Pavón de Grinspon, Elsa Beatriz
Buenos Aires, 5 de
Septiembre de 2001
(Comisión Israelí por los Desaparecidos Judíos en Argentina)
Testimonio sobre el secuestro y desaparición de Mónica Sofía Grinspon de Logares, Claudio Ernesto Logares, y Paula Eva Logares
- Elsa: Nombre de mi hija: Mónica Sofía Grinspon de Logares.
Mi yerno: Claudio Ernesto Logares. Fueron secuestrados con su hija de 23 meses.
La niña es de nombre Paula Eva Logares tenía 23 meses, los tres fueron
secuestrados en la ciudad de Montevideo, Uruguay. Estaban residiendo allá,
faltaba pocos días para cumplir un año, se habían ido del país porque estaban
siendo perseguidos. Los dos eran militantes de la juventud peronista y fueron
secuestrados en las calles de Montevideo, el día 18 de mayo de 1978 a las tres
de la tarde, pasando de un ómnibus a otro porque iban a llevar a la nena a
parque Rodó. A mí me avisaron que fueron secuestrados diez días después.
- Pinjas Avivi: ¿Quién le avisó?
- Elsa: Primero a mí me avisó mi [otra] hija, pero a ella le habían avisado al
otro día del secuestro, o sea a ella le avisaron el 19 de mayo, y al papá de
Guillermo. Los dos se trasladaron a Uruguay para buscarlos y fue infructuosa la
búsqueda, con lo cual volvieron a Buenos Aires y me avisaron. Allí comienza mi
búsqueda personal, en un principio fue muy difícil, porque habían desaparecido
en otro país, habían salido de Argentina legalmente, estaban haciendo los
trámites de radicación en Uruguay, de hecho la nena tenía la residencia cuando
desaparecieron, no así los adultos porque tenían que hacer un depósito de
dinero. Yo me traslado, llevo cartas de distintas personalidades de Argentina,
sobre todo eclesiásticas, e inicio la búsqueda infructuosa por cierto, sobre
todo la búsqueda de la nena, pensando que si encontraba la nena, era una forma
de encontrar a los adultos. Este pensamiento fue el producto de lo que yo
encontraba como respuesta cuando yo iba a hablar a los distintos lugares. Esto
quiere decir que cuando hablaba de los adultos era generalmente maltratada y
cuando hablaba de la nena, de repente se me abrían puertas para ver en los
distintos lugares en donde ellos tenían niños. Estuve un mes casi en Uruguay,
cuando había una respuesta era: “No, no, acá no fueron detenidos”. En algún
momento alguien me dijo, no me acuerdo quién, que a lo mejor habían sido
detenidos por el momento del mundial que en ese momento se hacía en Argentina.
En aquella época era tan inocente que me quedé quieta unos días. Volví a la
Argentina, y empecé la búsqueda acá pensando que los habían traído para acá, y
que a la nena la habrían dejado en algún colegio en la frontera, no sé lo que
pensé pero era muy loco. Buscando por todos los lugares imaginables ya
centralizando la búsqueda en la nena, siempre pensando que si encontraba a la
nena encontraba a los adultos, empecé a recorrer los juzgados, hospitales,
lugares donde había chicos, colegios, o ama de cría, pensando que la nena era
chiquita, no sé lo que pensé. En uno de esos juzgados de La Plata conocí a un
grupo de cinco señoras que justamente tenían audiencia y estaban esperando
hablar con un juez de menores. Bueno cuando me vieron se acercaron, en aquel
momento creo que hoy todavía tenemos una relación especial con todos los
familiares de desaparecidos. Se me acercaron y me preguntaron qué me pasaba, y
si me podían ayudar, le expliqué lo que me pasaba y me dijeron que ellas también
tenían el mismo problema y que tenían una audiencia si me quería unir a ellas.
Les dije que sí, les agradecí, y me uní a ellas, en aquel momento era la
incipiente de Abuelas de Plaza de Mayo, ellas eran doce, yo soy la número trece.
