Viscusi, Jorge Héctor

La Plata, 10 de Mayo de 2000


  

En la ciudad de La Plata , Capital de la Provincia de Buenos Aires, a los diez días del mes de mayo hallándose reunida la Cámara Federal de Apelaciones del circuito, encontrándose presentes el Señor Presidente, Dr. Alberto Ramón Durán, y los Señores Jueces Carlos Alberto Nogueira, Antonio Pacilio, Leopoldo Héctor Schiffrin y Julio Víctor Reboredo, con la asistencia del Secretario Actuante, y dejándose expresa constancia que también se encuentran presentes el Sr. Fiscal General ante la Cámara, Dr Julio Amancio Piaggio, el Sr Defensor Oficial, Dr Ricardo Alberto González, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, los Dres Elizabeth Rivas y Claudio Abalos, y la señora Adelina Dematti de Alaye comparece una persona previamente citada a quien en este acto se la impone por secretaría de las penas con las que la ley castiga el falso testimonio de acuerdo al art. 275 del Código Penal (conforme art. 295 C.P.M.P), quien seguidamente presta legal juramento de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuere preguntado. Interrogado por sus circunstancias personales manifiesta llamarse Jorge Héctor Viscusi ser de nacionalidad argentina , de 57 años de edad, de estado civil casado, con profesión u ocupación, jubilado de Policía, administrativo quien se domicilia en la calle 149 entre 66 y 67, DR. N 1680, Los Hornos, La Plata., acreditando su identidad mediante LE: 5.193.324., nacida el 2 de febrero de 1942 , La Plata, resulta ser hijo de Sebastián Viscusi y Dora Elsa Traversaro de Viscusi. - Acto seguido se le entera de las generales de la ley, las que explicadas manifiesta que: le comprenden por ser hermana del causante, y presta juramento de decir verdad. - A continuación se le entera del contenido de esta causa.

Sr. PRESIDENTE.- Si usted quiere le voy preguntando para orientarlo, o si quiere puede declarar. Lo hemos citado a los fines de que usted nos dé alguna explicación o relato o el recuerdo que usted tenga respecto a la tarea que desempeñaba en la Dirección de Sanidad. En qué año entró a trabajar en la Dirección de Sanidad Policial?

Sr. VISCUSI.- Bien no recuerdo. Sí estuve diez años trabajando en el transporte de Policía en el Bosque, en el lavador, y después, cuando estaba Richieri o Richiero me trasladaron a Sanidad, y de ahí pasé a ser personal de Sanidad, más o menos del 81 al 95.

Sr. PRESIDENTE.- Cuáles eran sus funciones en esa Dirección?

Sr. VISCUSI.- Ordenanza. Yo hacía la limpieza cuando el director o el subdirector terminaban de tener audiencias. Llegaba a la mañana y lo primero que hacía era la limpieza de la oficina. Yo le servía el café y me dedicaba a otras tareas. Limpiaba los pisos, los baños, limpiaba el depósito, un montón de cosas que tenía que hacer o la correspondencia de lo papeles que había que llevar a la oficina. Había muchas oficinas en la jefatura. Me daban un libro, me firmaban el recibo y yo entregaba el papel.

Sr. PRESIDENTE.- Usted dijo el depósito.¿ se está refiriendo a un archivo?

Sr. VISCUSI.- El depósito era como una especie... Al archivo yo no entraba, no entré nunca, no me dejaban tampoco.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Porqué?

Sr. VISCUSI.- No sé.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Dónde estaba ?

Sr. VISCUSI.- En la Dirección de Sanidad, pero yo tampoco manejaba libros o esas cosas. Nunca, nunca.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Limpiaba el archivo?

Sr. VISCUSI.- Si. El Archivo. En una palabra, la Dirección del director que tenía libros puestos uno al lado del otro. Yo sacaba los libros, sacaba la tierra y volvía a poner los libros de vuelta.

Sr. PRESIDENTE.- Usted se está refiriendo a la Biblioteca?

Sr. VISCUSI.- Si, me equivoqué de palabra. Donde tenían los libros ni yo lo sabía. Yo no era tampoco el único que limpiaba y además los primeros años en la morgue del cementerio, yo estuve los últimos 3 meses. Eso lo pueden verificar. Pero ahí me fui, fue cuando me jubilé. En los últimos tres o cuatro meses que me trasladaron allá y el archivo, según me decían, estaban los libros de la morgue, estaban allá en la morgue del cementerio.

Sr. PRESIDENTE.- Discúlpeme que sea tan directo. Me da la impresión que usted está preocupado en su declaración porque, ¿cómo sabía que le íbamos a preguntar por los libros?

