Canestri, Raúl Oscar

La Plata, 3 de Marzo de 1999


  

En la ciudad de La Plata, a los tres días del mes de marzo de año 1999, comparece ante el señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Julio Víctor Reboredo y Leopoldo Héctor Schiffrin y Secretario Actuante doctor Hernan Schapiro, con la presencia del señor Fiscal General ante la cámara doctor Julio Amancio Piaggio, la señora Defensora Pública Oficial subrogante doctora María Inés Spinetta y Elena Ricciardi de Giacomelli, con la presencia en representación de la Asamblea Permanente por los derechos Humanos -La Plata- doctora Elizabeth Rivas y doctor Claudio Abalos una persona previamente citada a los fines de prestar declaración informativa, si es que a ello no se opone, haciéndole saber el derecho que le asiste de negarse a declarar sin que ello haga presunción en su contra. Interrogado el compareciente a tenor de lo preceptuado por el art. 241 del. C.P.M.P., dijo ser y llamarse Raúl Oscar Canestri, de estado civil casado, de profesión ocupación y oficio doctor en medicina, de nacionalidad argentina, nacido en la localidad de Villa Elisa, ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, de sesenta y nueve años de edad, que sí sabe leer y escribir, con domicilio real en la calle 6 N° 414 de la ciudad de La Plata, acreditó su identidad mediante D.N.I. N° 5.126.916, dijo ser hijo de José Canestri y de Angela Josefa Farías. Preguntado si fue procesado anteriormente responde que no, se le hace saber el derecho que le asiste a designar Abogado Defensor a sus costas, expresa que nombra al doctor Ramiro Perez Duhalde, quien se halla presente en este acto, y al citar a dicho profesional concurre junto a su patrocinado y exhibe credencial que lo habilita con T° 68 y F° 565 de la Capital Federal, manifestando aceptar el cargo y constituye domicilio legal en la calle 47 N° 767, 10° “D”. A continuación se le entera del contenido de la presente causa en la que se investiga la averiguación de la verdad siendo que los elementos probatorios que obran en su contra y que fueron base de su citación se trata de la causa Alaye, Carlos Esteban. El compareciente expresa que no se opone al acto, por lo que invitado a que manifieste lo que conozca y pueda aportar en este proceso. Previo a ello el Sr. PRESIDENTE expresa:- Quisiera que se explayara lo más amplia y detalladamente posible sobre cuál fue la intervención que le cupo dentro del marco de ese objeto procesal.

Dr. CANESTRI.- Quiero aclarar que hace 22 años que estoy retirado y en lo que pueda contribuir con mi memoria con el tribunal, demás está decir que lo voy a hacer. Presumo que a este señor desaparecido Alaye se le hizo lo que sistemáticamente se hacía en el cuerpo médico de Policía desde hacía muchísimos años. Es decir, que con los desaparecidos no se cambió la metodología en absoluto. El cuerpo médico de Sanidad policial siguió con la misma metodología que se venía utilizando desde 20 ó 30 años antes que sucedieran los acontecimientos que nos traen hoy aquí. En el cuerpo médico, cuando entraba un cadáver, hasta que no era identificado por la instrucción que intervenía, para nosotros era un NN. Si la instrucción que intervenía no lograba identificar a ese cadáver, nosotros expedíamos un certificado como NN y lo que podíamos y debíamos hacer, muchas veces, era hacer una descripción antropológica para ubicar más el cadáver, se le ponía el peso aproximado del occiso, estatura, color de piel, etcétera, pero -reitero- si la instrucción policial no lo identificaba, para nosotros era un NN y en el certificado de defunción que se expedía figuraba como NN. Otro paso era el de las impresiones dactiloscópicas, que no la tenía que hacer el cuerpo médico sino la instrucción interviniente, y cada vez que el cuerpo médico entregaba un cadáver a pedido de la instrucción para darle sepultura, iba con el certificado, si no habían sido identificados, como NN, sexo femenino o masculino y con el juego de fichas dactiloscópicas, que era competencia de la instrucción que intervenía. De esa manera se manejó toda la vida el cuerpo médico y se siguió manejando en esas circunstancias que dieron motivo a mi presencia en esta sala.

