Careo entre
Emilio Teodoro Grasselli 
y Albano José Nocent


La Plata, 11 de Mayo de 1999


  

En la ciudad de La Plata y a la audiencia designada, y siendo las 0 y 17 horas del día 11 de mayo de 1999, comparecen ante esta Cámara Federal, a los fines de practicar el careo oportunamente ordenado, quienes han depuesto como testigos en el día de ayer, por un lado monseñor Emilio Teodoro Grasselli, cuyas demás circunstancias personales ya obran en autos, a quien se le recuerda que seguirá investido en la misma calidad procesal, y por lo tanto lo hará en carácter de testigo, con la obligación de producirse con veracidad de todo lo que supiere y le fuera preguntado, pudiendo en caso contrario ser procesado y eventualmente condenado por el delito de falso testimonio. Requiriéndole en este acto que preste legal juramento de producirse con veracidad, jura decir la verdad, y por otro lado, el señor Albano José Nocent, cuyas demás circunstancias personales obran en autos, a quien se le recuerda que concurre al acto en calidad de testigo, razón por la cual cuenta con la obligación de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuera preguntado, bajo pena de ser procesado por el delito de falso testimonio, en caso contrario. Requerido que le es que preste legal juramento de producirse con veracidad, de acuerdo a sus creencias, jura decir la verdad.

Sr. PRESIDENTE.- Se le va a hacer saber a ambos testigos la parte en la cual existe disenso en sus respectivos discursos. El mismo consiste en que monseñor Grasselli expresó que en ningún momento podía él haber confeccionado una ficha respecto de las personas desaparecidas que concurrían a su encuentro en búsqueda de ayuda hasta que el primer familiar concurriera a expresarle los motivos de su presencia. Por su parte, el señor Nocent manifestó, en su declaración, que cuando llegó a entrevistarse con monseñor Grasselli a la capilla de Stella Maris, él mismo levantó una ficha que tenía confeccionada, la ficha de su hija desaparecida. Entonces, le pregunto, le cedemos la palabra en forma indistinta para que manifiesten si ratifican o rectifican ello, y para que efectúen alguna aclaración a este respecto. Puede comenzar el señor Nocent en primer término.

Sr. NOCENT.- Veintitrés años de la desaparición de mi hija...

Sr. PRESIDENTE.- Le pido que hable pausado y claro para que los taquígrafos puedan escuchar bien.

Sr. NOCENT.- A los veintitrés años de la desaparición de mi hija...

Sr. PRESIDENTE.- Primero, le reitero la petición que le hice cuando comenzamos. Quiero saber si ratifica o rectifica sus dichos.

Sr. NOCENT.- Quiero explicarle que en 23 años de la desaparición de mi hija nos hemos vuelto más viejos, más olvidadizos, pero nunca hemos dejado de sufrir en estos 23 años. En la búsqueda de la verdad anduvimos por todos lados. Cuando ya en las instituciones militares las respuestas eran nulas, empezamos por otros lados. Fuimos a la Iglesia. Empezamos por Bahía. Vinimos a ver a monseñor Plaza, pero tampoco. La gente de Bahía, el comentario general era que monseñor Grasselli había tenido oportunidad de salvar. Yo me resistí a venir o a entrevistarlo, porque consideraba que la desaparición de mi hija estaba bajo jurisdicción del Ejército, ya que se había producido en La Plata. Pero me dijeron tanto que vine. Cuando vine, monseñor Grasselli me atendió, y andaba unos chicos jugando por ahí, por su escritorio. Tengo una carta. En 23 años también he perdido la memoria. Cuando le dije el apellido me sacó una tarjeta. Eso me lo dice a mí junto con mi señora. Era el comentario general que a todos les hacía lo mismo. Eso sí que no lo sé, que todos le reclamaban.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted ratifica los dichos que esa tarjeta existía antes?

Sr. NOCENT.- En mi caso, sí. El manejaba el abecedario y sacó Nocent. No recuerdo si es una anotación posterior, pero la tarjeta la sacó. Pudo haber sido. Yo supuse que que venía tanta gente de Bahía a verlo por estos comentarios o algún tipo de comentario.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Ratifica su declaración o la rectifica?

MONS. GRASELLI.- No; totalmente la ratifico. Es decir, que las fichas las hacía una vez obtenido el pedido de un familiar, de un conocido o de un amigo.

No soy adivino, nunca podría haber hecho una ficha con anterioridad a una solicitud.

SR PRESIDENTE: Les voy a hacer una pregunta a los dos y es que:¿Podría existir la eventualidad que alguna otra persona haya venido antes que el señor Nocent a plantearles su caso a Monseñor Graselli?

Sr. NOCENT.- Cabe esa posibilidad porque los bahienses que teníamos el mismo problema nos reuníamos y cada uno que hacía alguna cosa le comentaba al otro. A lo mejor alguien le comentó acerca de mi hija a monseñor.

Sr.PRESIDENTE.- Es probable.

Monseñor Graselli ¿Es probable que haya confeccionado la tarjeta sin que hayan venido los familiares directos?

MONS GRASELLI.- Muchas veces pasaba eso, sobre todo si venían desde lejos y adelantaban el pedido. Nunca pude hacer una ficha sino por un pedido previo.

SR. PRESIDENTE.- Correcto.

MONS GRASELLI.- Quisiera agregar algo: me mantengo en todo lo que dije todo el día. No sé si tengo la ficha del señor. No tengo la certeza de tenerla pero confío en lo que él dice.

SR.PRESIDENTE. Correcto. Vamos a dar por finalizada el acta, se le dará íntegra lectura y procederemos si ustedes la ratifican a rubricarla.

No siendo para más se da por finalizado el acto previa lectura que el señor Secretario da en el Acta N°2, procediendo a ratificarse ambos intervinientes para posteriormente firmarla luego todo el Tribunal y por ante mí de lo que doy fe.