Ahí comenzó una búsqueda en conjunto, en ese momento se estaban empezando a
conectar ellas con el mundo con respecto a este tema, así que siguió la
búsqueda, fui a todos los lugares que pude y con respecto a los tres acá en
Argentina, pero insisto, la búsqueda se centralizó en la nena porque así se dio.
La nena la encuentro primero en el año 1980, me hacen llegar unas fotografías
vía Brasil preguntando a la institución Abuelas de Plaza de Mayo si esa era
alguna de las nenas que estábamos buscando. La presidenta en ese momento, la
señora de Mariani la reconoce y me acerco donde tenía la dirección que era cerca
de Palermo. Alcancé a verla una sola vez, no sé si se dieron cuenta de que los
estábamos siguiendo o si se mudaban por una cuestión personal de la familia que
la tenía. La cuestión es que se me volvió a perder, y la vuelvo a reencontrar en
el año 1983, cuando se abre la posibilidad de poner fotos en distintos medios,
revistas, murales callejeros, más todas las que andaban por el mundo desde el
año 1978. En esa primera puesta más o menos diez fotos, aparecen unos cuatro o
cinco chicos entre ellas la denuncia de Paula, y la foto. Un vecino del edificio
llama y avisa que la nena que estábamos buscando estaba en tal lugar. Era Fraga
488 a dos cuadras de Chacarita, ellos habían visto el mural en Chacarita porque
los habíamos puesto en los lugares mas visibles pensando en los lugares de más
movimiento de gente. Bueno ahí comienza una dura lucha, primero verla,
reconocerla, la reconozco porque es increíblemente parecida a su madre con lo
cual volví a ver a mi hija de cinco años parada en la puerta de una casa en la
calle.
Cuando empezamos con Abuelas a hacer la investigación de quién era la persona
que la tenía, porque no teníamos idea quién era, ni sabíamos cómo se llamaba
siquiera, estábamos en terreno enemigo buscando datos. Conseguimos ir armando
despacito la historia, yo vivía en ese momento en Banfield, es una localidad que
dista de donde estaba viviendo la nena, más o menos una hora de viaje, de allá
venía todos los días a hacer las compras en los alrededores de la casa de la
nena. Con la intención de mimetizarme en el barrio y no llamar la atención con
mi presencia y poder verla sin llamar la atención. Después fui a buscarla a la
escuela, con lo cual pude armar la historia y lo increíble de esto es que nos
faltaba el nombre de ella, no sabíamos el nombre que le habían puesto Paula o
Paola, y no sabíamos el apellido, no sabíamos el nombre del apropiador. Uno no
puede ir a la justicia y decirle esa nena que está allí es mía, teníamos que
juntar pruebas. Habíamos armado todo, pero nos faltaban esos dos nombres, el de
la nena y el del apropiador, yo ya después de verla tantas veces no me animaba a
hablarle. Yo tengo una estructura que cuando estoy muy impresionada si hablo me
desmorono, mientras estoy callada todo está bien, parezco de piedra, y esto no
podía hacerlo frente a la nena, así que una de mis hijas decidió que se iba a
acercar a ella, y se lo iba a preguntar directamente a la nena. Y decía lo
increíble, porque Silvia, mi hija se puso a la par de Paula. Paula tenía que
caminar un cuarto de cuadra para llegar hasta el ómnibus, y en ese momento tenía
siete años y medio, y le pregunta sin mirarla, mirando al frente, cómo te llamas
y cómo se llama tu papá y Paula mirando al frente y casi sin gesticular le
contesta las dos cosas, con lo cual cada una siguió su camino y nadie se dio
cuenta de que habían hablado. Ahí se cerró la investigación, cuando la
reencontramos a Paula era fines de julio del 1983 y cuando yo decido no buscar
más, no hago más nada, era comienzo de octubre del 1983.
- Pinjas: ¿Qué quiere decir no hago más nada?
