Ríos, Alcira Elizabeth

La Plata, 17 de Marzo de 2004

 

 

DR. SCHIFFRIN.-  ...la jornada del año en  que pensamos progresar lo que se pueda en éste tipo de investigaciones, aclaro que el día 24 de Marzo, no va haber audiencia por el pedido de distintos Organismos dada la trascendencia de la fecha, decidimos que la próxima audiencia o sea la primera de Abril, el primer miércoles de Abril, es que yo no voy a estar por razón de la festividad de la Pascua Judía. Bien, entonces en la Ciudad de La Plata, a los 17 días del mes de Marzo del año 2004, se reúne la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, con la presencia de los Jueces Doctores, Sergio Dugo, Alberto Durán y el que habla Leopoldo Schiffrin, asistiendo el Señor Fiscal General, Doctor Hugo Cañon, que de acuerdo con la Resolución de la Procuración General 80/03, tiene por cometido representar al Ministerio Público de manera exclusiva en el “Juicio de la Verdad” que se llevaba a cabo en esta Cámara y en los que derivan del mismo de carácter penal y asiste también la Doctora María Esther Alonso Morales, en representación de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo y la Doctora Alicia Peralta por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata. En este estado comparece una persona previamente citada para prestar declaración testimonial, a la cual se la pone de manifiesto que el Artículo 275 del Código Penal, sanciona con  pena de prisión  a los testigos que no expresan la verdad, la omiten, la ocultan en sus declaraciones, y también que la Ley Procesal previo al testimonio requiere que se preste un Juramento según las propias creencias de decir la verdad de lo que se manifieste o sino en defecto de éste una promesa solemne de hacerlo así, en éste momento dejo constancia de la incorporación a la audiencia del Doctor Jorge Cozzi, Defensor Público Oficial ad hoc. Bien hecha esta aclaración, le pregunto a la declarante. Jura usted de acuerdo con sus creencias o promete decir la verdad en todo cuanto manifieste o le fuere preguntado...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.-  Sí Juro...

DR. SCHIFFRIN.- Bien, recibido el Juramento, pasemos al interrogatorio de forma... diga usted por favor su nombre y apellido completos...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Soy Alcira Elizabeth Ríos...

DR. SCHIFFRIN.- Bien. El nombre y apellido de su padre y de su madre y si viven...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, ambos están fallecidos. Mi padre es José Isauro Ríos, era... y mi madre Angélica Adelaida Ponce de León...

DR. SCHIFFRIN.- Bien. El lugar y fecha de nacimiento de usted...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- 14 de Febrero de 1941, en la Ciudad de Santo Tomé, Provincia de Corrientes...

DR. SCHIFFRIN.- Bien. Por consiguiente es de Nacionalidad Argentina. Estado Civil...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Casada...

DR. SCHIFFRIN.- Profesión u ocupación...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Abogada...

DR. SCHIFFRIN.- El domicilio actual...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- El domicilio actual es Malaver 2468, Florida, Provincia de Buenos Aires...

DR. SCHIFFRIN.- Bien, con estos prolegómenos tenemos ya completa esta parte del acto y ahora tenemos que pasar a... a que usted narre en definitiva las circunstancias de su propia detención ilegal, de todos los datos que de allí pueden extraerse, no solo respecto de la situación suya y de su marido porque entiendo que fueron detenidos juntos, si no también todos las datos que permiten no, conocer sobre el destino de desaparecidos, por eso, por eso lo dejo primero en uso de la palabra para que usted de todas las explicaciones que le parezcan del caso y luego el Tribunal complementara con las preguntas que les fueran necesarias  y las partes también...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Perfecto...

DR. SCHIFFRIN.- Muy bien...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Mi esposo Luis Pablo Córdoba que me va a seguir en la testimonial de hoy y yo fuimos secuestrados el 27 de Julio de 1978, a la una y treinta de la madrugada en la Ciudad de San Nicolás, Provincia de Buenos Aires, donde residíamos, en ese momento tocaron el timbre, mi esposo fue a ver, pensando que se trataba de un familiar que venía, y bueno le pusieron un arma en la cabeza, le dijeron que abriera, inmediatamente  invadieron mi casa, una patota compuesta por personas que estaban vestidas con  trajes de fajina del Ejército Argentino y medias en la cara y con personas que estaban de civil, pero que ocultaban el rostro con una bufanda. Allí, yo cuando sentí el tumulto me levante y fui hacía el ropero para intentar ponerme algo, pero inmediatamente entraron en la pieza, me gritaron “al suelo, al suelo” estaban armados con armas largas y  me tuve que tirar al suelo, me preguntaron quién estaba en la pieza de al lado, yo le dije que estaban mis hijos y mi mamá que estaba de visita, entonces allí me hicieron levantar y  me encerraron en el baño, mientras se dedicaron a revisar toda la casa, a mí esposo se lo llevaron inmediatamente, a punto tal que después  tuvieron que volver a buscarle ropa, allí estuvieron un tiempo, yo estaba encerrada en el baño y entraron a preguntarme  si, me dijeron que si quería que contara, que hablara, que dijera la verdad y que entonces  se iba solo mi esposo, que yo me quedaba en mi casa, entonces yo le dije ustedes están equivocados, no hay nada que decir, se han equivocado, cerraron la puerta, se fueron, siguieron otro rato revisando  y después volvieron y  me dijeron “vestite”, me ordenaron que me vistiera, me pusieron una capucha en la cabeza y me sacaron de mi casa y me llevaron al lugar donde ya tenían a mi esposo torturándolo. Creo que era una Dependencia de Policía Federal o de Ejército porque en realidad cuando llegamos a mí me sientan encapuchada, me sientan en una silla y me dicen “ahora te voy a sacar la capucha, porque te voy a poner una vendas, si te das vuelta y me ves o haces cualquier movimiento, acá tengo un arma”, me la puso acá y me dijo inmediatamente “te pego un tiro en la cabeza”, yo me quede, me sacaron la capucha, me pusieron unas vendas con telas adhesivas, y me llevaron a una habitación, me sentaron en una silla, me ataron las manos atrás y me dejaron ahí, las vendas tenían acá abajo, yo empecé a levantar la cabeza y  a ver, tratando de ver en donde estaba, ahí había una gran ventana, pero totalmente cerrada, no tenía aberturas y lo demás ya estaba muy oscuro, al rato trajeron a mi esposo, lo tiraron ahí, nos tuvieron un rato, después de eso, paso otro rato, después volvieron, después nos buscaron,  me buscaron a mí, bueno empezaron las sesiones de torturas... mi esposo fue salvajemente torturado, yo no tanto, me preguntaban cosas que, él decía: “no sé, no sé de qué me están hablando, no sé ”  y yo también, no sabíamos de que estaban hablando, después terminaron preguntando de, compañeros de... de, del Gremio de Prensa, porque nosotros veníamos de la Ciudad de Santa Fe, los dos trabajábamos, yo estudiaba Abogacía y trabajaba en un Diario y mi esposo también trabajaba en un Diario y era Dirigente, si era Dirigente del Gremio de Prensa en Santa Fe, entonces nos empezaron a preguntar sobre ese tema y sobre los compañeros de, del Sindicato, también sobre compañeros de la Universidad... ahí permanecimos dos días, en ese lugar donde fuimos muy torturados, física y psíquicamente, principalmente mi esposo, mi esposo que estaba mal, porque al entrar a mi casa le pegaron un coletazo en la cabeza y la herida se le había infectado, a después en la madrugada nos sacaron, primero me sacaron a mí...           

DR. SCHIFFRIN.-  En la madrugada del día siguiente, que madrugada fue ...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Eran dos días...

DR. SCHIFFRIN.- Dos días...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ahí permanecimos dos días...

DR. SCHIFFRIN.- Sí, sí, sí...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sometidos a intensas torturas, a la madrugada del segundo día, nos sacan en un auto, a mí, yo después, supimos, cuando me encontré con mi esposo, a mí me pusieron en el asiento de atrás con una persona que me tenía la cabeza y mi esposo estaba en el baúl, el auto viajó un rato, paró y se detuvo como esperando, ahí yo escuchaba el croar de las ranas y el silencio de la noche y entonces le dije “nos van a matar” y uno de ellos me dijo: “no, qué sé yo si te van a matar o no”, y después otra vez silencio total y al rato paró un camión, entonces nos sacaron y nos subieron a ese camión, que eran esos camiones grandes de traslados, todos cerrados y nos subieron al camión y nos engrillaron a una rueda enorme, la rueda del camión y ahí nos dejaron, dijeron bueno chau y se fueron, el camión empezó a andar y anduvo bastante, es decir fue el traslado desde San Nicolás a “La Cacha”...

DR. SCHIFFRIN.- Perdón yo veo que no le han dejado un vaso de agua, que a veces ayuda, Ernesto le traes un vaso de agua para la Doctora...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cuando llegamos el camión de traslado, nosotros estábamos bastante mal físicamente y creo que medios adormecidos así y viajamos mucho, de golpe se sienten unos gritos que dicen: “alto quién vive, alto quién vive, hable o tiramos” y tiraron una ráfaga de tiros...  

DR. SCHIFFRIN.-  Tiraron...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Una ráfaga de ametralladoras...

