Vitali, Alberto

La Plata, 10 de Marzo de 1999


  

En la ciudad de La Plata, a los diez días del mes de marzo de año 1999, comparece ante el señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Leopoldo Héctor Schiffrin y Julio Reboredo y Secretario Actuante doctor Hernan Schapiro, con la presencia del señor Fiscal General ante la cámara doctor Julio Amancio Piaggio, el señor Defensor Público Oficial doctor Ricardo Gonzalez con la presencia en representación de la Asamblea Permanente por los derechos Humanos -La Plata- de la doctora Elizabeth Rivas y el doctor Claudio Abalos; y la señora Adelina Dematti de Alaye, una persona previamente citada a los fines de prestar declaración informativa, si es que a ello no se opone, haciéndole saber el derecho que le asiste de negarse a declarar sin que ello haga presunción en su contra. Interrogado el compareciente a tenor de lo preceptuado por el art. 241 del. C.P.M.P.,

dijo ser y llamarse Alberto Vitali, con apodo Pichón, de estado civil casado, de profesión ocupación y oficio médico, de nacionalidad argentina, nacido en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, el día 2 de marzo de 1937, que sí sabe leer y escribir, con domicilio real en la calle 122 n 537 de la ciudad de La Plata, acreditó su identidad mediante Cédula de Identidad nro 13.686.866, dijo ser hijo de Francisco Alberto.y de Elvira María Parralejo. Preguntado si fue procesado anteriormente responde que no, se le hace saber el derecho que le asiste a designar Abogado Defensor a sus costas, expresa que nombra al doctor Guillermo Daniel Cháves, quien se halla presente en este acto, y al citar a dicho profesional concurre junto a su patrocinado y exhibe credencial que lo habilita con T69 y F 233 de C.F.A.L.P., manifestando aceptar el cargo y constituye domicilio legal en la calle 18 nro. 878 PB 1. A continuación se le entera del contenido de la presente causa en la que se investiga la averiguación de la verdad siendo que los elementos probatorios que obran en su contra y que fueron base de su citación se encuentran en la causa “Alaye, Carlos E. / Desparición”. El compareciente expresa que no se opone al acto por lo que invitado a que manifieste lo que conozca y pueda aportar en este proceso DECLARA:

Sr. PRESIDENTE.- Explíquenos cómo era la mecánica de expedición de certificados NN desde el principio hasta el momento en que usted lo expedía y , en primer lugar, aclare si era médico de policía, el lapso en que se desempeñó como tal, si actuó en la guardia de la Dirección de Sanidad y en qué año.

Sr. VITALI.- Yo estaba en policía antes de recibirme, como oficial administrativo. Me recibo y, aproximadamente, en 1967 me nombran médico de policía y me destinan a camineros. Sucede, entonces, el hecho de que Onganía, por un decreto de la provincia de Buenos Aires, hace que todos aquellos que poseían dos cargos en la Provincia, tengan que optar por uno. Entonces, se retiraron los médicos de la guardia médica de policía y de otros lugares, y a partir de aproximadamente 1968 ingreso a la casa central, es decir, a la Dirección de Sanidad. Ahí estuve en la primera guardia del doctor Rebollo como un integrante de menor jerarquía y luego -no sé en que año- paso a la guardia de los días lunes, en donde estaban los doctores Sotes, Canestri, Brolese y Vitali. En ese período, salvo por el doctor Sotes, la guardia mantenía esa estructura.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Cómo era la mecánica de la extensión de certificados?

Sr. VITALI.- Los certificados de defunción, siempre, como una práctica y porque lo heredamos de nuestros antecesores, se realizaba de la siguiente forma: se hacía el reconocimiento del cadáver, luego de esto y habiendo causas que pudieran indicar la necesidad de autopsia, se requería de la instrucción la autorización. La instrucción a través del juez determinaba si las causales que se les decía eran reales como para practicar ese tipo de operaciones.

En el caso de que yo aconsejara hacer la autopsia y no se hiciese, se mandaba a pedir una nota donde constaba que no se realizaba la operación por indicación de la instrucción, por el juez.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Eso era en todos los casos?

