Mansión
Seré / Quinta de Seré / Atila
(Bs.As.) (LRD)
Ubicación:
Calle Blas Parera N° 48, en el límite entre Castelar e Ituzaingó, Partido de Morón, provincia de Buenos Aires.
Descripción:
Casa antigua de dos plantas, rodeada de parque, en las ochavas, puertas y
ventanas altas, con celosías siempre cerradas. En el primer piso, cocina con luz
natural, baño con bañera y varias habitaciones más.
Los terrenos donde estaba ubicada formaban parte de una propiedad de 60
hectáreas que perteneció, hacia la segunda mitad del siglo XIX, al francés Juan
Seré, quien, como muchos otros inmigrantes, había hecho una gran fortuna con la
ganadería.
En ellos levantó una casa de dos plantas, inusual en esa época para la zona
oeste, que sería conocida como Mansión Seré, de estilo arquitectónico europeo,
de forma rectangular, de dos plantas, contaba con techo de tejas y revoques en
cemento.
Ya hacia fines de 1930, los descendientes de Juan Seré iniciaron el loteo de la
propiedad, dando paso a la progresiva urbanización del lugar y originando el
barrio que llevó el nombre de la familia: Barrio Seré. Una fracción de 5
hectáreas donde se encontraba la mansión fue adquirida en 1949 por la
Municipalidad de Buenos Aires, permaneciendo por décadas abandonada.
Durante la dictadura militar de 1966-1973, la autoridad de facto de la
Municipalidad de Buenos Aires autorizó la utilización de la casona como Casino
de Oficiales de la VII Brigada Aérea de Morón, lindante con la propiedad,
inaugurando la presencia militar en la zona.
Tras el golpe de 1976, siendo interventor el Comodoro Ignacio Héctor Burgos e
Intendente de Buenos Aires el Brigadier Osvaldo Cacciatore, la Mansión, que
pertenecía al Instituto Municipal de Previsión Social, fue cedida a la VII
Brigada Aérea con asiento en Morón, que se hallaba bajo las órdenes del
Brigadier Miguel Ángel Comes. Entre el ´77 y el ´78 funcionó como centro
clandestino de detención bajo la jurisdicción de la Fuerza Aérea con asistencia
de la Policía Bonaerense de Castelar, que en la jerga de los represores era
conocido como "Atila" o "La Mansión".
A pesar de los estrictos controles y vigilancia a que estaban sometidos los
prisioneros alojados en la casona, una fuga fue posible y con ello el principio
del fin para este Centro Clandestino de Detención. El 24 de marzo de 1978, en
coincidencia con el segundo aniversario del golpe militar, Claudio Tamburrini,
Daniel Rusomano, Guillermo Fernández y Carlos García lograron evadirse
descolgándose desnudos y esposados desde una ventana del primer piso. Pocos días
más tarde, la Mansión fue dinamitada.
Fotos tomadas en 1985, antes de su demolición total
En 1985, ya en democracia, durante la gestión de gobierno del Intendente de
Morón Néstor García Silva, la Municipalidad de Buenos Aires, cedió el predio
mediante comodato por diez años a la Municipalidad de Morón, para que fuera
destinado a levantar un centro deportivo y recreativo. Según los impulsores del
proyecto se buscaba con esto "crear vida donde existió muerte".
Actualmente se están realizando trabajos de excavación.
Ver
"Como funcionaba el
centro clandestino"
(Capítulo 5 del libro “Mansión Seré” de Norberto Pedro Urso)