Miércoles 12 de Julio de 2006

Juicio por la Verdad (La Plata)

 

 

Careos en la Cámara Federal: se investigarán posibles falsos testimonios.
El vidriero Héctor Siniego, el empresario periodístico Raúl Vaccaro y la presidente de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Mabel Penette de Gutiérrez, se sometieron a una ronda de careos ante la Cámara Federal.


Informe de Prensa de la Secretaría Jurídica de la APDH La Plata

LA PLATA (12julio2006).- La audiencia de hoy comenzó con la declaración de Sara Barragán , madre de Ernesto Canga, quien fuera secuestrado el 25 de septiembre de 1976 en su casa de City Bell por un grupo de hombres armados. Relató la testigo que la pusieron contra la pared, hicieron levantar a su hijo y se lo llevaron. 

Un mes después se hizo presente un grupo distinto, de personas vestidas con remeras con un pañuelo en la manga, pantalones de montar y botas. Dijeron ser “fuerzas de seguridad” y que habían venido “por una denuncia”. Entonces la señora Canga les explicó que se habían llevado a su hijo. Le pidieron una fotografía y tomaron los datos, prometiendo traer noticias que, por supuesto, nunca llegaron. 

No tuvieron más noticias hasta que la señora Canga se conectó, en busca de trabajo, con un abogado presuntamente llamado Camil Cafure, que parecía tener noticias de su hijo. El abogado les hizo varias visitas, pero nunca aportó información concreta. 

Declaró a continuación la hija de Sara y hermana de Ernesto quien ratificó el relato hecho por su madre, agregó que los secuestradores se movían en varios automóviles marca Torino, de color blanco. 

Ernesto, según dijo, prefería estar en su casa, porque si lo buscaban se lo llevarían a él y nada le pasaría a su familia. 

 

Rueda de careos 

La Cámara Federal había citado para hoy a las señoras Mabel Penette de Gutiérrez y María Gusmerotti, madre y esposa del desaparecido Alejandro Gutiérrez, respectivamente), a Raúl Vaccaro, empresario periodístico a y Héctor Siniego, ex empleador de Alejandro Gutiérrez, para someterlos a una ronda de careos. 

Las familiares de Gutiérrez habían declarado en su oportunidad que al desaparecer Alejandro fueron a la vidriería donde éste trabajaba, de propiedad de Siniego, para explicarle lo ocurrido. Allí se encontraron con que Siniego no sólo sabía de la desaparición del joven, sino que también les relató que se había comunicado con dos oficiales de la policía federal, de apellidos Vaccaro y Núñez, quienes le consiguieron un certificado de “final de obra” para que pudiera cobrar por un trabajo hecho por Gutiérrez. 

Por su parte, Siniego había declarado que esa comunicación no existió, sino que el señor Raúl Vaccaro, conocido suyo, había concurrido en una oportunidad con un hombre vestido con uniforme militar de fajina y se lo había presentado diciéndole: “este señor quiere hablar con vos”. El hombre le peguntó si sabía que tenía montoneros adentro de su negocio y, según Siniego, le respondió que las actividades de los jóvenes eran públicas: “los chicos iban a plaza Italia con las banderas, eran líricos, guardaban las banderas en mi galpón”. 

En el primer careo se enfrentaron Vaccaro y Siniego. Este último ratificó el episodio que había narrado, agregando que el presunto militar, “vestido con esos uniformes que se ponen para ir a la guerra y no van nunca a ninguna guerra”, había venido a “apretarlo”. Vaccaro negó el episodio, aunque admitió que podría ser que no lo recordara, recibiendo la advertencia del presidente del Tribunal, en el sentido de que sería muy difícil olvidar una situación como esa. 

El empresario únicamente reconoció haber tenido contacto en dos oportunidades con el jefe de policía, con motivo de los delitos sufridos por la familia Kraiselburd. 

A continuación, la Cámara dispuso el careo de Vaccaro con la señora Penette. Esta ratificó sus dichos y manifestó que había tenido información acerca de que su hijo había sido interrogado en “La Cacha” por la policía federal y que por eso supuso que Vaccaro era policía federal. “Al menos, si pudo traerle a Siniego el final de obra, tenía vinculaciones con la fuerza”. 

Penette ratificó en este careo que la visita de Vaccaro y el oficial a Siniego le había sido comentada no sólo por éste, sino también por una empleada de su negocio. 

Finalmente se carearon Penette y Siniego, negando el comerciante recordar de qué manera había cobrado el trabajo que Gutiérrez había realizado para él, pero dijo que si un uniformado le hubiera traído el certificado de final de obra, lo recordaría.

La solidez de los dichos de la testigo Penette de Gutiérrez contrastó notablemente con las contradicciones de los dos hombres, razón por la cual los jueces resolvieron no realizar los restantes careos (con la sra. Gusmerotti) y remitir los testimonios al Juzgado Federal de Primera Instancia en turno, a fin de que se investigue la posible comisión del delito de falso testimonio o reticencia. 

 

Participantes

De la audiencia de hoy participaron los jueces Leopoldo H. Schiffrin, Carlos Compaired y Alberto Durán, el Dr. Gabriel Lugones por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, el Dr. Emanuel Lovelli por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y el Defensor Oficial Luis Cozzi.

 

 

  

 

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