Sr. PRESIDENTE.- ¿En qué período se desempeñó en la Dirección de Sanidad de Policía?

Dr. CANESTRI.- Calculo que desde el año ‘63 hasta fines del ‘77, cuando me retiré.

Sr. PRESIDENTE.- En la guardia, concretamente, ¿en qué período se desempeñó?

Dr. CANESTRI.- No lo recuerdo. Estuve como médico de policía en la escuela Vucetich, pasé al departamento central como médico ginecólogo y después, por una disposición superior, salen los especialistas. Hasta ese entonces hacíamos la parte médico legal, la asistencial y controlábamos el ausentismo. Como médico de guardia debo haber estado por los años 68, 69 ó 70, no recuerdo.

Sr. PRESIDENTE.- Durante los años 76 y 77, ¿fue médico de guardia?

Dr. CANESTRI.- Sí.

Sr. PRESIDENTE.- Usted nos refirió someramente cuál era la operatoria antes de expedir el certificado de defunción respectivo. ¿Reconocía el cadáver en forma personal antes de expedir el certificado? ¿Dónde lo hacía, en la Morgue o en el lugar donde había acontecido el hecho?

SR. CANESTRI.- Sí. Podía hacerse de dos formas. El cadáver estaba NN en la morgue del cuerpo médico en Jefatura. Hasta que uno entregaba el certificado de defunción que lo venía a solicitar la seccional interviniente, podían pasar varios días, y los cadáveres podían permanecer varios días allí. Nosotros teníamos dos maneras de ver. Una, que a lo mejor le había tocado reconocer el cadáver cuando ingresaba al cuerpo médico. Se inspeccionaban las lesiones que ese cadáver presentaba, anotándose en el libro de guardia, que estaba foliado. También se hacía un certificado si la instrucción lo pedía. Lo hacía yo o algún integrante de mi guardia. Se detallaban en qué condición estaban las lesiones que presentaban los cuerpos.

SR. PRESIDENTE.- ¿Podía detallarme los datos?

SR. CANESTRI.- Figuraba edad aproximada, sexo, peso o estatura y, fundamentalmente, las lesiones que presentaba el cadáver.

SR. PRESIDENTE.- Como usted lo mencionó al principio, gran parte de estos certificados, y en algunos casos como lo voy a aclarar después hay otros motivos, concretamente quiero preguntarle cuando se hablaba de destrucción de masa encefálica por herida de bala, ¿cuál era el criterio que el personal médico tomaba para no hacer las autopsias?

SR. CANESTRI.- Porque eran lesiones importantes, vitales, y estaba de más hacer las autopsias. En la mayoría de los casos, no fue sólo pérdida de masa encefálica sino también de masa craneal. Lo mismo podía pasar con las lesiones de tórax, con orificio de entrada de un centímetro y salida entre 11 y 12 centímetros, también con pérdida de masa de la zona afectada. Eran evidente estas lesiones que no era necesario la autopsia. En esos casos, nosotros no la hacíamos pero tampoco la pedía la instrucción.

Dr.PACILIO.- ¿A qué instrucción alude? ¿A la policial?

Sr.CANESTRI.- Cuando había un cadáver en la vía pública, intervenía la seccional correspondiente a la zona donde se encontraba el cadáver, que es la que en lo sucesivo debía hacer el estudio dactiloscópico, y si no aparecía ningún familiar, tambien debía hacer el trámite de inhumación en el cementerio.

Dr. PACILIO.- ¿Debemos entender que usted actuaba en función de los pedidos de la instrucción policial?

Sr. CANESTRI.- Sí.

Dr. PACILIO.- ¿Recuerda si en estos casos particulares había intervención del juez?

Sr. CANESTRI.- No lo recuerdo.

