Von Wernich, Cristian Federico
Juicio a las Juntas, 8 de Mayo de 1985
Dr. López: Se llama al estrado al señor Cristian VON WERNICH.
Dr. D'Alessio: Díganos qué cargos ocupó u ocupa en la Policía de la Provincia de
Buenos Aires.
Von Wernich: Soy capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en
disponibilidad en este momento.
Dr. D'Alessio: ¿Durante qué fechas ocupó efectivamente ese cargo?
Von Wernich: Desde julio del '77; no, perdón, del '76creo que fue; soy nombrado
a solicitud de Capellanía General con el acuerdo de mi obispo, capellán ad
honorem; luego, por razones administrativas de la policía, un tiempo bastante
más largo, se me otorga un grado oficial por razones administrativas, pero que
no hace a mi función sacerdotal específicamente dentro de la policía, sino por
razones administrativas únicamente.
Dr. D'Alessio: En ejercicio de esas funciones, describa las tareas que cumplía.
Von Wernich: Todas las Fuerzas Armadas tienen, y también las de seguridad,
dentro de su organigrama lo que se llama el servicio religioso; nosotros, los
capellanes, estamos para cumplir nuestras funciones específicas como sacerdotes
en las tareas que los organigramas de esas instituciones especifican; en el caso
concreto de la policía es la atención espiritual de todos los hombres que forma
la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en aquellas cosas que hacen a su
función religiosa (bautismos de sus hijos, regularización de situaciones
matrimoniales que podían estar algunas mal de acuerdo con la ley cristiana);
entonces nosotros nos encargamos de ver cómo podemos hacer eso, asistir a los
familiares en momentos difíciles (cuando pierden algún ser querido, asistir a
los velatorios), celebrar misas, realizar lo que se llama las academias, o sea
en determinados momentos tenemos con el personal policial reunido que dar la
materia religión en esas academias, explicando -por supuesto- los elementos
básicos de la religión católica apostólica romana y también todo aquello que
puedan ser consultas personales e inquietudes personales, siempre del orden
religioso, del personal hacia el sacerdote, que en ese momento está como
capellán ante él.
Dr. D'Alessio: ¿Esta misión se extiende también a las personas que se encuentren
detenidas en la institución?
Von Wernich: No específicamente las personas detenidas, pero cuando nosotros
visitábamos comisarías íbamos a ver al personal policial que está en la
comisaría, siempre, por un principio espiritual cristiano, nos acercamos a
quienes pueden estar transitoriamente alojados o detenidos y los saludamos, como
un gesto de mensaje cristiano, para llevarle una cierta tranquilidad en el
momento difícil que están pasando.
Dr. D'Alessio: Durante sus funciones, ¿conoció usted a las personas que le voy a
nombrar? Después de repetir los nombres individualmente: Liliana GALARZA, María
Magdalena MAINER, Pablo Joaquín MAINER, Domingo Héctor MONCALVILLO, Cecilia
Luján IDIAR, Jacobo TIMERMAN, María del Carmen MOREITINI, Nilda Susana SALOMONE
de GUEVARA, Sr. SHELL, matrimonio CHIESA.
Von Wernich: A algunos de ellos sí, recuerdo los nombres, otros no.
Dr. D'Alessio: ¿Podría decirme cuáles, por favor?
Von Wernich: Matrimonio CHIESA, por ejemplo, no lo recuerdo, si usted me nombra
nuevamente la lista.
Dr. D'Alessio: Empezamos de vuelta. Liliana GALARZA.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: María Magdalena MAINER.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: Pablo Joaquín MAINER.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: Domingo Héctor MONCALVILLO.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: Cecilia Luján IDIART.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: María del Carmen MORETTINI.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: Nilda Susana SALOMONE de GUEVARA.
Von Wernich: SALOMONE, sí.
Dr. D'Alessio: Un señor SHELL.
Von Wernich: No.
Dr. D'Alessio: Sr. TIMERMAN.
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: ¿Podría decirnos respecto a estas personas, si quiere vamos de a
una o por grupos, como usted prefiera, en qué condiciones, en qué momento las
conoció?
Von Wernich: ¿Cómo quiere que empiece, y por quién?
Dr. D'Alessio: En el orden, a Liliana GALARZA.
Von Wernich: Liliana GALARZA, cuando soy designado capellán de policía; al
principio se me otorgan funciones únicamente dentro de mi diócesis; yo
pertenezco a la diócesis de 9 de Julio, que tiene una extensión muy grande, unos
cuantos partidos, sería oeste de la provincia de Buenos Aires, desde Bragado
hasta el límite con La Pampa y desde el límite con Córdoba hasta el partido de
25 de Mayo inclusive; 440 km de largo por unos 200 de ancho; dentro de esa
diócesis de 9 de Julio hay enormidad de comisarías, subcomisarías, puestos y 2
unidades regionales; cuando se me designa capellán, con el acuerdo del obispo,
las funciones inmediatas eran en estas dependencias policiales preocuparme
especialmente de la situación de cada uno de ellos, en un nivel religioso.
Pasado el tiempo, cuando se me otorga ya grado dentro de la policía, se me
destina a la Dirección Nacional de Investigaciones, porque el organigrama de
policía dice que todas las...
Dr. D'Alessio: Perdón, Nacional de Investigaciones, usted dijo Dirección
Nacional de Investigaciones.