Sr. VITALI.- Estoy explicando la modalidad en todos los casos. Siempre era en definitiva la instrucción o el representante, que sería el juez de instrucción, que era el comisario, o el juez en sí el que decidía si se hacía o no la autopsia. Uno podía aconsejar realizar la operación de autopsia y a veces podía desistir directamente si no se la pedía la instrucción. Porque el artículo 105 del Código de Procedimientos Penales habilitaba a que, siendo claras las causales del deceso, se obviara ese tipo de operación. Así sucedía siempre con todos estos hechos. Luego, uno iba al libro donde constaba la guardia del jefe de guardia de ese día, que estaba foliado y numerado, y anotaba nombre y apellido, la seccional donde había ocurrido el hecho o de donde venía el requerimiento de haber visto ese cadáver, la hora en que se lo vio y ahí se explicaba el procedimiento que decía que “el cadáver identificado por esa instrucción como en el que en vida fuera fulano de tal, presentaba determinadas lesiones que llevan a realizar la operación de autopsia o que no llevan a realizar la operación de autopsia”, luego se colocaba la hora aproximada de su muerte, si no se sabía con exactitud. Cuando venía el informe pedido por la instrucción o por el juez, el jefe de guardia -en general- o el segundo informaba sobre ese determinado cadáver. Esto era lo que sucedía comúnmente. Siempre nos basábamos en el pedido de la instrucción. Vamos a suponer: se encontraba un cadáver en un campo, venía el fotógrafo y se le sacaban fotografías, se le sacaban las huellas dactilares y si no se sabía la causa de la muerte, realizábamos la operación de autopsia. Si teníamos en claro que había un traumatismo craneano con una lesión que pudiera llevarlo a la muerte, se describía eso y no obstante, se mandaban las vísceras a pericia toxicológica para verificar si no había habido una intoxicación previa. Luego, por los datos tanatológicos, se determinaba el tiempo que llevaba de muerto y se ponía “aproximadamente de siete a quince días o de siete a ocho días el tiempo del deceso”. Había veces que esos cadáveres no los reclamaba ningún familiar y transcurría el tiempo sin que fueran retirados. Entonces, hasta que el juez no lo decidía o no venía una persona mandada por la instrucción, el cadáver quedaba en la morgue de Policía hasta que fuese retirado.

Esa era la metodología que seguíamos nosotros en este tipo de casos, por supuesto hablando siempre de certificados de defunción.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Le tocó en alguna oportunidad levantar cadáveres de la vía pública y llevarlos a la morgue?

Sr. VITALI.- Sí.

Sr. PRESIDENTE.- En relación concreta a personas no identificadas y de las características que le he mencionado en cuanto a gente joven...

Sr. VITALI.- Sí.

Sr. PRESIDENTE.- con este tipo de heridas, con destrucción de masa encefálica por herida de arma de fuego ¿le tocó ver cadáveres de esas características y levantarlas en el supuesto lugar del hecho?

Sr. VITALI.- Sí. Había un llamado de la instrucción o de la seccional, entonces se preparaba la ambulancia y salía con el chofer, el enfermero y el médico, e ibamos al lugar del hecho donde había personal policial uniformado y otras personas no uniformadas con armamento. Nosotros llegábamos, contábamos los cadáveres, y el personal, que era el chofer y el enfermero acompañados con algunas de las personas uniformadas, introducían los cadáveres dentro de la ambulancia policial y llegábamos al cuerpo médico donde eran reconocidos cada uno. Allí nosotros sacábamos los datos y además venía la instrucción que se encargaba de sacar las fichas dactiloscópicas, y como era un NN porque todavía no se lo había reconocido, sacábamos la edad aproximada, si era de piel blanca, el color del cabello y si tenía alguna seña particular como una cicatriz o algo que llamara la atención, describiendo la parte anatómica a la que correspondía.

Sr. PRESIDENTE.- Como usted ha concurrido en algunas oportunidades al lugar del hecho, le voy a mencionar distintos lugares que justamente están referidos a certificados de defunción supuestamente expedidos por usted. Esto aconteció el 25 de julio de 1976, invierno del 76, y el hecho sucedió a las 3 horas en 38 y 173, Melchor Romero. Allí se produjo un deceso múltiple de tres personas de sexo masculino y usted aparece certificando la defunción con destrucción de masa encefálica por herida de arma de fuego. ¿Recuerda haber concurrido a ese lugar?

Sr. VITALI.- Con certeza no lo puedo determinar, porque no lo retengo. Pero que pude haber dado certificado de un cuerpo puede ser, pero eso no quiere decir que lo haya visto. Nosotros certificábamos de acuerdo a la guardia en la que estábamos y cuando venía un pedido...

Sr. PRESIDENTE.- Usted lo acaba de relatar.

Sr. VITALI.- ...o solicitud de certificado. Pude haber sido uno de los que pudimos haberlo visto o no, aunque también pude no haberlo visto y haberlo certificado. No puedo decir con certeza que lo haya visto.

Sr. PRESIDENTE.- En el supuesto caso que un NN con posterioridad fuese identificado o individualizado, ¿como médico tenía que intervenir nuevamente haciendo un nuevo certificado de defunción donde constaba la identificación posterior de la persona?

Sr. VITALI.- Entiendo lo que usted dice, pero nunca se me presentó esa situación, nunca se me presentó la situación en la cual yo haya expedido un certificado de defunción y que después haya sido reconocido para lo cual haya tenido que hacer un nuevo certificado.