DR. SCHIFFRIN.- Ah, de ametralladoras...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Entonces ahí mi esposo me dice: acostate, tírate en el suelo, tírate, nos tiramos en el suelo del camión, ya que acá nos van a matar acá adentro... no, era un chiste que le hacía la Guardia de la, del campo a los que llegaban trayéndonos a nosotros, después nos bajaron, entramos por un corredor, que después yo supe que era un corredor, hoy lo puedo describir, pero en el momento ese no entendía muy  bien donde estábamos, a mi me destinaron a lo que llamaban una de la cuevita, las cuevitas, eran dos, a mí destinaron a una de las cuevas, le decían la cueva porque era un lugar que no se podía entrar de pie, había que entrar agachado, era una pieza chiquitita y baja, ahí me engrillaron a la pared de manos y de pies... y después se sentía gente que hablaba y a  mi esposo lo llevaron a otro lado, es decir lo llevaron al salón de arriba, después nos fuimos ubicando, en ese momento no teníamos idea, cuando se sentían voces de personas que hablaban y demás, ahí nos dejaron, después vinieron a verme y me dijeron: “te vamos a sacar las vendas que tenes y vamos a poner una capucha”, para sacarme las vendas me tuvieron que cortar parte del cabello porque lo tenía pegado al, las vendas plásticas se me habían pegado al cabello, me pusieron una capucha, después ahí estuvimos, yo después me enteré... Rita, que en ese momento estaba en el campo, era otra prisionera, pero ella empezó a decir, a gritar: “traigan antibióticos, traigan antibióticos, la cabeza de este muchacho está mal, está muy  infectada, traigan antibióticos”, no sabemos cómo, pero un guardia debe haber sido trajo antibióticos y a mi esposo le empezaron a suministrar antibióticos y durante una semana, creo que por el estado que estaba él, no, nos tocaron, no, nos interrogaron, ni nada, nos tiraron ahí y nos dejaron, entonces empezó, porque, había compañeros presos que tenían mucho tiempo, ahí estaba “bigote” que después supe que era Raúl Bonafini “bigote” que tenía 10 meses de secuestrado, “Rita” que era Laura Carlotto, que tenía también 10 meses de secuestrada, después ya estaba la “Gringa García”, también tenía mucho tiempo de secuestrada y estaba también “Carlitos Lahite, “Carlitos” en ese momento para nosotros que también, entonces en las  diferentes guardias le permitían repartir mate cocido o llevar comida, entonces eso, ellos empezaban a decirnos, no están en un Centro Clandestino,  y  no, es... ustedes... muchos de ellos nos dijeron:  “no, pero no va a pasar nada, no se preocupen”. Bueno, después un día me sacaron y me llevaron a lo que era la cocina, ahí en una mesa, nos dejaron sola con “Rita”, entonces ahí “Rita”, me explica,  me dice “mira, a mí me pusieron”, o sea ahí la hacían trabajar  a los prisioneros en algunos o llevar la comida o limpiar platos  o llevar comida  o lavar ropa, bueno no era, nadie estaba en condiciones de negarse de las tareas que encomendaban, pero entonces ahí Rita” me dice: “mira, te tengo que tomar todos las datos, acá tengo un formulario  y tengo que tomar todos tus datos”, ahí transcribimos, entonces ahí ya aprovechábamos, entonces yo le digo, dice: “esto es un Centro Clandestino de Detención”, entonces yo le digo “pero cuánto permaneces acá”, me dice “yo, hace 10 meses que estoy”, entonces me  dice:  “lo que pasa que estos Campos nunca los van a cerrar, porque esto es una mina de oro para ellos, acá ganan muy bien, no sabes, no sabes  el dinero que vos ves que circula acá y además, dice, yo personalmente creo que alguien alguna vez va a tener que escribir la historia de estos Campos”. Bueno ahí me preguntó, me tuvo que preguntar el nombre de mi padre, el nombre de mi madre, cuántos hermanos tenía, si estaban vivos, cómo se llamaban, el nombre de mi cuñada, mi hermano, mi cuñada, mi hermana, mi cuñada, donde trabajaban, o sea no es cierto que no tengan datos de todos y cada uno de los desaparecidos, porque llevaban un control, tomaban los datos de cada uno que entraba y sabían perfectamente a quién tenían. Después de eso me vienen los interrogatorios, el, el, el torturar a mi esposo y después a mí para ver si  nos contradecíamos  o hacíamos algo distinto y después o torturarme a mí para ver si difería de lo que él dijera, después se calmo la situación de tortura, como que  estábamos  en un impas, allí en “La Cacha” había cuatro Guardias, una de la Marina, una del Ejército, una del Servicio Penitenciario y una de la SIDE. La Guardia de la Marina tenía el “Gordo” que no me acuerdo como se llamaba, pero el “Gordo de la Marina” cuando se iban a dormir los otros o a comer, él permitía que los prisioneros pudieran conversar o permitía que pudiéramos caminar un poco y demás y lo mismo en la Guardia del Ejército, había Don Otto, que era un hombre grande también, porque ahí el sistema era, los guardias eran, Guardias para cuidarnos, los torturadores eran oficiales de las distintas áreas y venían al Campo a interrogar, esto era evidente porque  había como un teléfono y entonces se ve que había una entrada lejos... entonces avisaban “auto”, entonces ahí decían inmediatamente “auto”, eso significaba que venían los torturadores, el silencio que se hacía en ese momento era terrible, porque todos y cada uno de nosotros sabíamos que venían a buscarnos  a uno mismo a un compañero para torturarlo, los que venían a torturar venían de afuera, eran Oficiales de Inteligencia de las distintas armas, después cuando me dejaron conversar con las compañeras, ahí fui más o menos viendo, me fueron contando la historia de cada una de ellas... así por ejemplo “Chispa y Vizcacha... Walter y Jimmy” venían de una y “Angelita” venían de lo que le llamaban el traslado a Mar del Plata, habían estado prisioneros en la Base de Submarinos de Mar del Plata en condiciones infrahumanas, ellos me decían: quédate tranquila porque esto es el Sheraton al lado de la Base de Submarinos de Mar del Plata y también la noche que nosotros llegamos hubo un traslado, que yo no los vi, ni los conocí, mi esposo si los vio porque estaban en el salón arriba y después de un tiempo, pasaron, hubo otros traslados, salieron otros compañeros en libertad o sea en traslado, uno de ellos, nosotros por ejemplo, el nombre verdadero se le daba al que se iba a ir porque si no teóricamente, después uno podía hablar en la tortura y el reglamento de los Campos que el “Gordo de la Marina” nos leía, era que los prisioneros debían estar engrillados las 24 horas del día, que debían permanecer encapuchados, que no se podían sacar la capucha ni para comer, se la tenían que levantar y nada más, que estaba estrictamente prohibido hablar con los prisioneros, que estaba estrictamente prohibido que hablaran entre sí, entonces después de pasado un tiempo ahí en “La Cacha”, un día, una mañana vienen  y nos dicen, habían liberado ya ha... había habido varios traslados, el nuestro fue el último de Agosto digamos, el último día de Agosto nos sacan a nosotros, a la mañana vinieron  y nos llevaron a la sala, la sala de torturas era un chalé que estaba lejos del, del salón principal, era como a cien metros y ahí era donde nos llevaban a torturar y después nos traían de vuelta al salón. En la sala de torturas una mañana llevan, yo no sabía, lo  habían llevado a mi esposo y después me llevan a mí, ahí en la sala de torturas me sientan en una mesa, estaba encapuchada por supuesto, me sientan en una mesa y me dicen que firme lo que me dan y eran muchas hojas escritas a máquina, tenes que firmar acá, así yo mirando por debajo de la capucha y a mí se me ocurrió, mi esposo dice:  “solo a vos se te ocurre preguntar”, yo dije puedo leer lo que firmo. Bueno me pegaron un golpe que me tiraron al suelo  con silla y todo, después me levantaron, me sentaron, me levantaron la capucha así y me dijeron “vos sabes dónde estás”, me mostraron el tablero de la picana, todo, me pusieron un arma en la cabeza  y me dijeron: “bueno, firmas o no”, por supuesto que firmé, pero nunca sé, aún hoy me pregunto que habré firmado. Bueno, eso fue a la mañana, a la tarde, a la nochecita vienen directamente y nos bajan, me bajan primero a  mí y después a mi esposo a la cocina del Campo y ahí en la cocina, me dice “mira esto, hubo algunos cambios con ustedes, así que esto es para, para cubrir las formas, vas a tener que firmar lo que te vamos a dictar”, bueno  una hoja de cuaderno así, me  hacen escribir  que “yo Alcira Elizabeth Ríos, número de Documento tal, declaraba bajo Juramento y sin ningún tipo de presión que en el fondo de mi casa tenía enterrada las siguientes armas...”, ni que hubiera tenido una computadora en la cabeza, yo podría haber descripto la nómina de armas que me hicieron,  me dictaron que escribiera, que tenía en el fondo de mi casa, con el número del arma, el calibre, si era una escopeta, si era un revólver, qué era, todo eso me dictaron y lo firmé y lo mismo con mi esposo, después nos sacaron y  nos sacaron otra vez en un auto, yo en el asiento de atrás con alguien que me tenía la cabeza, mi esposo en el baúl, el auto anduvo mucho tiempo y paro, de golpe paro... se bajaron...                                          DR. SCHIFFRIN.-  Pero era de noche, de día...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Era de noche, los traslados siempre en la madrugada, después de la medianoche, ahí se bajan, en ese momento nos habían atado así nomas, las manos en la espalda, pero con, cuerdas de cortinas, entonces se van, incluso me dicen “chau, flaca te salvaste” me dicen, se van y cuando se fueron, por supuesto mi esposo empezó a desatarse para tratar de irnos, se desató él y me desató a mí  y empezamos a mirar a donde estábamos, estábamos en un auto solos, antes de se fueran sentimos un ruido adelante del auto, un ruido fuerte, empezamos a ver como irnos, entonces veíamos allá al fondo iluminado como la entrada de un Regimiento y todo lo demás como una calle oscura, totalmente oscura, de madrugada, no pasaba nada y empezamos a mirar así y vimos un pasillo cerca del auto, entonces mi esposo dice: “mira nos largamos y corremos por el pasillo y golpeamos puertas, alguien  nos va ayudar”, entonces abre la puerta para dispararnos y en ese momento le ponen un cuarenta y cinco en la cabeza y le dicen: “si se mueven pierden”, ahí nos quedamos adentro del auto y empezamos a mirar, había uno atrás con, en la esquina con ametralladora, había un auto que circulaba despacito con cuatro adentro y había otro parado, uno en cada esquina, en cada bocacalle había uno y un auto que circulaba despacito. Al rato aparece un camión del Ejército, luces, nos encandilan, nos dicen... dicen “uhhh, mirá qué hay acá, uyyyy, hay dos personas, uhhh, mirá, mirá”, se sube uno de ellos y dice “vamos, lo llevamos” y cuando se suben, otro le dice: “empuja un poco que no tiene embrague”, arrancan, era un camión del Ejército y nos llevan a ese Regimiento que nosotros veíamos allá abajo, que era el Regimiento de La Tablada. Ahí en el Regimiento de La Tablada, primero me dejan a mí en una piecita detrás de la Guardia y a mi esposo lo iban a llevar a los calabozos, después los calabozos estaban todos ocupados, no sé que pasó, lo trajeron  a la piecita conmigo, ahí en La Tablada permanecimos unos, una semana más o menos, mucho no recuerdo si era una semana o  días no sé, un tiempo, permanecimos un tiempo ahí en La Tablada y un día, uno de ellos nos lleva, ahí no, no, nos preguntaban nada, simplemente por ahí  venía alguno y hablaba con nosotros, un día si vino uno y “contra la pared, manos en la nuca, quiénes son ustedes y demás” pero  no hubo ni violencia física, ni psíquica, nos llevaron a, uno de ellos  nos llevó a bañar, a higienizarnos a un baño, cruzamos los jardines de La Tablada, ya estábamos en la guardia de la calle de salida de la Tablada por donde habíamos entrado, ahí cuando entramos en La Tablada, ahí mismo, cuando nos fuimos a escapar, mi esposo tiro el papel que le habían, adentro del Documento nuestro estaba el papel que nos habían dictado en la cocina, el mío yo ni me acordé, mi esposo lo tiró, entonces cuando llegamos a La Tablada, empezaron a decirle que como que no tenía un papel él ahí y él le dijo: “no sé, lo perdí, se cayó” entonces ahí en La Tablada empieza...                 

DR. SCHIFFRIN.-  Perdón, los papeles que hubiera estado firmados ustedes...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- El papel que nos había hecho firmar estaba dentro de nuestro Documento... 

DR. SCHIFFRIN.-  Claro, estaban armando un procedimiento

entre un Consejo de Guerra, ese es...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, pero después, después tuvimos el Consejo de Guerra...

DR. SCHIFFRIN.- Lo estaban armando le quiero decir...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Estaban armando, estaban armando la legalización  nuestra, porque ahí en La Tablada todo el interrogatorio se basaba en qué, nosotros teníamos armas enteradas en el fondo de casa, cómo era  que teníamos armas en el fondo de nuestra casa, nosotros le decíamos que no, que eso lo hicieron firmar antes, bueno finalmente nos dejaron ahí y como, no me acuerdo si una semana, seis, siete días, nos subieron a un camión, también a la noche, en el camión había soldaditos que custodiaban y subimos nosotros, al rato  traen a dos personas más y la sientan también ahí dentro del camión, otra vez viaje, nosotros ahí vemos que vamos por la General Paz, viaja un buen rato el camión y llegamos a un lugar y dice: “ che acá es Lomas ”, se bajan los dos, lo llaman a los otros que iban, parecen que eran sindicalistas que estaban prisioneros también secuestrados, los bajaron en Lomas de Zamora, después siguieron con nosotros y lo bajaron a mi esposo en lo que era la Segunda, la Comisaría Segunda de Avellaneda y a mí me llevan  a Echenagucía, que era una Subcomisaria que estaba, dependiente de la Segunda de Avellaneda, ahí, bueno me entran y  bueno yo cuando me vi en una  Comisaría, al oficial que me llevaba a la celda, le digo: “ustedes no me pueden tener más de una semana incomunicada, tienen que levantarme la incomunicación”, me dio un empujón y me tiró dentro de la celda y cerró. La celda era uno por dos  con una loza pelada nada más y una ventanita  que daba  al patio, un frío de novela, al rato, me golpeaban en la pared, yo no, yo me, ni sabía donde estaba, qué era eso, después supe donde estaba, que estaba en una Subcomisaria y demás, dije otro Campo, que sé yo no sabía que era, ahí al rato viene un Oficial, golpearon la puerta de al lado, viene un Oficial, dice: “qué te pasa a vos” y entonces la voz de un muchacho de al lado le dice “quiero alcanzarle la mitad, quiero alcanzarle esto a la Señora”, por mí, entonces dice “ah bueno dámelo”, entonces cierra la celda de él...          

DR. SCHIFFRIN.- Perdón, perdón  que tenemos que dar vuelta lacinta, esta es la incomodidad de la grabación, es esta... Sí, sí, ya está... estaba usted recibiendo golpes en la pared...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En la pared, yo no sabía que hacer, me quedaba quieta, al rato golpean la puerta de al lado, entonces viene un Oficial de la Comisaría, un Oficial de la Policía y dice: “a vos qué te pasa”, yo escuchaba eso, entonces dice “quiero darle esto a la Señora que llegó”, entonces bueno, “dámelo” le dice, le cierra la celda a él, abre la mía y me tira la mitad de una colcha,  era Alcides Chiesa, otro compañero preso, al lado, secuestrado, al lado igual que yo, que estaba ahí, pero que ya estaba en un principio de legalización y tenía visitas de su familia, entonces él se dio cuenta que me iba a morir de frío ahí, la única colcha que tenía la cortó por la mitad y le pidió a la Guardia que me la de a mí, bueno yo me envolví en la colcha y ahí me quede. Al día siguiente me dieron un, un tarro de aceite de cinco litros para las necesidades y porque, yo, yo no existía ahí, no estaba. Alcides le pidió a la familia y me trajeron ropa interior, cepillos de dientes, de todo, él me dijo: “discúlpame, lo único que no puedo hacer es avisar que estas acá porque se van a dar cuenta que soy yo”, porque después había presos comunes también en las otras celdas, entonces yo le dije que lo entendía perfectamente, bueno que no se preocupara demasiado todavía me había dado su, la mitad de su colcha, me la traía... me hacía traer alimentos, lo que necesitara, ahí hubo una inspección, en la Comisaría, de un General, que decían que venía Rovere algo así, en ese momento, fue uno que inspeccionaba las Comisarías, pero yo, la celda mía ni la abrieron, pasó, siguió, yo no existía ahí. Después de un tiempo largo de estar ahí...        

DR. SCHIFFRIN.- Estábamos a fin de Agosto, Septiembre...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cómo...

DR. SCHIFFRIN.- En qué mes estábamos, fin de Agosto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, estamos en Septiembre...