Von Wernich: General, perdón; todas las direcciones, cuerpos, escuelas,
academias, todas tienen que tener prácticamente un capellán para la atención de
esas determinadas dependencias; cuando se me designa, entonces, en la Dirección
General de Investigaciones, tengo bajo mi responsabilidad todas las direcciones,
los lugares donde existe la Dirección General de Investigaciones, en la
provincia de Buenos Aires, que son unos 14, creo, Bahía Blanca, San Nicolás; es
decir, toda la provincia de Buenos Aires, una jurisdicción tremendamente gran
de, y a veces bastante difícil de poder realizar todo el trabajo como a uno le
gustaría hacer, dadas las distancias tremendas en nuestra provincia. Y entonces
es mi misión, empiezo a visitar y a presentarme, por supuesto, en las
direcciones, en las brigadas de investigación; primero utilizo aquellas que
puedan estar más cerca de mi domicilio, 9 de Julio; yo tengo la más cerca en
Pehuajó, por ejempIo; San Nicolás no está tan lejos; a Azul la tengo bastante
cerca. Empieza el recorrido con ella y luego me voy acercando un poco más a
Jefatura, y a La Plata, es así como caigo en la Brigada de Investigaciones de La
Plata; ahí me pongo en contacto con el personal, con el personal que estaba
alojado, transitoriamente; saludo y después de un tiempo veo que había cierto
grupo de jóvenes que tenían una libertad; entraban y salían y también digo,
bueno, si éstos están acá mi misión es atenderlos espiritualmente, es así como
me relaciono con ellos, entonces
Dr. D'Alessio: Usted ha hecho una mención a una libertad que gozaban; ¿tenía
alguna particularidad esto?
Von Wernich: No, no tenía ninguna particularidad, después de todo lo que
sabemos, me entero de qué es lo que pasaba, pero en ese momento era un personal
que estaba ahí, que entraba y salía, al cual yo también le debía ofrecer mis
servicios espirituales por cualquier necesidad que ellos pudieran tener.
Dr. D'Alessio: ¿A qué se refiere usted cuando dice "después de todo lo que
sabemos"?
Von Wernich: Bueno, por lo que se está declarando en este juicio, Sr.
presidente.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda más o menos la fecha en la cual se encontraba esta
chica GALARZA?
Von Wernich: No, pero tiene que ser a principios del '77, yo estuve desde julio,
prácticamente, casi todo ese año en mi diócesis, y en esas cosas no recuerdo
exactamente en qué momento soy nombrado con grado en la Dirección General de
Investigaciones, pero es fácil de averiguar eso en todo caso.
Dr. D'Alessio: No, nos interesa su recuerdo, en este momento; usted dice desde
julio del '76 y ahora a principios del '77.
Von Wernich: Es a principios del '77, exactamente esas fechas no las memoricé
para nada.
Dr. D'Alessio: A María Magdalena MAINER.
Von Wernich: Sí, también estaba en este lugar viviendo.
Dr. D'Alessio: ¿Por qué entonces, ya que hay un cierto grupo, no cierto, no
tratamos de referirnos a él en forma global; por qué no me dice quién integraba
ese grupo?
Von Wernich: Los nombres usted los acaba de nombrar, sin Jacobo TIMERMAN, y esos
otros dos, que le dije que no, creo que es todo.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda por cuánto tiempo los vio allí?
Von Wernich: Sí, unos cuantos meses, habrán sido 3, 4 meses.
Dr. D'Alessio: Volvamos a la situación ésta que usted definía como cierta
libertad; ¿conoció, a través de ellos o a través del personal de la brigada, las
razones de esta libertad?
Von Wernich: No, en este sentido; al principio, como mi función es enteramente
sacerdotal, no averiguo quién es el que está, para qué está; veo que es una
persona que está en una dependencia policial y mi obligación es hacia ese
personal, únicamente, como sacerdote y no como policía, puesto que la misión de
los capellanes es eminentemente pastoral y no policial; por lo tanto está lejos
de nosotros el interiorizarnos de cada caso en particular, qué es lo que hace
que está acá, por qué está acá, cuándo lo destinaron, ésa no es misión nuestra,
la nuestra es: ¿usted tiene una necesidad de orden espiritual? Lo puedo ayudar
en eso, confíe, cuente con nuestra asistencia espiritual.
Dr. D'Alessio: ¿En qué situación espiritual y, también si le parece algo
remarcable, física, los encontró?
Von Wernich: Muy bien a todos en ambos aspectos, físico y espiritual, en ambos;
aunque tal vez algunas cosas no pueda referirme específicamente por mi misión
sacerdotal; eran católicos, tenían inquietudes cristianas, cosa que cuando uno
va y (ininteligible).., es más fácil empezar a escarbar al fondo a ver si cree o
si no cree, cuál es su duda; cuando la inquietud se presenta es más fácil el
trabajo, y entonces cuando hay esa inquietud nos volcamos más a esa persona,
porque tiene una inquietud, cosa que sin descuidar a otra, pero a veces uno va a
la persona que necesita, o aparentemente necesita, a través de la inquietud, una
respuesta por parte del sacerdote; al otro que es más frío, más indiferente, lo
atendemos, pero frente a esa indiferencia, a veces, las barreras cuesta
romperlas, de que el hombre muestre cuál es su duda, cuál es su problema.
Dr. D'Alessio: Respecto de Liliana GALARZA, ¿recuerda alguna situación
particular de ella que lo hiciera pensar que necesitaba mayor asistencia
espiritual?
Von Wernich: A pesar de que todas eran cristianas, católicas, tenían ciertas
dudas, por ejemplo sobre temas teológicos, y eso a mí me motiva casualmente para
que esa duda no exista en él, la persona que está teniendo la duda, y sacársela;
entonces las primeras preguntas que siempre se hacen, sobre la Biblia, el origen
de la Biblia, por qué tiene que ser palabra de Dios, y la gran mayoría tiene ese
tipo de duda, y creo recordar, yo no me acuerdo en este momento, no lo tengo
presente, que en esta señorita había esas inquietudes de orden teológico, las
cuales a mí, insisto, me motivaban a tratar de aclarárselas de alguna forma, ¿no
es cierto?
Dr. D'Alessio: Voy a ser más concreto, ¿usted recuerda si ella estaba embarazada?
Von Wernich: No había ninguna embarazada en ese momento.
Dr. D'Alessio: ¿Alguna de ellas tenía un hijo, y quién era?
Von Wernich: No me acuerdo cómo se llamaba, no la puedo identificar exactamente,
pero sí, es una señora bajita, tenía un hijo.
Dr. D'Alessio: ¿En algún momento le hablaron de su posible libertad completa?
Von Wernich: ¿En qué sentido, Señor Presidente?
Dr. D'Alessio: Es decir, estábamos hablando de una situación, así la calificó
usted, entramos a la situación de ellos a través de la palabra "libertad", que
usted pronunció; pero esta libertad, obviamente, tiene alguna restricción porque
eran internos de la Brigada; ¿ellos, en algún momento, le hablaron de algún
proyecto, de alguna posibilidad de que esta libertad se ampliara?
