Lanusse, Alejandro Agustín

(ex presidente de facto de la Nación) - Juicio a las Juntas, 13-05-1985  

 

Dr. López: Se llama al estrado al Sr. Alejandro Agustín LANUSSE.

Dr. Gil Lavedra:
¿Existe algún motivo o circunstancia que afecte la imparcialidad de su testimonio y le impida decir la verdad?
Lanusse: La última parte de la pregunta me hace pensar de que alguno puede dudar de que yo voy a decir la verdad y hace dos minutos he prestado juramento.

Dr. Gil Lavedra:
¿Conoció Ud. a Edgardo SAJON?
Lanusse: Sí, lo conocí.

Dr. Gil Lavedra:
¿Sabe Ud. si ha sido privado de su libertad?
Lanusse: Sí señor.

Dr. Gil Lavedra:
¿Ha hecho Ud. gestiones tendientes a establecer su paradero?
Lanusse: Como es de dominio público, así es doctor.

Dr. Gil Lavedra:
¿Podría relatar al tribunal general, cuáles han sido esas gestiones circunstanciales y cuál ha sido el resultado?
Lanusse: Podría, pero no quiero exponerme al rigor de mi memoria, me ratifico de todo lo que he dicho en anteriores oportunidades plenamente y creo que lo puedo decir con formalidad y responsabilidad porque lo he dicho ante organismos ofíciales, ya sea tribunales ordinarios de justicia, como ante autoridades nacionales; estoy sí dispuesto a contestar todas las preguntas que se me quieran hacer en aras de mi propósito de ponerme a disposición de la justicia y facilitar su tarea.

Dr. Gil Lavedra:
Dígame dónde ha prestado Ud. declaración en relación con este caso con anterioridad.
Lanusse: He prestado declaración; primero manifestaciones públicas, después de tener conversaciones formales y responsables con quienes entonces eran autoridades del Ejército y de la Nación, en el año '77, horas después de la desaparición de Edgardo SAJON, con posterioridad he prestado declaración ante el juez OLIVIERI, también he prestado declaración ante otros dos jueces con motivo de las querellas que me presentaran el Gral. CAMPS y el Crio. Gral. ETCHECOLATZ, también en diciembre del '77 fui sancionado por el comandante en jefe; en agosto del '76 ya fui sancionado por el comandante en jefe, aunque no tiene relación con el caso, sí tiene relación con mi permanente repudio a los procedimientos entonces llamados por izquierda, fue con motivo de una extraña y absurda manifestación pública del Gral. Adel VILAS en Bahía Blanca, que cuestionaba el honor, la integridad moral de un ex colaborador mío, el Dr. MALEC, eso me implicó una sanción de parte del Presidente y comandante en jefe del Ejército; posteriormente en diciembre del '77, recibí otra sanción del comandante en jefe del Ejército, previa una intervención de un Tribunal Superior de Honor que no me sancionó ese Tribunal de Honor, pero sí me sancionó el comandante en jefe del Ejército; posteriormente en agosto del '84 y en noviembre del '84, he vuelto a recibir sanciones después de prestar amplia y total declaración delante de Tribunales de Honor del Ejército.

Dr. Gil Lavedra:
Gral. ¿podría aclarar al Tribunal qué es lo que Ud. entiende con la expresión que Ud. ha utilizado de "procedimientos por izquierda"?

Lanusse:
Los así llamados procedimientos por izquierda no es una expresión que yo haya inventado, a mí me resulta Dr. muy reconfortante, muy positivo ver que hoy hay tantas personalidades entre las cuales los incluyo a Uds., están preocupados por los procedimientos habidos en el país años atrás, pero también es cierto que hoy están preocupados, que hoy es común y hasta diría si Ud. me permite una expresión muy ortodoxa que está de moda, manifestarse fastidiado, enervado por los abusos cometidos, pero quién ignora los abusos cometidos, me pregunto si hay alguien que pueda ignorar la acepción de la palabra o el término ése utilizado por "procedimientos por izquierda"... Pero no obstante eso, le voy a contestar, Dr., así se dio en llamar como todos sabemos, creo que a nadie de los presentes puede excluir de ese conocimiento, a los procedimientos que estaban al margen de la ley y de las disposiciones legales vigentes. Procedimientos en la clandestinidad.