Dr.PACILIO.- Le voy a mencionar determinados casos, tratando de contribuir a su memoria y usted me dirá si por sus características los puede reconocer. En todos ellos usted figura como certificante de esas defunciones. No contamos con el certificado de defunción, aunque sabemos que usted aparece ante el organismo registral como el médico que supuestamente extendió el certificado. ¿Usted nunca concurrió a constatar una muerte en el lugar del hecho?

Sr. CANESTRI.- Siempre iba un médico a buscar el cadáver, junto con el chofer y un enfermero.

Dr.PACILIO.- ¿A usted le tocó ir alguna vez?

Sr. CANESTRI.- No, aunque hubo compañeros de mi guardia que sí fueron.

Dr. PACILIO.- Puede recordarnos algunos nombres?

Sr. CANESTRI.- El doctor Vitali, el doctor Brolese, el doctor Sotes, a cargo de la guardia... Uno de ellos concurría al lugar del hecho y traía el cadáver al cuerpo médico. Luego iba a la morgue, previa exhumación del cadáver.

Dr. PACILIO.- En este caso particular lo reconoce la morgue?

Sr. CANESTRI.- Sí.

Dr. PACILIO.-En noviembre de 1976 aparecen certificadas por usted, defunciones por carbonización total. Son acontecidas el mismo día y a la misma hora: el 13 de noviembre de 1976 a las 3 y 30, dos cadáveres por carbonización total; el 15 de noviembre de 1976 -cuatro días después-, aparecen también certificadas por usted dos cadáveres masculinos y uno femenino, es decir tres cadáveres, por carbonización total. En el último caso que le mencioné, se alude que el lugar del hecho fue en 197 y 68. ¿Recuerda algo de esto?

Sr. CANESTRI.- No. Quizás a usted le extrañe que aparezca con tres o cuatro días de diferencia, pero le aclaro que yo entraba a las 13 del día lunes y salía a las 21. Luego entraba el viernes a las 21 y salía el sábado a las 13.

Dr. PACILIO.- ¿Que es la carbonización total?

Sr . CANESTRI.- Es un cuerpo en el cual la destrucción de la masa es tal que usted sólo está frente a trozos de hueso, porque no existe la piel orgánica. Es sumamente difícil poder individualizar si corresponde a un hombre o una mujer un cuerpo en esas condiciones, por lo que luego deben actuar los peritos.

Dr. PACILIO.- ¿Usted se retiró en 1977?

Sr. CANESTRI.- Se me dio la baja policial en diciembre de 1977.

Dr. PACILIO.-En febrero de 1977 usted aparece certificando una defunción por hemorragia externa, por un deceso acontecido a 1200 metros de la ruta 53. ¿Recuerda ese hecho?

Sr. CANESTRI.- No.

Dr. PACILIO.- Hay un certificado de abril de 1977 que alude a la destrucción de la masa encefálica por herida de bala; el hecho fue acontecido del 4 al 30 de abril de 1977 supuestamente en 44 y 175. ¿Lo recuerda?. Hay otro hecho del 23 de abril de 1977 acontecido en 527 y 120 en la cual se alude destrucción de masa encefálica por herida de bala, sexo masculino.

Sr. CANESTRI.- Quiero saber si eso consta porque, tal vez fui yo el que hizo el certificado pero no hice el reconocimiento del cadáver. Tal vez, el reconocimiento lo hizo otro colega. Sucede que a mi me lo pasan y yo hago el certificado de acuerdo a lo que dice el libro de guardia.

Sr. PRESIDENTE.- Hay otro hecho en setiembre de 1977, un hecho parecido al que sucedió en Ensenada donde se alude hemorragia interna y externa por múltiples heridas de proyectiles por arma de fuego. ¿usted recuerda algo? Esto es inmediatamente anterior a su retiro.

Sr. CANESTRI.- Casos tan particulares no los recuerdo.

Sr. PRESIDENTE.- Hay otro hecho ocurrido en marzo de 1977, destrucción de masa encefálica, ocurrido a las 8 y 45 horas y aquí figuran todos los demás datos. ¿ recuerda algo de esto?

