La seguridad nacional como ideología

Memoria Debida

 

 

El pensamiento militar de la época quedaría plasmado en el texto de la conferencia de prensa ofrecida el 9 de enero de 1962 por el ex comandante en jefe del ejército, Teniente General Carlos Severo Toranzo Montero. Parte del texto de su exposición es el que sigue:


"(...) El cambio profundo estaba impuesto por una apreciación constante y responsable sobre la gravedad de esa realidad. Ella entraña amenazas mortales para nuestra existencia nacional en su auténtico contenido histórico y cultural, como consecuencia de la agresión de que es objeto el mundo occidental y, en particular, nuestro continente americano, enfrentados a la estrategia global (político-militar-social-económico-cultural) del bloque comunista."

(...) Consciente de esta situación, corroborada y agravada de la manera más rotunda por la captura política de Cuba por el bloque comunista chino-soviético, y convertido el país, situado en el corazón mismo del continente, en base adelantada de operaciones de este bloque, el Ejército Argentino, a la sazón bajo mi mando, orientó los planes de defensa nacional -en la parte que le corresponde- de manera de hacer frente al verdadero peligro que se cierne sobre la patria y el continente.

(...) La defensa nacional en los países americanos sólo puede tener validez práctica coordinándola con la defensa continental. 

(...) Las Fuerzas Armadas no se apartan de su misión específica si permanecen atentas a la situación real del país y detectan, como "radar salvador", la presencia de enemigos de la Patria sea cual fuere el lugar en que se ocultan. 

(...) El Ejército así como las otras fuerzas armadas, son instituciones que dentro de la organización del Estado tienen fines específicos de cuyo cumplimiento no pueden desertar sin destruir su propia razón de ser. Su función vestal es permanente y trasciende a la periodicidad de los gobiernos que erige la democracia representativa para realizar los fines legítimos de la colectividad, pero nunca para destruir el ser nacional, porque entonces desaparece el sujeto determinante de su voluntad".


En 1960, año importante en lo que llamaremos el bautismo de la "diplomacia paralela", los personajes que siguen tenían las edades que mostramos:

 

Jorge Rafael Videla 35 años
Roberto E. Viola 36 años
Albano Harguindeguy 33 años
Luciano B. Menéndez 33 años
Santiago O. Riveros 37 años
Otto Paladino 35 años
Reynaldo Bignone 32 años
Leopoldo Galtieri 34 años
Carlos Suárez Mason 36 años