Deheza,
José Alberto
(ex ministro de Justicia)
Juicio a las Juntas, 02-07-1985
Dr. López: Se llama al estrado al señor José
Alberto DEHEZA.
Dr. V. Aráoz: ¿Le comprenden las generales de la Ley Dr. DEHEZA?
Deheza: Con respecto a la Primera Junta Militar, integrada por el
teniente general Jorge Rafael VIDELA, el almirante Eduardo MASSERA y brigadier
AGOSTI, debo decir que son los responsables de mi detención ilegal y en
condiciones moralmente vejatorias; no obstante esta circunstancia no tengo ningún
motivo para apartarme de la verdad, porque esa detención repito ilegal, y
moralmente vejatoria, con el transcurrir del tiempo, es una anécdota y no de la
más importante de mi vida.
Dr. V. Aráoz: No obstante lo que acaba de mencionar, ¿usted estima que
ello puede afectar la imparcialidad con que debe declarar en este proceso?
Deheza: De manera alguna.
Dr. V. Aráoz: ¿Quiere agregar algo más, doctor?
Deheza: Que con respecto a los integrantes de las demás Juntas Militares
no me comprenden en absoluto las generales de la ley.
Dr. V. Aráoz: Doctor, ¿conoció usted al señor Roberto CRISTINA?
Deheza: Lo conocí.
Dr. V. Aráoz: ¿Le unía a él algún afecto especial o alguna relación
de parentesco?
Deheza: Roberto CRISTINA estuvo casado con una sobrina mía en segundo
grado; la señora Ana María MOLINA ILLADA, y me unía a Roberto CRISTINA un
lazo muy franco y directo de amistad, sin que fuera óbice para ello el hecho de
que CRISTINA se declaraba a sí mismo como un ideólogo del marxismoleninismo.
Pero debo aclarar acá, porque cabe, que Roberto CRISTINA jamás fue un
subversivo, por el contrario se manifestaba en total oposición al uso de la
violencia como método de la conquista del poder. He tenido muchas
conversaciones con él y como prueba de lo que acabo de decir, estaba un periódico
que él editaba que se llamaba "No tranzar", en donde hacía una crítica
muy dura y muy severa, a los grupos Montoneros y a los grupos del ERP, que se
habían levantado en contra del orden institucional, pero no obstante el afecto
y la simpatía que sentía por Roberto CRISTINA, esta circunstancia tampoco me
va a ser un obstáculo para que diga absolutamente la verdad de lo que conozco.
Dr. V. Aráoz: ¿Supo usted que él fue privado de su libertad?
Deheza: Lo supe inmediatamente de que ocurrió el hecho, fue por el año
de 1978, días después del atentado que costó la vida lamentablemente a la
hija del almirante LAMBRUSCHINI. Yo era muy amigo del señor Edmundo MOLINA,
padre de Ana María, y recuerdo una tarde que regresábamos a su departamento,
ubicado en la calle Julián Alvarez 2400 y nos recibió una persona de apellido
NACHIERI, que se desempeñaba como secretario de MOLINA, y muy conmovido,
obviamente emocionado, nos relató que al promediar la siesta había irrumpido
en el departamento una comisión que se identificó como patrulla militar
perteneciente al Primer Cuerpo de Ejército. NACHIERI manifestó que a quién
buscaban, qué es lo que deseaban, al irrumpir violentamente en el departamento
con ostentación de armas largas y le manifestaron que venían a allanar el
domicilio de Roberto CRISTINA, NACHIERI les indicó que ese domicilio estaba en
el piso inmediato superior, allá fueron, entraron violentamente y encontraron
en el departamento únicamente a la señora de CRISTINA, a Ana María MOLINA y a
una pequeña hija que creo que en ese entonces tenía dos o tres años de edad,
y a un compañero de CRISTINA que estaba de visita, a quien detuvieron
inmediatamente. Estos miembros de la patrulla le comunicaron a la señora de
CRISTINA, que CRISTINA ya había sido detenido, y que venían a la casa en busca
de documentación o de algún papel que pudiera comprometerlo, el señor Edmundo
MOLINA, ya fallecido, primo mío, era muy amigo y repito muy amigo del General
Albano HARGUINDEGUY, por aquel entonces ministro del Interior, inmediatamente
fue a verlo, en fin, para interesarse por la suerte de CRISTINA y cuando salió
de la entrevista con el ministro, me comunicó que HARGUINDEGUY le había
manifestado que no podía de manera alguna hacer un pedido a favor de CRISTINA,
aunque hubiese sido su más íntimo amigo, su pariente más cercano, porque esto
era una orden impartida por el Comando en Jefe, que nadie debía inmiscuirse, ni
interesarse por el accionar de las fuerzas militares en su lucha contra la
subversión. Más aún, le dijo que esperara un tiempo prudencial y que sí no
aparecía en ese lapso prudente había que temer por lo peor; pasó el tiempo y
CRISTINA no apareció, por lo cual yo personalmente, de acuerdo con las
manifestaciones del general HARGUINDEGUY, considero que fue secuestrado y luego
fue asesinado, porque no he vuelto a tener noticias de él. Con respecto a la
familia CRISTINA, realicé otra gestión, pero en favor de su hermana; siendo yo
fiscal de Cámara, me visitó la señora de CRISTINA, es decir la madre de
Roberto, y se interesó para que yo averiguara el paradero de su hija, y me hizo
su descripción física muy patética, porque me señaló que estaba embarazada
de cuatro o cinco meses, de modo que el estado de gravidez era notorio.
Dr. V. Aráoz: ¿En qué año fue esto, doctor?
Deheza: Esto fue mientras yo me desempeñaba como fiscal de Cámara, o
sea lo sitúo en abril o mayo de 1975, en que yo me desempeñaba como fiscal de
Cámara en lo Penal Federal.
Dr. V. Aráoz: ¿Las gestiones que usted realizó respecto de la hermana
de CRISTINA, tenían alguna relación, se podían vincular, con el tiempo, con
las que después efectuó en favor de Roberto CRISTINA?
Deheza: Es decir, ocurrieron en dos épocas distintas, una en el 75 y la
otra tres años más tarde, me dijo inclusive la madre que el marido de su hija
había muerto en un tiroteo con la Policía, yo realicé las gestiones ante el
Ministerio del Interior, ante Coordinación Federal, con resultado negativo,
porque contestaron que no tenían detenida a esta persona.
Dr. V. Aráoz: Señor fiscal.
Dr. Moreno Ocampo: Si cuando se enteró de los hechos hizo alguna tarea
para ayudar concretamente a la familia de CRISTINA.
Deheza: Sí, efectivamente, en la noche esa, o la tarde mejor dicho, en
que llegamos al departamento de MOLINA, bajó mi sobrina del primer piso y nos
relató lo que había ocurrido unas horas antes, me dijo que la patrulla le había
recomendado que no saliera de su casa y que no hablara por teléfono con nadie;
inmediatamente me di cuenta de que la habían dejado precisamente para que
hablara por teléfono y de esa manera establecer cuáles eran las relaciones que
tenía CRISTINA, le dije, mirá Ana María vení conmigo inmediatamente, te
llevo a Córdoba, porque te han dejado, como se dice vulgarmente, "de
carnada" y fue así como hizo sus valijas rápidamente y con su pequeña
hija subió a mi automóvil y la llevé directamente a la ciudad de Córdoba,
para sustraerla de la acción represiva.
