Hospital militar

La Sombra de Campo de Mayo

 

 

Partos de desaparecidas

Se suman nuevos testimonios

Una ginecóloga de San Miguel declaró ante la justicia. Habría reconocido partos clandestinos. La justicia no la indago sobre el origen de su hija adoptada a fines de los 70.

La doctora Silvia Bonsignore de Petrillo declaró el lunes ante el juez federal Adolfo Bagnasco, es por la causa que se sigue para intentar confirmar si existió un plan sistemático para el secuestro de menores durante la dictadura iniciada en marzo del '76. La médica trabajó en el hospital militar de Campo de Mayo desde el '72 y fue citada a prestar declaración testimonial.


Dos partos

La médica habría reconocido que atendió dos nacimientos donde las mujeres tenían sus ojos vendados, uno por parto natural y otro por cesárea. El doctor Caserotto, jefe de ginecología en aquella época, le habría manifestado que las mujeres estaban en esas condiciones porque se trataba de pacientes procesadas y subversivas. Julio Caserotto fue el médico que declaró el 9 de junio ante el juez de San Isidro, Roberto Marquevich, reconociendo que recibía órdenes verbales y escritas para realizar esas actuaciones. Ese mismo día, concluida la declaración, el juez impartió la orden de detención de Jorge Videla. Caserotto sería citado próximamente por Bagnasco para una declaración indagatoria.

En uno de los partos la médica habría estado acompañada por el traumatólogo Norberto Bianco, militar que se encuentra detenido por la apropiación de dos bebés (Carolina y Pablo), que se presume serían hijos de desaparecidas.

Como reconocieron muchos testigos, la doctora Petrillo explicó que las mujeres tenían como custodia a militares de uniforme, que luego del parto las volvían a llevar. Los nacimientos que habría presenciado Petrillo no habrían sido registrados, y le habrían informado que las autoridades mlitares se encargarían de ello, sin que ella volviera a saber nada de las mujeres ni de sus hijos.


Adopción

La médica, que tiene su consultorio particular casi en la esquina de Italia y avenida Presidente Perón, de San Miguel, confirmó a La Hoja que declaró ante el juez Bagnasco pero no aceptó dialogar con ningún periodista de esta redacción. Uno de los puntos que la justicia no indagó fue sobre la hija adoptada de la doctora, que habría nacido hace veinte años en el hospital militar de Campo de Mayo.

Ayer estaba citada a declarar ante Bagnasco la obstetra Nélida Valaris, quien habría participado junto a Petrillo en uno de los partos.

(Publicado en la edición Nº 468 del miércoles 24 de junio del ´98)

 


Testimonio

Declaro otra enfermera

Ya había testimoniado ante la Conadep. Confirmó que había mujeres embarazadas vendadas en el hospital de Campo de Mayo.

Rosalinda Libertad Salguero vive hace más de treinta años en el barrio 9 de Julio de José C. Paz, es conocida como 'Cuti' por sus vecinos y trabaja desde los 19 como enfermera. Tiene 59 años, y desempeñó funciones, entre otros lugares, en el hospital militar de Campo de Mayo desde el '72, y hace más de un año está en uso de licencia. El miércoles pasado, en horas de la mañana, declaró ante el juez Bagnasco en la causa donde se busca demostrar que la sustracción de bebés durante el Proceso fue parte de un plan sistemático. Confirmó ante el juez lo que declaró hace veinte años ante la Conadep. El lunes fue internada por un tumor que la acosa desde hace tiempo.


Lo que dijo

La enfermera Salguero explicó ante el juez que en el hospital no solo se atendían a familiares de militares, sino también a civiles que venían con autorización. "También ingresaban mujeres con los ojos vendados, pero los militares nos decían que eran subversivas y no nos tenían que ver", explicó Salguero.

Ante el juez también confirmó que ella había atendido personalmente a dos o tres mujeres, y a una de ellas le acercó su bebé recién nacido para que le diera de mamar, pero que nunca supo sus nombres ya que eran identificadas como NN. La enfermera trabajaba tres veces por semana en el hospital en el turno noche, entrando a las 19 y saliendo a las 7 de la mañana. Se enteraba que había una paciente NN porque era avisada por el personal de la tarde, pero cuando a los dos días volvía a ocupar su puesto las mujeres ya no estaban.

En su declaración dijo desconocer que sacaban adultos o bebés de los servicios durante las noches. "Yo me ocupaba de mi servicio, para poder verlo debía deambular por el hospital, y algunas áreas se encontraban en pabellones externos", dijo. Afirmó no recordar el rostro de ninguna de las mujeres, y de sentirse incapaz de reconocer a ninguna de las que había visto ya que el rostro de las embarazadas se deforman durante el parto.


Prohibición médica

Mónica Bonillo es una de los tres hijos de Salguero y, en diálogo con La Hoja, explicó que el tema de los bebés desaparecidos, el hecho de tener que declarar y la exposición pública la desmejoraron en su estado anímico y en su salud. "La oncóloga pidió que bajara su nivel de exposición pública, porque está destruida, la encontró desmejorada y queremos preservar su salud".

Bonillo explicó que la familia jamás se interesó en cuestiones políticas, por lo que su madre nunca averiguó más allá de lo que veía en el hospital de Campo de Mayo. "Ella se dedicaba a laburar y punto. Hace veinte años declaró lo mismo que la semana pasada y no pasó nada, esperamos que si encuentran que hay culpables que paguen lo que tiene que pagar, porque es horrorífico lo que hicieron", concluyó.

(Publicado en la edición Nº 472 del viernes 3 de julio del ´98)

 



Hijos de desaparecidos

El camino de la identidad

“El punto de partida puede ser una desaparecida que estaba embarazada y por otro lado un chico inscripto como propio”, de Alcira Ríos, coordinadora del equipo de abogados de Abuelas de Plaza de Mayo.

El concepto de identidad de los chicos nacidos en cautiverio se comenzó a trabajar hace poco. La Comisión por el Derecho a la Identidad fue creada en 1992 a partir de un pedido de la Abuelas de Plaza de Mayo, de que el gobierno nacional jerarquizara la Dirección de Derechos Humanos.

A partir de allí se transformó en Subsecretaría y se conformó una comisión especial para la búsqueda y el seguimiento de los casos de chicos desaparecidos o nacidos en cautiverio.

El trabajo de esta comisión permitió detectar cerca de 40 embarazadas que no figuraban en los registros de las Abuelas.


Cooperación

En el caso de que las Abuelas no pudiesen obtener una información necesaria, el estado debe tratar de proveérsela por medio de la comisión. También colabora en el seguimiento de las causas judiciales a través de los fiscales.

Otra de sus tareas es la recolección de datos que posibilita incrementar el Banco de Datos Genéticos. En la oportunidad en que el presidente Carlos Menem se reunió con las Abuelas, enmarcó su responsabilidad en el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño.