Sr. Viscusi- Cómo usted me dijo del archivo. Yo me equivoqué en decirle del archivo, pero no estoy preocupado por esto. Yo le voy a decir una cosa, yo tengo mi madre muy mal y cuando me llegó esta citación el otro día me fui mal, porque yo no sabía de qué era esta citación que me había llegado a mi. Y cuando vi este nombre que dice acá la citación esta yo no sabía qué hacer. Hasta tuve problemas con mi señora.

Sr. PRESIDENTE.- ¿A qué nombre se refiere?

Sr. VISCUSI.- Mire, yo no tengo los anteojos, Alayan. No, Alayes.

Sr. PRESIDENTE.- Se refiere a la crátula del expediente por el cual usted fue citado.

¿Usted concurrió a hablar con alguna persona antes de concurrir al Tribunal sobre esta situación?

Sr. VISCUSI.- No, yo esperé el día. Hablé por teléfono acá - no sé quien me atendió - para ver si me daban una explicación de por qué era esta citación, y me dijeron que tenía que venir. Sí, cómo no, yo voy a venir. No tengo nada que ocultar. Pero si usted me ve nervioso es por la situación que estoy viviendo yo, porque no sé por qué me llega esta citación a mi

Sr. PRESIDENTE.- Se lo estoy explicando yo. Usted fue citado en carácter de testigo respecto de la información que nosotros le vamos a requerir pero, discúlpeme, me da la impresión de que usted se está adelantando a lo que nosotros le tenemos que interrogar.

Sr. VISCUSI.- Yo le voy a decir la verdad. Yo vi en el diario que había un problema, justamente, con uno que fue director mío en la Dirección de Sanidad, con el doctor De Toma. Eso lo vi en el diario, y si usted quiere lo puedo llevar, porque yo no lo vi, me lo dijo el dueño de la estación de servicio donde yo trabajo - porque ahora hago changas - la Shell que está en 66 entre 136 y 137, de Basílico. Y yo le expliqué a él y le llevé esto. Yo no sé de qué puede ser esto. No debe ser nada importante, Jorge, vaya a presentarse, me dijo.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted conversó con algún funcionario policial acerca de esta citación?

Sr. VISCUSI.- Con el que me atendió el otro día acá, el jueves a la noche, a quien le pregunté si me podía informar de qué era esta citación. Y él me dijo que era una cosa testimonial, que yo ten´+ia que venir. Sí. Cómo no voy a venir. Pero yo quisiera saber, si me adelantaran algo, de qué es, porque este nombre yo no lo conozco. No sé de qué se trata. Eso es lo que quiero explicar.

Sr. PRESIDENTE.- Está bien, volviendo al relato que usted estaba haciendo, en qué lugar físico de la Dirección se encontraba el archivo.

Sr. VISCUSI.- Yo, la verdad es que el archivo de la morgue no lo ubico bien dónde estaba, porque yo iba a hacer la limpieza.

Sr. PRESIDENTE.- Cuando usted trabajaba en la Dirección de Sanidad, dentro de la misma, había algún archivo.

Sr. VISCUSI.- En la Dirección primero que trabajaba había un archivo. No sé si usted conoce, porque le tengo que explicar, hay un pasillo y cuando se va para Personal hay dos puertas. Allí había un archivo. Ahora, qué había dentro del archivo, no lo sé. Nunca me dijeron que sacara todo, que limpiara, que removiera.

SR. PRESIDENTE.-Usted recuerda en el año 92, cuando el director era De Tomas, que le haya dado alguna orden a usted o a algún otro empleado respecto de la búsqueda de algún libro?

Sr. VISCUSI.- No. El me mandaba a mí, por ejemplo, me decía vaya a Criminalística, vaya a Legajos y Antecedentes, a un lado o a otro, pero nunca me mandó a buscar un libro determinado del archivo. Yo, decirle que le he llevado un libro...No sé de qué clase de libro me está hablando usted.

SR.PRESIDENTE.- Un libro de la morgue policial, adonde se asentaban las autopsias.

Sr. VISCUSI.- No. Los libro de la morgue policial los guardaban en el cementerio, en la morgue del cementerio. Que yo sepa, donde estuve primero yo, no se guardaban los libros de la morgue policial.

SR. PRESIDENTE.- El secretario le va a mostrar un libro de la Dirección de Sanidad. ¿ Usted lo reconoce a ese libro?

Sr. VISCUSI.- Este libro es del año 77...

SR. PRESIDENTE.- Usted no se preocupe de qué año era y lo que dice en su interior. Le pregunto si reconoce el tipo, la forma de libro.

Sr. VISCUSI.- Lo que yo reconozco es al doctor Morgante. Lo conocía..

SR. PRESIDENTE.- Mire el libro en su aspecto físico, exteriormente.

SR.Viscusi.- Había libros parecidos a ése.

SR. PRESIDENTE.- ¿Usted recuerda en qué lugar se encontraban y quién los llevaba?

