Camposanto

La Sombra de Campo de Mayo

 

 

Santucho en Campo de Mayo

Los restos del líder guerrillero habrían sido enterrados en Puerta 4.

Un suboficial retirado del ejército sabría el lugar donde enterraron los restos de Mario Roberto Santucho, líder el ERP, y su segundo Benito Urteaga, protagonistas de la lucha revolucionaria en la década del '70.

 


La emboscada

Parte de la conducción del ERP (Ejército revolucionario del Pueblo) fue aniquilada el 19 de julio del '76 por fuerzas del Ejército, durante un procedimiento realizado en Venezuela 3149 de Villa Martelli, en el límite entre Capital federal y el Gran Buenos Aires. En el enfrentamiento, además de Santucho y Urteaga, murió el oficial del Ejército que estuvo a cargo del procedimiento: el capitán Juan Carlos Leonetti.

El hecho fue vivido por la Junta Militar del Proceso, que gobernaba el país desde hacía menos de cuatro menos, como el triunfo más espectacular del momento. Santucho era considerado uno de los más peligrosos guerrilleros, y se sabía que estaba impulsando la unión con otros grupos guerrilleros bajo la denominación OLA, entre ellos Montoneros, cuya conducción había faltado a la última cita de armado de la nueva organización. 

La noticia fue dada a conocer inmediatamente por el diario 'Ultima Hora', pero la edición vespertina de ese día fue secuestrada por los militares, quienes querían dar a conocer oficialmente la noticia. 'Ultima Hora' finalmente vencerá en la carrera informativa al comando en jefe del Ejército, y tituló en su edición matutina del 20 de julio: "Mataron a Santucho", 'Extremistas ultimaron a capitán del Ejército'. El comunicado 201/76 saldrá recién a las 11:30, admitiendo la identidad de uno de los muertos: el jefe del Partido Revolucionario del Pueblo y comandante de su brazo armado ERP. Horas más tarde admitirá que en la emboscada murió el nº 2 del grupo guerrillero.


Cementerio verde oliva

Aunque es sabido que el Ejército usaba la guarnición militar de Campo de Mayo como centro de operaciones en la lucha contra la guerrilla, nunca se supo el destino de los cuerpos de ambos líderes revolucionarios. La información que trascendió esta semana es que el juez Sergio Bufano, que atiende en la causa iniciada por los familiares de 'Robi' Santucho y 'Mariano' Urteaga, solicitó la cooperación del equipo de antropología forense para identificar los restos en caso de que la búsqueda de resultados positivos.

El suboficial retirado del ejército Víctor Ibáñez habría sostenido que los cadáveres de los dos jefes guerrilleros podrían estar enterrados en las proximidades de la puerta 4 de Campo de Mayo. El paso había estado cerrado durante el proceso, y a pocos metros del lugar se creó el 'Museo de la Subversión', que armaron los mismo militares con elementos recogidos de los procedimientos. Según el mismo Ibáñez, en declaración en el juzgado civil y comercial 2 de San Martín, cuando los guerrilleros llegaron a la unidad militar solo Santucho estaba con vida, con heridas muy graves que provocaron su muerte horas más tarde.



Caso Santucho - Procedimiento en Puerta 4

El juez allanó el Comando de Institutos Militares. Manifestaron las Madres de Plaza de Mayo.

Ayer al mediodía, el titular del juzgado federal en lo civil y comercial Nº2 de San Martín, Alfredo Bustos, ordenó el allanamiento del Comando de Institutos Militares, de Campo de Mayo, en busca del cadáver de Mario Roberto Santucho.

El magistrado concurrió acompañado por el suboficial retirado Víctor Ibáñez, quien había declarado que el cuerpo del jefe guerrillero había sido enterrado en la unidad militar, próxima a Campo de Mayo.

Informadas del operativo, concurrieron al lugar las Madres de Plaza de Mayo, lideradas por Hebe de Bonafini, quienes se tomaron de la mano para impedir el acceso a los cuarteles a militares y policías.

"La presencia de las madres es para reivindicar a sus hijos y si bien están en contra de la exhumación de cadáveres, por el significado especial que tiene Mario Santucho las ellas quisieron estar presentes", afirmó Claudio Pandolfi, abogado de Madres.