Sr. PRESIDENTE.- En el mes de abril de 1977 usted expidió un certificado a un NN masculino por un hecho acontecido en 44 y 155 a las 2 y 30 horas. ¿Recuerda haber concurrido al lugar de los hechos?

Sr. VITALI.- No lo recuerdo.

Sr. PRESIDENTE.- Con posterioridad, según los asientos que nosotros tenemos, expidió un certificado el 16 de abril de ese mismo año a una persona que inicialmente se la denominó NN y luego fue identificada como Carlos M. Ilascua. ¿Recuerda este hecho?

Sr. VITALI.- No, ¿pero tenía un certificado previo?

Sr. PRESIDENTE.- Tenía un certificado de defunción expedido como NN, y dos meses después se lo identificó y usted mismo certificó esa nueva acta de defunción en relación a una persona ya identificada.

Sr. VITALI.- Nosotros en los libros donde se registran los hechos médicos legales, cuando otorgábamos un certificado de defunción, colocábamos día y hora en que se entregaba el certificado de defunción de determinada persona y poníamos nuestro sello. Si yo hubiese dado un certificado de defunción como NN, difícilmente hubiese otorgado otro certificado con nombre si no se me hubiese hecho entrega del certificado anterior y no entregaría un certificado de defunción con el nombre aclarado, o sea, identificado, si ya se hubiese entregado un certificado como N.N.

Sr. PRESIDENTE.- Otra situación similar: ese mismo día del 16 de abril de 1977, mismo lugar, misma hora, una persona del sexo femenino que primero fue NN y después se la identificó como Estela Maris Viamarelli. ¿Recuerda este hecho?

Sr. VITALI.- Los apellidos no los recuerdo pero le voy a expresar que si a una persona se le otorgó un certificado de defunción con nombre y apellido es porque la instrucción me traía los medios idóneos para poder certificar con ese nombre y apellido. Es decir, no valía para nada el hecho de que alguien sea reconocido como NN y luego sea reconocido, porque yo entregué el certificado con el aval de la instrucción o del juez que me ordenaba realizar un certificado para una determinada persona.

Sr. PRESIDENTE.- En julio de 1977, a las cero horas, acontece un hecho en calle 618 entre 7 y 8 de Ranelagh, donde aparece extendiendo el certificado de defunción de un NN por destrucción de masa encefálica.

Sr. VITALI.- Pude o no haber otorgado el certificado, pero el cadáver vino a la ciudad de La Plata, al Departamento Central, y yo trabajando en esa delegación pude realizar mi tarea.

No me consta pero pudo haber acontecido esto, pero no porque yo fuese a Ranelagh.

Sr. PRESIDENTE.- A lo mejor yo no entendí bien, pero al principio de su exposición me parece que usted sugirió que en algunos supuestos usted podría sugerirle a la instrucción la necesidad de una autopsia. Creí entender que usted dijo que cuando esa sugerencia no era aceptada quedaba alguna constancia por escrito de la no aceptación.

Sr. VITALI.- Yo pedía que la instrucción me mandara diciendo que...

Sr. PRESIDENTE.- ¿Dónde quedaba eso?

Sr. VITALI.- Eso quedaba archivado junto con la copia del informe en la Dirección de Sanidad, en los biblioratos.

Sr. PRESIDENTE.- ¿Usted recuerda en alguno de los hechos con las características que he mencionado haber sugerido la necesidad de hacer una autopsia, es decir, cuando hay destrucción de masa encefálica por herida de bala?

Sr. VITALI.- En el caso de destrucción de masa encefálica no podía sugerirlo porque era muy claro y evidente que esa persona va a fallecer dado que se trata de heridas vitales ponía que habiendo sido contatadas ese tipo de lesiones múltiples, obviaba el tipo de operación de la autopsia. En otros casos, no. En ese caso no lo iba a solicitar y si me pedía la instrucción yo lo hacía.

Dr. REBOREDO.- ¿El informe médico legal se hacía además de asentar en el libro de guardias todas las características del cadáver que se quedaba en la morgue?

Sr. VITALI.- Normalmente, sucedido el hecho con la constatación de lesiones y la muerte, la instrucción nos pedía que nos expidiéramos bajo juramento de ley sobre ese tipo de lesiones o sobre las lesiones que hubiera sufrido el cadáver para ocasionar la muerte. En ese caso informábamos a la instrucción por escrito, bajo juramento de ley y con nuestra firma el resultado de la operación de la autopsia.

Dr. REBOREDO.- En caso de que no se realizara la autopsia ¿ustedes siempre elaboraban el informe médico legal?

Sr. VITALI.- Si la instrucción solicitaba el informe médico legal, nosotros nos veíamos en la obligación de hacerlo. Después de este momento que ustedes me están preguntando, quedaba en la guardia, entonces, iba a mi cajón, buscaba todos los despachos que había donde se me solicitaba información con referencia a lo actuado en mi guardia e iba contestando uno por uno los pedidos de la instrucción con respecto a los hechos acontecidos en mi guardia.

