Ungaro, Nora Alicia

La Plata, 1° de Marzo de 2000  

  

DR DURAN: A la Audiencia designada del día de la fecha, hoy 1 de Marzo del año 2000 comparece ante el Tribunal integrado por los Señores Jueces , Doctores Julio Víctor Reboredo, Leopoldo Héctor Schiffrin y Alberto ramón Duran, contando con la presencia del Señor Fiscal General ante la Cámara Doctor Julio Amancio Piaggio, en representación por la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos La Plata, la Dra Marta Vedio, como letrada patrocinante en está causa Ferdman Olga 536, la Dra Sara Canepá, contando con la presencia del Señor Defensor Público Oficial ante la Cámara Doctor Ricardo Alberto González; una persona previamente citada a los fines de prestar declaración testimonial, a quien se le recuerda que debe producirse con veracidad respecto de todo lo que supiere y le fuere preguntado, ya que de lo contrario eventualmente podría ser condenada por el delito de Falso testimonio de acuerdo a lo normado en el artículo 275 del Código Penal, por ello es, que en primer término se le requiere preste legal juramento o promesa de decir verdad, de acuerdo a sus creencias, ante lo cual responde, si juro o si lo prometo

UNGARO: Si, juro

DURAN: Quién resulta ser y llamarse

UNGARO: Mi nombre es Nora Alicia Ungaro

DURAN: Nombre de su padre

UNGARO: Alfredo Ungaro

DURAN: Vive

UNGARO: No, nombre de mi madre Olga Ferdman de Ungaro, también ha fallecido.

DURAN: Correcto, su documento de identidad, señora

UNGARO: 10.793.457 DNI

DURAN: Lugar y fecha de nacimiento

UNGARO: 21 de Mayo de 53, ciudad de La Plata

DURAN: Su estado civil

UNGARO: Soltera

DURAN: Ocupación o profesión

UNGARO: Médica veterinaria

DURAN: Domicilio actual

UNGARO: 116 número 542, 5to piso, departamento 42, ciudad de La Plata.

DURAN: Respecto de las generales de la ley que le comprenden, porque usted va a prestar declaración testimonial en una causa de la cual resulta víctima.

UNGARO: Y, sí...

DURAN: Bien, En está causa 536, de la Secretaría Única caratulada Ungaro Norma Alicia

UNGARO: Nora

DURAN: Nora Alicia, perdón, la cual usted resulta ser hermana.

UNGARO: No, no, perdón, mi nombre es Ungaro Nora Alicia...

DURAN: Usted va a declarar, respecto de Olga...

UNGARO: Olga Ferdman, es mi mamá... presentó un recurso de hábeas Corpus, porque yo fui secuestrada el 30 de septiembre de 1976, y bueno creo que esa es la situación de la causa, yo voy a contar al respecto.

DURAN: Por le comprende las generales de la ley, porque va a declarar un hecho del cual fue parte...

UNGARO: Ah, sí, sí, sí...

DURAN: Bueno, el tribunal la escucha, respecto al relato que nos pueda formular en la investigación que está llevando a cabo, y luego le formularemos las preguntas...

UNGARO: Bueno, sí bien yo fui secuestrada el 30 de Septiembre de 1976, tengo que remontarme dos semanas antes, porque el 16 de Septiembre de 1976, el menor de mis hermano Horacio Angel, estudiante de 5to año del colegio Normal 3, fue secuestrado previamente, en casa se encontraba un amigo de él que también, que ya había terminado el año anterior la secundaria, pero había ido al mismo colegio, que era Daniel Alberto Rasero había venido, se había quedado a dormir en casa la noche anterior y el 16 de Septiembre a la madrugada aproximadamente las 4 de la mañana... yo en ese momento no vivía, tiempo atrás con mi madre, vivíamos en otro departamento que da enfrente con mi hermana Marta Noemí y bueno mi madre nos despierta a las cuatro y media de la mañana y nos dice, has secuestrado a mi hermano Horacio, en ese marco ya que a Daniel Alberto Rasero, lo habían llevado de mi casa y mi mamá comienza con los trámites acostumbrados a la época de presentar un hábeas Corpus, de ir al Distrito Militar, ir a la Comisaría de la zona, de averiguar todo lo que sea posible, necesitaba el número de documento de Daniel Alberto Rasero, entonces bueno ese 30 de Septiembre, yo trabajaba en un comercio en ese momento, al mediodía sería, cerrábamos a las 12, que podría ser doce y media....... ah...

DURAN: Disculpemé, sabe cual es el problema que esto después hay que transcribirlo, escucharlo y desgrabarlo... si pudiera hablar un poquito más lento...