Dr. GIL Lavedra: General, ¿podría usted con lo que su memoria le permita, manifestar al Tribunal con quiénes mantuvo aunque sea escuetamente entrevistas en relación con el caso SAJON y cuál fue el contenido de estas entrevistas?
Lanusse: Podría hacerlo muy largo, no sé a qué parte de las personas o a qué sector de las personas con quien yo he hablado a ustedes les interesa, si se refieren a las autoridades o a todas las personas que hablaron conmigo con motivo de este tema.

Dr. GIL Lavedra: Especialmente las autoridades.
Lanusse: El presidente entonces de la República, el general VIDELA, con el comandante en jefe de la Armada, almirante MASSERA, con el gobernador de la provincia de Bs. As. Gral. SAINT JEAN, con el general VIOLA.

Dr. GIL Lavedra: ¿Podría explicar al Tribunal cuál fue el contenido de estas entrevistas?
Lanusse: Era un vehemente y permanente requerimiento de que me dieran información sobre qué había pasado con Edgardo SAJON, el primer contacto lo tuve el mismo día, primero de abril del año '77, que me permitiría hablar por teléfono a la casa de Gobierno con el general VIDELA, le manifesté lo que ya era de conocimiento y el temor que tenía, que ya fuera una realidad la desaparición así entre comillas, de Edgardo SAJON, me ofrecí a acompañar a la Sra. de SAJON al Comando del primer cuerpo de Ejército porque tenía conocimiento de que todas las actividades que se realizaban, tanto policiales como por efectivos militares, eran todas subordinadas al comandante del primer cuerpo de Ejército, en esa oportunidad, el general VIDELA. Rápidamente, cosa no característica en él, me contestó que por favor no fuera yo al primer cuerpo de Ejército, que dejara el tema en sus manos, dos días después, al recibirme en su residencia de Campo de Mayo, me explicó el porqué de eso, porque él pensó que la desaparición de SAJON pudiese tener relaciones con un procedimiento clandestino, de esos que se llamaban por izquierda, Dr., que se estaba realizando nada más en 30 días, en el ámbito de la provincia de Bs. As. bajo la responsabilidad del Gral. SUAREZ MASON, del gobernador de la Pcia. Gral. SAINT JEAN y del jefe de la Policía Gral. CAMPS, ese procedimiento estaba vinculado con las investigaciones que se hacían sobre el llamado Grupo GRAIVER, como no me resultaba del todo claro por qué se me... parecía a VIDELA conveniente que yo no fuese, él me dio a entender que era preferible que yo no me metiera en un procedimiento de esas características. Tuve ratificación de ese procedimiento clandestino, al conversar el día lunes 4 de abril con el almirante MASSERA, a su pedido MASSERA me dijo que ese procedimiento se había hecho con conocimiento y autorización de la Junta, a pesar de que él no estaba muy convencido de su resultado, de los resultados que daría como positivos o negativos.

Dr. Gil Lavedra: ¿A qué procedimiento concreto se refiere?
Lanusse: Lo que ya acabo de decir hace dos minutos, al procedimiento clandestino que se hiciera en el ámbito de la Pcia. de Bs. As. en relación con el grupo GRAIVER.

Dr. Gil Lavedra: General, ¿mantuvo usted alguna entrevista con el jefe del Estado Mayor del Ejército?
Lanusse: Sí señor, primero el día 4, él me llamó por teléfono; lunes 4 a la mañana, y el día 26 de abril, el día 25 me llamó de nuevo por teléfono a mi casa para invitarme a tomar un café con él, al día siguiente en su despacho conversé con él, conversé como lo he hecho siempre con ellos, sin ninguna limitación, creía que mi jerarquía en el Ejército me permitía proceder así con ellos, más en el caso del Gral. VIOLA, que entones tenía menor jerarquía que la mía.

