El Contexto
Del casco a la capucha

El Escuadrón Perdido, por José Luis D'Andrea Mohr.
  
 


El 11 de marzo de 1973 el Frente Justicialista de Liberación Nacional ganó las elecciones nacionales con el 49,59 por ciento de los votos. Habían pasado casi dieciocho años desde el golpe de Estado de 1955 que derrocó al general Perón. Aquella asonada militar de setiembre, precedida por el bombardeo de junio a la Casa de Gobierno y el ametrallamiento y asesinato de civiles en la Plaza de Mayo desde la seguridad de aviones navales, continuó con los fusilamientos de junio de 1956, con la prohibición política del peronismo y con el condicionamiento electoral y los posteriores derrocamientos de los gobiernos de Arturo Frondizi y Arturo Illia.

En esos dieciocho años, la presencia militar - en el gobierno o al acecho- dio el marco ideal para la gestación de la violencia, que se manifestó en formas de resistencia que incluyeron la lucha armada. Desde los comandos en jefe de las Fuerzas Armadas se ordenaba instruir a las unidades dependientes en la veloz ocupación de "objetivos", en el control de la población y en cómo disolver manifestaciones. Y con la excusa del "peligro comunista" a partir del triunfo castrista en Cuba, los servicios militares de Inteligencia comenzaron a convertirse en los redactores del cuadro de situación nacional en el que las Fuerzas Armadas ocupaban el lugar de "última reserva material y moral".

Resulta muy útil presentar párrafos de la conferencia de prensa brindada por el teniente general Carlos Severo Toranzo Montero el 9 de enero de 1962. Este oficial había abandonado su cargo de comandante en jefe del Ejército después de la derrota de los "colorados" frente a los "azules".

"[...] El cambio profundo estaba impuesto por una apreciación constante y responsable sobre la gravedad de esa realidad. Ella entraña amenazas mortales para nuestra existencia nacional en su auténtico contenido histórico y cultural, como consecuencia de la agresión de que es objeto el mundo occidental y, en particular, nuestro continente americano, enfrentados a la estrategia global (político - militar -social - económico - cultural) del bloque comunista.

"[...] La propaganda demagógica de la “convivencia pacífica “y su filial “neutralista”, hacen más por la pronta conquista del comunismo que las guerras locales, guerrillas y agitaciones internas de los pueblos. Propiciar esta doctrina en el seno de la convivencia continental sería romper la unidad del sistema Interamericano y entregarle posiciones decisivas al bloque comunista.

"Consciente de esta situación, corroborada y agravada de la manera más rotunda por la captura política de Cuba por el bloque comunista chino-soviético, y convertido el país, situado en el corazón mismo del continente, en base adelantada de operaciones de este bloque, el Ejército Argentino, a la sazón bajo mi mando, orientó los planes de defensa nacional - en la parte que le corresponde - de manera de hacer frente al verdadero peligro que se cierne sobre la patria y el continente.

"[...] La defensa nacional de los países americanos sólo puede tener validez práctica coordinándola en la defensa continental.

"[...] Las Fuerzas Armadas no se apartan de su misión específica si permanecen atentas a la situación real del país y detectan, como 'radar salvador', la presencia de los enemigos de la Patria sea cual fuere el lugar en que se ocultan."

El "americanismo" defendido por Toranzo Montero y el consecuente papel policial de las Fuerzas Armadas constituyeron teoría y práctica de la llamada "Doctrina de la Seguridad Nacional".



Los orígenes de la Doctrina de la Seguridad Nacional

Sobre este tema, el coronel (R) Horacio Pantaleón Ballester, presidente del CEMIDA (Centro de Militares para la Democracia Argentina), habló como panelista de una mesa redonda del cielo de conferencias sobre "Defensa Nacional y Derechos Humanos" (Centro Cultural General San Martín, 10/4/85). Si bien las circunstancias actuales han variado mucho, lo descrito por Ballester facilita la comprensión de episodios ocurridos durante el terrorismo de Estado y antes de él. Y resulta de especial interés para El escuadrón perdido por cuanto los soldados desaparecidos que lo integran fueron una consecuencia trágica de la aplicación a rajatabla y hasta con crueldad exagerada de la "Doctrina de la Seguridad Nacional".

[...] Hacia 1940, comenzaba ya la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aún no había entrado en ella, se realiza la ll Reunión de Consulta de Cancilleres en La Habana, y allí se establece por primera vez el principio de que un ataque contra una nación americana, por parte de una nación no americana, se consideraba una agresión contra todas las naciones del continente.