UNGARO: Bueno, bueno ese 30 de Septiembre, yo trabajaba en un comercio, así que... a las 12 cerrábamos y sería doce y media, una menos cuarto de la tarde, me dirijo al domicilio de la familia Rasero, sito en la calle 13 y 38, con el fin de pedirlé a la mamá, el documento de Daniel y algún otro detalle que se pueda aportar porque mi mamá estaba haciendo los trámites para averiguar el paradero de los chicos, entro a la casa de la familia Rasero, la señora estaba muy mal, estaba recostada en el dormitorio, yo me siento de espaldas a la puerta del dormitorio, le tenía una mano y le decía bueno, Elsa tenga paciencia, algo vamos averiguar, la hermana Silvia de Daniel, la menor de las mujeres se había dirigido a comprar algo al kiosco, cuando ella vuelve, está gente que entra armada, estaba vigilando la casa o estaría ya en esa esquina, la traen a ella y no tuve tiempo de nada, me colocan, siento el frío de un arma, de un arma en la cabeza, de ahí en más me tiran al piso, me vendan los ojos con una chalina que había en el lugar, me esposan, le preguntan a ésta señora quién era yo todo el mundo estaba realmente muy nervioso, muy mal, me bajan porque había una escalera, se subía a un primer piso y me tiran al piso de un auto, yo no vi el auto, yo baje vendada, pero el piso del auto era un auto más o menos amplio, cuando me tiran al piso del auto les digo, en mi cartera están mis documentos, entonces me dicen que suerte así no te cortamos las manos para identificarte... un viaje muy corto donde pegan la vuelta en la esquina y éste me dejan en un lugar, donde permanezco muchas horas, estaba sola ahí, escuchaba otra gente, bueno que pedía agua, pero no tomé contacto ahí con ningún otro detenido, reconozco el lugar como las caballerizas de 1 y 60, en mi calidad de estudiante de veterinaria, reconozco perfectamente al estirarme como es la forma de una caballeriza y además que nos tiraban las mantas que usaban los caballos, el olor de los caballos es muy especial, estuve muchas horas ahí, uno con los ojos vendados y no se precisa, no puedo decir son dos, tres, cuatro, cinco...lo que sería en el horario de la noche, me trasladan con una chica y un muchacho, íbamos sentados en un vehículo, también vendados, estuvimos, nos cuesta subir, por eso yo presupongo que sería una especie de celular, ya no era un coche común no... hicimos un viaje, más o menos respetable, no tan cerca como el otro cuando salimos de 13 y 38... llegó a un lugar, donde lo primero que se escucha es un portón de hierro, como si fuera algo muy, muy pesado, caminamos un poco, llegamos a una especie de pasillo, fui la primera persona que interrogan ese día, me empiezan a golpear y lo primero que escucho, era que alguien que decía que quería más voltaje, que con ese voltaje no le alcanzaba.

DURAN: Le pediría que hable más lento y más cerca del micrófono.

UNGARO: Ah, perdón... no sé que es lo que repito...

DURAN: Yo la escucho, pero con dificultad...

UNGARO: Bueno, cuando llegó a ese lugar, que fuí la primer persona que interrogar me comienzan a golpear una persona que pedía más voltaje y me tiran sobre un elástico metálico, me sacan la ropa y me atan, tanto las piernas, como las manos... me pasan corriente eléctrica por las zonas mas sensibles del cuerpo, (llora)

DURAN: Sí, quiere descansar...

