Acta 30 de Abril de 2001 

Juicio por la Verdad, Mar del Plata


  

En la ciudad de Mar del Plata a los treinta días del mes de abril de dos mil uno, siendo las 10 hs., fecha fijada para la presente; se constituyen en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata sus integrantes Dres. Mario Alberto Portela, Roberto Atilio Falcone y Néstor Rubén Parra, juntamente con el Sr. Secretario, Dr. Facundo Luis Capparelli. Acto seguido el Dr. Mario Alberto Portela, quien presidirá la audiencia, solicita al Sr. Secretario que informe acerca de la presencia de las partes. Seguidamente el Dr. Capparelli certifica que se encuentran presentes el Sr. Fiscal General, Dr. García Berro, como asimismo los representantes legales del Colegio de Abogados de Mar del Plata, Consejo Escolar de General Pueyrredón; Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (Mar del Plata) APDH; Madres, Familiares y Abuelas de Detenidos y Desaparecidos; Asociación Abuelas de Plaza de Mayo MdP; Argañaraz de Fresneda María de las Mercedes y Dr. Fresneda Tomás; Dr. Arestin Salvador Manuel; Dr. Alais Raúl Hugo; Dr. Candeloro Jorge Roberto; Dr. Centeno Norberto Oscar; Renzi Lidia Elena y Vacca Nora Inés; Iorio Liliana Inés; Lazzeri Patricia Emilia, Retegui Liliana Beatriz Ramona; Garaguso Delia Elena y Roldan Tristán; Bourg Juan Raúl y Rodríguez de Bourg Alicia Isabel; los Dres. Irineo Di Matteo, Luis Cazeaux; Ana Laura Vulcano; María Estela Murgier; Rodolfo Díaz; Alfredo Battaglia; María Eva Centeno; Agustina Palacios, Fortunato De la Plaza y Juan Carlos Wlasic. Seguidamente, el Sr. Presidente, convoca a prestar declaración testimonial al Sr. Eduardo Salerno, nacido el 23 de febrero de 1945 en la ciudad de Córdoba, LE nº 7.984.328, quien manifiesta que: fue socio del Dr. Candeloro en el estudio jurídico e integró la asociación gremial de abogados, integrada entre otros por los doctores Begue, Fertita y Romanin. Que dicha gremial llevó adelante una intensa actividad y se caracterizó porque todos sus integrantes estaban unidos por lo que no querían: la opción por la ilegalidad del Poder Judicial. Que en los años 1971 y 1972 habían descubierto unas casas de tortura de la policía de la provincia de Bs. As. En èsta ciudad, que los habeas corpus no funcionaban. Que en ese entonces la CNU ya tenía posición encontrada con ellos. Que fue víctima de hostigamiento por su actividad profesional lo que motivó que en el año 1974 se fuera a la ciudad de Córdoba luego de que fueron a buscarlo al estudio jurídico a él y al doctor Candeloro, pero al poco tiempo regresó a Mar del Plata. Que en 1975 una patota le cayó en el estudio y el jefe de la misma le dijo "cuando encontremos a Candeloro lo vamos a matar, a usted no lo matamos porque tenemos que encontrar a Candeloro.". Que el día 19 de marzo de 1975 en horas de la madrugada sintió un tiroteo y al asomarse por la ventana de su domicilio ubicado en al calle Bolivar 3020 personal del ejército derribó la puerta y lo llevó detenido junto con personal policial. Que el tiroteo fue para simular un enfrentamiento en el caso de que él muriera, que esto lo dice porque observó un conscripto disparando hacia el aire. Que lo llevaron a una casa ubicada en la calle Moreno a la altura de Santa Fe o de Corrientes perteneciente a la Alianza Nacionalista, donde detienen a algunas personas más, las que luego son liberadas al llegar a la Comisaría Cuarta por resultar conocidas del Coronel Barda. Que a él lo llevan a los buzones de la Comisaría Cuarta donde se encuentra con el doctor Fertita, con Claudia Demarco y con un joven de apellido Parraga. Que al segundo día lo vio a Amilcar González que estaba destrozado. Que el día 24 de marzo lo llevan a un calabozo de la Comisaria Cuarta con el doctor Fertita, Parraga, Serra y otros más. Que por la noche vino a buscarlo Blaustein y lo llevó a un cuarto donde estaba el policía Pochiari, a quien conocía porque le llevaba un juicio a una tía de él, quien le ató las muñecas con una soga por detrás de la espalda. Que en ese momento él le entrego una cadenita de oro con el nombre de su hijo por si no volvía y Pochiari se desplomó y le dijo: "usted va a volver". Que salió por una puerta de la Comisaría Cuarta y allí lo subieron a un Ford Falcon verde y le pusieron una capucha. Que lo llevaron a "La Cueva" le bajaron los pantalones, lo ataron a una mesa de cocina y le pusieron un cable en el dedo gordo del pie. Que lo comenzaron a torturar con picana eléctrica incluso en los testículos mientras le pusieron una madera en la boca. Que quien preguntaba durante la tortura era el militar Alfredo Arrillaga, le preguntaba sobre Candeloro y sobre la gremial de abogados entre otras cosas. Cuando volvió a la Cuarta estaba destruido, cuando despertó observó a su lado la cadena de oro. Que durante su estadía en la Comisaría Cuarta observó a una persona, que con el tiempo supo que se trataba del militar Alfredo Arrillaga, recorría