Dr. Moreno Ocampo: Ninguna más, señor presidente.
Deheza: Conozco otros hechos que se vinculan con la materia que se debate
en este juicio.
Dr. V. Aráoz: Doctor, ¿realizó algún otro tipo de gestión con
autoridades nacionales, militares o religiosas, vinculadas con la desaparición
de personas ocurridas a partir del 24 de marzo de 1976?, y a partir de esto haga
el relato que usted pensaba efectuar.
Deheza: No, no he realizado gestiones formales, si no preguntas así, a
amigos militares que uno tenía relación, pero había acerca de esto un
silencio impenetrable, y además mi experiencia como funcionario judicial me
enseñó que la represión obraba de un modo subterráneo, de modo que nunca
iban a reconocer una detención ilegal, inclusive ha sido secuestrada,
posiblemente muerta, casi seguro, una prima hermana de mi mujer, una arquitecta
de apellido LONARDI; se hicieron gestiones, inclusive la señora del general
LONARDI hizo gestiones, pero con resultado totalmente negativo.
Dr. V. Aráoz: ¿Cuándo ocurrió ese hecho?
Deheza: Ese hecho ocurrió creo que en el transcurso del año 77, 78, no
puedo precisarlo, porque han pasado tantos años, pero una sobrina camal del
general LONARDI.
Dr. V. Aráoz: ¿Algo más, doctor?
Deheza: Respecto a este hecho no.
Dr. V. Aráoz: ¿Los señores defensores? Doctor ORGEIRA.
Dr. Orgeira: Señor presidente, dada la alta investidura que ha tenido el
doctor DEHEZA; su opinión resulta sumamente importante y calificada, por lo
tanto me gustaría que el Dr. DEHEZA aclarara, de ser posible, hizo una
referencia a la llamada represión subterránea, este fenómeno que el Dr.
DEHEZA ha citado, mencionado, aludido, ¿a partir de qué momento, a su
criterio, se produce o si se ha producido siempre, en el tema de la represión
de la subversión?
Dr. V. Aráoz: La pregunta la voy a reformular en el sentido qué piensa
que es lo que le interesa a la defensa, si, y dado a ser pública su actuación
como fiscal de esta Cámara, ¿usted se está refiriendo a esa actividad
ocurrida con
anterioridad al 24 de marzo de 1976?
Dr. Orgeira: Con anterioridad y con posterioridad.
Dr. V. Aráoz: Pero lo que usted pudo advertir como funcionario judicial
fue con anterioridad.
Dr. Orgeira: Con anterioridad y con posterioridad ya no era funcionario
judicial.
Dr. V. Aráoz: Si puede aclarar al respecto.
Deheza: Es público y notorio, nadie puede decir que no conoce la actuación
de una tristemente célebre organización que se llamó la Triple A, la Alianza
Anticomunista Argentina, creo que era la frase que correspondía a esa sigla,
son muchos también los que piensan que la Triple A fue una organización apañada
por el gobierno constitucional. Eso no fue así y voy a dar a conocer los hechos
que lo demuestran de un modo indudable, ocurrió un episodio en la avenida
Figueroa Alcorta que consistió en la detención de un vehículo militar por
desperfectos. El teniente que comandaba la patrulla militar buscó un teléfono
en las inmediaciones, se acercó a la puerta de una casa, donde estaba parada
una persona y reconoció que esa persona era un suboficial M Ejército que había
servido a sus órdenes, el teniente, después de los saludos de práctica, le
preguntó si ~a usar el teléfono de la casa y este suboficial lo hizo pasar, el
teniente habló por teléfono al Cuerpo de Granaderos al que pertenecía,
comunicó el desperfecto de su vehículo y, entrando ya en confianza, el
suboficial le dijo que eso era un reducto de la Triple A, inclusive lo hizo
bajar al sótano donde le mostró una serie de armas que se utilizaban para las
correrías nocturnas. Este hecho fue comunicado por el teniente al jefe de
Granaderos a Caballo, que en ese entonces era el coronel SOSA MOLINA; SOSA
MOLINA, a su vez, elevó un informe al comandante en Jefe del Ejército en ese
entonces el teniente general Amaya. El general ANAYA mandó un memorándum al
ministro de Defensa, SABINO, y SABINO, previa consulta con la Presidenta de la
República, señora de PERON, mandó ese memorándum a la Justicia Federal,
siendo recibido por el juez de turno en ese entonces que era el Dr. Teófilo
LAFUENTE, de modo pues que el gobierno constitucional denunció la existencia de
un reducto que según manifestaciones de este suboficial y del oficial pertenecía
a la Triple A, el Dr. LAFUENTE, como en el memorando no se decía el nombre, del
oficial que había protagonizado este episodio, dirigió un oficio al Comando en
Jefe, pidiendo con urgencia que se le comunicara el nombre y el domicilio de
este oficial, para ser citado como testigo. Pasó el tiempo, algo así más de
un mes, y como no recibía respuesta, El Dr. LAFUENTE envió un segundo oficio,
pasó el tiempo y ya transcurrido el lapso más que prudente para esperar la
respuesta, el Dr. LAFUENTE le hizo un tercer oficio, al comandante en Jefe, con
la advertencia de que iba a ser procesado por desobediencia en caso de no
contestarle, como respuesta negó un oficio que yo vi en ese expediente, en el
que el comandante en Jefe decía que no podía dar el nombre del oficial; porque
el episodio que había protagonizado estaba bajo riguroso secreto militar. Años
más tarde, me llamó el juez federal.
Dr. V. Aráoz: ¿Quién era el comandante en Jefe en ese momento?
Deheza. El general ANAYA. Años más tarde, en un debate que tuve con el
señor Germán LOPEZ en la Universidad de Belgrano, una persona del público me
preguntó concretamente sobre la Triple A, y le relaté lo que acabo de
relacionar y le dije que ese elemento de juicio era más que suficiente,
empleando el sentido común, la lógica elemental, para llegar a la conclusión
de que el Ejército no era en absoluto ajeno a la organización y a la educación
de la Triple A, cuyos procedimientos los amplía en escala, en gran escala
cuando usurparon el poder a partir del 24 de marzo de 1976, a raíz de ese
debate, algo publicó algún diario de la Capital. Entonces me llamó el juez
Dr. DIBUR para que prestara declaración como testigo en la causa que venía de
aquel entonces, de la época en que el Dr. LAFUENTE la había iniciado, le relaté
lo mismo al Dr. DIBUR y yo le expresé mi preocupación, que cómo era posible
que no se pudiera conocer el nombre de este oficial, que era la punta del hilo
para desentrañar esta terrible organización terrorista de extrema derecha, el
Dr. DIBUR me dijo que habían averiguado el nombre de este oficial, pero que
cuando vino a declarar se había amparado en. el secreto militar, o sea que
mientras no fuera relevado de ese secreto él no podía declarar y después me
enteré de su nombre, creo que es el mayor SEGURA que falleció en un accidente
de aviación, eso con respecto a la actuación de esta guerra subterránea a que
se ha referido el señor defensor, mientras yo me desempeñaba como fiscal de Cámara.