Esto obliga al Estado a resguardar la identidad o restaurarla en los casos en que fuera adulterada o sustraída.


Crimen de guerra

Si el terrorismo de Estado implantado por la última dictadura militar, que ellos denominaron “guerra antisubversiva”, hubiese sido una contienda convencional, la apropiación de los bebés estaría considerada crimen de guerra, porque viola la Convención de Ginebra de tratamiento a los prisioneros.

La situación aquí se agrava dado que se trató de la sustracción de menores por parte de secuestradores de mujeres embarazadas, que luego pasaron a ser desaparecidas.

No obstante, dentro de la propia estructura de discurso de las Fuerzas Armadas, que es el de la “guerra irregular”, no cuadra con ningún tipo de explicación racional el tema del robo de los chicos. En tanto no se encuentre al chico y no se le restituya su identidad, estamos ante un delito de ejecución permanente que no tiene prescripción.


Los chicos

Con las causas abiertas en el exterior por los desaparecidos de otras nacionalidades, se pudo establecer cuáles eran los chicos secuestrados y/0 nacidos en cautiverio según la nacionalidad de sus padres.

Los de origen italiano son: Claudio Néstor Caielli, Clara Anahí Mariani, Horacio Pietraglia, Simón Antonio Riquelo, María de las Victorias Daneri Ruiz, Mónica Graciela Santucho, Emiliano Castro Tortrino y Mariana Zaffaroni Islas.

De origen español: Gabriel Matías Cevasco, Pedro Luis García, Manuel González, Andrés Hernández Hobbas, Beatriz Hernández Hobbas, Washington Hernández Hobbas, Rebeca Celina Manrique, Marcos Juárez, Pablo Antonio Miguez y Marcos Suárez.

Los 3 casos de chicos desaparecidos de origen francés son: Anatole Julien Grisonas, Pablo Germán Atanasieu Laschan y Matilde Lanuscou.

Tras las investigaciones de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y de los organismos de derechos humanos, se pudo establecer que, de origen italiano hay 9 niños secuestrados y 45 nacidos en cautiverio. De origen español hay 12 secuestrados y 84 nacidos en cautiverio.

Aunque hay causas abiertas, o por abrirse, sobre los desaparecidos de origen alemán, chileno, finlandés y boliviano, no hay datos definitivos en el caso de los chicos.



Primero el juez

Una partera de la zona fue citada a declarar ante el juez Bagnasco

Cristina Ledesma, que se desempeñara como partera en el hospital militar de Campo de Mayo durante los años del gobierno de facto, y en la actualidad lo hace en un área de la Dirección General de Desarrollo Social de la municipalidad de San Miguel, es otra de las profesionales que fue citada por el juez Rodolfo Bagnasco -uno de los magistrados que entiende en la causa por los bebés nacidos en cautiverio- para prestar declaración.

En distintas oportunidades La Hoja dialogó telefónicamente con Ledesma con el fin de acordar una entrevista. Ayer, en la última charla telefónica, la partera explicó que sus “jefes inmediatos” le habían aconsejado que primero prestara declaración ante el juez. No obstante, la declarante destacó su interés en hacer una nota con este medio luego del trámite judicial. Desarrollo Social depende directamente de la Secretaría de Gobierno, cuyo titular es el doctor Oscar Zilocchi.


Tres Puntos

El nombre de Cristina Ledesma apareció publicado por primera vez en la revista Tres Puntos, en el marco de una investigación especial sobre chicos nacidos en cautiverio en el hospital militar de Campo de Mayo.

Allí, Elisa Ofelia Martínez, enfermera del servicio de Maternidad durante 1976 y 1977, nombra a Ledesma al relatar un episodio en el que una de las detenidas tenía trato preferencial.

Según Martínez, Ledesma le había comentado que eso se debía a que la chica era hija de un personaje importante de La Plata. Más adelante destaca que “los comentarios sobre lo que ocurría lo hacía todo el personal de Maternidad, y la partera que estaba 24 horas de guardia sabía lo que pasaba, porque generalmente las mujeres (detenidas) ingresaban de noche...”.




Proyecto

Ley de la Verdad

Busca esclarecer qué pasó con los desaparecidos durante el gobierno de facto.

Con el objetivo de aportar una herramienta legal más, para esclarecer la situación de los desaparecidos, la diputada provincial Ana Susana Amaro (Frepaso), presentó ante sus pares de la Cámara Baja un proyecto que denominó Ley de la Verdad.

En uno de los párrafos de los fundamentos se establece que “el eje del presente Proyecto apunta, como dice su título, al conocimiento íntegro de la verdad de los hechos violatorios de los derechos humanos que, por otro lado, es un derecho que tiene la sociedad en su conjunto. Los familiares de las víctimas, como las víctimas propiamente dichas”.


Compromiso

Según se detalla en el artículo 2º: “...el estado provincial se obliga a recabar toda información disponible sobre la desaparición forzada de personas, asesinatos, sustracción de menores, apremios ilegales, alteración de identidad y demás violaciones de derechos humanos ocurridos con anterioridad al 10 de diciembre de 1983”. Este artículo también insta a la investigación de esos hechos y a la reconstrucción de la información que haya sido destruida.

La Comisión de la Verdad estará integrada por 6 diputados y 6 senadores, dictará su propio reglamento y fijará sus atribuciones. Mientras que en el Poder Ejecutivo provincial se creará el Registro Unico de la Verdad, que será la unificación del material de la ex CONADEP y el Registro de Desaparecidos y Fallecidos (REDEFA), que funciona actualmente.

Por último, manifiesta que la base de datos del Registro será público y el acceso a la misma gratuito.

(Publicado en la edición Nº 471 del miércoles 1 de julio del ´98)




Búsqueda de chicos

Cambio de estrategia

Las Abuelas de Plaza de Mayo apuntan a los propios jóvenes con el objetivo de restituirlos a sus familias biológicas.

De los 400 chicos que el proceso dictatorial separó de sus familias, durante los años de plomo en la Argentina, sólo 240 casos están documentados. A su vez, y hasta el momento, se pudieron restituir 62, tras más de 20 años de intensa búsqueda por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Con ocho militares de alta graduación detenidos y procesados por ser parte de un plan sistemático para la sustracción de menores, la justicia dio un nuevo giro en una causa que, casi todos los sospechosos implicados, quisieran que hubiera prescrito aunque las leyes dicen lo contrario.

Y si esto sirvió para comenzar a echar luz sobre un pasado bochornoso, lleno de sombras e incertidumbre, no es menos cierto que también les hizo modificar la estrategia de búsqueda de sus nietos a las Abuelas de Plaza de Mayo. Tal vez, ahora, con más elementos. 


Restitución

Luego que se concretara la restitución de Paula Eva Logares, convirtiéndose en el primer caso en que una menor era devuelta a su familia bioló-gica (publicado por La Hoja en ediciones anteriores), le siguie-ron otros fallos y resoluciones de jueces federales que hicieron posible el retorno de otros chicos con sus abuelas.

