Campero, Carlos Alberto

La Plata, 3 de Noviembre de 1999


  

DR. DURAN: A la audiencia designada en el día de la fecha, hoy 3 de Noviembre del año 1999, comparece ante el Tribunal integrado por los Señores Jueces Julio Víctor Reboredo, Antonio Pacilio y Alberto Ramón Durán, hallándose presente del Señor Fiscal ante la Cámara Dr. Julio Amancio Piaggio y el Señor Defensor Público Oficial ante la Cámara Dr. Ricardo Alberto González, en representación por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata se encuentra presente el Doctor Claudio Avalos, y concurre una persona previamente citada quien dijo ser y llamarse...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: CARLOS ALBERTO CAMPERO

DR. DURAN: A quien se le hace saber que se le va a proceder a recibir declaración testimonial y en virtud del tenor de la misma está obligado a producirse con veracidad en todo lo que supiera o le fuera preguntado, caso contrario eventualmente podría ser procesado y condenado por el delito de falso testimonio, normado en el artículo 275 del Código Penal. Por ello es que para comenzar le requerimos de acuerdo a sus creencias preste legal Juramento o promesa de conducirse con verdad.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí juro

DR. DURAN: Bueno, en este momento estamos desarrollando las audiencias en base a la investigación que se está practicando en la causa 1746 de la Secretaría Unica de este Tribunal a partir de la desaparición de Juan Carlos Campero y de Haydeé García Gallo de Campero. Es decir, de sus padres. Por ello es que el Tribunal le requiere que preste su testimonio de acuerdo a lo que usted tenga conocimiento en relación a este hecho.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Tengo que contar cómo ocurrió?.

DR. DURAN: Por supuesto..

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Fue el 5 de enero del 78. Mi padre estaba durmiendo y nosotros habíamos salid0o porque era la noche de reyes, yo tengo una hija que en ese momento tenía seis meses y habíamos salido, cuando volvimos mi madre y mi hermana, la más chica, fueron para la casa y nosotros como volvíamos con juguetes... porque tengo uno de mis cuñaditos más chiquito fuimos a la casa de mis suegros, y cuando volvimos nos encontramos que en la puerta de la casa había una camioneta y yo creo que eran dos coches... nos pararon antes de llegar y me preguntaron si yo era CAMPERO, le dije que sí entonces entramos... para todo esto yo pensaba que sería un asalto... y nos hicieron entrar y ahí estaban todos, mi padre, mis dos hermanos, mi mamá... estaban todos... los tenían apuntados a todos, eran unos cuantos. Y bueno, buscaban armas, no encontraron nada y se lo llevaron a mi padre, y después volvieron y nos llevaron a todos menos a mi hermana más chica que en ese momento tenía 13 años y mi nena que tenía seis meses. Nos llevaron, nos encontramos con mi padre allá en el lugar donde fuimos... estaba encadenado, como todos, nos encadenaron a todos y al otro día comenzaron los interrogatorios. Todos separados. Mi padre tenía un poco de sordera, no oía bien pero ahí ya casi no escuchaba, se ve que le habían pegado mucho. A mí me ataron junto con él, estábamos los dos juntos... y después nos llevaron a los interrogatorios, todos por separado, a nosotros nos tuvieron esa noche y nos liberaron a la madrugada, nos cargaron en una camioneta y nos dejaron en la Estación Villa Lynch... Siguió la estación Villa Lynch que está pegada a la Gral. Paz. En el momento que me llevaron a mi yo estaba descalzo y sin camisa, o sea, hacía mucho calor, me dieron un par de zapatos de uno que estaba detenido también ahí, una camiseta, y nos dieron plata para viajar. Cuando nosotros llegamos a la casa era un sábado a la mañana, ahí nos enteramos de todo lo que había pasado con mi madre... en el libro del Nunca más están las declaraciones mías... a mí madre la ataron en una silla, la mojaron, y con el cable del ventilador lo usaron de picana... eso nos enteramos cuando volvimos. En el momento que nos llevaron nosotros no sabíamos porque estábamos uno en cada habitación así que no... Y bueno, después cuando estuvimos detenidos en ese lugar siempre estuvimos encapuchados desde que salimos de nuestra casa hasta que nos liberaron siempre encapuchados, nos daban de comer y nos levantaban la capucha hasta acá (sic) y ahí comíamos. Cuando nos liberaron yo le pregunté por mis padres cuando lo iban a liberar, entonces la persona que nos iba a liberar nos dijo en el momento que sea necesario van a salir... A nosotros nos liberaron pero nos dijeron que nosotros no vimos nada... Eso fue lo que... después cuando fui a hacer la denuncia en la Comisaría un Oficial que me atendió me dijo tené cuidado lo que ponés porque pueden volver... Yo voy a poner la verdad le dije, yo declaré todo tal cual fue, así que no sé si necesita saber alguna otra cosa más con exactitud..