A esa actuación de la Triple A nosotros en la Justicia, siendo yo fiscal de Cámara,
los jueces federales de aquel entonces, en especial el Dr. NOCETTI FASOLINO y
Dr. LAFUENTE, la combatíamos con toda energía y con todos los medios que
estaban a nuestro alcance, con posterioridad al '76 la guerra subterránea me
parece que es un hecho suficientemente notorio como para que yo me explaye en el
mismo.
Dr. V. Aráoz: ¿Qué cargos ocupó usted?, ¿qué cargos públicos ocupó
usted?
Deheza: Fui fiscal de Cámara en lo Federal Pena¡, luego ministro de
Justicia de la Nación, a partir del 15 de enero de 1976, y ministro de Defensa
Nacional a partir del día 11 de marzo del mismo año.
Dr. Orgeira: Señor presidente, dada la importancia, insisto, del
testigo, al que conozco desde hace muchos años, me gustaría solicitar a la
Presidencia se le pregunte, dada las funciones que ha desempeñado, ¿qué
conocimiento tiene de la envergadura de los movimientos subversivos en el país,
inclusive antes del 24 de marzo de 197V
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Deheza: También es público y notorio que a partir del año '74 se
produjo en la República Argentina un ataque de la subversión terrorista, a tal
punto que ocuparon una región de Tucumán, lo que obligó a la entonces
presidenta de la República a dictar un decreto ordenando operaciones militares
para combatir ese rebrote subversivo, pero no sólo se limitó la guerrilla a
actuar en la zona rural sino también en la zona urbana, como es de público
conocimiento. Fue un fenómeno realmente inédito en la República Argentina y
creo que en el mundo entero, de acuerdo con la magnitud que tomó, y estaba
alimentado por una ideología, casi diría yo, mística, que los llevaba a los
guerrilleros en procura de sus objetivos hasta sacrificar su propia vida. Yo he
tenido oportunidad de conversar con muchos de ellos, porque antes de ser fiscal
de Cámara me desempeñé como fiscal de Primera Instancia, y tuve que viajar a
Rawson, al Penal de Rawson, a raíz de una denuncia que hicieron los detenidos
en ese penal de que eran objeto de malos tratos. En ese viaje a Rawson tuve
oportunidad de conversar con todos los detenidos, que eran más de 100, y
principalmente con uno que ocupó un lugar muy importante en el ERP, creo que
era el número quinto en el orden jerárquico, el señor CASES CAMARERO,
director de la revista "La Estrella Roja"; ahí me pude compenetrar de
la fuerza que daba la ideología marxista, absorbida casi como si fuera una
religión, porque recuerdo que le dije a CASES CAMARERO que era un chico muy
agradable, muy simpático, muy expresivo, que cómo era posible que ellos
combatieran a un gobierno constitucional, a un gobierno libremente elegido por
el pueblo, que levantaban las banderas de la justicia social. Entonces me
contestó algo que me quedó a mí muy grabado, porque me dijo "Nosotros
estamos ayudando a mover las ruedas de la historia", porque yo le hacía
referencia al pensamiento marxista, de que la evolución del
capitalismo-marxismo se va a producir por una evolución natural, de manera pues
que, contestando concretamente para no extenderme sobre esta la pregunta del señor
defensor que formulara por intermedio de la Excma. Cámara, debo decir que el
ataque subversivo fue un ataque de gran envergadura, pero puedo agregar que el
Estado disponía de medios idóneos para combatir esa subversión dentro de la
plena vigencia del estado de Derecho.
Dr. Orgeira: Querría preguntarle al testigo si en esa visita que efectuó
al Penal de Rawson, esos detenidos acusados de actividades subversivas hicieron
denuncias de haber sido objetos de torturas, en tiempo reciente o en tiempo
anterior, es decir ¿denunciaron condiciones infrahumanas o violación de
derechos humanos?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar, pero la pregunta la vamos a ampliar en el
sentido ¿si usted tomó conocimiento en la época anterior al 24 de marzo de
1976 de la existencia de denuncias sobre torturas, desaparición de personas,
etcétera?
Deheza: El viaje a Rawson fue motivado
porque los subversivos allí detenidos con proceso abierto denunciaron las
condiciones a que estaban sometidos; hicieron una presentación simultánea en
todos los Juzgados Federales de la Capital Federal y del interior del país, y
acusaban al director del Penal de Rawson de someterlos a un sistema realmente
vejatorio; yo como fiscal Federal de 1° Instancia en cumplimiento de mi deber
me trasladé a Rawson; me recibió el director del penal, me dijo: "Vea
doctor, no me sorprende esta denuncia de manera que para que Ud. compruebe la
veracidad de los hechos vamos a ir al pabellón donde están los detenidos
subversivos de máxima peligrosidad". Efectivamente, fuimos a ese pabellón,
constaba de una gran sala y las celdas bordeando ese espacio. Me dijo
"elija una puerta"; efectivamente elegí una y ésa era la que ocupaba
CASES CAMARERO, que en ese momento se encontraba durmiendo la siesta, conversé
con él un rato; dije "bueno, como procedimiento me voy a instalar en el
despacho del director y voy a recibir una por una las denuncias". Esta
denuncia consistía en lo siguiente: 1°) no se les permitía tener contacto
directo con sus familiares, especialmente con sus hijos menores; claro que yo se
los rechacé, diciéndoles bueno Sres. en la fuga anterior de Rawson el contacto
directo con sus familiares menores fue lo que permitió la introducción del
armamento que luego utilizaron los subversivos para su fuga; la otra queja era
de que no le dejaban recibir diarios de la Capital Federal, que tenían que leer
diarios de Rawson; también se las rechacé porque en la fuga anterior, que yo
conocía porque había leído el expediente antes de entrevistarme con los
guerrilleros, en la fuga anterior se mandaban mensajes a través de los avisos
clasificados, principalmente del diario Clarín y La Nación. La otra queja era
que no los dejaban usar radios a transistores, y que estaban obligados por el
director del Penal a utilizar, a escuchar la emisora local por medio de un alto
parlante que les había colocado ahí en el pabellón; también se las rechacé
porque en la fuga anterior habían utilizado estas pequeñas radios a
transistores para constituir un transmisor con los que se comunicaron con la
gente que le dio apoyo desde el exterior; y la última queja fue de que
soportaban un encierro celular prolongado más allá de lo que permitían los
reglamentos carcelarios porque se levantaban a las 8 de la mañana, después de
tomar el desayuno eran nuevamente conducidos a sus celdas, salían para
almorzar, luego los volvían a poner en la celdas, los sacaban para la hora de
comer a la noche y los encerraban en pleno día y cuando llegaba la noche el
director del penal les apagaba la luz. Esta la encontré razonable, entonces lo
llamé al director del penal y le dije: "Vea, yo no tengo ninguna autoridad
para darle ninguna orden a Ud. porque Ud. es un funcionario militar, que depende
del PEN, desde ya le anticipo que si no hace cesar este sistema yo lo voy a
acusar a Ud. por apremios ilegales", ésa fue la queja de mayor entidad, no
recibí así directamente ninguna denuncia de torturas. Ahora, éstos eran
presos que estaban bajo proceso, de manera que tenían un juez competente, muy
distinto es el caso de las detenciones que no se conocieron oficialmente.
