Lunes 29 de Noviembre de 2004 

Juicio por la Verdad, Mar del Plata.

 

 

Informe de la Secretaría de DDHH de A.D.U.M. 
y la Comisión del Juicio por la Verdad de Mar del Plata
 

 


Dado que el Tribunal Oral detectó circunstancias contradictorias en testimonios previos, respecto de los hechos de terrorismo de Estado que se intentan esclarecer en el marco del Juicio por la Verdad, en la audiencia del día de la fecha se procedió a tomar declaración testimonial al Sr. Chiaramonte, ex detenido de la Prefectura Naval de Mar del Plata, se amplió la declaración ya realizada por los Sres. Lencinas y Battaglia y se procedió a un careo entre los ex-detenidos José María Musmeci y Jorge Pablovsky y los Subprefectos Bustamante y Silva.



El Sr. Miguel Angel Chiaramonte fue detenido, junto a su hermano, el 2/12/75 en horas del mediodía. La detención fue llevada a cabo por integrantes de la Prefectura Naval Argentina en su trabajo, un taller ubicado en las cercanías de las instalaciones de dicha fuerza, dentro del puerto. Dada la proximidad, fueron conducidos a pie y sin ser esposados hasta la Prefectura. No vio a otros presos. No fue interrogado y permaneció en uno de los calabozos del lugar hasta la madrugada, cuando fue trasladado a la comisaría 4ª. Allí estuvo 3 días, en un calabozo y sin ser maltratado. Vio a otros detenidos que no conocía. Luego fue llevado por integrantes del Ejército a una casa en las afueras de la ciudad en donde fue torturado. Lo acusaban de actividades terroristas y le preguntaban sobre otras personas. Había sido secretario gremial de los Obreros Navales hasta 1975. Hasta esa casa también fueron llevados su hermano y otra persona que no conocía. Fue liberado el 24/12/75 y vuelto a detener el 19/3/76 en su taller. Nuevamente fue llevado a la Prefectura e inmediatamente lo trasladaron a la Sec 4ª. Allí vio a Fertita, Salerno, a Peralta (obrero del pescado) y a gente de la CGT, como Comasci y otros que conocía de vista. El personal se mostraba hostil y nervioso, contrariamente a la detención anterior. Vio pasar gente muy golpeada y lastimada. Dos o tres días después del golpe militar fue llevado al aeropuerto y trasladado a Sierra Chica adonde estuvo preso por 4 años con las personas citadas, además de con González, quien venía de la Base Naval . En el penal había unas 20 personas de Mar del Plata, pero no se les permitía hablar entre si. Estaba Tomás Vitersky, trasladado desde la Base, adonde había sido muy torturado. Estuvo en el penal de La Plata, luego en Rawson y nuevamente en Sierra Chica. Como a los 3 años de su detención, fueron allí 4 ó 5 personas de civil a tomarle declaración. No se identificaron pero supo que venían a tomar testimonio a los presos de Mar del Plata. Fue liberado, bajo libertad vigilada, el 19/7/80.

En el transcurso de su declaración realizó un croquis de la ubicación de los calabozos en la Prefectura. También recordó a dos integrantes de la Fuerza, Alfonso, que tenía fama de muy rígido y a Maroli, que era considerado corrupto. Asimismo, los abogados patrocinantes comprobaron en el libro de detenidos de la Prefectura el ingreso y egreso de los presos y su destino posterior.


El Sr. Julio Lencinas, fue detenido el 26/3/76 del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) por personal de la Marina. Primero fue llevado al Faro, donde permaneció 2 ó 3 días, luego a la Base y finalmente a la Prefectura, donde ingresó entre el 31 de marzo y el 1 de abril de 1976. Una vez allí, fue alojado en uno de los cuatro calabozos existentes en la dependencia, compartiendo su detención con los Sres. Battaglia, Musmeci y Molina. Si bien al Sr. Pablovsky no lo ve, sabe que está detenido en ese lugar. También recuerda que se hallaban detenidos dos ugandeses que habían ingresado al país como polizones. El Sr. Lencinas, ex dirigente de la CGT considera que en aquel momento una detención significaba la “muerte civil”. Su familia supo de su detención en la Prefectura a través del Subprefecto Ariel Macedonio Silva, quien se desempeñó desde 1974 hasta principios del 78, a cargo del área de Trabajo Portuario, Migraciones e Informaciones. Silva vivía a la vuelta de su casa y llevaba a su hija al colegio de la Inmaculada Concepción, colegio al que también concurría la hija de Lencinas. Silva, a través de un tal Alvarez, le entregó a la Sra. de Lencinas su ropa, sucia y ensangrentada. Sin embargo su familia no lo vio hasta el 23 de abril, en la Base Naval. Para Lencinas resulta imposible que el personal de la Prefectura, aproximadamente 150 personas, no viera a quienes estaban detenidos allí. Aunque aclaró que no todos tenían el mismo grado de responsabilidad.


