Admirador
y prosélito entusiasta de Mahatma Gandhi, de Martin Luther King y del Obispo
brasileño Helder Cámara, Adolfo Pérez Esquivel, profesor de Bellas Artes,
docente secundario de Fílosofía, Historia y Literatura, ex catedrático de la
Facultad de Arquitectura y nombrado en 1974 Coordinador general para América
Latina del Servicio Paz y Justicia, por cuya labor recibió el Premio Nobel de
la Paz en 1980.
El Servicio Paz y Justicia en América Latina es una organización ecuménica
laica que tiene por objetivo trabajar para la promoción de los derechos humanos
fundamentales, basándose exclusivamente en métodos no violentos. Según lo
define el mismo Esquivel: "Somos un movimiento cristiano que tiene un
compromiso asumido en todo el continente: vivir el Evangelio, con una opción
preferencial por los pobres, por los más necesitados..."
El 4 de abril de 1977, se presentó al Departamento Central de Policía con el
fin de retirar su pasaporte, con la finalidad de realizar un viaje a Colombia.
Es conducido a la Superintendencia de Seguridad Federal donde permanece 32 días
dentro de un calabozo, sin ser interrogado y desconociendo la causa de su
detención.
Trasladado
en un celular a San Justo, Pcia. de Buenos Aires, fue introducido en una
avioneta encadenado en el asiento trasero, hasta la base aérea de Morón, lo
trasladaron al Penal de La Plata, lugar donde permaneció durante 14 meses, sin
proceso alguno judicial, y prolongando su arresto bajo la forma de libertad
vigilada otros 14 meses más.
Su permanencia en prisión es narrada por el mismo Esquivel (Revista "Búsqueda"
-Año 3- Nº 21, junio-julio de 1983), de este modo:
"Me
torturaron cinco días en la prisión de La Plata... nunca me preguntaron
nada... Una vez el Subjefe del Penal de La Plata me lleva a una oficina y
comienza a insultarme. Me dice: "A vos no te van a salvar ni De Nevares, ni
Aramburu. Ni la Virgen te va a salvar..." jamás, a pesar de la presentación
de hábeas corpus, de la insistencia internacional, que era muchísima, dieron
explicación alguna... Hubo también otras presiones físicas y psíquicas... a
veces abrían la puerta del calabozo y recibía una trompada, amenazas de
muerte... mucha presión psicológica, porque me aplicaban el régimen de máxima
peligrosidad. Una situación denigrante. Estando en prisión fue cuando recibí
el "Memorial JUAN XXXIII" de la Paz, dado por "Pax Christi
Internacional", que aquí se ocultó totalmente. Es un organismo que
pertenece directamente al Vaticano. Y estando preso yo ya era candidato al
Premio Nobel de la Paz. Fui candidato durante tres años... Después que sal!
del régimen de libertad vigilada tuve invitaciones de muchos países, pero no
me daban el pasaporte. Hasta cuando tuve que ir a recibir el Premio Nobel tuve
problemas con el pasaporte... y siempre sin explicaciones: lo más que me
dijeron en el Ministerio del Interior fue que era "disposición del Poder
Ejecutivo".