Von Wernich: Sí, pasado el tiempo, cuando ya más o menos iba con ellos
adquiriendo cierto conocimiento personal, me doy cuenta de cuál es la realidad
de ellos, que no era personal policial, por supuesto, que era otro tipo de
personal, y entonces, como no quiero escarbar su situación personal, ellos
automáticamente frente a una especie, no digo barrera, pero sí al ver esa
preocupación mía únicamente en lo espiritual y no en su situación personal, me
lo cuentan en el sentido que estaban ahí, había un pedido de protección
policial, por eso estaban viviendo en la Brigada de Investigaciones, y dentro de
esa protección policial ellos esperaban en algún momento poder nuevamente salir
a la calle y pasado el momento que se vivió ser lo que eran en sus respectivos
ambientes.
Dr. D'Alessio: ¿Respecto de qué amenaza ellos requerían esa protección policial?
Von Wernich: No entiendo por qué. Lo han pedido ellos, insisto que no estaba en
mi averiguarlo.
Dr. D'Alessio: ¿Con qué frecuencia los vela?
Von Wernich: Es que no estaban siempre ahí ellos; a veces iba y no veía a nadie,
a veces había uno o dos, o a veces estaban todos juntos; entonces la frecuencia
variaba según la residencia de ellos en el lugar en que estaban. Yo iba más o
menos a La Plata, casi seguro, dos veces por mes, o a veces un poco más, a la
Brigada de Investigaciones de La Plata; insisto, tenía toda la provincia de
Buenos Aires, y no podía dedicarme exclusivamente a una, porque no estaría
cumpliendo dignamente mi función como capellán de esa Dirección General.
Dr. D'Alessio: No sé si ya se lo pregunté, si se lo pregunté lamento hacérselo
repetir, pero, ¿durante cuánto tiempo vio a este grupo?
Von Wernich: Yo creo que durante, creo que le dije 3 o 4 meses, más o menos, no
recuerdo bien el tiempo porque...
Dr. D'Alessio: Es decir, a principios del `77.
Von Wernich: Tiene que haber sido más adelante entonces, tiene que ser un
poquito más adelante, no, no sabría decir en qué momento estoy presente ahí,
porque a lo mejor cuando yo empecé a ir a la Brigada de La Plata no me di cuenta
de esa situación y para mi ,como era nuevo, no sabía quién era policial, quién
era no policial, quién estaba haciendo un trámite, quién entraba, quién salía,
entonces de esas cosas no me di cuenta.
Dr. D'Alessio: ¿Por qué razón cuando habíamos largado a principios del `77,
usted dice debe ser algunos meses después, es decir como si contara alguna fecha
para atrás, así me pareció?
Von Wernich: Sí, porque en el verano no estuve en La Plata, porque en los meses
de verano yo tomo febrero en mis vacaciones; en marzo empieza generalmente la
Cuaresma, tenemos 40 días, Semana Santa empieza a veces en abril, a veces a
fines de marzo; es una época de mucho trabajo en nuestras parroquias y en esos
momentos seguramente que yo no estoy en otro lado que no sea mi parroquia,
trabajando pastoralmente en ella, por eso le digo.
Dr. D'Alessio: ¿Y cuando usted volvía de su alejamiento, durante el verano,
usted no los vio?
Von Wernich: No. Le aseguro que no, porque yo vuelvo justo para el Miércoles de
Ceniza del verano, el Miércoles de Ceniza cae en febrero o en marzo; cuando
empieza la Cuaresma, yo estoy en mi parroquia, entonces a partir de ahí 40 días;
después Pascuas, tenemos después de Pascuas la semana de vacaciones para
nosotros.
Dr. D'Alessio: No, trato de ir para atrás porque estamos tratando de ver, esto
había sido en el año `77, y me parece que su referencia va ya a Pascua, verano
del año '78.
Von Wernich: No, por eso cuando usted me dijo, de por qué había alguna fecha
fija, yo le estoy diciendo sí, hay una fecha fija para mi que es ésta, a
especial litúrgica de la Iglesia, en los cuales yo estoy en un lugar
determinado.
Dr. D'Alessio: Si tuviera que determinar alguna fecha, también con aproximación,
en que los vio por última vez, ¿podría hacerlo?
Von Wernich: Que los veo por última vez, sí, pero la fecha exacta...
Dr. D'Alessio: Precísela.
Von Wernich: Se acercaba fin de año y ellos, en un determinado momento, uno por
un día, otro por otra vez, me manifiestan: "Nos vamos en libertad, hemos optado
por salir del país"; entonces mi alegría fue tremenda porque compartía con ellos
esas inquietudes, y les digo: "Bueno, cuando se vayan yo los acompaño a ustedes
hacia el lugar adonde vayan"; me dijo: "Ah, macanudo, nos va a despedir, qué
lindo tener a alguien que nos pueda despedir, que sabemos que va a estar con
nosotros". Entonces, a raíz de eso, puedo decir más o menos cuál fue el último
día en que los vi, puedo decir con seguridad cuál fue el último día que los vi,
pero no el día exacto en que los vi.
Dr. D'Alessio: ¿Y más o menos cuándo fue y en qué fecha?
Von Wernich: Fue a fines de noviembre y a principios de diciembre, porque ésa
también es una época especial para nosotros, empieza el mes de María, entonces
el mes de María, con todas las cosas que hay que hacer en la parroquia; el
trabajo a veces es un poco más intenso, entonces mi asistencia espiritual como
capellán a la policía la dejo un poquito floja, y me dedico a la parroquia a la
que me debo especialmente, no también, y a mis fieles.
Dr. D'Alessio: ¿En qué circunstancias usted los acompañó como se había
comprometido con ellos?
Von Wernich: Sí.
Dr. D'Alessio: ¿Adónde?
Von Wernich: A los distintos lugares donde ellos se embarcaron; el puerto de
Buenos Aires y al aeropuerto de la ciudad de Buenos Aires.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda si fueron en grupos o individualmente?