DR. SCHIFFRIN.- Septiembre...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Primero de Septiembre nos sacan de “La Cacha”, a la madrugada más o menos y nos llevan a las Comisarías y Subcomisarias, a partir de ahí quedamos ahí, habían pasado unos 15 días, había un, no sé qué era, si era un Cabo, un Sargento de la Policía, que venía me golpeaba y me decía: “Señora quédese tranquila, su esposo está en la Segunda” y él iba y le decía a mi esposo: “quédese tranquilo su esposa está en la Subcomisaria, está todo bien, está todo bien”, mientras tanto estábamos ahí, entonces  después de eso, de un tiempo, habían pasado dos, tres semanas, un domingo, el Oficial de Guardia, que éste que nos llevaba, nos decía por lo menos como estábamos, viene y me abre la celda y me dice: “Señora, a mí me  da lástima su situación, yo el sábado había escuchado mucho bochinche en la Comisaría, ahí, voces de mujeres y que venía un médico y demás, mucho movimiento, yo pensé habrán traído más secuestrados, al día siguiente me dice: “Señora...”, viene el Oficial y me abre la puerta y me dice “Señora, mire, venga, la voy a llevar a la celda grande para que se pueda lavar la cabeza, bañarse y estar un poco más distendida”, me lleva a la celda grande, ahí en la celda grande estaba una chica, que estaba presa y me dice: “yo caí anoche, vos cuándo caíste”, “ahhh, yo hace mucho”, me dice: “yo estoy por prostitución, no tengo para pagar la multa y vos porqué estás”... le digo: “mira, es largo de explicar”, “qué haces vos”, “soy Abogada”, “cómo estás acá”, bueno esa chica se llamaba Mirta Torres y yo le trate de explicar, le dije: “mira, lo secuestraron a mi esposo, a mí, hace meses...”, “ah, me dice vos querés que yo avise a alguien, yo no salgo de hasta dentro de 15 días, pero cuando salga te prometo que aviso, vos escribime porque yo soy analfabeta, escribímelo en un papel”, toma, me dio lápiz y papel, “pedime el teléfono al cual aviso y escribime qué digo...”, entonces yo le anoté el número de mi hermana, que vivía en Buenos Aires y le puse: “estamos en la Segunda  de Avellaneda, mi esposo, Luis, estoy yo acá en esta Subcomisaria”, bueno, yo le dejé el papel y me llevaron de vuelta a mi celda, yo me olvidé, después a los quince, a los días, siento un grito por la ventana me... “Alcira me voy, pero no me olvido de vos”, esa chica avisó... entonces ahí se fueron mi hermana y un sobrino que la llevó en el auto a Echenagucía a llevarme ropa, fotos de mis hijos  y a ver y a querer verme y ahí le dijeron: “no, no la pueden ver”, pero ellos recibieron la ropa y se fue  mi suegra con otro sobrino a la Segunda de Avellaneda a ver a mi esposo y ahí le dijeron que  no había ningún detenido y que estaba equivocada, la echaron y mi esposo se iba caminando,mi suegra se iba caminando y salió corriendo un Agente, le dice: “Señora, Señora, venga, dice el Comisario va a hablar con usted”, entonces cuando mi suegra entró, mi suegra es blanca en canas, cuando mi suegra entró le dijo: “Señora me da lástima sus canas y está por llegar el día de la madre”, o sea que era Octubre, dice: “su hijo está acá, pero yo no le puedo reconocer que está acá, porque él depende del Ejército, usted tiene que ir al Regimiento de la Tablada y hacer lío para que lo larguen...”, ahí entonces por supuesto la familia al Regimiento y ahí entonces vinieron un día y nos sacaron y nos llevaron a Devoto, Devoto no, nos recibió porque no teníamos los papeles, nos devolvieron a La Tablada, nos devolvieron a la Segunda, entonces nos pintaron los dedos  y  nos hicieron lo que ellos llaman “la revisión” y ahí nos llevaron  devuelta a Devoto, a mí me dejaron en Devoto, a mi esposo lo querían llevar al Penal Militar de Mercedes, pero el de traslado se negó a seguir el viaje entonces lo dejaron en Devoto y después lo llevaron a La Plata. Después de eso, ahí nos reconocen como presos políticos y nos hacen un Consejo de Guerra basado en que estábamos ejerciendo actividades terroristas en un auto robado y con armas frente a un  Regimiento, bueno ahí el Consejo de Guerra, era el Consejo de Guerra número 1 de Palermo, que estaba presidido por el Coronel Basilis (fon), a mí me interrogó el del Aeronáutica porque estaban las tres armas, cuando me dicen lo de las armas, yo le digo que no... ah, porque, en La Tablada me muestran un montón de armas y me dicen: “estas armas estaban en su casa”, digo “no, esas armas no estaban en mi casa”, entonces por ahí me fijo, mi esposo tenía dos escopetas de caza, una que se robaron, que era una linda escopeta de caza, muy buena, norteamericana y otra que era, se le había roto la culata y esa la dejaron, a esa le agregaron todas las otras, entonces yo dije: “no, sí, esta sí estaba en mi casa, pero es una escopeta de caza, lo demás no”, entonces, después cuando ya, como toda esa política tuve visitas mediante locutorios, porque estuve siempre en régimen duro, pero en el locutorio yo le dije a mi familia que buscaran, estaban declaradas las armas, que buscaran la declaración ante el Renar y la legalidad de esas armas, porque es absurdo que yo iba a tener enterrada en el fondo de mi casa un arma que tenía declarada, entonces, eso, el Consejo de Guerra se declaró incompetente y nos paso a Causa Federal, el Tribunal Federal Número  1 de San Martín, bueno ahí el Juez nos llama a declarar y  no entendía nada, le explicamos que habíamos estado en un lugar, porque nosotros supimos que estuvimos en “La Cacha”, en Brasil cuando nos encontramos con un sobreviviente de “la Cacha”, del 77, Daniel Torrillas, que había estado en el 77, que era de La Plata, que si se dio cuenta que estaba en la Ex Planta Transmisora de Radio Provincia de Buenos Aires, nosotros supimos que habíamos estado  en “La Cacha”, en el exilio, no antes no sabíamos, sabíamos que habíamos estado  en un Centro Clandestino, que oíamos a perros, que era a campo abierto obviamente porque la noche se, pero no sabíamos nada más y entonces se declaró incompetente y nos pasó a Causa Federal, el juez nos toma declaración, nosotros dijimos, contamos los  que estoy contando acá, entonces el Juez dice: “pero, pero cómo...” pero nosotros dijimos, “pero, nosotros tenemos dos  Hábeas Corpus presentados por nuestras familias el día que nos sacaron de casa cuando estábamos durmiendo”, ese Juez pidió los Hábeas Corpus y... estábamos ejerciendo actividades terroristas ante un Regimiento en un auto robado con armas, dos meses después que teníamos los Hábeas Corpus, que nos habían secuestrado en casa durmiendo, ahí el Juez decreta la libertad por falta de mérito, sin perjuicio de la continuación del sumario, porque además se cansó de pedir las armas y nunca se las mandaron, entonces, estábamos  en Devoto yo y en la  Plata mi esposo, cuando me dan la libertad, casi al año el  13 de Julio de 1979...                                   

DR. SCHIFFRIN.- Por la disposición Judicial, ahí acataron... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Por orden del Juez...

DR. SCHIFFRIN.- Sí, sí, sí...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Del Juez Federal, libertad por falta de mérito sin perjuicio  de la prosecución  del sumario. Nosotros nos fuimos del país, porque dos meses después yo viaje a Buenos Aires a hablar con el Juez y le dije: “Doctor este sumario tiene que estar cerrado” y me dijo: “en condiciones normales sí,  pero yo no, no puedo cerrar este sumario” y ahí yo dije: “me voy del país”, porque venía el Golpe de Menéndez. Un periodista amigo nuestro , amigo de mi esposo de toda la vida que yo lo fui a ver después de ver al Juez, me dijo: “no se queden acá”, era el 79, mediados del 79, “no, no se queden acá, váyanse”, así que nos fuimos al exilio, cuando salimos a Brasil al exilio, inmediatamente empezamos...    

DR. SCHIFFRIN.-  Perdón, salieron clandestinamente...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Por supuesto, cruzamos la frontera el 21 de Septiembre, el día de la primavera, donde todos los estudiantes de Paso de los Libres van a Uruguayana a festejar y demás, cruzan, entonces era, la frontera era un desastre, nos miraron así no más y nos dijeron: “pasen”, además salimos con dos chicos, éramos un matrimonio con dos hijos, salimos, salimos a Brasil, éste periodista nos dio la salida porque el estaba en France Press, entonces nos dio su tarjeta para el Sindicato de Prensa de San Pablo, o sea que nosotros de ahí nos fuimos a San Pablo y fuimos al Sindicato de Prensa y la gente del Sindicato de Prensa, no solo nos recibió, sino que además nos llevó a la “Nura”, ahí nos refugiamos  y ahí nosotros dijimos que queríamos testimoniar, porque teníamos la peregrina idea, ya después nos fuimos, que era absurdo de salvar a los que habían quedado, los que habían quedado en el Campo, decíamos  que había Centros Clandestinos, que había gente que había quedado, porque cuando nosotros salimos, los que en ese momento estaban nos dieron el nombre, por eso sabemos que “Luciano” era Alejandro Gutiérrez, o sea sabemos los nombres que en ese momento estaban, pero de los más cercanos a las camas nuestras no, bueno, pero... 

DR. SCHIFFRIN.- Yo creo que, ya usted ha hecho una narración Doctora de mucha claridad y amplitud, yo tendría que alguna que otra pregunta para hacer, pero muy poco, una cuestión es el procedimiento inicial cuando los detienen a ustedes en su hogar, porque, mire han aparecido, bueno, primero quiero comentarles si no lo vio ya, que hay en la Ex D.I.P.P.B.A no, el archivo, hay un legajo, que según el resumen que me pasa la Secretaría, refiere sucintamente, fíjese el legajo de Inteligencia  de la Policía Provincia de Buenos Aires, refiere sucintamente el procedimiento efectuado en San Nicolás cuando se ha secuestrado a Ríos y Córdoba, ese informe esta producido por la Dirección, una cosa... un especie de Subdirección sería, San Nicolás para la Central de Información de la Plata, D.I.P.P.B.A  La Plata, allí detalla referencias  personales de los mismos y a foja 6 del informe, punto 6 se considera que se estableció extraoficialmente que los autores del hecho, o sea del secuestro, podría ser personal del Comando del II Cuerpo de Ejército de Rosario, dado que el día del secuestro, 27 de Julio de 1978, solicitaron área libre, no pudiéndose precisar que haya sido por ese motivo. Los demás legajos se refieren a solicitudes de paraderos emanadas de los Juzgados  en sí. Yo he visto muchas veces, están todas anotadas las decisiones Judiciales pidiendo en el Hábeas Corpus el paradero, pero las anotaban y nada más, pero naturalmente que por medio de la Cámara y de la Comisión esto  se puede, lo puede obtener ...        

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Lo que, lo que algunos dejaron, dejaron entrever, por ejemplo ahí en San Nicolás no más, la primer noche, que bueno, yo me quejaba y decía: “ustedes van a tener que responder”, bueno, me dice, uno de ellos me dice: “también ustedes tienen las dos profesiones que menos nos gustan, Periodista y Abogada”...   

DR. SCHIFFRIN.-  Así,  mire usted...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- y después, lo que mi esposo dedujo, es que pensaban que él era el Profesor de Montoneros, pero...

DR. SCHIFFRIN.- Profesor de Montoneros...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De Montoneros... no era Profesor ni era Montonero tampoco...

DR. SCHIFFRIN.- Ahora el personal que los detuvo a ustedes

ilícitamente, era personal Militar de fajina...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ropa de fajina del Ejército con medias en la cara...

DR. SCHIFFRIN.- Todo concuerda, bueno con el uniforme  de Inteligencia...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Además, yo creo que era del I Cuerpo de Ejército...

DR. SCHIFFRIN.- Del I Cuerpo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- La detención emanó... sí porque nos preguntaban mucho por un amigo personal nuestro, y por  la mujer de él y demás, que después nosotros supimos, lo habían secuestrado, estuvo en el “Olimpo” y está desaparecido... 

DR. SCHIFFRIN.-  Bueno...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nos preguntaban por él...

DR. SCHIFFRIN.- Ah, claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Es decir que, y además en el interrogatorio en San Nicolás, uno de ellos me dijo a mí: “mira, yo no vengo desde Buenos  Aires hasta acá para que vos te hagas la idiota”... 

DR. SCHIFFRIN.-  Sí... claro de Buenos Aires hasta acá, así que...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De Buenos Aires hasta acá para que vos te hagas la idiota, o sea que yo creo que la conexión estaba en el I Cuerpo de Ejercito ...

DR. SCHIFFRIN.-  Sí, la Inteligencia...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no en el II Cuerpo de Ejército, porque en el II Cuerpo de Ejército, hubiéramos ido a parar a Rosario...

DR. SCHIFFRIN.- Claro, sí, por eso, es raro esto de que dispongan, fíjese que raro son los informes de Inteligencia, por llamarlos así. Bien, el segundo... otra cuestión el tema, los dos ha sido muy, en fin un relato rectilíneo, el tema de “ La Cacha” que usted ya explico bien, que  no, no que se entero, sino después de tanto, usted tiene que haberse dado cuenta sí que viajaron mucho para llegar a “La Cacha”...   

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Claro, casi todos., viajamos muchísimo...

 DR. SCHIFFRIN.- Claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Lo que pasa que uno pierde la noción del tiempo...

 DR. SCHIFFRIN.- Claro...

 ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En las condiciones en que estábamos,

ahí en “La Cacha” en la cuevita esa, engrillado todo el día de pie y de manos, por ahí, con la capucha puesta, uno por ahí no sabe si es de día o es de noche, sí sabía que era de noche cuando me dormía porque las lauchas me caminaban por la  cabeza y yo decía: “menos mal que tengo capucha”...

DR. SCHIFFRIN.- Ahora que, la descripción que usted ya hizo, se corresponde con muchas con que yo he escuchado de “La Cacha”, pero de todos modos tenemos los planos y cada que una persona que ha pasado por “La Cacha”, lugar que usted sabe bien que fue demolido, en el cual lo único que hay es un monolito, tiene usted otro plano...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Yo después podría, yo después quisiera ampliar por los compañeros que vimos...

DR. SCHIFFRIN.- Ah, sí, sí, no  va a... yo lo que, lo que ocurre, es para no recargar demasiado esta parte, como sé que después el Fiscal y las partes interrogan en detalle sobre esas personas, lo, lo difiero...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Acá en la primer cuevita estaba yo, en la otra estaba el Señor...

DR. SCHIFFRIN.- Vaya tomando nota...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Acá está la entrada de “La Cacha”, estaba a la entrada el baño, la cocina...

DR. SCHIFFRIN.- Perdón...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- (prosigue mirando el plano)...