Sr. VISCUSI.- No. Lo que recuerdo es que he visto libros. Le digo la sincera verdad. Yo tengo nietos y yo le digo la verdad. Esta clase de libros la he visto, pero no sé el destino que le daban ellos. Hasta en el mismo despacho de Tomas los he visto. Pero no sé qué destino le daban. No me mandaban nunca a llevar un libro. De este libro yo no tengo la menor idea de quién lo puede haber manejado, pero le digo la sincera verdad, que yo esta clase de libros la he visto.

SR.PRESIDENTE.- ¿Recuerda qué otras personas trabajaban con usted en la Dirección de Sanidad en el año 86 y en el año 92?

Sr. VISCUSI.- ¿En el año 86?

SR. PRESIDENTE.- Del 86 al 92.

Sr. VISCUSI.- ¿Cumpliendo la misma función que cumplía yo?

SR. PRESIDENTE.- Quiénes eran los empleados administrativos que se desempeñaban en la Dirección de Sanidad.

Sr. VISCUSI.- Había mujeres. Estaba un tal Giambruni...

SR. PRESIDENTE.- Era varón...

Sr. VISCUSI.- Sí.

SR. PRESIDENTE.- Como dijo mujeres...

Sr. VISCUSI.- Un varón que me acuerdo era Giambruni.

SR. PRESIDENTE.- Qué funciones cumplía?

Sr. VISCUSI.- Ordenanza también.

Sr. PRESIDENTE.- ¿En qué año? ¿En el 86?

Sr. VISCUSI.-No. Más o menos vino después del 92. Ahora, lo que yo le puedo decir, Griselda Crisconio, y la chica Beatriz Crespo.

Sr. VISCUSI.- La encargada era la comisario Stella Fernández.

Dr. DURÁN.- ¿Encargada de qué?

Sr. VISCUSI.- Era la que mandaba. Era la secretaria.

Dr. DURÁN.- ¿Secretaria de qué?

Sr. VISCUSI.- Secretaria de Dirección.

Dr. DURÁN.- ¿De qué año está hablando usted?

Sr. VISCUSI.- Antes de jubilarme, del año 95 para atrás. Después estaba un hombre cuyo nombre no recuerdo pero sí el apellido, Gando, que estaba a la tarde yo a la mañana. Más no le puedo decir aunque estoy tratando de acordarme de todo y ubicarme bien en la fecha. En el tiempo en que estaba De Tomas también estaba el comisario Navarro.

Dr. REBOREDO.- Señor, cuando usted dice que en el despacho del director tomaba unos libros, los sacaba de alguna estantería, limpiaba y los volvía a acomodar, ¿a qué libros se refiere? ¿pueden ser similares a éste? (señalando el que se encuentra sobre el escritorio del Secretario).

Sr. VISCUSI.- No, eran todos libros de medicina, eran todos unos libritos así (haciendo gestos con sus manos). A esos libritos los tenía todos uno al lado del otro, les sacaba la tierra y los volvía a poner en su lugar, corría el sofá, pasaba la aspiradora y limpiaba el despacho del director.

Dr. REBOREDO.- ¿Recuerda que hayan movilizado esos libros semejantes a esos en gran cantidad fuera de la Dirección o dentro de la Dirección de un lado a otro?.

Sr. VISCUSI.- No, no. Como le dije al señor a quien no sé que nombre darle, no conozco la jerarquía que tiene ...

Dr. REBOREDO.- ... Doctor.

Sr. VISCUSI.- Estos libros los he visto, pero no movilizarlos en gran cantidad.

Dr. REBOREDO.- ¿Los vió en gran cantidad?

Sr. VISCUSI.- Movilizarse en gran cantidad no. He visto uno de vez en cuando parecido a ese, pero no he visto que los hayan llevado en gran cantidad. Es la verdad, lo he visto yo.

Dr. REBOREDO.- ¿La Dirección de Sanidad tenía algún vehículo destinado?

Sr. VISCUSI.- Ambulancias.

Dr. REBOREDO.- ¿Recuerda el nombre de algún chofer?

Sr. VISCUSI.- A uno le decían “el negro Pérez”. Él estuvo declarando varios años atrás. Había otro de apellido Perla, también estaba Bustos y Duba. Todos ellos eran choferes.

Dr. REBOREDO.- ¿Choferes de la Dirección de Sanidad?.

Sr. VISCUSI.- Sí.

DR.PACILIO.- Señor Viscusi, nos dijo que trabajó en la Dirección de Sanidad como ordenanza desde 1981 hasta 1995, es correcto ?

Sr. VISCUSI.- No lo puedo decir con exactitud.

DR. PACILIO.- Recuerda al doctor Ciafardo ?

Sr. VISCUSI.- Sí.