Dr. Orgeira: Sr. presidente, perdón...
Dr. V. Aráoz: ¿Recuerda Ud. que se le haya denunciado la desaparición
de alguna persona?
Deheza: No, mientras yo me desempeñé como fiscal de 1° Instancia, como
fiscal de Cámara, no tuve denuncia formal y concreta de la desaparición de
ninguna persona, porque de lo contrario se hubiese hecho la investigación
correspondiente, una investigación muy limitada como la que pudo hacer el Poder
Judicial, porque en definitiva depende de los organismos de seguridad el éxito
que pueda tener una investigación de este sentido.
Dr. V. Aráoz: ¿Dr. ORGEIRA?
Dr. Orgeira: Sí, Sr. presidente, si independientemente ha recibido
denuncia como funcionario, ¿tuvo conocimiento de otros casos además del de la
hija del matrimonio CRISTINA, desaparecido en el 75?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar, ya estamos refiriéndonos con
posterioridad al 24 de marzo de 197...
Dr. Orgeira: No, Sr. presidente, la hermana de Cristina, de Roberto
CRISTINA.
Dr. V. Aráoz: Ah, perfecto, estaba pensando en la sobrina del Gral. LEM,
una parienta del doctor, puede contestar.
Deheza: No le entendí la pregunta.
Dr. Orgeira: Perdón, Dr. DEHEZA, la pregunta que por intermedio de la
Presidencia quiero formularle es si, independientemente del caso de la hermana
de Roberto CRISTINA, que habría sido privada de su libertad y desapareció en
los primeros meses del año '75, ¿Ud. tuvo conocimiento, no como fiscal sino
como funcionario público, de otras privaciones ilegítimas de libertad y
desapariciones de personas en esos años anteriores?
Deheza: ¿Anteriores a 1976?, no obtuve ningún conocimiento fehaciente
de la desaparición, de secuestro de persona alguna, sí tuve conocimiento por
lo que he leído en los diarios de una serie de asesinatos cometidos por la
Triple A, según publicaron todos los diarios de aquella época, recuerdo la
muerte del hijo de ONGARO, que me la relató el propio ONGARO, en términos muy
dramáticos; la muerte de FRONDIZI, de un hermano del ex presidente; como
recuerdo también la muerte del periodista BARREIRA, a quien yo conocía, y
tantos otros que forman una lista muy dramática de los tiempos aquellos que
vivimos.
Dr. Orgeira: Por fin, Sr. presidente, no quiero que me traicione la
memoria; yo recuerdo haber entrevistado al Dr. DEHEZA, cuando era ministro de
Justicia; me gustaría si él recuerda lo que manifestó sobre la, creo recordar
que fue con él, la acción psicológica llevada a cabo por los elementos
subversivos en la cárcel, que de alguna manera mellaban la autoridad de los
directores de unidades y continuaban con su tarea interna de adoctrinamiento de
otros subversivos.
Dr. V. Aráoz: ¿Recuerda Ud. de haber expresado una idea así?
Deheza: No, lo que recuerdo es lo siguiente, de eso es que tuve una
audiencia directa cuando fui a Rawson, que los guerrilleros mantenían muy firme
su espíritu, porque no encontré ninguno moralmente quebrado y no sólo hacían
profesión de su fe marxista sino que entre ellos hacían charlas y cursos de
adoctrinamiento, pero no recuerdo haberle manifestado al Dr. ORGEIRA que eso
quebraba la disciplina o la autoridad del jefe del penal.
Dr. Orgeira: Por último, Sr. presidente, la última pregunta, si como
ministro de Defensa, el Dr. DEHEZA pudo adoptar medidas o la presidenta de la
Nación, para evitar que se cometieran los actos de represión subterránea a
que aludimos en el período anterior al 24 de marzo del 76.
Dr. V. Aráoz: La pregunta la vamos a reformular independientemente de
que después la defensa quiera repreguntar al respecto. No en su calidad de
ministro de Defensa, ¿Ud. considera que el dictado de los Dctos. 261/75, 2770,
2771 y creo que 2772, durante el período que Ud. participó del gobierno,
fueron un instrumento eficaz para combatir la subversión?
Deheza: Igualmente que por sí mismo no era un elemento eficaz porque
posiblemente se limitaban a ordenar a las Fuerzas Armadas que neutralizaran o
aniquilaran el accionar subversivo, a crear el Consejo de Seguridad Interna, en
el Consejo de Defensa, faltaba la legislación complementaria, me voy a referir
a un episodio para extenderme luego sobre este tema, porque el Sr. abogado
defensor me pregunta una cosa muy concreta y yo le voy a responder.
Dr. V. Aráoz: Las preguntas, Dr., se las hace el tribunal; yo le pediría
Dr. que se limite a responder la pregunta que yo le acabo de formular.
Deheza: En una oportunidad la Sra. Presidenta me dijo: "Vea, Dr., es
insoportable esto que está ocurriendo, dice que a un argentino lo matan no sabe
por qué lo matan y quién lo mata, y sin ninguna posibilidad de defender su
vida", y me pidió una solución drástica e inmediata; yo desempeñaba en
ese entonces el Ministerio de Defensa en carácter de interino porque el Dr.
WADO había viajado a Roma, entonces llamé al Gral. VIDELA que era subordinado
mío desde el punto de vista jerárquico, y le dije vea Gral., para poner coto a
esta situación yo creo que el único remedio que tenemos a nuestro alcance
hasta que yo pueda hacer en el Ministerio de Justicia las leyes complementarias,
los dctos., dictarlos anteriormente por el PEN, es. declarar un estado de
emergencia con vigencia de ley marcial. Le digo y es oportuno declararlo en Córdoba
donde manifestaba el mayor rebrote tanto subversivo como de izquierda como de
derecha así podemos hablar, aunque yo no creo que exista la izquierda ni la
derecha. El Gral. VIDELA titubeó y me dijo no Dr. Ud. sabe lo que significa el
Ejército en la calle, puede ocurrir una manifestación estudiantil y el Ejército
se ve obligado a disparar contra esa manifestación; no Gral. yo le dije, yo
conozco lo que es el Ejército en la calle, lo que es un Ejército disciplinado
que cumple órdenes y no creo que las órdenes sean de tirar contra alguna
manifestación obrera o estudiantil, y además no les transferimos ninguna
responsabilidad, porque me ha dicho la presidenta, le repito textualmente, que
el cúmplase de una sentencia de muerte lo va a firmar ella y lo voy a firmar yo
como ministro de Defensa, porque la Sra. Presidenta quiere terminar este estado
de cosas, de manera que., si muere un argentino sepa quién lo mata y previo el
derecho de defensa. El Gral. VIDELA se manifestó contrario a esta medida y dijo
que iba a aumentar las tensiones que existían en el Ejército, que luego
culminaron con el golpe de estado del 24 de marzo.
Dr. V. Aráoz: ¿Puede dar aproximadamente la fecha en que ocurrió esta
conversación con el Gral. VIDELA?