El trabajo de estas incan-sables mujeres de pañuelos blancos comenzó cuando esas criaturas -hoy todas superan los 20 años-, estaban en manos de sus secuestradores y asesinos de sus padres, y aun concurrían al jardín de infantes. Otro era el método, otras las formas de lograr que esos chicos se reencontraran con su verdadera historia.


Plan

Ahora, que el juez federal Adolfo Bagnasco tienen casi comprobada la existencia de un plan sistemático para la sustracción de recién nacidos, las Abuelas orientan su búsqueda apelando a esos mismos chicos.

Y esto ocurre porque todos esos bebes que en la época negra del país fueron robados por los cómplices del genocidio, cumplieron más de 20 años de edad y las Abuelas consideran que ya tienen la capacidad para averiguar su verdadera identidad.

Los casos testigo son los de Javier Penino, Carolina Guallane y Andrea Hernández Hobbas, que se propusieron buscar a su familia biológica y lo lograron el año pasado.

(Publicado en la edición Nº 579 del lunes 15 de marzo del ´99)





Robo de bebés

La planificación del horror

Hace doce años Abuelas de Plaza de Mayo ya mencionaban la existencia de un plan sistemático para sustracción de recién nacidos, en el que estaba implicada la Policía Bonaerense.

En un recurso extraordinario que las Abuelas de Plaza de Mayo presentaron en la causa seguida por la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, contra integrantes de la policía de la Provincia, en diciembre del ´86, ya hablan de un plan sistemático para la sustracción de bebés a las embarazadas detenidas ilegalmente.

En esa causa, el Poder Ejecutivo Nacional había dispuesto el procesamiento de los generales (R) Ramón Camps y Ovidio Riccheri, del comisario general (R) Miguel Etchecolatz, comisario mayor (R) Alberto Rousse, comisario inspector Héctor Vides, el médico Jorge Berges y el cabo primero Norberto Cozzani.

Salvo Rousse y Cozzani, los demás fueron absueltos, aunque en uno de los párrafos del recurso de las Abuelas se destaca que "... La estructura operativa de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, respondió en objetivo y métodos al plan criminal que se caracterizó por la desaparición forzada, la aplicación de tormentos, los inte-rrogatorios en lugares clandestinos, la eliminación física y la APROPIACION DE LOS HIJOS DE LOS SECUESTRADOS".


El plan

Más adelante, las Abuelas destacan que "En la descripción de este plan no podemos olvidar a los jueces de menores, que en el ámbito de la provincia de Buenos Aires actuaron en complicidad con los procesados", sitando a la doctora Marta Pons.

Luego agregan: "Otro resorte importante en el plan de apropiación de los niños, fueron los institutos de menores que funcionaron bajo la dependencia de la Dirección de Minoridad bonaerense", allí se los alojaba hasta que familias o parejas vinculadas o pertenecientes a las Fuerzas Armadas o de Seguridad, tramitaban adopciones fraudulentas. Las mismas consistían en considerar a las criaturas como "abandonadas" o "sin familia".


Tipificación penal

El artículo 146 del Código Penal expresa: "Será reprimido con reclusión o prisión de 5 a 15 años el que sustrajere a un menor de diez años del poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, y el que lo retuviere u ocultare".

A esto, debe sumarse necesariamente lo previsto en el artículo 292 de es Código: "El que hiciere en todo o en parte un documento falso o adultere uno verdadero, de modo que pueda resultar perjuicio, será reprimido con reclusión o prisión de 1 a 6 años".

El artículo 293 dispone: "Será reprimido con reclusión o prisión de 1 a 6 años el que insertare o hiciese insertar en un instrumento público declaraciones falsas, concernientes a un hecho que el documento deba probar, de modo que pueda resultar perjuicio. Artículo 296: "El que hiciere uso de un documento o certificado falso o adulterado, será reprimido como si fuere autor de la falsedad".

Mientras tanto, el artículo 138 establece: "Se aplicará prisión de 1 a 4 años al que por un acto cualquiera, hiciere incierto, alte-rare o suprimiere el estado civil de otro, con el propósito de causar perjuicio". Por otra parte, las penas que impone el artículo 139 son prisión de 2 a 6 años "1º: a la mujer que fingiere preñez o parto para dar a su supuesto hijo derechos que no le correspondan y al médico o partera que coo-perare en la ejecución del delito. 2º: Al que por medio de exposición, de ocultación o de otro acto cualquiera, hiciere incierto, alte-rare o suprimiere el estado civil de un menor de diez años".

(Publicado en la edición Nº 579 del lunes 15 de marzo del ´99)




Robo de bebés

La interna de los dictadores

Aunque no se presentó a declarar, Nicolaides reconoció la legitimidad de las investigaciones, dejando entrever que esos hechos no fueron juzgados.

Por segunda vez, el último jefe del Ejército de la dictadura militar, general retirado Cristino Nicolaides, no se presentó a declarar ante el juez federal Adolfo Bagnasco, aunque es el primero de los siete ex represores detenidos que reconoció que los robos de chicos nacidos en cautiverio nunca fueron investigados.

Esto lo coloca en una posición contraria a la de sus ex camaradas Jorge Videla y Emilio Massera, que argumentan que ya no hay posibilidad de que se los juzgue por esas causas. Pero el robo de bebés no fue incluido en el juicio a las Juntas Militares, y tampoco está amparado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.


Firma

Sin embargo, el motivo por el que Bagnasco citó a Nicolaides es el de haber firmado dos documentos emanados de la última Junta que gobernó el país. Uno de ellos es el llamado "Documento final sobre la lucha contra la subversión y el terrorismo", de abril del ´83, donde se dio por muertos a todos los desaparecidos, incluidos los niños.

El otro, es un decreto de autoamnistía con el que los militares pensaban garantizarse su inmunidad cuando retornara la democracia. Esto lo lograron a medias con la Obediencia Debida, el Punto Final y los Indultos.


¿Arrepentido?

Lo extraño es que Nicolaides, sin haber ido a declarar, se convirtió en el general que generó mayor polémica en estas causas. Con el escrito enviado a Bagnasco en el que confirma que los robos de menores durante la dictadura "nunca fueron aclarados" y que sería "saludable que se esclarezcan", y de reconocer su "responsabilidad indirecta por lo que pudo hacer un subalterno", aceptando que podría ir preso, lo separa de las posturas de los siete militares detenidos hasta el momento.

Esta podría ser la punta del ovillo que trata de desenmarañar Bagnasco y que le permitiría probar que existió un plan sistemático para la apropiación de hijos de desaparecidos, nacidos en los centros de detención de la represión ilegal.

Nicolaides pidió declarar en su casa por problemas de salud y es posible que el magistrado acepte el pedido. De ser así, y como también le dictará su prisión, el general retirado, de 73 años de edad, permanecerá en su casa por el beneficio de arresto domiciliario que tienen las personas de más de 70 años. Aun está en lista de espera el último presidente de facto, general Reynaldo Bignone (también pospuso su citación), que tras declarar, casi con seguridad, quedará detenido.