Dr. Gil Lavedra: ¿Qué le manifestó el Gral. VIOLA en esa oportunidad?
Lanusse: Le pedí al Gral. VIOLA, antes de que yo entrase, no sé si emplear la palabra formular cargos, pero sí transmitirle las impresiones, que casi podría decir convicciones que tenía, de la culpabilidad en este procedimiento de los Grales. SUAREZ MASON, SAINT JEAN y coronel CAMPS, le pedí que los llamara porque deseaba seguir hablando en presencia de ellos, prefirió no hacerlo.

Dr. Gil Lavedra: ¿Tuvo usted alguna entrevista con el Gral. VIDELA, posteriormente de la ya relatada?
Lanusse: Con el Gral. VIDELA tuve entrevistas en reiteradas oportunidades con motivo de los procedimientos, digamos judiciales o Tribunales de Honor, a que fui sometido. Tuve con anterioridad y vuelvo a decir que no con estrecha relación del caso SAJON, entrevista con el Gral. VIDELA. Después de cumplir el arresto que me impusiera en agosto del '76 allí le hice saber mi criterio respecto de los procedimientos que se realizaron en el Ejército, con oficiales encapuchados y todos o muchos de ellos al margen de la ley.

Dr. Gil Lavedra: ¿Y qué le contestó?
Lanusse: Que las órdenes estaban escritas, y concretas y no incluidas en esas cosas, yo le digo, usted a mí no me puede decir que ignora lo que sucede.

Dr. Gil Lavedra: Ud. envió un telegrama público.
Lanusse: Sí señor.

Dr. Gil Lavedra: ¿El 7 de abril del año '77?
Lanusse: Sí señor, ante el cúmulo de noticias ligeras; algunas no creo que fueran espontáneas de los propios periodistas, así en términos generales, sino de algunos centros que generaban ese tipo de versiones intencionadas, particularmente en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, en una agencia de noticias que creo se llamaba Prensa Argentina, que en un momento dirigió un señor Nores BORDEROY, y que después quedó a cargo otro llamado ACUÑA, y que particularmente recogía con mucha amplitud, prolijidad y oportunidad al diario Nueva Provincia. Con motivo de eso mandé un telegrama, y de las versiones referidas a mis intensas actividades de esos días para descubrir dónde estaba SAJON, cómo había desaparecido y en manos de quién había sido; entonces me pareció conveniente dirigir por telegrama público a personas de mi vinculación que estaban en el interior del país --dos de ellas son ofíciales del Ejército y las otras dos parientes míos, un hijo y ya no recuerdo la cuarta---. El hecho que ese texto lo recibió un sobrino mío, el hoy capitán Lanusse, por cuestiones a lo mejor de falta de experiencia de él o por otra razón, llegó a ser transcripto en un periódico. Esto también significó una sanción para el capitán LANUSSE. El texto de ese telegrama es que no aceptaba que alguien pudiera poner en duda la integridad moral de Edgardo SAJON, y mucho menos que lo hiciera con el cobarde procedimiento de no dar la cara con abusos de fuerza y con los llamados procedimientos por izquierda; esto, palabras más o menos, pero tengo en mi poder, no aquí el texto del telegrama, con los recibos del correo correspondiente.

Dr. Gil Lavedra: ¿Supo Gral., si Horacio RODRIGUEZ LARRETA fue privado de su libertad?
Lanusse: Lo supe y lo manifesté a las autoridades, así como de otras personas entre las cuales incluyo al doctor Miguel ANCHORENA, de quien conocía a su señora desde que era una niña; hablé por teléfono el día 3 de abril y me dijo que sí, que su marido había sido secuestrado; me dijo cómo habían sido los detalles de los últimos momentos en que lo vio, y con sorpresa dos o tres días después vi o leí que el doctor Miguel ANCHORENA negaba que hubiera sido secuestrado; muchas personas que les ocurrieron hechos semejantes negaron después haber sido secuestradas, cuando sí lo estuvieron y en ambientes militares.