- Elsa: Que yo quería que las abogadas de Abuelas hicieran la denuncia, y que
fuese un juez que me permitiese verla. Todo esto es fácil de contar hoy, pero es
muy duro vivirlo, aparte como yo le dije una vez al juez: yo soy abuela de Plaza
de Mayo, pero tengo casa y familia, y yo andaba buscando a la nena, yo había
hablado con mi marido y le había dicho que no volvía plenamente a casa hasta que
no llevara a la nena, que si se me perdía, se me perdía peleando pero que no
quería perderla por no haber hecho lo suficiente. Mi marido era un hombre que
estaba bastante enfermo, tanto es así que él muere tres meses después que
recuperamos la nena. Las abogadas me entretienen sabiamente hasta el cambio de
gobierno que fue el 13 de diciembre de 1983. Si bien es cierto que ya estaba en
época electoral que había una apertura bastante interesante, no nos olvidábamos
que estábamos todavía bajo el gobierno militar. La denuncia de este secuestro se
hace el 13 de diciembre de 1983, primer día hábil de la democracia. Alfonsín
asume el 10 de diciembre y después es sábado y domingo con lo cual el lunes
cuando abre tribunales a las siete de la mañana estábamos con la presidenta de
Abuelas, dos abogadas y yo presentando la denuncia. Fue difícil que el juez nos
escuchara pero fue tanta la insistencia de la señora de Mariani que a las 13
horas logramos que diera la orden a la policía que hiciera el allanamiento en la
casa donde estaba la nena. Allá nos trasladamos, la secretaria de Abuelas y yo,
a ver qué pasaba, nuestro miedo era de que se llevaran a la nena. Bueno se hizo
el allanamiento y después nos enteramos que este hombre había presentado
documentación como que la nena era su hija, con lo cual la nena quedó a su
cargo. Bueno ahí empieza una larga lucha judicial, en ese momento todavía no
estaban los análisis de índices de abuelidad, con lo cual había que demostrar
con lo que uno tenía que lo que uno decía era cierto. Yo presenté fotografías
familiares, lo que había logrado armar de la historia, testigos del edificio que
no estaban de acuerdo con que este hombre tuviese a la nena porque decían que la
relación que él tenía con la nena era perversa, pensaban que, fuese quien fuese
la familia, era más sana para el futuro de la nena regresar a su familia. En ese
momento los análisis que se hacían de exclusión a la paternidad, o sea, una
señora decía que tal señor es el papá de su hijo por medio de los análisis se
podía decir sí o no. Después de mucho pelear le hacen los análisis, se le saca
radiografías y revisación dental para decir la edad, porque a todo esto lo que
yo no dije es que a mí me extrañó cuando la vi con delantal de preescolar,
cuando ella tenía que estar yendo a escuela primaria. Cuando este señor presenta
los documentos la había inscripto dos años menor, o sea prácticamente le había
borrado lo que la nena tenía de vida cuando la tomó, entonces estaba la
controversia de edad que decíamos las dos. Se hacen los análisis y dan tan
exactos como que era hija de él, que con el mínimo sentido común se podía dar
cuenta que eso no era cierto. No hay dos formas exactas, todos tenemos
componentes maternos y paternos y acá la mamá no existía era todo él, y las
radiografías daban la edad que él decía. La edad dental daba intermedia, en ese
momento conjuntamente Abuelas estaba trabajando en Estados Unidos, y en Francia
por la identificación por índice de abuelidad, un sistema parecido que se usa
para trasplantes, y acá teníamos que buscar la identidad del chico cuestionado
en ausencia de papá y mamá, esto quiere decir que había que armar el mapa
genético de las dos familias, y en base a eso armar el mapa genético del chico,
que es el índice de inclusión. Nos quedamos en Abuelas muy asombradas debido a
qué pasaba con esto, porque se sabía que no eran ciertos esos análisis pero no
se estaba haciendo en el mismo juzgado. Los médicos de Abuelas empiezan a
investigar antecedentes con respecto a la estructura ósea que era menor que la
que yo decía, y se encuentran en los libros de la guerra en Europa que los niños
al ser arrancados de los brazos de su madre muchas veces detenían su
crecimiento. Después cuando recuperamos la nena lo pudimos probar porque cuando
yo la llevo a casa a la semana saco radiografías nuevamente, y dan lo que decían
los médicos forenses y al año volvemos a sacar radiografías y desarrolló la
estructura ósea de acuerdo a su edad, y casi se pasó. Esto confirma lo que
decían los libros. Con la pelea de hacer los análisis ahora ya con el índice de
abuelidad, creo que había que hacer la ley y una serie de cosas jurídicas para
que fuesen válidos jurídicamente.