Dr. REBOREDO.- ¿Siempre se sacaban fotografías de los cadáveres que llegaban a la morgue o en el lugar donde los recogían?

Sr. VITALI.- Ese era un procedimiento habitual habiendo una muerte o un hecho de esa naturaleza. A veces nosotros llegábamos después que los fotógrafos de manera que no me consta fehacientemente que fuera en todos los casos. Lo lógico es que cuando nosotros íbamos a recoger un cadáver, la parte de criminalística disponga de sus fotógrafos y peritos para que estuviesen en el lugar del hecho. Supongamos una muerte pasional, a veces nosotros llegábamos al lugar del hecho y no habían llegado los fotógrafos y teníamos que esperar a que vinieran; otras veces ya ha había pasado el fotógrafo de manera que simplemente recogíamos el cadáver.

Dr. REBOREDO.- ¿En la morgue no se le sacaba fotografías a cadáveres de estas características NN?

Sr. VITALI.- No sabría decirlo, no lo recuerdo con certeza pero en el momento en que lo disponía la instrucción, eso se realizaba.

Dr. NOGUEIRA.- Usted dijo que los llamaban los médicos de la guardia desde la seccional y ustedes iban en una ambulancia al lugar del hecho con un chofer y un enfermero. Yo quisiera saber si en esa Dirección había una o más ambulancias.

Sr. VITALI.- A veces por problemas de desperfectos había una sola, pero en general había dos ambulancias como mínimo.

Dr. NOGUEIRA.- Convengamos que estos casos eran bastante especiales, había un conocimiento público de la circunstancia. ¿Ustedes sabían antes de salir si se trataba de casos especiales o si eran casos comunes como un homicidio pasional, etcétera?

Sr. VITALI.- Nosotros recibíamos el llamado de la instrucción para que nos presentáramos en el lugar del hecho y a lo mejor el oficial decía ‘mirá, es un enfrentamiento’.

Dr. NOGUEIRA.- ¿Qué capacidad para llevar cuerpos vivos o muertos tenían esas ambulancias?

Sr. VITALI.- Esas ambulancias son morgueras y no llevan vivos. La capacidad puede ser de 3, 4, 5 o 6, no sé.

Dr. NOGUEIRA.- Lo pregunto porque cómo, si no sabían las características del hecho ni cuántos cadáveres había, iban con una sola ambulancia?

Sr. VITALI.- Porque a mí se me solicitaba que me presentara en el lugar del hecho, no se me decía la cantidad de gente que estaba en ese enfrentamiento.

Dr.NOGUEIRA.- Se dio algún caso en el que hubieran ido con una ambulancia y que hayan tenido que pedir algún vehículo más?

Sr. VITALI.- NO. Nosotros también recibíamos cadáver en la Dirección de Sanidad de Policía sin tener que ir nosotros al lugar del hecho, o sea que estaban las dos posibilidades, o tener que ir nosotros al lugar del hecho o bien que se trajeran cadáveres a la morgue de Sanidad. En este último caso el traslado lo hacía la instrucción, nosotros no teníamos nada que ver, era un trámite ajeno a nosotros.

Dr. NOGUEIRA.- ¿En esos casos venían en vehículos oficiales?

Sr. VITALI.- Recuerdo un caso, porque es inolvidable, que en una oportunidad llegó un camión del ejército, arriba a la morgue de Policía, aparece el capitán, se abre la puerta de la ventana y por la ventana se llevan los cuerpos a la morgue diciendo que eran guerrilleros, era una noche de tormenta, viernes a la noche. Vimos que estaban acribillados y nos dijeron que eran guerrilleros. La guardia del departamento habrá tomado nota sobre el individuo que trajo los dos cadáveres. Este personal del ejército bajó los cuerpos del camión a la morgue, nosotros hicimos el reconocimiento y le pusimos NN. Al otro día, cuando se dieron las noticias y vino un familiar hermano y compañero mío del colegio Nacional cuando joven, resultaron ser Ide y Pessack, dos reconocidos profesionales de nuestro medio. Eso sí que me quedó claro y fue la oportunidad que vi personal del ejército. Era una guardia por semana, no sé si en todas las guardias llegaban algunos efectivos del ejército a traer más cadáveres. Lo que sí se que en un momento determinado nosotros no teníamos la llave de la morgue porque dependía de la guardia del departamento central y no podíamos entrar a la morgue de Sanidad, donde habían muchos cadáveres. Uno de estos cadáveres era el hijo de un famoso intendente y el otro era hijo de una muy conocida familia y se llamaba Ide y Pessack. A ellos los trajeron en un camión del ejército y dijeron que eran guerrilleros.