"En 1942, producido ya el ataque japonés a Pearl Harbour, e ingresado Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, se reúne la III Conferencia de Cancilleres en Río de Janeiro, en la que se resuelve la convocatoria de expertos militares y navales a Washington para que organicen la defensa del continente.
"Ese fue el origen de lo que después constituyó la Junta Interamericana de Defensa (JID).

"En 1947 (en Río de Janeiro otra vez), se firma el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), tratado perfectamente conocido por los argentinos, por cuanto mostró abiertamente en ocasión de la guerra del Atlántico Sur, que había sido preparado por los Estados Unidos para servir a sus propios fines. Cuando una nación como Argentina fue atacada por una nación extranjera, Estados Unidos apoyó a la nación agresora, y no se sujetó con lo que establecía el TIAR, cumpliendo las votaciones mayoritarias obligatorias para todos los miembros del tratado.

"En 1948, se realiza la IX Conferencia Interamericana en Bogotá; recordarán que hacia 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, se había formado la Organización de las Naciones Unidas. Dentro de la Carta de las Naciones Unidas se había establecido que podían existir organizaciones regionales, siempre que adaptaran sus cartas o sus constituciones a la Constitución madre de las Naciones Unidas. Esa tarea se realiza en 1948 en Bogotá. En esa circunstancia ocurre el asesinato del líder Gaitán y el llamado “Bogotazo”, que estuvo a punto de hacer fracasar la conferencia, pero finalmente logró adaptarse los estatutos de la vieja Carta de Unión Panamericana para transformarla en la actual Carta de Organización de los Estados Americanos, la famosa OEA. Los artículos 44 y 45 de esta Carta de organización preveían la creación de un Comité Consultivo de Defensa, el que nunca llegó a materializarse.

"Por ello, la Junta Interamericana de Defensa, primero en forma extraoficial, comenzó a cumplir todas las funciones que le correspondían a tal Comité Consultivo. Posteriormente los cancilleres se reunieron y establecieron que hasta tanto la Organización de Estados Americanos contara con sus organismos militares, la Junta Interamericana de Defensa iba a cumplir con esas funciones, o sea: a) estudiar y sugerir las medidas para la defensa continental; b) actuar como órgano de preparación de los planes militares, y c) mantener al día el planeamiento militar para la defensa común.

"El trabajo de esta organización fue muy eficiente, utilizando las llamadas “recomendaciones” (que en realidad no eran recomendaciones sino órdenes; allí se ordenaba qué era lo que había que hacer en el plano militar) y se fue estableciendo la función de los ejércitos americanos y determinó, incluso, quiénes eran nuestros enemigos: en la Segunda Guerra Mundial lo fueron Alemania, Japón e Italia (los países del Eje), cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, nuestro enemigo pasó a ser la URSS. Posteriormente, llegaron a la perfección: al enemigo ideológico; así se fue llegando a que todo lo que se hiciera en nuestros países que pudiera afectar los intereses estadounidenses, o aun de las multinacionales de cualquier origen, o de las oligarquías vernáculas que los sirven, era considerado como un ataque, como un apoyo al enemigo en el conflicto Este - Oeste.

"En 1951, el Congreso estadounidense dicta la ley Nº 165 de Seguridad Mutua. Esta ley permite que las Naciones Americanas intercambien entre sí material de guerra. Por supuesto que nosotros a los Estados Unidos no le vamos a prestar ningún material de guerra. Quien presta material de guerra es Estados Unidos a las naciones latinoamericanas. Y el hecho de prestar material de guerra le otorga a Estados Unidos el derecho de establecer en el país recepcionante una misión militar con fines de asesoramiento.

"Con esto queda prácticamente estructurado la famosa doctrina de la Seguridad Nacional. Las Fuerzas Armadas de nuestros países deben estar preparadas fundamentalmente para luchar contra la subversión interna, eso en especial para el caso del Ejército. La Marina debe facilitar el tránsito por el Atlántico Sur, para que en ese enfrentamiento entre el Este y el Oeste, el Atlántico Sur no sea negado a la navegación de Occidente. Y la Fuerza Aérea debe colaborar con la Marina o con el Ejército de acuerdo con sus respectivas necesidades. Nuestros países no deben organizar tropas para combatir en el exterior. El peso de las operaciones en contra del enemigo principal, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los países del Pacto de Varsovia, será llevado por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Nuestros países tienen que tener pequeños destacamentos de intervención, no sólo porque no confían en poder asignarnos la responsabilidad de un frente, sino, fundamentalmente, para que nuestras banderas figuren en intervencionismos, tipo el de Santo Domingo de 1965, para que los intereses norteamericanos sean defendidos por una aparente comunidad de naciones americanas.