- Pinjas: Dado que afortunadamente encontró a la nena y además leímos sobre el
caso tenemos información escrita sobre eso, nos gustaría ahondar un poco más en
la investigación de qué es lo que pasó con su hija, porque en esto sí podamos a
ayudar en algo.
- Elsa: Bueno, las dos cosas se unen en este sentido. Cuando yo encontré a Paula
la encontré en manos de un subcomisario de nombre Rubén Luis Lavallén, que era
jefe del campo de concentración de la Brigada de San Justo, yo esto en principio
no lo supe, hasta que un día la señora de Mariani va a Canadá y se contacta con
exiliados argentinos y hay una ex detenida desaparecida liberada, que recuerda
haber visto a la mamá de Paula. Le pedimos que venga y declare, ella viene y
declara en ese momento la causa 13, la causa de Camps y declara en la causa de
Paula también. La causa de Paula estaba muy adelantada en ese momento, inclusive
ya la habíamos recuperado y ahí es la primer noticia que yo tengo de mi hija y
de mi yerno. En ese momento cuando yo hago toda la tramitación por Paula a mí no
se me permite hablar de los papás, estábamos en otro tiempo político con lo cual
era muy duro porque era como que Paula hubiese nacido espontáneamente. Cuando
aparece este testimonio, es lo primero que tengo con respecto a los adultos.
Termino con la nena. La nena yo la recupero el día 13 de diciembre de 1984, es
una dura batalla legal de casi doce años para poder poner todos los papeles de
Paula en orden. Pero en el medio de todo eso también está la primer pista de los
papás. Para mí era difícil trabajar por todos juntos, hace un momento les dije
que mi esposo falleció menos de tres meses después de recuperar a Paula con lo
cual yo me quedé sola con la nena y fue duro y difícil sostenerme yo y
sostenerla a ella. Esto quiere decir que tampoco tenía demasiada fuerza para
buscar puntualmente mas allá de que tampoco había demasiadas posibilidades. Hace
cuatro años empiezo la búsqueda más intensa de ellos porque me lo permite el
medio, y los veinte años de Paula. En medio de todo esto quise que Paula
conociese un poco la historia de su mamá con lo cual ella viajó a Israel con el
plan Tapuz cuando tenía diecisiete años y esto abrió bastante su mente como para
empezar a compartir otras cosas y me liberó a mí un poco. Cuando empiezo la
búsqueda de los papás de Paula, lo único que tengo es este testimonio, el
testimonio de la señora de Corro dice que a mediado de junio de 1978 ella habló
con mi hija por medio de señas con una pared intermedia entre calabozos y que
Mónica le dice que estaba muy preocupada porque tenía una hija de dos años que
no sabía nada de ella. Al mismo tiempo le dice que ellos venían de la brigada de
San Justo y esto sucedía en la brigada de Banfield, en el Pozo de Banfield, y
que estaban desmantelando la brigada de San Justo, que la estaban pintando y que
habían trasladado todos los desaparecidos para distintos campos. La señora
Adriana Chamorro de Corro me dice que fueron trasladados, lo que se llamaba
“traslados” al sur a fines de junio de 1978, esto tiene que ver con el
comentario que les había hecho antes que uno era tan inocente que se quedaba
tranquilo esperando que termine el mundial a fines de junio. A partir de eso
puedo reconstruir un poco la historia, pensando que si el apropiador del Paula,
Lavallén era jefe de campo, él les sacó la nena de los brazos a los padres y que
él conocía el destino de los padres de Paula. Nunca me quedó claro si él hizo el
operativo o si la tomó cuando llegaron a la brigada.