Deheza: Esto fue entre fines de febrero o mediados de febrero y marzo, no
recuerdo. La convulsión social se hacía manifiesta en la República Argentina,
pero volviendo a la pregunta, en la proclama revolucionara del golpe, del asalto
al poder, el 4 de marzo de 1976, se menciona que una de la causas que provoca el
golpe es la falta de una estrategia global que, conducida políticamente,
enfrente a la subversión; esta es una manifestación total y absolutamente
falsa, voy a aclarar porqué creo que se vincula directamente con el objeto de
este proceso, porque va a dar a conocer lo que podíamos llamar el revés de la
trama; cuando juré como ministro de Justicia el encargo que me hizo la Sra.
Presidenta, el primer encargo y la principal tarea que debía yo cumplir era
adecuar la legislación represiva penal tanto en forma como sustancial a la
nueva problemática que creaba este hecho inédito de la subversión; de acuerdo
con este encargo presidencial me pareció a mí una idea útil formar una comisión
que estuviera integrada por representantes del Ministerio de Justicia y por
representantes de las Fuerzas Armadas, que podrían traer toda la experiencia de
su lucha contra la subversión, traer proyectos, opiniones para adecuar los códigos
de luchar contra un fenómeno inédito en el país como ya lo he dicho, hablé
con el Gral. VIDELA y se manifestó partidario de constituir esta comisión,
pero las palabras no se tradujeron en hechos porque nunca nombró a esos
representantes, y eso que yo le había comunicado oficialmente y en forma
personal al Gral. VIDELA que el Ministerio de Justicia había designado para
integrar esa comisión al subsecretario Dr. ZAFORE, al Dr. LECOMBES y a todos
los asesores de mi gabinete, y además al director del Ministerio, Dr. Alberto
CONIL PAZ, de modo que trabajamos en el Ministerio de Justicia solos para
adecuar la legislación y como resultado se elaboraron once proyectos de ley que
constituían un verdadero arsenal jurídico, en cuanto se contaba el instrumento
para llevar a cabo la lucha contra la subversión pero con plena vigencia del
estado de derecho, o sea con la fuerza de la ley, con los jueces de la
Constitución y con el apoyo del gobierno libremente elegido o el pueblo, estos
once proyectos que no es el caso analizar fueron puestos en conocimiento de los
Sres. comandantes Grales. en una reunión del Consejo de Seguridad Interna que
se realizó el día 18 de febrero de 1976, y recuerdo esta fecha porque ese día
a la mañana la Sra. Presidenta había recibido un ultimátum prácticamente del
Ejército, cuyo portavoz fue el Gral. Otto PALADINO. Y a raíz de eso fue que le
sugerí la convocatoria del Consejo de Seguridad Interna, cuando la Sra.
Presidenta dijo que aspiraba a una reelección y se hicieron conocer a los
comandantes de las tres fuerzas los proyectos que estaban listos para ser
enviados al Congreso y que posibilitaban adecuar el cuadro sistema jurídico a
las nuevas necesidades que le planteaban los nuevos tiempos, en esa reunión del
Consejo de Seguridad lo que me llamaba muy poderosamente la atención fue que
ninguno de los tres comandantes dijo absolutamente una sola palabra, ni que
estaba bien ni que estaba mal, ni extrajeron sugerencias de ninguna especie; se
envían al Congreso con el correspondiente mensaje el día 10 de marzo de 1976 y
tienen entrada desde luego oficial e inclusive están publicados en los diarios
de aquella, o sea, allí se definía perfectamente la estrategia global que
pensaba seguir o había delineado el gobierno constitucional para luchar contra
la subversión, me parece pertinente leer una frase de ese mensaje porque
condensa el pensamiento del gobierno constitucional, y cuando digo
constitucional me refiero concretamente a la Sra. Presidenta. ¿Puedo hacerlo señor?
Dr. V. Aráoz: Hágalo no más.
Deheza: El mensaje dice, en la frase que me interesa:"Ante el ataque
de la barbarie y de la violencia organizada, sea cual fuere la ideología
exhibida cabe responder con una rápida y eficiente adecuación del sistema jurídico
de manera de garantizar la vigencia plena y efectiva del estado de derecho, se
hace indispensable el más pronto juzgamiento de los delitos subversivos y su
inmediata represión para que a la guerrilla apátrida conteste el Estado con la
severa reacción de su fuerza legítima y oponga al oscuro anonimato la
identificación y el castigo de los responsables".
Dr. V. Aráoz: ¿Se cita el diario de sesión donde está publicado eso?
Deheza: Sí, se cita el libro de sesiones correspondiente al día 10 de
marzo de 1976, donde están los once proyectos referidos, acompañados de los
respectivos mensajes, acá se define una estrategia global, por eso cuando digo
en la que tuviera una dirección política es una inexactitud manifiesta y
calificada porque con los Dctos. dictados por la Sra. de PERON, LUDER, más los
proyectos que se enviaron al Poder Ejecutivo, se estaba definiendo muy
claramente que la subversión había que combatirla con la fuerza que emana del
estado de derecho; porque de lo contrario se iban a lesionar principios básicos
y esenciales de los que depende la existencia misma de la Nación y del Estado;
yo traigo a colación esto porque se crea una censura muy profunda con lo que
ocurrió después del golpe de estado, hasta tal punto que, con toda
responsabilidad, puedo afirmar ante la Excma. Cámara que para mí una de las
causas principales del golpe de estado fue el obstáculo que encontraron los
militares que integraban las cúpulas de aquel entonces, porque nosotros hacíamos
valer el imperio de la ley, y no íbamos a tolerar absolutamente ningún desmán
ni nada que pudiera lesionar lo que mandaban las leyes y la Constitución; y
esto no es un juicio de valor que hago por simple inferencia de razonamiento
porque tengo, he sido protagonista de un episodio que me permite llegar a esa
conclusión. Primero por lo que queríamos hacer, por lo que ellos hicieron
después y luego este episodio que voy a relatar si lo estima pertinente la
Excma. Cámara. Al promediar el mes, la segunda quincena de marzo, el Gral.
VIDELA me hizo conocer su preocupación por un caso que estaba en la Corte
Suprema de Justicia, era un recurso extraordinario interpuesto ante una
solicitud, o una petición, uso del derecho de opción para salir del país,
dice que le preocupaba mucho porque iba a ser el leiding case porque detrás de
ese caso venían más o menos cientos de casos que se planteaban por la misma
cuestión, dada la situación que existía con el Ejército que estaba
preparando el golpe para el 24 de marzo, le dije al Gral. VIDELA: para zanjar
esta situación hagamos una reunión con el presidente de la Corte, el Dr.
BERZAIC, así fue como organicé una reunión siendo yo ministro de Defensa, el
Dr. ZAFONEST, lamentablemente fallecido, el ministro de Justicia, organicé en
este último Ministerio la reunión para la que concurrieron el Gral. VIDELA, el
Brig. AGOSTI y el Almte. LAMBRUSCHINI, en representación de MASSERA, que ese día
había viajado, según dijeron, al sur para hacer una inspección, para mí era
que iba a preparar el golpe de estado, ahí le expusieron al Dr. BERZAIC que
concurrió acompañado, si mal no recuerdo, por el Dr. DIAZ BIALE, le expusieron
la preocupación que tenía el Ejército de que se hiciera lugar al derecho de
salida del país porque los guerrilleros volvían a reingresar nuevamente al país.