(Publicado en la edición Nº 552 del lunes 11 de enero del ´99)

 


Territorio bajo sospecha


En el cordón urbano que rodea Campo de Mayo viven quienes conocen los secretos de la guarnición militar.

Las causas que se llevan adelante para confirmar la existencia de un plan sistemático para la apropiación de hijos de personas desaparecidas, durante el Proceso de Reorganización Militar demuestran que la sombra de Campo de Mayo es más siniestra que la proyectada por la ESMA. En la mayor guarnición militar del Gran Buenos Aires no solo funcionaba un centro clandestino de detención conocido como El Campito, no solo habría sido base de operaciones de algunos ‘vuelos de la muerte’, no solo sería un camposanto donde se encontrarían enterradas personas desaparecidas durante el período ‘76- ‘83, sino que en el seno de su hospital militar funcionaba una maternidad clandestina donde parían las mujeres desaparecidas.


Hospital Militar de Campo de Mayo (HMCM)

Los partos no se realizaban en el área de maternidad, sino que el área de epidemiología había sido preparada para que las embarazadas detenidas dieran a luz antes de ser ‘trasladadas’, que en el idioma castrense de la época significaba que estaban condenadas a muerte.

Hay nombres que fueron claves en ese hospital, desde el director militar en esa época Agatino Di Benedetto, pasando por el doctor Julio César Caserotto, jefe de Ginecología, o el militar médico Félix Juan Domínguez, director de Epidemilogía del ‘76 al ‘80, y hoy máximo responsable del hospital militar central.

Pero hay otros nombres menos famosos, pero que ocuparon diversos cargos y durante más de veinte años vivieron con el secreto de lo que allí se hacía. Esas personas viven entre nosotros, caminan a nuestro lado, comparten los mismos lugares donde nosotros transitamos, y en muchos casos son las que atendieron médicamente a nuestras mujeres cuando estuvieron embarazadas. "Debe haber mucha gente mudándose de San Miguel, Bella Vista o saliendo del país", dice Abel Madariaga, uno de los padres que busca a su hijo nacido en Campo de Mayo y que podría ser el chico apropiado por el mayor médico Norberto Bianco, hoy detenido por esa causa. El mapa que sigue da a conocer algunos de los más de sesenta nombres de esas personas que circulan cotidianamente a nuestro lado y fueron citados por la justicia o están relacionados con el caso.


Hurlingham

- Concepción Riffaretti de Garzulo (Desde el ‘64 cumplió servicios en el área de epidemiología del HMCM). Vio y atendió a mujeres embarazadas vendadas y encapuchadas, dándoles medicamentos con posterioridad al parto. No eran registradas en los libros del hospital, se las denominada NN y nunca les trajeron sus bebés luego del parto. No pasaban más de dos días para que fueran llevadas. Recuerda el caso de los tres niños (dos varones y una nena) que llegaron al lugar y estaban a cargo de una médica

Roberto Schinocca: (Médico obstetra, se desempeña en el HMCM y en clínicas de la zona). Declaró ante el juez federal Bagnasco, ante quien reconoció la existencia de nacimientos clandestinos en Campo de Mayo durante el Proceso


José C. Paz

- Rosalinda Salguero: (Enfermera en el HMCM desde el ‘72). Reconoció haber visto mujeres embarazadas que tenían los ojos vendados y haber atendido por lo menos a tres de ellas, a quienes los militares identificaban como ‘subversivas’. No conoció sus nombres porque eran identificadas como NN. Declaró ante la Conadep y el juez Bagnasco.


San Miguel

- Ovidio Alvarez: (Médico obstetra, directivo de la clínica Sarmiento). Asistió, en la clínica Sarmiento, el parto de una mujer que tuvo una hija que fue entregada al militar médico Norberto Bianco. Las denuncias dicen que esa mujer habría sido detenida desaparecida. Declaró varias veces en los tribunales de San Isidro por el caso, que llevó a Bianco y a su esposa a prisión.

- Pedro Fermanelli: (Médico, trabajó en el HMCM desde el ‘51 hasta el ‘89). Declaró en el caso de sustracción de menores. Reconoció que era el nexo entre la embarazada que quería entregar a su hijo y Bianco. Aunque operó a ‘gente de la subversión’, dice que desconocía lo que ocurría en Campo de Mayo con las detenidas desaparecidas embarazadas.

- Maru Celletti: (Partera en la clínica Sarmiento). Declaró ante uno de los jueces por el caso de sustracción de menores ya que habría sido el nexo entre la mujer que entregó su hijo y el doctor Bianco.

- Carlos Rafinetti: (Médico neonatólogo, trabajó en el HMCM, directivo de la clínica del Buen Ayre). Habría firmado la partida de nacimiento de Pablo, uno de los dos chicos sustraídos que se encontraban en poder de Bianco; también otras partidas de nacimiento donde no es claro el origen de los chicos. Ante el juez Adolfo Bagnasco habría reconocido que en el HMCM había áreas vedadas donde se alojaban a las parturientas. Se negó a responder preguntas a La Hoja.

- Silvia Bonsignore de Petrillo: (Ginecóloga, se desempenó en el HMCM). Habría reconocido ante la justicia la realización de partos clandestinos, e incluso habría atendido dos partos de mujeres con sus ojos vendados, uno natural y otro por cesárea. Explicó que las mujeres venían acompañadas por una importante custodia militar, y que los nacimientos no eran registrados. Tiene una hija adoptada, Julieta, que habría nacido en el HMCM durante el Proceso. Se negó a responder preguntas a La Hoja.

- Cristina Ledesma: (Partera en el HMCM durante el Proceso, funcionaria en el municipio de San Miguel). La enfermera Martínez, del HMCM, la menciona ralatando el caso de una detenida desaparecida que habría recibido un trato especial por ser familiar de alguien de peso en La Plata. Prometió hablar con La Hoja luego de declarar con Bagnasco, hasta el momento los funcionarios del ejecutivo comunal no se lo permitieron.


Bella Vista

- Norberto Bianco (Militar médico, traumatólogo del HMCM, y socio fundador de la clínica del Buen Ayre). Es denunciado por la sustracción de dos menores; cuando debió hacer los estudios genéticos, en el ‘86, huyó al Paraguay con los niños. En el ‘97 fue extraditado junto a su esposa y está detenido. Diversos testimonios lo señalan, junto al médico militar Julio Caserotto, de ubicar a los hijos de las detenidas desaparecidas nacidos en el HMCM durante el Proceso.

- Susana Wherli (Ex docente en la escuela 9 y Nacional de Bella Vista, esposa de Bianco). Su declaración ante compañeras de trabajo, reconociendo que sus hijos no fueron bien adoptados, habría provocado el inicio de las denuncias. Nunca estuvo embarazada y había obtenido dos chicos (Carolina y Pablo) a fines de los ‘70. Se encuentra detenida por la causa por sustracción de menores.

