Carlos Alberto González:
Detenido desaparecido el
16/03/77 a los 23 años de edad.
El “Papero” como le decíamos, nació el 15 de julio de 1953, a las 10.20 hs. en Mar del Plata. Estudió en el Colegio Industrial de Mar del Plata, en esa época E.N.E.T. Nº1, de la calle 14 de Julio y Alberti, en la rama Electrónica, y cursó allí el último año, en 1974, cuando fue Presidente del Centro de Estudiantes.
Como los demás
compañeros de nuestro Partido Socialista de los Trabajadores de Mar del Plata,
que fueron secuestrados en otras ciudades, el “Papero”, también se había visto
obligado a dejar la ciudad frente a la brutal represión desatada.
Fue así, que
con su esposa y sus dos pequeñas hijas (de tres y un año respectivamente), se radicó en Ringuelet,
La Plata, donde trabajaba en la fábrica de Coca Cola. Fue secuestrado frente a
su familia el 16/03/77.
Relata su
esposa en la Conadep: “Aproximadamente a la 0 hs. (estábamos durmiendo), escuchamos un alta voz que
indicaba el nº de la casa y decía que nos daba unos minutos (2 ó 3), para que
los habitantes de la vivienda salieran con los brazos en alto. Salimos y un
reflector nos encandiló, un uniformado nos puso contra la pared y nos palparon
(estábamos con la ropa de dormir), había varios vehículos y en los techos y
vereda de los vecinos alcancé a ver muchos hombres armados, uno de los
vehículos era un camión.
Nos hicieron
entrar, nos taparon los ojos y empezaron a revisar la casa, antes habían pedido
los documentos. Como una de las nenas se despertó, pedí si la podía levantar,
entonces, pude ver que habían entrado varios y que todos portaban armas y
vestían con ropa tipo fajina, color gris acerado. A mi esposo se lo llevaron
esposado y con la cabeza tapada, cuando les pregunté por que se lo
llevaban, dónde se lo llevaban y quienes
eran, me respondieron que eran de la policía y que me quedara adentro, que no
complicara las cosas; el que daba las órdenes dijo que no me hiciera la tonta,
que yo sabía muy bien el porqué. Antes de cerrar la puerta alcancé a ver que lo
subian a un coche ford falcon oscuro (podría ser verde).
Detrás
salieron varios vehículos más. Por otros testimonios, pude saber que las armas
que portaban y el camión muy posiblemente eran de la
Marina. El padre del desaparecido, Ismael F. González, presentó un hábeas en el
Juzgado Federal de M.d.P., y a los pocos días recibió
una citación; al presentarse ante el secretario del Juez Sr. Leonídas Fiore, éste lo intimó a
pagar la suma de 10 (diez) millones de pesos ley (año 1977/78), o sufriría 30
días de arresto, en calidad de multa por haber presentado dicho hábeas corpus a
favor de su hijo.”
La suegra del
“Papero” declaró ante la Conadep: “Por el mes de
diciembre de 1976, su hija y su yerno, a su pedido y el de amigos y familiares,
se habían ido a vivir a la ciudad de La Plata. Ello ocurrió en la medida que
compañeros de su yerno habían desaparecido. El domicilio de su hija y yerno era
el de la calle Hernandarias nº 9463 de la ciudad de Mar del Plata. Ante la
ausencia de la hija de la dicente, y siendo que ésta tenía temor que
concurrieran a ese domicilio terceros desconocidos con intenciones de robar o
causar algún destrozo, decidió ir diariamente desde la ausencia de su hija a
dormir a tal domicilio. Fue así como una noche, fuerzas que se identificaron
como del Ejército Argentino, concurrieron al domicilio de la calle
Hernandarias, preguntando si conocía a la familia González. La dicente,
atemorizada en ese momento, manifestó que no. Que en ese domicilio no vivía
ningún González ni había vivido, cuando ello era falso. Esta actitud se tomó
exclusivamente por temor.
Ante tal hecho
revisaron la casa y procedieron a retirarse con total amabilidad.
Inmediatamente la suscripta procedió a recurrir ante los consuegros a los fines
de comunicarles estas novedades”
Mas adelante,
la suegra del “Papero” declara: “Ante estos hechos, la dicente pensando que
podía estar vigilada, se comunicaba con su consuegra solo en forma telefónica.