A eso yo le contesté que la solución era muy simple porque entre los proyectos
que mandaba el Poder Ejecutivo estaba la incriminación penal de reingreso al país,
después de hacer uso del derecho de opción. Entonces le preguntaron al
presidente de la Corte y éste, con gran dignidad, dijo solamente estas
palabras: "Sres. Comandantes Orales., yo como presidente de la Corte lo único
que les puedo anticipar es que vamos a cumplir con la Constitución que hemos
jurado cumplirla y hacerla cumplir". Se retiraron VIDELA, es decir los
comandantes Orales., y el almirante LAMBRUSCHINI tuvo una especie de exabrupto
porque dirigiéndose a AGOSTI, cosa que yo oí perfectamente, "esto no
puede seguir así"; fue oír esas palabras y me di perfectamente cuenta de
que el golpe de estado era inminente y que una de las razones para el golpe de
estado era la valla insalvable que encontraban en el gobierno y en los jueces de
aquél entonces, que hacían cumplir las leyes y la Constitución y que de
ninguna manera hubieran tolerado hechos como los que se están ventilando en
este momento ante la Excma. Cámara.
Dr. V. Aráoz: ¿Ud. recuerda el caso que estaba tramitando en ese
momento ante la Suprema Corte de Justicia?
Deheza: No me acuerdo el nombre, sé que era un caso de opción de salida
del país, que después el gobierno militar lo primero que hace, las primeras
leyes que dicta, es modificar la Constitución en ese aspecto, dejando prácticamente
sin aplicación un artículo de la Constitución.
Dr. V. Aráoz: ¿Recuerda Ud. si era el caso ESPINDOLA?
Deheza: Realmente no me acuerdo.
Dr. V. Aráoz: ¿La defensa quiere hacer otra pregunta?
Dr. Orgeira: ¿Podría preguntar por su intermedio al Dr. DEHEZA si dado
los cargos que ocupó como ministro de Justicia y Defensa, tuvo estimaciones
oficiales sobre la cantidad de elementos subversivos que al tiempo del desempeño
de su cargo se calculaba operaban en el país activamente?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Deheza: En aquel entonces se consideraba que prácticamente la subversión
como fuerza armada y organizada había sido destruida en Tucumán y también en
los otros episodios, o sea el asalto que fue anterior o posterior al regimiento
de Viejo Bueno y el regimiento de Azul, o sea que cuando yo era ministro de
Defensa, la información que yo poseía y la impresión que yo tenía al juzgar
por mí mismo los hechos, era que la subversión ya estaba vencida militarmente
y que quedaban grupos, en fin, que actuaban en las ciudades pero no
representaban un riesgo ni un real peligro desde el punto de vista militar.
Dr. Orgeira: Si el proyecto al que ha aludido el Sr. ministro fue
confeccionado con asesoramiento de militares en actividad y si la información a
la que alude también fue recogida por militares en actividad.
Dr. V. Aráoz: Puede contestar la pregunta.
Deheza: En la elaboración de este proyecto no hubo ninguna intervención,
las autoridades militares, como he relatado, prácticamente se negaron a
integrar la Comisión que yo quería constituir en el Ministerio de Justicia y
la apelación de la situación de la guerrilla la he recogido directamente de
los comandantes generales en las múltiples reuniones que tuvimos, donde ellos
manifestaban su preocupación exclusivamente por la guerrilla que actuaba en el
campo industrial, o sea, esa guerrilla que hacía una prédica pero en ningún
momento se refería a un pedido militar.
Dr. V. Aráoz: ¿Recuerda Ud. haber tenido esta conversación, esta
obtención de datos del teniente general VIDELA, del almirante MASSERA y el
brigadier AGOSTI?
Deheza: Exactamente, porque hemos tenido infinidad de reuniones, ya como
ministro interino de Defensa o como ministro definitivo, a causa del problema de
la guerrilla, y yo recuerdo muy bien inclusive hasta la última noche, horas
antes del golpe, yo le recalqué la importancia que tenía en la lucha contra la
subversión la fuerza de la Ley, que es un concepto que aprendí de los viejos
maestros de Córdoba.
Dr. Orgeira: Sr. presidente, dado lo que ha manifestado el testigo me
interesaría saber si en esa oportunidad el testigo recibía periódicamente
partes, informes con la nómina de los atentados llevados a cabo por las
organizaciones subversivas o con posterioridad ha tomado conocimiento a través
de distintas horas trabajos y estudios efectuados donde puntual y cronológicamente
se señalan los diversos atentados, homicidios, secuestros extorsivos, etc.,
cometidos hasta el 24 de marzo de 1976 para situarlo en el período en que él
era funcionario.
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Deheza: Efectivamente, como ministro de Justicia, desde luego como
ministro de Defensa recibíamos todos los días un informe confidencial que
producía la Comunidad Informativa donde estaban detallados todos los hechos que
ocurrían como el estallido de bombas, un crimen, pero estos hechos en sí
mismos no llegaban a configurar un peligro militar, es decir no llegaban a
configurar una existencia de una fuerza que fuera capaz de doblegar al Ejército,
a la Marina y a la Aeronáutica, era un foquismo como se dice en el lenguaje de
los subversivos.
Dr. Orgeira: Por último, Sr. presidente frente a un cuadro de situación
tan controlado, si puede explicar el testigo por qué era el clamor de la Sra.
María Estela MARTINEZ DE PERON, en sentido de poner punto final a una situación
que hasta, eran manifestaciones del testigo, era insostenible.
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Deheza: Bueno acá hay que hacer una diferenciación de planos, un hecho
aislado o varios hechos aislados pueden o no constituir un peligro militar,
pueden constituir hechos aberrantes que hieren la sensibilidad de quien
gobierne, pero esto no significa de modo alguno que la situación no podía ser
controlada con plena vigencia del imperio del derecho. Voy a mencionar una
circunstancia que hace a la pregunta que se me ha formulado; así como invité
al general VIDELA a constituir una Comisión que luego no se formó, invité al
comandante del Primer Cuerpo de Ejército general SUAREZ MASON, el jefe de Policía
general HARGUINDEGUY, a una reunión que se celebró en la Escuela de Servicio
Penitenciario Nacional, sita en Ezeiza. Concurrieron los jueces de la Capital y
los camaristas de la ciudad de La Plata, allí el general SUAREZ MASON expuso
sus puntos de vista y dijo que la. única queja que tenía el Ejército era la
morosidad de la Justicia, que se habían iniciado muchos procesos contra los
subversivos pero él no conocía todavía ninguna sentencia condenatoria que se
hubiese dictado, y todo eso giró en tomo de la morosidad de la Justicia; lo
rebatió en términos bastante enérgicos, un camarista de La Plata, cuyo nombre
en este momento se me escapa pero espero recordarlo, que le dijo que esta
morosidad no se debía a que los jueces tenían miedo o que los jueces fueran
complacientes con la subversión sino al hecho de que el Proceso Penal Federal
se regía por un Código que tenía más de cien años de antigüedad que estaba
previsto para otros tipos de otras circunstancias. Poniendo punto final a esa
reunión que duró más de dos horas, yo le hice saber al General SUAREZ MASON,
comandante del Primer Cuerpo de Ejército y al general HARGUINDEGUY, jefe de
Policía, que el Ministerio de Justicia tenía en preparación los proyectos de
ley que iba a adoptar el Estado como instrumentos idóneos para luchar contra la
subversión y por regir esa morosidad por medio de un procedimiento o sumarísimo,
porque sabemos muy bien nosotros que la Justicia tardía no es Justicia porque
se pierde el efecto intimidatorio de la pena, entre otras cosas.