“Incluso en esos programas de ayuda mutua, el material que se facilitaba a nuestros países, como ayuda militar, es precisamente el que se usa para combatir al enemigo interno: prestan camiones, medios de comunicaciones, armamentos portátiles, pero no facilitan artillería ni blindados, que es justamente lo que diferencia a una fuerza armada de una policía. No estoy nombrando a la policía con tono despectivo; la policía tiene una misión bien definida, las Fuerzas Armadas tienen otra y lo peor que le puede pasar a una fuerza armada es convertirse en una policía, como a la policía convertirse en una fuerza armada.

“Todo funcionó perfectamente, hubo incluso un acto social que trajo consecuencias tremendas para nuestros países. Esto ocurrió en 1960, cuando el comandante del Ejército americano en el Caribe, mayor general T. F. Bogart, cuya zona de acción va desde el Río Bravo, límite entre México y Estados Unidos, hasta el Cabo de Hornos, invitó a los comandantes de Ejército americanos a una reunión social en la que además los iba a poner al tanto de cuáles eran los elementos que Estados Unidos podía brindar en ese programa de ayuda militar y, además, cómo se debían emplear esos elementos. Esa reunión les agradó, resolvieron que era conveniente regularizarla, dictaron sus propios reglamentos, y a partir de ahí comenzaron las reuniones de los comandantes en jefe de los ejércitos americanos; Marina y Fuerza Aérea no tardaron en tomar el mismo ejemplo y entonces cada año, o año y medio, según la fuerza, se realizan esas reuniones de coordinación. Esas reuniones de Comandantes en Jefe Americanos (CEA) para la Argentina son de muy ingrato recuerdo. En la reunión de 1965, la V Conferencia en West Point, fue cuando el general Onganía lanzó la doctrina que permite la intervención militar cuando el gobierno civil de alguno de nuestros países no cumple con las leyes y/o no den solución a los problemas nacionales; no determina con qué derechos las Fuerzas Armadas son los jueces que determinan si llegó el momento de intervenir o no, de sacar o no a un poder civil.

"En 1968, en la VIII Conferencia, en Río de Janeiro, el teniente general Lanusse propone instrumentar un mecanismo de vinculación entre la CEA, el TIAR y la OEA. Gracias a Dios esa propuesta fue rechazada por los mismos asistentes.

"Donde se hizo sí un buen papel, [fue] en la X Conferencia de Ejércitos Americanos, año 1973, en Caracas, en la cual el teniente general Carcagno formuló una propuesta que se podría resumir así: que los ejércitos no intervengan más en el ámbito específico de las relaciones exteriores, y que se considere la existencia de otras formas de agresión [...], como las de carácter económico y político, la negación del derecho de autodeterminación de los pueblos, las desventajas que ocasiona el funcionamiento dentro del territorio de algunas de las llamadas empresas multinacionales, el paternalismo de las grandes potencias hacia las menores, la desigual y arbitraria distribución de la riqueza que se genera en cada país, la falta de igualdad de oportunidades para todos los habitantes de un país, etc. Esta importante propuesta fue rechazada lamentablemente por 10 votos contra 6.

"A pesar de todo, el sistema funcionó perfectamente. En 1963 se produjo la intervención multinacional, por supuesto dirigida por Estados Unidos, en contra de la República Dominicana; en 1982 el sistema tembló con la recuperación argentina de su soberanía sobre las islas del Atlántico Sur; en 1983, cuando a Estados Unidos se le presentó el problema de Granada, directamente ni convocó a la OEA, ni a la Conferencia de Ejércitos Americanos, ni al TIAR, ni a nadie; sin ningún eufemismo mandó sus marinos a ocupar la isla.

"En extrema síntesis [...] como conclusión podemos decir que la actual Organización Militar Interamericana y la famosa Doctrina de la Seguridad Nacional presentan, entre otros, los siguientes problemas: responden exclusivamente a los intereses de la potencia hegemónico en América, a los de las clases dominantes de cada país y a los de las compañías internacionales; comprometen a las naciones latinoamericanas con los conflictos que a nivel mundial mantiene el poder hegemónico; son inoperantes para los países en desarrollo cuando no directamente contrarias a ellos, cuando el poder hegemónico debe privilegiar los objetivos de una nación o corporación no americana; el poder de decisión con respecto a conflictos interamericanos y la aceptación o no del derecho de autodeterminación de los pueblos quedan librados al criterio y al arbitrio estadounidenses."