Von Wernich: Fueron en distintos grupos, Sr. Presidente.
Dr. D'Alessio: ¿La integración de cada uno de ellos?
Von Wernich: No recuerdo cómo fueron.
Dr. D'Alessio: La señora ésta que tenía la criatura, ¿la llevaba con ella?
Von Wernich: No.
Dr. D'Alessio: ¿Supo qué había sido de esa nenita?
Von Wernich: Sí, ella me contó que se la había entregado a los padres, que creo
que vivían en La Pampa,me parece, me parece eran de La Pampa, no recuerdo bien.
Dr. D'Alessio: Usted dijo recién que habían optado por irse al exterior; la
palabra opción supone alternativas, ¿entre este viaje y qué?
Von Wernich: No se me ocurrió en ese momento preguntarles por qué la opción ni
nada por el estilo.
Dr. D'Alessio: ¿Usted mantuvo, hizo algún tipo de gestiones para favorecer este
viaje de ellos, sabe cómo lo habían planeado, adónde iban?
Von Wernich: No, yo lo único que les pedía a ellos es avísenme porque quiero
estar en la despedida, y así sucedió, no sé qué gestiones hicieron ellos para
que yo pudiera acompañarlos, a quién pidieron permiso, cómo se preguntaron, no
sé, pero sí en un determinado momento me dijeron: "Nos va a acompañar padre, qué
lindo, va a estar con nosotros".
Dr. D'Alessio: ¿Hacia dónde partieron, hacia el puerto, aeropuerto?
Von Wernich: Hacia Uruguay, Sr. Presidente.
Dr. D'Alessio: ¿De qué puerto salieron y de qué aeropuerto?
Von Wernich: Del aeroparque de la ciudad de Buenos Aires, y del puerto de la
ciudad de Buenos Aires, donde está el vapor que va hacia el Uruguay.
Dr. D'Alessio: ¿Tampoco le decían qué planes tenían para cuando fueran al
exterior?
Von Wernich: Querían realizar su vida, yo los alenté mucho; como yo he vivido
mucho tiempo en el extranjero sé más o menos lo que cuesta cuando uno llega a un
país y tiene que pagar el derecho de piso; cómo se puede desilusionar a veces un
poco rápido; cómo los ánimos bajan, entonces esa experiencia que yo he vivido en
el exterior durante mucho tiempo se las transmitía a ellos; de cómo organizarse
en un país que ellos habían elegido vivir. Entonces armábamos así las distintas
situaciones; por ejemplo, va a llegar una noche en que te vas a sentir
terriblemente solo, añorante, yo le decía: "Yo tengo una experiencia en esto; a
mí me ayudaron mucho los discos de Carlos GARDEL".
Dr. D'Alessio: ¿Eran todos estudiantes o trabajadores o profesionales, había
variación entre ellos, recuerda algo?
Von Wernich: No. Había, una era médica, o dos eran médicas -de las chicas-,
había estudiantes y no sé el resto bien cómo era, pero sí, había una médica
segurísimo, que creo que fue Medalla de Oro en la Facultad de Córdoba -me
parece-, eso también se puede averiguar, ¿no?
Dr. D'Alessio: ¿Usted gestionó para alguna de ellas algún título, alguna
legalización? ¿Durante este tiempo los visitaban los familiares?
Von Wernich: Sí. Yo conocí a los familiares de ellos allí -casualmente-, y a
raíz de que los familiares también los visitaban; ellos salían, algunos, hacia
sus casas durante el día; en una de esas salidas me acuerdo que el señor
MONCALVILLO -el chico, al que le decían "Mono"- me comenta una vuelta, no sé
después de cuánto tiempo: "Padre, voy a ser padre". Yo lo miré y le digo: "¿Cómo?"
"Sí-me dice-, mi señora ha quedado embarazada"; entonces acá me acuerdo que le
dije: "Mirá -tal vez un poquito contrario a mis principios sacerdotales-. Pero
si estás por ir a vivir a un país lejano -como ellos pensaban organizar sus
vidas en otro país, no sé cuál exactamente- conviene a veces hacerlo tú y tu
mujer solos, y luego vienen los chicos, porque el problema que Uds. pueden tener
como inmigrantes, todavía con chicos se les puede agravar más". Eso fue lo que
yo le dije fríamente como hombre. Ah... como sacerdote le digo: "Te felicito,
porque estás cumpliendo la misión que Dios te dio, como hijo de El en la Tierra,
ayudarlo en la procreación.
Dr. D'Alessio: ¿Cuando usted los acompañó, permaneció en el aeropuerto hasta que
el avión salió? ¿Los vio subir al barco? ¿Los vio subir al avión?
Von Wernich: Los vi subir al barco, vi alejarse el barco, y también usted sabe
que cuando la gente se embarca en los aeropuertos entran en el lugar, y ya ahí
nosotros perdemos todo contacto, el que va a despedirlos, ¿no es cierto? Hasta
ese momento, sí, estuve con ellos.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda el horario de esta partida?
Von Wernich: Sí, me acuerdo del barco, por ejemplo, porque tuvimos que madrugar
bastante; el barco a Uruguay sale muy temprano, creo que a las 7 u 8 de la
mañana -no sé-, y estando en La Plata, con la hora de anticipación que hay que
estar a la hora del viaje, me acuerdo de que hubo que salir muy temprano; y los
otros, en el aeropuerto estuvimos a la mañana en uno, y al mediodía o casi
enseguida del mediodía en el otro vuelo.
Dr. D'Alessio: Los grupos, ¿qué número tenían cada uno de ellos?
Von Wernich: Había dos en un grupo, había tres en otro grupo, y creo que había
dos o tres en el otro grupo también.
Dr. D'Alessio: ¿Fueron tres grupos?
Von Wernich: Tres grupos, sí.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda cada uno de estos grupos...?
Von Wernich: ¿Quiénes iban?
Dr. D'Alessio: No, no, ya me lo dijo eso. Sino, ¿en qué viajaban?
Von Wernich: No exactamente quién viajó.
Dr. D'Alessio: No, quién no, sino -digamos-, hay un grupo primero, hay un grupo
segundo, un grupo tercero...