Sr. CANESTRI.- No, no lo recuerdo. Reitero que indudablemente alguno de esos cadáveres no los reconocí, pero sí hice el certificado porque había casos donde venía la instrucción a solicitar los certificados.

Dra. RIVAS.- Cuando usted se retira en el año 1977, ¿cuál fue la causal de su baja?

Sr. CANESTRI.- Yo solicito la baja porque ya tenía los años para retirarme. Se trató de un retiro a tiempo.

Dr. ABALOS.- ¿Se le sacaban fotos a los cadáveres en la morgue?

Sr. CANESTRI.- Si, se sacaban fotos. Eso era función de otra parte, lo mismo que eran otros los que sacaban las impresiones digitales. Es decir, se trataba de otras ramas dentro de la Policía.

Dr. ABALOS.- ¿Recuerda al fotógrafo?

Sr. CANESTRI.- No, porque no formaba parte del cuerpo médico. Además, no sé de qué forma trabajaban, si era por guardia, por turno.

SR. ABALOS.- ¿Había muchos fotógrafos?

Sr. CANESTRI.- Había varios. En algunas oportunidades cuando tenían que ir a sacar alguna foto y había lugar en ela coche, ellos iban con los médicos.

Sr. ABALOS.- ¿Usted fue a recoger cadáveres en la vía pública?

Sr. CANESTRI.- Si, en una sola oportunidad .

Sr. ABALOS.- ¿Recuerda el caso? ¿Dónde sucedió?

Sr. CANESTRI.- Creo que fue por la calle 520 y 139, no lo recuerdo bien.

Sr. PRESIDENTE.- Doctor, nos estamos refiriendo a un reconocimiento de esta época.

Sr.. CANESTRI.- Si, fue la única vez que fui a buscar un cadáver en la vía pública.

Dr. ABALOS.- ¿De este caso no nos podría dar una descripción mayor, por ejemplo de los policías que se encontraban en el lugar?

SR. CANESTRI.- Había un solo policía junto al cadáver que estaba esperando que llegara la ambulancia con el médico.

Dr. ABALOS.- ¿Recuerda la causa de la muerte?

Sr. CANESTRI.- (No se escucha)

Dr. AVALOS.- ¿ Recuerda el estado de cadáver?

Sr. CANESTRI.- Como todos los demás cadáveres con importantes heridas por proyectiles de armas de fuego. Después, en la guardia médica se inspeccionaba el cadáver.

Dr. ABALOS.- ¿Fue en la vía pública o en un domicilio?

Dr. CANESTRI.- En la vía pública.

Dr. ABALOS.- ¿Cuáles eran sus funciones en la dependencia policial donde usted prestaba servicios?

Sr. CANESTRI.- Nosotros teníamos dos funciones: la función asistencial y la médico legal. Hacíamos el control de ausentismo y en ese entonces había también un consultorio en la guardia médica adonde podía venir algún empleado de la repartición con alguna dolencia y nosotros lo examinábamos y lo medicábamos.

Dr. ABALOS.- ¿Todos los médicos tenían la misma función?

Sr. CANESTRI.- En la época en que estaba yo sí. Después el cuerpo médico se dividió en dos partes: por un lado medicina médico legal y por el otro el control de ausentismo Todos los integrantes de la guardia cumplíamos la misma función.

Dr. ABALOS.- Sin embargo, usted mencionó que algunos médicos iban a recoger el cadáver.

Sr. CANESTRI.- Sí, pero como podría haber ido yo también.

Dr. ABALOS.- ¿Era una división del trabajo que la hacían en el momento?

Sr. CANESTRI.- Sí, el que estaba disponible en el momento para ir a buscar un cadáver, iba.

Dr. ABALOS.- Había médicos que participaban más de esta tarea de reconocer cadáveres?

Sr. CANESTRI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿No le llamaba la atención el aumento en el número de cadáveres sin identificar?