- Zulma Quinteros: Era una estudiante de enfermería a fines de los ‘70, cuando conoció a Bianco en el HMCM. En el ‘82 se transformó en su segunda mujer, y tuvo un hijo con él. En el ‘86 Bianco la abandonó para huir con su primera mujer y los dos chicos sustraídos.

- Eduardo Poisson (Obstetra, sería socio de la clínica del Buen Ayre). Declaró ante la justicia federal. Señaló que nunca atendió a ninguna embarazada en condición de detenida desaparecida. Se negó a responder preguntas a La Hoja.

- Arnoldo Flaviani (Cumplía guardias de fin de semana en el HMCM en el sector de epidemiología en el ‘76 y ‘77). Vio hombres y mujeres heridos o fracturados, a cara descubierta, aunque cuando se acercaban los médicos les ordenaban que se cubrieran. No recuerda haber visto embarazadas, ni bebés recién nacidos, aunque una vez llevaron a una mujer a maternidad para tener familia, volviendo la mujer sin el bebé. Recuerda el caso de tres niños llevados a epidemiología y luego derivados a maternidad.

- Elisa Ofelia Martínez (Enfermera en el HMCM desde el ‘55 hasta el ‘78). Presenció dos o tres partos, declaró que los bebés que no eran inscriptos, eran separados de sus madres al nacer sin que pudiera volver a verlos. Había custodia militar permanente. Las mujeres estaban con los ojos vendados, y a ella le recomendaban sacarse la identificación para atender a esas embarazadas, pero ella nunca lo hacía. Señala al doctor Bianco como quien dirigía los operativos cuando traían o retiraban a las mujeres, lo mismo que con los bebés recién nacidos. A los pocos días del golpe llevaron al lugar a pequeños de una parroquia evangélica de José C. Paz.


Villa Tesei

- Nélida Elena Valaris (Obstetra que trabaja en el HMCM desde el ‘73). Reconoce haber revisado a mujeres embarazadas alojadas en el sector de epidemiología, quienes estaba custodiadas y con los ojos vendados. Atendió dos partos, uno en la sala de partos y otro en la cárcel de la guarnición militar, desconociendo el destino posterior de las mujeres y los niños. Vio chicos de 7, 5 y 3 años, de los cuales desconoce su origen y su destino.


El Palomar

- Luisa Yolanda Arroche de Sala García (Obstetra en el HMCM desde el ‘62 hasta el ‘85). Reconoció haber atendido cerca de veinte mujeres embarazadas en el pabellón de epidemiología, algunas de ellas vendadas y atadas. Que siempre había custodia, tanto dentro como fuera del pabellón. También vio a chicos de más de un año traídos y luego retirados del lugar, y a una monja que los cuidaba.


Boulogne

- María Estela Herrera (Enfermera en el HMCM desde el ‘71 en el sector de epidemiología). Reconoce la existencia de las dos habitaciones de epidemiología para embarazadas, algunas de las cuales las vio con vendas en sus ojos. Las mujeres llegaban de noche, y se las registraba como NN. Vio ingresar al sector a los doctores Caserotto, Bianco y Rafinetti. Desconoce el destino de los recién nacidos. recuerda el caso de varios chiquitos de entre un año y siete. Las mujeres recibían una inyección luego del parto para no segregar leche, ya que no daban San de mamar a sus hijos.


San Martín

- Aníbal Olivieri (Juez, titular del juzgado criminal 4 de San Martín). Organismos de derechos humanos denunciaron que dos de sus hijos habrían sido sustraídos del HMCM durante el Proceso, pero las pruebas genéticas no confirmaron que los chicos pertenecieran a la familia que reclamaba por ellos. El doctor Raffinetti habría firmado las partidas de nacimiento de los pequeños, mientras que el juez está sobreseído provisoriamente


Otros testigos

- Lorena Josefa Tasca (Obstetra en el HMCM desde el ‘56 al ‘85). Atendió a tres mujeres no registradas en el servicio. Acompañó a Caserotto a epidemiología para sacar puntos de una cesárea a una mujer que estaba junto a su bebé, en otra oportunidad tuvo que ir hasta la cárcel de Campo de Mayo a revisar a una embarazada, y en el tercer caso participó de un parto que estaba custodiado por soldados de fajina.

- Isabel Albarracín (Enfermera en el HMCM desde el ‘77). Sabía de la existencia de dos habitaciones en el pabellón de epidemiología donde atendían a mujeres embarazadas. Nunca vio a los bebés o a sus madres más de 48 horas. El doctor Caserotto le ordenó que custodiara a dos nenas de cinco y dos años, que estuvieron algunos días en el lugar, para luego no volver a verlas, ignorando sus nombres. Algo similar pasó con un bebé de siete meses y con un chico de siete años de apellido Quesada, sobrino nieto de la actriz Menchu Quesada y devuelto a sus familiares.

- Julio César Caserotto (Militar médico, vive en Mercedes, y fue en la época del Proceso el responsable del área de Ginecología en el HMCM). Reconoció ante la justicia que recibía ordenes verbales y por escrito para que asistiera a las parturientas traídas por personal de inteligencia.

- Agatino Dibenedetto: (Militar médico, director del HMCM durante el Proceso). Habría reconocido ante la justicia los partos de detenidas desaparecidas en el área de epidemiología del HMCM, que no habrían sido registrados.

(Publicado en la edición Nº 476 del lunes 13 de julio del ´98)

 



Apropiación de niños

El nombre de las madres

Lista incompleta de alguna de las mujeres embarazadas desaparecidas, que habrían sido derivadas a Campo de Mayo, o fueron secuestradas en su zona de influencia.

El juez federal Roberto Marquevich detuvo a Jorge Videla el 9 de junio en el marco de una de las causas por sustracción de menores durante el Proceso. El juez pretende demostrar la existencia de un plan sistemático. A su vez el juez federal Adolfo Bagnasco tiene a su cargo una causa similar, donde hay numerosos testimonios y documentación que demostrarían el plan sistemático.

El ex capitán del Ejército, José Luis D’Andrea Mohr, es una de las personas que tiene mayor información y documentación sobre casos de desapariciones; su condición de militar le permitió obtener elementos que la superioridad había ordenado destruir al finalizar la dictadura, pero de los cuales quedaron copias. El lunes entregó al juez Roberto Marquevich documentación que demostraría que el robo de chicos durante el Proceso fue parte de un plan. La siguiente lista se confeccionó en base a algunos de los elementos aportados por el ex capitán, y otras fuentes.


Los nombres

1- Amalia Clotilde Moavro (secuestrada el 4 de octubre del ‘75, en Tucumán, embarazada de tres meses y medio. El juez federal de San Isidro, Roberto Marquevich investiga su destino).