DR. DURAN: Dr. REBOREDO.-

Dr. REBOREDO.- Señor CAMPERO, su padre tenía alguna actividad sindical...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No.

Dr. REBOREDO.- Política?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Había tenido de joven. O sea a él en el año 55 lo echaron del Ferrocarril, y fue preso estuvo en Olmos, por política... Después lo reincorporaron en el 73 cuando vino Campora, lo reincorporaron en el Ferrocarril y lo echaron el 07/07/77 del Ferrocarril, le pagaron la indemnización en cuotas, y ese día precisamente había cobrado la última cuota, el 5 de enero del 78 . Él tenía ideología política, era Peronista...

Dr. REBOREDO.- Pero no diligencia sindical de ninguna naturaleza...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No, ni afiliado a ningún Partido, nada...

Dr. REBOREDO.- A usted lo liberaron qué día el 7 de enero?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Me parece que fue el 8. Lo que ocurre es que como esto había ocurrido cerca de las 12 de la noche, creo que fue el día 8, era un sábado.

Dr. REBOREDO.- Y cuántos interrogatorios le hicieron a usted?. Usted fue sometido a un interrogatorio?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí, dos veces...

Dr. REBOREDO.- Y en qué consistía el interrogatorio...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: En el lugar que estaba era una sala grande, y había como un semi círculo y todos preguntaban.

Dr. REBOREDO.- Usted encapuchado...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí, sí, todo el tiempo encapuchado...

Dr. REBOREDO.- Y las preguntas tenían como destino o como finalidad qué?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Y ellos buscaban armas, que pensaban que mi padre tendría un arsenal ahí adentro y no encontraron nada... en la casa no había nada.

Dr. REBOREDO.- Y usted luego alcanzó a averiguar o se puso en la tarea de averiguar dónde había estado detenido?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Mire, yo cuando hice todas las declaraciones que tuve que hacer en varios lugares declaré que estuve en el Colegio Militar que está enfrente a la Base Aérea de Palomar, que no lo tenían como Campo de Concentración... Inclusive en la CONADEP ellos aseguran que nosotros estuvimos en Campo de Mayo.

Por el tiempo que nos liberaron no habremos demorado más de 15 minutos o 20 minutos de donde yo pienso que estuve secuestrado hasta la estación Villa Lynch no hay más de ese tiempo.

Dr. REBOREDO.- Bueno, gracias...

DR. DURAN: Dr. PACILIO.-

Dr. PACILIO.- En el lugar donde usted estuvo detenido ilegalmente, que usted piensa que fue el Colegio Militar pudo reconocer usted a un Sub Oficial ?

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí

Dr. PACILIO.- Por qué no da el nombre del Sub Oficial que reconoció?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Esquilia.

Dr. PACILIO.- Por qué lo reconoció y cómo sabía que era Esquilia?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Porque la capucha que yo tenía se podía ver a través del sol, los lugares donde nos sacaron a nosotros... digamos fuimos a testimoniar a un lugar pero primero estuvimos en un patio que eran todos arboles y había mucho sol, entonces a través de la capucha se veía, no con una exactitud de decir ver muy bien pero se veía... como también había gente para mí de diferentes Fuerzas...

Dr. PACILIO.- Usted lo conocía al Sub Oficial Esquilia?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí, yo lo conocía porque yo hice el Servicio Militar ahí en Río Gallegos...

Dr. PACILIO.- y él era Suboficial en ese momento?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí, creo que tenía el cargo de... no me recuerdo, creo que era sargento Ayudante...

Dr. PACILIO.- Usted lo contactó verbalmente o no?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Nos hablaba.

Dr. PACILIO.- Entró en diálogo con él?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Y si nos hablaban... porque en algún momento nos pusieron en fila, nos sacaron la capucha con los ojos cerrados, porque nos sacaban fotos, nos sacaron fotos y había una persona que también decía ser el Doctor y nos miraba si estábamos golpeados; pero después cuando yo hice la denuncia en CONADEP nunca más me enteré de nada.