UNGARO: No, está bien.. y recién ahí me preguntan el nombre, recién en ese momento me preguntan el nombre, como me llamaba, me preguntan algo referente a mi militancia, mezclan organizaciones políticas diferentes y bueno en ese momento, me pregunta alguien qué era de Angel Horacio Ungaro, yo le contesto con una mala palabra que hicieron con mi hermano, me golpean mucho más, de tal manera que después muchas veces para ir al baño decía señor, ese exabrupto lo pagué bastante caro... bueno, ahí había un señor que presenciaba los interrogatorios, que dirigía los interrogatorios, las preguntas, que después supe quién era, gracias a las investigaciones de los Organismos de derechos humanos, y lo terrible de todo esto, para que se entienda que clase de personas eran, porque no alcanza con decir que torturaban, comían en una sesión de tortura, yo escuchaba cuando decía “che Lobo pasame la mayonesa”, pues el Lobo era el comisario Vides se supo, y el Coronel Vargas era, el Coronel Campoamor, por investigaciones que han hecho los Organismos de Derechos Humanos, la CONADEP, ellos comían, mientras nosotros éramos torturados comían, luego de esa sesión de tortura, nos dejan en un pasillo, interrogan, golpean a los otros presos, ahí me entero que la chica que había ido conmigo, en el traslado a partir de 1 y 60, era Ana Teresa Diego, con quién yo tenía una amistad preveía, no la conocí en el campo de concentración, Anita era muy dulce, muy especial... estudiaba astronomía, brillante alumna, muy, muy responsable en sus estudios y con Carlos Schuls (así se expresa), que habían sido secuestrados en el Bosque ese mismo día, no sé en que horario, después me entero cuando lo están interrogando, era Ana, después de haber estado y que nos sacan y nos dejan en un pasillo, digamos de esta sala de tortura... después nos llevan con Ana, previo recomendar que no tomaramos agua, nos llevan a una celda, una celda dónde había dos chicas más, Ana tenía 21, yo tenía 23 años, las chicas eran un poco más grande que nosotras, 29 Angela López Martín, profesora de Geografía, Eliana viuda de Badel, porque... yo digo viuda de Badel, a mí me secuestran el 30 de Septiembre, 27, 28 y 29 de Septiembre, sale la noticia en el diario, Día de La Plata, que un oficial de la Policía Provincia de Buenos Aires se había suicidado...se había arrojado al vacio, se había arrojado al vacio en la jefatura, era la noticia del diario, lo que yo reconocí fue el apellido, cuando entró a la celda, Eliana se presenta, Eliana era el sobrenombre, se llamaba maría Amelia Acosta, las chicas, le decíamos Eliana, Eliana estaba muy preocupada, cuando la secuestran a ella y a su esposo, había dejado a sus dos chiquitos solos en la casa, bueno, ella era chilena... había algún familiar del marido que se podía hacerse cargo.. y llevan a los dos hermanos de apellido Badel, insisto uno era Julio Badel que era soltero, que tenía un poco más de cargo que el hermano en la, de grado perdón no... se dice de grado en la policía de la Provincia de Buenos Aires y Esteban el esposo, yo sabía que ellos habían muerto, y bueno ella no lo sabía, estaba también Angela, yo quiero hablar... perdón... hago las salvedades de las edades, porque inmediatamente a pesar de las cosas terribles que uno vive, bueno en la celda pasa eso, que al nuevo se lo trata de proteger... y... bueno las chicas en eso actuaron muy bien, nos dijeron, Ana y a mí que no tomaramos agua, que podíamos morirnos y es cierto, la corriente eléctrica en los líquidos hace un efecto, prácticamente uno estalla si llega a tomar agua, hablábamos mucho, compartimos muchas cosas, en el caso de Eliana me cuenta que tenía una tía que trabajaba en Naciones Unidas, me da la dirección, comentábamos todo, los que nos decíamos eran nuestras direcciones por sí alguno salía, para que avisará a la familia como estábamos y me cuenta que tenía una tía que trabajaba en Naciones Unidas y vivía en la calle Dorsal y bueno... yo eso no me olvidé nunca, porque me decía Dorsal, igual que los músculos, porque ella había estudiado medicina, teníamos que hablar muy bajito, muy bajito porque sino éramos golpeadas, Angela también muy protectora, muy cariñosa con nosotras...

DURAN: Disculpemé, le puedo hacer una pregunta. La vinculación entre Eliana y éste oficial Bardel...

UNGARO: la esposa

DURAN: La esposa...

UNGARO: Eran dos hermanos, Julio era el cuñado que era soltero, según tengo entendido y Esteban era el esposo de ella.

DURAN: El que se suicidó.

UNGARO: (...)

DURAN: El que se suicidó...

UNGARO: Yo no sé cual, porque de los dos, se habla de suicidio, dicen que uno se ahorcó y que el otro se tiró, yo no recuerdo el nombre... yo la noticia la leí y sí ustedes revisan 27, 28, 29 de diciembre, muy poquito antes de que me secuestren, debe estar en los diarios de la época...

DURAN: Septiembre..

UNGARO: Septiembre, sí, sí, sí...

DURAN: Septiembre, por eso...

UNGARO: Sí, porque es algo que yo lo leo, en el diario y me quedo el apellido y después cuando yo estoy con ella en la celda, me di inmediatamente cuenta quién era..

DURAN: Osea que ella no estaba enterada que el esposo... había fallecido...

UNGARO: No, no, no, no, después avanzo sobre eso sobre la información que le dan, ya que me han preguntado, los hermanos Badel (pregunta sí se escucha bien y díganme si voy rápido, porque tengo años de docencia y corro)

DURAN: Va rápido...

UNGARO: Los hermanos Badel, yo no estuve con ellos, yo lo que recojo es el relato de su esposa y de los presos que estuvieron con ellos y comentaba Angela López Martín, que se ensañaron muchísimo porque eran miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, sé que el hermano que era soltero, Julio... ahí sí dijeron que se llamaba Julio, tenía un grado más importante que el esposo de la señora, fueron bárbaramente torturados y sobre todo en el caso de julio Badel, cuando los insultaba, los insultaba, era más el ensañamiento y lo comentan cualquiera de los presos que lo haya cruzado seguramente, habrá declarado lo mismo que estoy diciendo yo, yo digo lo que a mí me dijeron, yo esa noticia la había leído en el diario, las chichas habían sido muy, muy golpeadas, Angela, Eliana, Angela todavía seguía con hemorragias, a pesar de eso les vuelvo a decir, siempre esa cosa protectora de darnos ánimos de cuidarnos, éramos más chicas que ellas, Eliana tenía 31 me parece o 32 años, era más grande que Angela, Angela López Martín, ciudadana española y vino acá cuando tenía 2 años y medio algo así, era profesora de Geografía del colegio nacional de la ciudad de La Plata, ella, bueno en un momento dado, hablábamos de muchas otras cosas, no solamente de lo que estábamos pasando, nos relataba que, yo digo que no relataba, que pintaba... aparte uno estaba con los ojos vendados, que volaba la imaginación sobre el tema de cataratas y 

