Nocent, Albano José

La Plata, 10 de Mayo de 1999


  

En la ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, a los diez días del mes de mayo de 1999, hallándose reunida la Cámara Federal de Apelaciones del circuito, encontrándose presentes el Señor Presidente, Dr. Alberto Ramón Durán, y los Señores Jueces Carlos Alberto Nogueira, Antonio Pacilio, Leopoldo Héctor Schiffrin y Julio Víctor Reboredo, con la asistencia del Secretario Actuante, y dejándose expresa constancia que también se encuentran presentes el Sr. Fiscal General ante la Cámara, Dr Julio Amancio Piaggio, el Sr Defensor Oficial, Dr Ricardo Alberto González, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, los Dres Elisabeth Rivas, Alicia Peralta y Jaime Glüzmann comparece una persona previamente citada a quien en este acto se la impone por secretaría de las penas con las que la ley castiga el falso testimonio de acuerdo al art. 275 del Código Penal (conforme art. 295 C.P.M.P), quien seguidamente presta legal juramento de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuere preguntado. Interrogado por sus circunstancias personales manifiesta llamarse Albano José Nocent ser de nacionalidad argentino, de 75 años de edad, de estado civil casado, con profesión u ocupación jubilado quien se domicilia en la calle Falcón 24. Bahía Blanca. Prov. de Buenos Aires, acreditando su identidad mediante Documento Nacional de Identidad C.I. 6.816.166, haber nacido el día 5 de febrero de 1924, en Bahía Blanca. Prov. de Buenos Aires, resulta ser hijo de Antonio Nocent y de Francisca Martínez, fallecido - Acto seguido se le entera de las generales de la ley, las que explicadas manifiesta que: le comprenden por ser padre de la causante, y presta juramento de decir verdad. - A continuación se le entera del contenido de esta causa

Sr. PRESIDENTE.- En el día de la fecha usted fue convocado a fines de prestar testimonio de todo lo que supiere respecto a la forma en la que se produce la desaparición de su hija Elsa.

Sr. NOCENT.- Tomo conocimiento de la desaparición de mi hija a través de un anónimo que recibimos en nuestra casa en Bahía Blanca. Ella estaba cursando el cuarto año de Psicología, tenía 21 años. No pudimos conseguir ningún testigo de este hecho. Inmediatamente vinimos a la Plata, conversamos con los compañeros que conocíamos personalmente porque habían venido a mi casa a Bahía Blanca en una ocasión. También tuvimos información a través de un compañero que posteriormente conocimos porque el día 24 de diciembre, vísperas de navidad, dijo que quería reunirse con mi hija y habían quedado en encontrarse en Bahía Blanca para charlar. Cuando recibimos el llamado telefónico nos pusimos en contacto con él y fuimos a conversar. Nos dijo que había visto a mi hija el día 16 de diciembre, que se había encontrado en la calle con ella, por casualidad, en La Plata. Que ella llevaba unos apuntes para devolvérselos a un compañero de estudios y que quedaron que el día 23 se encontraban en la Estación de Ferrocarril en Constitución, para hacer el viaje juntos a Bahía Blanca. El padre trabajaba en una empresa petroquímica en nuestra ciudad. Esta es una prueba de que el 16 de diciembre de 1976 mi hija estaba viva. Posteriormente, infinidad de abeas corpus, de presentaciones: policía, ejército, marina, Aeronáutica, iglesia, organismos internacionales como la ONU, la comisión de derechos humanos (OEA)que vino a Buenos Aires a entrevistarnos. Ese fue un día particularmente doloroso para nosotros, porque ese día el equipo juvenil argentino de fútbol había ganado y pasaban, delante de la cola que estábamos haciendo en la calle Bolívar, las camionetas de la municipalidad gritando: Argentina es derecha y humana, mientras nosotros estábamos padeciendo aquello. No obstante, continuamos haciendo todos los trámites. Acá tengo aproximadamente un detalle de todo lo que hicimos que, como le digo, fueron muchas. Todas sin respuesta o con respuesta negativa: que no se encuentra, que no la tienen, que no saben. Todas esas cosas que se hacían en esos tiempos. A raíz de eso continúa la historia a través de un abogado de Bahía Balnca, el doctor Bertoncello por medio del cual iniciamos un juicio que no sé exactamente cómo se llama, de reparación. Nuestra intención es cobrar ese dinero para dejarlo a nuestros nietos, porque es una cosa larga - están hablando del 2001 -. Queremos que ellos tengan un recuerdo de nuestra hija, su tía. Hace unos días en radio Mitre leyeron un documento y, justamente, estaban entrevistando al general Balza y éste dijo que le parecía auténtico. En ese documento figuraba que mi hija fue apresada, justamente, el 16 de diciembre y, entre otras cosas, menciona algo así como que era de peligrosidad ninguna, nula o mínima. A raíz de eso hicimos ahora, últimamente, también en Bahía Blanca y a través del doctor Bertoncello una presentación ante un juzgado del que no recuerdo exactamente su denominación. En esa presentación pedimos una aclaración, una respuesta también a eso. Eso es todo lo que sé, tal vez mal expresado.

