Vitale, Ramón Edgardo

La Plata, 26 de Abril de 1999


  

En la ciudad de La Plata , Capital de la Provincia de Buenos Aires, a los veintiséis días del mes de abril de 1999 hallándose reunida la Cámara Federal de Apelaciones del circuito, encontrándose presentes el Señor Presidente, Dr Alberto Ramón Durán y los Señores Jueces Antonio Pacilio, Julio Víctor Reboredo, Carlos Alberto Nogueira y Leopoldo Héctor Schiffrin, con la asistencia del Secretario Actuante, y dejándose expresa constancia que también se encuentran presentes el Sr Fiscal General ante la Cámara, Dr Marcelo Molina, el Sr Defensor Oficial, Dr Ricardo Alberto González, en representación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata, los Dres. Jaime Gluzmann y Caludio Abalos, comparece una persona previamente citada a quien en este acto se la impone por secretaría de las penas con las que la ley castiga el falso testimonio de acuerdo al art. 275 del Código Penal (conforme art. 295 C.P.M.P), quien seguidamente presta legal juramento de producirse con veracidad en todo lo que supiere y le fuere preguntado. Interrogado por sus circunstancias personales manifiesta llamarse Ramón Edgardo Vitale, de nacionalidad argentino, de ... años de edad, de estado civil casado, con profesión u ocupación abogado, quien se domicilia en la calle Teniente General Uriburu 686, Azul, Provincia de Buenos Aires, acreditando su identidad mediante .D.N.I. N 5.384.240. Nombre del padre, Felipe Vitale, fallecido. Nombre de la madre, Esther Ramaglio. - Acto seguido se le entera de las generales de la ley, las que explicadas manifiesta que no le comprenden. A continuación se le entera del contenido de esta causa.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted tiene conocimiento de la suerte corrida por el hermano de una declarante que manifestó que usted tendría conocimiento y que le habría mostrado a su padre el expediente respecto de la desaparición de su hermano?

Sr. VITALE.- No, absolutamente no. No tengo ningún conocimiento, simplemente he estado ligado profesionalmente al señor Martina Claudio Jorge a partir de 1980, ya que este señor ha proyectado y dirigido cinco obras mías. En ese momento me comenta que hacía unos años había fallecido o desaparecido su hijo o no sé qué. Nunca entré en profundidad, simplemente él me comentaba los sucesos que iban ocurriendo y alguna vez llegó a hacerme consultas, pero no pude responder porque no sabía. El sí me manifestó, en una ocasión, que pudo haber sido dentro de la década del ‘80, que él ya sabía cuál había sido la suerte por su hijo y que no iba a insistir más y me entregó algunas cosas que tengo aquí, que puedo dejarlas al Tribunal. Creo que es un pedido diplomático, una carta documento, una copia de un hábeas corpus, una resolución de discernimiento de una curatela, pero lo que yo puedo saber es todo lo que me ha podido confiar en algunas ocasiones Claudio Jorge Martina, padre, sobre esta persona presuntamente víctima o desaparecida. Yo conocimiento personal de los hechos no tengo. Siempre el conocimiento lo fue a través del padre, que era con quien yo hablaba. No he tenido acceso absolutamente a ningún otro tipo de información más allá de la que él me ha brindado. Tengo incluso aquí y lo he traído, porque pensé que podía referirse a esto, esta documentación que no tengo inconvenientes en dejarla al Tribunal.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted necesita copia de eso?

Sr. VITALE.- Para nada, porque eso estaba archivado en el estudio. Cuando Flavio Jorge Martina, que es una persona que trabajaba en Azul desde principios del año 1950, era maestro mayor de obras, me iba a hacer un comentario trataba de no tocar el tema. El me ha dirigido en cinco obras y a su vez lo he atendido personalmente en reiteradas ocasiones. El trato no era muy fluido, pero nos veíamos todos los días en la obra o a veces, cuando iba a hacer una consulta en el estudio. Se lo veía apesadumbrado y en un momento dado cesó de hacer algún tipo de comentario, esto fue en los años 1983 ó 1984.

Sr. PRESIDENTE.- ¿La documentación que usted ha aportado, se le entregó el padre de la víctima?

Sr. VITALE.- Son copias que no han sido firmadas por mí, sino por una señora apellidada Escalada de Martina. Sé que es la esposa de Flavio Jorge Martina porque hice su sucesión y posteriormente, la de Flavio Jorge Martina, que falleció en mayo de 1998.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted no realizó ningún trámite relacionado con la desaparición de su hijo?

Sr. VITALE.- Absolutamente ninguno. En primer lugar quiero decir que yo conozco a Martina con posterioridad a los hechos que hoy aquí se investigan y en segundo lugar, nunca me he movido de mi medio y tampoco realicé ninguna gestión.