DR. PACILIO.- En el mes de abril de 1984 el doctor Ciafardo entregó 24 de esos libros a un juzgado penal de La Plata, necesariamente se debe haber producido un movimiento físico de esos libros dentro de la Dirección de Sanidad. Usted en ese momento se desempeñaba allí y cumplía funciones de ordenanza que habitualmente son las personas encargadas del traslado físico. Acudo a su memoria. Recuerda haber colaborado con el doctor Ciafardo para buscar esos libros y entregarlos al juzgado . Eran 24 libros como el que usted tiene a su derecha. Recuerda eso ?

Sr. VISCUSI.- No.

DR. PACILIO.- No recuerda en el año 1984 haber colaborado para la entrega de esos libros?

Sr. VISCUSI.- No.

DR. PACILIO.- Es llamativo porque son 24 libros muy voluminosos.

Sr. VISCUSI.- Habrá sido que los trasladaban a la mañana o a la tarde.

DR. PACILIO.- No le pidieron colaboración para el traslado de esos libros?

Sr. VISCUSI.- No recuerdo haber trasladado libros de la morgue a un juzgado.

Dr. PACILIO .- Dos años después el director de Sanidad era el doctor Arbisú, lo recuerda ?

Sr. VISCUSI.- Muy buen hombre, por lo menos para mí.

Dr. PACILIO .- El médico de guardia era el doctor De Toma. En agosto de 1986 23 de esos libros que habían ido a un juzgado fueron devueltos a la Dirección de Sanidad. Ahí necesariamente también en agosto de 1986 cuando estaba de director el doctor Arbisú y era el jefe de guardia el doctor De Toma se debe haber producido un movimiento considerable cuando trajeron de vuelta esos libros. Dos años después, en agosto de 1986, usted recuerda haber participado de ese movimiento físico cuando fueron a la Dirección de Sanidad ?

Sr. VISCUSI.- En ningún momento he participado del traslado de esos libros, sino que me juzguen por la ley y que averiguen eso.

Dr. PACILIO .- No recuerda haberlos visto esa semejante cantidad de libros, nunca le dijeron que los traslade a tal lado ?

Sr. VISCUSI.- No.

Dr. PACILIO .- Le vuelvo a puntualizar. Lo último que le pregunté fue en agosto de 1986. Seis años más tarde , en 1992, a raíz de un pedido que se efectuó aparentemente, digo esto porque no está comprobado, se ordena una búsqueda de esos libros. ¿A usted nadie le ordenó buscar esos libros?

SR. VISCUZZI.- Yo no estaba en área de buscar libros ni de buscar cosas determinadas.

DR. PACILIO.- ¿Un odenanza no se ocupaba de trasladar libros de esas características de un lugar a otro?

SR. VISCUZZI.- Cuando el doctor De Tomas o Albizu determinaban buscar algo casi siempre llamaban a una chica de Personal, mujeres, para que les buscaran las cosas. A mi me tenían para mandados y limpieza.

DR. NOGUEIRA.- Usted dice que conoce el libro...

SR. VISCUZZI.- Alguna vez he visto este libro.

DR. NOGUEIRA.- ¿Dónde lo vio?

SR. VISCUZZI.- Una vez arriba del escritorio del doctor De Tomas.

DR. NOGUEIRA.- Y por eso se acuerda de la similitud del libro, la similitud ese libro que tiene a su lado con el que alguna vez vio arriba del escritorio del doctor De Tomas.

SR. NOGUEIRA.- Sí, por eso me acuerdo del tamaño del libro, pero no sabía qué era ese libro.

DR. NOGUEIRA.- ¿Vio en el lugar donde trabajaba algún libro similar a ese que tiene a su lado’

SR. VISCUZZI.- No. Ese libro lo vi en la Dirección una vez sola, por eso me lo acuerdo, por el tamaño del libro.

DR. NOGUEIRA.- ¿No recuerda que hubo un movimiento de veintitres libros y sí se acuerda ahora que hay similitud con el que vio una sola vez arriba del escritorio del doctor De Tomas?

SR. VISCUZZI.- Esa vez lo vi arriba del escritorio del doctor De Tomas, después no he visto más libros. En el archivo no sé porque eso estaba cerrado con llave y los únicos que entraban eran ellos.

DR. NOGUEIRA.- ¿ A ese archivo entraban ordenanzas?

SR. VISCUZZI.- Yo no lo conozco.

DR. SCHIFFRIN.- Le voy a preguntar por los horarios que usted cumplía en la Dirección de Sanidad como ordenanza.

SR. VISCUZZI.- A mí me lo daban. Yo tenía a mi mamá enferma, todavía lo está, en estos momentos está en un geriátrico internada en la calle 60 entre 151 y 152. Sé que esto no va con la causa. Si ustedes lo quisieran lo pueden averiguar.

DR. SCHIFFRIN.- Yo le estoy preguntando una cosa concreta y me la tiene que contestar. Durante todo el tiempo que trabajó entre los años 1981 y 1985 en la Dirección de Sanidad de la ex Jefatura de Policía, ¿ qué horario cumplía?