Dr. GIL Lavedra:
¿Usted conocía el motivo por el cual fueron privados de su libertad?
Lanusse: Entiendo que lo fueron todos por la misma causa, Dr.. Todos porque se los suponía, y así es lo que dicen los diarios de entonces, porque se los suponía con vinculación del llamado grupo GRAIVER. Dr. me voy a permitir, si usted me acepta, recordarle a todos los presentes que es la segunda vez que yo vengo a esta sala, la primera vez vine como procesado, hoy vengo como testigo, creo que si le llaman en términos técnicos, vine procesado por la causa ALUAR, pero tengo sobrados motivos para que ese episodio judicial, y que yo viví como procesado, no está desvinculado con la causa que hoy motiva la investigación de ustedes, Ni tampoco estuvieron desvinculados mi detención y mi procesamiento con lo que se hizo con SAJON entonces.

Dr. Gil Lavedra: ¿Tiene usted alguna circunstancia que permita vincular ambos episodios?
Lanusse: No sólo la tengo yo; hay constancias de los anormales procedimientos, del entonces juez MARQUARDT para disponer mi prisión y hay constancias en la sentencia que dicta la Cámara al determinar nuestra excarcelación. (... ) Ya con anterioridad a la desaparición de SAJON hacían saber que las investigaciones relacionadas con este señor GRAIVER, tenían un deliberado motivo político, el objetivo se llamaba Alejandro LANUSSE. Los que fueron entonces detenidos por el caso GRAIVER, incluyendo a periodistas, todos fueron juzgados y todos fueron declarados inocentes de los cargos que se les formulaban, hasta creo que hubo una resolución de la Corte Suprema de Justicia que así lo dispuso, pero a Edgardo SAJON no se le dio oportunidad de ser juzgado Nº de defenderse contra las acusaciones, se optó por eliminarlo, por hacerlo desaparecer.

Dr. Gil Lavedra: ¿A las autoridades que usted entrevistó les hizo presente su conocimiento de que la desaparición de SAJON podría estar vinculada con el caso GRAIVER?
Lanusse: A todos sin excepción, pero además me lo dijo primero a mí el general Jorge Rafael VIDELA.

Dr. Gil Lavedra: ¿Conocía usted a Elena Angélica HOLMBERG?
Lanusse: Elena HOLMBERG es prima hermana mía; podría contestar que la conocí desde que nació; su madre era hermana de mi padre.

Dr. Gil Lavedra: ¿Conoce Ud. si fue privada de su libertad?
Lanusse: Como todos los argentinos que hemos tratado de ser responsables de lo que iba aconteciendo en el país, más allá de las capacidades que tenían para incidir en la suerte de los acontecimientos.

Dr. Gil Lavedra: ¿Conoce Ud. las circunstancias en que ello ocurrió?
Lanusse: Le debo recordar algo que a lo mejor no llegó al conocimiento de todos; ella desapareció, si mal no recuerdo, el 20 de diciembre del año '78; ahora yo he venido por el caso SAJON y usted me lleva al caso HOLMBERG; igual estoy a disposición de la justicia.

Dr. Gil Lavedra: Usted ha sido citado como testigo.
Lanusse: Aproximadamente creo que fue el 11 de enero; a mí me llegaron versiones que había aparecido el cadáver de Elena HOLMBERG; tomé contacto con el jefe de Policía, general OJEDA, que me confirmó que era cierto; tomé contacto con los familiares... Terminé encontrándome en el cementerio de Benavídez, permítame la expresión no muy formal... con mi amigo el juez MARQUARDT, y con mi primo hermano, el teniente coronel retirado Enrique HOLMBERG. Fui acompañado con dos hijos de Enrique HOLMBERG y con la custodia policial que ya tenía, y una patrulla o un móvil de la policía de la Pcia. de Bs. As., que nos alumbraba con los faros del automóvil. Desenterramos los restos de una persona; de entrada el doctor Enrique HOLMBERG, hermano de la desaparecida, me manifestó que le parecía extraño que pudieran ser los de su hermana por el tamaño de los huesos; esa noche, del cementerio de Benavídez nos fuimos al hospital de Tigre, aunque las primeras revisaciones las hicieron en la morgue de Buenos Aires. Finalmente se llegó a la conclusión que esos restos no eran de Elena HOLMBERG, allí, el hermano, Enrique HOLMBERG, me dijo que había arreglado con SUAREZ MASON, que habían sido amigos y compañeros durante el exilio, para que lo acompañara a la mañana siguiente a la Unidad Regional de Tigre; lamenté que ya se hubiera comprometido a hacer eso, pero le dije que fuera. Después me comentó su experiencia; cuando llegan a la Unidad de Tigre, donde SUAREZ MASON empieza a recriminarle al comisario de ahí, con la torpeza en que habían incurrido porque los restos de Elena se encontraban en un río de Tigre, esto lo dijo apenas 48 horas después que había desaparecido y nadie sabía nada.