Sr. PRESIDENTE.- Oficialmente.

Sr. VITALE.- Ni oficial, ni extraoficial ni oficiosamente he hecho alguna gestión.

Sr. PRESIDENTE.- Aparte de los dichos del padre de la víctima ¿no recibió comentarios o comunicaciones de alguien respecto de la suerte corrida por el hijo?

Sr. VITALE.- No he recibido absolutamente nada.

Dr. PACILIO.- ¿Conoce a Ema Elvira Martina?

Sr. VITALE.- Sí, le he visto nada más que tres veces, dos en la sala de trabajo y la otra, en mi casa particular. La primera vez concurrió a la consulta cuando el padre estaba enfermo porque querían sacarlo del medio donde estaba y trasladarlo a la ciudad de Ayacucho. Mientras estábamos haciendo ese tipo de gestiones, él fallece.

Dr. PACILIO.- ¿Esto fue el año pasado?

Sr. VITALE.- Sí, antes no la conocía. La arquitecta Martina los escritos que firmó con respecto a la sucesión de su madre y de una partición que se hizo por la venta de un bien, fueron firmados a través del padre.

Dr. PACILIO.- ¿Usted le exhibió a Elena Martina esta documentación que trajo aquí?

Sr. VITALE.- No, porque no sabía que la tenía, estaba en el legajo.

Dr. PACILIO.- ¿Le exhibió algún otro tipo de documentación?

Sr. VITALE.- Absolutamente ninguna, sí el escrito que me firmó por la apertura de la sucesión del padre.

Dr. PACILIO.- ¿Nunca habló con ella algún tema relativo de la desaparición del hermano?

Sr. VITALE.- No, no hablé ningún tema, incluso en todas las actuaciones que realicé, a ella la ví tres veces, dos veces en la sala de trabajo, nunca en mi despacho privado, sino estuvo en presencia de muchas personas y otra vez cuando vinieron de Ayacucho y fueron a mi domicilio particular, yo estaba haciendo un asado y almorzaron en casa, entonces como anfitrión me aboqué más a preparar el asado y a servirlo que a hablar de temas jurídicos. Ese día en la única conversación que participé fue sobre unos versos del Martín Fierro que le interesaba a gente que estaba presente y dilucidamos un tema del cual no tenía conocimiento. Esas fueron las únicas veces que estuve en contacto con ella. Reitero que en las tres oportunidades estaba presente mucha gente, nunca estuve mano a mano con ella. La primera reunión fue a principios de mayo, aproximadamente, de 1998 que era en el momento que el padre estaba internado, después cuando firmó el escrito de apertura de la sucesión y más tarde cuando fueron a hacer una denuncia penal que yo la asesoré y posteriormente derivé porque no me dedico a ese tema, por unas lesiones que tuvo su padre por faltas de cuidados que le podrían haber ocasionado un agravamiento de su deceso, pero no su deceso.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿En las conversaciones que tuvo con el señor Martina, nunca le precisó datos o lugares donde habría estado su hijo desaparecido?

Sr. VITALE.- No, jamás. Lo único, fue que en un momento dado me comentó: no lucho más, sé la suerte que corrió, entonces tibiamente dejé de hablar porque consideré que era una tema que no correspondía hablarlo.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Hacía referencias al hijo desaparecido?

Sr. VITALE.- No, jamás, lo que sí me mostraba siempre cuando hacía alguna presentación en tribunales o a algún nivel consular -por lo que me acabo de enterar en la documentación que entregué-, creo que en esas ocasiones me hacía comentarios respecto a que quería encontrarlo. Con respecto al discernimiento de la curatela se me llegó al abrir el sucesorio de Elvira Escalada de Martina. En ese momento, como sabía que querían liquidar el bien porque se realizó una partición mediante la cual el padre quedaba con un fondo de comercio y un automóvil importado y los hijos quedaban con una parte inmobiliaria, aconsejé ,en ese momento, a los hermanos que querían liquidar el bien, no incluirlo en la declaratoria de herederos y poder los tres hermanos presentes en la sucesión liquidar el bien sin problemas. Reitero, toda la documentación fue entregada por el padre, menos el testimonio de discernimiento de la curatela que no recuerdo si me lo entregó él o Alejandro Rubén Martina, el resto de la documentación tengo la certeza que me fue entregada por él.

Sr. PRESIDENTE.- Cuando finaliza la audiencia le pido que firme la documentación que entrega y el señor secretario lo certifica.

Sr. VITALE.- Con todo gusto.

