desaparecidos

Sin Marcos


Requiem in limbus
(de los años infames)







No sabíamos que lo sabíamos,
no queríamos.
De resultas trampas,
silencios, confidencias.
Miradas desviadas al ombligo,
o al circo,
aquel de los leones
tomados de la cola con los elefantes,
el de los payasos con fusiles,
de las jaulas sin monos.

Tropezando con la ignorancia,
creímos pisar cordones sueltos,
anudamos viajes,
sólo de regreso.

 Echamos al mar la duda,
buzos después,
redes vaciadas,
carnada inútil,
fuimos,
quisimos serlo.

 Enterramos la inquietud
en tumbas huecas,
cegadas de indiferencia.

Colocamos lápidas analfabetas, 
requiem limbus,
gheto afuera.

 No bastó.
La súplica exiló poemas,
ángeles o diablos,
Y las bestias en el redil
pisoteaban el guano,
pastaban la carne.

Extasiados gritamos gloria,
como capitulamos y nada decimos.

No sabíamos que sabíamos,
o sólo atamos la trompa
a cola de elefante,
que circo, bosta, engendro vil,
abortaba los trigos,
y comía los retoños.

 Ahora,
qué sabemos que sabemos?
Pista circular,
en espiral centrípeto.
Rebotamos al ombligo,
núcleo, platea silente.
Carrusel, 
derredor ajeno.
Aferramos la sortija de mierda,
biberón amargo.

 Mientras alguien 
abre sepulcros,
lanza halcones sobre el agua,
por si fuera necesario.

 Y recitamos poemas bálsamos,
Arrodillados coreamos
plegarias reveladas,
cabezas en el cepo,
aguardando la hoja.


Por R.F.



{-- Poesías