DRA. RIVAS.- Usted dijo que había concurrido a varios lugares a verificar la muerte de gente durante este período que consideramos y con las características de las que se investigan. Ante la pregunta de la Presidencia, no coincidían con las de las actas, pero sí podría manifestar a qué lugares fue y las circunstancias que encontró en el lugar al que concurrió.

SR. VITALI.- Recuerdo que fue frente al mercado de 520 y no me acuerdo si era 115 o 116. Se trataba de un hecho una noche, pasada las 11 y media; eran dos o tres cadáveres que habían estado en enfrentamiento, según lo que me comunican a mí, y yo llevo los cadáveres a la morgue. Sería entre el ‘76 y ‘77, y era invierno.

DRA. RIVAS.-¿Los cadáveres eran masculinos o femeninos?

SR. VITALI.- En realidad cadáveres del sexo femenino, no tuve oportunidad de ver muchos. Los he visto en la morgue pero que yo recuerde haber visto personalmente en los lugares en los que yo he ido a reconocer cadáveres, no.

DRA. RIVAS.- ¿Recuerda algún otro lugar?

Sr. VITALI.-. Recuerdo que en una oportunidad, siendo aproximadamente las trece horas, iba a tomar la guardia y me hicieron saber que hubo un enfrentamiento en La Granja. Entonces, tomé la guardia y salió la ambulancia con el chofer. Lógicamente cuando llegué ya había ocurrido el episodio. El lugar era una casa similar a un depósito de artículos de limpieza, porque había jabones, lavandinas y otros artículos de limpieza en el suelo. Y además había un hombre baleado. Eso es todo lo que le puedo manifestar.

Dra. RIVAS.- ¿Cuál es su especialidad?

Sr. VITALI.- Anestesiología.

Dra. RIVAS.- ¿En virtud de su especialidad nos podría decir si en aquella época existía alguna droga que una vez suministrada hacía perder la conciencia en forma parcial al sujeto de manera que pueda confesar algo o responder preguntas?

Sr. VITALI.- No. Eso es un mito. No creo que con suministrar drogas se pueda hacer hablar a la gente. Porque las drogas producen un efecto de sedación -en el cual la persona está en condiciones de responder algo o no-, un efecto de hipnosis -en el cual la persona está dormina-, o un efecto de narcosis, que es cuando la persona se encuentra en estado de coma.

Dra. RIVAS.- ¿Concurrió alguna vez a un centro de detención?

Sr. VITALI.- No.

Dra. RIVAS.- ¿Concurrió alguna vez a las instalaciones de Radio Provincia?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Realizó algún procedimiento en la zona de Tolosa?

Sr. VITALI.- Sí, recuerdo uno en la zona de 520 y 116.

Dr. ABALOS.- ¿Recuerda otro en la zona?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Declaró en otro juzgado por este tema?

Sr. VITALI.- No.

Sr. ABALOS.- ¿Hacía reconocimiento de detenidos en las dependencias policiales?

Sr. VITALI.- Sí.

Sr. ABALOS.- ¿Qué vestimenta llevaba?

Sr. VITALI.- Chaquetilla blanca con nombre y apellido, pantalón, campera de abrigo...

Sr. ABALOS.- Usted dijo que cuando se iban a buscar cadáveres en la vía pública, los mismos eran introducidos en la ambulancia por personas que estaban en el lugar, pero que no eran el enfermero ni el morguero. ¿Puede aclararnos esta cuestión?

Sr. VITALI.- Sí, a veces nos ayudaba la gente de vigilancia que estaba en el lugar.

Dr. ABALOS.- ¿Ese personal estaba siempre uniformado?

Sr. VITALI.- Sí.

Dr. ABALOS.- ¿Quién estaba a cargo de la situación?

Sr. VITALI.- De las situación no, de la instrucción. De la instrucción el que me llamó, quien era el que estaba a cargo, porque podría haber personal de la comisaria 4ta un oficial, un suboficial, un inspector, etcétera, fulano de tal a quien yo le decía voy a proceder a retirar los cadáveres. El me habilitaba o no. si necesitaba ayuda el chofer, él me indicaba a alguien para que me ayudara.

Dr. ABALOS.- ¿Usted hablaba personalmente con el encargado del operativo?

Sr. VITALI.- Si yo preguntaba y estaba ahí, si.

Dr. ABALOS.- ¿Usted recuerda el nombre de algún encargado del operativo?

Sr. VITALI.- No, pedirme un apellido en esa situación.

Dr. ABALOS.- ¿Y el apodo?

Sr. VITALI.- No, tampoco. Podría haber sido un inspector o un subinspector.

Dr. ABALOS.- ¿Había varios policías, o había casos donde había uno solo?

Sr. VITALI.- En general la policía llegaba al lugar del hecho y se hacia cargo de la situación. Se trataba de policía uniformada.

