Gelatti de Nocent, Elsa Rosa

La Plata, 10 de Mayo de 1999


  

En la ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, a los diez días del mes de mayo de 1999, hallándose reunida la Cámara Federal de Apelaciones del circuito, encontrándose presentes el Señor Presidente, Dr. Alberto Ramón Durán, y los Señores Jueces Carlos Alberto Nogueira, Antonio Pacilio, Leopoldo Héctor Schiffrin y Julio Víctor Reboredo, con la asistencia del Secretario Actuante, y dejándose expresa constancia que también se encuentran presentes el Sr. Fiscal General ante la Cámara, Dr Julio Amancio Piaggio, el Sr Defensor Oficial, Dr Ricardo Alberto González, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, los Dres Elisabeth Rivas, Marta Vedio y Elizabeth Torres, comparece una persona previamente citada a quien en este acto se la impone por secretaría de las penas con las que la ley castiga el falso testimonio de acuerdo al art. 275 del Código Penal (conforme art. 295 C.P.M.P), quien seguidamente presta legal juramento de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuere preguntado. Interrogado por sus circunstancias personales manifiesta llamarse Elsa Rosa Gelatti de Nocent ser de nacionalidad argentina , de 68 años de edad, de estado civil casada, con profesión u ocupación ama de casa, quien se domicilia en la calle Falcón 24. Bahía Blanca. Prov. de Buenos Aires, acreditando su identidad mediante C. I: 10.736.471, haber nacido el día 29 de diciembre de 1930 ,en Bahía Blanca. Prov. de Buenos Aires, resulta ser hijo de Constantino Gelatti (fallecido) y Adelaida Copreni (fallecida). - Acto seguido se le entera de las generales de la ley, las que explicadas manifiesta que: le comprenden por ser madre de la causante, y presta juramento de decir verdad. - A continuación se le entera del contenido de esta causa

Sr. PRESIDENTE.- Comenzaremos cuando se encuentre en condiciones de poder

responder.

Sra.NOCENT.- Después de tantos años de lucha esto es volver otra vez a empezar, pero un hijo vale esto y mucho más. Cuando usted guste comenzamos.

Sr. PRESIDENTE.- Cuando usted pueda.

Sra.NOCENT.- Mi esposo le contó cómo fue todo. Estábamos preparándonos para navidad. Yo estaba pintando la cocina. El cartero tiró una carta que no tenía remitente. Yo la abrí enseguida y cuando vi lo que decía enseguida busqué a mi esposo.Mi hermano nos prestó un auto y nos venimos. Dejamos a nuestro hijo con un hermano de mi esposo y a las 7 de la tarde estábamos acá. Ya empezaban los feriados. En La Plata no había gente. Fuimos a la casa de Lía Mostajo una chica con la cual estudiaba mi hija quien nos dijo que no se presentó a rendir en ninguna de las dos fechas,ni el 19 ni el 21. Mi hija nunca tuvo que rendir una materia dos veces. Tenía ocho de promedio aún estando sola aquí, lo cual es muy difícil. Ella se dedicó siempre a estudiar. Vino aquí a los diecisiete años con los títulos de profesora de dibujo y de inglés. Siempre fue igual, muy estudiosa. Cuando vimos a esa chica nos dijo que no sabía nada. Ella no se animó a escribir, no sabíamos quién había sido. Era una carta sin remitente. Luego vinieron otras chicas.

Sr. PRESIDENTE.- Me puede repetir el nombre?

Sra.NOCENT.-Lía Mostajo.

Sr. PRESIDENTE.- Cuál era su domicilio?

Sra.NOCENT.- Calle 42 número 306. El teléfono de aquel entonces era 4-4638. Durante cuatro años estudiaron juntas. También estaban Eduardo Laporte, domiciliado en 80 Nº 861 y medio, sexto L, teléfono 3-5540, de La Plata. También había otra chica de Necochea, Estela Aristegui, domiciliada en 68 número 3124 de esa ciudad .No tengo el teléfono. Fuimos a Necochea a verla.

Sr. PRESIDENTE.- Los anteriores domicilios son de La Plata?

Sra.NOCENT.- Sí. Pero el último es de Necochea .Nosotros, en seguida, cuando vinimos estuvimos con los compañeros, menos con la de Necochea que se había ido. Nosotros vinimos en noviembre y nos podrían haber llevado a nosotros también. El papel decía que la levanten con quien se encuentre. Yo estuve en la casa de la señora Susana, y ella estaba trabajando.

Sr. PRESIDENTE.- Perdón, ¿a qué papel se refiere?

Sra. NOCENT.- A la orden que salió ahora, que apareció el martes pasado.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Nos puede explicar?.