Von Wernich: Sí, el primero salió en avión, el segundo en barco y el tercero en
avión nuevamente, me parece que en ese orden.
Dr. D'Alessio: ¿Quién más los acompañaba en ese trayecto hasta el aeropuerto?
Von Wernich: No sé quiénes eran, porque era personal de civil, supongo que sería
personal policial, en el cual estaba el chofer, estaba yo, estaban ellos y un
cierto personal de custodia por cualquier eventualidad.
Dr. D'Alessio: ¿A ninguno de ellos lo había conocido Usted en la Brigada de
Investigaciones?
Von Wernich: No recuerdo haberlos conocido, porque el contacto que nosotros
tenemos con el personal policial es muy grande, insisto, es muy amplia la fuerza
policial y por lo tanto reconocer a alguien o conocer a alguien significa un
trato muy frecuente como para que lo pueda hacer; prácticamente, eso era casi
imposible, sacando los que estaban cerca mío, ¿no es cierto? Yo vivía en 9 de
Julio en ese momento, con la comisaría 9 de Julio, que éramos vecinos, o con
algún otro pueblo, perfecto.
Dr. D'Alessio: Pero del personal de la Brigada de Investigaciones de La Plata, ¿recuerda
el apellido de alguien que trabajara ahí?
Von Wernich: No.
Dr. D'Alessio: Es decir, esto me lleva a colegir que Usted tenía más trato con
estos muchachos, ya que los recuerda por apellido...
Von Wernich: Lo que pasa es que los apellidos de estos muchachos, luego, por
contacto con la familia, los cuales -yo las conocía a las familias-, ya el
asunto fue diferente; además, una de ellas -por ejemplo- era de Bragado, paso
obligado para ir a La Plata, mio, yo paraba en la casa a la ida, si necesitaban
algo para ellos a la vuelta paraba, les decía que había estado, que les mandaba
saludos y seguía...
Dr. D'Alessio: ¿Cuál era esta familia?
Von Wernich: IDIART. Y con algunos otros, bueno, cuando sabían que yo estaba,
iban a verme, charlábamos, con algunos después que los chicos se fueron nos
hemos seguido escribiendo, por supuesto que pasado el tiempo la duda de ellos al
no tener noticias se hacía cada vez un poquito "intensa, inquisitiva", ¿no es
cierto?, y yo recuerdo que prácticamente también mi duda se hacia bastante...
iba creciendo, y en determinado momento, creo que conservo la carta, no sé, la
tendría que buscar, porque no sé, de esas cosas yo no guardó muchos papeles, el
señor MONCALVILLO me escribe y me pone cómo él había rastreado todo el viaje de
su hijo, y me pone: "Bueno, me fui a Uruguay, choqué con Migraciones, estaba
registrada la entrada, estuve averiguando en los hoteles de Montevideo si
estaban ellos alojados, me dijeron que habían estado alojados"; me cuenta que él
mostró una fotografía de su hijo y que el conserje le dijo que sí, que
aparentemente recordaba que podría ser la persona que le estaba mostrando la
foto; no conforme con eso, siguió rastreando, y creo que por el "Chuy" o no sé
por dónde, estaba registrada la salida de Uruguay -de ellos- y la entrada en
Brasil, y ahí pierde todo tipo de rastro; eso me lo comenta el señor MONCALVILLO,
y creo -insisto- que esa carta la tengo en mi poder, que si la llego a encontrar
se la voy a hacer llegar al Tribunal para que la constaten; por favor.
Dr. D'Alessio: Usted nos decía acerca de las dudas de los familiares, que iban
creciendo y las propias suyas también. ¿Dudas sobre qué?
Von Wernich: Al no tener noticias, ¿qué había pasado con estos chicos? ¿Dónde
estaban? ¿Qué habían decidido ellos? ¿Qué había sucedido? Son dudas que pasado
un tiempo, cuando alguien se va al exterior, inmediatamente se suscitan en todo
ser humano, especialmente en la familia. Dicen que el no tener noticias son
buenas noticias, pero es un dicho que no lo podemos generalizar ni mucho menos;
cuando pasa un cierto período de tiempo y no hay noticias tenemos que
preocuparnos en saber qué es lo que pasa y empezar a ver en dónde pueden estar,
qué pueden estar haciendo, y por qué -si los llegamos a ubicar- "no se comunicó,
no escribió" con ese ser querido que estaba esperando esa carta.
Dr. D'Alessio: Respecto del señor TIMERMAN, ¿dónde lo vio?
Von Wernich: TIMERMAN, lo vi en distintos puestos policiales, lo vi en un puesto
policial en Bosco. ¿Cómo es? Cerca del Gran Buenos Aires, Don Bosco... bueno,
una localidad entre Quilmes y Avellaneda -no recuerdo, no la ubico bien-, lo vi
en el Departamento de Policía también.
Dr. D'Alessio: ¿En qué condiciones lo vio?
Von Wernich: En condiciones espirituales muy buenas; él es judío, por lo tanto
mi asistencia espiritual hacia él no tiene sentido, ¿no es cierto? Pero así,
cuando estábamos charlando, él me dice: "Padre, yo tengo un rabino que viene
hacia donde yo estoy, y juntos rezamos nuestras oraciones como Usted lo puede
estar haciendo con la gente que está viendo en distintos lugares".
Dr. D'Alessio: ¿El señor TIMERMAN o alguno de los otros detenidos de los que
hemos hablado o algún otro al que Usted haya prestado asistencia o haya
conversado en esa función que cumplía, le manifestó haber sido torturado u
objeto de "malos tratos"?
Von Wernich: En ningún momento. Yo creo, o lo puedo afirmar -mejor dicho-, que
si alguien, cualquier ser humano, me manifiesta que es objeto de "malos tratos"
y yo como capellán de una fuerza que le puede haber inferido esos malos tratos,
inmediatamente denuncio a quien corresponde, porque eso no es cristiano y mucho
menos humano, y como capellán no lo podría aceptar, ni como hombre tampoco;
nunca nadie me manifestó eso.
Dr. D'Alessio: El aspecto físico, estado físico, creo que hablamos del estado
espiritual de TIMERMAN y pasamos al tema de . . .(ininteligible) religiosa.