Dr. ABALOS.- ¿Llegaba al lugar del hecho después del enfrentamiento?

Sr. VITALI.- Siempre me llamaron después de sucedido el enfrentamiento.

Sr. ABALOS.- ¿Puede describir a los morgueros?

Sr. VITALI.- Usted está hablando de los morgueros y yo estoy hablando del enfermero. Puede ser que cumpliera las dos funciones o no. los choferes eran De Luca, Formigo, Quirinos. Los enfermeros podían ser Abregú, Almirón; no recuerdo si también estaba Doctorovich. Había más, sobre todo de noche que era gente que hacia la parte del trabajo de la morgue, pero no recuerdo los nombres aunque esto es fácil de constatarlo.

Dr. ABALOS.-¿Cuál era el sistema de guardia de los enfermeros y de los choferes?

Sr. VITALI.- Supongo que era de 24 por 48. Nosotros hacíamos una guardia por semana.

Dr. ABALOS.- Quiere decir que era distinta a la de los médicos.

Sr. VITALI.- Si.

Dr. ABALOS.- Usted dijo que a veces los cadáveres venían en camiones del Ejército, ¿recuerda otros casos?

Sr. VITALI.- Llegábamos a la guardia y nos encontrábamos con cadáveres en la morgue. En algunas oportunidades había cadáveres pero no sabíamos si los habían traído o si los habían ido a buscar. Se trataba de hechos acaecidos fuera de la guardia.

Dr. ABALOS.- Antes de 1976 usted trabajaba en la Dirección de Sanidad, ¿tenía alguna limitación funcional por alguna circular policial en su concurrencia a las dependencias policiales?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Después de 1976 esta situación varió?

Sr. VITALI.- Si.

Dr. ABALOS.- ¿Cómo varió?

SR. VITALI.- Ponían área restringida en un cartel.

Dr. ABALOS.- ¿Puede describir las situaciones?

Sr. VITALI.- En la Dirección de Sanidad en la parte de la morgue habían puesto un cartel que decía área restringida. Hay un período en ese momento donde no teníamos la llave como que no la tenía siempre el oficial de guardia de entrada cerca de morgue, sino que la manejaba la guardia de la prevención, de la Jefatura.

Dr. ABALOS.- ¿La guardia de la Jefatura?

Sr. VITALI.- Sí. Pero si hubiese querido entrar a la morgue, no hubiese podido; tendría que haber llamado a la guardia que me habría pedido explicaciones.

Dr. ABALOS.- ¿Le sucedió a usted o a otro médico?

Sr. VITALI.- El no haber podido entrar a la morgue sí, pero fue circunstancial.

Dr. ABALOS.- ¿Qué otras dependencias policiales tenían estas características?

Sr. VITALI.- La mayoría. La mayoría de los lugares donde había documentación.

Dr. ABALOS.- ¿Las comisarias?

Sr. VITALI.- En las comisarias usted no puede pasar más allá del mostrador.

Dr. ABALOS.- ¿Había alguna dependencia policial determinada a la que no pudiera concurrir?

Sr. VITALI.- No. Nosotros, en general, concurríamos a todas porque teníamos que ver detenidos.

Dr. ABALOS.- ¿Fue al destacamento de Arana?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Conoce a algún médico que haya ido al destacamento de Arana?

Sr. VITALI.- Que yo sepa, no.

Dr. ABALOS.- ¿Le parece normal esta situación de que ningún médico hubiese ido al destacamento policial de Arana?

Sr. VITALI.- Sí, puede ser.

Dr. ABALOS.- ¿Era habitual que hasta 1976 no fueran los médicos?

Sr. VITALI.- No, porque en general Arana fue un destacamento que tuvo relativa importancia. Era la comisaría de Los Hornos la que se hacía cargo de todos los llamados y era un lugar más accesible. Era donde íbamos.

Dr. ABALOS.- ¿En qué sector de la Comisaría 5ta revisaba a los detenidos?

Sr. VITALI.- En las celdas.

Dr. ABALOS.- ¿Podría ubicar las celdas dentro de la arquitectura de la comisaría?

Sr. VITALI.- La comisaría 5ta tenía los despachos al frente, había un patio y al fondo estaban las celdas.

Dr. ABALOS.- ¿Las celdas recibían algún nombre especial?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Vio detenidos con síntomas de haber sido torturados?

Sr. VITALI.- He visto detenidos que presentaban heridas o no. Porque hacíamos esto normalmente. Durante este tiempo también reconocíamos infractores, lesionados, todo lo hacíamos normalmente durante todas las épocas. Hacíamos carpetas médicas, ingresos, etcétera. Si tenían lesiones, por supuesto le preguntábamos nombre, apellido, edad y hacíamos un informe con las lesiones que presentaban. Si no tenían lesiones, también hacíamos un informe diciendo que no las tenían.