Ante un fuerte operativo policial y luego de manifestarse dando una vuelta de algunos metros por la calle interna del cuartel, al grito de asesinos, las madres se retiraron, para dirigirse a realizar la tradicional vuelta de los jueves, en la Plaza de Mayo.


La búsqueda

Junto al juez y el testigo, participaron de la recorrida su secretaria, Martina Forns, el delegado de la Policía Federal en San Martín, comisario Marcelo León, el cuerpo de peritos forenses y el abogado de la familia Santucho, quien había solicitado el procedimiento en busca del cuerpo. 

También estuvo el hijo del guerrillero, "Marito" Santucho, quien aguardó las novedades desde la puerta del cuartel. Por el momento, la búsqueda habría resultado infructuosa.


Camposanto

Tumba sin nombre

Podría haber más cuerpos en la guarnición militar.Las versiones sobre el destino de los cuerpos del santiagueño Santucho y de su amigo Urteaga son variadas. Una de ellas sostiene que fueron conducidos a la guarnición militar de Campo de Mayo donde los oficiales los expusieron ante otros civiles detenidos en el lugar. Recordemos que la guarnición militar fue usado como Centro de Detención Clandestina, según el informe de la Conadep.

Según versión recogida por el periodista Juan Gasparini cuando estuvo en la ESMA, los cuerpos de los conductores del ERP fueron expuestos como trofeos de guerra en una plaza de armas frente a numerosos oficiales, para luego ser incinerados y sus cenizas desparramadas. Otro rumor señalaba que en Campo de Mayo seguían estando sus cuerpos enterrados en tumbas NN. Los nuevos trámites judiciales determinarán si se encuentran restos óseos en el lugar y si pertenecen a los guerrilleros buscados.

Nunca, hasta el momento se había señalado tan precisamente un lugar como camposanto, dentro de la inmensa unidad militar. Teniendo en cuenta que por allí pasaron numerosos detenidos, que nunca más fueron liberados, no se descarta que haya más cuerpos enterrados en el lugar. Las recientes declaraciones de Astiz confirman una versión ya sabida, que la Armada se encargaba de los Montoneros, mientras que el Ejército operaba para la aniquilación del ERP.

(Publicado en la edición Nº 417 del viernes 20 de febrero del ´98)

 



Caso Santucho

En busca del cuerpo

Segundo testigo que dice haber visto el cuerpo del guerrillero.

Un nuevo testigo se presentó ante el juez Alfredo Bustos, de San Martín, señalando haber visto al líder del ERP (Ejército Revolucionarios del Pueblo) en la unidad militar de campo de Mayo.


Congelado

Ana Santucho, hija del guerrillero Mario Roberto Santucho, reveló el viernes que se presentó un nuevo testigo en la causa señalando haber visto a su padre congelado en la morgue del hospital militar de Campo de Mayo. El testigo, que prefirió reservar su identidad, realizó el servicio militar en la unidad militar en la década del '70. El entonces muchacho ya estaba recibido de médico, y desempeñaba tareas como tal mientras realizaba la conscripción.

"Le mostraron los cuerpos congelados en el hospital y los reconoció como de Santucho y Urteaga (otro de los integrantes de la cúpula del ERP muerto en el enfrentamiento del 19 de julio del '76, en Villa Martelli)", señaló Ana Santucho a radio Mitre. El testimonio del ex conscripto, quien nunca había hablado por temor y porque pensó que las causas ya estaban cerradas, se suma al del suboficial retirado Víctor Ibáñez quien era carcelero del centro clandestino de detención El Campito, en Campo de Mayo.


Autocrítica

Uno de los testimonios más importante de la causa es el de Ibáñez quien señala que no solo vio a los guerrilleros en la guarnición militar sino que sostiene que Santucho llegó con vida al lugar. "Al parecer le prometieron asistencia médica a mi padre a cambio de información. Lo interrogaron, pero las heridas eran mortales", dijo la hija del revolucionario. El mismo testigo habría manifestado que el general Bussi, 2º Comandante de Campo de Mayo, expuso el cuerpo de los guerrilleros congelados, un año y medio después, ante los oficiales. 

El suboficial retirado empezó a realizar declaraciones hace dos años, y a los pocos días de exponer públicamente su primer testimonio, reconociendo lo que pasaba en El Campito, salió el general Balza a hacer su primer declaración pública donde hizo la famosa autocrítica. No estaría descartado que en el lugar haya otros cuerpos enterrados.