demás y Anita Diego recordaba con gran cariño a su padre que había fallecido, profesor de matemáticas en Bahía Blanca, bueno en un momento dado Ana había sido interrogada, golpeada y torturada en el mismo momento que me torturan a mí, o sea después, yo le decía que era una estudiante brillante y todo lo demás porque estaba haciendo un trabajo para la Facultad y tenía elementos, instrumentos de precisión que se utilizan en la Facultad de agronomía, de Astronomía y los tenía en su casa, entonces ella miente su dirección para que no le roben, porque ya se sabía, le roben el instrumental que era de la facultad, entonces como miente la dirección, da la dirección de una pensión donde ella ya había vivido, la vuelven a interrogar y bárbaramente la golpean, porque estaba al lado mío, en la celda y la llevan a los golpes y demás, para sonsacarlé la dirección real, luego de estar unos días...acá, perdón, yo quería agregar algo, para ordenarme un poco, el primer sitio que estuve fue 1 y 60, el segundo es el Campo de Concentración de Arana, al cual contribuyo hacer el plano que está en Conadep lo he hecho yo, luego me llevan a otro sitio, que ahora les voy a relatar y luego vuelvo a Arana, trató de ordenarme, porque es lógico que yo estuve con algunos presos en la primera etapa, estuve en Quilmes y en la segunda etapa cuando vuelvo a Arana, estuve con otra gente, estuve unos días ahí donde compartí permanentemente con las chicas y después...

DURAN: Perdón está hablando de Arana, ahora.

UNGARO: No, por eso decía que hago esa salvedad, dígamos de la primera estada en Arana... estuvimos varios días, Ana estaba muy golpeada por esto de haber querido proteger el instrumental, el instrumental de precisión... compartimos y estuvimos bastantes días, era una celda grande y después de unos días trajeron a otra gente, se escuchaba gritos todas las noches, yo ahí no puedo precisar nombres, porque con la gente, digamos con la gente que compartía era con las chicas, en un momento dado, antes de que nos trasladaran salimos a una especie de patio y ahí yo encuentro a Carlos Schuls, que había sido llevado con Ana Diego y encuentro a un chico no sé el apellido, el sobrenombre de él era Napo, era el hijo del intendente de Necochea, interventor, en esa época había interventores no había intendentes, de Necochea... que lo habían llevado porque él era estudiante de odontología, cuando lo van a secuestrar él me comenta que le tiran con una ráfaga de ametralladora en la casa para poder llevarlo, y lo llevan porque él le hace un tratamiento de conducto, porque ustedes saben que la facultad de odontología, los estudiantes empiezan a trabajar tienen pacientes y la forma de aprobar algunas materias y él da su teléfono con su sobrenombre a una chica de origen paraguayo, Marlene Caterina Kerler Crup o al revés es el apellido, en éste momento... y ella tenía anotado en su libreta su sobrenombre y el número de teléfono que había pasado bastante tiempo antes, como tenía ese teléfono, es una chica... que después es un capítulo aparte para hablar de ella, después lo voy a mencionar y bueno, preguntaban y preguntaban por éste Napo y quién era Napo y ella que no sabía quién era Napo y pensaban que estaba guardando no sé que nombre y que dirección celosamente y la golpean mucho y después cuando lo traen se dilucida que no, que él había hecho un conducto y que no, tantas veces anotamos en una libreta un número de teléfono, sin un nombre o en ese momento tenemos que anotar un número de teléfono... bueno, a nostras después de estar más o menos, no recuerdo sí son cuatro o cinco días, Arana es muy especial... no hay contacto con la realidad, no solamente por lo que son las vendas o lo que fuera, se escuchaban dos trenes, dos trenes nada más que pasaban, lejos... algo muy estilo campestre porque en algún momento reconocíamos la mañana porque había muchos pajaritos cantando y había mucho ladridos de perros, en Arana había, hacía de guardiacárcel Grillo, Grillo, entraba continuamente a la celdas y el otro que entraba y que venía a recitarnos siempre los pasajes bíblicos era un señor que le decían el cura, le gustaba venir y mofarse de nosotros, iba por todas las celdas no... después lo que había en Arana también, en cierto modo, sí una especie de supervisor de la tortura, que nadie se puede morir antes de lo que corresponda y que después paso en un determinado momento, yo... pasó por las celdas y nos curo las quemaduras, la corriente eléctrica quema y quema mucho, yo tenía lastimado todos los pechos, las muñecas, los tobillos, el señor me cura, me cura a mí, la cura a Ana, con una pomada me toca el hombro y me dice que suerte que tuviste porque te ataron fuerte, sino se tuvieran roto todas las articulaciones... y es real, la picana hace ese efecto, no?..., se arquea el cuerpo en una forma espantosa, ya no se maneja y uno se ahoga en sus propios gritos realmente, bueno después, se encargaba inclusive... quería decirle que este señor si uno llegaba a tener algún problema como que se le cortaba la respiración, el señor se paraba y lo atendía iba atendía lo que tenía que atender y nos curaba... después de haber estado... yo calculó 4 o 5 días se escapa, se me escapa un poco en el tiempo comprendan, con los ojos vendados, no tener idea lo que es el día, lo que es noche, escuchar los trenes y el anuncio del día, ese cantar de pajaritos realmente es muy poco para medir no...el dolor, el hambre, es decir comíamos una vez por día... y a veces nos daban... agua sí... y como una especie de mate cocido... algo a veces más caliente...