Von Wernich: El estado físico, muy bueno. Yo no lo conocía antes al señor
TIMERMAN, no puedo juzgar si estaba más gordo o más flaco, en ese sentido, pero
físicamente él estaba -a mi modo de ver- bien.
Dr. D'Alessio: ¿Alguna otra persona vio en cautiverio que recuerde?
Von Wernich: ¿Junto con el señor TIMERMAN?
Dr. D'Alessio: No. Junto o separado.
Von Wernich: Sí, junto con el señor TIMERMAN, en el mismo lugar -como fue
persona pública es más fácil que uno lo conozca a él, que él lo conozca a uno,
cumple una función pública-, me acuerdo del señor MIRALLES -por ejemplo-, que
fue ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, estaban él y su hijo.
Dr. D'Alessio: ¿Cómo los vio al señor Miralles y a su hijo?
Von Wernich: El señor MIRALLES estaba en distintas condiciones; él, anímicamente
yo lo vi muy bajo, anímicamente, lo vi como cansado, yo traté inmediatamente
entonces, ahí, de poner todas las esperanzas, ¿no es cierto?, las alegrías,
condiciones cristianas, para levantarle el ánimo un poco y no dejarlo en esa
situación; estaba triste, estaba caído espiritualmente. No sé si surtió efecto o
no.
Dr. D'Alessio: Obviamente, tienen que haber hablado de esto para que Usted
pudiera auxiliarlo o ayudarlo. ¿De dónde provenía ese cansancio, esa tristeza
del señor MIRALLES?
Von Wernich: Yo creo que de la situación que él estaba viviendo, ¿no es cierto?
Estaba en un puesto policial y estaba privado de su libertad; entonces, todo
esto, este hombre que está en un puesto o en una cárcel, privado de su libertad,
su estado anímico a veces no es muy florecienfe, si no es...
Dr. D'Alessio: ¿Le manifestó por qué razón estaba privado de su libertad?
Von Wernich: No, porque Usted sabe que eso yo no lo pregunto.
Dr. D'Alessio: No, no. Le preguntaba si él espontáneamente se lo había
manifestado.
Von Wernich: No me manifestó por qué.
Dr. D'Alessio: Por favor, las preguntas, aunque las proponga el señor fiscal,
las va a formular el Tribunal. El testigo se refirió a este grupo de la Brigada
de La Plata como "personal", ¿por qué creyó que se trataba de personal en un
primer momento?
Von Wernich: ...(ininteligible) creo que lo manifesté, era un grupo que entraba
y salía y se movía en completa libertad cuando yo voy, y entonces me pareció
realmente que era personal policial por la libertad en que actuaban.
Dr. Strassera: Sí, Señor Presidente. ¿Salían en alguna oportunidad armados o de
uniforme? ¿Pudo advertir esto?
Von Wernich: No, eso no pude advertirlo en ningún momento, porque yo no estaba
cuando ellos salían; además, en una brigada de investigaciones, usted sabe,
Señor Presidente, que existe personal uniformado y personal de civil, ¿no es
cierto? Casualmente, por eso es investigaciones.
Dr. Strassera: ¿Sabía que Liliana GALARZA tuvo una hija en la Brigada de La
Plata?
Von Wernich: No. Yo ya la conocí con la hija.
Dr. D'Alessio: Respecto de otros... perdón, no he hecho preguntas mías, pero
vamos ganando tiempo, respecto de otros detenidos que haya conocido, ¿tuvo
también contacto con los familiares?
Von Wernich: No.
Dr. D'Alessio: ¿Tiene algún motivo para esta diferencia de este grupo de La
Plata y los demás?
Von Wernich: Es que los demás detenidos estaban circunstancialmente cuando uno
entra; tal detenido no tiene contacto con su familia ese detenido, porque está
esperando una declaración, una decisión judicial o algo por el estilo, este
grupo -la familia iba a visitarlo-, y coincidía que a veces estaba yo o a veces
se enteraban de que estaba yo, y entonces iba, y en una pequeña sala nos
reuníamos, charlábamos cosas, se comía algo, se tomaba mate, se hacía una
pequeña reunión familiar, ésa era la diferencia.
Dr. D'Alessio: Pero -por ejemplo- respecto del señor TIMERMAN que Usted lo vio
en dos lugares...
Von Wernich: De eso no tengo conocimiento que la familia lo haya visitado en el
lugar, no estuve con ella en ningún momento; sí, con estos otros estuve con
ellos ahí mismo.
Dr. D'Alessio: ¿Recuerda alguna precisión de fechas entre una y otra entrevista
con ese señor TIMERMAN?
Von Wernich: No, ni por casualidad.
Dr. Strassera: Sí, Señor Presidente. Dijo también que tuvo que pedir permiso
para acompañar a estas personas que iban al exterior, ¿por qué razón tuvo que
pedir permiso?
Von Wernich: Yo no dije eso señor fiscal.
Dr. D'Alessio: Creo recordar que sí.
Von Wernich: Que ellos pidieron permiso no sé a quién, dije.
Dr. D'Alessio: Ah... perdón.
Von Wernich: Ellos pidieron permiso, no sé a quién, para que yo los acompañe, yo
no dije que yo pedí el permiso Señor Presidente.
Dr. Strassera: Muy bien. ¿Por que razón entonces tuvieron que pedir permiso para
que él los acompañase?
Dr. D'Alessio: La respondía para ese momento que era el final; la libertad no
era tan completa (ya había una opción).
Dr. Strassera: Para que diga el testigo en qué medio de transporte fueron desde
La Plata hasta el aeropuerto o hasta el lugar de salida del buque.
Dr. D'Alessio: Sí. Conteste.
Von Wernich: Sí, en automóviles en los cuales había un chofer; creo que ya lo
dije esto también Señor Presidente, ¿no?
Dr. D'Alessio: Lo dijo respecto de quiénes fueron, pero no en qué vehículos.
Von Wernich: Perdón. En automóviles no identificables -por supuesto-, en
automóviles que no tienen la sirena ni chapa de la policía...
Dr. D'Alessio: ¿Por qué por supuesto?