DR. SCHIFFRIN.- Bien,  bueno, entonces mejor aclarar bien en donde estamos haciendo el reconocimiento. Señora Secretaria aclaremos primero...

DRA. PEREZ GALIMBERTI.- Sí, el plano corresponde, el plano corresponde a fojas 15 de la Causa Bretal de Bechamps (fon)... que es el número 834 de la  Secretaría Única...

DR. SCHIFFRIN.- Muy bien...

DRA. PEREZ GALIMBERTI.- De fojas 15 a fojas 19 hay distintos planos de “La Cacha”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sí el esquema es perfecto, el esquema es  la entrada, se entraba por un pasillo, estaba el baño de adelante, después la cocina y el comedor de, de la Guardia, después Sala de Guardia y  a veces cuando nos querían hacer algunas preguntas, incluso yo creo que acá es donde me hicieron firmar los papeles, había, había otras, otra habitación, después estaba, del otro lado había un pasillo que tenía un ropero y cuatro camas y había un sector de máquinas que todavía estaban, de máquinas de la Planta Transmisora, que estaba al frente y después estaba la cuevita donde estaba yo y al lado que estaba, Don Vera, que era un hombre grande que buscaban a la hija, después había una escalera chica, habría sido de 10 ó 15 escalones y se subía al salón grande, en el salón grande había tabiques donde estaban tabicados los camastros de todos los prisioneros y  había dos habitaciones, entre habitaciones, que eran anteriormente habitaciones, pero que no tenían puerta ni ventana, nada, donde estaban las mujeres, al principio y después del traslado de Mar del Plata y que terminaron los interrogatorios nuestros, a mí me sacaron de la cuevita y me llevaron a una de las habitaciones del salón...   

 DR. SCHIFFRIN.- Perfecto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En planta alta, para, cuando nos tenían que torturar, nos sacaban, subíamos hasta el salón y después bajábamos por una escalera a una puerta lateral que salía a un descampado era, porque yo por la capucha veía césped y ahí terminaba en el chalet donde estaba la sala de torturas, en “La Cacha” había una particularidad, tenían una picana graduable, que había sido hecha por un prisionero que era ingeniero, que nos dejó, que lo dejaban a uno con la picana en marcha, ellos se iban, la picana daba golpes cada veinte minutos más o menos, daba golpes y después paraba, después volvía, daba golpes y después paraba...       

 DR. SCHIFFRIN.- Así, es la primera vez que, que en tantas declaraciones escucho este detalle, detalle macabro no...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Mi esposo recuperó el movimiento, la sensibilidad en la mano derecha cuando, casi dos años después, porque  lo dejaban horas ahí...

 DR. SCHIFFRIN.- Una pregunta en torno a “La Cacha”,  ya el reconocimiento  creo que es suficiente no,  pero yo siempre he escuchado a veces, que había un fuerte predominio del Servicio Penitenciario Provincial en el lugar...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Era el Servicio Penitenciario Provincial, pero era una guardia más, eran cuatro Guardias, Ejército, Marina, Side y Servicio Penitenciario. Había como en todos los, yo creo que en todos los Campos, yo creo que en “La Cacha” había otra situación, yo después evalué, los prisioneros que tenían mucho tiempo ahí, que lo dejaban repartir la comida y que podían llevar y traer mensajes, y ayudar a los que estaban engrillados todo el día, ninguno sobrevivió, yo creo que por eso le permitían estar destabicados y paseándose llevando la comida, trayendo la comida y hablando, porque habían decidido mucho antes el destino de ellos, a mí la “Gringa García”, la “Gringa” me dijo que ellos tenían una evaluación en los Campos, como diciéndome: “ustedes se van, ustedes se van, porque no pasa nada con ustedes, ustedes se van”, me dice: “no, porque acá tienen una evaluación”, me dice: “porque las Organizaciones tenían distintas áreas, si sos Jefatura Política sos boleta, si sos Jefatura Militar sos boleta, si sos Prensa o Gremial, te podes salvar y todos los sobrevivientes del 77 eran del Área Prensa o del Área Gremial” y del 78 los que no pudieron probar nada... 

DR. SCHIFFRIN.- Sí. Usted piense hablando de eso, digamos el secuestro de ustedes pudo estar relacionado con la actividad periodística y sindical de su marido...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De los dos...

 DR. SCHIFFRIN.- De los dos, claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Hay una etapa previa,  de Santa Fe nos tuvimos que ir nosotros, porque nosotros trabajábamos en un Diario en la, que se llama “Diario El Litoral” de Santa Fe Capital en el, después del Golpe de Onganía en el 68, cuando el aniversario de ese Golpe Militar, el Gremio, el Gremio de Prensa de Santa Fe había, se había escindido  de la CGT Central y había estado, había pasado a integrar a la CGT Ongaro, la CGT de los Argentinos, los Gremios Prensa, Gráficos y Canillitas en Santa Fe, incluso teníamos una intersindical, ahí paraba uno, paraban todos. En el primer aniversario del Golpe de, de Onganía hicimos un acto de repudio y hablaron dos compañeros, un Gráfico y un Periodista, la patronal nos acusó de huelga política, de, de cuando echaron a un compañero, a los que hablaron los echaron, la patronal nos acusa de huelga política y en, nosotros empezamos una  huelga que duró seis meses y sacamos  un Diario paralelo, o sea nosotros podíamos sacar el Diario, ellos no podían abrir su diario, entonces ahí en ese momento el dueño del Canal, que se nota que es una ciudad chica, el dueño del canal dijo “tengo todo el equipo periodístico   y todo el equipo gráfico y demás... hago otro Diario y rompo el monopolio que hay en esta ciudad”, abrió otro diario que se llamó “Nuevo Diario”. Nosotros, mi esposo y yo y todos los huelguistas que no podíamos volver al “Litoral”, pasamos a trabajar en “Nuevo Diario”, ahí en “Nuevo Diario”, en el 74, fines del 74 mandaron un comunicado y hablaron por teléfono condenando a muerte a 15 periodistas y mi esposo encabezaba la lista, bueno nosotros hicimos, fuimos a hablar con el Ministro Rosua (fon) en ese momento y atentado a la libertad de prensa y demás y pasaron, una noche pasaron tirotearon el Diario y después a los 15 días más o menos secuestraron a una compañera gráfica que era Abogada y amiga  nuestra, Marta Zamaro (fon)  y Nilsa Urquía (fon) que ellos vivían, habían estudiado, se habían recibido  y trabajaban en ese momento estaba el sistema offset en el Diario, que es, en realidad era, escribían en computadoras, Marta Zamaro era Abogada, pero trabajaba como gráfica en el “Nuevo Diario”...           

DR. SCHIFFRIN.-  Un momentito de nuevo, que tenemos quecambiar ...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Bueno ahí, largan una lista que encabezaba mi esposo y además lo llaman que lo hacen ver que durante 48 horas sabían lo que había hecho desde que salió de casa hasta que volvió. Bueno, ahí nosotros hicimos eso, todo ese movimiento de atentado a la Libertad de Prensa y demás, secuestran y matan a Marta Zamaro y a su compañera de la casa, Nielsa Urquía, que era otra Abogada, las secuestran y las matan, aparecen muertas en un arroyo ahí cerca de santa Fe... 

 DR. SCHIFFRIN.- Esto en qué año...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Noviembre del 74...

 DR. SCHIFFRIN.- Del 74, claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ahí el Director del Diario que era Abogado y había sido Profesor nuestro en la Facultad, prácticamente nos echó, a mi marido a y a mí nos mandó que nos fuéramos a Buenos Aires, a cualquier lado. Entonces ahí mi esposo dice: “ bueno vamos a cambiar de trabajo porque está demasiado complicado éste tema”, como él tenía un cuñado en Somisa, en San Nicolás, en Fabricaciones Militares, entró, rindió y lo llamaron,  en Junio del 75 lo llamaron para trabajar en Somisa y él entró a Somisa a trabajar como empleado administrativo, dejó el periodismo que estaba muy peligroso, yo seguí trabajando en el Diario y a fines de Junio del 75, los que nos amenazaban eran la versión local de las tres A, se llamaba “Cal”, “Comando Anticomunista Litoral”. El 28 de Junio del 75, mandaron un comunicado al Nuevo Diario, que un comando de la Cal, nos había Juzgado y condenado a muerte a mí y a dos periodistas más y nos iban a matar donde nos encontraran, ahí vino mi esposo y me llevó  a San Nicolás y se terminó, me fui de Santa Fe con los chicos, nos fuimos, vendimos la casa en Santa Fe, compramos en San Nicolás y yo empecé a ejercer como Abogada, dejamos el Periodismo...

DR. SCHIFFRIN.- Y cuatro años después...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Tres años después...

DR. SCHIFFRIN.- (ininteligible)...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nos secuestraron... y todas las preguntas referidas a los gráficos y a ese época...

DR. SCHIFFRIN.- Bah, está clarísimo el motivo, porqué lo detuvieron después, se inscribe en toda la persecución a gremialistas y periodistas, que acá se ha investigado algo, no todo lo necesario. Bien, entonces yo no, no tengo ya... no deseo formular más preguntas... sí, una sola si de orden, usted declaró en la Conadep, tengo acá la declaración no es cierto... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. SCHIFFRIN.- Pero en algún Tribunal aparte de aquella declaración ante el Juez de San Martín...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. SCHIFFRIN.- No, por los presuntos acopios de armas que usted tenía... habría tenido, después alguna vez declaró en el Tribunal de Justicia Argentino sobre estas, sobre estas cuestiones... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ehhh, sí declaré ante el Juez Bagnasco en robo sistemático de bebés por el caso de Laura Estela Carlotto y su hijo Guido...

DR. SCHIFFRIN.- Claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Y por el caso de las embarazadas de La Cacha...

DR. SCHIFFRIN.- Por el caso de, de...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De las embarazadas que había en La Cacha...

DR. SCHIFFRIN.- De la Cacha claro... eso, esa Causa de la Capital...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Declaré por eso, porque en 1983, cuando todavía estaban los Militares, en Octubre del 83, Abuelas de Plaza de Mayo, Clamor de Brasil y el Consejo Mundial de Iglesias nos reunieron a los sobrevivientes de La Cacha del 77, y del 78 los que pudieran ir, porque en ese momento María Laura Bretal, por ejemplo, no podía ir y María Inés Panero tampoco, pero nos reunieron a los que los que pudieran ir, nosotros desde México, algunos desde Italia, que tratamos de hacer la historia de La Cacha del 77 con las del 77... y el 78 con nosotros, de quienes vimos, que represores había y que mujeres embarazadas habíamos visto...

DR. SCHIFFRIN.- Perfecto, muy bien ya yo tengo el panorama claro y le voy a preguntar a los Colegas, el Doctor Dugo no pregunta, el Doctor Durán sí...

DR. DURAN.- Entre las personas que usted comenzó a mencionar hoy como que se encontraban  detenidas,  con usted, cuando usted estuvo en La Cacha, empezó hacer alguna alusión pero no, no termino, recuerda, que por ejemplo usted con Rita, que resulta ser la hija de la Señora de Carlotto, que declarara posterior a usted. y  también lo mencionó a Carlos Lahite...  

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. DURAN.-  Usted recuerda qué otras personas se encontraban en ese lugar, que pudo identificar...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. DURAN.- Puede mencionarlas...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sí, sí...

DR. DURAN.- A ver...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Con nombre y apellido algunas, otras solo el apodo que teníamos ahí adentro, porque ahí adentro conservaban los apodos, yo vi a, bueno a Raúl Bonafini “bigote”, a “Luciano”, que era Alejandro Gutiérrez, a “Toto” que era Carlos Rodríguez, a la “Gringa”, que después supera que era la Gringa García, a María Laura Bretal que era la “panzona”, bueno a “Angelita” que venía del traslado de Mar del Plata, a Walter Rosenfeld que también era traslado de Mar del Plata, con Walter Rosenfeld, le decían Walter ahí, después supe que era Walter  Rosenfeld porque es un caso de Abuelas también... de Mar del Plata habían venido “Chispi” Y “Cacha” también... “Chispi y Cacha” sé como se llamaban, por una cuestión, porque “Chispi” era de Paraná, Santa Fe está frente a Paraná y con el túnel había mucha vinculación, por el tema, el padre de “Chispi” era locutor de Radio, entonces mi esposo lo conocía al padre, entonces ahí ella, sabíamos que era Lucía Perrier de Fourrier, el esposo que le decían “vizcacha” era, era Carlos  Fourrier y las hijas hoy están visitándonos con nosotros, porque a las hijas las habían tirado en una plaza en Necochea cuando lo secuestraron a ellos. Después también estaba “Jimmy” con ellos, que “Jimmy” no sé quién  es, después estaba “Tomy” que es Carlos Yunk, que estaba también ahí, después estaba “Coco” que cantaba unas canciones...

DR. DURAN.- “Tomy” o “Tete”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cómo...