2- María Rosa Duca (desapareció el 14 de enero del ‘76, en la localidad de Muñiz, junto con su bebé de cinco meses: Antonio Villanueva, y su marido Antonio Milagro Villanueva. El pequeño fue localizado en el ‘88).

3- Susana Elena Ossola (secuestrada el 22 de mayo del ‘76, en la parada del 365 en San Miguel, embarazada de tres meses).

4- Liliana Delfino (secuestrada el 19 de julio del ‘76, en Villa Martelli, embarazada).

5- Ana María Lanzillotto (secuestrada el 19 de julio del ‘76, en Villa Martelli, embarazada de ocho meses. Fue vista en el campo de detenidos El Vesubio, aunque se sospecha que dio a luz en el hospital militar de Campo de Mayo).

6- María Cristina López Guerra (secuestrada el 26 de julio del ‘76, Tres de Febrero, embarazada de un mes).

7- Liliana Corti (secuestrada el 5 de agosto del ‘76, en Villa Adelina, junto a su hijo Horacio Petraglia).

8- Isabel Angela Carlucci (secuestrada el 10 de agosto del ‘76, en Santa Fe, embarazada de seis meses. Investiga su paradero el juez Marquevich).

9- Ana María Baravalle (secuestrada el 27 de agosto del ‘76, en San Martín, embarazada de un mes).

10- Bárbara Miranda (asesinada el 4 de septiembre del ‘76 en Martínez, junto con sus hijos Roberto y Bárbara Lanuscou, sobrevivió Matilde, de 6 meses, a quien se sigue buscando).

11- Ana María del Carmen Pérez (secuestrada el 14 de septiembre del ‘76, embarazada de nueve meses. Madre e hijo habrían sido asesinados).

12- María Leonor Abinet (secuestrada el 16 de septiembre del ‘76, en Caseros, embarazada de siete meses. Su hija Elena nació en cautiverio, fue localizada y restituida en el ‘88).

13- María Emilia Islas Gatti (secuestrada el 27 de septiembre del ‘76, en Florida, embarazada de tres meses. Dio a luz a Mariana Zaffaroni Islas, quien fue localizada en el ‘83).

14- Liliana Beatriz Caimi (secuestrada el 11 de octubre del ‘76, en Martínez, embarazada de cinco meses).

15- Marina Oesterheld (secuestrada el 27 de noviembre del ‘76, en San Isidro, embarazada de dos meses).

16- Alba Noemí Garófalo (secuestrada el 8 de diciembre del ‘76, en San Martín, embarazada de cuatro meses).

17- Susana Stritzler (secuestrada el 21 de diciembre del ‘76, en Boulogne, embarazada de ocho meses).

18- María Delia Leiva (secuestrada el 11 de enero del ‘77, en San Martín, junto con su hijo Matías Gabriel Cevasco, de tres meses).

19- Beatriz Recchia de García (secuestrada el 12 de enero del ‘77, en Villa Adelina, embarazada de seis meses).

20- Silvia Mónica Quintela Dallasta (secuestrada el 17 de enero del ‘77, en Acassuso, embarazada de 4 meses).

21- Miryam Ovando (secuestrada el 1 de abril del ‘77, en Virreyes, embarazada de seis meses).

22- Norma Tato (secuestrada el 13 de abril del ‘77, en Capital Federal, embarazada de cinco meses).

23- Lucía Esther Molina Herrera (secuestrada el 21 de abril del ‘77, en Villa Ballester, embarazada de cuatro meses).

24- Valeria Herrera Beláustegui (secuestrada el 13 de mayo del ‘77, en San Antonio de Padua, embarazada de dos meses) 

25- Lucía Elena Pintos (secuestrada en junio del ‘77, en Caseros, junto con su hijo Ramón Angel Pintos de once meses, quien fue localizado en el ‘85 y restituido al año siguiente).

26- Mónica Lemos (desapareció el 20 de julio del ‘77, en José C. Paz, embarazada. Su hija María José Lavalle Lemos nació en cautiverio, fue localizada y restituida en el ‘87).

27- Liliana Clelia Fontana (secuestrada el 1 de julio del ‘77, en Caseros, embarazada de dos meses y medio).

28- Lourdes Hobbas (secuestrada en julio del ‘77, en Beccar, junto con sus hijos Andrea Viviana de cinco años, Fernando Washington de quince y Beatriz Lourdes de dieciséis)

29- Matilde Juana Colayago (secuestrada el 31 de agosto del ‘77, en Boulogne, embarazada de seis meses).

30- María Eva Duarte (secuestrada el 9 de septiembre del ‘77, en Los Polvorines, embarazada de dos meses).

31- Mirta Graciela Britos (secuestrada en octubre del ‘77, en San Martín, junto con sus hijas Laura de 4 años y Tatiana de 3 meses, localizadas en marzo del ‘80).

32- Estela Laura Carlotto (secuestrada el 26 de noviembre del ‘77, en Capital Federal, embarazada de dos meses y asesinada el 25 de agosto del ‘78).

33- Yolanda Casco (secuestrada el 22 de diciembre del ‘77. Tuvo un hijo estando desaparecida, el cual fue localizado en el ‘95)

34- Olga Mabel Ferreyra (secuestrada el 20 de febrero del ‘78, en Tigre, embarazada de siete meses).

Fuentes: Conadep, revista Trespuntos, diarios Clarín, Página/12, La Hoja.





La zona 4 y sus áreas

Los nombres de la cadena de mandos cuando Jorge Videla tomó el poder junto con el resto de los comandantes.

Para comprender mejor la estructura de las responsabilidades en los secuestros de mujeres embarazadas en la región, es necesario recordar la cadena de mandos y cómo estaba dividido el Noroeste del Gran Buenos Aires en la segunda mitad de los ‘70. La zona 4 era la que tenía como jefatura principal la guarnición militar de Campo de Mayo. No había subzonas, como ocurría en las otras cinco zonas en las que estaba dividida el país, pero existían áreas, que abarcaban los municipios de Escobar, Tigre, San Isidro, San Martín, San Fernando, Vicente López, Tres de Febrero y General Sarmiento (los actuales municipios de San Miguel, Malvinas Argentinas y José C. Paz).


Cadena de mandos

En el momento del golpe de estado, en marzo del ‘76, el responsable de la zona 4 era el general Santiago Omar Riveros, Comandante de Institutos Militares, con sede en Campo de Mayo. A cargo de las diversas áreas estaban los directores de los institutos militares de la mayor guarnición militar de la zona. 

Los jefes eran los coroneles Juan Carlos Camblor y Eduardo Espósito, directores de la Escuela de Ingenieros (área 410); los coroneles Juan Carlos Corrado, Luis Sadi Pepa y Héctor Iglesias, directores de la Escuela de Comunicaciones (área 420); los coroneles Rodolfo Feroglio y Ovidio Ricchieri, directores de la Escuela de Caballería (área 430); el coronel Alfredo Larrosa, director de la Escuela de Artillería (área 440); coronel Raúl César Corletti, director de la Escuela de Infantería (área 450); los coroneles Miguel Angel Martellotte y Eugenio Guañabens Perelló, directores de la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate (470). El último presidente de facto, General Reynaldo Benito Bignone, fue el director del Colegio Militar de la Nación, en Palomar (área 480).

