Méndez, José Delinio

El Escuadrón Perdido, por José Luis D'Andrea Mohr.
  
 


Nació: 9 de marzo de 1955 
Desapareció: 4 de noviembre de 1976 
Unidad: Grupo de Artillería de Montaña 6
Jefe: Teniente coronel Luis Hugo CREMONA 
Comandante de Zona: General Osvaldo R. AZPITARTE 
Comandante de Subzona: General José Luis SEXTON 
Comandante de Subzona CCD Rawson: General Cristino NICOLAIDES
Comandante de Subzona CCD La Plata: General Adolfo SIGWALD
Comandante de Zona CCD La Plata: General Carlos G. SUAREZ MASON


El 12 de abril de 1977 el padre de José Delinio MENDEZ recibió una carta como respuesta a su pedido de noticias del hijo. La misiva llevaba la firma del segundo comandante de la Brigada de Infantería de Montaña VI, coronel Eduardo Vicente CONTRERAS SANTILLAN, y expresaba que el joven había sido puesto en libertad el 4 de noviembre de 1976 y que había sido transportado en un vehículo militar hasta una cuadra de distancia de la terminal de colectivos de Bahía Blanca para que tomara un ómnibus a Cutral Có (ciudad donde residía la familia). La carta también decía que el soldado había tenido diez días de licencia pero, al no regresar, lo habían dado de baja por desertor. La nota de CONTRERAS SANTILLAN finalizaba así: "Es también preocupación e interés de este Comando de Brigada que su hijo se presente para regularizar su situación respecto al servicio militar que dejó inconcluso".

¿Qué había ocurrido?

José Delinio prestaba servicios en la sala de armas de una de las baterías del Grupo de Artillería de Montaña 6. La noche del 14 de junio de 1976 lo despertaron, le retiraron su ropa de soldado y, vestido de civil, lo trasladaron desde el cuartel de Junín de los Andes a Neuquén, donde quedó detenido en las instalaciones del Batallón de Ingenieros de Construcciones 181, bajo el mando del teniente coronel Braulio OLEA.
Sus padres, ajenos a lo ocurrido, fueron a Junín de los Andes el 20 de junio para presenciar la jura de la bandera del hijo. Recién entonces se enteraron de que el muchacho estaba "en comisión" en Neuquén. Viajaron hasta los cuarteles de esa ciudad, donde los atendió un suboficial -era feriado- que les dijo que el soldado no estaba allí. Desilusionados, preocupados y conscientes de que se les ocultaba información, regresaron a Cutral Có.

Al día siguiente, los padres de José Delinio recibieron una carta de un soldado detenido en los calabozos del Batallón de Ingenieros de Construcciones 181 en la que les avisaba que el hijo estaba preso en esa unidad.

El padre de José Delinio viajó de inmediato a Neuquén y fue recibido por el teniente coronel OLEA, quien, después de algunas vacilaciones, admitió que el joven estaba detenido bajo su responsabilidad pero a disposición de la División Inteligencia del Comando de la Brigada de Infantería de Montaña VI. El padre se trasladó a esa unidad y habló con su jefe, el mayor REINHOLD, quien le aclaró que el soldado estaba incomunicado.

El 23 de junio de 1976 los padres del soldado volvieron a Neuquén y el mayor FARIAS, del Comando de la Brigada de Infantería de Montaña VI, les permitió ver al hijo por quince minutos en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 181. Durante esa corta visita se enteraron, por el relato del hijo, de que había sido torturado, golpeado e interrogado para que confesara algo referido a un plan para robar armamento de la sala de armas donde se desempeñaba como ayudante del encargado. No pudo identificar el lugar de las torturas pero dijo que quedaba muy cerca de los calabozos si se llegaba en un vehículo; además, le había parecido escuchar que nombraban a un tal "GOMEZ ARENAS". Así se apellida el mayor de nombre Mario Alberto, jefe del Destacamento de Inteligencia 182, Neuquén. En cuanto al lugar de interrogatorio y torturas, pudo ser "La Escuelita", centro clandestino de detención ubicado dentro del predio del Batallón de Ingenieros de Construcciones 181.

José Delinio fue pasado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y alojado en la Unidad 9 de Neuquén; de allí lo trasladaron al penal de Rawson, donde pudo ser visitado por los padres, una hora por día, entre el 10 y el 16 de octubre de 1976.

El 11 de noviembre de ese año la familia MENDEZ recibió una nota firmada por el mayor FARiAS en la que les anunciaba que José Delinio ya estaba en libertad.

Lo demás ya fue relatado. No hubo libertad sino desaparición. El habeas corpus interpuesto por los padres fue rechazado por el juez federal de Neuquén cuatro veces.

El juez rechazante en 1979 fue el doctor Pedro L. DUARTE, abogado que antes de ser nombrado magistrado había sido mayor auditor del Comando de la Brigada de Infantería de Montaña VI.

José Delinio jamás apareció.

 

 

 

 
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