Dr. Gil Lavedra: Pudo...
Lanusse: Después aparece un cuerpo en el río, con un anillo de sello de oro que tenía las iniciales E.H... y a la pobre gente de la policía no se les ocurrió que podían tener algo que ver. Entonces SUAREZ MASON le recrimina esa torpeza a la policía; el jefe de la unidad le respondió a SUAREZ MASON que había una contradicción en el sumario...

Dr. Gil Lavedra: Hubo...
Lanusse: El jefe de la unidad de Tigre le dijo entonces a SUAREZ MASON que él tenía razón en recriminarle, pero él se olvidaba que si han tirado más de ocho mil cuerpos al río, cómo reconocer cada uno.

Dr. Gil Lavedra: ¿Pudo concursar usted las actuaciones policiales referentes al hallazgo del cadáver?
Lanusse: En el caso Elena HOLMBERG yo no hice ningún procedimiento, nada más que acompañar a los familiares toda vez que ellos me lo requirieron.

Dr. Gil Lavedra: ¿Antes que fuera detenida, Elena HOLMBERG le había efectuado a usted algún comentario referente a la existencia de algún problema en la sede diplomática de París?
Lanusse: Sí, en agosto del '78, cuando estuve en Francia. Allí hablé con las dos hermanas HOLMBERG; allí Elena me contó las desinteligencias que había tenido con el grupo de oficiales de la Marina que había venido a reemplazarla a ella.

Dr. Gil Lavedra: ¿Recuerda usted qué tipo de desinteligencias le narró?
Lanusse: No recuerdo con precisión pero sí fue una serie de razonamientos de desinteligencias, que por exigencias del almirante MASSERA le pedían el retiro de la Embajada a pesar de que el embajador ANCHORENA opinaba lo contrario.

Dr. Gil Lavedra: ¿Le efectuó algún comentario de qué actividades realizaba el centro piloto de París?
Lanusse: Me dio opiniones no muy positivas ni laudatorias del centro piloto, yo tuve oportunidad estando en París a requerimiento de los embajadores ANCHORENA y MASSUH que estaban en la UNESCO, yo acepté una entrevista con un periodista del diario Le Monde que según me decían era el más agresivo, el más duro contra la Argentina y sus autoridades. Antes de recibir a este periodista, me vinieron a saludar los integrantes de la embajada, entre ellos el capitán de fragata, no recuerdo su apellido, que estaba encargado precisamente de las Relaciones Públicas, en lo que hace a la prensa. Entonces le pedí a este capitán que se quedara, que me acompañara en esa entrevista, es decir en concreto ante su pregunta, las manifestaciones de Elena HOLMBERG surgían de su pobre juicio sobre la capacidad de estos oficiales de Marina para desempeñar sus funciones, aclaro que fueron 5 o 6 que la reemplazaron en la función que ella desempeñaba.

Dr. Gil Lavedra:
Señor fiscal, ¿quisiera usted efectuar alguna observación al testimonio?
Dr. Strassera: Sí señor presidente'. Si el testigo conoce algún otro caso de los que ha denominado "operativo por izquierda".
Lanusse: Yo no sé francamente en qué situación me quisieron poner o dónde me quieren llevar, quién no conoce procedimientos, numerosos procedimientos, a qué viene que yo los diga.

Dr. Gil Lavedra: No, perdón general, la pregunta...
Lanusse: Yo estoy acá para responder por el caso SAJON.