Sr. PRESIDENTE.- Lo entendemos bien. Lamentablemente, en este expediente que nosotros tenemos acá está totalmente desprovisto de cualquier posibilidad de poder arribar a la disposición de que concurran personas a declarar a los fines de poder descubrir cómo se produjo el secuestro de su hija, porque el Tribunal no encuentra, en los dos expedientes que tenemos agregados, persona alguna que haya visto cómo desapareció o con quién habría estado en los últimos momentos. Y en una presentación que hizo usted, que está fechada 26 de marzo de 1979, usted, concretamente dice: “...la nombrada fue aprehendida en la ciudad de La Plata el día 16 de diciembre de 1976 por grupo de personas que prima facie actuaban en ejercicio de alguna forma de autoridad y que ejercían en el momento del secuestro una fuerza material irresistible, situación esta que fue comentada por testigos presenciales que luego se negaron a ratificarlo por temor a represalias...” Yo, lo que quisiera saber es si usted pudiera en este momento darnos los datos identificatorios para poder avanzar el Tribunal respecto de quiénes fueron esos testigos que habrían visto cómo se produjo el secuestro.

Sr. NOCENT.- Lamentablemente, toda esa gente que se arrimó a mi, no los conozco ni los conocía en ese momento. Gente que me dijo: su hija andaba por tal calle y llevaba unos papeles. Creyeron que era algo subversivo o algo así. Pero nos lo dijeron extraoficialmente no fehacientemente. Lo que puedo decir es que mi hija cuidaba una nena de un matrimonio. El trabajaba en la Banda de la Policía provincial y la señora era empleada universitaria o profesora universitaria. Esa mujer, cuando en esta oportunidad vinimos a La Plata porque descubrían una constancia de los chicos desaparecidos en La Plata donde figuraba mi hija también, se nos acercó y nos dijo que estaba dispuesta a declarar lo que pudiera ofrecer..

DR.DURAN.- Usted sabe cómo se llama esa mujer?

SR. NOCENT.- Sí, el nombre, la dirección y el teléfono.

DR. DURAN.- Puede aportar los datos?

SR. NOCENT.- Le advierto que la chica que cuidaba mi hija hoy tiene 27 años y está casada. “Al escuchar la información de Radio Mitre nos llamó Susana Noemí Marcos, que está separada de su esposo anterior y nos dijo que estaba a disposición de la justicia para cualquier información, siendo su actual dirección la calle 519 número 1364 entre 8 y 9, en Ringuelet, La Plata, teléfono 0221 4711302.”.

DR. DURAN.- Después, presente la documentación.

SR. NOCENT.- Tenía interés en ofrecerla. .Esta es una parte de lo que hemos hecho con toda la información que tenemos disponible.

DR. DURAN.- Se lo entrega al secretario con su firma, así el secretario lo certifica y lo agregamos al expediente.

SR. NOCENT.- Perdone la inmodestia, pero están las notas que mi hija tenía en la Universidad en el momento de la desaparición.

DR. DURAN.- Aunque sea extraoficial, ¿ usted no recordará los nombres de esas personas que pueden haber trasmitido eso? A pesar de que sea trabajoso, haciendo memoria, usted quizás lo pudiera recordar, pensando después con más tranquilidad en su casa, y en ese caso enviarnos una nota.

