Saludos.

Jorge

(La foto) tiene toda una historia. Todas las fotos tienen historia, especialmente cuando las ves después de mucho tiempo o te la pasaste mirándolas mucho tiempo. Las fotos se ven con la mirada y se entienden con la imaginación que es uno de los elementos de la memoria. Tienen las ventajas y las desventajas de un resumen, son un símbolo pero siempre resultan insuficientes.

Estábamos en Bariloche, en la costanera que da sobre el Nahuel Huapi. Habíamos ido allí en invierno del 72, cuando todavía estábamos en el colegio. Eran los primeros tiempos de militancia en la época de Lanusse. Estudiábamos en el Otto Krause, el colegio que está todavía sobre Paseo Colón, entre México y Chile. Una división del colegio, creo que era gente de Eléctrica (había cuatro especialidades, Eléctrica, Construcciones; Mecánica y Química, nosotros éramos químicos), había organizado un viaje de egresados a esa ciudad y para ello contratado un micro. A último momento les sobraron lugares y nos vendieron algunos pasajes a precio de risa. Entonces nosotros, que nos gustaba el rock y empezábamos a meternos en política, decidimos irnos de viaje. Por esos tiempos habíamos dirigido una huelga grande por cierto decreto que había elaborado el Ministro de Educación de ese entonces, Malek, que apuntaba a minimizar los alcances del ejercicio de la profesión técnica (en el Krause nos recibíamos de técnicos, y lo ironizábamos bajo el lema "el técnico es técnico en cualquier lugar que esté y con cualquiera herramienta que haiga"). La cuestión es que fuimos a Bariloche en invierno, en carpa, y a los pocos días de estar allí se largó una nevada imposible. Dormíamos en una carpa de Chacha (el que está a la izquierda de la foto, saludando), Eduardo "La Foca" Murillo, Daniel Micucci (el que tomó la foto) y yo, que soy el que está de boina, anteojos espejados y bufanda. Cuando nos despertamos esa mañana de la nieve, era por la queja de La Foca que decía que se estaba cagando de frío porque tenía los pies congelados. La cuestión es que como era grandote, medía más de 1,90, durante la noche había sacado los pies (dentro de la bolsa de dormir) afuera, y estaban cubiertos de nieve. No recuerdo bien el día que tomamos esa foto, supongo que habrá sido después de aquello porque me parece recordar que ese día era soleado y el cielo estaba brillante. La Foca siempre andaba de gamulán, era característico verlo así; lo recuerdo siempre de gamulán, calzando zapatos Juliano (tenía buenos gustos en esos tiempos) y con ese andar ligeramente desgarbado que le valió ese apodo. Chacha, La Foca y Daniel se recibieron ese año, yo al año siguiente. Ellos entraron en Exactas en el 73 y yo en el 74. En Exactas Antonio y La Foca se integraron a la JUP. Cuando yo entré un año más tarde me incorporé a la agrupación, aunque con diferencias en la línea política. Militamos juntos unos meses, luego yo me abrí por desacuerdos políticos, pero seguimos siendo amigos. En el 76 Chacha y yo nos pasamos de facultad, ingresamos a Farmacia y Bioquímica. Ellos abandonaron la facultad, y siguieron militando. La última vez que nos vimos fue en casa, en noviembre del 76, pocos días antes de que secuestraran a La Foca y a Daniel. Supimos que a La Foca lo llevaron de su casa, en Avellaneda; a Antonio lo secuestraron en donde trabajaba, una empresa que se llamaba Anilinas Argentinas, que estaba por la zona norte del Gran Buenos Aires. También secuestraron a la hermana de Daniel.

Son historias antiguas, de otro tiempo. De los que empezamos a militar en esa época en el Krause desparecieron varios muchachos: ellos dos, Eduardo Murillo y Daniel Micucci; Jorge Néstor Livio, de Eléctrica, que luego fue secretario de la JUP de UTN ; Jorge Claudio Lewi, químico, también de la JUP de Exactas; Claudio Di Rosa. Con Chacha seguimos siendo amigos y nos vemos todas las semanas. Creo que no pasamos un día luego de esos años en que no nos acordáramos en algún momento de ellos. Coincidimos con él en que si todavía estamos aquí es porque ellos aguantaron lo imposible.

Con afecto y memoria. Jorge