Balboa, Stella Maris

La Plata, 14 de Octubre de 1998


  

En la ciudad de La Plata , Capital de la Provincia de Buenos Aires, a los 14 días del mes de octubre de mil novecientos noventa y ocho, hallándose reunida la Cámara Federal de Apelaciones del circuito, encontrándose presente el Señor Presidente, Dr. Schiffrin y los Señores Jueces Umaschi, Durán, Reboredo y Pacilio , con la asistencia del Secretario Actuante, dejándose expresa constancia que se hallan presentes el Sr Fiscal General ante la Cámara, Dr Julio Amancio Piaggio, el Sr Defensor Oficial, Dr Ricardo Alberto Gonzalez, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata- los Dres. Jaime Glüzmann y Martha Vedio., una persona previamente citada a quien en este acto se la impone por secretaría de las penas con las que la ley castiga el falso testimonio de acuerdo al art. 275 del Código Penal (conforme art. 295 C.P.M.P), quien seguidamente presta legal juramento de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuere preguntado. Interrogado por sus circunstancias personales manifiesta llamarse Stella Maris Balboa, ser de nacionalidad argentina, de 49 años de edad, de estado civil divorciada , con profesión u ocupación comerciante, quien se domicilia actualmente en la calle Derqui 4872 de la ciudad de Espeleta , Provincia de Buenos Aires, acreditando su identidad mediante DNI N° 6.214.239, haber nacido el día 5 de diciembre de 1949, en la ciudad de ciudad de Quilmes , Provincia de Buenos Aires, resulta ser hija de Ernesto Eduardo Balboa y de Blanca María Zebé - Acto seguido se le entera de las generales de la ley, las que explicadas manifiesta que es hermana de Eduardo Jorge Balboa. - A continuación se le entera del contenido de esta causa y MANIFIESTA:

Sr. PRESIDENTE.- Este expediente no ha contado con muchos trámites ni existen muchos datos acerca de esta desaparición. Le agradecería que nos relate lo que recuerda sobre este hecho.

Sra. BALBOA.- Mi hermano apareció a los 62 días de haber desaparecido. Respecto de la causa interpuse varios hábeas corpus y recursos de amparo en favor de mi hermano y de mi persona.

Trabajábamos en la fábrica Alpargatas que estaba tomada por los obreros. No puedo precisar las fechas con exactitud, pero aproximadamente esto fue en octubre de 1977. Debido a esa toma, concurríamos a la fábrica con mi hermano frecuentemente para ver si se reabrían sus puertas. El ejército nos había sacado a la calle con ametralladoras y demás. Para ver si cada uno de nosotros nos integrábamos nuevamente a nuestras tareas, concurríamos a la fábrica todos los días.

En una de esas idas y venidas, mi hermano se quedó en casa para preparar el almuerzo y yo fui a la fábrica. Cuando estaba en la esquina, llegó un camión con siete policías armados hasta los dientes. Doblan en la esquina de mi casa y supe que sólo tenían mi nombre y apellido.

A las dos horas y media regreso a mi casa y me avisan que el ejército se había llevado a mi hermano. En principio decían que habían venido a buscarme a mí y que se llevaron a mi hermano, que yo lo había hecho entrar en la fábrica. Comenzamos a deambular para ver qué pasaba y supimos que en el término de tres horas lo habían trasladado a tres departamentos policiales y que ese mismo día había estado en la octava de La Plata.

Estaba detenido con otros 47 chicos por el problema de la toma de la fábrica. El y otro compañero iban a ser liberados, por lo que les dijeron que fueran a firmar la libertad. Preguntaron si podían retirar sus pertenencias y les dijeron que primero firmaran la libertad, terminaran con todo el papelerío y que después volvieran así retiraran sus cosas.

 

Firma la libertad a las 8 de la noche y ahí no tuvimos más noticias hasta 50 días después. Ahí comienza la desesperación nuestra.

Nosotros llegamos a la ciudad de La Plata a las 9 de la noche y constaba en la comisaría que había firmado la libertad y de ahí en más, no apareció.

Yo fui al Ministerio de Defensa, al Arzobispado, a los tribunales civiles y penales y nos hacen un recurso de amparo para él y para mí. En noviembre del ‘77 lo vuelven a reintegrar a la comisaría y el 9 de diciembre lo liberan. Había una petición de todas las comisarías para que liberaran a los hombres que no tenían causas. Como él no estaba por el Poder Ejecutivo, ni militaba, lo liberaron.

De ahí en más nunca tuvimos problemas. Quedó en libertad.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Señora: usted tiene idea de lo que le ocurrió a su hermano en ese tiempo?

Sra. BALBOA.- Lo esposaron, lo encapucharon, pero no fue torturado. Él no sabe dónde estuvo. Le daban la oportunidad de ir al baño, pero no sabía dónde estaba.

Después de ocho meses de haber sido liberado, me llega una notificación donde estaba redactado el hábeas corpus en favor de mi hermano. Ya estaba liberado porque en Agosto del ‘78 me notificaron que había sido liberado.

Dr. DURAN.- ¿Me podría decir en qué lugar fue secuestrado su hermano?