Dr. Orgeira: Sr. presidente, si puede decir el Dr. DEHEZA ¿a cuál de
las cuestiones que ha explicado correspondía el crecido número de personas a
disposición del PEN que no tengo la cifra a mano pero creo que era de mil ... ?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Deheza: Durante la vigencia del estado de sitio, el primer deber que
tiene el Poder Ejecutivo es garantizar la paz y la seguridad internas, de manera
pues que detiene a todas aquellas personas que están bajo sospecha de realizar
una actividad contraria al orden y a la paz que debe mantener el Poder
Ejecutivo, lo cual no quiere decir que la actividad de las personas tenga la
entidad suficiente como para ser sometida a un proceso, de modo que no recuerdo
el número de los detenidos en épocas en que nosotros ejercíamos el gobierno
pero esos detenidos respondían a una medida de seguridad que tomaba el Poder
Ejecutivo Nacional, pero esas detenciones de ningún modo, cualquiera sea su número
y yo puedo inferir en ello de que las Fuerzas del Ejército estaban
sobrepasadas, o las fuerzas que disponía el Estado o las Fuerzas de Seguridad
que estaban en operaciones podían ser sobrepasadas por la subversión.
Dr. V. Aráoz: Dr. ORGEIRA.
Dr. Orgeira: En lo que a mí respecta no más preguntas, señor
presidente.
Dr. V. Aráoz: Dr. MARUTIAN.
Dr. Marutian: Quisiera se le pregunte al testigo Dr. DEHEZA ¿qué
gestiones realizó como ministro del Interior o luego como ministro de Defensa o
interinamente a cargo del Ministerio de Defensa a fin de desarticular, de
intentar la desarticulación de la organización denominada Triple A?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar por supuesto con la aclaración que desde
los Ministerios que Ud. ejerció.
Deheza: Con respecto a eso le debo contestar que la Triple A prácticamente
ya había desaparecido en su accionar a comienzos del año '75, de manera que
cuando yo fui ministro de Justicia no representaba absolutamente ningún
problema de ninguna clase, de ninguna naturaleza, y hay que estar en aquella época,
haberla vivido y saber lo que significa ser ministro de un gobierno que estaba
asediado por las Fuerzas Armadas, que tenía prácticamente un ultimátum.
Nuestra actividad fue una carrera con el tiempo contra reloj y toda mi
preocupación como ministro de Justicia fue estructurar proyectos de ley para
mantener la plena vigencia del imperio del derecho.
Dr. Marutian: El testigo ha indicado que el Poder Ejecutivo se encontraba
asediado por la actitud de las Fuerzas Armadas; solicito se le pregunte al Dr.
DEHEZA ¿por qué estando en plena vigencia el estado constitucional y siendo él
mismo ministro de Defensa no se pasó de inmediato a retiro obligatorio a los señores
comandantes generales que así actuaban ... ?
Dr. V. Aráoz: Esta pregunta no la formula el Tribunal porque entiendo
que escapa al objeto de este proceso, Dr. MARUTIAN.
Dr. Marutian: Una última pregunta Sr. Presidente, si el Dr. DEHEZA, cuya hombría de bien conozco, no considera la circunstancia de haberse producido el golpe del 24 de marzo de 1976 por una serie de motivaciones entre las cuales estaba la lucha contra la subversión toma parcial o posiblemente parcial, si no lo traiciona la imparcialidad al hacer las consideraciones que ha hecho sobre los acontecimientos, por haber sido protagonista y de alguna manera...
Dr. V. Aráoz: Fue interrogado especialmente al comienzo de su declaración
y dijo que iba a ser imparcial.
Dr. Marutian: Claro, pero no surgían estas preguntas en particular...
Dr. V. Aráoz: No importa, está contestada, Dr. MARUTIAN.
Dr. Marutian: Si podría aclarar el testigo a través del párrafo que
leyó qué se entendía al indicar que la subversión actuaba en un oscuro
anonimato.
Dr. V. Aráoz: Puede contestar.
Dr. Deheza: Bueno, como escribí de mi puño y letra ese mensaje al Poder
Ejecutivo cuando se habla de oscuro anonimato se refiere, tanto a la subversión
de izquierda como a la subversión de derecha, o sea que en la República
Argentina no debían haber más muertes de autores anónimos e irresponsables,
eso habla de que debe terminarse el oscuro anonimato.
Dr. V. Aráoz: Dr. TAVARES.
Dr. Tavares: Sr. Pte., el Dr. DEHEZA ha calificado a los distintos
atentados y cursos de acción del terrorismo como una guerra no convencional o
atípica; pregunto, por su intermedio, con referencia al atentado al que me
acabo de referir, a la Unidad Militar de Monte Chingolo, si no fue ése
precisamente un caso típico de guerra subversiva revolucionaria.
Dr. V. Aráoz: Un momentito, Dr., con la aclaración que el Tribunal no
escuchó que el testigo se haya referido con la calificación de guerra no
convencional y de todas maneras si quiere efectuar alguna aclaración al
respecto se le traslada la pregunta.
Deheza: Evidentemente, el ataque al arsenal de Monte Chingolo, como el
ataque a la fábrica de explosivos de Córdoba, como el ataque al Regimiento de
Azul revelaban que existía una fuerza guerrillera organizada militarmente pero
creo recordar muy bien que en el ataque a Monte Chingolo perdieron la mayor
parte de sus efectivos, y es precisamente a partir de ese momento en que se
quiebra el poder militar de la guerrilla.
Dr. Tavares: Sr. presidente siempre en relación con las mismas preguntas
que mi parte ha formulado por su intermedio, pregunto al Dr. DEHEZA, si
realmente había sido quebrantado el poder del terrorismo, por qué razón se
dictaron, por disposición del gobierno constitucional, los conocidos decretos
Nos. 261/75, 2.l70/75, 2.771/75 y 2.272/75, justamente con la vigencia del
gobierno constitucional.
Dr. V. Aráoz: Eso ya fue motivo de explicación suficiente por parte del
testigo y, aparte, son de fecha anterior a lo que refirió el testigo como época
en que consideraba que estaba terminada la subversión.
Dr. Tavares: Sr. presidente pero también se dicta poco después el
decreto por el cual se amplía, como instrumento político, el uso del poder
militar a la zona de Tucumán, a la cual se ha referido el testigo, es decir eso
indicaría, denotaría que la subversión no estaba totalmente derrotada.
Dr. V. Aráoz: De todas maneras, el testigo dio su explicación global
del tema y la dio de dos planos distintos del aspecto general y también desde
el aspecto puntual de los casos que ocurrieron en ese momento y de la legislación
que se adoptó por un lado y que se intentó adoptar por el otro.
Dr. Tavares: Bien, Sr. presidente. Si sabe el testigo que en virtud de
tales instrumentos legales el entonces comandante en Jefe del Ejército teniente
general VIDELA impartió la directiva 444/75 y la 504 que con mucha
posterioridad en lo fundamental no innovaban respecto a los decretos dictados
por el gobierno constitucional...