Dr. Gil Lavedra: Perdón general, la pregunta del señor fiscal apunta a si usted tiene conocimiento personal de algún otro caso que usted mismo ha denominado procedimientos por izquierda.
Lanusse: En la medida, amplitud, intensidad que tengo del caso SAJON y del caso Elena HOLMBERG por razones diferentes, no, en el caso de SAJON, motiva como me ha motivado durante toda mi vida, ya sea en el ámbito militar como en el ámbito de gobernante, hacerme cargo de los problemas de mis subordinados, o de mis colaboradores y responder por cualquier ataque que pudiera pretender hacerse contra ellos, en el caso de Elena HOLMBERG, es obvio, que diga por qué me motivé.

Dr. Strassera: Señor presidente, el testigo dijo que no era posible que lo ignorasen, yo hablo de órdenes y esto es distinto.
Dr. Gil Lavedra: Esto no es algo que pueda haber caído bajo su apreciación. No ha lugar a la pregunta, Doctor Strassera.
Lanusse: ¿Me permite doctor? Quiero aclararle a la persona que ha hecho la pregunta ésta, que yo no he concurrido acá en mi carácter de teniente general que está haciendo referencia mi jerarquía, he venido como ciudadano argentino que quiere cumplir con las leyes, que quiere acatar a la justicia, respetarla, facilitar su gestión, en ninguna medida yo acepto estar acá como asesor técnico de nadie.

Dr. Gil Lavedra: Señor general, usted ha sido citado como testigo; ha comparecido y se lo va a someter a las preguntas que el tribunal estime pertinentes.
Lanusse: Ese tipo de preguntas le aclaro desde ya doctor, que yo no las voy a contestar porque yo no soy asesor de nadie acá.

Dr. Gil Lavedra: Le repito señor general, que usted está obligado a contestar las preguntas que el tribunal estime procedentes. Señor fiscal.
Dr. Strassera: Bien, señor presidente, entonces voy a pedir que dé razón de sus dichos en cuanto a la manifestación que hizo en el sentido de que esto no podía ser desconocido por el presidente de la Nación o por el comandante en jefe.
Dr. Gil Lavedra: Está contestada, Sr. fiscal.

Dr. Strassera:
¿Alguna vez supo que en las escuelas militares argentinas se enseñase como método apto para combatir la subversión la aplicación de torturas?
Dr. Gil Lavedra: La pregunta es manifiestamente improcedente Señor fiscal, no ha lugar.

Dr. Strassera:
¿Alguna vez alguna autoridad de las que entrevistó le reconoció la utilización de estos métodos clandestinos?
Lanusse: Estando detenido en prisión preventiva en Campo de Mayo, en la Escuela de Comunicaciones, se ordenó mi captura, digamos mi encierro, en la Alcaidía con centinela a la vista y el allanamiento en mi casa el día 4 de mayo; dos días después apareció el jefe de la guarnición de Campo de Mayo acompañado de su segundo, me refiero al general RIVEROS y BIGNONE; en esa oportunidad el general RIVEROS pretendió poder recriminarme o retarme por mis manifestaciones públicas de repudio contra los procedimientos por izquierda, agregando que gracias a ellos yo vivía. Le dije que había oportunidades en que era preferible no vivir, general RIVEROS. Además usted no tiene jerarquía Nº atribuciones como para pretender indicarme a mí cómo debo proceder. Los ánimos se caldearon entre ambos y el general BIGNONE, propio de su personalidad e idiosincrasia, pretendió mediar con muy poca felicidad por cierto y dijo: mi general, yo hasta el año pasado pensaba como usted, ahora he cambiado de forma de pensar; lo lamento general BIGNONE, con la misma franqueza le digo que entonces hasta el año pasado yo tenía un concepto del general BIGNONE y que ahora no lo mantengo y además recuerdo que no sé si en la época suya pero sí en la época actual; que por ahí hay procedimientos ordenados en el Colegio Militar en los cuales algunos de los oficiales ejecutores salen encapuchados y eso lo hacen pasando por la guardia donde hay cadetes y le pregunto a ustedes y les pido que reflexionen, no que me contesten a mí, si eso es una forma de educar a los oficiales del futuro.