DR. DURAN.- Carlos Yunk... “Tomy” o “Tete”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- “Tete”, si le decían “Tomy, Tete” a veces, después supe que era Carlos, a Carlitos Lahite por ejemplo le decían Carlitos, pero durante años, nosotros recibíamos cartas de familiares preguntándonos si no podía ser su familiar y nunca era, hasta que encontramos a la hermana de Carlitos Lahite y pudimos establecer que era fehacientemente, que era Carlitos Lahite, después estaba María, una chica que estaba embarazada, tenía tres hijos  y estaba embarazada de su cuarto hijo, María tengo entendido que sobrevivió, que vive en una villa miseria de acá de La Plata, pero  la verdad que no, no la hemos podido ubicar, después está, estaba la “Gringa” ya dije, ”Angelita” Ana, “Anita” que le decían que tampoco recuerdo el nombre verdadero de ella, después estaba, a ver estaba “Chispi, Vizcacha, la Gringa”, ahhh estaba el “Zorro” Valente... el Zorro Valente que era y le decían el “Zorro” y que era un chico de Colón, de Entre Ríos, estaba un chico “Coco”, que era tucumano, pero que nunca supe  como se llamaba, cantaba una canción de Leo Dan muy linda, después recuerdo también haber escuchado que había otras personas, pero yo no las vi, como el “Tuerto, Mazucco”, después un muchacho que se llamaba Almirón, que yo no los vi, mi esposo sí estuvo con ellos, pero yo no lo vi. Don Vera que estaba en la cueva al lado mío, que le decían que lo tenían ahí hasta que pudieran secuestrar a la hija, que era en realidad a la que buscaban, pero Don Vera sigue desaparecido, después sabía que estaba en el sótano María Inés Paleo, pero nunca la vi, yo sabía que estaba en el sótano porque me lo habían comentado, pero nunca la vi, no sé si después de tantos años me olvido de alguien, pero está todo en el relato de Brasil totalmente señalado, todos los compañeros que vimos  y lo que sabíamos de ellos, yo supongo que el relato de Brasil está incorporado acá, a la Causa... sí...

DR. SCHIFFRIN.- Lo había informado la Secretaria...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Claro, sí, sí...

DR. DURAN.- Merced a la declaración que oportunamente prestara María Laura Bretal, nosotros tenemos reconstruido la forma en que presentaban en aquel entonces el interior de La Cacha, usted la estuvo mirando y la reconoce...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sí...

DR. DURAN.-  En cuál de los sitios usted puede ubicarse que usted permanecía...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Yo me permanecía en la cuevita primera de, de, del corredor, la primera entrada, la cuevita que está ubicada adelante...

DR. DURAN.- Frente a la que dice cama uno...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cómo...

DR. DURAN.- Frente a la que dice cama uno...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Frente a las... frente al pasillo donde estaba el ropero y las camas, pero la cuevita daba más que nada al pasillo de entrada, donde estaba la cocina y después el baño, como yo estaba engrillada de pie y manos, tirada en el suelo, mi capucha tenía una pequeña, un pequeño agujerito gastado, y por eso es que hay algunos represores que los vi quienes eran y algunos compañeros que también los vi, como quiénes eran y los vi, aunque no fueran los que repartían la comida o los que yo conocía porque venían,  podían, estaban sueltos y podían conversar conmigo...   

DR. DURAN.- La señorita que identifica como Rita, ya había tenido un hijo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.-... Sí, con Laura, con Laura hubo una, una, una relación muy especial porque el problema es que Laura, primero y principal es la pidió antibióticos para mi esposo, segundo que ella me contó a mí personalmente, porque Don Otto un día, para sacarme de esa, de la cueva, me sacó durante el día, porque los torturadores a veces venían a la noche, a veces venían a cualquier hora al día, una noche nos sacaron a todos a las cuatro de la mañana, una neblina, era terrorífico, de a uno nos llevan a la sala de torturas y después nos volvían y era porque había estado, había sido el atentado a la hija de Lambruschini, entonces nos llevaban para identificar una foto que tenían, a ver si lo habíamos visto a ese hombre y quién era. Entonces yo con Laura, primero me cuenta cómo era el movimiento de, me tiene que tomar todos los datos y demás y después cuando Don Otto nos deja, me suelta y yo estoy charlando un rato ahí con ellos en ese pasillo, que ellos tenían la cama ahí, bueno la “Gringa” me hace esa disquisición que me hizo, mire ustedes se van y Laura me cuenta que a ella la habían secuestrado en la calle, en Buenos Aires, en Capital, la levantaron en la calle, que primero la llevaron a la ESMA, estuvo una semana en la ESMA, y después vino a “La Cacha” con su compañero, que el compañero fue fusilado a fines del 77 ahí en “La Cacha”, en presencia de todos y como escarmiento y yo le pregunte porqué y me ella me dijo: “parece que por los cargos que tenía, no sé”, bueno y yo, le decían “el negro” al compañero de ella, entonces ella ahí me contó, que ella había tenido a su hijo el 26 de Junio en un Hospital Militar, que no podía precisar cual, que la habían tenido engrillada a la  camilla, el hijo, el parto, durante todo el parte estuvo engrillada a la camilla, el bebé era un varón, se lo dejaron tener un rato, cinco horas más o menos, y después se lo sacaron y ella le puso de nombre Guido en homenaje a su padre. Después, antes del 24 de Agosto, ahí ya en “La Cacha” a ella le avisaron que la iban a,  iban a venir tres miembros de la Marina para  interrogarla y decidir qué hacían con ella y realmente la llevaron a la sala de torturas un día, la encapucharon, la engrillaron, la llevaron a la sala de torturas y ella después vino y nos contó que había estado con tres, se ve  mandos de la Marina, no los vio porque estaba encapuchada, pero que le habían hecho preguntas sobre  la Plata  y sobre  la gente de la Plata  y bueno que ella dijo que no sabía, que La Plata era tierra arrasada, que años que no estaba y que no sabía y bueno después de esa entrevista que ella tuvo le dijeron que la iban a soltar, que le iban a hacer un Consejo de Guerra, la iban hacer aparecer como auto presentada, la iban a llevar a la ESMA, le iban hacer un Consejo de Guerra como auto presentada y en dos meses se reencontraba con su hijo que lo tenía la madre, todo esto es con lo que nosotros nos quedamos cuando Laura sale de “La Cacha”...

DR. DURAN.- Perdón, qué le dijo cómo había sido secuestrada ella...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En la calle, caminando...

DR. DURAN.- Caminando porqué calle...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En Capital Federal, iba caminando, paro un auto, la levantaron y la llevaron y ya parece que habían secuestrado al compañero también, lo llevaron a la ESMA, una semana y después a “La Cacha”...

DR. DURAN.- A los dos...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A los dos y a él lo mataron  a fines del 77 ahí en “La Cacha”...

DR. DURAN.- Se acuerda cómo se llamaba el... la pareja de él...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, la verdad que no pregunte. Bueno, después... nosotros nos quedamos con ese relato, aparte Laura el día que se iba, a último momento vinieron y le dijeron que salía con Carlitos Lahite. A Laura le permitieron ir por las camas nuestras, donde estábamos engrilladas, yo... cuando hubo el traslado de Mar del Plata, que se llevaron a “Chispi” de acá, a mí me subieron, porque además  también ya habían  terminado la etapa de interrogatorio a nosotros, me sacaron de la cuevita y me llevaron arriba a la cueva, pero Laura antes de irse me viene a ver y me dice: “me quiero llevar un recuerdo tuyo”, le digo acá, la ropa buena que tenía me la quitaron y me dieron andrajos, “no tengo nada para darte y lo que te de... no, no tengo nada material”, o sea tenía una cosita que había hecho un chico que hacía cositas de, de cerámicas, le digo “pero te lo van a quitar, seguro” entonces me dice y ahí me di cuenta... y van... “mira tengo un sutien de encaje negro, que es lo único que me quedó”, me lo saqué y se lo di, porque ella se lo puso y lo podía sacar. Bueno, nosotros salimos al exilio  pensando que ella,  tal es así que en los primeros testimonios, no la nombrábamos a ella, porque cuando nosotros en Brasil comenzamos a denunciar  la existencia de los Campos, porque queríamos salvar a los que habían quedado y empezó a salir en los diarios y demás, a mí familia acá la molestaron bastante...     

DR. DURAN.- A su familia...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A mi familia la molestaron bastante, entonces nosotros en los primeros testimonios nuestros a Laura, por empezar le decíamos Rita, no sabíamos que era Laura, pero no, no la nombrábamos porque creíamos que ella estaba con su hijo en su casa y que la iban ir a molestar, nosotros nos enteramos que la habían matado con Carlitos esa noche cuando en el 80, ya hacía mucho tiempo que estábamos en Brasil, viene otro compañero, porque nosotros trabajamos en la Curia, trabajamos  haciendo un Comité de solidaridad para la gente que saliera, hicimos el archivo de los desaparecidos de “Clamor”, mi esposo y yo trabajábamos con la Iglesia ayudando, entonces viene un compañero y nos dicen, che están las Abuelas de Plaza de Mayo y quieren hablar con los sobrevivientes de los Campos, ustedes van a hablar con ellas?, sí porque no... ya era el año 80, bueno ahí nos encontramos con la abuela, con Elena Santander, con Estela Carlotto, no me acuerdo si había otra abuela. Bueno había ido, las abuelas salían al exterior y trataban de hablar con los sobrevivientes de los campos para que le contaran de las embarazadas que habían visto o que habían compartido con ellos, y bueno ahí nos encontramos nosotros, nos conocimos ahí, entonces nosotros empezamos a relatar, contamos que se hablaba de una, de una compañera Rosita que había estado embarazada ahí en “La Cacha”, que tenía hijos antes y que había tenido su bebé estando en “La Cacha” pero que la habían trasladado antes que nosotros llegáramos, o sea que no la conocimos no podíamos, era lo que nos habían contado ahí en “La Cacha”, que sí habíamos conocido a Rita que estuvo y compartió con nosotros el cautiverio, ahí cuando yo dije Rita, Estela me dice “a, Rita le decían a mi hija”, le digo “yo no, pero esta Rita está en su casa con el bebé, porque le hacían un Consejo de Guerra liviano y se la liberaba, entonces ella me dice: “mirá, te voy a mostrar una foto”, sacó la foto y ahí yo me enteré, de la verdad...    

DR. DURAN.- Retrocediendo al comienzo de su declaración, a usted la secuestran en San Nicolás... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. DURAN.- Naturalmente nosotros vamos a tener muy poca información  porque es en extraña jurisdicción, así que se hace muy difícil la investigación en esos casos, pero usted manifiesta de que la suben a un camión...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. DURAN.- Y que después queda como engrillada a una rueda...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DR. DURAN.- A una gran rueda, o sea un camión de carga digamos...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A los dos, a mi marido y a mí, sí...

DR. DURAN.- En ese momento obviamente usted estaría con los ojos vendados...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, tenía vendas, cuando llegué a “La Cacha” me la sacaron y me pusieron una capucha...

DR. DURAN.- Usted pudo en algún momento por alguna forma observar de qué color era el camión, a qué Fuerza pertenecía, a  que Fuerza Armadas o de Seguridad...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DR. DURAN.- ...o  haber escuchado lo que conversaban entre ellos para...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no, solo nos dábamos cuenta que era un camión enorme porque estábamos, nos subieron y nos ataron ahí a la rueda, yo ya le dije que veía levantando un poco la venda y podía mirar, o sea apenas arrancó el camión yo empecé a mirar, en realidad todo secuestrado, el objetivo primero que tiene es tratar de zafar... es elemental...

DR. DURAN.- Obviamente, entonces tampoco escucharon el nombre de ninguna de la personas que lo llevaba secuestrado...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, tenían medias en la cara y bufandas, o sea que era muy difícil...

DR. DURAN.- Medias es la cara...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.-  Tengo un detalle...

DR. DURAN.- Perdón...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Los que estaban de civil, los que estaban con el  uniforme de fajina del Ejercito y tenía medias en la cara que le desfiguraban el rostro y los que estaban de civil llevaban una bufanda hasta acá, donde sólo se le veía los ojos, lo que le puedo decir es que estando en “La Cacha”, secuestrada, unos  miembros de la SIDE, de los que a veces iban eventualmente que eran interrogadores, me dijo: “vos sos la de San Nicolás, no”, “sí” le dije... “quédate tranquila dice, ya anduvimos por allá, no tenes antecedentes”, fue la única referencia que hubo... 

DR. DURAN.- De las cuatro Guardias que tenían a su cargo la custodia de todos los detenidos ahí en “La Cacha”, usted puede recordar  algunos de los Oficiales  o Suboficiales el nombre o la descripción física o sobrenombre o alguna forma para poder identificarlos...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nosotros estábamos a cargo de un Oficial del Ejército, que se hacía llamar Capitán Villa, del Capitán Villa yo lo puedo ver a través de la luz y del pasillo cuando pasaba, era alto, delgado, cabello negro corto, cutis castaño, así tez mate, ojos marrones, un rostro común. Al que pude ver también era un Suboficial del Ejército que era Eduardo, que era el encargado ahí en “La Cacha” y que apenas uno llegaba, él iba a la cama y le decía yo soy acá el encargado, me doy una vuelta todos los días, acá en éste Campo no se hacen barbaridades, ni nada que se le parezca, vos si tenes quejas, si alguno de los Guardias se pasa con vos o te hace algo indebido, a la  noche me lo informas y que sé yo, y yo pensé que era un discurso casqueano no, pero realmente después las chicas me dijeron  que era así, porque había un Guardia  que se había pasado con una prisionera y nunca más volvió, evidentemente cumplía sus funciones, era el encargado, a él le vi la cara, pero era un hombre común, petiso, no muy gordo...    

DR. DURAN.- Cómo se llamaba el suboficial...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Eduardo se llamaba ahí, Eduardo, a Don Otto también lo vi, era un hombre grande...

DR. DURAN.- A quién...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Don Otto, era un hombre grande...

DR. DURAN.- También del Ejército...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ejército, la guardia de Ejército, era un hombre grande, de cutis blando, cabello castaño claro, medio pelado, redondido, fornido...

DR. DURAN.- Y de las otras Guardias de los otros... de las otras fuerzas de seguridad o armadas...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De las otras Guardias, de la guardia de la Marina pude ver a uno, al “Gordo” le veíamos la cara  porque nos hacía sacar la capucha...

DR. DURAN.- “El Gordo”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- El “Gordo” no tenía problemas que le veamos...