SR. NOCENT.- Procuraré, pero le aseguro que en 23 años he tratado de hacerlo, he tratado de buscar esas personas que me lo dijeron, que no sé, porque también por consolarme...

DR. DURAN.- Eran compañeras de su hija?

SR. NOCENT.- Yo dejo constancia de las compañeras de mi hija. Naturalmente, han pasado tantos años que no sé si vivirán, pero de los cuatro años, tres vivían en el mismo sitio. Sólo el cuarto año andaba con algunos problemas de ubicación...

DR. DURAN.- Tratando de conseguir un departamento aquí en La Plata?

SR. NOCENT.- Sí, porque nosotros teníamos una comunicación medio sui géneris. Nosotros le mandábamos todos los viernes de Bahía Blanca, a la noche, una caja con pollo o torta, comida, dinero y la carta, y ella el lunes o martes contestaba con ea carta amorosa que nos mandaba acusando recibo , agradeciendo qué rico esto, y qué rico lo otro. Esa era la comunicación que tuvimos el último año.

Dra. RIVAS.- Quería preguntarle al señor si conservó el anónimo.

Sr. NOCENT.- Lamentablemente, en ese momento de tanto nerviosismo, tuvimos el anónimo en nuestras manos, pero finalmente no sé qué pasó. El anónimo lo recibimos a través del correo a las 10 y 30 u 11 y 30 de la mañana - pasada la media mañana - y antes de las 12 ya estábamos en viaje en auto para La Plata, de manera que lamentablemente no pudimos conservar el anónimo.

Dra. RIVAS.- Qué característica tenía?

Sr. NOCENT.- Nos decía que “la gordi”, como cariñosamente la llamábamos, “hacía varios días que no la veíamos, y sospechamos que ha sido sacada o detenida”. Así que al recibir una cosa de esas, usted se imagina cómo estábamos.

Dra. RIVAS.- Por los testigos que usted dice que se acercaron, ¿pudo saber donde fue? ¿Fue en la calle?.

Sr. NOCENT.- Tenemos la convicción de que fue en la calle. Dónde y cuándo, no.

Dra. RIVAS.- ¿Qué calle tampoco, verdad?

Sr. NOCENT.- Tampoco. Lo único que sabemos era que iba a devolver un apunte a un chico. Había quedado en encontrarse con él para entregarle los apuntes. El muchacho se llamaba Eduardo Laporte, pero nunca llegó a su casa. Fuimos a casa de él a preguntar - en ese momento no se encontraba - pero nos aseguró su madre que no había ido hace varios días, pero que conocían bien a nuestra hija.

Dra. RIVAS.- ¿Usted no sabe si ella vivía sola o con otras personas?.

Sr. NOCENT.- Como dije antes, a través de la comunicación que teníamos, no estoy seguro. Ahora que recuerdo, aproximadamente por noviembre, mi esposa fue a su casa con mi hijo, que en ese momento tenía 12 ó 13 años, y estuvieron en una casa. Lamentablemente, mi señora, por la emoción de ver a la hija, no tuvo en cuenta los detalles del lugar. Recuerdo que luego anduvimos recorriendo, seguimos colectivo tras colectivo, pero no pudimos ubicar la casa donde estuvo. Mi señora y mi hijo pararon esa noche en esa casa.

Dra. RIVAS.- ¿La encomienda que ustedes enviaban iba a alguna dirección?.

Sr. NOCENT.- La encomienda nosotros la enviamos el viernes a la tardecita desde Bahía Blanca en un colectivo que llegaba a La Plata el sábado a la mañana. Ella tenía clases los sábados temprano y cuando salía de la facultad iba a retirar la encomienda.

Dr. DURÁN.- Con las averiguaciones que hizo usted posteriores a la desaparición de su hija, ¿nunca recibió información sobre dónde pudo haber estado ella privada de la libertad?

SR. NOCENT.- No.

Sr. PRESIDENTE.- ¿En alguna comisaría o destacamento?