Sra. BALBOA.- De mi casa, en la calle Derqui N 4.862. Estaba mi mamá.

Apuntaban con las ithakas, se suben arriba de los techos. Mi hermano vivía en el fondo, estaba preparando el almuerzo para ir a trabajar. Lo esposaron, lo encapucharon y se lo llevaron.

Dr. DURAN.- ¿Estaban uniformados?

Sra. BALBOA.- Estaban uniformados y vinieron en una camioneta policial identificada como Policía de la Provincia, decía comisaría de Varela. Nosotros fuimos ahí. Supuestamente me había dicho que me venía a buscar a mí, a las 11 de la mañana.

Dr. DURAN.- ¿Usted sabe si hubo otros testigos presenciales?

Sra. BALBOA.- No, no sabían como era yo. No sabían a quién habían igresado.

Dr. DURAN.- Cuando se produjo el secuestro, las circunstancias que siguieron luego, usted expresó que su hermano estuvo detenido en tres sitios ¿Cómo tuvo conocimiento de eso?

Sra. BALBOA.- Nosotros íbamos siguiendo los pasos. Primero estuvo en Varela.

Dr. DURAN.- ¿Primero estuvo en la comisaría de Varela?

Sra. BALBOA.- Sí, a eso de las cinco de la tarde se lo trasladó a La Plata y según ellos lo habían llevado a otro lugar, pero ahí le habían otorgado la libertad porque él había firmado la libertad.

De los 47 muchachos ellos fueron los únicos que desaparecieron pero como nos habían dicho que iba a volver a mi casa, regresamos, porque me dijeron que la libertad estaba firmada pero después no sabían qué había pasado, y perdieron el rastro de donde estaba.

Retuvieron la documentación de mi hermano que era un cédula de la Policía Federal,

por eso aparece en los padrones de desaparecidos.

Dr. DURAN.- ¿Quién fue el personal que le dijo que lo habían pasado a la comisaría 8a. de La Plata?

Sra. BALBOA.- No, no lo recuerdo, en ese momento no se preguntan nombres.

Dr. DURAN.- ¿No recuerda ninguna fisonomía del personal policial?

Sra. BALBOA.- No.

Dr. DURAN.- ¿Dónde vive su hermano?

Sra. BALBOA.- En la calle España, el número no lo recuerdo, España y Monroe de Quilmes.

Sr. DURAN.- Su hermano cuando conversó con usted después de haber eestado desaparecido le expresó que en los cincuenta días que estuvo secuestrado, ¿estuvo siempre con los ojos vendados?

Sra. BALBOA.- Sí, con capucha y vendas.

Dr. DURAN.- ¿En forma permanente?

Sra. BALBOA.- Sí.

Dr. DURAN.- ¿No vio a nadie?

Sra. BALBOA.- Sí, conoció a otra persona que estuvo secuestrada pero no tengo datos de los paraderos de los chicos.

Dr. DURAN.- ¿Los podría identificar?

Sra. BALBOA..- Trabajaban con nosotros en la fábrica. No recuerdo los nombres ni nada, los conocía de ese momento. Hubo 47 detenidos más, pero fueron desaparecidos, los únicos desaparecidos fue mi hermano y otro muchacho que se llama Rubén. No me acuerdo el apellido ni nada, sé que vivía en Varela.

-Ingresa a la Sala la doctora Elisabeth Rivas en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

 

 

Dr. BUGALLO.- ¿Se encuentra presente su hermano en esta Sala?

Sra. BALBOA.- Sí.

Dr. BUGALLO.- Habida cuenta que se encuentra presente, solicito al Tribunal que lo pongan en lugar de su hermano.

Dr. PIAGGIO.- Señor presidente: aunque mi presentación va a aparecer antipático, en el marco que se estableció la Cámara de esta investigación se trata del esclarecimiento de la verdad del destino final de los desaparecidos cuya prosecusión tratamos de lograr.

Con referencia a este testigo y a su hermano, no es el objetivo que se trazó el Tribunal cuando se convocó y estableció los lineamientos que se habían establecido. Aún cuando los datos que se pudieran aportar sean pocos, sería conveniente tenerlos de primera mano, es decir de la persona secuestrada y posteriormente liberada.

Sr. PRESIDENTE.- En primer lugar, quisiera que finalice el testimonio. Luego nos retiraremos durante cinco minutos a la Sala de Acuerdos para decidir sobre la objeción presentada por el señor fiscal.

Le ruego que permanezca en el Tribunal hasta que esté el acta confeccionada para que una vez de ser leída, preste o no su conformidad.

Que no tiene nada más que agregar con lo que se da por finalizado el acto, previa íntegra lectura que el Sr Secretario da de la presente, ratificándola en un todo por ser el fiel reflejo de sus dichos, luego del Sr Presidente, Dr . Leopoldo H. Schiffrin. y Jueces, Dres Alberto Durán, Julio Reboredo, Antonio Pacilio, Héctor Umaschi y Carlos Nogueira.; al igual que los demás intervinientes en el acto y mencionados al comienzo de ésta y por ante mí, de lo que doy fe.