Dr. ABALOS.- ¿Vio detenidos con síntomas de haber recibido corriente eléctrica?

Sr. VITALI.- No y le aclaro que no me habrían llamado.

Dr. ABALOS.- ¿Por qué?

Sr. VITALI.- Por que si tenían signos de haber sido picaneados o utilizado corriente eléctrica, no creo que vaya un médico a constatar las lesiones.

Dr. ABALOS.- Es decir que había división de los detenidos?

Sr. VITALI.- Yo iba a ver detenidos. Nunca me tocó la situación que usted dice.

Dr. ABALOS.- ¿Había médicos que no dependieran de la Dirección de Sanidad pero que trabajaran en la ciudad de La Plata?

Sr. VITALI.- En la Dirección de Sanidad, Cuerpo Central, los que trabajaban en las guardias una vez por semana eramos todos conocidos, pero ninguno hacía otro tipo de trabajo distinto al que hacíamos nosotros.

Dr. ABALOS.- ¿Había médicos que no fueran de la Dirección de Sanidad, que fueran médicos policiales y trabajaban en la ciudad de La Plata?

Sr. VITALI.- No puedo contestarle porque no los vi.

Dr. ABALOS.- ¿Pero lo sabe?

Sr. VITALI.- Sí se porque era de público conocimiento, porque salía en los diarios, en los juicios, en todo, que había médicos de policía que intervenían en todo el sector, desde el Gran Buenos Aires hasta La Plata.

Dr. ABALOS.- En el caso específico al que se refiere usted, ¿lo podría mencionar?

Sr. VITALI.- Es de público conocimiento, el doctor Bergés.

Dr. ABALOS.- ¿Podría mencionar otros?

Sr. VITALI.- No me consta.

Dr. ABALOS.- ¿Recuerda si había más?

Sr. VITALI.- No.

Dr. ABALOS.- ¿Usted conocía la situación de Bergés en el momento que estamos investigando?

Sr. PRESIDENTE.- Solicito al doctor Abalos que se acerque al estrado.

-El doctor Abalos se acerca al estrado.

Dr. ABALOS.- ¿Usted tuvo conocimiento de la actuación de Bergés en los años ‘76 al ‘78?

Sr. VITALI.- No le puedo precisar mucho sobre eso. Lo que sé es por las noticias de los diarios.

Dr. ABALOS.- ¿Usted fue médico en alguna comisaría de La Plata en octubre de 1978?

Sr. VITALI.- No, siempre estuve en Sanidad central.

Dr. ABALOS.- ¿Alguna vez fue a la cárcel de mujeres de Olmos?

Sr. VITALI.- Fui a reconocer detenidas pero debe haber sido previo a ese año. Le digo previo porque había un médico que era de una clínica de 70 entre 2 y 3, del que no recuerdo su apellido, que luego fue asesinado y esto habrá sucedido por los años ‘74 al ‘76.

Dr. ABALOS.- Cuando usted concurrió a recoger cadáveres iba con la ambulancia que se denominaba morguera, ¿no iba con una ambulancia para transportar personas vivas?

Sr. VITALI.- Siempre se pedía ambulancia para la asistencia de los heridos, que llegaban antes o conjuntamente con nosotros y se llevaban a los heridos.

Dr. ABALOS.- ¿Qué institución?

Sr. VITALI.- Cualquiera, puede ser la Clínica La Cumbre, el Hospital Español o quien fuere.

Dr. ABALOS.- No tengo más preguntas para formular.

Dr. REBOREDO.- En el edificio de la jefatura, donde usted prestaba servicios, ¿existió en alguna de sus dependencias un lugar de detención?

Sr. VITALI.- Que yo sepa, no en ese momento. Sí puedo decir que en 1956 hubo una cárcel que fue abolida cuando vino la democracia. Luego allí se hizo una especie de parroquia o altar.

Dr. REBOREDO.- ¿No existió durante los años comprendidos entre 1976 a 1983?

Sr. VITALI.- No concurrí.

Dr. CHAVEZ.- ¿Qué jerarquía ostentaba usted en 1976?

Sr. VITALI.- Sería oficial subinspector o inspector.

Dr. CHAVEZ.- ¿Cuál era el ambiente en el que vivían los médicos de Sanidad de Policía en ese momento?

Sr. VITALI.- Hubo un problema de tipo social, todo el mundo estaba aterrorizado.

En ese momento nosotros estábamos viviendo en una forma tan alterada como toda la población.

Dr. CHAVES.- ¿Usted pensó en renunciar a la institución en alguna oportunidad?

Sr. VITALI.- Sí y anteriormente a esto. Ya cuando se sucedían las muertes por la lucha política, desde antes de 1976 y se entregaban cadáveres con nombre y apellido y acribillados, pensaba retirarme de la Policía . Fue un intento porque nos aconsejaban que no lo hiciéramos por los riesgos que se corrían.