Sr. NOCENT.-Como lo comentaba con el padre de la chica que cuidaba con mi hija, era músico de la policía provincial, y al primer lugar que recurrimos fue a la casa de ella. A la señora no la vimos y le pedimos que nos acompañara porque ni siquiera sabia dónde quedaba una cosa u otra . Yo lo llevé y fuimos a la central de policía y él bajó, entró, estuvo un rato, yo lo esperé un rato y cuando volvió me dijo: “ me dijo la secretaria que me parece que la tenemos pero que mañana volvamos”. Al día siguiente cuando volvimos fue otra vez y le dijeron que no era Nocent sino Nocelli. Desfiguraron el apellido y esa era toda la información. Salvo otro anónimo extorsivo que en ese tiempo en Bahía Blanca era muy común, no sé si en otro lado también. Nos presentamos en el batallón de comunicaciones 181 y el anónimo decía que nos teníamos que encontrar hasta 4 días después en una plaza de La Plata, que no recuerdo específicamente cómo se llamaba, con 20 mil pesos porque teníamos que sacar a su hija que está metida en un problema. No vinimos porque yo sospechaba que era una sacada de dinero de alguien que andaba por ahí.En ese tiempo en Bahía Blanca había un mayor llamado Delmé que atendía a todos los familiares que tenían reclamos por la desaparición de hijos. Y ese mayor nos dijo que no tenía ningún resultado.

Sr. PRESIDENTE.- El doctor Schiffrin quiere hacerle una pregunta.

DR. SCHIFFRIN.- Señor Nocent: el día de hoy está citado Monseñor Graselli que era un sacerdote de la marina.

SR. NOCENT.- Lo conozco.

DR. SCHIFFRIN.- Por eso quería preguntarle si le pidió alguna información a él.

SR. NOCENT.- Lo conocemos con mi mujer porque cuando le dijimos el nombre sacó un fichero que tenía y empezó a buscar. Ahí tenía los datos..

DR. SCHIFFRIN.- Qué información le dio?

SR. NOCENT.- No me dijo nada.

DR. SCHIFFRIN.- Lo tenía en el fichero?

SR. NOCENT.- Sí.

DR. SCHIFFRIN.- En torno a la noticia periodística, usted tuvo alguna oportunidad de ver el documento que fue leído por radio ?

SR. NOCENT.- Cuando escuchamos la noticia nos comunicamos con la radio, con Ibarra, y le dijimos que nos mandara una fotocopia. Nos mandó un fax y lo acompañó con un recorte del diario La Nación que está muy buena donde se desmenuza toda la información que andaba por ahí.

SRA. RIVAS.- El señor ofrece como testigo a la señora Susana Marcos. En conversaciones con ella qué le dijo que estaría dispuesta a declarar en este Tribunal?

SR. NOCENT.- En cuanto a la desaparición, ella no dice nada. Fue testigo del comportamiento de una chica que estuvo por allí durante mucho tiempo, de su comportamiento. Yo pienso que sobre eso se basa su declaración.

DR. SCHIFFRIN.- Con respecto al señor Roberto Tamburelli, que era esposo de esta señora, que era policía, ¿vive?

SR NOCENT.- No sé, no tuve ninguna relación, tampoco con la madre que vino a conocernos. Fue durante un homenaje o recuerdo que se hizo a los desaparecidos en la Universidad donde estaba estudiando mi hija. Preguntó quiénes éramos nosotros y se acercó y allí la conocimos. El señor Tamburelli - que no sé qué grado de policía tenía - era músico y con él tuvimos dos entrevistas. Cuando fuimos la primera vez a la casa, que él nos llevó, nos volvió a decir...

DR. SCHIFRIN.- ¿Tiene usted la dirección de esa persona?

SR. NOCENT.- No, señor. Lamentablemente para mí se divorciaron.

SR. PRESIDENTE.- Señor Nocent, le agradecemos mucho su presencia.

SR. NOCENT.- Al contrario, yo agradezco enormemente a ustedes esta oportunidad después de tantos años de sufrimiento. Que no tiene nada más que agregar con lo que se da por finalizado el acto, previa e íntegra lectura que por secretaria dio de la presente, ratificándola en un todo por ser el fiel reflejo de sus dichos, luego del Sr Presidente, Dr Alberto Ramón Durán y los Señores Jueces Antonio Pacilio, Julio Víctor Reboredo, Carlos Alberto Nogueira y Leopoldo Héctor Schiffrin; al igual que los demás intervinientes en el acto y mencionados al comienzo de ésta y por ante mí, de lo que doy fe.-