El Dr. Battaglia fue detenido en la madrugada del 24/3/76 en su domicilio. Lo llevaron encapuchado y lo arrojaron en un camión que visitó varios lugares antes de llegar a lo que después supo, era la Prefectura. Allí se escuchaban marchas militares a todo volumen y se enteró que las Fuerzas Armadas habían dado el golpe de estado. Constantemente fue amenazado e inclusive le decían que por el solo hecho de moverse en el piso del calabozo sería “boleta”. A los dos días de su detención, encapuchado y bolseado (cubierto con una manta) fue interrogado. Oyó que nombraban a Silva, a quien esperaban para el interrogatorio. En dos oportunidades le sacaron la capucha y alguien de un rango no muy alto, le tomó declaración. Battaglia preguntó por las razones de su detención, pero esta persona dijo ignorarlas y que seguramente eso se sabría en Informaciones, aunque no le quiso decir quién estaba a cargo de esa área. Durante su detención sufrió simulacros de fusilamiento y también estuvo en el Faro. El 8 de abril, por una gestión del Colegio de Abogados, que en ese momento presidía el Dr. Huerta, fue visitado por el escribano Morcela, quien lo hizo firmar un poder para su socio en el estudio, de manera de no perjudicar a sus clientes. El Dr. Bernal también hizo gestiones personales y Barda le comentó a su esposa que gracias a estas gestiones, él le había reducido la pena en 6 meses, por lo que estuvo preso un año y medio en vez de dos. Battaglia está seguro de su paso por la Prefectura, ya que tanto cuando en una oportunidad lo sacaron a dar vueltas, como cuando finalmente lo trasladaron, le sacaron la capucha. Compartió su detención con Lencinas, Pablovsky y Musmeci.


A continuación y en virtud de las contradicciones verificadas en los previos testimonios, se citó a un careo, a los Sres. Musmeci y Pablovsky, ex detenidos de Prefectura, y a los Prefectos (R) Pedro Luis Bustamante y Ariel Macedonio Silva. Bustamante se desempeñó en el cargo de Jefe Policial de Seguridad de Navegación en la Prefectura Naval, desde marzo de 1975 hasta diciembre de 1976.

El Sr. Musmeci previamente al golpe de estado del 24 de marzo de 1976 se desempeñaba como agente marítimo en el Puerto de Mar del Plata. En su declaración anterior relató que el 25 de marzo de ese año su casa fue allanada por fuerzas militares no identificadas. En ese momento él no se encontraba presente, por lo que después de deambular varios días sin saber que hacer decidió entregarse a la Prefectura. Motivó tal decisión el temor de que, tal como había ocurrido con la familia Baez, su familia fuera víctima de una represalia al no encontrarlo a él. Fue a la Prefectura acompañado por su padre y un líder de la Cooperativa de Pesca local, quedando constancia escrita de este episodio. Inmediatamente fue llevado a una celda en la que permaneció durante varios días. Ahí se encontró con otros detenidos: Pablovsky, Molina, Battaglia y Lencinas El Sr Musmeci ratificó su declaración previa y relató que Bustamante, a quien conocía dado que era agente marítimo, tuvo hacia él un trato humanitario en ocasión en que el buque de su padre tuvo un accidente en alta mar. Lo tuvo al tanto de las novedades hasta que se supo que estaba a salvo. Destacó que lo consideraba una persona honorable.

Por su parte, Bustamante dijo no recordar tal suceso, pero que había encontrado a Musmeci en Bs As mucho tiempo después, quien le relató en esa oportunidad que “lo habían levantado y que creía haber estado en Prefectura dado el buen trato que había recibido”. Bustamante reiteró su desconocimiento respecto de la existencia de presos en las instalaciones, justificándose en el hecho de que tal area, no era de su incumbencia. Ante un nuevo requerimiento del Juez Falcone, Bustamante reiteró no saber que había gente detenida y “que jamás se imaginó que podían pasar esas cosas” y que él estaba abocado a sus tareas. Mostró en el croquis realizado por Lencinas el lugar adonde trabajaba, muy cercano al comedor.

El Sr. Pablovsky, quien en la época de su detención trabajaba como maquinista en los barcos, relató en su anterior declaración que fue detenido en su domicilio el 28 de marzo de 1976, al día siguiente de haber llegado de un embarque. Primero estuvo detenido en la Base Naval, adonde fue torturado varias veces durante los interrogatorios. En determinado momento fue trasladado a Prefectura, adonde permaneció aproximadamente un mes. Es allí cuando por vez primera le sacaron la capucha y lo desataron. Reconoció a otros detenidos: Battaglia, Lencinas, Musmeci y Sotelo. En el careo agregó que en la Prefectura fue golpeado y torturado por Benítez en el comedor, que sus gritos se escuchaban en toda el área y que varias personas entraron y se fueron. Silva fue quien llamó a los médicos de la Base Naval para que se hicieran cargo. En una oportunidad la Sra. de Lencinas vio en la Prefectura un bolso con su nombre y avisó a su familia. A partir de ese momento fue que comenzaron a presentar los habeas corpus directamente en la Prefectura y finalmente les permitieron acercarle ropa y alimentos.

Ante el requerimiento del Juez Falcone, el ex prefecto Silva declaró que no recordaba a ninguno de los testigos anteriores, que no le constaba que hubiera presos a pesar de estar a cargo del área de informaciones de la Prefectura, y que en caso de haber habido detenidos, todo debía estar en el libro correspondiente. Ante las insistentes demandas del Juez Falcone, reiteró una y otra vez no tener conocimiento de detenciones que no fueran por orden de la justicia, y “que no tenía presente otro tipo de detenciones”.

Visto esto, el Tribunal ordenó la detención por el delito en flagrancia de falso testimonio de Silva y Bustamante, quienes quedaran a disposición del Juzgado Federal 3, secretaría 8, siendo el Juez interviniente el Dr. Farah.

 

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