Naftal, Alejandra
Juicio a las Juntas, 4 de Julio de 1985
Dr. López: Se llama al estrado a Alejandra NAFTAL.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Fue usted privada de su libertad?
Naftal: Sí.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cuándo ocurrió eso?
Naftal: El 9 de mayo de 1978, a la madrugada.
Dr. Valerga Aráoz: ¿En dónde?
Naftal: En mi domicilio, vinieron unos hombres y...
Dr. Valerga Aráoz: ¿Dónde estaba ubicado su domicilio?
Naftal: En Espinosa 2040 de esta Capital.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Quiénes requirieron su presencia allí?
Naftal: Bueno, yo estaba en mi casa, tocaron la puerta, pregunté quién era y
dijeron que eran de la policía; entonces mi papá, que estaba durmiendo, se
levantó, abrió la puerta y entraron unos hombres con armas, eran aproximadamente
unos 15 hombres, que no se identificaron.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Requirieron directamente su presencia?
Naftal: Preguntaron directamente por mí.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Fue sometida a algún interrogatorio dentro de su domicilio?
Naftal: No; un señor preguntó quién era yo, me dijo dónde estaba mi habitación,
se dirigió a mi habitación, la revisó completamente mientras otros hombres
revisaban la casa, sin causar ningún daño.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Puede dar los nombres de las personas que estaban en su
domicilio, y que presenciaron su detención y la revisación de su casa?
Naftal: Sí, cómo no; estaban mi padre, mi madre y mi hermana.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cómo se llaman su padre, su madre y su hermana?
Naftal: Guillermo NAFIAL, Sara NAFTAL y Diana NAFTAL.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Adónde es llevada usted?
Naftal: Bueno, a mí me sacan de mi casa, me meten en un coche donde había,
cuando salgo de casa había varios coches en la puerta de casa, y me meten en un
coche. Había dos hombres adelante, dos atrás y a mí en el medio, eran hombres
jóvenes y después el coche avanza, se detiene a media cuadra de casa, veo que
salen otros hombres de una casa, sigue avanzando el coche, se detiene en un
lugar y me tiran al suelo del coche, y escucho que uno le dice al otro que están
pidiendo zona libre, el coche seguía andando, se detiene en otro lugar y después
me hacen, me tiran en el suelo del coche otra vez, después me incorporan y veo
que el coche avanza por una ruta.
Dr. Valerga Aráoz: No entendí, ¿para en un lugar y usted entiende que allí piden
zona libre, y lo escucha?
Naftal: Escuché, tirada en el suelo del coche, escucho que uno le dice al otro
que van a pedir zona libre.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Pudo advertir o pudo darse cuenta a quién iban a pedir esa
zona libre?
Naftal: No, no, no.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Qué edad tenía usted por entonces?
Naftal: Yo tenía 17 años.
Dr. Valerga Aráoz: ¿De qué se ocupaba?
Naftal: Era estudiante de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini,
estudiaba en el turno vespertino y estaba cursando el sexto año.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Tenía alguna Actividad del tipo gremial estudiantil?
Naftal: Había participado, en el año `75, cuando tenía 14 años, en el Centro de
Estudiantes deL colegio, que en el año `76 se disolvió, entonces no tuve más
ningún tipo de actividad.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Adónde la llevaron?
Naftal: Eh, yo lo pude ver que iba por una ruta, y lo último que pude ver fue un
depósito de colectivos N° 86, eh, y después me hicieron tirar, me encapucharon
en ese momento, y me hicieron acostar en el suelo del coche, y pude sentir que
el coche giraba hacia la izquierda y que tomaba un camino de tierra.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Dónde estaba ese depósito de colectivos 86?
Naftal: Y, por la ruta yo lo vi hacia la derecha, es lo último que veo, cuando
el coche va andando; después, por informaciones así leyendo, me entero que es El
Vesubio, en ese momento no tenía la menor idea.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cómo se entera que es El Vesubio?
Naftal: ¿Cómo?
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cómo se entera que es El Vesubio?
Naftal: Y, por lo que pude leer en los diarios cuando aparecían noticias, y
después por el libro de la CONADEP.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Efectuó algún tipo de reconocimiento con posterioridad al
lugar?
Naftal: No, no, no.
Dr. Valerga Aráoz: ¿En ese lugar es interrogada?