SR. VISCUZZI.,- De las siete de la mañana a la una de la tarde. Después me cambiaba si hacía falta a la tarde.

DR. SCHIFFRIN.- ¿Cambiaba de horario cuando era necesario?

SR. VISCUZZI.- Sí.

Dr. SCHIFFRIN. Los traslados de los libros,en el 84, cuando llegaron y del 86, cuando volvieron, debió hacerse de mañana porque los tribunales funcionan de mañana en el mismo horario que usted tenía. Qué otras personas podían haber hecho el acarreo de ese montón de libros?. Usted habla del chofer de la ambulancia. Ellos se ocupaban de bajar los libros.

Sr.Viscusi.- No es que esté mintiendo. Le digo la verdad. Los libros no los vi y no los cargué.

Dr. SCHIFFRIN. Tengo que insistir. En la mañana del día 16 ó 26 de abril de 1984, el doctor Chafardo dice que en una ambulancia, sin decir el nombre del conductor, se llevan una gran cantidad de esos libros que usted conoce. Luego dice que el doctor De Tomas, dos años después, el 22 de agosto, los lleva del juzgado donde estaban, otra vez a la Dirección de Sanidad. Le pregunto, cómo es posible que estando usted en horario de mañana cumpliendo con sus funciones, en un lugar muy pequeño, que se conoce por inspección ocular, no haya visto siquiera entrar una pila tan grande de libros.

Sr.Viscusi.- Usted me habla del año 84.

Dr. SCHIFFRIN. Y del 86.

Sr.Viscusi.- Yo estaba en la Jefatura y los libros aparentemente estaban en la morgue de Policía.

Dr. SCHIFFRIN. En la morgue de Policía, los libros de reconocimiento médico comienzan en el 84 que es cuando empieza a funcionar esa nueva morgue. Le estamos preguntando por los libros de cuando la morgue funcionaba en el departamento de Policía. Estamos hablando de los archivos de la morgue. De esa pila de libros, el doctor Chafardo dijo que la sacó de la morgue en una ambulancia y la entregó en el Juzgado Penal N 1 de La Plata. Cómo era que un envío tan delicado lo iba a llevar solamente el chofer?. El prefirió estar él, personalmente, entregando su contenido en el Juzgado. De eso no vio nada?

Sr.Viscusi.-Si lo hubiera manipulado, qué me costaría decir que sí?

Dr. SCHIFFRIN. No escuchó hablar de eso? El doctor chafardo dijo que había una cosa muy importante que no quiso dejar en manos del personal de la ambulancia. Eso quiere decir que el tema era público. No escuchó nada? No escuchó comentarios?

Sr.Viscusi.- No. Escuché comentarios de que iban a trasladar libros de la morgue, pero eso de manipular los libros, no.

Dr. SCHIFFRIN. Lo importante es que escuchó el comentario. Cúales fueron y quiénes lo hicieron?

Sr.Viscusi.-. Estaba Duba al que le decía El Teta Bustos. Me dijeron que iban a hacer un traslado de los libros de la morgue. No me comprometería para nada decir que yo cargué los libros.

Dr. SCHIFFRIN. Ese comentario del que acaba de dar cuenta lo apreciamos. El traslado se hizo en abril del 84. En agosto del 86 es cuando, reitero, el doctor De Tomas, como médico de guardia, recibió todos esos libros, menos el que está acá. Eran 24 los entregados y se devolvieron 23 y entonces se lo lleva a Sanidad. Eso está documentado, está el recibo que él firmó, y entonces ¿usted vió algo de eso, o escuchó comentarios?

Sr. VISCUSI.-. ¿Estando el doctor De Tomas como director?

Dr. SCHIFFRIN.- No, como médico de guardia. El director era Albizu.

Sr. VISCUSI.- No, menos con el doctor Albizu. Lo único que quería el doctor Albizu era que estuviera limpia la dirección. Fue muy bueno, buenísimo, conmigo.

Dr. SCHIFFRIN.-¿El doctor Albizu no le decía quién limpiaba el archivo?

Sr. VISCUSI.-. No tengo conocimiento. Estaba siempre cerrado. No tengo conocimiento porque nunca tuve oportunidad de que me mostraran nada.

Dr. SCHIFFRIN.- Desde principios de 1984 a fines de 1986, aparte de usted, ¿había algún otro personal de maestranza en la Dirección de Sanidad?

Sr. VISCUSI.-. Estaba Gando. El era ordenanza, igual que yo.Cumplía el horario de mañana.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿A veces estaba solo?

Sr. VISCUSI.-. Sí.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Cuándo se fue Gando?

Sr. VISCUSI.-. El se fué primero que yo, no lo puedo decir con exactitud. Yo me fui después, en el año 1995.