DURAN: Un segundito por favor... un minuto (fin lado A)

DURAN: (lado B)... sí puede continuar por favor...

UNGARO: Luego de esos, un minuto por sí me olvido de está primera vez, o sino lo agregare después...

DURAN: Más cerca del micrófono, antes que termine usted sabe quién es la persona ésta que le curaba las heridas...

UNGARO: No.

DURAN: Y el cura tampoco sabe quién es...

UNGARO: El cura por las investigaciones de la Conadep, el apellido es Astolfi... usted piense y les digo a todos los que están en la audiencia, continuamente hemos estado con los ojos vendados, esposados, está gente se cubría muy bien, la mayor parte de que después nos fuimos enterando yo le digo el Coronel Campoamor y el señor se hacía llamar Coronel Vargas y después se supo, como se sabe todo finalmente, pero nosotros no... 

DURAN: Continúe por favor...

UNGARO: Bueno, pienso que saben que tenía una preparación médica, podía definirlo como un profesional de la salud, porque paraba, ahora, veía, es decir lo que él define que tuve suerte y evidentemente es así, porque sino se me hubiesen roto las articulaciones, no padecí ningún paro cardiaco, ni respiratorio....(Falta grabación)...él sabía de todo eso, yo no sé quién es... 

bueno, luego de estar cuatro o cinco días en... ahí en Arana, nos trasladan, ya ahí nos trasladan en, debe ser una especie de celular, era alto al lugar que subimos y fuimos muchos... nos llevan Ana Diego, Angela López Marín, Eliana Acosta, Napo, iba Osvaldo Buceto, Osvaldo Buceto... no creí que me iba hacer alguna pregunta, Osvaldo Buceto yo lo encuentro ahí en el celular, en ese lugar que nos llevan, hablamos mucho ahí, él iba sentado en el piso, tenía una pierna herida, muy mal herida, yo sé reconocer lo que es el olor de una measis que es una, lo que ustedes conocen vulgarmente como una gusanera, como las lesiones que hacen las moscas en las heridas, tenía esa pierna muy, muy mal... estuvimos hablando él era novio de Angela López Martín...bueno ellos se hablaban con mucho cariño, con mucha ternura y ella le comentada que le habían preguntado por su auto; Angela tenía un auto, que había pasado con ese auto...era realmente con mucho afecto, yo creo que había que escribir un libro nada más sobre el encuentro, entre esa pareja en el celular, Osvaldo habla con nosotras, se presenta, nos da ánimo, y bueno me cuenta que a él lo secuestran en 7 y 54 y lo llevan herido, tenía una herida en un brazo, la herida en la pierna y no sé sí tenía alguna otra herida más, lo de la pierna sí porque era algo, el olor era impresionante, así y todo tenía buena presencia de ánimo, nos comenta que fue operado en el hospital naval, que le pusieron un clavo de platino, que la herida era en el fémur, pienso, le ponen un clavo de platino... que hay en un momento hay alguien que lo interroga y le dice pibe vas a vivir porque está operación es muy cara, es algo, algo muy caro y que se lo hicieron en el hospital naval... esa pierna estaba muy, muy mal... a pesar de 

eso él estaba muy animado, no podía pararse, lo habían puesto en el piso del vehículo que nos trasladaba, nosotros íbamos sentados en una especie de banquitos, pienso que sería algo largo no... porque estábamos una al lado de la otra... bueno, Osvaldo y Angela charlaban mucho entre ellos, bueno después osvaldo nos cuenta que su hija...Osvaldo tiene una hija de nombre Mariana y creo que en esa época tendría más o menos dos años... a la que amaba profundamente, era su preocupación su Mariana... después, el viaje fue más o menos largo y llegamos a un lugar, nos ponen a todos juntos, no, no podíamos hablar, Napo se desmayó y bueno lo patean, sentimos que él se había caído y después...

(Se escucha una voz de fondo).