Un repliegue momentáneo


El triunfo electoral de Cámpora provocó el primer repliegue de unas Fuerzas Armadas desprestigiadas y derrotadas por la unión de muchos factores políticos, sociales y económicos, además de su propia deshonra al haberse erigido en rectoras de las decisiones de sus conciudadanos. Pero la derrota completa llegaría el 23 de setiembre de 1973 con el triunfo de la fórmula Perón - Perón, que reunió el 61,85 por ciento de los votos.

La ilusión de un país libre y dueño de elegir su camino duró Poco. Grupos revolucionarios que habían luchado con y sin armas para el regreso de Perón y el repliegue militar descubrieron que su líder no era un revolucionario y se apartaron del partido gobernante. Un año y ocho meses después de asumir la Presidencia, el general Perón murió. Lo sucedió su esposa, vicepresidente, y la brisa se hizo tormenta. Los militares replegados volvieron a escena merced a la actuación de la guerrilla del ERP en Tucumán y de Montoneros en varias zonas del país. Al mismo tiempo que el accionar guerrillero se incrementaba, en 1974 comenzó a actuar la Triple A (AAA) bajo la batuta del ministro de Bienestar Social, José López Rega. Esta organización paramilitar (y con militares) se dedicó a asesinar e intimidar a ciudadanos de izquierda o que por su manera de pensar se vinculaban, en la imaginación fascista, con el enemigo del 'Ser Nacional". Sobre el terrorismo de derecha el contraalmirante César A. Guzzetti, canciller el 30 de octubre de 1976, expresó lo siguiente:

"Mi concepto de subversión se refiere a las organizaciones terroristas de signo izquierdista. La subversión o el terrorismo de derecha no es tal. El cuerpo social del país está contaminado por una enfermedad que corroe sus entrañas y forma anticuerpos. Esos anticuerpos no deben ser considerados de la misma manera que se considera un microbio. A medida que el gobierno controle y destruya a la guerrilla, la acción del anticuerpo va a desaparecer. Yo estoy seguro de que en los próximos meses no habrá más acciones de la derecha, cosa que ya está ocurriendo. Se trata sólo de una reacción natural de un cuerpo enfermo."

Los conceptos del marino canciller Guzzetti parecen expresados por el oficial después de recibir un disparo en la cabeza, cosa que ocurrió y lo dejó semipostrado, pero el hombre era así nomás.



El comienzo del espanto

El 5 de febrero de 1975 fue dictado el decreto N2261 que dispuso: ”Ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán". Y ocho meses después el ámbito de la actuación militar fue todo el país, de acuerdo con el decreto del 6 de octubre de 1975, N9 2.772, que dispuso: "Ejecutar las operaciones militares y de seguridad que sean necesarias a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país".

Importa a esta altura referirnos al "aniquilamiento". Es común aún hoy la invocación militar de que esos decretos fueron los que provocaron, durante su cumplimiento, las miles de víctimas, entre detenidos, muertos y desaparecidos. Ello es falso porque:

- Los decretos no imponían un golpe de Estado para cumplir con lo que ordenaban a las Fuerzas Armadas.

- El aniquilamiento consiste en impedir que el oponente quede en condiciones de continuar la lucha. Naturalmente, durante el combate puede haber muertos y heridos. Pero continuar la agresión contra prisioneros se llama exterminio, y esta palabra no figura en manual alguno.

Los dos decretos de 1975 lograron devolver al centro de la escena a las Fuerzas Armadas para encargarse de la lucha contra la subversión, pese a que ya en ese momento el poder militar de la guerrilla había mermado considerablemente. Pero la magnificación de los acontecimientos tucumanos, elevados a la categoría de guerra contrainsurgente después, más el desquicio político y la presión sindical, convirtieron a un momento difícil en un golpe de Estado latente. Quizá pudo haberse evitado con elecciones anticipadas, pero en realidad el golpe ya estaba en marcha y el motivo real era imponer un modelo económico como el que se siguió. Guillermo Walter Klein, mano derecha de Alfredo Martínez de Hoz, diría el 5 de octubre de 1980 a Clarín: "Ella [la política económica] era incompatible con cualquier sistema democrático y sólo aplicable si la respaldaba un gobierno de facto".

Puesto el Ejército a la cabeza para terminar con el accionar subversivo en todo el país, el general Videla declaró ante periodistas extranjeros, el 24 de octubre de 1975: "Si es preciso en Argentina deberán morir todas las personas necesarias para lograr la seguridad del país".