La causa se tramita en el juzgado federal en lo civil y comercial 2 de San Martín y está siendo impulsada por los hijos y uno de los hermanos de Santucho. El jueves, el juez realizó un recorrido por la guarnición militar, ya que se señala que el cuerpo de los guerrilleros estarían enterrados cerca de la puerta 4. En la oportunidad estuvieron Julio, el hermano de Santucho, y las madres de Plaza de Mayo.



Familia castigada

Más de quince desaparecidos por portación de apellido.

La familia Santucho es de origen santiagueño y la incursión de 'Robi' Santucho en la izquierda argentina resultó fatal para muchos de ellos. Cinco de sus hermanos resultaron desaparecidos, y se suman una cantidad no precisada de familiares secuestrados por los militares, pero que superaría el total de quince.

En la época de la dictadura muchos de ellos tenían una intensa militancia política, ya sea en el radicalismo, como en el peronismo o en el Partido Revolucionario de los Trabajadores, brazo político del ERP liderado por Mario Roberto. Se sabe de otros que no militaron en ningún sector pero que por parentesco y portación de apellido fueron 'chupados' por los militares del Proceso. 

Ana Santucho, hija del líder guerrillero, se encontraba en Cuba en el momento en que su padre fue muerto. Luego se instaló tres años en Suiza, y desde el '93 se radicó definitivamente en Argentina. Ella, junto a su hermano y a su tío Julio, hermano de Roberto, impulsan la causa para recuperar el cuerpo del comandante del ERP.



Caso Urteaga

Reclamo familiar

La instancia de la Corte Suprema para el segundo jefe del ERP.

Facundo Urteaga, hermano de Benito Urteaga, presentó un reclamo de 'hábeas data' ante la Corte Suprema de la Nación para que el estado le brinde toda la información que tenga acerca de la muerte y paradero del cuerpo de su hermano.

Urteaga quiere hacer uso del derecho de hábeas data, consagrado por la Constitución Nacional, que permite recibir del estado toda la información que posea sobre su hermano, y tener acceso a los bancos de datos que existan sobre el tema. Otras instancias en la justicia ya rechazaron el pedido, pero el hermano del guerrillero tendría grandes posibilidades para que desde el máximo tribunal le acepten la solicitud.

Benito Urteaga era el segundo jefe del ERP, y murió en el enfrentamiento con miembros del Ejército en Villa Martelli, a mediados del '76. Hasta el momento se desconoce el destino de sus restos, teniendo diversas versiones sobre el mismo. Pero la aparición de un guardiacárcel del centro de detención clandestina El Campito, que funcionó en Campo de Mayo, permitiría tener una pista importante sobre el lugar donde fue enterrado el guerrillero. 

Facundo Urteaga también participa en la causa iniciada por la familia Santucho en los tribunales federales de San Martín, para conocer el destino de los cuerpos de la cúpula del ERP.

(Publicado en la edición Nº 419 del miércoles 25 de febrero del ´98)

 



Campo de Mayo

La guarnición como camposanto

Un suboficial y un ex conscripto confirmaron que en la unidad militar hay desaparecidos enterrados.

El suboficial retirado del ejército, Víctor Ibáñez, señaló ante la justicia el lugar donde enterraron los restos de Mario Roberto Santucho, líder el ERP, y su segundo Benito Urteaga, protagonistas de la lucha revolucionaria en la década del '70. El edificio donde funcionó el Museo de la Subversión, a cien metros de Puerta 4, en la guarnición militar de Campo de Mayo, es el lugar señalado.


La emboscada

Parte de la conducción del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) fue aniquilada el 19 de julio del '76 por fuerzas del Ejército, durante un procedimiento realizado en Venezuela 3149 de Villa Martelli, en el límite entre Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En el enfrentamiento, además de Santucho y Urteaga, murió el oficial del Ejército que estuvo a cargo del procedimiento: el capitán Juan Carlos Leonetti.

El hecho fue vivido por la Junta Militar del Proceso, que gobernaba el país desde hacía menos de cuatro meses, como el triunfo más espectacular del momento. El santiagueño Santucho era considerado uno de los más peligrosos guerrilleros, y se sabía que estaba impulsando la unión con otros grupos guerrilleros, entre ellos Montoneros. 

