo liberaron el 18 de julio de 1980.

El Sr. Nicoloff relató el trato inhumano que recibió en la Unidad N° 9, siendo torturado en varias ocasiones, llegando a padecer fisura de costillas. “Los guardias se divertían con las torturas” , dijo consternado.

No recordó a compañeros asesinados dentro del penal, pero sí cuando eran liberados del mismo, los secuestraban para luego aparecer asesinados.

Ante el pedido del Ministerio Público, una vez desgrabada la declaración se remitirá al Juzgado N° 1 a cargo del Dr. Blanco a fin de que se agregue a la causa que investiga los crímenes cometidos en la Unidad Carcelaria N° 9 de La Plata durante la dictadura.



“Hubo jueces que se constituían en las sesiones de tortura. ¿A quién íbamos a recurrir?”

También prestó declaración Eduardo Rubén Castellanos, quien estuvo detenido por un delito común desde enero de 1976 y alojado en distintas dependencias que a la vez funcionaban como centros clandestinos de detención. Conforme a su relato, fue alojado en la Brigada de Avellaneda, donde fue encapuchado, torturado y recibió el mismo trato que han relatado en este juicio tantos liberados. Allí existía un recinto grande que tenía un grupo de calabozos a cada lado. Al día siguiente del golpe comenzó la construcción de un paredón divisorio, para poder separar los presos comunes de los políticos. Relató haber visto a varias mujeres jóvenes embarazadas y también a personas de edad avanzada.

En la Brigada necesitaban lugar para alojar a los detenidos políticos y por eso fue trasladado al “Pozo de Bánfield”, donde no fue torturado, pero escuchó como torturaban a otras personas.

El testigo ratificó la totalidad del contenido de la declaración que prestara ante la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, en la que había aportado gran cantidad de nombres y detalles, e hizo referencia específica a la imposibilidad de denunciar los delitos de que era víctima, ya que según dijo, era un hecho conocido y comentado que los propios jueces se constituían en las sesiones de tortura.



Alfredo Astiz en La Cacha

Por último, prestó declaración Bonifacia del Carmen Díaz, quien fuera privada de libertad en dos oportunidades para ser interrogada por el paradero de su hermano Víctor Hugo Díaz, quien se fugara del Regimiento de La Tablada (ver informe del 17 de Marzo de 1999).

La testigo estuvo detenida en el centro clandestino conocido como "La Cacha", ubicado en galpones de Radio Provincia en la localidad de Olmos, entre el 4 de noviembre y el 4 de diciembre de 1977. Allí conoció al matrimonio formado por María del Carmen Barros y Roberto Zaffore, a quien llamaban Simón. Ellos eran entrevistados en el mismo lugar de su alojamiento por un oficial. Cuando éste llegaba, los guardias les advertían que no debían intentar ver ni escuchar, porque "el ángel" era terrible y sin duda serían torturados como represalia.

La hermana de la testigo, Elvira Díaz, reconoció al oficial apodado "el ángel" como el marino Alfredo Astiz.

En La Cacha tanto la testigo como su hermana fueron víctimas de sesiones de tortura a su ingreso y luego alojadas en la planta alta del edificio (hoy destruido), donde tuvieron contacto con otros detenidos, como Nora Formiga, por cuyo caso será llevado a juicio oral en poco tiempo el ex Director de Investigaciones de la Policía Provincial, Miguel Osvaldo Etchecolatz.

De las audiencias de hoy participaron los jueces Leopoldo Schiffrin y Julio Reboredo, el Fiscal General Marcelo Molina, las Dras. Alicia Peralta, Elizabeth Rivas y Marta Vedio por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata y el Dr. Emanuel Lovelli por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

 

  

 

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