Sra. NOCENT.- Sí, perdón. Me refiero a ese papel que salió del Ejército, que dice que “sea llevada con quien se encuentre”, o sea que si en ese momento estaba yo, con mi hijo, nos podían haber llevado a los tres, y entonces no estaría acá. Mi hija llevó a mi hijo, que era chico, a la universidad, a una clase que tenía mientras yo iba a la casa donde ella estuvo tres años. Ella tuvo que salir de esa casa porque la dueña necesitaba la casa para una hermana que estaba muy mal, y ese era el único lugar que tenía. Había lugar para ella sola, y por eso estuvo a la deriva, primero en una pensión con dos chicas y después en otra pensión con otras dos chicas. Ella buscaba en cualquier lado, con tal de que fuera económico. Entonces yo estuve con mi hijo, y una de las chicas me dejó la cama para que durmiera con mi hijo, pero nos volvimos después porque ella tenía clase . Yo vine porque quería verla, hacía un mes y medio que no venía a Bahia Blanca y teníamos ganas de verla. Después, en diciembre, pasó esto, y a partir de es empezó nuestro calvario. Nos dijeron que sería bueno hacer un habeas corpus, pero nosotros no sabíamos qué era un habeas corpus. Un único juzgado, de los tantos en que presentamos habeas corpus, nos lo aceptó. Hicimos muchos, y nadie nos contestó nada. La verdad es que esto es lamentable. Mi hijo padeció, porque eran muy amigos con la hermana, muy compañeros, tenían siete años de diferencia, y era un poco madre, hermana y amiga. Creo que han fumado el primer cigarrillo los dos juntos, y tal es así que después de que sucedió esto mi hijo no hablaba nada de su hermana. Me dolía que no la nombrara, y un día le encontré en la mesita de luz las cartas que le enviaba la hermana. Ellos tenían una comunicación top secret, se escribían en inglés para que nosotros no nos enteráramos, y ahí nos dimos cuenta de lo que estaba sufriendo. Como hija, como hermana, como amiga, tiene un recuerdo que es imborrable, y estamos orgullosos porque como hija fue un ejemplo, como hermana, como amiga, como estudiante, como todo, como todos los chicos a los que se llevaron. Se han llevado lo mejor. Queremos que esto no quede en el olvido, que se sepa quiénes son los culpables. Queremos saber qué ha sido de ella, a ver qué pasó, qué le han hecho..

Sr. PRESIDENTE.- ¿Al igual que su esposo, usted no tiene algún conocimiento respecto de las manifestaciones que pudieron recoger en ese largo vía crucis que han recorrido, que alguien le haya indicado algo, alguien que la haya visto detenida en algún lugar, o respecto del lugar en donde fue secuestrada, o en qué momento, o de alguien que haya visto la forma en que la secuestraron?

Sra. NOCENT.- No.

Sr. PRESIDENTE.- Alguien que haya visto la forma en que la secuestraron?

Sra. NOCENT.- El último que la vio fue Daniel Goicochea, al que ella conoció porque era presidente de INTERAC y tenían intercambios y reuniones. El chico era de Campana y fue a Bahía Blanca y se conocieron. Cuando vino a estudiar a La Plata se encontró con él, que estudiaba Ingeniería o Arquitectura, y no se veían, pero sí se veían para viajar. Como mi esposo trabajó en el Ferrocarril tenía pase gratis, pero cada tres meses tenía que presentar un recibo en el que constara que venía a la Universidad.. Se encontraban en el colectivo porque él iba a ver a sus padres y ese día se encontraron en la calle y él le dijo “¿por qué no pasás a tomar un café y charlamos?” para ver cuándo viajaba a Bahía. Ella le dijo “tengo que rendir el 17 y el 19 y no sé a qué hora salgo”. Quedaron en encontrarse en el tren, pero no fue. El día 25, para Navidad, él llamó para encontrarse con ella, así que no sabía nada, y yo le dije “¿no podrías venirte para casa?” Me contestó que sí y que sabía la dirección. Vino, y cuando le dijimos lo que había pasado se puso a llorar, porque no sabía nada. Ella estuvo con él charlando y después se fue a darle unos apuntes a Eduardo, porque ya había rendido, y él se iba a la Universidad. La última carta que ella nos mandó desde la casa de Muriel, la nenita que cuidaba, es del día 14. Nosotros la tenemos y la hemos presentado. O sea que ese día estaba, y por eso decimos que si el 14 la escribió, el 15 la mandó, pero el 17 no se presentó a rendir, entonces la levantaron el 16. Según dicen muchos el día 16 hubo una redada muy grande en La Plata y se llevaron un montón de gente, pero nosotros no estábamos acá y no sé si fue cierto. El señor Tamborelli vive. La señora Susana me habló el martes pasado cuando sintió en Radio Mitre que decían el nombre de nuestra hija y me habló por teléfono para decir que si necesitaba cualquier cosa estaba dispuesta a declarar sobre el comportamiento de nuestra hija y me contó que su esposo estaba muy afligido. Ella vive en Ringuelet y creo que él también vive allí.

Sr. PRESIDENTE.- ¿El domicilio del señor?