(Publicado en la edición Nº 469 del viernes 26 de junio del ´98)

 



Chicos nacidos en cautiverio

Los bebés robados

De los 200 casos que registraron las Abuelas de Plaza de Mayo, 27 corresponden a lo que la dictadura militar denominó como Zona 4, que estaba bajo injerencia de Campo de Mayo.Para la puesta en práctica de su "Doctrina de Seguridad Nacional", la dictadura militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, organizó una división territorial del país en "zonas", "subzonas" y "áreas".

La superficie geográfica que dependía de la guarnición militar de Campo de Mayo, se la identificó como Zona 4 y fue la única de las cinco que no tuvo subzonas. Pero sí se dividió en ocho áreas.

Estas fueron: Area 410 (4/410) con jurisdicción en los partidos de Escobar y de Tigre, bajo control de la Escuela de Ingenieros. El Area 420 (4/420) correspondía a San Isidro y el control lo realizaba la Escuela de Comunicaciones. Area 430 (4/430), San Martín -Escuela de Caballería-. Area 440 (4/440), San Fernando -Escuela de Artillería-. Area 450 (4/450), Vicente López -Escuela de Infantería-. Area 460 (4/460), Pilar -Escuela de Suboficiales "Sargento Cabral"-. Area 470 (4/470), General Sarmiento -Escuela de Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos"-. Area 480 (4/480), Tres de Febrero -Colegio Militar de la Nación- y, por último, el Area FT 4 (4/FT 4), Zárate -Prefectura Naval-.


Centros y partos

En Campo de Mayo los Centros Clandestinos de Detención (CCD) eran "El Campito" o "Los Tordos", "Las Casitas" y la Prisión Militar de Encausados. Todos ellos fueron los de mayor tiempo de operación, después de la ESMA, y se presume que por allí pasaron detenidos-desaparecidos de otras zonas, en virtud de los acuerdos entre comandantes.

En el libro "Memoria Debida", del ex capitán del Ejército José Luis D´Andrea Mohr, entre los párrafos donde se detallan cuáles eran los lugares a los que se trasladaba a las embarazadas secuestradas, se destaca: "...el más emblemático caso de perversión organizada para separar a las madres detenidas de sus hijos recién nacidos fue el Hospital General 602, Hospital Militar de Campo de Mayo..."


Metodología

De las declaraciones y testimonios de médicos, enfermeras, ex suboficiales y ex conscriptos que trabajaron allí, se desprende que: el sector "Epidemiología Hombres" fue usado como CCD de embarazadas detenidas ilegalmente. Era de acceso restringido, custodiado por centinelas y se mantenían bien alimentadas y medicadas a las mujeres en condiciones de parir.

Nacidos los bebés permanecían con sus madres de uno a cinco días. Tras un parto normal, madre e hijo eran separados a las 48 horas. En los casos de cesáreas las separaciones se producían a los 5 días.

Los bebés estaban en la nur-sery del hospital hasta su ubicación en alguna familia en lista de espera. Las madres salían custodiadas y encapuchadas hacia su desaparición.

Ni las madres, ni los chicos eran anotados en los libros de ingresos, lo que permitió inscribir a los bebés como nacidos en otros lugares. En el Hospital Militar de Campo de Mayo también fueron vistos chicos de hasta 3 años.


Secuestros

De los 200 casos de menores sustraídos denunciados por Abuelas de Plaza de Mayo, 27 corresponden a la Zona 4 y sus áreas de influencia. En el caso de los padres, permanecen desaparecidos. Los chicos son: Antonio Villanueva, 5 meses de edad, hijo de María Rosa Duca y Antonio Villanueva, secuestrados el 14/1/76 en Muñiz, el chico fue localizado en 1988. NN, hijo de Susana Ossola y Oscar Urra Ferrarese, secuestrados el 22/5/76 en San Miguel.

NN, hijo de María Cristina López Guerra (embarazada de un mes) y de Martín Beláustegui Herrera, secuestrados el 26/7/76 en Tres de Febrero. Horacio Pietraglia, hijo de Liliana Corti (asesinada) y de Horacio Pietraglia, secuestrados el 5/8/76 en Villa Adelina. NN, hijo de María Ana Baravalle (embarazada de 5 meses) y de César Galizzi, secuestrados el 27/8/76 en San Martín.

Matilde, Roberto y Bárbara Lanuscou (6 meses, 4 y 5 años), hijos de Bárbara Miranda y de Roberto Lanuscou, secuestrados el 4/9/76 en San Isidro -salvo Matilde, los demás fueron asesinados y sepultados como NN. Sus cuerpos fueron descubiertos en 1983-.

Elena Gallinari Abinet, hija de Leonor Abinet (embarazada de 7 meses y secuestrada el 16/9/76 en Caseros) y de Miguel Angel Gallinari, secuestrado en la misma fecha en Morón. Elena fue localizada en 1988. Mariana Zaffaroni Islas, hija de María Emilia Islas Gatti (embarazada de 3 meses) y de Jorge Zaffaroni, secuestrados el 27/9/76 en Florida, se los vio en el CCD Automotores Orletti. Mariana fue localizada en 1983.

NN, hijo de Liliana Beatriz Caimi (embarazada de 5 meses) y de Andrés Marizcurrena, secuestrados el 11/10/76 en Martínez. NN, hijo de Marina Oesterheld (embarazada de 2 meses) y de Alberto Seindus, secuestrados el 27/11/76 en San Isidro. NN, hijo de Alba Noemí Garófalo (embarazada de 4 meses) y de Eduardo Placci, secuestrados el 8/12/76 en San Martín.

NN, hijo de Susana Stritzler (embarazada de 8 meses) y de Carlos Castro, secuestrados el 21/12/76 en Boulogne. Gabriel Matías Cevasco, 3 meses, hijo de María Delia Leiva, secuestrados el 11/1/77 en San Martín. NN, hijo de Beatriz Recchia (embarazada de 6 meses) y de Antonio García, secuestrados el 12/1/77 en Villa Adelina.

NN, hijo de Silvia Quintela Dallasta (embarazada de 4 meses), secuestrada el 17/1/77 en Acassuso, se la vio en Campo de Mayo. NN, hijo de Myriam Ovando (embarazada de 6 meses) y de Raúl De Sanctis, secuestrados el 1/4/77 en Virreyes, se los vio en la ESMA y en el CCD La Perla.