Dr. MOLINA.- Doctor Vitale: usted acaba de declarar que el señor Claudio Jorge Martina, tendría más de un hijo. Uno, sería éste el que estamos hablando. ¿Este chico tiene hermanos?

Dr. VITALE.- Sí, sé que tiene hermanos porque al haber hecho la sucesión recuerdo haberlo visto. Creo que los nombres son: Ema, no recuerdo el otro nombre; Rubén Alejandro y Alba Alejandra.

Dr. MOLINA.- Mi pregunta está encaminada a lo siguiente: ¿usted habló con los hermanos de este tema de que esta desaparecido, es decir, en algún momento usted intercambió alguna conversación con los hermanos de este ciudadano, el hijo de Claudio Martina?

Dr. VITALE.- No tanto cambiar informaciones, sino saber por el hecho que tuve que abrir la sucesión y se me informó eso. Y con quien más trato tuve fue con Claudio Jorge Martina. A Alejandro Martina lo conozco de 15 ó 16 años atrás; a Alba Martina, no la conozco y a la arquitecta Ema Martina la conocí en el año ‘98. Si bien aparecen las firmas de ellos en todos los escritos que yo presenté, debo resaltar que los traía firmados el padre.

Dr. MOLINA.- ¿Nunca habló del tema con los hermanos que usted conoció?

Dr. VITALE.- Con Alejandro, sí he hablado.

Dr. MOLINA.- ¿Qué le decía Alejandro respecto de lo que estamos investigando acá?

Dr. VITALE.- Que tenía un hermano desaparecido nada más.

Dr. MOLINA. ¿Qué otro dato más?

Dr. VITALE.- Absolutamente ninguno. Nunca me dio ningún dato. Además, es una persona que no suele hablar mucho del tema. Creo que ese tema con Alejandro lo pude haber tocado una o dos veces en principio y nunca más.

Dr. GLUZMAN.- El camarista Schiffrin le ha preguntado acerca de si el padre del desaparecido, con quien usted tenía una relación fluida, le había hablado en muchas oportunidades pero que nunca, en definitiva, le había precisado los lugares donde podría haber estado.

Dr. VITALE.- De eso, jamás.

Dr. GLUZMAN.- La pregunta se refiere a lo siguiente: por los dichos del padre o por comentarios de terceros en Azul, al haber desaparecido este chico, ¿usted nunca escuchó comentarios sobre en qué circunstancias desapareció o cómo fue que desapareció?

Dr. VITALE.- Doctor: primero, no ha desaparecido de Azul o no ha residido en Azul, sino que, según tengo entendido por la prensa, que los hechos se desarrollaron en la ciudad de La Plata.

Dr. GLUZMAN.- Exacto.

Dr. VITALE.- Azul, como la han de conocer todos, es una ciudad de bastante movimiento y nunca de hacer una manifestación, una ciudad netamente conservadora y nunca se habló del tema, ni siquiera por ser el hijo de Claudio Jorge Martina.

Dr. GLUZMAN.- Así que, ¿usted no tiene conocimiento de las circunstancias de la desaparición?

Dr. VITALE.- Absolutamente ninguno. Solamente tengo los conocimientos que he entregado.

Dr. GLUZMAN.- ¿Nunca a través de otro abogado se hizo la ausencia por presunción de fallecimiento del desaparecido o, en su caso, la ausencia por desaparición forzada que usted tenga algún conocimiento a través de un trámite judicial?

Dr. VITALE.- No, yo no he hecho el trámite judicial.

Dr. GLÜZMANN.- No, usted ya ha dicho que no. ¿Pero la hizo algún colega suyo?

Dr. VITALE.- Absolutamente no, ni tampoco sé quién la hizo. Porque es un testimonio donde no figura el nombre del letrado. Simplemente se especifica quién es el juez, quién es el secretario y la carátula del juicio. Es decir, tengo la documentación que se me dio para que la reservara, como que el padre me la entrega para que yo la guarde. Ese es el sentido que tiene. El discernimiento de la curatela se me dio específicamente para incorporarla a la sucesión y le he dicho al Tribunal cuál ha sido el motivo de mi consejo, porque sabía que querían liquidar el bien y sabía que si supuestamente se iba a liquidar el bien, íbamos a tener alguna dificultad.

Que no tiene nada más que agregar con lo que se da por finalizado el acto, previa íntegra lectura que el Sr Secretario da de la presente, ratificándola en un todo por ser el fiel reflejo de sus dichos, luego del Sr Presidente, Dr. Alberto Ramón Durán y Jueces, Dres Julio Víctor Reboredo, Antonio Pacilio, Leopoldo Héctor Schiffrin y Carlos Alberto Nogueira; al igual que los demás intervinientes en el acto y mencionados al comienzo de ésta y por ante mí, de lo que doy fe.-