DR. DURAN: - Dígame usted cuando dice que llega a su casa antes que venía caminando con su exmujer y con su hija de seis meses en ese momento, al ver la camioneta y los dos vehículos que estaban en la puerta de su casa, estos tenían alguna identificación?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Claro, lo que ocurre es que había gente con armas... y yo creo que nosotros fijamos la mirada en la gente que estaba con armas más que en los vehículos. Yo vi que era una camioneta con una cúpula, pero me llamó la tención porque en la puerta de mi casa tanta gente con armas... no era normal, nunca había ocurrido nada de eso en mi casa. A mi papá se lo llevaron preso de Pergamino, porque nosotros somos de Pergamino, lo llevaron preso de Pergamino en el año 55 y venía yo de la mano y lo estaba esperando la Policía pero no era esto... esto era un operativo grande una cosa muy... eran unos cuantos...

DR. DURAN: Usted puede distinguir o pudo distinguir en ese momento... u hoy sabe a qué Fuerza de Seguridad o Armada pertenecían?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Venían con diferentes... porque por ejemplo había algunos que tenían un correaje blanco, vio el correaje blanco donde llevan el armamento y había otros que por ejemplo tenían el correaje verde. En el lugar donde nosotros estuvimos había gente que tenía camisas celestes tipo la Policía... Así que yo pienso que eso tiene que ser una Fuerza conjunta...No era una sola fuerza.

DR. DURAN: Usted vio a alguien que lo torturara a su padre?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No, no...

DR. DURAN: Y a usted?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No.

DR. DURAN: No pudo identificar a nadie?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No...

DR. DURAN: Solamente al Sub oficial que le mencionó anteriormente al Dr. PACILIO.-

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí.

DR. DURAN: Señor Fiscal General. Dr. Avalos.

DR. AVALOS: Gracias Señor Presidente. Antes que nada una observación de tipo formal, el testigo no suministró sus datos de filiación. Mencionó que su padre había sido detenido en Pergamino, pero no sé si suministró estos datos...

DR. DURAN: Perdón, un segundo... Bueno, aparentemente he cometido un error, están todos diciéndome que sí por todos lados. Al comienzo de la Audiencia no le he requerido sus datos identificatorios. Solamente pienso que le habré preguntado su nombre completo...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Correcto.

DR. DURAN: Por lo que veo todos se dieron cuenta menos yo. Entonces, bueno, simplemente los tenemos que incorporar en este momento. Le voy a preguntarv el nombre de su padre y el nombre de su madre

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Mi padre JUAN CARLOS CAMPERO y mi madre HAYDEE GARCIA GALLO.

DR. DURAN: Correcto. Su fecha de Nacimiento.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: 20 de Mayo del 52.

DR. DURAN: En dónde?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: PERGAMINO, Provincia de Buenos Aires.

DR. DURAN: Correcto. Su ocupación o profesión actual?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Comerciante.

DR. DURAN: Su domicilio actual?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: SARANDI 823, de CAPITAL.

DR. DURAN: Su estado civil actual.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Bueno, soy separado.

DR. DURAN: Respecto a las generales de la ley le comprenden porque usted resultó ser víctima junto a las dos víctimas mayores por así decirlo que son sus padres que todavía están desaparecidos. Su documento de identidad.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: DNI 10.686.168.

DR. DURAN: Bueno, superado este error que cometí al comienzo, continuamos con la Audiencia y le cedemos la palabra entonces al Dr. Avalos.

DR. AVALOS: Gracias.

DR. DURAN: Al contrario.

DR. AVALOS: Si el testigo puede describir el recorrido y la percepción que él tuvo en este recorrido desde el lugar de detención hacía el lugar de detención definitiva, del lugar donde fue secuestrado hasta el lugar que usted denomina centro de detención...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Yo por ese momento trabajaba con un camión, manejaba un camión y trabajaba en un expreso. Todos los días viajaba a Campana, Zarate, Lima... entonces era como que yo conocí un poco el camino. En el momento que a nosotros nos llevan en la camioneta, en la parte de atrás de la camioneta íbamos los tres, mi hermana la más grande, mi Señora y yo... Entonces la Camioneta toma por General Paz y en un momento dobla a la izquierda que yo suponía que entraba como para Caseros, cuando no me quedaron dudas es cuando salimos más que nada, porque cuando entramos nosotros cruzamos las vías y se abrió un portón, entonces yo pensaba que era ahí pero al salir lo confirmé totalmente porque el recorrido que hizo era ese... Después estando nosotros ahí, se escuchaba como levantaban los aviones cerca... ahí enfrente estaba la Base de Palomar... en algún momento cuando había mucho sol y nos tenían ahí afuera nos pedían que nos tiremos al suelo, cuando se escuchaba un avión que subía o bajaba... nos pedían que nos tiráramos al suelo y yo para mí era ahí porque inclusive no habrá llegado a veinte minutos del momento que nos liberan que salimos del cuartel ese supongo que es, y nos dejan enfrente a la Estación de Villa Lynch.