DR. DURAN.- Sabe cómo se llama él...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A veces, a veces, según como llegara, cebaba mate, iba camastro por camastro y nos cebaba mate, dependía de cómo llegara no o nos contaba cosas, así que le veíamos la cara, pero no sé el nombre, era el “Gordo” de la Marina y después...

DR. DURAN.- Cómo lo puede describir, cómo era físicamente...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Era gordo, de pelo claro, de castaño claro, cutis blanco, una cara común...

DR. DURAN.- Alto, bajo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ehhh... 1,80... 1,70 habrá tenido, no, no era muy alto. Al que si vi bien también, y lo vi bien como era, era uno que le decían “garrote” que ese si era patota y era golpeador... “garrote” era rubio de ojos celestes...

DR. DURAN.- La golpeo a usted...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Joven... no, pero vi que golpeaba a otros, era joven, fornido, por algo le habrán dicho “garrote” no...

DR. DURAN.- De qué Fuerza pertenecía...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Marina, Suboficial de la Marina...

DR. DURAN.- Algún otro miembro de la Fuerza de Seguridad puede identificar...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Había del Servicio Penitenciario “Palito”, un morocho alto, flaco, cabellos castaños oscuro y ojos negros,  si hubiera fotos sí, pero  le decían “Palito” y después “Pájaro Loco”, que le decían “Pájaro Loco”, que era narigón, cutis blanco, ojos claros, pelo castaño, alto, no, tampoco lo vi mucho o sea los veía pasar o los veía andar por ahí, la luz del pasillo, como yo tenía ese agujerito, cuando entraba los enfocaba, o sea eran un, una  pasada, o sea no los veía cara a cara, al único que vi cara y que fue una de las cuestiones que quedaron ahí en “La Cacha” como una anécdota que se hizo. Ahí los de la SIDE, uno se llamaba “Marpla”, le decían “Marpla”  y había dicho que el prisionero que le viera la cara lo iba a matar, lo mataba ahí nomas y un día cuando yo ya  estaba arriba en el salón, vino, entró ahí donde yo estaba engrillada a la camilla, a la cama y me dice sácate la capucha, ahí se hizo un silencio porque todo el mundo quedó, dice, si le ve la cara la va a matar... yo me saqué la capucha y me hizo una consulta jurídica, porque desalojaban a la madre y que le explicara cuál era la mejor forma, bueno yo le evacué la consulta que va a ser, me dijo después, bueno “gracias, chau, tápate la cara” y se fue y después cuando repartieron la cena, vino Carlitos Lahite y me dice:  “no, casi nos haces  dar un infarto, le viste la cara Marpla, que dijo que iba a matar al que se la viera”, pero si no, no los podíamos ver, estábamos engrillados y encapuchados...

DR.SCHIFFRIN.- Pero este dato es tanto sorprendente como importante, porque si era un agente de la SIDE realmente existe los legajos,  éste punto habría que volverlo a trabajar me parece...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Tendría que revisar todos los legajos de esa época, sí...

DR. SCHIFFRIN.- Claro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí... también había un Agente de la SIDE, que sí, Pablo le decían que también le vi la cara porque me hizo levantar la capucha, se despidió porque  se iba al sur con la Guerra con Chile, bueno ese sí, Pablo, además hablaba con Luciano de la Facultad de Veterinaria de La Plata cuando habían hecho la toma de la Facultad y que sé yo que él había estado, ese era rubio de ojos celestes, cabello bien rubio, no muy alto y casi como yo, yo creo haberlo visto un día en la calle y creo que era  él, yo iba a Tribunales de San Isidro y él venía por la  misma vereda y yo lo empecé a  mirar, cuando yo lo empecé a mirar, él bajo la cabeza y cruzó...  

DR. DURAN.- En la localidad de San Isidro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En San Isidro, pero se cruzó y se fue, no lo alcancé, o sea...

DR. DURAN.- En alguna oportunidad, luego que usted recuperara la libertad y volviera la país, tuvo la oportunidad de poder ver los legajos de todos los funcionarios que aparentemente eran los que  ejercían la custodia de allí, como para poder identificarlos...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, otro que podría identificar un tal “Romo”, que era del Servicio Penitenciario, que cuando nosotros, cuando yo ya estaba en Devoto, que me llevaban al Consejo de  Guerra primero y después al Tribunal, un día él cuando, iba engrillada en una camioneta de vidrio, se veía todo, pero iba engrillada al piso, para la camioneta en el Juzgado y uno de ellos sube, me saca de ahí, me deja las esposas a mí y cuando voy a bajar, parado a un costado estaba el “Romo” que yo había visto en “La Cacha”, que le decían “Romo”, pero se ve que era de traslados del Servicio Penitenciario Federal, porque ahí me llevaban al Juzgado... 

DR. DURAN.- Al Juzgado de San Martín...

DR. SCHIFFRIN.- Perdón que tenemos que cambiar la cinta de nuevo...

DR. DURAN.- Usted le avisó eso al Juez Federal cuando estuvo con él...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, porque yo ese día fui a firmar la libertad ya y no lo vi al Juez, ni tampoco le dije nada, porque además era decirle y en ese momento ni se me ocurrió, ni se me ocurrió, pero si lo vi, lo vi que estaba ahí a un costado, era un hombre grande ya,  un hombre como de 60 años...

DR. DURAN.- Bueno, por ahora...

DR. SCHIFFRIN.-  Muy bien, Señor Fiscal General...

DR. CAÑON.- En primer lugar quería hacer una pequeña aclaración al Tribunal, porque a fojas 14, se decide formar la Causa de la Doctora Ríos en base a dos testimonios que es de María Laura Bretal y  Mabel Tenet (fon), pero no está  el Acta, está la constancia de la grabación en la cinta 117, pero no está, está solamente desgrabada la de 112, que corresponde a María Cristina Gumeroti...

DRA. PEREZ GALIMBERTI.- Lo que pasa que María Laura Bretal declara en la Causa Gumeroti, no declara en su propia Causa, entonces está agregada en, en la Causa Alcira Ríos una copia, pero está la desgrabación en la Causa donde prestó declaración testimonial...

DR. CAÑON.- Correcto...

DR. SCHIFFRIN.- Perdón, está, no hay copia en esta Causa...

DR. CAÑON.- Claro...

DRA. PEREZ GALIMBERTI.- No, en general no agregamos copias de los testimonios, donde deberíamos por ahí agregarla  porque no, no tenemos papel para las fotocopias...

DR. SCHIFFRIN.- Por una razón, digamos, de comodidad sería bueno agregarla, podemos hacerlo. Bien...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Perdón, quería hacerle una aclaración al Tribunal porque hoy cuando me preguntaron, me olvide. Yo declare también en la  privación, en la causa que Estela Carlotto abrió en el 84 por el secuestro de y desaparición... privación ilegitima de la libertad de Laura Carlotto y declaré ante el Juez, acá en La Plata...

DR. DURAN.- Juzgado Penal 1...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Y reconocí, y reconocí el corpiño negro de encaje, por eso Laura Carlotto es un homicidio probado contra Suarez Mason y toda la cadena de mandos. Me olvidé que había declarado acá, no me acuerdo el número de Causa, pero por acá está el Doctor Ramón Torremolina que lo podrá decir...

DR. SCHIFFRIN.- Sí, sí... sí, es una Causa que incluso podría

ser traída a conocimiento del Tribunal, porque hay una disposición de la Suprema Corte que hace que todas las Causas que están en el archivo histórico no de la Provincia, pueden pasar a nuestro requerimiento para...

DRA. ALONSO MORALES NORALES.- Disculpe Doctor. Está agregada la Causa...

DR. SCHIFFRIN.- Está bien, aquí la estoy viendo...  

DRA. ALONSO MORALES MORALES.- Está agregada...

DR. SCHIFFRIN.- Bueno, muy bien entonces. Bueno, Señor

Fiscal...

DR. CAÑON.-  Quisiera, si nos puede explicar un poco el funcionamiento interno dentro del Centro Clandestino de detención para hacer alguna asociación respecto a la pertenencia de las Fuerza, por ejemplo la comida, cómo la proveían... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Venía del Regimiento 7, que estaba al lado, por ahí cerca... desde la parte de arriba de “La Cacha” se podía ver la cárcel de Olmos y decían que venía del Regimiento de la Cárcel, no sabíamos bien, pero los jarros que nos daban el mate cocido tenían el escudo del Ejército...

DR. CAÑON.- Perfecto. El régimen  que usted dijo disciplinario interno que le habían leído de la Marina, en qué medida se aplicaba y cómo variaba de una Fuerza a otra...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- El día que venía, que estaba la, la Guardia del Ejército, el, un tal Daniel que era el encargado de toda la Guardia del Ejército, era, nos permitía que levantáramos la capucha nada más que para comer, hasta la boca, para comer, era bastante dura la situación, no se podía, era... era... como estaba previsto, como estaba exigido digamos, entonces ese, en esa guardia generalmente dormíamos todo la Guardia o mientras... a veces él dormía, cuando él dormía se podía hacer alguna otras cosas, como que alguien se podía arrimar. Quiero dejar aclarado, Carlitos Lahite era muy menudo, muy finito y tenía las manos chicas, entonces se sacaba las esposas e iba por los camastros y podía conversar con nosotros alguna, iba y conversaba un ratito no, después cuando sentía algún ruido, corría se acostaba en su camastro y se ponía las esposas de nuevo...    

DR. CAÑON.- O sea, que el grueso del tiempo estaba vendados y esposados...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Exacto...

DR. CAÑON.- Con esposas adelante...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Encapuchados y engrillados...

DR. CAÑON.- Cuando tenían la necesidad de ir al baño, cómo se...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nos llevaban al baño, nos llevaban al baño a la mañana y a la noche y si uno pedía nos llevaban... nosotros, claro, a veces nos llevaban los guardias o liberaban algún prisionero, a “Bigote” o a “Carlitos”, le daban para que nos saque o a “Vizcacha”, nos daban para que nos saque y nos lleven al baño y después nos traigan  y nos engrillen de nuevo...

DR. CAÑON.- Y la comunicación entre ustedes, además de la... la oral, había una comunicación a través de un mensaje, código, claves...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En general había, había algunas directivas digamos, no se podía, no se podía dar el nombre verdadero hasta que no se va del Campo, no se podía, por ejemplo, en el baño si se podía que hiciéramos un poco de gimnasia, por que todo el día tirados en una cama nos podía hacer mal, eran pequeñas cosas así que trasmitían “Carlitos o Bigote”... había, en la guardia que se podía había una cierta posibilidad de, por ejemplo, cantar, “La Cacha” tenía un himno, “el Viejo Matías”, lo decían los chicos, yo, me contaron los viejos, los viejos prisioneros que habían elegido como himno de “La Cacha” al “Viejo Matías”...  

DR. CAÑON.-  Y la dejaban cantar...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cantaban sí, en las Guardias que se podía, no había, no en todas...

DR. CAÑON.- Cómo diferenciaban a los integrantes de  una Fuerza con la otra, estaban con uniforme o...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, estaban de particular, pero sabíamos que ese día era de la Marina por los sobrenombres, porque le decían los “Carlitos” a los de la Marina, los “Pedros” a los del Ejército, creo que los “Porotos” y no sé cómo era a los otros, así sabíamos que, que Guardia estaba...

DR. CAÑON.- El personal de Guardia eran suboficiales, eso lo tenían confirmado...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En general Suboficiales me parece que eran todos, los  torturadores eran los Oficiales de Inteligencia de las distintas Armas...

DR. CAÑON.- Cómo hacían el interrogatorio,  había un interrogador y alguien que aplicaba la picana o el mismo que aplicaba la picana interrogaba...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Era el clásico, el clásico interrogatorio del bueno y el malo, uno que dice bueno... no che, no seas tan bárbaro, vamos a dialogar...el otro masacra y había uno que tomaba nota, tomaba nota...

DR. CAÑON.- Le hacían firmar las actas después de cada interrogatorio no...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nunca nos hicieron firmar nada, excepto lo que conté que me hicieron firmar que hasta el día de hoy no sé...

DR. CAÑON.- Es interesante el tema de San Nicolás, hicieron alusión a la procedencia y a alguna vinculación con trayectoria anterior del II Cuerpo de Ejército no...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No. Lo que sí hicieron alusión a la profesión que no le gustaba y no sé, creo que a mi esposo le acusaban de ser Montonero porque había estado en los campeonatos de la UES...

DR. CAÑON.- Y no hicieron referencia, hay una resolución justamente del año de ustedes, 504 del Ejército que casualmente incluye a San Nicolás solamente como un agregado de, de la Secretaría de Inteligencia 101, esa asociación no la hicieron en el mismo momento...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DR. CAÑON.- Y no hicieron referencia tampoco a...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En San Nicolás, quince días antes, dos meses antes  de que nos secuestraran a nosotros, secuestraron a el joven Cámpora y a su joven esposa y los mataron, los tiraron en la ruta, ahí nomas a 15 kilómetros o sea había mucha represión, en  Nicolás mataron criaturas, bombardearon una casa y  mataron al matrimonio y a los chicos, o sea había mucha represión...  

DR. CAÑON.- Y la asociación del Primer Cuerpo de Ejército que ustedes hacen...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Yo hago alusión al Primer Cuerpo de Ejército, porque me dicen los que entraron en casa y eso, los que me empiezan a interrogar y a torturar me dicen yo no, uno de ellos me dice, realmente se veía que era el Jefe, me dice: “mira, yo a vos te voy a reventar, porque yo no me vine de Buenos Aires hasta acá para que vos te hagas la estúpida”, fue lo mejor que me dijo... 