Sra. NOCENT.- Creo que el esposo vive ahí pero no con ella porque están separados. El domicilio es calle 519 número 1364, entre 8 y 9, Ringuelet. El teléfono es 711302

Dr. PIAGGIO.- Quisiera que se le pregunte a la señora si recuerda el nombre de los compañeros que convivían con su hija y si en alguna oportunidad tuvo ocasión de hablar con ellos. Si le dijeron si la estaban buscando o si vieron alguna cuestión anormal.

Sra. NOCENT.- Si. Nosotros les preguntamos. No militaba en ningún partido aunque esto igual no hubiera sido motivo para que se la llevaran. Nosotros fuimos a la casa de los tres chicos. Fuimos hasta Necochea también. Creo que la hermana de este chico de Necochea desapareció no sé si 4 o 6 meses después que mi hija. Nosotros lo descubrimos cuando fuimos a la Facultad de Humanidades porque estaba el nombre de ella, no sabíamos que había desaparecido. Estos chicos Lía, Eduardo, Estela y mi hija, estudiaron los 4 años juntos. Incluso Lía y Eduardo han venido a Bahía Blanca, han estado en casa. Durante tres años mi hija vivió en la calle 6 número 667 o 665, no recuerdo de la señora Palmira Maestroli o Maestrucci no recuerdo. No sé si vive todavía, era una mujer de unos sesenta años. Ahí la dejamos a mi hija, vinimos con mi esposo a La Plata y ahí la dejamos. Después a raíz de que se murió el cuñado de esta señora, no tenía lugar para ella. Tal es así que esta señora era modista y no le permitía ni que estudiara ningún chico. Ella iba a la casa de los chicos a estudiar, por eso es que siempre estuve muy agradecida con los padres, para mi que le dieran un café a mi hija, que estuviera en la casa, era muy valioso. Tenía un comportamiento muy familiar. Como tenía el pase en el tren, a veces se venía a casa el sábado y domingo.

Dr. PIAGGIO.- Señora, mis preguntas no están dirigidas a juzgar las actividades de su hija. Más allá de la referencia que hizo de la hermana de Estela Aristeguy que había desaparecido, sabe si había alguien más desaparecido del grupo.

Sra. NOCENT.- No, que yo sepa.

Dra. RIVAS.- Sobre el anónimo que recibieron, ¿el matasellos identificaba el origen de donde había sido enviado?

Sra. NOCENT.- En ese momento abrí la carta, salimos en el auto. Lloré todo el viaje.

Fuimos a la casa de Lía, a la de Eduardo, al Juzgado, a la Comisaría. Recorrimos por todos lados. No sabemos qué fue de esa carta. Honestamente no sé . Mi hermano conocía al Comisario Trujillo que vivía en Bahía Blanca y él nos recibió, le llevamos el anónimo y el nos dijo que no era nada serio, que podía ser gente que sabía que la habían detenido y aprovecharon la situación. Incluso vinimos a verlo acá a La Plata porque él también estaba acá y nos dijo que no sabía nada. Fue un misterio.

Sr. PRESIDENTE.- El tribunal le agradece mucho su testimonio. De cualquier forma si usted recordara algo más, le pediría que escribiera una carta dirigida al Tribunal y la incorporamos al proceso.

Dra. RIVAS.- ¿La señora podría tener una foto de su hija?

Sr. PRESIDENTE.- ¿Tendrá usted una fotografía de su hija?

Sra. NOCET.- Sí, la trajo mi esposo. El secretario me dijo que íbamos a hacer una fotocopia porque es un retrato muy grande.¿Qué más me preguntó?

Sr. PRESIDENTE.- Por la ficha dental.

Sra. NOCET.- Mi hija, por esa época hicieron un rally, y ella se sacó un diente en forma íntegra subiendo unas escaleras. Entonces, fuimos al Hospital Ferroviario, donde la atendió el doctor Valerga. Por lo tanto, ficha ha tenido. El problema es que ese médico falleció hace muchos años y el Hospital Ferroviario hoy es la Asociación Médica. No creo que allí esté la ficha. Sin embargo, a mi me dijeron que en la Universidad hay fichas dentales. Pero eso no lo sé porque nunca pregunté.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Ella se hacía atender en la Universidad?

Sra. NOCET.- No creo porque ella se atendía en Bahía Blanca, y éso hacía poco que se lo habían hecho. Que no tiene nada más que agregar con lo que se da por finalizado el acto, previa e íntegra lectura que por secretaria dio de la presente, ratificándola en un todo por ser el fiel reflejo de sus dichos, luego del Sr Presidente, Dr Alberto Ramón Durán y los Señores Jueces Antonio Pacilio, Julio Víctor Reboredo, Carlos Alberto Nogueira y Leopoldo Héctor Schiffrin; al igual que los demás intervinientes en el acto y mencionados al comienzo de ésta y por ante mí, de lo que doy fe.-