DR. AVALOS: Podría el testigo identificar a algún detenido que compartió con él su detención?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No.

DR. AVALOS: Por apodos o referencias?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No.

DR. AVALOS: Quisiera hacer referencia a una declaración que consta en el Expediente que fue prestada ante la CONADEP por el Señor CARLOS ALBERTO CAMPERO, y hacer algunas preguntas si el Tribunal así lo permite sobre esta declaración donde hay algunos reconocimientos de personas.

DR. DURAN: Vamos a leerla por Secretaría la declaración... En qué foja está la declaración a la cual usted hace referencia, Dr.?.

DR. AVALOS: Fojas 1 de la Causa caratulada Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, CAMPERO CARLOS ALBERTO, CAMPERO JUAN CARLOS...

DR. DURAN: Sí, le vamos a dar lectura por Secretaría.

DR. SCHAPIRO: Lomas de Zamora, febrero de 1984. En el día de la fecha el que suscribe CARLOS ALBERTO CAMPERO hace entrega a la Comisión de este relato testimonial. El día 5 de enero de 1978 siendo aproximadamente las 23:30 horas se hicieron presentes en mi domicilio un grupo de aproximadamente 15 personas a cara descubierta, todos fuertemente armados, dijeron formar parte de las Fuerzas de Seguridad buscando armas y algún material subversivo. Irrumpieron en nuestro domicilio, desordenaron toda la casa buscando el material antes mencionado. Mi padre JUAN CARLOS CAMPERO, L.E. 4.659.995, se encontraba descansando, lo levantaron de su cama y comenzaron a golpearlo para que dijera donde estaba lo antes mencionado y a mi madre, HAYDEE GARCIA GALLO DE CAMPERO, LC 1.860.484, la tenían apoyada en una heladera que se encontraba en el comedor de la casa junto con mi hermana GRISELDA HAYDEE CAMPERO, que en ese momento contaba con solo 13 años de edad. A mi otra hermana JUANA EVA CAMPERO la trasladaron a un local que tenía mi madre como despensa y verdulería. Mi señora OLGA DEL VALLE PAZ DE CAMPERO y el que suscribe, nos tenían en el comedor de la casa contra la pared, quedando en una cama VIVIANA DEL VALLE CAMPERO, que en ese momento contaba con solo seis meses de edad. Todos éramos interrogados de manera inhumanas luego de haber transcurrido algo más de 30 minutos optaron por llevarse a mi padre, los demás quedamos en la casa a la espera de que lo pusieran en libertad porque cuando lo llevaron prometieron que era solo para interrogarlo. Alrededor de las dos de la madrugada regresaron pero en ese momento el grupo era más reducido pero con el mismo objetivo que antes. JUANA EVA fue llevada al baño donde preguntaban cosas que no eran de nuestro conocimiento, al no tener respuesta le introducían la cabeza en el inodoro. Mi madre fue llevada al negocio y bajo amenazas de muerte la golpearon utilizando métodos que ni a los animales más salvajes se les puede aplicar. En el negocio teníamos un turbo ventilador al cual le cortaron el cable, y a este enchufándolo lo utilizaban como picana... pero para que esto tuviera más eficacia destapaban botellas de agua mineral para mojar a mi madre, la cual había sido atada con anterioridad a una silla, mientras realizaban este acto de salvajismo otro le pegaba con un cinto hasta ensangrentarle el cuerpo y desfigurarle la cara después de haber transcurrido un rato bastante prolongado. Optaron por llevarnos a todos, menos VIVIANA de seis meses que junto a mi hermana de 13 años, Griselda, quedaron en el domicilio. Nos encapuchan hasta nuestras manos, suben dinero, botellas de bebidas y otros objetos varios, nos trasladan hasta la camioneta marca Dodge de color azul oscuro, la cual era custodiada por dos Falcon... GRISELDA recurre a los vecinos, los cuales fueron muy solidarios siendo que en el Barrio mis padres era gente muy querida. Nos trasladaron por el Camino Negro, cruzando el Puente Lanoria y prosiguiendo por la Avenida Gral Paz hasta Beiró, entrando en el PARTIDO DE TRES DE FEBRERO por una calle la cual no puedo precisar el nombre, pero sí estoy seguro que es la que pasa por el Estadio de Estudiantes de Buenos Aires, la misma la recorrimos hasta el final, en ese momento los vehículos giraron hacia la derecha para retomar otra arteria que costea las vías. Al recorrer 8 ó 10 cuadras aproximadamente llegamos a un paso a nivel, en el cual los móviles se detuvieron porque se aproximaba un tren, se sentía la campanilla... “esto es la Estación de Palomar”. Una vez libre el camino traspusimos las vías para girar a la izquierda, recorrimos no más de 200 metros para girar a la derecha nuevamente llegando a un portón que fue abierto a la llegada de los vehículos, “este es el Colegio Militar de la Nación”. Recorrimos ya adentro alrededor 400 metros aparentemete en línea recta, donde se detuvieron para que bajemos... Nos pusieron contra una pared de material con los brazos en auto. Los coches salieron del lugar, nosotros quedamos a las ordenes de quienes estaban a cargo del citado campo de concentración. En ese momento nos ponen en fila, nos sacan los objetos de valor y todos los objetos que teníamos encima. Nos avisan que llevaremos un código numérico, nos trasladan a un galpón al cual llamaban Pabellón 1. Papá