desaparecidos

Sin Marcos


POSTALES DE LA ALDEA AUTORITARIA I






Las cuatro hornallas de doña Landa

Este fin siglo estará marcado hacia el futuro al menos por dos motivos en la lucha por los derechos humanos, el del genocidio impune capitalista y el papel protagónico de la mujer como género y grupo activo en la lucha social.

Los campos de concentración, los secuestros y las persecuciones políticas e ideológicas fueron inventados para amedrentar a los que luchaban por un avance en las condiciones de vida de un pueblo, a los que demostraban el valor de la oposición político social a regímenes represivos y de opresión a millones.

Esta democracia es una de esas resultantes, en las cúspides institucional, económico y social.

Ha tejido sobre los cuerpos de millones seres humanos del filtro de mirar y actuar en el modo de un esclavo, imprimió por terror inducido las torturas y la matanza y la huida ante los a cambios.

Ha inventado soldados obedientes sobre la realidad de ciudadanos soberanos y libres, ha organizado batallones de arrodillados ante un imperio a las órdenes de un corrupto y perverso sistema de dominio.

Pero la realidad del sufrimiento, el hambre y la sensación de injusticia no es de naturaleza borrable, y los movimientos y sensibilidades a la brutalidad del sistema existen.

En Tucumán, la Plaza Independencia , el principal escenario desde su refundación como ciudad hace más de 300 años unas mujeres de pañuelo blanco dan vida a los símbolos de otras humanidades posibles sin resignación , sin mentiras, desde su cuerpo de madres y sus gestos militantes.

El cambio es una revolución, cambios en los órdenes de la cultura, el poder, la economía, los valores, las relaciones sociales etc.

Pero el orden es sostenido por muchos pequeños torturadores y serviles al dinero y al poder de genocidas legitimados.

Mientras Las Madres avanzan con los años, mientras maestras se debaten en huelgas, y las mujeres de la provincia toman ingenios para salvar las fuentes de trabajo, otras estudian para licenciarse, y miles se presentan a buscar trabajo ...el sistema insiste en sus cínicas creencias.

El bussismo representa una de las creencias corporizadas en el estado hoy.

La responsable de la Secretaría de la Mujer presenta por la televisión (como espacio pagado en el canal oficial) no un plan de obras, no la muestra fehaciente del obrar en sus pasillos de esa gran casa frente a la plaza no, no. Presentado con primeros planos de su rubia cabeza habló durante minutos del libro de cocina impreso por esa secretaría para solventar el esfuerzo del hogar.

Al tiempo que se desarrolla La Feria Internacional del Libro habrán miles que no podrán pasar, a otros no les alcanzará para pagar el pasaje, otros seguirán trabajo o que sigan abriendo escuelas para adultos para así poder leer.

O sea, el libro estará escrito para entendidos en el arte culinario con la idea de que la vida de la mujer tucumana en la cabeza de esta (dis)funcionaria pasa en la cocina, ni qué argumentar en contra.

Disfuncional a un movimiento social de mujeres disfuncional a la historia , funcional ,si, al dominio oligárquico de esposas beatas bautizadoras de hijos de obreros en los ingenios, limosneras y religiosas siempre obedientes al deseo de su marido y obedientes al silencio de las aventuras y crueldades de su marido, ellas cuelgan sus esperanzas en las ollas de la cocina, donde quizá otra mujer le sirve la mesa.

Ella tiene la certeza de obrar para ese lugar en el hogar en las que depositó dios a plazo fijo, ella quiere que al menos atiendan bien a los maridos tucumanos que después de izar las banderas los días miércoles sean obedientes en la plaza con el gobernador asesino y agachen la cabeza frente al sueldo en baja.

Pero en las cocinas tucumanas las hornallas son el eje del chiste machista del cerebro de una mujer.

¿Cúantas neuronas posee un sistema que hace semejante gasto para anunciar semejante obra? ¿No era un chiste eso de las cuatro neuronas y la relación con la cocina? Pero así precisamente se califica a la editora del libro en cuya casa así como en el sistema que les da sentido las ollas de la impunidad sólo segregan olor a carne podrida. No es sólo una ingrata sorpresa y un absurdo chiste provinciano. Es verdad, el corto publicitario de al más de tres minutos y el libro existen, así como el chiste.

El de la mujer atada a una cocina es el retrato de la ideología oligárquica local, y no es el único. La imagen de la mujer en este sistema tiene una precisión de pocos sabores. Ya prenda usted la televisión en los canales nacionales y le venden cocinas que usted no puede pagar, recetas de 50 pesos por menú; ya vea el rol de lotería populista y discurso amarillo y lavado de los personajes femeninos en la misma pantalla.

Una mujer que lucha, una mujer que trabaja, simplemente una mujer que vive apretando los dientes como cualquiera, está por fuera del recetario de la provincia. Pero no es la única de las sorpresas.

Anteriormente apareció la secretaria cocinera haciendo juegos de propaganda por televisión como candidata a convencional nacional transmitiendo al público de que no se debe dejar a dios de la constitución. Por derivación, si la votaban a ella, el dios entraría, ella será su manager. Ella lo garantizaba y el voto a fuerza republicana además de beatificar la argentina menemista excomulgaba a los ateos (que cada año se quedan sin pan ni trabajo).

A fin de cuentas ella era la representante del dios occidental y cristiano a quien su líder había hecho todos los sacrificios.

El dios entró junto con la reelección menemista y el pacto UCR - PJ y las nuevas privatizaciones, todo cocinado.

En otro corto, también afirmaba que los derechos de la mujer sería bien representados. Por supuesto que el rol de la mujer era en el hogar y no otra cosa y así que ahora se hace cargo de esas palabras, la muy coherente.

Mientras tanto en la Plaza Independencia, Las madres dan vueltas con el corazón y los sueños de estómagos llenos de un país mejor; pero el domingo, Natividad Ortiz preparará (sin recetas malolientes) las más ricas empanadas para los nuevos hijos que le nacen en el camino sin adaptarse al sistema de las cuatro hornallas.

Yel chiste machista cobrará una fuerza diferente, estará corporizado en una representación del estado de la impunidad, encarnado en los que piensan que se debe pensar por recetas del FMI o de un cuartel ordenado por cuatro hornallas, una por cada una de sus neuronas.

San Miguel de Tucumán, mayo de 1997
Raúl Mauricio Carrizo





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