Dr. SCHIFFRIN.- Y estuvo en los últimos tres meses en la morgue del cementerio.

Sr. VISCUSI.-. Sí, pero como estoy operado del estómago, y lo puedo constatar, y de vesículo, yo no lo aguantaba. Le había dicho al doctor Albizu que la morgue no era para mí. No podía resistir más el olor y las cosas que veían. Cuando ya estaba de director del doctor De tomas me dice que me podía presentar para jubilarme, y me jubilé.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Gando nunca escuchó comentarios acerca del traslado de libros gruesos?

Sr. VISCUSI.-. No, Gando no. El único que me dijo algo, que después no se concretó, y lo recuerdo como si fuera hoy,porque me llamo Viscusi pero me dicen “Viscu”, y el comisario Navarro me dice “Mañana, Viscu, va a tener trabajo. Hay que cargar unos libros que no sé dónde hay que llevar”. Y le dije que no había problema, pero no se llevó a cabo. El comisario se llamaba Navarro.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿En qué momento estuvo Navarro?

Sr. VISCUSI.-. Primero fue secretario de la dirección, y después fu subcomisario. Después ascendió a comisario.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Al oficial Rojas lo conoce? ¿Estuvo con usted?

Sr. VISCUSI.-. No, directamente conmigo no estaba. Estaba en la parte operativa, donde se hacían las juntas médicas, se citaba a la gente, y se giraba todo a otras dependencias.

Dr. SCHIFFRIN.- Navarro de qué se ocupaba?

Sr. VISCUSI.- Tenía la caja chica y se dedicaba a todo el movimiento de personal.

Dr. SCHIFFRIN.- En la Guardia había un libro donde se anotaba la entrada y salida de todos?

Sr. VISCUSI.- Sí.

Dr. SCHIFFRIN.- En manos de quién estaba?

Sr. VISCUSI.- Le puedo nombrar varios: uno que me acuerdo que es el más viejo es el oficial principal, o no me acuerdo bien la jerarquía que le sigue, que era Panizo. También estaba Cuervo, Piñero, había cinco o seis.

Dr. SCHIFFRIN.- Además de Crisconio había otra señora?

Sr. VISCUSI.- Estaba Fernández, que era la que manejaba todas las chicas, Griselda Crsiconio, Beatríz Crespo, había cinco o seis mujeres que estaban al mando de Estela Fernández, que era subcomisaria o comisaria.

Dr. PIAGGIO.- De acuerdo a lo que el testigo ha manifestado creo que tiene confundido un poco el rol que le toca desempeñar en esta Audiencia, puesto que si bien usted le hizo notar cuál era su condición ha entrado con una actitud defensiva que yo adjudico básicamente a su inexperiencia, porque si bien ha dicho que se entrevistó con su empleador, está asustado y no sabe para qué lo citaron, y no conoce la carátula del expediente, lo que me hace presumir su buena fe. Quisiera que por intermedio de la Presidencia se le haga saber que no está imputado en esta causa y que debe referirse a lo que le pregunten con total libertad, y su única obligación es decir la verdad en todo aquello que le fuera preguntado. Le traslado esa inquietud, señor presidente, y quisiera que se la transmita, porque esto está condicionando de alguna manera la respuesta del testigo, que ahora aparentemente se está distendiendo un poco con el interrogatorio del doctor Schiffrin.

Sr. PRESIDENTE.- Como bien le ha explicado el Fiscal ante la Cámara, el doctor Piaggio, usted simplemente fue citado en carácter de testigo, y no se le está efectuando imputación de ninguna naturaleza. Nadie supone que usted hizo algo que no debería haber hecho ni existe sospecha sobre su conducta en lo que se está investigando, o sea que le pido que actúe con la mayor tranquilidad. Yo al comienzo le dije que usted es como si hubiera venido preparado en lo que debía responder, tratando de colocarse en una situación de defensa como si alguien le imputara algo, pero no es así. Usted está declarando simplemente en carácter de testigo. Como le señaló el fiscal, su única obligación es decir la verdad. Por eso, tranquilícese.

Sr. VISCUSI.- Yo ya vine nervioso. Hace tres o cuatro días que estoy nervioso, y con el dueño de la Estación de Servicio hablé porque es un hombre que anda con papelerío, y él me dijo que venga tranquilo, que no debe ser nada malo. Yo seguro que iba a tener que venir, pero no sé por qué me llegó esa citación. Ese era mi problema, y más porque no conocía el nombre.

Sr. PRESIDENTE.- Ahora entendió lo que le estamos explicando.

Sr. VISCUSI.- Sí. Yo le digo la verdad, vine muy nervioso porque nunca me pasó esto, nunca estuve delante de un tribunal. Yo tengo 57 años, tengo nietos, tengo hijos grandes y todos como que me miraban mal como si yo hubiera hecho algo. Así que, por favor, pónganse un poco en mi lugar. Yo sé que no hice nada. Tengo la conciencia bien tranquila. Lo que tengan que averiguar, averígüenlo.