Naftal: Sí, en ese lugar; primero me hacen bajar del coche y siento que el piso
es de tierra y me hacen entrar en una casa, estoy un tiempo que no puedo
determinar parada contra una pared, encapuchada y esposada, en un momento se
acerca un hombre y me dice que lo acompañe y me lleva a una habitación donde me
hace sentar en una especie de mesa y me saca la capucha y puedo ver que es una
habitación muy pequeña, donde las paredes estaban cubiertas de telgopor, y el
hombre era muy joven, y de ojos muy celestes, y de acento de una provincia del
litoral, una cosa así, y me pregunta por qué estoy ahí. Y yo le digo que no
tengo la menor idea; él me dice, pero que yo soy una nena, qué es lo que estoy
haciendo ahí; entonces me pregunta, yo estaba con el uniforme del colegio, eh, y
me pregunta a qué colegio iba, yo le dije que iba al Carlos Pellegrini, y me
dijo seguro que todo viene por ese lado.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Seguro que todo viene...?
Naftal: Por ese lado, por el asunto del colegio. Entonces me dice que me quede
tranquila, que yo soy una perejila y que no le comente a nadie de nuestra
charla. También me dice, eh, yo tenía un reloj, cadenas, unos anillos, y me dice
que va a pasar un señor que se va a autollamar la Vaca y que me va a sacar todo,
pero que no me olvide de reclamarlos cuando me vaya de este lugar, y después me
vuelve a poner en el primer lugar que estuve, contra la pared, y al poco rato
viene un hombre, donde intenta tocarme, yo le digo que por favor deje de
tocarme, y me dice, a vos ya te voy a agarrar, y usa una palabra, irrepetible,
así, eh...
Dr. Valerga Aráoz: ¿Sabe el nombre de esa persona, o el apodo?
Naftal: El me dice después de ese intento, dice que él es la Vaca, hace un
mugido y me saca el reloj, la cadena y los anillos, y se va riendo, después de
un tiempo que no puedo determinar, aparece el hombre que lo llamaban el Vasco,
que es un hombre que tiene una voz muy penetrante,, muy particular, y me dice
que me llegó el turno a mí, entonces me llevan a la habitación ésa que había
estado yo en un primer momento, de las paredes de telgopor, que puedo reconocer
después, me desnuda, me ata la camisa, y me aplica picana en brazos, pezones,
ombligo y piernas.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Le hacía preguntas al tiempo que le aplicaba esa tortura?
Naftal: Sí, me preguntaba si yo era montonera, a lo que le respondía que no, y
me preguntaba si yo conocía a Mauricio WESTEIN, y a Juan Carlos MARTIRE, a lo
que le contesté que sí, porque eran compañeros míos de división durante el
cuarto año.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Las vio allí a estas personas?
Naftal: Sí, las pude ver, en un momento donde uno de los guardias,
aproximadamente para junio sería, no puedo determinar exactamente el tiempo, que
me dice, los querés saludar, entonces se me levanta la capucha, me llevan hasta
donde estaban ellos dos, que estaban en la entrada de una de las casas de
detención y veo, nos saludamos; me impresionó muchísimo verlo a Juan Carlos
MARTIRE, que cuando era compañero mío del colegio era gordo, estaba flaquísimo;
y Mauricio WESTEIN, con toda la cara llena de granos, muy flaco, este, y nunca
más los vi; los saludé, les estaban vendando los ojos y atando las manos, y
nunca más los vi.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Vio, pudo ver allí a otros compañeros del colegio?
Naftal: Pude escuchar, eh, la voz de una chica que iba al turno tarde, que se
llamaba Mirta DIEZ, que pude reconocer la voz de ella; sabía, por escuchar entre
los propios guardias, que había gente detenida del Carlos Pellegrini, escuchaba
voces de chicos. En un momento pude ver una habitación, cuando me trasladan al
baño, después de que un hombre me violó, me dejó ir al baño, y pude ver una
habitación muy larga donde había muchos, muchas personas tiradas en el piso y
encapuchadas, y el lugar donde estaba yo éramos cuatro mujeres, primero estuve
sola en una, esposada en una camilla, después de la violación me llevaron a otro
lugar donde las comodidades eran mejores, y ahí había una chica, que le decían
"Cebolla", otra chica que era rubia, de ojos celestes, muy menudita, y que
atendía a veces como enfermera; había otra chica embarazada de unos seis, siete
meses, que le decían la "Nona", entrerriana; y otra chica, Gabriela JUAREZ
CELMAN, de unos diecisiete años.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Pudo individualizar al hombre que abuso de usted?