era 995, mamá 996, mi señora 997, mi hermana 998 y yo 999. A mi me llevaron descalzo y sin camisa por lo que pude apreciar que en ese galpón el piso era de adoquines, ya dentro del mismo nos acostaron a dormir. Yo junto a mi padre, el cual por los golpes había quedado sordo y alcancé a divisar que hacia la derecha estaban las mujeres y hacia la izquierda los hombres. Los colchones eran de campaña como se usan en el servicio militar, para dormir nos ponían cadenas en las cuales quedábamos enganchados con los demás presos en cada pie. Teníamos candados con letras la cual no teníamos que olvidar. Por la mañana nos despiertan, el celador era por su aspecto un detenido más pues tenía en sus piernas grilletes como los demás detenidos, nos forman en fila tomando distancia... con los dos brazos, para ir al baño, nos traen de allí y nos dan el desayuno: mate cocido y pan. Se repetía como en el caso anterior, eran también prisioneros. Siendo casi media mañana nos sacaron a los cinco para llevarnos a un lugar no muy distante a interrogarnos, advierto que mis padres son separados de nosotros para ser interrogados en una dependencia del citado campo de concentración a la vez. Los ponen en una habitación contigua de donde escuchamos el interrogatorio que se le efectuaba a mis padres acompañado de toda clase de torturas e insultos. El lugar estaba rodeado ed arboles. Nos avisaron que nos iban a interrogar y que si no decíamos la verdad nos iban a matar, lisa y llanamente. Mi hermana y yo fuimos lo que por separado fuimos trasladados a la sala de torturas en la cual no fuimos torturados pero sí muy golpeados. En la misma se encontraban 15 hombres aproximadamente los cuales todos preguntaban. Yo me encontraba en una silla giratoria rodeado por todos ellos. Al lado mío había otro que era encargado de darnos cuantos golpes le ordenaran. Luego en el transcurso del interrogatorio uno le comentó al otro “a este le tenemos que dar máquina”, lo cual no se cumplió. Mi hermana también estaba es una sala parecida a la anterior donde grababan el interrogatorio. En el mismo se encontraba una mujer. Luego nos sacan de allí y nos llevan a un quincho y nos sientan en el piso perdiendo contacto con nuestros padres, en ese lugar se encontraba una mujer prisionera escribiendo una carta. Pasando unos minutos nos formaron fila, éramos 10 presos, nos llevan nuevamente a ese Pabellón en el cual viene un supuesto médico, que no lo es, por cuanto el que suscribe lo conoce perfectamente. Nos sacó la capucha a cada uno de nosotros para ver en qué estado se encontraban nuestros rostros. A mamá le receta cafiaspirina por el estado de sus ojos. En un descuido pude abrir los ojos y lo vi a este supuesto Doctor que no es ni más ni menos que un Sub oficial con el Cargo de Sargento Ayudante del Batallón de Ingenieros de Combate 181 con asiento en Río Gallegos en el año 1973. El nombre del que yo acuso en este momento es ESQUILLIAN no puedo precisar si su nombre se escribe así, está escrito ESQUILLIAN. Luego de esto llegó la hora del almuerzo, nos daban la comida en un plato de acero como se utiliza en el Servicio Militar, la comida la traían en cilindro y agua en jarros... Después de haber comido no nos molestaron más en ese lugar, había alrededor de 40 personas a mi lado izquierdo se encontraba un Señor con las piernas quebradas, lo que no pude precisar es si se había accidentado ahí o fuera de l lugar. Por la tarde nos llevaron a bañar por u lado a las damas y por otro a los hombres encapuchados. Al llegar nos hacen desvestir y nos ponen una venda en los ojos para bañarnos en duchas consecutivas. Luego nos daban ropa interior, como a nosotros pensaban darnos la libertad nos dieron. Posteriormente nos llevan al Pabellón en el cual nos dan de cenar, a mí me cambian de lugar, o sea, que dejo de estar al lado de mi padre para estar a cuatro o cinco metros de él. Comienzan a contar chistes entre ellos. Hay una prisionera a la que le dicen Batallón Mermelada, nos acuestan a dormir y a las tres de la madrugada nos levantan a nosotros tres dejando a mis padres. En ese momento llovía con mucha intensidad. Nos dan un impermeable para trasladarnos a una supuesta sala de torturas donde hay un hombre, el cual nos comunica que quedamos en libertad. Preguntamos que pasaría con mis padres, nos dice que seguirán detenidos por el tiempo que sea necesario. Este Señor nos pregunta si sabemos dónde nos encontramos, a lo que respondemos que lo ignoramos. Como yo estaba descalzo me dan los zapatos de otra persona que se encontraba detenida y una camiseta. Nos aclara que no hagamos nada para recuperar a nuestros padres porque nos volverían a buscar y sería para matarnos. Nos suben a la camioneta que nos trasladó para traernos y nos dan dinero. Cuando llegamos al móvil nos encontramos que en el mismo había unas personas que también serían liberados. Entre ellos una chica con los pies lastimados por la picana. Arrancamos del lugar y después de dar muchas vueltas nos dejan frente a la Estación de Villa Lynch, o sea, muy cerca de la Gral. Paz. Los interrogadores vestían camisa y pantalón azul. Firmado CARLOS ALBERTO CAMPERO, DNI 10.086.168.