Sr. CANESTRI.- Sí, por supuesto, me llamaba la atención tanto a mí como a todo el mundo.

Dr. ABALOS.- ¿Y qué opinión le sugirió esto a usted?

Sr. CANESTRI.- La opinión que yo tengo es la que creo que tiene la mayoría de la gente, que esto ha sido un problema por el que indudablemente se ha visto involucrado un sinnúmero de gente que verdaderamente no tenía poder de decisión. Porque yo, como médico de policía, estoy cumpliendo una guardia y me llaman por teléfono y me dicen “que se presente un médico de Policía en tal lugar a levantar un cadáver”, a mí no me queda otra alternativa que ir, levantar el cadáver, venir y reconocerlo, y sacar las conclusiones del cadáver. Todo el resto no era competencia nuestra.

Dr. ABALOS.- ¿Había alguna orden escrita o tácita de no realizar la autopsia?

Sr. CANESTRI.- Reitero lo que recién le dije al señor presidente: la metodología de la entrada de un cadáver al cuerpo médico no fue hecha en ese momento ni en esos años, veinte o treinta años antes era la misma metodología: entraba un cadáver ya sea femenino o masculino y hasta que no era identificado por la instrucción actuante, ese individuo era un NN. Si la instrucción actuante no lograba la identificación de ese individuo, ese cadáver salía con certificado de defunción como NN. Sin certificado de defunción, por lo menos en mi guardia y me atrevería a decir que en todas las guardias, no salió ningún cadáver.

Dr. ABALOS.- ¿Había cadáveres que ingresaban en una determinada fecha y cuya identificación o examen usted hacía en fechas posteriores?

Sr. CANESTRI.- No, la identificación se hacía en el momento en que estaba en la guardia del cuerpo médico.

Dr. ABALOS.- ¿En el mismo día?

Sr. CANESTRI.- Sí. Cuando entraba el cadáver correspondía a la guardia que lo había recibido, entonces esa guardia no lo dejaba para la guardia entrante. Lo que puede ser, sí, como le decía al señor presidente, es que a lo mejor un cadáver que había entrado tres o cuatro días antes a la morgue y estaba documentado en el libro de guardias sobre las lesiones que ese cadáver presentaba, entregaba otra guardia el certificado de defunción.

Dr. ABALOS.- Una pregunta de acuerdo a su especialidad. ¿Usted cumplió funciones de ginecólogo dentro de la Policía?

Sr. CANESTRI.- De ginecólogo obstetra. Actualmente soy médico obstetra.

Dr. ABALOS.- Dada su especialidad y su función dentro de la Dirección, si hubiera una detenida que mereciera atención médica, ¿usted concurría a ver a esa detenida? Por su especialidad, me refiero a una mujer embarazada.

Sr. CANESTRI.- Si la comisaría me lo pedía, tenía que ir.

Dr. ABALOS.-¿Usted recuerda?

Sr. CANESTRI.- Nunca. Como ginecólogo -y traigo esto a colación- tuve que intervenir, o mejor dicho, examinar, a un número importante de menores, que calculo que eran entre cuarenta o cincuenta, que estaban en un internado de menores al lado del Hospital Gutiérrez. La denuncia que existía era que entraban las menores y dentro del internado las embarazaban. Entonces el Juzgado interviniente solicitó que se presentara un médico ginecólogo para examinar a las menores. Fue en el único hecho que tuve que salir del departamento para hacer un examen. Examinaba a alguna cuando venía al cuerpo médico, incluso podía ser una empleada del Departamento.

Dr. ABALOS.- En el caso que usted recuerda en que fue a recoger un cadáver en la vía pública ¿recuerda el sexo?

Sr. CANESTRI.- Masculino.

Dr. ABALOS.- ¿Edad?

Sr. CANESTRI.- Aproximadamente tendría unos treinta y tantos años.