La primera directiva secreta


El 28 de octubre de 1975 fueron distribuidas veinticuatro copias de la Directiva del Comandante General del Ejército, Nº 404/75 (Lucha contra la subversión), cuyo texto íntegro puede verse en este sitio.


El terrorismo de Estado


En octubre de 1975 ya tenía el Ejército bajo su autoridad a las fuerzas de seguridad y penitenciarias de todo el país, además de tener bajo su responsabilidad primaria todo lo referido a la lucha antisubversiva, por lo que los comandantes de Zona estaban por sobre toda otra autoridad militar de otras fuerzas.

El 23 de diciembre de 1975, el ERP intentó copar el Batallón Depósito de Arsenales 601, ubicado en Monte Chingolo, provincia de Buenos Aires. En realidad, cayó en una trampa muy bien montada por el Ejército, y el intento fracasó a un costo de 85 muertos del ERP y 6 de las fuerzas por entonces legales. Este operativo significó el fin de la capacidad militar del ERP, ya que en el intento desesperado participaron guerrilleros bajados de Tucumán.

Al día siguiente del ataque frustrado, el general Videla, en la zona del Operativo Independencia, dio un ultimátum de noventa días al gobierno para "llenar el vacío de poder y evitar la anarquía y la inmoralidad".

A los exactos noventa días, se dio el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. La presentación del terrorismo de Estado que vendría fue el "Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional", que fue publicado en el Boletín Oficial del 31 de marzo de 1976. Vale la pena rescatar algunos de sus párrafos.

“Artículo 1º- La Junta Militar, integrada por los comandantes generales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, órgano supremo de la Nación, velará por el normal funcionamiento de los demás poderes del Estado y por los objetivos básicos a alcanzar, ejercerá el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas y designará al ciudadano que, con el título de Presidente de la Nación Argentina, desempeñará el Poder Ejecutivo de la Nación. [...]

"Art. 2º- La Junta Militar podrá, cuando por razones de Estado lo considere conveniente, remover al ciudadano que se desempeña como Presidente de la Nación [...]

"También inicialmente removerá y designará a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, al procurador general de la Nación y al fiscal general de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas.

"Ejercerá, asimismo, las facultades que los incisos 15, 17, 18 y 19 del artículo 86 de la Constitución Nacional otorgan al Poder Ejecutivo Nacional, así como también las que los incisos 21, 22, 23, 24, 25 y 26 del artículo 67 atribuyen al Congreso. [...]

“Art. 4º- El Presidente de la Nación tendrá las atribuciones establecidas en el artículo 86 de la Constitución Nacional [...]. En lo que respecta al inciso 16 del citado artículo, los empleos de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas serán provistos por el Presidente de la Nación, a cuyo efecto convalidará las respectivas resoluciones de los comandos generales de las Fuerzas Armadas.

"Art. 5º- Las facultades legislativas que la Constitución Nacional otorga al Congreso, incluidas las que son privativas de cada una de las Cámaras, serán ejercidas por el Presidente de la Nación [...]. Una Comisión de Asesoramiento Legislativo intervendrá en la formación y sanción de leyes [ 1

"Art. 8º- La Comisión de Asesoramiento Legislativo estará integrada por nueve oficiales superiores, designados tres por cada una de las Fuerzas Armadas.

"Art. 9º- Para cubrir vacantes de jueces de la Corte Suprema de Justicia, procurador general de la Nación y fiscal general de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, el Presidente de la Nación convalidará las designaciones efectuadas por la Junta Militar.
'Los nombramientos de jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán efectuados por el Presidente de la Nación. [...] 

"Art. 12.- El Poder Ejecutivo Nacional proveerá lo concerniente a los gobiernos provinciales y designará los gobernadores, quienes ejercerán sus facultades conforme a las instrucciones que imparta la Junta Militar. [...]
"Art. 14.- Los gobiernos nacional y provinciales ajustarán su acción a los objetivos básicos que fijó la Junta Militar, al presente estatuto y a las Constituciones nacional y provinciales en tanto no se opongan a aquéllos.

"VIDELA - MASSERA - AGOSTI"


Los ministros de Jorge Rafael Videla

Antes de seguir con la forma y los resultados de la aplicación del terrorismo de Estado, vale la pena recordar quiénes fueron los hombres encargados de colaborar con Videla en la implementación del Proceso de Reorganización Nacional en todos los terrenos que éste implicaba.