Naftal: Sé que es el mismo que me sacó las joyas y que se autollamó la Vaca, y
que era el que me había dicho: A vos ya te voy a agarrar.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cuánto tiempo estuvo en ese lugar, en El Vesubio?
Naftal: Y, aproximadamente dos meses, dos meses y medio.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Pudo ver durante el tiempo que estuvo allí secuestrada
alguna otra persona pudo notar la presencia de alguna otra persona?
Naftal: ¿En que sentido me pregunta usted?
Dr. Valerga Aráoz: Claro, si advirtió que hubiese otras personas detenidas junto
con usted.
Naftal: Sí, se escuchaban voces, pasos, como que había mucha gente ahí, pune ver
en el, cuando se jugó el partido Brasil-Argentina, me llevaron junto con las
otras tres chicas, no había, parece, personal, mucho personal de guardia en el
establecimiento, y dos guardias nos llevaron a nosootras cuatro a una sala que
la llamaban sala Q, donde había un televisor, para ver el partido
Brasil-Argentina, en esa sala había tres hombres y tres mujeres, que
aparentemente eran detenidos, también inclusive una de las mujeres es la que
presenció mi tortura.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Recuerda el nombre o apodo?
Naftal: Cuando a mi me están torturando, yo cuando escucho la voz de una mujer
le digo: señora policía, por favor, no me peguen más. Entonces el que llevaba el
interrogatorio, que era este señor el Vasco, me dice: no le diga señora policía,
porque es una montonera, entonces, en ese momento yo teitía la capucha hasta la
nariz y me saca toda la capucha, y me dice ésta es una montonera, y puedo ver
que es una mujer de unos treinta y pico años de edad, pelo corto canoso y que le
decían la Negra.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Puede describir a la Vaca?
Naftal: La Vaca era un hombre gordo, muy corpulento, pelado y de tez morena.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Escucho hablar o mencionar nombres de otras personas
detenidas aparte de las personas que usted pudo notar su presencia.
Naftal: Bueno, las que ya les mencioné, que después, en un momento escucho que
llevan dos chicas al baño. Una es Mirta DIEZ, y otra que le dicen Laura Kats,
que la llaman Laura KATS.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Es trasladada de ese lugar? de El Vesubio es llevada a otro
lugar de detención?
Naftal: Bueno, un día me dicen que me abrigue que me van a trasladar, y me sacan
a la entrada de esa casa y ahí están tres chicos. Leonardo ZAIDMAN. Guillermo
GASCAL. Claudio NIRO. dc los cuales dos son del Pellegrini; Zaidman y DASCAL,
son del Pellegrini.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Usted los conocía con anterioridad?
Naftal: De vista los conocía, sí, del colegio.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Y a NIRO, no lo conocía?
Naftal: No, a NIRO no, no lo conocía y vivió, casuaalmente, la casualidad que
era el chico que cuando se había detenido el coche a media cuadra de casa, era
el que despues hablando, vivía a media cuadra de casa, y de ahí nos...
Dr. Valerga Aráoz: Cuando la detienen a usted, después a NIRO. ¿lo hacen subir
en el mismo auto que está usted?
Naftal: No, no, no entré, era como un convoy de coches, yo veía que en casa
había como cinco coches o algo así, las marcas de los coches no las conozco.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Usted sabe que esas otras personas hayan sido torturadas,
las que usted nombró?
Naftal: Sí, porque ellos me lo cuentan después, que son golpeados y torturados,
porque estamos los, de ahí nos trasladan a los, ahí meten un coche y después nos
encontramos los cuatro en un coche; yo pregunté ¿qué pasa?, entonces DASCAL me
dice, nos dijeron que el coche, si nos movemos, va a estallar, entonces no nos
movamos, y que el Ejército va a venir a buscarnos, y a los los pocos minutos se
presenta el Ejército, que nos saca de ese coche, nos desata y nos saca de ese
coche, nos sacan las vendas...
Dr. Valerga Aráoz: ¿Y adónde son llevados?
Naftal: Vamos en un Jeep y vamos a un batallón militar que creo que es, sé que
es el de Villa Martelli no sé qué número es, 601 o una cosa así, y ahí...
Dr. Valerga Aráoz: ¿Recuerda la fecha en que llegan allí, a Villa Martelli?
Naftal: Sí, 19 de junio o 20 de junio.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Son interrogados allí?
Naftal: No.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Usted es interrogada?
Naftal: Creo que el primer día me interroga un ofcial, me parece que es, pero me
pregunta cómo me llamo, los datos personales míos y después nos llevan a una
celda y al lado mío los tres varones.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Sufre alguna clase de torturas en Villa Martelli?