La noticia fue dada a conocer inmediatamente por el diario 'Ultima Hora', pero la edición vespertina de ese día fue secuestrada por los militares, quienes querían dar a conocer oficialmente la noticia. 'Ultima Hora' finalmente vencerá en la carrera informativa al comando en jefe del Ejército, y tituló en su edición matutina del 20 de julio: "Mataron a Santucho", 'Extremistas ultimaron a capitán del Ejército'. El comunicado 201/76 salió recién a las 11:30, admitiendo la identidad de uno de los muertos: el jefe del Partido Revolucionario del Pueblo y comandante del ERP, su brazo armado. Horas más tarde admitirá que en la emboscada murió el nº 2 del grupo guerrillero.


Tumba sin nombre

Aunque es sabido que el Ejército usaba la guarnición militar de Campo de Mayo como centro de operaciones en la lucha contra la guerrilla y como Centro Clandestino de Detención, según el informe de la Conadep; nunca se supo el destino de los cuerpos de ambos líderes revolucionarios. Por otra parte siempre se rumoreo que en Campo de Mayo había enterrados desaparecidos, pero hasta el testimonio de Ibañez, nadie confirmó la versión. Uno de los lugares señalados por el ex sargento como lugar de entierro son las proximidades de la Puerta 4, que había estado cerrada durante el Proceso. 

A pocos metros se creó el 'Museo de la Subversión', que armaron los mismo militares con elementos recogidos de los procedimientos, hoy allí funciona la obra social de suboficiales, y allí estaría el cuerpo de Santucho. El juez Víctor Alfredo Bustos, del juzgado federal civil y comercial 2 de San Martín, lleva adelante la causa impulsada por los hijos y uno de los hermanos de Santucho. El testigo de peso es Ibáñez, quien era carcelero del centro clandestino de detención El Campito, en Campo de Mayo. El juez y el suboficial realizaron un recorrido por el Comando de Institutos Militares de la guarnición militar, el jueves 19 de febrero. En la oportunidad estuvo Julio, el hermano de Santucho, y las madres de Plaza de Mayo

En declaración al juez, Ibáñez explicó que cuando los guerrilleros llegaron a la unidad militar solo Santucho estaba con vida, con heridas muy graves que provocaron su muerte horas más tarde. Ibáñez habría llevado a Santucho malherido rumbo al hospital militar que funciona dentro de la unidad militar, en la camioneta lo habría acompañado el entonces teniente 1º médico Capelli, junto con otro médico de mayor graduación, que fumaba pipa y que Ibáñez no recuerda su apellido. "Al parecer le prometieron asistencia médica a mi padre a cambio de información. Lo interrogaron, pero las heridas eran mortales", dijo Ana Santucho, hija del jefe guerrillero.



Cuerpos congelados

Ana Santucho también reveló que en la causa se presentó espontáneamente un nuevo testigo, quien dijo haber visto a su padre congelado en la morgue del hospital militar de Campo de Mayo. El testigo, que prefirió reservar su identidad, realizó el servicio militar en la unidad militar en la década del '70 y nunca había hablado por temor y porque pensó que las causas ya estaban cerradas. El entonces muchacho ya estaba recibido de médico, y desempeñaba tareas como tal mientras realizaba la conscripción.

"Le mostraron los cuerpos congelados en el hospital como si fueran un trofeo de guerra", señaló a La Hoja Manuel Gaggero, abogado patrocinante de la familia Santucho. El mismo Ibáñez habría manifestado que el general Bussi, 2º Comandante de Campo de Mayo, expuso el cuerpo de los guerrilleros congelados ante los oficiales, un año y medio después, para inaugurar el Museo de la Subversión.

Pasados 22 años Ibáñez explicó que no solo él fue testigo ocular, sino que toda la guarnición vio los hechos por él relatados. "No me siento un represor, ni un traidor; y no hablo por un cuestión de conciencia sino como un acto de humanidad y de justicia para la familia, para que puedan llevarle una flor a sus muertos", dijo el suboficial, quien no se siente arrepentido de haber combatido a la subversión, "aunque uno puede arrepentirse de algunas cosas", explicó.