Von Wernich: Porque había cierto riesgo -me parece-, bueno, cuando uno lleva a
un grupo al exterior, en las condiciones en que estos chicos estaban, no lo
puede hacer tan identificatoriamente, ¿no es cierto? Supongo yo eso, que habrán
tomado las autoridades pertinentes las medidas para que nada pueda suceder.
Dr. Strassera: Para que diga si en los contactos con los familiares de este
grupo, el testigo le dio alguna explicación o alguna justificación de por qué no
escribían, por qué no se comunicaban. Si el testigo le dio alguna explicación a
los familiares en sus contactos acerca de por qué no se comunicaban con ellos,
por qué no escribían.
Von Wernich: Sí. Creo que la preocupación era mutua, y las preguntas que nos
hacíamos eran mutuas. Yo puedo tener esta duda, yo tengo esto, ¿qué es esto? ¿Cómo
podemos tratar esto? Lo que, sí, siempre traté de hacer -es mi misión, además,
como sacerdote- es mantener viva la llama de la esperanza, ¿no es cierto? de que
no, el hecho de que haya pasado un tiempo, yo no puedo no levantar la esperanza
de una familia que quiere tener noticias, sino yo la ...(ininteligible), y a
través de comunicaciones personales o por cartas -que hubo una serie de cartas,
por supuesto- nos alimentábamos a veces las dudas: "Creo que puede ser esto, es
esto"; no puedo especificar bien qué es lo que escribí en esos momentos, pero,
con toda seguridad, insisto que además de mis dudas, o de esto o de lo otro,
estaba la carta cargada de un optimismo, o al final o en algún momento de la
misma, puesto que yo también necesitaba ese optimismo.
Dr. D'Alessio: ¿Tampoco, aparte de las cartas, en los contactos personales,
recuerda Usted de qué modo mantenía viva esta llama?
Von Wernich: Bueno, a quien más veía yo, y creo es la que transmitía la
inquietud, era la señora de IDIART, que estaba en Bragado, por las cercanías,
¿no es cierto? Puedo recordar algunas cosas así; yo viajo bastante al exterior
por razones pastorales; terminaba de predicar un retiro al mediodía, en la
ciudad de Trenque Lauquen, y llegué a 9 de Julio; me embarcaba a la noche a
Buenos Aires y estaba la señora IDIART -pobre- esperándome desde la mañana, en
la catedral de 9 de Julio, para preguntarme algo. En ese momento yo no sé qué le
pude haber respondido, tal vez no habré puesto el énfasis necesario, la
esperanza, me quedaban muy pocas horas, tenía que hacer la valija, tenía que
preparar mis cosas, tenía que ir a Buenos Aires, tenía que embarcarme, por lo
tanto estaba un poco apurado, no sé en qué concepto se habrá ido la señora de
IDIART en ese momento, lamentablemente; ella lo podrá manifestar algún día.
También por medio de Cecilia ROSSETTO -la actriz-, es de 9 de Julio, un día me
llama a 9 de Julio y me dice: "Padre, la señorita MONCALVILLO quiere hablar con
Ud". Ya, muy poco tiempo atrás de esto, no recuerdo si hará dos o tres años,
pero no hace más de tres años de esto, yo acababa de llegar de un viaje también,
y me dice: "Por favor, cuando vaya a Buenos Aires póngase en contacto con ella,
porque necesita hablar con Usted". Pasó un tiempo antes que yo venga a Buenos
Aires; cuando llegué lo primero que hice fue ponerme en contacto con la señorita
MONCALVILLO, al teléfono que me había dado, me atiende casualmente Cecilia
ROSSETTO y le digo quién soy, y bueno, ¿qué podemos hacer? ¿Está la señorita de
MONCALVILLO ahí? Bueno, periodísticamente se la conoce con el nombre de "Mona",
¿no? Sí está acá, y ella entonces habla conmigo, lloró muchísimo, hemos
alimentado esperanza juntos, y una de las que siempre, insisto, trato de
mantener, es que la esperanza no se pierda, porque si se pierde la esperanza se
termina todo directamente.
Dr. D'Alessio: ¿Esta preocupación suya, que transmite con tanta emotividad, lo
llevó a inquirir a quienes habían sido sus superiores dentro de la institución
policial?
Von Wernich: Sí, efectivamente, me llevó a inquirir, y todos sabían lo que yo
sabía, mas ellos me decían la última vez, quien estuvo con ellos y los despidió
fue Usted, así que Usted es el último en saber estas cosas, y la preocupación de
ellos también, no sé si después hicieron algún tipo de averiguación, porque eso
escapa a mis posibilidades.
Dr. Strassera: Sí, Señor Presidente. Para que diga el testigo si notó alguna
situación extraña o antirreglamentaria en la situación de los detenidos en Don
Bosco y Coti-Martínez.
Von Wernich: Don Bosco, ése es el nombre, me gustaría que me amplíe la pregunta,
Sr. Presidente... ¿Qué es situación extraña?
Dr. D'Alessio: Algo que se apartara de lo que era normal, que Usted conociera
como norma dentro de lainstitución policial.
Von Wernich: Es un puesto policial, estaba el escudo de la policía, estaba la
bandera argentina, por lo tanto perfectamente identificable, estaban estas
personas ahí alojadas, había personal uniformado, y por lo tanto no creo haber
visto nada que no sea lo común en una dependencia policial.
Dr. D'Alessio: ¿Normalmente, dónde los entrevista Usted a los detenidos en
cualquiera de estos lugares?
Von Wernich: En el caso concreto del Sr. TIMERMAN, que Usted me estaba
preguntando, por ejemplo, en una sala en una especie de escritorio que había; yo
estaba con él ahí, él estaba ahí, estaba, charlamos, tomaba, se transitaba, nos
daban mate, salíamos.
Dr. D'Alessio: ¿Al Dr. MIRALLES?
Von Wernich: El Dr. MIRALLES también, pero ya le digo, era otra la situación de
él, era completamente distinta la situación anímica.
Dr. D'Alessio: Pero el lugar era el mismo.
Von Wernich: El lugar era el mismo.