Bienestar Social,  Julio J. Bardi / Jorge A. Fraga
Interior,  Albano E. Harguindeguy
Relaciones Exteriores,  César A. Guzzetti / Oscar A. Montes / Carlos W Pastor
Justicia,  Julio Gómez / Alberto Rodríguez,Varela
Planeamiento,  Ramón G. Díaz Bessone / Carlos Laidlaw
Cultura y Educación,  Raúl Bruera / Juan José Catalán / Juan Llerena Amadeo
Trabajo,  Horacio T. Liendo / Llamil Reston
Defensa Nacional,  José M. Klix / David de la Riva
Economía,  José A. Martínez de Hoz




El papel de la Inteligencia militar


Continuemos con el Anexo 1 (Inteligencia) de la primera directiva secreta.

4. INSTRUCCIONES PARTICULARES REFERIDAS A LOS MEDIOS DE REUNION Y A LAS FUENTES DE INFORMACION

a. Medios de reunión

1) Los Comandos de Cuerpo de Ejército elevarán los días miércoles antes de las doce horas por mensaje militar conjunto, un parte de Inteligencia Semanal al Cdo. Gral. Ej. (Jef. II - Icia) a efectos de mantener actualizada la apreciación de inteligencia correspondiente a este nivel de conducción.

2) Se efectivizará un fluido y permanente intercambio informativo, por el canal técnico, entre las unidades de Inteligencia y el B Icia 601, en todo lo relacionado con la faz ejecutiva de Inteligencia.

El Batallón de Inteligencia 601 era el órgano ejecutivo de la Jefatura Il de Inteligencia del Ejército, autoridad máxima en la materia en todo el país, y la "Inteligencia" fue el "sistema nervioso" del terrorismo de Estado que conectó a las máximas autoridades con los centros de tortura y desaparición de personas, operados por personal de Inteligencia.

El que se muestra a continuación es un esquema aproximado del Destacamento de Inteligencia 141, de Córdoba, asiento del Comando del Cuerpo de Ejército III, a cargo de la Zona 3.

El Destacamento de Inteligencia 141 dependía directamente del comandante del Cuerpo de Ejército III. Este comando tuvo jurisdicción y responsabilidad sobre la Zona 39 (Córdoba, San Luis, San Juan, Mendoza, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Tucumán, Jujuy). Por los crímenes cometidos contra prisioneros constituyó, después de la Zona I, la de más casos comprobados.

La Perla fue el nombre dado a un CCD (Centro Clandestino de Detención) ubicado en campos de la guarnición militar Córdoba, que dependió directamente del Destacamento de Inteligencia 141 como parte de su organigrama funcional. Curiosamente, y por azar, Perla es el nombre de la esposa del general Luciano Benjamín Menéndez, acusado por cerca de 800 casos de desaparición de personas, beneficiado con el desprocesamiento de la Corte Suprema. 




La feudalización del país


La Argentina sin República se repartió en cinco feudos llamados zonas, y sus correspondientes divisiones en subzonas y áreas:

Zona 1: Capital Federal, casi toda la provincia de Buenos Aires y provincia de La Pampa.

Zona 2: Provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.

Zona 3: Provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.

Zona 4: No tuvo subzonas sino áreas. Abarcó los partidos de Escobar, Tigre, San Isidro, San Martín, San Fernando, Vicente López, General Sarmiento y Tres de Febrero.

Zona 5: Parte sur de la provincia de Buenos Aires y las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Territorio Nacional de Tierra del Fuego.



Las áreas libres

Para ilustrar sobre este modo utilizado por el terrorismo de Estado para secuestrar personas, he elegido un acta secreta firmada por los Comandantes de las Zonas 1 y 4, generales Carlos Guillermo Suárez Mason y Santiago Omar Riveros, respectivamente.

APENDICE 1 (Acta acuerdo entre el Cdo. Z4 y el Cdo. Z1) AL ANEXO 4 (Ejecución de blancos) A LA ORDEN DE OPERACIONES Nº 9/77

A los diecinueve días del mes de abril del año mil novecientos setenta y siete, entre el señor Comandante de Zona 1, General de División D. Carlos Guillermo Suárez Mason y el señor Comandante de Zona 4, General de División D. Santiago Omar Riveros, se labra la presente acta a fin de dejar establecidas las reglas a que se ajustarán los requerimientos de autorización para ejecutar operativos encubiertos, por elementos de una Zona en la jurisdicción de una zona vecina. Tales disposiciones entrarán en vigencia a partir del 021200 May 77.