Naftal: No, en absoluto. Muy buen trato, nos daban de comer.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Por cuánto tiempo estuvo allí?
Naftal: Ahí estuve hasta el 31 de agosto, y en ese lugar yo no tengo contacto
familiar, no, no, me comunico con mi familia y yo, en ese lugar nos cuidaban
suboficiales y soldados, y yo le pido a un soldado si por favor puede ir a mi
casa, a decir que estoy viva, que estoy bien y tengo acá las cartas que yo
mandaba en marquillas de cigarrillos que este soldado me mandaba a casa.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Puede aportarlas al Tribunal, por favor?
Naftal: Sí.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Hasta cuándo está en Villa Martelli?
Naftal: Hasta el 31 de agosto, de ahí voy a Villa Devoto, penal de Villa Devoto.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Cuánto tiempo permanece en Villa Devoto?
Naftal: Hasta el 10 de noviembre, me parece; aproximadamente dos meses y medio.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Es trasladada a algún otro lugar de detención?
Naftal: No, digamos, el último día antes de mi libertad estoy en el edificio de
la calle Moreno, que es Coordinación Federal.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Puede repetir la fecha de su liberación?
Naftal: 10 de noviembre me parece que es, o de octubre; dos meses estoy.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Por orden de qué autoridad recupera la libertad?
Naftal: Bueno, primero voy a un consejo de guerra en Palermo, que se declara
incompetente; después soy llamada de los Tribunales por el Juzgado del Dr.
GILETTA, el mismo día que me traen aquí, a Tribunales, me dejan en libertad.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Y recuerda qué hecho le imputaban en la causa en que el Dr.
GILETTA ordena su libertad?
Naftal: Sí, me imputaban un atentado contra los medios de transporte.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Recuerda usted la resolución final de esa causa?
Naftal: Puede ser libertad por el artículo seis.
Dr. Valerga Aráoz: Suficiente. ¿Sabe si de su domicilio faltó algún elemento de
valor?
Naftal: No, no faltó nada.
Dr. Valerga Aráoz: Señor fiscal.
Dr. Moreno Ocampo: Si pudo identificar quién estaba a cargo de ese lugar de
detención.
Dr. Valerga Aráoz: Puede contestar. Estamos hblando de El Vesubio, ¿no?
Naftal: Yo escuchaba, se comentaba, que el jefe de ese lugar era un tal Francés;
cuando, después de la violación, este señor, primero antes de violarme, me pide
todos los datos de mi familia, horario, costumbres, yo tengo una sobrina que en
ese momento tenía dos años, ¿continúo?
Dr. Valerga Aráoz: Sí, sí, por favor.
Naftal: Que tenía dos años, me preguntó a qué colegio iba, en qué horario salía,
yo pensé que era un interrogatorio común, le contesté y después me dijo que me
iba a violar y que si yo le contaba algo a alguien o gritaba iba a matar a toda
mi familia, que tenía todos los datos de ella; bueno, después de ese acto quedo
en un estado, me golpea también, físico y emocional terrible, y parece que tengo
crisis de nervios, y empiezo a decir va a matar a toda mi familia, se acerca un
guardia, me ve así, lo llama al otro y le dice: "Llamá al médico que la piba
está muy mal", con esas palabras dice, entonces viene después otro señor con el
médico, y me dan una inyección y me duermo, al día siguiente, creo que es al día
siguiente o a las horas, me preguntan cómo fue eso, qué fue lo que pasó. Yo, con
mucho, con muchísimo miedo, contesto, y ahí es cuando me trasladan al otro
lugar, y a los pocos días se acerca un señor y me dice el Francés quiere hablar
con vos, y aparece un señor que me dice tenés frío, le digo que sí, me da su
campera y me lleva de nuevo a la habitación donde había sido torturada, ahí me
saca la capucha. Era un hombre sin cabello, alto, de unos 35 años de edad, con
bigotes y anteojos, y me dice que en ese campo de concentración los guardias
tienen orden de no obrar sobre los detenidos y me dice que es el Francés y que
es el jefe de ese lugar.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Sabe si tomó alguna medida al respecto?
Naftal: Me dijo que él iba a matar con sus propias manos al que me violó.
Dr. Valerga Aráoz: ¿A cuánto tiempo de estar allí en El Vesubio ocurrió este
hecho?
Naftal: Yo supongo que aproximadamente a los diez días.
Dr. Valerga Aráoz: Señor fiscal...