DR. CAÑON.- En esta directiva y rectificaciones del Comando en Jefe del Ejército, también se habla de las Fuerzas Estratégicas y Fuerzas Secundarias prioridad uno y prioridad dos, la “fuerza estratégica principal del oponente ”, como la llamaban ellos era  Capital Federal, Gran Buenos Aires, La Plata, Berisso y Ensenada y el resto Villa Constitución, Campana y demás estaban en la prioridad uno de secundario, esta asociación no se la hicieron en los interrogatorios respecto a la pertenencia de ustedes a esta zona estratégica de La Plata...    

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no, los interrogatorios eran relacionados con, primero que con que, con que era Montonero el profesor, que sé yo y después se dieron cuenta que no tenía nada que ver, que no sabía de que le estaban hablando y después los interrogatorios empezaron con lo que iban sacando de, de, las amenazas anteriores y demás, nos preguntaban por los dirigentes de los gremios, yo en Santa Fe, como Periodista era Comisión Interna, mi esposo era de comisión directiva del Gremio de Prensa, yo era Comisión Interna y además discutí las paritarias del 73 y fue la única paritaria que no se firmó y aparte, después ellos manejaban, le preguntaban, yo además estaba... con la Gremial de Abogados, en ese momento defendíamos, yo estaba en la defensa de los Gremios Combativos, pero hicimos un Congreso en Santa Fe que estuvieron el Cuqui Curutchet, estuvo Silvio Frondizi, todos los que después lo mataron...   

DR. CAÑON.- Ahora, es curiosa la, la referencia que hace usted respecto de que había gente de Entre Ríos, de Colón, de Salta, de Tucumán, el tucumano que cantaba Leo Dan, el tema de Leo Dan, el grupo de Mar del Plata, cómo, qué comentarios había internamente, cómo funcionaba esto... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- La impresión que había, que es lo que me dijeron algunas de las prisioneras más viejas, es que “La Cacha” era como un campo de paso, intermedio, o sea como para ver, con éste que hacemos, una cosa así, porque además por ejemplo, yo cuando ya exiliada, en México tuve acceso al relato de cómo era la ESMA por ejemplo, como era realmente la Base de Submarinos, “La Cacha” no fue así... no fue así en la medida en que no había convivencia de los secuestrados con los torturadores, no, nos sacaban a cenar, estábamos engrillados y encapuchados todo el día...

DR. CAÑON.- Hicieron alguna referencia directa o indirecta respecto a la Dependencia operativa que tenían los partidos de Ensenada y Berisso respecto a la Armada...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Lo que se decía era que los de la Marina que venían era de la zona, eran de Ensenada o de, los que venían a interrogar, yo, a mí también me interrogó la Marina, lo que pasa que yo, además por mi trabajo en Abuelas, me dan... la fuerza que secuestraba era la que definía el destino del secuestrado y del hijo en el caso eventual que estuviera embarazada, al margen de los paseos por otros Campos... 

DR. CAÑON.- Y a propósito de eso había detenidos, por ejemplo en la zona de Berisso, un caso por ponerlo, el de Elba Ramírez Abella, que tenía un apodo y no sé si lo sintió nombrar usted... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DR. CAÑON.- Dentro del Campo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Es probable que en el relato de la SIDE esté, porque ahí tratamos de reconstruir  pero había mucha gente nombrada por  el grupo de 1977...

DR. CAÑON.- De la misma época era, simultáneamente con usted  y el apodo era “Bichi” o “Vicky”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No recuerdo...

DR. CAÑON.- Porque era de la zona de Berisso el secuestro y puede provenir de la Marina...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No recuerdo que haya habido una compañera “Bichi o Vicky”...

DR. CAÑON.- El Doctor Durán le preguntaba respecto al camión, yo tengo la misma inquietud, porque me quedó la idea, cuando respondió la primera vez que lo asoció como un camión de traslado, como si fuera un camión de traslado oficial, eso es la impresión que me quedó, pero de la pregunta me parece ahora que podía ser un camión no el convencional de tipo Servicio Penitenciario... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Eran esos que le decimos, “el cuartito azul”, esos camiones pero grandes...

DR. CAÑON.- Pero cerrado era...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Era totalmente cerrado, totalmente, no era como los de  traslados, a mí también  me han trasladado en el grande, que tiene celdas adentro con unas aberturitas donde uno ve la calle, pero no era así, era totalmente vacío un camión de color azul grandote con una gran rueda que es a donde nos engrillaron, lo único que tenía era la rueda, la rueda auxiliar no...

DR. CAÑON.- Y esa ráfaga de ametralladora de bienvenida, entre comillas...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Fue un chiste de la Guardia a los que llegaban...

DR. CAÑON.- Pero fueron tiros al aire...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sí, sí y después se reían...

DR. CAÑON.- Ehhh, los torturadores, usted dijo que venían de madrugada o de noche o a veces...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De noche en general, por ahí venía de día también, lo único que era es que  había un mensaje de la Guardia al interior del Campo que decía: “llega auto”, entonces el que atendía, el Guardia que atendía el teléfono pegaba un grito: “viene un auto”...

DR. CAÑON.- Y las frecuencias de esas visitas de esos interrogadores...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De acuerdo a las necesidades que tenían de, de la cantidad de presos que estuvieran interrogando, porque además iba por ejemplo... iba uno de la Federal, el “oso” Acuña que tenía a su cargo a “Luciano y a Toto”, entonces, él cuando había que torturar a “Luciano y a Toto” iba el “Oso”...  

DR. CAÑON.-  Otros dos nombres como Nuñez y Vaccaro los ha sentido nombrar...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En “La Cacha”...

DR. CAÑON.- Sí...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DR. CAÑON.- Cuando el Tribunal Militar se declara incompetente los notifican a ustedes de esa declaración de incompetencia...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, se declara incompetente y pasa las actuaciones a Causa Federal y nos llevan, nos llevan directamente al Juzgado, es más a mí me llevan del, cuando me llevaron al Juzgado, me asuste mucho porque  me llevaron, me sacaron de Devoto y me llevaron y me entraron en el, en el Regimiento de Ciudadela, yo que iba en una de esas, esas rurales que yo veía, estaba engrillada al suelo, pero veía, cuando vi que me metían de nuevo en un Regimiento, dije bueno, empiezo por el periplo de nuevo y ahí cuando llegamos bien adentro, bien, bien adentro del Regimiento de Ciudadela y ahí se bajó el de traslado, el que nos llevaba abrió la puerta y me dice : “venimos a buscar a una prisionera ”... y  me dice: “ pero ojo con lo que decís” que  es una auto presentada, me dijo eso, yo me quedé dura y después la chica subió, pobrecita, lloraba todo el tiempo y me contó que ella se había auto presentado y la llevaban a la Cárcel de Ezeiza y de paso entonces, me llevaban a mí, la pasaban a buscar a ella, me dejaron a mí en el Juzgado, después me volvieron a sacar y me llevaron , me llevaron a Devoto y después lo llevaban a ella a Ezeiza...

DR. CAÑON.- El traslado suyo se produce un día después del traslado de, de Laura Carlotto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no,  a Laura la sacaron el 24 de Agosto, a nosotros el próximo  traslado... 

DR. CAÑON.- No fue el 25...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Claro... no, no, no, eran todos los jueves los traslados, una vez a la semana había traslados, por eso...

DR. CAÑON.- En uno de los informes figura el día 25 de Agosto como el traslado de ustedes...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, nosotros...

DR. CAÑON.- Lo mismo que en el Ministerio del Interior figura el egreso el día 17, y no el 13...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Mire Doctor, yo le voy a contar y creo que por ahí mi suegra lo tiene guardado a eso, estando nosotros ya en San Nicolás, nos dieron la libertad, ella había escrito al Ministerio del Interior y recibe una carta del Ministerio del Interior donde le dicen que yo posiblemente iba a ser liberada, pero que del hijo no sabían nada... nosotras estábamos ahí...  

DR. CAÑON.- El Juez Federal que tuvo el caso, cómo se llamaba...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No me acuerdo...

DR. CAÑON.- No se acuerda...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- La verdad que no me acuerdo...

DR. CAÑON.- Y decretó la falta de mérito, prosiguió la investigación y no abrió ningún tipo de investigación para investigar lo que usted denunciaba que le había ocurrido...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, lo que él me dijo fue, ni siquiera, es tan falso esto, tan falso, que ni siquiera le habían mandado las armas que decían que nosotros teníamos, o sea le faltaba el elemento de la prueba, por eso decretó la falta de mérito...

DR. CAÑON.- Ehhh, Rita o Laura le comentó a dónde la habían trasladado para tener a su hijo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A un Hospital Militar que ella no podía precisar cuál...

DR. CAÑON.- Pero alguna descripción...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- En ambulancia la llevaron...

DR. CAÑON.- Tiempo, distancia...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, la descripción era una pieza, sola, engrillada, la atendía ahí en el momento del parto y después cinco horas con su bebé y después al día siguiente la devolvieron a “La Cacha”...

DR. CAÑON.- Cuánto tiempo de traslado, no mencionó...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, ella no me dijo, me comentó eso y incluso cuando volvió a “La Cacha” la tuvieron, eso que me dijeron, que la tuvieron muchos días aislada, no la dejaban reintegrarse de inmediatamente a, al cuerpo de todos los, a donde estaban todos los, los secuestrados, nosotros no estuvimos cuando ella tuvo su bebé, eso ella me lo contó, nosotros ingresamos un mes después, un mes largo después...

DR. CAÑON.- Y lo que ella relató respecto a quiénes la atendieron y  si eran...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Solo eso me dijo, que la habían llevado a un Hospital Militar, que había tenido al bebé engrillada a la cama...

DR. CAÑON.- Engrillada...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sí, ella estaba engrillada a la cama mientras paría y que después lo tuvo cinco horas con ellas, le puso Guido por el papá... y después al día siguiente la  devolvieron a “La Cacha”...

DR. CAÑON.- Referencia del médico, enfermeras, nada...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Nada, nada, no...

DR. CAÑON.- Ehhh, el General que usted mencionó, que inspeccionaba los lugares de detención, usted mencionó un apellido parecido...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Rovere me parece que era, o algo así...

DR. CAÑON.- Puede ser Olivera Rovere...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, puede ser sí, la verdad que no me recuerdo,  mi esposo por ahí se acuerda porque también fue ahí a la Segunda de Avellaneda, yo no me acuerdo bien, sé que entró un General, no me dijeron quién, que estaba en inspección, pero yo, la puerta estaba cerrada y yo no existía ahí... 

DR. CAÑON.- Recién se blanquea la situación cuando llega la información a la familia a través de una llamada telefónica de la chica que recupera la libertad...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí.

DR. CAÑON.- Ahí se blanquea...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Exactamente. Ahí nos trasladan... digamos, la legalización empieza cuando vamos a Devoto, antes no existíamos, estábamos desaparecidos... para nuestras familias estuvimos cuatro meses desaparecidos...

DR. CAÑON.- Está bien...

DR. SCHIFFRIN.- Muy bien. Bueno, Doctora Alonso...

DRA. ALONSO MORALES.- Sí, gracias. Bueno, yo le voy a preguntar básicamente por las embarazadas con las que usted compartió cautiverio y bueno voy a referirme, en principio, a Laura Estela Carlotto. Cuando ustedes comentaron con Laura la circunstancia de su secuestro, usted dijo que fue en la calle, en Capital Federal. Me podría decir la fecha aproximada, qué tiempo de embarazo ella tenía en ese momento y qué Fuerza de Seguridad es la que la secuestra.

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Mirá, ella lo que me dijo fue que la secuestraron en Octubre en la calle, en el mes de Octubre en la calle,  que la llevaron a la ESMA...  obvio que la Fuerza que la secuestró fue la Marina, que estuvo una semana en la ESMA y que después la llevaron a “La Cacha”. Cuando estás en esas condiciones mucho no preguntas, o sea yo no le pregunté aclaraciones y demás, porque obviamente la consigna es no sepas, no digas...

DRA. ALONSO MORALES.-  Está bien, bueno, el Fiscal ya le preguntó respecto de las condiciones en las que Laura habría dado a luz a su hijo Guido en el Hospital de Campo de Mayo después a ella cuando la devuelven...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no sabía qué hospital. En un Hospital Militar...

DRA. ALONSO MORALES.- En un Hospital Militar, perdón...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No sabía cual era...

DRA. ALONSO MORALES.- Sí. Cuando a ella la devuelven a La Cacha le dijo que estuvo aislada cuánto tiempo y en qué sector ...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No sé, más o menos un mes... no sé, no me acuerdo bien, porque cuando yo... cuando nosotros llegamos ella había ingresado de vuelta, estaba con todos los prisioneros.

DRA. ALONSO MORALES.- Está bien. Había algunos represores encargados de atender especialmente a Laura  con respecto a su embarazo o posteriormente...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Con respecto al embarazo no sé, porque yo no estuve con ella, compartí el cautiverio cuando ella estaba embarazada, y después posteriormente tampoco. Lo que yo creo, que ahí dentro de La Cacha, ella también estaba bajo la responsabilidad de Villa, igual que nosotros... o sea que era, eso fue una operación conjunta de la Marina y el Ejército, de cualquier  manera no me caben dudas que el destino de Guido y de ella lo decidió La Marina, por esa especie de juicio sumario que fueron tres a hablar con ella una semana antes y que después la sacan ese día y que lo matan, Carlitos Lahite, hay una cosa que me olvidé de aclarar, el cuerpo de Carlitos Lahite lo encontramos... estaba en un cementerio, en un Cementerio de acá de la Provincia, mi esposo fue a presenciar la exhumación... acompañó a la hermana de él a presenciar la exhumación, cuando lo exhumaron a Carlitos Lahite, había un zapato de Laura...