I. ASPECTOS GENERALES

1. Es finalidad primaria de esta Acta-Acuerdo, el arbitrar los medios que anulen o reduzcan sensiblemente los actos de pillaje, robo, etc., contra la propiedad privada, a la vez que posibilitar el máximo control de las operaciones encubiertas.


II. REQUERIMIENTOS DE Z4 A Z1 (EJEMPLO)

1. Z4 pide “área libre" a Z1: Se concretarán los siguientes puntos:

- Objetivo (dado un punto, el área libre cubre una circunferencia
de tres cuadras de radio).

- Hora en la que operará.

- Vehículos (cantidad, marca, tipo, chapa, color)

- Personas (cantidad y sexo)

- Señal de reconocimiento

2. Z1 comunica al COT (Centro de Operaciones Táctico) de la Subzona que corresponde el requerimiento y una vez coordinado otorga el "área libre" a Z4.




Más órdenes secretas


La convicción de estar inmersos en la "Guerra Subversiva Marxista", cuyo objetivo era la "apropiación de las mentes para que cayeran las naciones" quedó escrita en sucesivas y por demás curiosas órdenes secretas.

Aquella primera directiva 404/75 de Videla fue complementada con la "Orden Parcial 405/76", del 21 de mayo de 1976, firmada por el general Roberto Eduardo Viola, jefe del Estado Mayor del Ejército. Por esa orden quedaron bajo control operacional de su arma casi doscientos mil hombres organizados y armados pertenecientes a las tres Fuerzas Armadas, policías Federal y provinciales, Prefectura, Gendarmería, servicios penitenciarios y delegaciones de la SIDE. Como hemos visto, el oponente armado no pasaba, en ese momento, de 600 personas distribuidas en todo el país. Pero el enemigo era descrito por Videla de esta manera: "El terrorismo no es sólo considerado tal por matar con un arma o colocar una bomba, sino también por atacar a través de ideas contrarias a nuestra civilización occidental y cristiana a otras personas".

A medida que los centros clandestinos de detención se llenaban de prisioneros, en gran cantidad desaparecidos de acuerdo con testimonios de muchos de los casi diez mil sobrevivientes, los argumentos para insistir con la "lucha contra la subversión" - no la llamaban guerra en esos tiempos - comenzaban a carecer de un enemigo armado capaz de "tomar el poder" camas lo fue). Y ello se advierte en las sucesivas órdenes secretas porque cuanto menor es el oponente armado descrito en ellas más se agranda la cantidad de grupos sociales sobre los que había que mantener control y "depurar para extirpar el mal del marxismo".

El 17 de diciembre de 1976 el general Viola estampó su firma en dos reglamentos secretos impresos en el Instituto Geográfico Militar. Estos ejemplares fueron distribuidos solamente entre comandantes de zonas, subzonas, áreas y jefaturas y comandos de las otras fuerzas armadas.

Del profuso articulado que llena cientos de páginas se han extraído para El escuadrón perdido aquellos acápites que por su criminalidad resultan casi increíbles de ser parte de reglamentos de un ejército actual.

a) "Operaciones contra elementos subversivos" (R-C-9-1):

"4003 i): Aplicar el poder de combate con la máxima violencia
para aniquilar a los delincuentes subversivos donde se encuentren. La acción militar es siempre violenta y sangrienta... El delincuente subversivo que empuñe armas debe ser aniquilado, dado que cuando las FF.AA. entran en operaciones no deben interrumpir el combate ni aceptar rendición. 4008: el ataque se ejecutará: a) Mediante la ubicación y aniquilamiento de los activistas subversivos. 4003: También se podrá operar en forma semi independiente y aun independiente, como fuerza de tarea. 5007: h) Las órdenes: como las acciones estarán a cargo de las menores fracciones, las órdenes deben aclarar, por ejemplo, si se detiene a todos o a algunos, si en caso de resistencia pasiva se los aniquila o se los detiene, si se destruyen bienes o se procura preservarlos, etc. 5013: Emboscada: esas oportunidades de lograr el aniquilamiento no deben ser desaprovechadas, y las operaciones serán ejecutadas por personal militar, encuadrado o no, en forma abierta o encubierta."

b) "Instrucciones para operaciones de seguridad" (RE-10-51):

"3002; 8) Elementos a llevar: capuchones o vendas para el transporte de detenidos a fin de que los cabecillas detenidos no puedan ser reconocidos y no se sepa dónde son conducidos. 3004: Los tiradores especiales podrán ser empleados para batir cabecillas de turbas o muchedumbres. 3021: La evacuación de los detenidos se producirá con la mayor rapidez, previa separación por grupos: jefes, hombres, mujeres y niños, inmediatamente después de la captura. 4004: Informantes: deberán ser inteligentes y de gran carácter y deberán tener una razón para serlo (creencia, odios, rencores, política, ideología, dinero, venganza, envidia, vanidad, etc.)."