NN, hijo de Lucía Molina Herrera (embarazada de 4 meses) y de Rodolfo Goldin, secuestrados el 21/4/77 en Villa Ballester, se los vio en el CCD El Vesubio. Ramón Angel Pintos, 11 meses, hijo de Lucía Elena Pintos, secuestrada en junio del ´77 en Caseros, Ramón fue localizado en el ´85 y restituido en el ´86. NN, hijo de Liliana Clelia Fontana (embarazada de 2 1/2 meses) y de Pedro Sandoval, secuestrados el 1/7/77 en Caseros, se los vio en el CCD Atlético.

María José Lavalle Lemos (nacida en cautiverio), hija de Mónica Lemos y de Gustavo Lavalle, secuestrados el 20/7/77 en José C. Paz, se los vio en el CCD La Cacha. María José fue localizada y restituida en 1987.

Andrea Viviana, Beatriz Lourdes y Washington Fernando Hernández Hobbas (5, 16 y 15 años), hijos de Lourdes Hobbas y de Nelson Hernández, secuestrados en julio del ´77 en Beccar, Nelson fue liberado. NN, hijo de Juana Colayago (embarazada de 6 meses) y de Ejidio Battistiol, secuestrados el 31/8/77 en Boulogne.

NN, hijo de María Eva Duarte (embarazada de 2 meses) y de Samuel Aranda, secuestrados el 9/9/77 en Los Polvorines, se los vio en Campo de Mayo. NN (nacido en cautiverio), hijo de Yolanda Casco y de Julio César D´Elías Pallares, secuestrados el 22/12/77 en San Fernando, se los vio en el CCD Pozo de Banfield, el chico fue localizado en 1995 y el caso está en sede judicial.

Tatiana Ruarte Britos -4 años- y Laura Jotar Britos -3 meses-, hijos de Mirta Graciela Britos y de Javier Jotar, secuestrados en octubre del ´77 en San Martín, las chicas fueron localizadas el 19/3/80. Recuperaron su identidad, pero viven con la familia adoptiva. NN, hijo de Olga Mabel Ferreyra (embarazada de 7 meses) y de Oscar Godoy, secuestrados el 20/2/78 en Tigre.

NN, hijo de Ana María del Carmen Pérez (embarazada de 9 meses), secuestrada el 14/9/76 en San Fernando, ambos fueron asesinados.

(Publicado en la edición Nº 556 del miércoles 20 de enero del ´99)

 




Maternidad clandestina

El hospital por dentro

Los datos sobre el Hospital Militar de Campo de Mayo serán presentados ante el juez Garzón.

El martes 13, la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, Alcira Ríos, debe presentarse ante el juez español Baltasar Garzón para ratificar el 'documento de Brasil', como sobreviviente del campo de concentración La Cacha. En la oportunidad la letrada presentará toda la documentación referida a la sustracción de bebés por la cual está detenido Videla, los elementos que prueban la existencia de una maternidad clandestina en el Hospital de Campo de Mayo, y además presentará el caso Bianco, donde el ex mayor médico acusado de sustraer para sí a dos recién nacidos hijos de desaparecidas. 


La estructura

Según diversas declaraciones, que obran en los estrados judiciales y en la Conadep, en el hospital de Campo de Mayo funcionó en tiempo del proceso una maternidad clandestina, usando para ellos la sección de ginecología y obstetricia, el servicio de maternidad y el pabellón de Epidemiología.

Las mujeres detenidas embarazadas eran internadas en el sector de Epidemiología, con los ojos vendados o capuchas, a veces atadas de pies y manos, identificadas como NN, sin posibilidad de dialogar con ningún personal del hospital pues en la puerta del sector había siempre una fuerte custodia militar. Según testimonios, las mujeres serían llevadas allí en un Ford Falcon conducido por el entonces capitán médico Norberto Atilio Bianco. En el lugar estarían a cargo del mayor médico Julio César Caserotto y del teniente primero Ricardo Lederer. Los partos se realizaban, algunos a través de cesáreas, en la enfermería de la cárcel de encausados de la guarnición militar o en la sala de partos del hospital. Luego las mujeres eran derivadas por un día a Epidemiología para finalmente ser trasladadas al Campito, junto a la pista de aviones ubicada a quinientos metros del lugar, para nunca más ser vistas. Algunos bebés pasaban por Nursery, para luego entregarlos a familias que se encargaban de ellos, pero que no tenían relación de cosanguineidad ni parentesco.


Dice el director

Entre los elementos que se aportará al juez Baltasar Garzón está la declaración a la justicia argentina de uno de los directores del Hospital de Campo de Mayo Militar durante el Proceso. El militar médico Agatino Federico Di Benedetto (75), quien entre el '76 y el '79 se desempeñó como subdirector y director del Hospital de Campo de Mayo, declaró, en mayo del '98 ante el juez Adolfo Bagnasco, que en el sector de Epidemiología había personal de seguridad porque allí eran internados soldados desertores y militares de carrera que cometieron delitos, a la vez que admitió que "eran alojadas allí mujeres embarazadas, detenidas que eran conducidas por perso-nal militar". 

En relación a las embarazadas agregó que su do-cumentación quedaba en el Penal Militar y que su registro de ingreso y egreso era responsabilidad del Jefe de personal Militar del Hospital (el fallecido mayor Germán Oliver), y que las mismas eran atendidas en el quirófano de obstetricia y que las historias clínicas eran responsabilidad del jefe del servicio, doctor Julio César Caserotto. También agregó que las mujeres eran retiradas, junto con sus hijos por personal del comando de Institutos Militares, en los horarios de menor afluencia de público, y que aunque él tenía bajo su mando a los jefes de servicios, desde el Penal Militar se emanaban ordenes para los mismos relacionadas a las detenidas embarazadas. Por otra parte no reconoce haber recibido órdenes escritas para el accionar con detenidas embarazadas, a pesar que en el penal siempre se habían re-gistrado personal masculino, y no femenino como ocurrió durante el Proceso.


Caso Bianco

Nuevos elementos


Se agregó un nuevo testimonio que comprometería aún más al ex militar médico.

La semana pasada hubo una nueva declaración testimonial en el caso Bianco, por el cual se encuentra detenido el ex presidente de facto Jorge Videla. "Luego de varios años se decidió a declarar la única sobreviviente que fue atendida por el propio Bianco. Ella está muy asustada porque sabe que el represor está libre, y además porque conoce su rostro pues en la prisión se vieron cara a cara varias veces", dijo una fuente ligada a la causa. Luego de la declaración se estableció el secreto de sumario.

Según pudo saber La Hoja, se presentarían escritos para que la justicia convoque a nuevos testigos en la causa que involucra a Bianco en la participación en la sustracción de bebés de la maternidad clandestina de Campo de Mayo. Entre los posibles convocados estarían médicos militares y civiles que no habían sido tenidos en cuenta en su momento, pero que podrían aportar importante información sobre el funcionamiento de la maternidad donde daban a luz las desaparecidas embarazadas.

(Publicado en la edición Nº 589 del viernes 9 de abril del ´99)