Tumbas NN

El sargento retirado Ibáñez, cuyo nombre de guerra era 'Petete', también confirmó que había otros miembros del ERP enterrados en Campo de Mayo, junto a la pista de aviones, entre ellos José Benito Urteaga, Domingo Menna, tercero en la conducción, y Liliana Delfino, esposa de Santucho. También sostuvo que hay enterrados otros desaparecidos, pero que no tiene interés en dar a conocer todos esos detalles. 

El juzgado que tramita la causa mandó a verificar si en el registro civil de La Plata se encuentran dos defunciones de NN fechadas entre el 19 y 20 de julio del '76, junto con la del capitán del Leonetti, muerto en el procedimiento, y que corresponderían a Santucho y Urteaga. La vuelta del juez de sus vacaciones en el día de hoy, llevaría a acelerar la presencia del equipo de antropología forense en el área del Comando de Institutos Militares para determinar si se encuentran restos óseos en el lugar y si pertenecen a los guerrilleros buscados.

Mientras tanto el juez convocó a declarar a los generales Fernando Verplaetsen, Santiago Omar Riveros y Antonio Domingo Bussi, éste último respondería por escrito aduciendo su condición de gobernador de Tucumán (por ahora).

(del Suplemento Especial de la edición Nº 430 del lunes 23 de marzo del ´98)

 


Familia Santucho

“Nos perseguían por portación de apellido”

El sobrino del jefe guerrillero Roberto Santucho, dialogo con La Hoja sobre las persecuciones que sufrió toda su familia.

Jorge Santucho (31), es santiagueño. A los cinco años se trasladó al partido de Tres de Febrero, junto con su familia. Amílcar fue su padre, el mayor de los hermanos Santucho, entre quienes se encontraba 'Robi', quien fuera máximo dirigente del ERP. "Los Santucho siempre tuvieron actuación política, y tuvo que ver con la realidad social y la intensa actividad política que hubo en la Argentina en aquella época", relata Jorge.


Los hermanos

Amílcar empezó a militar en el comunismo santiagueño, llegando a ser su apoderado, e impulsó a su hermano Roberto a leer material de origen marxista. Roberto nunca militó en el PC, sino que se sentía vinculado a las corrientes revolucionarias nacionales. Finalmente ambos hermanos participan de la experiencia del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), que tendrá un brazo armado denominado ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo).

"La participación de mi padre fue muy activa, pero además se sumó el hecho que él era abogado, por eso es que trabajó mucho en defender a aquellos que eran detenidos por razones políticas. Esto fue hasta el '74, cuando debió pasar a la clandestinidad, porque el surgimiento de la Triple A hacía imposible que siguiera realizando su trabajo, y menos teniendo el apellido Santucho, cuando mi tío era el hombre más buscado del país", describe el joven, que hoy desempeña tareas como asesor en el concejo deliberante de Moreno.

Amílcar fue detenido en el '75, en la frontera entre Argentina y Paraguay. Estuvo en las prisiones paraguayas de Stroessner hasta la década del '80, donde fue torturado por militares paraguayos y argentinos. La presión internacional y el pésimo estado de salud permitieron que Amílcar Santucho fuera liberado, exiliándose en Suecia y México. "Papá volvió al país al tiempo de instaurada la democracia, y comenzó a transitar por la política con una visión crítica de los desvíos militarista que hubo en los '70. En julio del '96 fallece".


Los hijos

"Los descendientes de los Santucho no participamos en los '70 por una cuestión de edad. Cuando en el '76 matan a mi tío yo tenía 10 años. Nos perseguían por portación de apellido, ése era el delito de los más chicos de la familia, y en el '78, por seguridad, nos vamos a Cuba". En Cuba compartió el exilio con algunos de sus primos, y con mucha gente que huía de sus países en diversos lugares de Latinoamérica. Volvió en el '86 a visitar parientes, experiencia que provocó la necesidad de regresar para instalarse, hecho que se produjo en el '89.

"El exilio desde la niñez marca a fuego y no todos pueden encontrar su lugar en el mundo. El no tener una infancia 'normal' nos lleva a ver la vida de un modo distinto, hasta rechazar la política por todo lo que se sufre. En mi caso decidí volver a mi país, me fui empapando de las necesidades y percibiendo las tragedias cotidianas, y eso en mi caso me obliga a comprometerme, por eso hoy estoy militando", explica. 