Fue así que por esta vía le indicó el domicilio de su hija. Por el mes de marzo
de 1977, en momento en que ingresa la dicente en su comercio sito en calle
Formosa y Santa Fe de Mar del Plata, es
sorprendida por un grupo de personas que la encapuchan inmediatamente.”
Agrega la suegra
del “Papero”, que en ese momento estaba en el local de comercio, un señor amigo
de la familia, del cuál dá el nombre a la Conadep. “En esa oportunidad, las fuerzas intervinientes se identifican como pertenecientes al
Ejército. Inmediatamente la sientan en una silla y le manifiestan que los había
engañado en la primera oportunidad, pero que esta vez no lo iba a hacer de
nuevo. En tales momentos le pegaban, aunque tales golpes no eran fuertes. Le
informaron distintas direcciones a los fines que la dicente informara en cual
de ellas se encontraba su yerno. Ante ello la dicente al escuchar la dirección
de uno de sus hijos que vivía en La Plata, pero que ya no estaba en el país, le
dio esa. Todo esto ocurría en tempranas horas de la mañana. Pasó un lapso que la
dicente no puede precisar, aunque cree que sería la noche cuando nuevamente los
captores, le dicen que los había engañado nuevamente, pues en el domicilio que
ella había indicado no vivía la persona que buscaban. Como consecuencia la
tendrían detenida tanto tiempo fuera necesario hasta que apareciera su yerno.
La dicente cree que toda la información que ellos tenían la obtuvieron de haber
intervenido el teléfono de sus consuegros, pues pasado estos hechos la
consuegra le comentó que cuando hablaban se escuchaba un zumbido.
Por otra
parte, y de acuerdo a la información que ella había dado a su consuegra, los
captores tenían igual información que la suministrada por la suscripta. El
trato durantre el tiempo en que la dicente estuvo
detenida fue humillante, cargado de insultos, a más de aprovechar su condición
de encapuchada y maniatada, para realizar actos atentatorios contra el buen
nombre y honor de la suscripta. Aclara la dicente que no llegó a ser víctima de
violación. Cuando ya había pasado aproximadamente un día y noche desde su
detención fue puesta en libertad, manifestándole los captores que su yerno ya
había sido detenido.”
Posteriormente,
agrega la suegra del “Papero”, que ese señor amigo de la familia, del cuál dió el nombre a la Conadep y que
estaba en el local de comercio en el momento de su secuestro, le manifestó:
“Que por noticias obtenidas
de terceros su yerno estaba en el G.A.D.A. 601”
Continúa la
suegra de Carlos Alberto Gonzalez su declaración: “Las
armas que portaban los secuestradores eran del tipo ametralladora, no pudiendo
ella dar mayores detalles sobre las mismas, por estar encapuchada. Aclara
también que a través de la capucha podía observar lo que ocurría a su
alrededor, pues la misma no era de un color que impidiera ver al exterior.
Asimismo pudo comprobar que los secuestradores trataban a una persona de ese
grupo como oficial, pero no daban el nombre.
Del resto de
los miembros sólo puede decir que intervenía un hombre rubio, de cabello corto,
que era el más nervioso de todos y que quién lo detenía era un hombre morocho
con bigotes y bastante alto. Asimismo, la amenazaron con llevarla a un lugar
que no precisaron, pero que en el mismo iba a cantar todo lo que supiera.
Respecto del hombre de cabello rubio, informa la exponente que se trataba de un
hombre de tamaño pequeño. También por descripciones dadas por un vecino del
domicilio de su hija en La Plata, ahora en la actualidad desaparecido,
pudo comprobar que el hombre morocho, alto que intervenía en su detención,
intervino en la detención de su yerno.
Como dato más
indicativo de la veracidad de ello, recuerda la dicente que estando esta
persona en mi comercio, se puso un gorro color rosa. Luego, las personas que
secuestraron a mi yerno en La Plata, uno de sus miembros era morocho, alto, con
bigotes y semejantes características
físicas a la persona que me detuvo en Mar del Plata, y usaba un gorro color
rosa. Tal persona, durante la detención ilegal de la suscripta, se ausentó del lugar por muchas horas,
pudiendo haber viajado en ese lapso a La Plata, y volver nuevamente a Mar del
Plata.”