los calabozos y mediante gestos seleccionaba "éste si, éste no"; los elegidos eran sacados de los calabozos desconociendo para qué, presumiendo para torturarlos. Que luego lo llevaron en un colectivo hasta la Base Aérea y allí lo subieron a un avión que los trasladó hasta Azul, ingresando al penal de Sierra Chica. Que estaba destruido, no sentía nada, tenía olor a piel quemada, orinaba sangre, no podía estar de pie. Que al momento de sacarle la foto en el momento del ingreso al penal, se caía de la silla mientras la fotógrafa y el párroco del penal se reían a carcajadas. Que lo llevaron a la celda cuarenta y cinco del pabellón seis y a Fertita que lo trasladaron con él a la celda cero cinco del pabellón seis. Que un compañero de cárcel a los pocos días salió y le avisó a sus padres que él estaba en Sierra Chica. Que su padre concurrió y se entrevistó con el director de la cárcel, con quien discutió hasta que le reconoció que estaba allí. Que esto fue posible porque desde el 24 de marzo de 1976 él estaba detenido a disposición del PEN por decreto firmado por Isabel Martínez de Perón. Que el habeas corpus que presentaron sus familiares nunca tuvieron solución. Que su hermano presentó el habeas corpus en manos al Fiscal Federal Gustavo Demarchi quien lo miró mal, sin decirle nada, y lo guardó en un cajón. Que anoche en la cena su hermano le manifestó que nunca tuvo tanto miedo como esa vez. Que jamás tuvo novedad de ese habeas corpus. Que eso era un clara opción de cierto sector de la justicia por la ilegalidad. Que la intervención del doctor Demarchi fue tristísima y no puede dejar de señalarlo. Que el día 22 de mayo de 1976 cerca de la oficina del director fue entrevistado en el penal de Sierra Chica por el Dr. Figueroa, secretario del Juzgado Federal de Mar del Plata. Que el doctor Figueroa le tomó declaración por un sumario penal seguido en su contra a raíz del procedimiento en el que lo secuestraron, que el trato del doctor Figueroa fue prepotente, era un gestor de la impunidad. Que durante la entrevista le dijo: "mire doctor si quiere llorar, llore, si usted dice algo de tortura de acá no se va". En un momento también le dijo: "mire que sabemos de su mujer" que de esta forma le hizo entender que él era un objeto para el Poder Judicial. Que finalmente salió en libertad el 27 de septiembre de 1976, y a los pocos días fue citado por el Teniente Coronel Costa a una audiencia, donde éste le dijo: "usted tiene que entender que la patria está en peligro, tiene que dedicarse a otras cosas, adopciones, etc." que al tiempo le cayó una patota a su casa, revisaron todo sin decir ni romper nada. Que unos días previos al secuestro de los abogados durante la noche de las corbatas, el Coronel Costa lo llamó y le preguntó "usted va a salir de la ciudad", no me voy a quedar acá, le contestó. Que la noche que apareció el cuerpo de Centeno, él estaba muy mal y se quedó despierto hasta que saliera el diario La Capital. Que allí se lo nombraba a él como despidiendo los restos del extinto, que eso le dio mucho miedo. Que sus padres lo fueron a buscar, también desesperados y lo llevaron a Córdoba en auto, al poco tiempo se radicó en Brasil. Que luego se enteró que un grupo cayó en su casa a buscarlo cuando él ya se había ido. Que ignora las razones que motivaron el secuestro, desaparición y muerte de los abogados, aunque destaca que en la Universidad había un gran enfrentamiento. Que el día siguiente a la muerte de Piantoni, se encontró con Josué Catuogno y le dijo que estaba muy apenado por la muerte de Piantoni, que tal vez iría al velorio y entierro. Que Catuogno le dijo "no vaya doctor, lo van a matar". Que un policía de apellido Giordano, declaró ante el Juez Baltazar Garzón en España y entregó un disquette con el nombre Sicilia 1995 o Sicilia 1996, no recuerda bien, cuyo contenido se vincula con la desaparición de los abogados, el lugar donde estarían enterrados y la relación con todo esto de algunos abogados próximos a la CNU como el doctor Cincotta y el doctor De la Canale. Que seguidamente el compareciente es interrogado por el Tribunal, el Ministerio Público y los representantes legales de los denunciantes. Que se deja expresa constancia que entrega y ratifica la declaración prestada ante la CONADEP en el año 1984. Que el enfrentamiento al que hizo mención existía además de en la Universidad, en el seno de la CGT. Que concluida la declaración del testigo, el doctor Wlasic toma la palabra denunciando las amenazas que viene sufriendo el Dr. Garamendi por parte del policía Bicareli, solicitando al Tribunal se adopten las medidas que estime corresponder. Que siendo las 14.30 horas se convoca a las partes para la próxima audiencia del día 07 de mayo a las 10 horas. Citando a las partes para la firma del acta el día miércoles 02 de mayo entre las 10 y las 13 hs. Firmando los comparecientes de conformidad, todo ello ante mí, de lo que doy fe.