El
continente americano se encuentra bajo ataque externo e interno. América
Latina, una parte integral de la comunidad occidental, está siendo invadida por
satélites y sustitutos apoyados y abastecidos por los soviéticos. La implosión
de la presencia norteamericana en el Caribe y en Centroamérica, la ruta marítima
y el centro refinador de petróleo del continente americano, continúa. Mientras
tanto, las naciones iberoamericanas que siguen siendo independientes, dudando de
la voluntad y de la disposición de Estados Unidos, buscan desesperadamente
poner a salvo su propia situación estratégica y económica.
Las
heridas que tiene Estados Unidos son autoinflingidas. Una acción decisiva, como
la ocupación de la República Dominicana en 1965, ha sido reemplazada por una
acción retrógrada, como ha sido el caso
de los tratados entre Carter y Torrijos en 1978, y por un acomodamiento ansioso,
tal como ha sido puesto en evidencia por la cancelación del ejercicio aeronaval
Solid Shield ‘80, en mayo de 1980,
después de una propuesta efectuada por el presidente de Panamá acerca de la
presencia provocativa de las fuerzas norteamericanas en el Caribe.
El
Comité de Santa Fe sostiene que el esfuerzo norteamericano por socializar a los
soviéticos y a sus títeres hispanoamericanos es simplemente un camuflaje para
el acomodamiento ante la agresión. Por lo tanto, el Comité de Santa Fe insta a
que Estados Unidos tome la iniciativa estratégica y diplomática, revitalizando
el Tratado de Río y la Organización de Estados Americanos, proclamando d
enuevo la Doctrin Monroe, estrechando ls nexos con los países claves, y
ayudando a las naciones independicentes para que sobrevivan a la subversión.
Además,
el Comité de Santa Fe propone que Estados Unidos inice una campaña ideológica
y económica, desarrollando un plan energético para el continente americano,
aliviando la carga de la deuda latinoamericana por medio del estímulo a la
formación de capital hispanoamericano, ayudando a la industria ya a la
agricultura iberoamericana por medio de l comercio y la tecnología, y, sobre
todo, proporcionando el ideal que se halla detrás del instrumento de la política
exterior, por medio de programas de educación diseñados para ganar las mentes
de los hombres. Las ideas que se
hallan detrás de la política son
esenciales para la victoria.
Por
cierto, en la guerra no hay sustituto para la victoria, y Estados Unidos está
comprometido en la Tercera guerra Mundial. las dos primeras fases, la contención
y la distensión, han sido sobrepasadas por el escenario soviético del doble
envolvimiento: acorralar a la República Popular China y estrangular a las
naciones occidentales industrializadas, controlando su petróleo y sus
minerales. Asia del Sur e Iberoamérica son las regiones en las que actualmente
se materializa la agresión.
América
Latina es vital para Estados Unidos: la proyección del poder mundial de Estados
Unidos siempre ha descansado en un Caribe cooperativo y en una América Latina
que ha brindao apoyo. Para Estados Unidos el aislacionismo es imposible.
Contener a la Unión Soviética no es suficiente. La distensión ha muerto.