Dr. SCHIFFRIN.- Me interesa puntualmente el tema que recién se abordaba: la vez que fue usted a recoger un cadáver de sexo masculino. Me preocupa el tema de la identificación, que es el objetivo central de esta investigación. Usted encuentra el cadáver con su ropa puesta. ¿En qué situación estaba? ¿Cuál era el marco que usted puede describir? Me refiero al lugar.

Sr. CANESTRI.- Como dije, era de sexo masculino, de unos treinta y tantos años, estaba cerca de un montículo de pasto -creo- y estaba con un policía que nos estaba esperando para que levantemos el cadáver, para llevarlo al cuerpo médico y practicarle el reconocimiento.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿en qué posición estaba?

Sr. CANESTRI.- No lo recuerdo.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Respecto de la ropa?

Sr. CANESTRI.- Estaba con una camisa, una especie de campera y un pantalón.

Dr. SCHIFFRIN.- Usted lo vio en esa situación.

Sr. CANESTRI.- No lo vi bien, porque era de noche.

Dr. SCHIFFRIN.- No lo vio bien, porque era de noche. Lo levantan y lo llevan a la morgue. En la morgue le quitan la ropa. La gente, y sobre todo en esa época, suele llevar sus documentos. Quiere decir que es posible que en la morgue en algún momento vieran el documento. ¿Hizo el seguimiento o lo dejó en la sala y se fue?

Sr. CANESTRI.- No lo puedo dejar en la sala, porque tengo que ver las lesiones que poseía. Es un cadáver que yo recibo -o la guardia-, entonces debemos hacerles los estudios pertinentes para saber las lesiones que tiene.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Ustedes le sacan la ropa también?

Sr. CANESTRI.- Sí.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Qué hacen con la ropa, con los elementos que hay en ella, se examinan?

Sr. CANESTRI.- Hay un detalle que olvidé manifestar y es que en la morgue los cadáveres se numeraban en la cara externa de la pierna, casi sobre el maleolo tibial. Ese era otro elemento más para identificarlo. El resto de las prendas que el occiso llevaba se ponía en una bolsa.

Dr. SCHIFFRIN.- Esos elementos que llevaba ¿se los revisaba? ¿quién los revisaba? Porque podían existir valores y no sólo ropa.

Sr. CANESTRI.- De las veces que he estado cuando le quitaban la ropa a un cadáver, no he observado si tenía documento.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿No observó eso o sólo en este caso particular?

Sr. CANESTRI.- No, no observé eso. Incluso, había veces que pasaban muchas horas tirados en donde había habido un enfrentamiento.

Dr. SCHIFFRIN.- En ese caso, por el tipo de heridas ¿supone que fue un enfrentamiento?

Sr. CANESTRI.- Cuando nos llamaban nos decían que había habido un enfrentamiento.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Así les decían.?

Sr. CANESTRI.- Sí.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Cómo se notaba que había existido un enfrentamiento en ese lugar que concurrió?

Sr. CANESTRI.- Le vuelvo a decir: la única vez que fui, era de noche. Así que no tenía elementos para buscar en la oscuridad.

Dr. SCHIFFRIN.- El tipo de herida ¿también era en la cabeza?

Sr. CANESTRI.- Creo que sí.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Quién realizaba el trabajo de guardar la ropa? ¿O lo hacían los médicos?

Sr. CANESTRI.- Lo hacía el enfermero que estaba a cargo de la morgue, de turno, en presencia nuestra.

Dr. SCHIFFRIN.-El era el responsable de tomar la ropa y de hacer el registro.

Sr. CANESTRI.- Sí, la colocaba en bolsas de polietileno y para identificarlos se les colocaba un número en la pierna y otros datos que surgían del examen del cadáver y su procedencia. Esta se la adjudicábamos a la seccional que nos había llamado.

Dr. SCHIFFRIN.- Entonces, la bolsa ¿se le entregaba a la policía?

Sr. CANESTRI.- No sé si se entregaba a la policía o si quedaba un tiempo...No lo sé.

Dra. RIVAS.- Usted habló de una numeración que se colocaba a los cadáveres. Esa numeración se hacía del 1 al 10 o era continuada?