Dr. Moreno Ocampo: Si supo, pudo advertir que hubiera, si habían registrado los
datos de ellos en listas, en algún fichero, o en alguna carpeta.
Dr. Valerga Aráoz: Puede contestar.
Naftal: ¿Me puede explicar mejor la pregunta?
Dr. Valerga Aráoz: Si pudo advertir usted que en ese lugar de detención hubiese
algún fichero o alguna lista donde figurasen las personas que estaban allí
detenidas.
Naftal: Donde estaba yo, en el segundo lugar, había una máquina de escribir, y
escuchaba que se hacía ahí, supongo, una lista, porque comentan dos hombres que
había que cambiarles los nombres a Mauricio WESTEIN y a Leonardo ZAIDMAN, porque
los guardias se ensañan mucho con ellos por su ascendencia judía, entonces e
Mauricio WESTEIN no sé qué nombre le cambian, pero a Leonardo ZAIDMAN lo llaman
Leonardo ZAPATA.
Dr. Valerga Aráoz: Pero, de todas maneras, ¿usted pudo notar, supo que hubiese
listas que estuviesen...?
Naftal: Que en esa máquina de escribir se hacía, se scribían los nombres de
todos los que estábamos ahí, supongo.
Dr. Valerga Aráoz: Usted, el traslado que usted sufre a Villa Martelli, ¿sabe
por disposición de quién fue, si lo dispuso el Francés, o alguna otra persona de
El Vesubio o la orden vino de un lugar distinto de El Vesubio?
Naftal: No, no lo sé.
Dr. Valerga Aráoz: Señor fiscal.
Dr. Moreno Ocampo: Si la testigo dijo que los guardías no podían obrar sobre los
detenidos, según le afirmó el Francés, ¿había algún grupo que sí podía obrar?
¿Era exclusivo esto?
Dr. Valerga Aráoz: Puede contestar.
Naftal: Sí, me dijo que los interrogadores solamente podían interrogar, con todo
lo que eso implicaba sobre los detenidos, y que él había impartido órdenes de
que los guardias no podían tocar a los detenidos; también me dice que sabe que
yo soy una perejila, que voy a salir en seis meses, que es el tiempo que yo
estoy detenida en los tres lugares, y que él quiere mantener el sistema
occidental y cristiano en la Argentina.
Dr. Valerga Aráoz: Señor secretario, exhiba las cartas a las partes. Continúe,
señorita.
Naftal: Entonces yo le pregunté si el cristianismo avalaba la tortura, y él me
contestó que era una cuestión de tiempo.
Dr. Valerga Aráoz: Señor fiscal.
Dr. Moreno Ocampo: Ninguna más.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Los señores defensores? Doctor ORGEIRA.
Dr. Orgeira: Señor presidente, querría, por su intermedio, que se le preguntara
a la testigo si la manifestación de repudio que hizo esa persona que la testigo
denomina el "Francés", por la acción llevada a cabo por ese degenerado que la
testigo llama "La Vaca", le pareció sincera.
Dr. Valerga Aráoz: Puede contestar.
Naftal: Sí.
Dr. Orgeira: Señor presidente, querría saber, el tema es un tema que me preocupa
preguntarlo pero, desgraciadamente, está sobre el tapete y no tengo otra
posibilidad, este señor de incalificable conducta que la testigo denomina "La
Vaca", ¿en qué momento comete ese atentado sexual, en qué hora?
Dr. Valerga Aráoz: Puede contestar.
Naftal: Y, yo estaba encapuchada, no podía saber, se había perdido la noción del
tiempo, no sabía sí era de día, si era de noche, y en la habitación donde estaba
no había ventanas ni nada, estaba totalmente cerrada y no pude saber en qué
momento del día era.
Dr. Valerga Aráoz: Suficiente. señorita.
Dr. Orgeira: Sí. lo que quiero preguntar es si a juicio de la testigo, este
individuo aprovechó alguna oportunidad en la que le resultara más fácil el
hecho, por falta de otras personas que pudieran, a su vez, controlarlo,
etcétera.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Usted piensa señorita, que "La Vaca" aprovechó la
oportunidad en que no hubiese otros guardias que pudieran evitar su actitud?
Naftal: Yo, después, cuando me trasladan a otro lugar y las chicas saben que yo
soy violada me dicen que ellas también fueron violadas en varias oportunidades,
por lo tanto, considero que no era muy difícil que determinadas personas en ese
lugar, se aprovecharan de esa manera y nos sometieran a las mujeres de esa forma
brutal.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Y le comentaron estas señoritas, si quien había actuado de
esa manera, era la misma persona, o eran distintos guardias?