UNGARO: Qué... les aclaró que no es fácil, les aclaro que no es fácil esto...Napo se desmaya, estábamos todos en hilera, cuando nos llevan y nos toman los nombres, nos separan a los hombres de las mujeres, subimos un piso me parece, una escalerita, Ana Diego y yo vamos a la misma celda y Eliana y Angela en otra celda, prácticamente enfrente de la nuestra, no frente, frente, sino haciendo en diagonal a la nuestra, ahora van a ver porqué les digo, bueno llegamos al lugar, un lugar totalmente desconocido, los guardiacárcel que nos suben por la escalera, bueno por supuesto que no subíamos como sube una persona normal por una escalera, estábamos esposadas y con los ojos vendados, nos iban manoseando, porque había una especial cuestión con el tema de las mujeres, no?, nos tenían que manosear, nos tenían que violar, eso, eso, con todas las presas, bueno toda esa escalera que quizás no haya sido muy larga, pero cuando un hombre viene haciendo todo eso, no se termina más no... todos por igual, bueno nos pusieron a Ana y a mí en la misma celda, paso un tiempo en silencio nos quedamos tirada en la celda y después buscamos una posición y me acuerdo que nos pusimos cabeza con cabeza, para poder hablar al oído, pasó un tiempo, no sé cuanto... sí era de noche, de mañana o era de día, escuchamos gritos llamandosé, por ejemplo gritaban, Emilse, Gustavo y los gritos prevenían de los muchachos que estában arriba, bueno ahí ya más o menos vimos la disposición, las mujeres estábamos como si fuera un primer piso y los hombres en el piso de arriba, pienso un segundo piso y ahí bueno Osvaldo llama, llama un chico de apellido Gustavo, estaban, arriba estaban Osvaldo Buceto, Gustavo Calotti, Víctor Treviño, un chico de 17 años, también iba al Normal 3, había sido secuestrado el mismo 16 de septiembre o el 15 fue, como fue a la madrugada..se pierde sí fue el 15 o el 16... bueno yo escuchando que había otros presos empiezo a gritar Horacio y Daniel, y se escuchaba como iba de celda en celda... dígamos, todo el mundo repetía los nombres para saber si había un Horacio y un Daniel, vuelve de nuevo toda la comunicación y las chicas de enfrente, Emilse Moler y Patricia Miranda, me contestan que ahí no están ni Horacio ni Daniel, Emilse habla conmigo, me dice yo a tu hermano lo conozco, estuvo con nosotros y después nos separaron, me dice yo estoy con mi compañera, con Patricia, Patricia está muy mal, Patricia no hablaba, yo la llamé varias veces y no hablaba... yo hablaba con Emilse... y Emilse me dice que yo a tu hermano lo conozco desde que tengo 10 años, fuimos junto a la colonia del Club Universitario, después se habían visto como adolescentes y Emilse también estaba muy mal. se mareaba mucho y bueno hablábamos con Emilse y después inmediatamente llamábamos a Angela y a Eliana, por eso digo por como iban los voces y la forma de escucharnos y la intensidad de gritar que estaba como haciendo diagonal a nuestra celda, con Emilse nos escuchábamos mucho más claro y ahí permanezco varios días, luego la característica de éste campo de Quilmes y yo les quiero decir. asevero que es Quilmes porque, luego que salgo, bueno estoy con mi familia, mi madre, mi padre y con mi papá elaboramos una lista de los chicos que habían estado con conmigo, porque él me comenta que Carlos Schuls y Napo habían ido a la casa de mi abuela a avisar que yo estaba viva, que me habían visto y como habíamos quedado todos los que estábamos ahí, que el que saliera tenía que hacer algo por los otros, viene el papá de Emilse Moler a mi casa, habla conmigo y me dice yo te voy a decir dónde estuviste, vos el primer lugar es Arana, que es lugar donde torturan ahí a la gente y demás, y vos estuviste en Quilmes porque yo, conseguí visitar a mi hija en Quilmes, te pregunto como está porque yo sé que está mal y se desmayaba, eso me preguntaba sí siguió perdiendo el conocimiento y hablo conmigo, estuvo en mi casa el papá de Emilse, el papá de Emilse era Comisario, así que había tomado algunos contactos con miembros, tenía la posibilidad de contactarse con esta gente y había conseguido, no era en Arana, en Arana aparentemente no se la dejaron ver, pero en Quilmes sí, había podido visitar a su hija, entonces me cuenta un poco los pasos que había seguido, en Quilmes era, sí se puede decir era ya... ya no era la cuestión de Arana, era un poquito más... más tranquila la cuestión, bueno luego de unos días de estar ahí en Quilmes, un buen día me vienen a buscar y ahí si me trasladan en un, me trasladan en un auto sola, ahí la dejo a Ana Diego, la dejo, perdón, a Ana Diego, Angela López Martín, a Eliana, la viuda de Badel, queda Víctor Treviño, Gustavo Calotti, y Osvaldo Buceto con vida, me trasladan, primero me ponen en el piso de un auto y me tapan con arpilleras, y hablaban del campo y de la extensión de la tierra en nuestra provincia y en nuestro país y yo utilizo una frase que no solo mi familia, sino todos los que me conocen, mis amigos y demás, que saben que yo digo terror, pánico, porque yo sé lo que es el terror pánico, porque yo pensé, hablaban del campo y dije que acá me van a matar, el cuerpo me temblaba, no sé, como sí estuviera en la nieve y en malla, es decir no se podía controlar el miedo y como me temblaba el cuerpo y bueno uno de estos señores que me trasladaban, porque así estaban estructurados no, quién trasladaba, quién torturaba, quién alcanzaba el vaso de agua, eran diferente grupos, me dice quedate tranquila que vos te vas algunos días a algún lugar y vas a salir y yo temblaba, temblaba, y no podía contener de temblar y tener miedo y pensaba, bueno que sea un tiro en la cabeza, porque eso iba a ser rápido, no?, y bueno hicimos un viaje demasiado largo, entro de nuevo a lo que era Arana porque lo primero que reconozco es el portón metálico que hacía mucho ruido no, los portones metálicos y ahí estuve un ratito en un pasillo y luego voy a una celda, celda chiquita, no a la grande que había estado la otra vez y me encuentro con una chica que se llama Nilda Eloy, que había hecho su secundaria en Bellas Artes y cuyos padres tenían un negocio al lado del Sanatorio Argentino de está ciudad, en 56 es el Sanatorio