Dr. V. Aráoz: Dr. esa pregunta no la vamos a cursar porque si esas
normas fueron dictadas están escritas y carecen de relevancia que el testigo
tenga o no conocimiento al respecto.
Dr. Tavares: Bien, señor presidente. Nada más, gracias.
Dr. V. Aráoz: Dr. RODRIGUEZ PALMA.
Dr. Rodríguez Palma: Sr. presidente para que el testigo diga ¿si como
ministro de Justicia intervino en la redacción de los considerandos y decretos
642/76 por el cual se reglamenta el art. 23 de la Constitución Nacional prohibiéndose
el uso del derecho a opción cuando se haya escogido para tal fin a algún país
del continente americano y por el art. 2 se modifica el art. 639 del Código de
Procedimientos en Materia Penal, es decir, recurso de hábeas corpus?
Dr. V. Aráoz: Puede contestar en el sentido si Ud. participó en el
proyecto de ese mensaje.
Deheza: El mensaje fue redactado de mi puño y letra por mí mismo.
Dr. V. Aráoz: ¿Cuál era el grado de gravedad que había en el país
que lleva al Poder Ejecutivo a modificar una ley por decreto y reglamentar la
Constitución por decreto?
Deheza: Existía una situación que fue tratada en la entrevista del
presidente de la Corte con los militares que muchos subversivos hacían mucho
uso del derecho de opción y regresaban al país, y como nunca fue reglamentado
el hábeas corpus el Poder Ejecutivo ante una situación de emergencia creyó
prudente dictar esa reglamentación y someterla luego a la aprobación del
Congreso y yo tengo de acuerdo a mi saber en los recesos del Congreso el Poder
Ejecutivo puede dictar un decreto ley para hacer frente a una necesidad que se
presenta con cierto carácter de urgencia. Pero acá hay una razón política
que tal vez no la comprendan los que no vivían en el gobierno; estando acosados
por el poder militar, el golpe se nos venía encima, una de las acusaciones es
que éramos complacientes con la subversión, que los jueces no habilitaban la
sentencia, entonces para defender el orden constitucional y parar ese orden que
fue el mismo que hicimos en los dos meses de gobierno se dispusiese decreto para
poner en claro que de ningún modo el gobierno era complaciente con la subversión
y que iba a tomar todas las medidas necesarias para combatir a la subversión
que restaba, porque acá parece que no se entiende bien que una cosa es la
subversión con poder militar y otra cosa es el accionar subversivo que es difícil
de combatir porque de acuerdo con la organización celular que tienen los
guerrilleros, pero para eso es que se dictaban o se proyectaron las leyes que se
enviaron al Congreso el 10 de marzo.
Dr. V. Aráoz: Dr. AGUIRRE OBARRIO.
Dr. Aguirre Obarrio: Sr. presidente no voy a descender del plano de las
grandes preguntas de política con el testigo porque he hablado muchas veces con
él sobre estos temas, así que si me permite voy a preguntar por su intermedio
tres o cuatro cosas muy pequeñas. ¿Si el testigo conoce los nombres de las
personas que formaban la Comunidad Informativa?
Deheza: Siendo ministro de Defensa conocía perfectamente bien que existía
la Comunidad Informativa que estaba integrada por el Servicio de Informaciones
de Ejército, de Marina y Aeronáutica, Servicio Penitenciario Federal y la
misma Policía Federal, pero no conocí a sus integrantes; mis relaciones eran
directamente con el comandante en Jefe, ocasionalmente con el jefe del Estado
Mayor y en alguna oportunidad con el comandante de algún Cpo. de Ejército que
venía con el general VIDELA, pero el nombre de los integrantes no los conocí y
si los hubiera conocido no lo hubiera recordado después de tanto tiempo.
Dr. Aguirre Obarrio: El mismo sentido, si como ministro de Defensa el
personal de Inteligencia, el nombre del personal.
Deheza: El personal de Inteligencia es muy numeroso y resulta prácticamente
imposible que un ministro pueda llegar al conocimiento de esos detalles; yo
conocía desde luego al comandante en Jefe, era el jefe del Estado Mayor y quien
era el jefe de cada uno de los Departamentos del Comando General y de ahí no
tenía necesidad de conocer a otras personas porque se hablaba jerárquicamente,
yo como ministro de Defensa era jerárquicamente superior al comandante, general
VIDELA y a través de él me enteré yo con las Fuerzas Armadas.
Dr. Aguirre Obarrio: Y si él, por lo que sabe, ¿sabe, digamos, si un
comandante conoce al personal de todo sus servicios de Inteligencia?
Deheza: Bueno, acá hay que distinguir, el comandante generalmente conoce
quiénes son sus jefes de Inteligencia Departamento especial, por lo menos en la
estructura del Ejército, pero me parece imposible que conozca todos los que actúan
en el Servicio de Inteligencia porque, como es bien sabido, los servicios de
inteligencia de aquél entonces, de ahora y de todas partes del mundo, se valen
de ciertas personas, de ciertos informantes que les pagan, generalmente son
conocidos y que tienen trato directo con él, sería imposible que un ministro,
que un comandante, conociera el número de personas que hoy, ayer y mañana están
desparramadas por todo el país recogiendo información para ese servicio de
Inteligencia. Acá se ha prostituido un poco la palabra y se le da un nuevo
significado al Servicio de Inteligencia en base de las decisiones que toma un
gobierno prudente.
Dr. Moreno Ocampo: El testigo manifestó en una reunión con los
comandantes la importancia de que se cumpliera con la ley en la lucha contra la
subversión. Interesa a la Fiscalía saber cuál fue el contenido de la
respuesta, si los comandantes compartieron este pensamiento.
Deheza: En realidad, los comandantes eran seres enigmáticos, porque
cuando escuchaban algo que no les convenía a sus propios intereses sectoriales
y políticos me miraban y no contestaban nada, o lo hacían en forma limpita
pero ninguno me manifestó su oposición franca y directa a aplicar la ley para
combatir la subversión, ahora yo les insistí a ellos sobre el valor y la
fuerza del imperio del derecho sobre todo la última noche, porque sabía que la
pérdida del orden constitucional iba a significar el reinado de la violencia
que es el reinado de la arbitrariedad que todos conocemos.
Dr. Moreno Ocampo: Vinculado con la pregunta reciente; quisiera saber la
Fiscalía si los comandantes en jefe podían requerir los datos que obraban en
los servicios de Inteligencia de las tres armas.
Deheza: Desde luego, los Comandantes en Jefe podían requerir la
Comunidad Informativa, que tenía la obligación de pasar un parte a los
comandos en Jefe, como pasaba también al Presidente y a los ministros del Poder
Ejecutivo.
Dr. Moreno Ocampo: Ese parte ¿cuál era la periodicidad de ese parte?
Deheza: Era diario.
Dr. Moreno Ocampo: ¿Y contaba ahí informaciones de todas la fuerzas?
Deheza: Sí, de todas la fuerzas, es decir, intercambiaban informaciones,
hacían un informe en común que era elevado a las autoridades.
Dr. V. Aráoz: Dr. DEHEZA, su testimonio ha terminado, puede retirarse.