Dr. D'Alessio: En alguna ocasión de sus visitas ¿algún detenido le manifestó que
no se podía comunicar con su familia, que ésta no conocía su situación o su
detención?
Von Wernich: No.
Dr. Strassera: Sí, Sr. Presidente. Para que diga el testigo si conoce a un
funcionario policial llamado Julio Alberto EMMED.
Von Wernich: No...
Dr. Strassera: Sí, Sr. Presidente, para que diga el testigo si viajó a Nueva
York en el año 1978 y con qué motivo.
Von Wernich: Sí... la diócesis de la ciudad de Nueva York, también diócesis.
Usted sabe Sr. Presidente que hay un gran porcentaje de hispanoparlantes, o sea,
latinoamericanos, en una palabra. Este grupo latinoamericano, porque son
cristianos, su atención espiritual bien, ahora ellos no hablan el inglés
fluidamente o prácticamente nada porque se crían dentro de unos mismos barrios
de la ciudad, lo cual es todo en español. El sacerdote americano habitualmente
no habla castellano, y si lo habla no lo entienden perfectamente y tampoco
entiende la idiosincrasia de los pueblos latinos porque son sajones; frente a la
necesidad de sacerdotes de habla castellana en la diócesis de Nueva York, yo me
entero de ese problema, yo hablo inglés, estudié en Estados Unidos, por lo tanto
pensé que podía ser útil, no únicamente a la comunidad hispanoparlante sino
también un poco a la comunidad americana, y de paso el inglés que me estaba
olvidando, era un motivo para practicarlo a fondo. Pido permiso a mi obispo, mi
obispo se pone en contacto con quien corresponde en Nueva York, se me concede y
voy entonces; en Nueva York se me designa una parroquia, en el barrio de Jackson
Heigts, cerca de Brooklyn, donde había una gran comunidad de hispanoparlantes.
Dr. Strassera: Si tomó contacto con alguna publicación local dedicada a la
defensa de derechos humanos.
Dr. D'Alessio: Puede Usted contestar.
Von Wernich: Sí... Sí, señor fiscal, en el juzgado federal de la Sra. BERRAZ de
VILA en las cuales fui imputado se me hizo esa pregunta y la respondí en esa
oportunidad, si se puede prefiero excusarme de esa pregunta porque ya fue en un
juzgado declarado.
Dr. Strassera: ¿Conoce a un capitán Federico ASIS?
Dr. D'Alessio: ¿Conoció Usted a un capitán Federico ASIS?
Von Wernich: No, ese nombre, ASIS, para nosotros, es muy querido, San Francisco
de ASIS.
Dr. D'Alessio: Silencio en la sala, por favor.
Von Wernich: Por lo tanto, si lo hubiese conocido, me hubiese acordado de ese
apellido, porque lo asocio inmediatamente a ese santo querido.
Dr. Strassera: Para que diga si conoció a César LUGONES, y si hizo gestiones en
su favor cuando fue secuestrado.
Von Wernich: Lo mismo que la pregunta anterior, en ese caso he sido involucrado
como imputado en la causa y me excuso de contestar.
Dr. Strassera: Para que diga si recibió una condecoración de la Policía de la
Provincia de Buenos Aires de manos del prófugo SUAREZ MASON.
Von Wernich: Sí, Sr. Presidente; la Policía de la Provincia de Buenos Aires me
condecora con el grado de caballero y la medalla; es en un acto público que se
realizó en la calle, televisado, publicitado, con fotos en los diarios. El
general SUAREZ MASON es el que me entrega la medalla por razones que desconozco,
porque él bajó a entregarla junto con una cantidad de otros oficiales de
policía.
Dr. D'Alessio: ¿Se expresó en ese momento algún motivo particular por el cual
Usted fue condecorado?
Von Wernich: Considerándose en el diploma, porque lo demás corre por orden de la
superioridad, en el diploma dice que se le otorga por su defensa en la honra,
vida y bienes de las personas.
Dr. D'Alessio: Y en cuanto a lo que corre por cuenta a la autoridad, aunque
ofenda su modestia: ¿qué explicación le dieron?
Von Wernich: Ninguna.
Dr. Calandra: Sr. Presidente, el padre ha manifestado que cuando conoció a este
grupo de muchachos se manejaban todos con cierta libertad; más adelante
manifestó que habrían pedido protección policial. La primera pregunta es, si el
Tribunal lo considera muy ortodoxo, si se enteró contra quién.
Dr. D'Alessio: Ya se le preguntó y ya la contestó.
Dr. Calandra: De acuerdo, la segunda pregunta es para que manifieste si alguno
de estos muchachos se confesó con el padre VON WERNICH.
Von Wernich: Sí.
Dr. Calandra: Perfecto. Si no viola el secreto confesional, si puede decirnos
si, por este medio, se enteró si alguno de ellos pertenecía a alguna
organización subversiva.
Dr. D'Alessio: Doctor, aunque al padre yo no le formularía esa pregunta, el
contenido de la confesión no se lo voy a preguntar.
Dr. Calandra: No... no le pregunto.
Dr. D'Alessio: No puede él tampoco por disposiciones.
Dr. Calandra: De acuerdo, por eso le aclaro si no viola el secreto confesional.
Dr. D'Alessio: No queda librado al criterio del testigo siquiera doctor.
Dr. Calandra: Perdóneme Sr. Presidente, no le pregunto si en la confesión; si de
alguna otra forma se enteró.
Dr. D'Alessio: Como usted lo ligó, inmediatamente después de la confesión, fuera
del sacramento de la confesión le manifestó... Contéstela por favor.
Von Wernich: Puedo hablar un poquito del secreto de la confesión.
Dr. D'Alessio: Puede usted directamente contestarla o no contestarla.
Von Wernich: Eso le quería decir, cosa que le agradezco Sr. Presidente que Usted
respete esa carga tremenda del secreto de la confesión que nosotros tenemos.
Dr. D'Alessio: La pregunta era sobre la base de una distinción que hace el Dr.
CALANDRA, en aquello que usted haya recibido estrictamente confesión y lo que
fue motivo de charlas particulares, si en algún momento le manifestaron haber
pertenecido a alguna organización guerrillera.
Von Wernich: Sí.
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