Dr. Buero: Señor presidente, solicito se le pregunte al testigo si en base a las gestiones realizadas o por otros antecedentes considera que el señor SAJON puede aún continuar detenido con vida.
Lanusse: No me hago ninguna ilusión al respecto.

Dr., Orgeira: Señor presidente, la primera pregunta tiende a que el testigo dé razón de dichos suyos, de dichos de él. Ha manifestado por lo menos por dos veces que ha venido a declarar por el caso SAJON, quiero saber para qué manifiesta si él fue citado a declarar por el caso SAJON como manifiesta.
Dr. Gil Lavedra: Resulta improcedente la pregunta doctor ORGEIRA.

Dr. Orgeira: Para que diga el testigo por qué entiende entonces que él ha venido por el caso SAJON exclusivamente.
Dr. Gil Lavedra: ¿Me puede fundar la pertinencia de la pregunta?
Dr. Orgeira: Sí, porque si el testigo lo manifiesta tan enfáticamente, con la misma vehemencia con que hace otras expresiones, es porque alguien le ha hecho esas aclaraciones o ha sido objeto de alguna conversación para declarar sobre el caso SAJON, tal apunta que el testigo considera que no deberla abrir juicio sobre otros temas; me interesa saber entonces, ¿por qué el testigo hace esa manifestación? Porque hace a la investigación de cómo se está desarrollando este juicio, qué ocurre con los testigos citados y cuáles son las conversaciones previas que tienen y qué determinan este tipo de expresiones.
Dr. Gil Lavedra:
Doctor Orgeira, usted conoce cuáles son los testigos que han sido propuestos por el fiscal, y en cada caso qué testigos responden o van a prestar testimonios por cada caso; esto usted lo conoce perfectamente porque figura en los cuadernos que están a disposición de las partes. Por otro lado, el testigo ha hecho amplia referencia a la gran cantidad de oportunidades en las cuales él ha tenido intervención o declaración en relación con el caso SAJON.

Dr. Orgeira:
Quería la razón del dicho; está bien Sr. Presidente, impugne la falta de respuesta. Para que diga el testigo por intermedio de la Presidencia si ha...
Lanusse: Perdón, ¿qué quiere decir que impugna la falta de respuesta?
Dr. Gil Lavedra: Perdón señor general, yo le pediría que usted se limite a responder las preguntas que se le formulen. Dr. ORGEIRA.

Dr. ORGEIRA: La impugnación es al Tribunal, Sr. presidente, que quede bien en claro, y no al testigo. Para que diga el testigo si ratifica haber manifestado el reconocimiento que tiene que tener la ciudadanía en general, de la exitosa y tan necesaria acción contra el terrorismo subversivo; si ha dicho esa manifestación del reconocimiento de la ciudadanía en general de la exitosa y tan necesaria acción contra el terrorismo subversivo llevado a cabo en el país.
Lanusse: Sí y además el doctor lo sabe porque supongo que ha leído diarios durante estos años y me remito, si quiere se lo facilito a él, a una difusión de una noticia que salió el 9 de septiembre del año '79 en todos los diarios del país que era ni más ni menos que el relato de mi conversación con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que visitó el país invitada por el gobierno argentino. Si el doctor quiere mayor ilustración sobre esto le doy esto, formalmente si lo quiere.

Dr. ORGEIRA: Antes que se retire el testigo solicito ya que la ofrece, que quede como prueba.
Dr. Gil Lavedra: Puede entregar al secretario ese documento por favor.
Lanusse: Sí, sí, además no tengo ninguna limitación para decir y reiterar, por eso he dicho que ratifico.

Dr. Gil Lavedra: Doctor LOPEZ, acerque al Tribunal ese documento por favor.