Los dos reglamentos de los que se tomó la información antecedente permitían disparar sobre desarmados, robar niños separándolos de sus madres y la utilización de centros clandestinos de detención como lugares secretos para familiares de las víctimas. Además se utilizaba el término aniquilar como sinónimo de asesinar o exterminar y se oficializaba el saqueo.

En semejante ambiente vivían soldados ya de 18 años. Videla, como comandante en jefe, en la descripción de la "Situación general" de la directiva 504/77 afirmaba que la acción militar contra las organizaciones subversivas había sido positiva y más eficaz que la acción de gobierno. Para corregir la situación ordenaba actuar sobre las "bases filosóficas-ideológicas de la subversión, sobre las causas que esgrime y explota el oponente (frustraciones - contradicciones, y sobre los efectos, traducidos en sus acciones armadas y de insurrección de masas)".

Sin embargo, según la propia Inteligencia militar, en mayo de 1978 el ERP estaba aniquilado y la situación de las agrupaciones armadas de Montoneros variaba entre "muy fuerte desgaste y próxima a ser aniquilada" a directamente "aniquilada". Así lo ilustra (véase página siguiente) el gráfico del Suplemento I (BDSM Montoneros - Despliegue y desgaste actual) al Apéndice 8 (Actualización de la situación subversiva) al Anexo 1 (Inteligencia) a la Directiva del CJE. Nº 504/77 (Continuación de la ofensiva contra la subversión durante el período 1977 / 78).


Las cifras del terrorismo de Estado

En 1976 ya no había irregulares armados en cantidad y potencia de fuego significativas. Sin embargo, fue desde ese año cuando las desapariciones de personas y asesinatos de indefensos llegaron al extremo, como lo muestran los siguientes cuadros. El primero ilustra la evolución de los centros clandestinos de detención. El segundo - donde no figuran las personas fallecidas y que fue elaborado solamente sobre la base de 7.827 casos de personas desaparecidas de las cuales se tuvo certeza en cuanto a fecha y lugar de secuestro -, aunque en modo alguno representa el total de desaparecidos, traza la curva de la barbarie.

 

Personas Desaparecidas

Zona 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983
1 4 6 7 52 173 1789 1896 620 87 43 10 3 4
2 2 1 8 56 199 161 33 6 8 3 3 2
3 4 3 2 29 233 990 300 181 28 5 4 1 2
4 2 2 1 7 17 436 227 57 13 1 2 1
5 1 7 2 6 111 63 6 3 1 4

 

Resulta importante a esta altura presentar en números las personas cuya muerte fue atribuida a la guerrilla por las autoridades del Proceso de Reorganización Nacional:


MUERTES ATRIBUIDAS A LA GUERRILLA DESDE EL 29 DE MAYO DE 1970 HASTA EL 20 DE DICIEMBRE DE 1978:

Militares Oficiales Suboficiales Tropa Totales
Ejército 55 26 36 117
Armada 8 9 17
Fuerza Aérea 8 5 13
Gendarmería 3 2 6 11
Prefectura 2 2
Policía Federal 23 58 85 166
Policía Bs. As. 32 89 39 160
Policía Catamarca 11 14 26 51
Policía Corrientes 1 1
Policía Chaco 1 1
Policía Formosa 2 1 3
Policía Mendoza 4 4
Policía Jujuy 3 1 4
Policía Santa Fe 14 10 12 36
Policía Tucumán 4 7 5 16
Serv. Penitenciario 7 7 14
Policía Ferroviaria 4 4
              
Civiles Hombres Mujeres Menores
87 23 4 114
              
Total General 734

 

1. Soldados, agentes, gendarmes o guardia-cárceles, según la fuerza de que se trate. 
DESDE EL 24 DE MARZO DE 1976 HASTA EL 20 DE DICIEMBRE DE 1978

- En tres atentados con explosivos 39
- Personas secuestradas 3 (1) 
- En emboscadas 16
- Total 58


La lectura de las cifras que vinculan la capacidad militar de la guerrilla con el número de desapariciones hasta el año 1978 da testimonio elocuente de que esto no fue una guerra sino una cacería.

 


(1). Se atribuyó el secuestro de la señora Elena Holmberg y el del embajador Felipe Hidalgo Solá a la guerrilla.

 

 

Indice General de El Escuadrón Perdido