Jorge no sabe decir la cantidad de familiares desaparecidos que tiene. "No me puse a contar, algunos dicen que son catorce, solo sé que el llevar el apellido fue causal para que muchos fueran llevados, incluso se dice que hay alguno nacido en cautiverio. Son tíos, primos y de manera directa tengo una hermana desaparecida, y otra que fue detenida y liberada recién cuando faltaban pocos días para la reinstauración de la democracia", explica, además de recordar que en su familia nunca hubo una sola ideología política.


"Encontraremos el cuerpo"

El sobrino de Mario Roberto Santucho, el último jefe del ERP, que fuera matado en Villa Martelli y cuyo cuerpo nunca fue hallado, reivindica la coherencia de su tío y su padre. "Yo reivindico a esa generación, incluso a Robi, mi tío. Hubo entrega, fidelidad y coherencia, defendieron sus ideales e incluso entregaron su vida, cosa que hoy en día no ocurre. Si comparo la política tradicional, de promesas incumplidas, de negociados y agachadas, es obvio que elijo lo otro. Reconozco que hubo un grave error al caer en una política militaristas, alejándose de la sociedad, lo que los llevó al desastre".

Más adelante expresó: "De todos los desaparecidos de mi familia sólo en el caso de Robi el Ejército reconoció que lo mató, por eso la familia pide la entrega de su cuerpo, aunque al principio les costó presentar el pedido. No sería raro que en Campo de Mayo hubiera muchos más cuerpos que el de 'Robi'; allí se interrogó, se torturó y se mató. Era parte de la estructura represiva del Ejército".

Sobre las actuaciones judiciales expresó confianza: "Creo que se va a encontrar el cuerpo, que para el Ejército era un trofeo. Pasaron 22 años y sigue habiendo miedo, pero el juez ya vio que el suboficial Ibáñez no es un loquito, y pronto va a pedir la entrada del equipo de antropología forense a Campo de Mayo".

(Publicado en la edición Nº 457 del viernes 29 de mayo del ´98)

 


Caso Santucho

Videla fue citado por la justicia

Deberá presentarse en calidad de testigo en la causa que siguen los familiares del líder guerrillero Roberto Santucho. Es para que le devuelvan el cuerpo a la familia.

El juez de San Martín, Alfredo Bustos, citó al golpista indultado Jorge Rafael Videla para que declare el miércoles 10 de junio en la causa Santucho. Los familiares de 'Robi' Santucho y Benito Urteaga promueven la causa para que se localice y devuelva los restos de los históricos jefes guerrilleros del PRT/ERP.


Campo de muertos

Según información que posee el juez de la causa, los restos de los dirigentes revolucionarios, junto con otros desaparecidos, se encontrarían en la guarnición militar de Campo de Mayo. El magistrado allanó el Comando de Instituto Militares hace tres meses, donde se supone se encuentran los restos de los militantes. Se espera que en las próximas semanas, luego de la declaración del militar golpista, el juez ordene que el equipo de antropología forense empiece a realizar excavaciones.

Uno de los jefes de Inteligencia en Campo de Mayo, Fernando Verplaetsen, declaró ante el juez que él se enteró de la muerte Santucho por un informe del Ejército. Videla deberá declarar en calidad de máximo responsable del Ejército y del gobierno de facto el día que ocurrieron los hechos, 19 de julio de 1976. No se descarta que sea citado Domingo Bussi, que habría exhibido el cuerpo congelado del guerrillero en ocasión de inaugurar el museo de la subversión.


Testigos ocultos

El testimonio más importante lo había brindado el suboficial Ibáñez, que luego fue confirmado por un soldado médico que hizo el servicio militar a fines de la década del '70. "Vi a Santucho con vida, pero en muy mal estado", dijo Ibáñez. Mientras que el soldado explicó que vio el cuerpo congelado en el hospital militar de Campo de Mayo.

Jorge Santucho, sobrino del guerrillero desaparecido, le reveló a La Hoja que había otros testigos con identidad reservada que habrían confirmado los datos al juez. "Creo que se va a encontrar el cuerpo, que para el Ejército era un trofeo. Hay testimonio de un suboficial, de un soldado y se sumó otra gente con información que no quiere dar a conocer su identidad. Pasaron 22 años y sigue habiendo miedo, pero el juez ya vio que el suboficial Ibáñez no es un loquito, y pronto va a pedir la entrada del equipo de antropología forense a Campo de Mayo", dijo.