Lanusse: ¿Puedo seguir doctor?
Dr. Gil Lavedra: No, no, aguarde a que decida el Tribunal. ¿Tiene inconveniente en aportarlo al Tribunal?
Lanusse: Ningún inconveniente pero lo reitero, quiero hacer un pedido, es un pequeño agregado que creo que no va a molestar a nadie.
Dr. Gil Lavedra: Adelante.
Lanusse: Que hace a la pregunta o la curiosidad o deseo que pueda tener el abogado defensor. Yo, en el año '77 difundí un libro llamado "MÍ testimonio". Parece que tengo vocación de dar testimonio y lo hago todo en aras de buscar la verdad, aun cuando sea la verdad en mi contra. Ahí transcribo expresiones públicas, disertaciones públicas mías, en mi carácter de presidente de la República, comandante en Jefe del Ejército y como en aquel entonces también había terrorismo en el país, le recuerdo por si alguno se ha olvidado, no sé si lo habrá olvidado el doctor, yo reiteré y con especial énfasis que la respuesta que el gobierno y las Fuerzas Armadas debían dar a las acciones del terrorismo subversivo debían caracterizarse por su firmeza, pero también por el respeto de las leyes vigentes. Proceder por el contrario es hacer el juego al adversario.

Dr. Orgeira: Sí, señor presidente, para que diga el testigo si los excesos que ha relatado en la lucha contra la subversión, por lo que conversó con el general VIOLA, por ejemplo el caso del señor SAJON, lo fueron cuando el general VIOLA era jefe del Estado Mayor y no comandante en jefe del Ejército. Quiero por favor que aclare sobre el particular.
Dr. Gil Lavedra: Está contestado, fue cuando era jefe de Estado Mayor.
Lanusse: Puedo también agregarle algo, si me permite: en diciembre, cuando estábamos en vísperas del conflicto bélico con Chile, tuve una conversación con el comandante en jefe VIOLA, volví sobre el tema y también sobre otras actitudes.

Dr. Gil Lavedra: ¿Esta es una entrevista con posterioridad a la que usted menciona?
Lanusse: Con posterioridad, sí. En diciembre del '80 puede haber sido, no sé; en el '79 o en el '80, cuando estábamos en vísperas del conflicto bélico.

Dr. Gil Lavedra: Relátela...
Lanusse: Le dije que era una más porque me fui a verlo para decirle que yo guardaba silencio, pero un silencio que me costaba mucho; y que lo hacía en bien del país y en bien de mi institución, porque hasta el día de hoy el Ejército Argentino es nuestro Ejército y en forma especial digo que es mi Ejército.

Dr. Orgeira: Para que diga el testigo, de esa conversación en diciembre de 1979, qué testigos hay de esa conversación en la que le hizo esa manifestación.
Dr. Gil Lavedra: En diciembre del '78.
Lanusse: No, debe haber sido después, cuando estábamos en vísperas de la guerra con Chile, creo que fue en el '79.
Dr. Gil Lavedra: Creo que es diciembre de 1978.
Lanusse: No sé, puede ser.
Dr. Gil Lavedra: Durante la comandancia del general VIOLA.
Lanusse: Tiene que ser... ahora sí, exactamente tiene razón, doctor, en diciembre del '78, porque VIOLA dejó de ser comandante en jefe en diciembre del '79.

Dr. Orgeira: Para que diga qué testigos presenciales hay de ese diálogo que el general LANUSSE manifiesta haber tenido con el general VIOLA.
Lanusse: Ninguno.

Dr. Orgeira: Para que diga el general LANUSSE, si tiene conocimiento del resultado que arrojó la forma de llevar a cabo la represión en la lucha contra la subversión, con motivo de las medidas implementadas durante su gestión.
Lanusse: ¿La gestión de quién?
Dr. Orgeira: Del general LANUSSE.

Dr. Gil Lavedra: Perdón, la pregunta no es pertinente, no ha lugar, doctor.
Lanusse: No tengo inconveniente en contestarla.
Dr. Gil Lavedra: Cuando el Tribunal se lo indique, general.
Lanusse: Muy bien.

Dr. Orgeira: Reitero las impugnaciones anteriores.
Dr. Gil Lavedra: Se tiene presente. ¿Algún otro defensor desea realizar alguna observación? Señor secretario, ¿ha rubricado el general el documento? ¿Por qué no lo solicita? así
Lanusse: Creo que está firmado.