Sr. PRESIDENTE.- Continúe tranquilo con su conciencia pero, fundamentalmente, con su estado de ánimo, porque nadie le está imputando nada.

Sr. VISCUSI.- Le agradezco, eso me tranquiliza porque yo pensaba que era algo en contra mío.

Sr. PRESIDENTE.- No, nadie está sospechando nada de su persona. Simplemente, estamos tratando de averiguar dónde se guardaron esos libros y cómo puede ser que hayan desaparecido y, como usted era personal administrativo que trabajaba en la Dirección en la cual estuvieron esos libros que ahora no encontramos, simplemente estamos tratando de interrogarlo a los fines de que usted nos pueda ayudar a localizarlos.

Sr. VISCUSI.- Yo les estoy dando los datos que conozco. Una cosa que le puedo decir es que el que manejaba todas las cosas de Personal era el comisario Navarro. Y otro ordenanzs del que me había olvidado mencionarlo era Moreno. Ese estaba de noche. Ahí hay otra cosa que por ahí, no sé.

Sr. PRESIDENTE.- Por qué señala tan puntualmente que estaba de noche.

Sr. VISCUSI.- Claro, porque estaba de noche. A lo mejor de noche es más fácil que le diga.

Sr. PRESIDENTE.- Que le diga qué cosa.

Sr. VISCUSI.- El traslado de los libros. A lo mejor cargan la camioneta de noche para que no los vean de día. Usted me pidió que le diga lo que más pueda y yo me había olvidado de este ordenanza. Este ordenanza estaba de noche. Se llamaba Moreno, no recuerdo si era Alberto Moreno.

Sr. PRESIDENTE.- Cuándo había empezado a trabajar.

Sr. VISCUSI.- Ahora no sé si tendrá veinte años de servicio, más o menos. Es sargento primero o sargento ayudante. Cuando yo me jubilé era sargento. Y era el que estaba siempre de noche. Yo digo que es otro ordenanza que había.

Sr. PRESIDENTE.- Cuando usted dice, de noche, a qué horario se refiere, de 7 a 1.

Sr. VISCUSI.- Si, de 7 a 1 o de 8 a 1. A esa hora viene, baldea, hace las cosas del Director. Lo del subdirector no, porque eso lo hacía yo, pero el pasillo y la parte de la escalera la limpiaba el de la noche.

Sr. PRESIDENTE.- Está más tranquilo.

Sr. VISCUSI.- Sí.

Dr. PIAGGIO.- Señor Viscusi, usted en algún momento vio, participó, presenció, colaboró o tuvo noticias a través de terceros de que esos libros - estamos hablando de los similares del que tiene a su derecha - hayan sido quemados.

Sr. VISCUSI.- No, señor.

Dr. PIAGGIO.- No me refiero a que se haya cometido un delito, sino a que hayan sido destruidos por alguna disposición legal. Es decir, que los libros, después de determinado tiempo, tienen la autorización de la ley para que sean destruidos por el fuego.

Sr. VISCUSI.- No.

DR. PIAGGIO.- No es un delito, porque había una norma legal que lo habilitaba. ¿Usted no conoce ese tema en absoluto?

Sr. VISCUSI..- En los últimos tres o cuatro meses que yo estuvo allí, en los años que estuve, no había quemadero allí mismo.

DR. PIAGGIO.- ¿Adónde quemaban?

Sr. VISCUSI.- La basura se sacaba afuera y se tiraba. Por lo menos, lo que prendía fuego yo era la basura, los papeles, las cosas que yo barría, hacía un montón, les tiraba un chorro de querosene y las prendía fuego.

DR. PIAGGIO.- ¿Nunca vio que se quemaran libros de archivo? ¿Nunca le comentó algún colega suyo , algún ordenanza?

Sr. VISCUSI.- No. A mí me tenían por un “pasado”, yo llegaba, hacía mi trabajo, hacía lo que tenía que hacer y nada más. No dejaban que yo me metiera en la morgue ni que me metiera...

DR. PIAGGIO.- ¿Por qué motivo no lo dejaban entrar en la morgue?

Sr. VISCUSI.- Decían que yo no podía presenciar, que yo tenía que hacer la limpieza afuera, nada más.

DR. PIAGGIO.- ¿Adentro de la morgue quién trabajaba?

Sr. VISCUSI.- Donde se hacía la autopsia yo no podía entrar.

DR. PIAGGIO.- Y del archivo, qué referencia le hicieron de por qué no podía entrar.

Sr. VISCUSI.- A mí no me dijeron nada.

DR. PIAGGIO.- Pero ¿no estaba dentro de su lugar de trabajo, de limpieza?