- Pinjas: ¿En algún momento desde entonces hasta hoy el apropiador fue
interrogado o investigado?
- Elsa: Por eso marco las diferencias entre los años 1983 y 1984 con estos tres
cuatro años donde aparecen los Juicios por la Verdad, y hay distintos lugares
donde uno puede seguir reclamando.
- Pinjas: ¿Usted presentó últimamente un pedido?
- Elsa: Pedido no, yo tengo iniciados cuatro juicios, uno por Plan Cóndor que
sería el secuestro de los dos, el otro por el juicio contra el indulto, con la
idea de que el indulto es hasta el momento hasta el cual es decretado el
indulto.
- Pinjas: ¿Pero no hay indulto para los apropiadores?
- Elsa: No, por el tema de la apropiación fue condenado a tres años que no sé si
los cumplió, pero el tema del indulto es por los adultos. La idea que el indulto
es hasta el día 4 de enero, pero el 5 de enero el delito se sigue cometiendo
porque no hay persona ni cadáver, no hay respuesta, entonces al estar la misma
figura del desaparecido el delito continúa.
- Pinjas: ¿Dónde están realizando este juicio?
- Elsa: Yo creo que se los puse en el expediente, el juicio contra el indulto
está en el juzgado del Dr. Literas que no recuerdo cuál es, en Capital Federal,
Buenos Aires.
- Pinjas: Hoy la comisión va a ir a ver al juez Cavallo, así que van a preguntar
ahí también al respecto.
- Elsa: Por lo menos el juicio que estamos siguiendo nosotros que somos un grupo
de personas no está con Cavallo, y después está el juicio Plan Cóndor, porque
estas personas fueron secuestradas en el marco del Plan Cóndor, y eso está en el
juzgado del Dr. Canicoba Corral. El tercer juicio está en España, en la
Audiencia número cinco del Dr. Baltazar Garzón y hay un tercero acá en Capital
que también está en el juzgado del Dr. Canicoba Corral que es por la apropiación
de menores. Y después en La Plata el juicio por La Verdad porque la abogada de
San Justo corresponde al circuito de La Plata.
- Pinjas: La Comisión estuvo en La Plata y habló con el juez.
- Irit Kahan: Nunca lo hice pero quería decirle que usted maravilla con su
actividad, estamos impresionados, sorprendidos por su perseverancia y su
actividad continua, es un ejemplo.
- Elsa. Gracias, pero justamente en estos días hay un poco de discusión con mi
familia incluida Paula. Paula se casó, tiene una bebé, soy bisabuela, vivimos en
Buenos Aires a ocho cuadras de distancia. Fue una relación muy dura, muy difícil
al comienzo porque no es fácil decirle a una criatura que esas personas no son
sus papás y que posiblemente sean los asesinos de sus papás, pero hoy es una
relación muy linda. Bueno les quería decir que me dicen: “Pará ¿por qué no vivís
un poquito? Quisiéramos verte un poco mas tranquila”, pero siempre digo una cosa
que es muy dura pero es cierta: Yo encontré a mi nieta y bendito sea Dios que me
permitió encontrarla, me voy a morir tranquila pensando que cumplí con mi hija
encontrando a su hija, pero mi hija no está y mi hija es la que yo llevé en la
panza, ella es la que no está. A Paula la adoro y es el centro de mi vida, y
tengo otros nietos otros hijos, pero estuvo en otra panza. Paradójicamente la
panza era de mi hija pero mi hija no está y yo no puedo quedarme tranquila, sé
que no la voy a encontrar pero donde ella está sepa que yo estoy con ella y que
no la dejo.
- Pinjas: Es difícil hablar pero como en su caso hay muchos datos, que por lo
menos habrá una pequeña puerta a la esperanza que hay a quien presionar contra
la pared para que dé respuestas, yo comparto con usted que esa misma persona que
se apropió de la nena, no se habría empeñado tanto en demostrar su paternidad si
no hubiese sido porque sabía algo del destino de los padres. Y nosotros vamos a
presionar en este tema. Muchas gracias.-