DR. DURAN: Usted la ratifica esa declaración?

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sin duda, Señor...

DR. DURAN: Si va a hacer alguna pregunta que no esté explicada ya en esa declaración...

DR. AVALOS: Sí, en el Expediente del Hábeas Corpus hay una declaración que supongo debe ser en el mismo legajo de la CONADEP, una denuncia ante la COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, donde se dice que el padre del testigo había trabajado en San Bernardo.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Sí.

DR. AVALOS: Si tiene algún dato más... unos días antes del secuestro, no?... que venía de San Bernardo...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No, lo que ocurre es que mi padre al ser despedido del Ferrocarril, como él trabajaba en la construcción hacía changas y había estado trabajando en San Bernardo...

DR. AVALOS: Y si puede mencionar el apodo propio y el de su padre y de su madre...

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Ninguno.

DR. AVALOS: En la declaración anterior hubo, si bien hay una diferencia en el período de detención, el momento en que son detenidos hubo una referencia a una persona denominada el camionero, profesión del testigo... a usted lo podrían haber apodado el camionero?.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: No

DR. AVALOS: No tengo más preguntas.

DR. DURAN: Señor Defensor. Bueno, vamos a dar por finalizada la Audiencia entonces. Usted simplemente va a firmar el acta que ahora se va a labrar como constancia de esta declaración.

CARLOS ALBERTO CAMPERO: Bueno, gracias.

DR. DURAN: No, gracias a usted.

 

Cértifico que la presente copia mecanografiada es reproducción fiel de la cinta magnetofónica reservada en sobre lacrado nº 129 en la causa Nº 1746/SU. Dejo constancia de que, para la realización del cotejo entre la copia y la cinta , extraje esta última del mencionado sobre , volviendolo a introducir en el mismo , que fue vuelto a lacrar una vez finalizado el acto , a los 16 días del mes de noviembre de 1999.doy fe.