Dr. CHAVES.- Para las autoridades de Policía de ese momento ¿eran confiables los médicos de Sanidad de Policía?

Sr. VITALI.- No, porque por ejemplo no nos entregaban las llaves de la morgue, estábamos limitados al área en que teníamos que trabajar y en el cuerpo médico se hizo cargo un comisario inspector de la Dirección de Seguridad presumioblemente de apellido Lavigna, en el año 1976 y, además de eso, a nosotros nos pasaron a Criminalística. Entonces, nosotros en ningún momento gozábamos de confianza, porque además estábamos intrincados en la sociedad, yo tenía gente amiga que estaba sufriendo los horrores de esta situación.

Dr. CHAVES.- Usted indicó que había áreas denominadas restringidas. En su caso ¿podía acceder a esas áreas?

Sr. VITALI.- Sin la autorización de la guardia de prevención, no.

Dr. CHAVES.- Estimo que está haciendo referencia específicamente al caso de la morgue. Dejemos de lado esa área, en otros supuestos donde hubiera áreas restringidas del Departamento de Policía ¿usted podía acceder?

Sr. VITALI.- No, recuerdo que previamente podíamos acceder al Depósito y Control de Armas para afilar un cuchillo, por ejemplo, y después se nos impidió.

Dr. REBOREDO.- Usted mencionó que se hizo cargo de la Dirección de Sanidad un comisario inspector ¿era médico?

Sr. VITALI.- No, era un comisario inspector de seguridad, creo que se llamaba Lavigna. Se hizo cargo de Sanidad en 1976.

Dr. SCHIFFRIN.- Quería preguntarle sobre el tema de la reestructuración del que usted habló. El doctor Brolese manifestó que en octubre de 1978 los médicos que formaban estos servicios de la Dirección de Sanidad, fueron distribuidos en las comisarías y que él asumió el cargo de jefe de todos estos médicos de policía que actuaban en la Unidad Regional de La Plata. ¿Usted se refiere a esa reestructuración?

Sr. VITALI.- No. En 1976 se hace cargo de la Dirección de Sanidad personal de seguridad. En 1978, ocurre un hecho distinto, que es la separación de lo que se hacía en Medicina Legal a lo que se hacía en Medicina Asistencial, carpetas médicas, etcétera.Yo quedé dentro de la Dirección de Sanidad, es decir, en lo que era Sanidad en ese momento, en la parte central, donde se hacian las carpetas, los reconocimientos para los propuestos. La parte de medicina legal paso, creo que en octubre de 1978, a depender de las comisarías, fuera de nuestra área.

Dr. SCHIFFRIN.- Quiere decir, entonces, que a partir de ese cambio en 1978, usted no tuvo más que ver con la parte de medicina legal: ni cadáveres, ni autopsias, ni nada.

Sr. VITALI.- Correcto.

Dr. SCHIFFRIN.- No entendí cuál fue el cambio de estructura en 1976. ¿La Dirección de Sanidad tenía un director médico en 1976?

Sr. VITALI.- Antes de 1976, sí. Siempre desde que yo conozco y desde que tengo uso de razón, hasta 1976 el director de Sanidad era un médico salido de las filas de los médicos de sanidad. Podía haber sido del interior, pero daba la casualidad que hasta ese momento fueron médicos que habían estado en la parte central. Estuvo el doctor Ciafardo, Fossatti, etcétera. Pero a partir de 1976 se hace cargo de la Dirección de Sanidad, personal de seguridad. El contacto nuestro, nuestro jefe inmediato era un médico, que en ese momento era el doctor Sotes.

Dr. SCHIFFRIN.- ¿Qué grado tenía en ese momento?

Sr. VITALI.- Vendría ser como si fuera un jefe de división.

Dr. SCHIFFRIN.- Dentro de la Dirección de Seguridad.

Sr. VITALI.- Dentro de la Dirección de Sanidad.

Dr. SCHIFFRIN.- Pero no había director de Sanidad.

Sr. VITALI.- La dirección la ejercía un personal de seguridad.

Dr. SCHIFFRIN.- Entonces el doctor Sotes dependía como un jefe de servicio.

Sr. VITALI.- Claro, un jefe de servicio o de división.

Que es cuanto tiene que declarar. No siendo para más se da por finalizado el acto previa e íntegra lectura que el actuario da de la presente (Art. 248 del CPMP) manifestando el compareciente que ratifica su contenido, firmando al pie después del Señor Presidente del Tribunal doctor Antonio Pacilio y señores Jueces doctores Carlos Alberto Nogueira, Leopoldo Héctor Schiffrin, Julio Victor Reboredo y de todos los presentes en el acto por ante mi de lo que doy fe.