DRA. ALONSO MORALES .- La última entonces vez que usted la recuerda a ella y se ven, fue en el momento que la trasladan ese jueves...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- El momento que ella despide de todos y de cada uno de nosotros y cuando se entera que la sacan con Carlitos, yo la escuché que le dijo: “Carlitos, nos sacan juntos, no nos irán a boletear por ahí, porque ella desconfiaba... bueno, todos. Cada traslado podía significar la muerte.

DRA. ALONSO MORALES .- Usted, además de compartir cautiverio con Laura Estela Carlotto que estaba, que estuvo embarazada, también compartió cautiverio con María, que es ésta embarazada, me podría describir físicamente a María, en qué mes de embarazo...  

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No la veía a María, la escuché a hablar nada más. María  estaba embarazada, tenía cuatro hijos, tres hijos y estaba embarazada del cuarto. Compartí el cautiverio sí, con María Laura Bretal, que estaba embarazada y le decían La Panzona... pero ella estuvo más con mi esposo, porque yo estaba aislada  abajo, porque era la etapa de los interrogatorios...

DRA. ALONSO MORALES.- Cuando a ustedes los liberan, María, seguía, quedó alojada en La Cacha y seguía con su embarazo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cómo...

DRA. ALONSO MORALES .- Cuando a ustedes los trasladan de La Cacha...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ella quedó en La Cacha, ella quedó en La Cacha, yo creo que nosotros enumeramos los que quedaron, quedaron “Bigote, Luciano, Toto, Coco”... daba la impresión de que iban a levantar La Cacha, porque había traslados pero no había ingresos.

DRA. ALONSO MORALES.- Y la otra embarazada que no tenemos identificada, que usted no compartió cautiverio pero sí tuvo referencias de ella, fue Rosita...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Rosita...

DRA. ALONSO MORALES.- Qué se sabe de Rosita, qué le comentaron los...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- De Rosita, de Rosita el relato que me dijeron a mí en La Cacha fue, que estuvo secuestrada, embarazada, que fue, la sacaron a parir, porque en La Cacha no hubo partos, la llevaron a parir y después la trasladaron... que era una... Rosita una chica joven, que además tenía dos hijos o tres antes y estaba esperando el tercero o el cuarto, pero ese comentario me lo hicieron, yo no la vi, ni estuve con ella.

DRA. ALONSO MORALES.- Había adentro de La Cacha una pieza especial apartada para las embarazadas, las tenían juntas...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, estaban en la pieza de arriba, en una de esas que no tenía ni puerta ni ventana, lo que sí por ahí les permitían caminar, caminar un poco...

DRA. ALONSO MORALES.- Y tenían en esto algún trato diferente con respecto a que le daban algún otro tipo de comida o tenían el mismo trato que el resto de las mujeres detenidas en el   Campo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No sé, porque nunca, no sé si les daban bien de comer o no... de cualquier manera yo creo que ningún prisionero tuvo un trato diferente, que todos pasaron por la tortura física y psíquica y que bueno, en el campo las condiciones eran generales para todos.

DR. SCHIFFRIN.- Perdón, tenemos que cambiar la cinta de nuevo. Podemos seguir...

DRA. ALONSO MORALES.- No, no tengo más preguntas... gracias...

DR. SCHIFFRIN.- Bien, entonces Doctora Peralta...

DRA. PERALTA.- Sí gracias. Quisiera preguntarle a la testigo, cuando ella relata el traslado de La Tablada  a la Subcomisaria, usted seguía vendada en ese momento...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.-  No... Usted dice que en el camión iban dos

personas de sexo masculino, femenino...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, sexo masculino, de traje, bien vestidos...

DRA. PERALTA.- Que eran Sindicalistas...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Bien vestidos...

DRA. PERALTA.- Y usted recuerda algún nombre...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no, no...

DRA. PERALTA.- Pudieron hablar algo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Ni hablamos, a ellos los mandaron al fondo del camión y nosotros  estábamos un poco más adelante...

DRA. PERALTA.- Los podría describir...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, era de noche oscura, sé que estaban de traje, porque los vi subir... bueno, no sabía de que se trataba, después me di cuenta que eran otros secuestrados porque los bajaron en la Comisaría de Lomas de Zamora...

DRA. PERALTA.-  Está bien, gracias. Usted menciona a “Toto” que es uno de los detenidos como Carlos Rodríguez...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Cómo...

DRA. PERALTA.- Carlos Rodríguez dice usted qué es “Toto”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- “Toto” es Carlos Rodríguez, ahora pudimos saberla, era la Señora de él, él nos pidió que la ubiquemos a su Señora Sunilda Iglesias, que estaba en Concordia... 

DRA. PERALTA.- Este “Toto” es la persona que fue detenida junto con “Luciano”...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Con “Luciano...

DRA. PERALTA.- Trabajaban juntos, qué puede...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no trabajaban juntos, eran compañeros...

DRA. PERALTA.- Está bien y con respecto a “Luciano” usted tiene algo para aportar o si ha tenido contacto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Con “Luciano” compartimos  el cautiverio, él era muy buen chico, eran muy buenos, muy buenos chicos, jóvenes, él, él “Luciano” tuvo ahí cuando lo llevaron, lo habían esposado a la espalda, fue impresionante poderle sacar, cambiar las manos, porque tenían las manos hinchadas, bueno él nos dio el nombre cuando salió, nosotros cuando íbamos a salir, él nos dio el nombre y el teléfono del padre... claro, nosotros creíamos, porque había gente que la dejaban en la calle, había gente, bueno, nosotros parece que a último momento nos mandaron a otro lugar, entonces, porque decían que nos iban a tirar en la calle, nos mandaron a donde conté, pero entonces nosotros...

DR. SCHIFFRIN.- Perdón, decían qué, no le entendí la palabra, decían que nos iban...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- A tirar a la calle, que nos iban a tirar en la ca... primero nos dijeron que nos iban a tirar en la calle y después vinieron con eso que se cambió la, la orden y bueno seguimos el periplo ese, seguimos desaparecidos... y entonces, mi esposo y después entramos a la Cárcel, así que mi esposo cuando entraba a Devoto, cuando entra a Devoto estaba en la “Leonera” con un muchacho que salía con opción para el exilio, entonces ahí mi esposo le pide que por favor, que era del pueblo de “Luciano” de Carlos Casares, entonces ahí mi esposo le pide que por favor le pida a los familiares de él, que le avisen al Doctor Gutiérrez  que el hijo está vivo en un Centro de Detención, pero no sabíamos cuál y que bueno siga luchando para que lo liberen...   

DRA. PERALTA.- Con respecto a otra persona que usted nombró, Don Vera...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Don Vera, sí...

DRA. PERALTA.-  Usted sabe el apellido, le pregunto esto porque en la declaración de la Señora Laura Bretal ella cree que es González, usted tiene alguna idea de eso...  ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, nosotros... yo... supe que era Don Vera...

DRA. PERALTA.- Usted lo conoció por Don Vera...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Lo conocí como Don Vera, no... Laura estuvo más tiempo que nosotros, María Laura...

DRA. PERALTA.- Está bien... Yo ahora le voy a preguntar, si usted bien, ya nombró varias de las personas de, que estaban a cargo del Centro, le voy a nombrar otros que  también fueron mencionados  por el “Grupo Clamor”, quizás usted lo recuerde...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DRA. PERALTA.- En cuanto a la Marina, Daniel...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, era uno de los torturadores de la Marina, Oficial de Inteligencia de Marina...

DRA. PERALTA.-  Pituto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- No...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No me suena...

DRA. PERALTA.- Después, como usted bien mencionó ellos se llamaban Carlitos, pero acá han hecho una diferenciación entre “ El Bueno, El Enfermero, El Cordobés, Misionero...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- No recuerda...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- El Gordo, esa persona que usted mencionó, puede ser El Gordo  Costa, que es un Suboficial...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Es probable. Sí... es más, creo que sí...creo que era Costa, si es que nos dijo el nombre que nos dijo, no sé, no me acordaba, eso sí...

DRA. PERALTA.- Está bien. Kojac... 

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Kojac le decían, no sé si se llamaba, si era el apellido...

DRA. PERALTA.- Había también una persona así...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Le decían Kojac como la serie de televisión...

DRA. PERALTA.- Con respecto al Ejército, El Cordobés...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Inglés...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Amarillo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Raúl...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Estos son todos cabos, los que les voy a nombrar, que quizás estuvieron  con... Mostaza...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Suave...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Gallego...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Bueno, Don Otto que usted ya lo nombró...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí... estaba otro Suboficial Ricardo, le decían pero no sé cómo se llamaba...

DRA. PERALTA.- Don Ricardo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, Don Ricardo...

DRA. PERALTA.- Eduardo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Eduardo que era el encargado, eso me dijo él...

DRA. PERALTA.- Y Roberto...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Y Roberto que era otro, el Jefe también de la, eso de...

DRA. PERALTA.- Junto con Eduardo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí...

DRA. PERALTA.- Con respecto a la SIDE, El Francés...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no estuvo cuando yo estaba...

DRA. PERALTA.- Bueno a Pablo usted ya lo describió, después

hablo de Marpla, pero no lo describió, lo podría describir...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Alto delgado, cutis blanco, ojos negros chiquitos, pelo ondeado bien cortito... también había uno de la SIDE que era Abogado, le decían “Mister X” o “Tarzán”...

DRA. PERALTA.- “Tarzan o Mister X”... después hay uno...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.-  Ese fue el que me dijo “fuimos a San Nicolás y quedate tranquila  no pasa nada”...

DRA. PERALTA.- Ajá, después hay uno Gustavo, que quizás lo

recuerde porque era una persona muy joven...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Quién...

DRA. PERALTA.- Gustavo...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Gustavo. Sí, había uno jovencito Gustavo...

DRA. PERALTA.- 19 años...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, Gustavo sí... una vez creo que me dio, me trajo el mate cocido, algo así, me dijo yo soy Gustavo...

DRA. PERALTA.- Con respecto al Servicio Penitenciario, El Negro...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No...

DRA. PERALTA.- Sabino...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sabino sí, Sabino...

DRA. PERALTA.-  El Oso ya lo nombró, el Oso Acuña... y después le quisiera preguntar, Juan Carlos Negri, también con una persona de, supuestamente del Servicio Penitenciario, encargado...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No, no, menos con el nombre, ahí usaban los nombres que se ponían ellos...

DRA. PERALTA.- Está bien...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- No... tal vez por fotografía sí los identificaría...

DRA. PERALTA.- Está bien...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Por nombres, menos el real, no tenían el nombre real ahí...

DRA. PERALTA.-  Sí, por último le quiero hacer una pregunta, por un detenido que también surge, fue nombrado por el “Grupo Clamor”, que si bien no estuvo en la época donde estuvo usted, por ahí tiene algún dato para aportar y es de Carlos Esteban  Alaye...

ALCIRA ELIZABETH RIOS.- Sí, El Ratón, El Ratón estuvo con el grupo del 77, de cualquier manera nosotros nos acordamos mucho porque era muy reivindicado por todos sus compañeros, que el ratón estuvo en el 77... sabíamos, incluso nos contaron cómo cayó en una cita cantada, que fue en lugar de la mujer y demás, todo eso, pero lo supimos en Brasil cuando fuimos hacer el testimonio, tratamos de hacer la historia del Campo del 77 al 78 con los que estábamos... 

DRA. PERALTA.-  Está bien. Muchísimas gracias, no tengo más preguntas...

DR. SCHIFFRIN.- Si no hay más preguntas, bueno voy a preguntarle a los miembros del Tribunal al Señor Fiscal... ay Señor Defensor todavía, perdón...

DR. COZZI.- No, gracias Señor Presidente, estimo que el testimonio, aunque hablemos en presencia, ha sido vasto, completo y concreto, entonces no voy a formular preguntas. Muchas gracias...

DR. SCHIFFRIN.- Muy bien... bueno, repito si los Colegas desean formular preguntas adicionales o el Señor Fiscal General, bien, entonces me adhiero a las expresiones del Señor Defensor, seguramente en nombre también de mis colegas, le damos gracias por el esfuerzo que yo sé que demanda una declaración de éste tipo, agradezco la colaboración  prestada y la que puede prestar en el futuro porque nos han quedado algunas pistas de estas, no de estas declaración misma y con esto damos por cerrado el acto que voy a dejar, se verificó porque había omitido decirlo en los Autos que llevan el número 2.213 de la Secretaría del Tribunal que se ocupa de casos de Desaparición Forzada de Personas y se carátula “Ríos Alcira sobre Averiguación”, con ello damos por terminada esta audiencia con la lectura del acta de incorporación de, de los cassettes que figuran grabada...

DRA. PEREZ GALIMBERTI.- En la Ciudad de La Plata a los 17  días del mes de Marzo del 2004, reunida la Sala de Audiencia, la Cámara Federal de Apelaciones de esta Ciudad, comparece la Señora Alcira Elizabeth Ríos, con  DNI número 3.989.213, con domicilio en calle Malaver , número 2.468 Florida, Provincia de Buenos Aires, quién se presenta a efectos de prestar declaración testimonial, se deja expresa constancia que se procede a la grabación integra de la declaración, la que es guardada en un sobre lacrado, siendo firmado por el Presidente del Tribunal, Doctor Leopoldo H. Schiffrin, el Señor Vicepresidente Presidente Primero, Doctor Sergio Dugo, el Señor Vicepresidente Segundo, Doctor Alberto Ramón Durán, el Señor Fiscal General, Doctor Hugo Cañon, el Señor Defensor ad hoc, Doctor Jorge Cozzi, la representante por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Doctora  María Esther Alonso Morales, la representante por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos  La Plata, Doctora Alicia Peralta, la declarante  y actuando en carácter  de Secretaria, la Doctora María Antonieta Pérez Galimberti, reservándose el cassette en sobre identificado con el número 766.-