Argentino, 12 y 13 y charlamos bastante, a ella la habían llevado, me acuerdo una de las anécdotas era que estaba preocupada porque le habían pegado a su perro, que había pasado con su perro que le habían pegado y bueno que el papá que había sido operado y demás, les comento todo esto porque cuando va éste mí papá y era tal la situación de miedo que vivía la gente, que va mi padre a avisarle a ésta gente de que mi hija estuvo con su hija, bueno mi papá usaba saco y corbata, era ingeniero mi padre y cuando vino de saco y corbata, es como que medio le tuvieron desconfianza y no creían y cuando le dice cómo está el perro, ahí ya se dieron cuenta como esta el perro que había algo que era Nilda que se preocupaba por su perro, bueno después cuando yo salí, fue a verlos y avisarle, Nilda estuvo un tiempo desaparecida y después fue a disposición del Poder Ejecutivo y Nilda sigue el mismo camino prácticamente que Emilse Moler, porque yo recuerdo que seguí de vez en cuando viendo a los padres y para una nochebuena le llevé un regalito, una prenda interior rosa, para que se la lleven a la Comisaría de Avellaneda, porque ya sabemos que las prendas interiores rosas en Navidad traen suerte, para ver sí podía salir, bueno seguí el contacto con los padres, después en un determinado momento me sacan de al lado de Nilda y me llevan de nuevo a esa celda grande, en el pasillo había un chico que yo no sé el nombre y lamentablemente no lo pude averiguar nunca, pero quizás alguien más pueda aportar algo, que era karateca... un chico muy jovencito y le había fracturado las manos, estaba muy mal... y había y ahí estaba también en el pasillo prácticamente muy mal, porque se habían ensañado tanto con está chica que era paraguaya, estudiante de obstetricia, no de medicina... y le seccionan los pechos con bayonetas, lo cuentan los presos y prácticamente estaba desangrada, muy poquito, dos o tres palabras le habré escuchado articular y bueno los tenían en el pasillo, de ahí me llevan a una celda grande, a esa que había estado con las chicas y ahí estoy con Mario Salerno, estudiante de arquitectura, a quién yo conocía de antes, conocía, teníamos la misma edad, de una peña, de un a fiesta, a Mario lo conocía mucho, a él y su hermano, él estudiaba arquitectura y el hermano humanidades, el hermano fue presidente del Centro de estudiantes de Humanidades en el año 75, Mario había sido secuestrado en la zona de 1 y 38, él corre, intenta escaparse y es herido, estaba herido en una pierna, los días que compartí con él la celda, no fue atendido, ni curado, fue sacado sí para golpear, para torturarlo sí, pero no fe atendido en ningún momento, a Mario lo golpean mucho, porque estaba muy enojada está gente que lo interrogaba, parece ser que lo único que le podía arrancar... era el nombre de los muertos o de los que ya estaban presos, había un ensañamiento especial, en una sesión de tortura que vuelve muy mal, ya casi no podía hablar mucho, después al otro... pasan muchas horas, yo pienso que sería un día no, no sé recién estaría un poquito más compuesto y bueno le pudimos dar agua como pudimos, uno le levantaba la cabeza, el otro, se imagina las manos esposadas en la espalda, todo lo que había que hacer para poder darlé agua a un preso, conmigo en la celda estaba Rodolfo Torresi, estudiante de veterinaria, preso, lo conocía, Bernardo Cané, que también estudiante de veterinaria y había otro chico que según tengo entendido porque cuando me encuentro con los años afuera con éste muchacho Bernardo Cané, que había otro estudiante de veterinaria que él nombra pero no sé quién era porque, no, no hablaba el chico... justo no sé que habrá pasado, llevaron a todos esos chicos que dada la coincidencia, yo los conocía de la facultad y estábamos varios días, tal es así que Cané recuerda la anécdota, ellos no hablaban mucho así que yo en un momento dado corro una colchoneta y lo dejo a él durmiendo sobre el piso porque parece que saco la colchoneta que era de él... bueno, después ahí estoy, estaré 3 o 4 días más y me llama el señor éste, el Coronel Vargas, me sacan de ahí de la celda y hablo con él... me lleva para hablar con él, me dice que yo voy a salir... que nunca cuente lo que pasó, porque sino era, me iban a matar y sí después de ahí me dejaron en un pasillo y a las horas salgo, me llevan sola, eran tres hombres me dejan, inclusive a la vuelta de mi casa sobre el paredón del hipódromo, me acuerdo que me sacan la venda, me ponen la cara contra el paredón y éste vuelvo a decir lo que es el terror no, me dicen no te des vuelta porque sos boleta y yo no sé si estuve un segundo o 20 minutos o una hora mirando el paredón, hasta que sentí, me quedé esperando los tiros no, que el auto se aleja y cuando me pude componer... yo vivo a pocas cuadras de ahí, lo que les quería agregar que es de la primera etapa de Arana, que en un momento dado entre todas las cosas que compartíamos con las chicas que ellas siempre nos estában cuidando, tratando de darnos ánimo, en una de esas Eliana y Angela me comentan que habían hablado con el Coronel, Angela dice, que el coronel me dijo que están estudiando mi caso y la otra chica le dice, a mí me dijo que lo mío, también lo están estudiando y que mi esposo y mi cuñado tienen pocas posibilidades de sobrevida, y yo cuando comentan eso, yo ya les vuelvo a decir, yo ya había leído el artículo en el diario, era terrible no...la preocupación de Eliana por sus dos chiquitos, los había dejado solos en la casa y en esa otra segunda ida a Arana, entre que estoy en el pasillo, ya prácticamente para salir... traen a María Inés Pedemonte, que también había estudiado veterinaria, empleada de IOMA, casada con un miembro del Servicio penitenciario, madre de un chiquito, cuya hermana que era enfermera, ya estaba desaparecida, Coca, que era enfermera del hospital Posadas, la traen no me acuerdo si uno o días antes o tres que yo saliera y junto con ella, traen a otra presa... yo nunca supe el nombre, sé que la secuestran cuando va a la panadería y había dejado sus chiquitos, muy chiquitos eran, estában solo en la casa porque había ido a la panadería y a la vuelta de la casa o a una cuadra y la llevan junto con María Pedemonte... un minuto...