(Publicado en la edición Nº 458 del lunes 1 de junio del ´98)



Caso Santucho

Aun no apareció el cuerpo

El Equipo de Antropología Forense trabajo durante dos días. Los restos no fueron hallados. Van a determinar si hubo un sótano debajo del ex Museo de la Subversión.

Tras dos días de excavaciones y tomas de muestra de tierra, el Equipo de Antropología Forense, intenta determinar si debajo de donde existió el Museo de la Subversión, dentro del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, había un sótano donde podrían estar los cuerpos de los jefes guerrilleros Roberto Santucho y Benito Urteaga.

Esto surge a partir de la causa que instruye el titular del Juzgado en lo Civil y Comercial Federal Nº 2 de San Martín, doctor Bustos, bajo el número 25.109 por medio de la cual se intenta determinar si los cadáveres de Santucho, Urteaga y otros desaparecidos fueron enterrados en es lugar o en sus inmediaciones.

El equipo realizó la tarea durante el martes de esta semana y ayer, tomando muestras de la tierra a varios metros debajo del piso, de lo que ahora es el casino de suboficiales, porque el Museo funcionó allí hasta el '96 y luego fue trasladado a una guarnición militar en Ciudadela, donde está todo embalado sin que se haya vuelto a exponer.


Sótano

Con las muestras de tierra tomadas por los antropólogos, ahora estos intentarán determinar si allí hubo o no un sótano, como en su oportunidad declaró el suboficial retirado "Petete" Ibáñez, que dijo haber visto el cuerpo de Santucho con heridas de bala, pero aun con vida, cuando se desempeñaba como cabo en el Comando de Institutos Militares.

Según comentarios de fuentes castrenses, pudo haber existido un sótano en ese lugar, que habría sido rellenado en el '96 cuando se desmanteló el Museo. No obstante este es uno de los puntos clave que debe determinar el Equipo de Antropología Forense.

No quedó confirmado si continuarán con las tareas en los próximos días, aunque la misma fuente determinó que ayer, el arquitecto a cargo de las excavaciones le habría manifestado que comenzarían a reparar el piso roto.

(Publicado en la edición Nº 544 del viernes 18 de diciembre del ´98)




No sabían que era Santucho

En uno de sus testimonios publicados en el libro Campo Santo, del periodista Fernando Almirón, el ex sargento Víctor Ibáñez asegura: “Te digo la verdad, yo creo que no sabían que era Santucho”. Tras esto Ibáñez relata que una mujer se acercó a un grupo de gente de la ESMA que hacía un control de tránsito en las avenidas Constituyentes y General Paz y les informa que en el edificio donde vivía en Villa Martelli, todos los días se reunía gente rara. 

Los marino le pasan el dato al Ejército y es comisionado el capitán de ingenieros Juan Carlos Leonetti, integrante de la Zona IV, que va al lugar con un grupo de tareas del Colegio Militar. Al llegar al lugar el portero les indicó el departamento y tocaron el timbre sin saber quién estaba adentro.. Liliana Delfino, esposa de Santucho, abrió confiada la puerta, como si estuviese esperando a alguien, y ya no pudo volver a cerrarla cuando se dio cuenta de quiénes eran.

Ya todos contra la pared los fueron requisando uno a uno y cuando llegaron a Santucho, sin saber que era él, éste se dio vuelta y le aplicó a Leonetti una toma para reducirlo (presuntamente practicaba artes marciales) y arrebatándole el arma le disparó varias veces. El resto del grupo de tareas comenzó a ametrallar a todos.


En Campo de Mayo

Según Ibáñez, Santucho y otros tres detenidos fueron llevados a “El Campito” en Campo de Mayo. Santucho estaba herido y lo trasladaron hasta el comedor de la tropa. Al rato llegó un médico del hospital militar y dijo que era necesario intervenirlo quirúrgicamente. Ibáñez fue a buscar la ambulancia y trasladó a Santucho de inmediato, pero éste murió apenas llegaron al nosocomio.

Luego comenzó un desfile de coroneles que no podían creer que habían logrado detener al jefe máximo del ERP. Muchos se lamentaban de que estuviera muerto, porque tenían intención de interrogarlo. De acuerdo al testimonio, los militares se enteraron que se trataba de Santucho después que llegara a Campo de Mayo, por la documentación encontrada en el departamento donde lo habían detenido junto a sus compañeros.