Naftal: Y, no podíamos hablar muchos, no pudimos hablar, aparte, todas como
estábamos, supongo, que todas habremos sido sometidas de la misma manera,
estábamos con mucho miedo de hablar unas con otras.
Dr. Orgeira: Bien, señor presidente, con respecto a las listas la testigo
manifestó que se confeccionaban con una máquina de escribir, sí, no me quedó en
claro si las listas correspondientes a los traslados también, según el
conocimiento de la testigo, se confeccionaban con esa máquina de escribir.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Usted pudo notar que, aparte de las listas de personas
detenidas allí se efectivizaran, se llevaran a cabo, listas de personas que iban
a ser trasladadas?
Naftal: No, bien.
Dr. Orgeira: Bien, nada más, señor presidente
Dr. Valerga Aráoz: ¿Algún otro defensor desea hacer alguna pregunta? ¿Las cartas
están circulando, señor secretario?
Dr. López: Sí, señor presidente.
Dr. Valerga Aráoz: ¿Alguno de los defensores que ya revisó la documentación
desea hacer alguna pregunta? Doctor ORGEIRA.
Dr. Orgeira: Sí, señor presidente, no me quedó en claro estas misivas, ¿desde
dónde las pudo mandar la testigo, desde cuál de los lugares?
Dr. Valerga Aráoz: Lo aclaró, de todas maneras lo vamos a...
Naftal: Desde el Batallón de Villa Martelli, en uno de los días de la guardia,
yo le pedí a un soldado si por favor se podía comunicar con mi familia, para
comunicarles que yo estaba bien y estaba viva.
Dr. Valerga Aráoz: ¿A lo largo de cuántos días envió todas esas misivas?
Naftal: Esas son las que yo le mandaba a mi familia.
Dr. Valerga Aráoz: Pero por eso, cada...
Naftal: Ahí está la fecha.
Dr. Orgeira: 23 de agosto del '78 la primera no le encuentro la fecha, no sé si
será la misma.
Naftal: Tienen un número correlativo.
Dr. Orgeira: Sí, señorita, pero lo que pasa es que la primera empieza con
querida familia. Eduardo, todos, pero no tiene, no le encuentro...
Dr. Valerga Aráoz: De todas maneras van a quedar agregadas, un momentito, salvo
que quiera hacer alguna pregunta al respecto...
Dr. Orgeira: Sí, señor presidente, la testigo, en una de estas cartas dice:
"Charlo con otros presos, tres pibes macanudos, después viene la merienda a las
20", con estas personas a las que usted alude acá, si recuerda los nombres.
Naftal: Ya los mencioné, son Guillermo DASCAL, Leonardo ZAIDMAN y Claudio NIRO.
Dr. Orgeira: Bien la otra pregunta que querría formularle usted aquí menciona a
una persona de nombre Eduardo...
Dr. Valerga Aráoz: Diríjase al Tribunal, doctor Orgeira.
Dr. Orgeira: Perdón, doctor, le pido disculpas, me distraje la testigo menciona
a una persona de nombre Eduardo, si ésta es la persona, lo nombra como persona
que tiene una relación sentimental, si sabe por qué razón su padre, cuando hace
un recurso de hábeas corpus en favor de la testigo, dice que desconocía todo
dato del pretendiente de su hija, si éste es el pretendiente al que se puede
referir el padre.
Dr. Valerga Aráoz: No, doctor, la considero improcedente a la pregunta.
Dr. Orgeira: Bueno, si se trata de un compañero de colegio...
Dr. Valerga Aráoz: Si el Eduardo que menciona en la carta era un compañero de
colegio, era una persona que estaba allí.
Naftal: No, no, era mi novio.
Dr. Valerga Aráoz: Suficiente.
Dr. Orgeira: Nada más, señor presidente.
Dr. Valerga Aráoz: Señorita, su testimonio ha concluido, muchas gracias. Vamos
a... le aclaramos que vamos a reservar la documentación, si usted quiere
fotocopia autenticada le vamos, se la vamos a entregar y, con posterioridad a la
conclusión del juicio, va a poder obtener la conclusión de las mismas.
Naftal: Cómo no, gracias.
Dr. Valerga Aráoz: Haga comparecer al próximo testigo, señor secretario. Por
Secretaría haga suscribir esas cartas por la testigo antes de que se retire.