Sr. CANESTRI.- No tengo la seguridad, pero creo que era continuada, no era del 1 al 10. Si mal no recuerdo la capacidad de la morgue que estaba en el Departamento era de nueve cadáveres. Imagínense que ahí entraban cadáveres de La Plata y sus alrededores, por lo tanto, creo que era correlativa.

Dra. RIVAS.- En muchas de las actas de inhumación figura, después de NN, una numeración de tres cifras, ¿podría ser así?

Sr. CANESTRI.- No recuerdo la cantidad de dígitos que podía haber.

Sr. PRESIDENTE.- El interrogatorio ha concluido. ¿Desea agregar algo más?

Sr. CANESTRI.- No.

Que es cuanto tiene que declarar. No siendo para más se da por finalizado el acto previa e íntegra lectura que el actuario da de la presente (Art. 248 del CPMP) manifestando el compareciente que ratifica su contenido, firmando al pie después del Señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Julio Víctor Reboredo y Leopoldo Héctor Schiffrin. y de todos los presentes en el acto por ante mi de lo que doy fe.

 

 

En la ciudad de La Plata, a los tres días del mes de marzo de año 1999, comparece ante el señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Julio Víctor Reboredo y Leopoldo Héctor Schiffrin y Secretario Actuante doctor Hernan Schapiro, con la presencia del señor Fiscal General ante la cámara doctor Julio Amancio Piaggio, la señora Defensora Pública Oficial subrogante doctora María Inés Spinetta y Elena Ricciardi de Giacomelli, con la presencia en representación de la Asamblea Permanente por los derechos Humanos -La Plata- doctora Elizabeth Rivas y doctor Claudio Abalos una persona previamente citada a los fines de prestar declaración informativa, si es que a ello no se opone, haciéndole saber el derecho que le asiste de negarse a declarar sin que ello haga presunción en su contra. Interrogado el compareciente a tenor de lo preceptuado por el art. 241 del. C.P.M.P., dijo ser y llamarse Raúl Oscar Canestri, de estado civil casado, de profesión ocupación y oficio doctor en medicina, de nacionalidad argentina, nacido en la localidad de Villa Elisa, ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, de sesenta y nueve años de edad, que sí sabe leer y escribir, con domicilio real en la calle 6 N° 414 de la ciudad de La Plata, acreditó su identidad mediante D.N.I. N° 5.126.916, dijo ser hijo de José Canestri y de Angela Josefa Farías. Preguntado si fue procesado anteriormente responde que no, se le hace saber el derecho que le asiste a designar Abogado Defensor a sus costas, expresa que nombra al doctor Ramiro Perez Duhalde, quien se halla presente en este acto, y al citar a dicho profesional concurre junto a su patrocinado y exhibe credencial que lo habilita con T° 68 y F° 565 de la Capital Federal, manifestando aceptar el cargo y constituye domicilio legal en la calle 47 N° 767, 10° “D”. A continuación se le entera del contenido de la presente causa en la que se investiga la averiguación de la verdad siendo que los elementos probatorios que obran en su contra y que fueron base de su citación se trata de la causa Alaye, Carlos Esteban. El compareciente expresa que no se opone al acto, por lo que invitado a que manifieste lo que conozca y pueda aportar en este proceso. En este estado se solicita al señor Raúl Oscar Canestri cuyos datos de filiación constan en autos, el reconocimiento de la carpeta de fotografías de las víctimas, aportadas por sus familiares, que obran en poder del Tribunal, manifestando el declarante que no reconoce a ninguna de las personas que aparecen fotografiadas en dicho carpeta. Que es cuanto tiene que declarar. No siendo para más se da por finalizado el acto previa e íntegra lectura que el actuario da de la presente (Art. 248 del CPMP) manifestando el compareciente que ratifica su contenido, firmando al pie después del Señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Julio Víctor Reboredo y Leopoldo Héctor Schiffrin. y de todos los presentes en el acto por ante mi de lo que doy fe.