DURAN: Todo lo que quiera...

UNGARO: Me faltaría agregar, con respecto al señor Grillo de alguna manera habría que llamarlo no, éste señor trabajo en campo de Arana y vende información, sacaba información ahí a familiares que le ha vendido información y después en el año, sería... no sé decirlo... me quedo en el tiempo, aparece en mi casa... bueno aseverando esto, que había estado en Arana y todo lo demás, un señor Gino Ferro, profesor de matemáticas, pero está muy ligado a través de sus juegos de ajedrez y demás con miembros de la fuerzas armadas, diciendo que tenía información...

DURAN: Me puede reiterar el nombre de ésta persona...

UNGARO: Sí, Gino Ferro, profesor de matemáticas, vive en Gonnet...sí, vive en Gonnet

DURAN: Vive...

UNGARO: Profesor de matemáticas...

DURAN: De donde...

UNGARO: Creo que trabaja en alguna una escuela, no sé si de Buenos Aires y él dice...

DURAN: Sabe el domicilio de él...

UNGARO: 19... no 509 y 11 de Gonnet..

DURAN: 509 Y 11 de Gonnet..

UNGARO: Sí... espero no equivocar... 

DURAN: Cómo?

UNGARO: Espero no equivocarme, sino no se los alcanzo...

DURAN: Por favor...

UNGARO: Y bueno, éste señor... estoy tratando de agregar como uno sabe que estuvo en Arana y todo lo demás, éste señor sí, asevera que habíamos estado ahí y él juega ajedrez, está en el club de ajedrez y con eso, bueno a través de eso conoce, según él muchos militares, bueno fue a mi casa y éste, con respecto un poco así a lo que fue... a la gente que secuestraba que eran diferente, porque yo haya ido un poco rápido, una cosa es la persona que nos llevaba, después quiénes eran los torturadores, el que dirigía, el que curaba y después estaban los guardiacárceles... que me olvide decir algo que en Quilmes, había un señor que era guardiacárcel que el apellido de él era Arce, porque él habla conmigo y me dice vos vivis cerca de un familiar mío, conoces a la señora de Arce, sí le digo yo soy amiga de la hija, bueno yo soy primo hermana de ella, yo también soy Arce, me dijo en Quilmes...

DURAN: En la Brigada de Quilmes...

UNGARO: Sí, sí...en la Brigada de Quilmes.

SCHIFFRIN: Arce

UNGARO: Arce... el apellido, lo deletrea A.R.C.E... y sí yo hablé con está mujer y me dice sí teníamos un primo que se yo... dice que trabajaba en... de Servicio Penitenciario...

DURAN: Un segundito por favor...(finaliza el cassette).