Sr. VISCUSI.- La primera vez que yo trabajé acá en jefatura estaba el archivo a la vuelta de donde dice Personal, y yo nunca lo toqué a ese archivo, y estuve unos cuantos años allí, como doce años y nunca lo toqué.

DR. PIAGGIO.- Pero ¿le dieron alguna orden en ese sentido?

Sr. VISCUSI.- No. Estaba cerrado, y automáticamente allí no lo podía tocar. No me decían de limpiarlo y yo no lo limpiaba. Esa era la situación. Quiero que usted me entienda que si usted tiene personal a cargo y le dice hágame eso y límpieme esto, a mí no me dijeron abra esto y limpie esto. A mí nunca. Yo no sé si allí había libros de la morgue. Sé que era un archivo el que tenían allí. Era como un ropero incrustado en la pared.

DRA. RIVAS.- El testigo dice que era como un ropero lo que tenían adentro del archivo. ¿Tenía puertas ese ropero?

Sr. VISCUSI.- Sí.

DRA. RIVAS.- entonces vio el archivo.

Sr. VISCUSI.- Sí. Pasaba todos los días enfrente. Yo hacía la limpieza. Yo pasaba.

DRA. RIVAS.- Quisiera que el testigo dijera en qué piso funcionaba la Dirección de Sanidad.

Sr. VISCUSI.- ¿Usted vio la entrada de Jefatura? Se sube la escalera que está en el fondo. Hay un pasillo que va a Odontología y en vez de agarrar para el lado de Odontología se agarra para arriba, para la Dirección de Sanidad.

DRA. RIVAS.- Está en el primer piso.

Sr. VISCUSI.- En el primer piso.

DRA. RIVAS.- Donde estaban las ambulancias.

Sr. VISCUSI.- No. Después se reformó.. En un tiempo estaban abajo. Sanidad estaba arriba y abajo está Medicina Funcional. La junta médica, carpeta médica se hace abajo. Arriba está la Dirección y secretaría.

DRA. RIVAS.- O sea que tienen que haber recorrido los libros una cierta...

Sr. VISCUSI.- Hay una escalera de diez metros, más o menos, que se baja para comunicarse. Allí no hay ascensor.

Sr. VISCUSI.- ... ascensor para comunicarse a medicina con sanidad que está arriba y eso se hace por escalera. También se puede hacer por otra escalera.

Dra. RIVAS.- Los libros, si los han llevado de a tres o de cuatro, serían muy pesados como para subir por esa escalera.

Sr. VISCUSI.- No tengo idea cómo los han movido. No sé. Hay una escalera caracol que entra por dentro de la Dirección de Sanidad. Arranca como por un pasillo y en la punta está la escalera que va a Medicina Funcional y, por el lado de afuera, por la otra puerta hay una escalera de diez metros que baja y que se comunica directamente con Medicina Funcional.

Dra. RIVAS.- ¿Ahí está el lugar donde se estacionaban las ambulancias?

Sr. VISCUSI.- Sí. Cuando yo me jubilé ahí pusieron asientos para la gente, y las ambulancias, ahora, están en la morgue del cementerio.

Dra. RIVAS.- Sí, ha cambiado la morgue de lugar. Me gustaría saber cuáles eran los empleados más cercanos al doctor De Tomas los que tenían con el trato más frecuente.

Sr. VISCUSI.- El comisario Navarro y Stella Fernández.

Dra. RIVAS.- En un momento el testigo dijo que cuando el doctor De Tomas necesitaba algo llamaba a “las chicas”. Nos puede dar el nombre de esas chicas a las que él llamaba.

Sr. VISCUSI.- Quiero aclarar que cuando necesitaba una junta médica, para pedir las cosas, llamaba a Griselda Crisconio o también podía ser Beatríz Crespo. Estaban esas dos chicas y había otras más que no recuerdo.

Dr. DURÁN.- Estela Fernández...

Sr. VISCUSI.- Ella estaba en contacto directo con él.

Dra. RIVAS.- Había una señora De Rito.

Sr. VISCUSI.- A lo mejor es la que yo conozco con el nombre de “Coca”. Era una mujer de edad, de entre 55 y 60 años, que estaba con el doctor De Tomas. El apellido no lo recuerdo, pero le decían Coca.

Que no tiene nada más que agregar con lo que se da por finalizado el acto, previa e íntegra lectura que por secretaria dio de la presente, ratificándola en un todo por ser el fiel reflejo de sus dichos, luego del Sr Presidente, Dr Alberto Ramón Durán y los Señores Jueces Antonio Pacilio, Julio Víctor Reboredo, Carlos Alberto Nogueira y Leopoldo Héctor Schiffrin; al igual que los demás intervinientes en el acto y mencionados al comienzo de ésta y por ante mí, de lo que doy fe.-