Parte dos: Testimonios y Documentos

Tito Martín..., por José Ernesto Schulman

 

 

2. Tosco y Villa Constitución

 

a. Villa Constitución. La lucha por la democracia sindical.
Artículo publicado en “Patria Nueva” en la primera quincena de mayo de 1974.

 

Desde hace mucho tiempo los trabajadores argentinos vienen luchando por la vigencia de una autentica e irrestricta democracia sindical. ¿Qué significa en definitiva la “democracia sindical”?: significa fundamentalmente la posibilidad de difundir con libertad sus ideas en el seno del gremio respectivo, constituir agrupaciones, formar listas y presentarse a elecciones, y eventualmente ejercer la conducción de la organización puesta genuinamente al servicio de los trabajadores. 

Esta tarea permitirá una mejor y más eficaz defensa de los derechos económicos y sociales, y la elevación y fortalecimiento de la conciencia política de la clase obrera. Conciencia política que no se genera por sí misma en la base productiva, sino que necesita un estudio y una práctica consecuente sobre el rol histórico que le toca asumir y cumplir a la clase obrera el proceso de desarrollo de la humanidad. Esa conciencia de clase, esa conciencia política, es en última instancia la única herramienta con la que se puede enfrentar el sistema basado en la explotación del hombre por el hombre.  Sin conciencia de clase no hay posibilidad de comprender la esencia del régimen capitalista y sólo turbiamente se puede entrever que el mismo puede y debe ser reemplazado por otros sistemas que relacione a los hombres con un verdadero sentido de fraternidad humana.  Conciencia de clases y conciencia política no quieren decir encuadramiento riguroso en determinada agrupación partidaria. 

La crisis del sistema, con toda su heterogeneidad y complejidad , se refleja en la superestructura política del campo obrero y popular a través de distintos partidos, distintos movimientos progresistas y revolucionarios. Más la conciencia de clase es capaz de sumar todas estas expresiones o al menos de coordinarlas para la defensa de los derechos que son comunes, y la lucha por un porvenir y un destino también común. De allí que es principalmente en el seno de la clase obrera de donde puede surgir el gran factor, la gran palanca para la unidad de acción, para la unidad en la lucha, para la coincidencia programática mínima y para la instrumentación orgánica de las fuerzas obreras y populares.

El sistema busca permanentemente frenar el desarrollo de la conciencia de clase en el movimiento sindical. Busca que el sindicalismo sea un apéndice reformista del sistema capitalista, pero de un reformismo tal que se acomode a las periódicas crisis que padece, y que además acepte cargar sobre sus espaldas lo más importante, cuando no todos los efectos de la crisis. Cuando se acepta este papel eminentemente reformista y supeditado a las necesidades del sistema, cuando se subordina al movimiento obrero a desempeñar tan triste papel se están echando los más fuertes fundamentos de la burocracia sindical. Y la  crisis del sistema engendra la crisis del reformismo, la burocracia sindical retrocede del reformismo a la de agente directo del sistema “infiltrado” “legalmente” en el movimiento obrero y consuma la más denigrante de las traiciones.

 


La burocracia de la UOM


En la Argentina, y en todos los países semi/industrializados e industrializados, la actividad industrial se basa en gran medida en la metalurgia, en sus procesos previos y en sus derivados.  Allí están los grandes capitales y allí están  -no puede ser de otra manera- los grandes contingentes proletarios. En  las situaciones de crisis, transitorias o definitivas, están funcionando a pleno los presupuestos de la existencia de una burocracia sindical entreguista como se analiza al comienzo de la nota.  La burocracia entreguista de la U.O.M. es tan poderosa que ya es común escuchar hablar o leer reiteradamente comentarios sobre la “Patria metalúrgica”. El ministerio de trabajo, Ricardo Otero, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Victorio Calabró, y el vicegobernador de la provincia de Santa Fe, Jesús Cuello, y el titular de las 62 Organizaciones, Lorenzo Miguel, entre otros, son miembros conspicuos de la burocracia de la U.O.M. y funcionarios de gran peso político en la sediciente “patria metalúrgica”.   

Esa todopoderosa organización sindical burocrática, ese tremendo mecanismo controlado por no más de una docena de jerarcas con un “ejercito” de matones, hace mucho tiempo que viene haciendo mucho escarnio de la democracia sindical.   En la U.O.M. -y en muchos otros organismos burocráticos también- los trabajadores y la agrupaciones sindicales que se muestran opositores, que levantan las reivindicaciones de los compañeros, son reprimidos de incontables maneras: la amenaza personal directa, la delación a la patronal, la suspensión o expulsión del sindicato con la pérdida de todas las atribuciones, hasta la agresión y el atentado, son cosas conocidas públicamente; las secciónales no adictas son intervenidas, no importa por cuanto tiempo, hasta trata de doblegar y anular toda oposición, todo vestigio de democracia sindical.

 

 


La  U.O.M también tiene su talón de Aquiles


La burocracia de la U.O.M. es muy poderosa pero no inexpugnable. A nadie le es posible comprar el futuro por más dinero que disponga o por más matones que contrate. Las bases obreras, aún agredidas por la burocracia se rebelan y luchan; y en esa rebelión y esa lucha está el desarrollo de su conciencia de clase que exige respeto a la condición y a la personalidad del trabajador, defensa de sus derechos, plena vida democrática y nuevas perspectivas para un futuro mejor.

Los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución, más de seis mil compañeros de las fabricas Acindar, Marathon y Metcon, que tuvieron intervenida la seccional de la U.O.M. por más de cuatro años, se han rebelado. La primera quincena del mes de marzo pasado los colocó en las planas de todos los diarios; declararon una huelga, tomaron las fabricas por una semana y no aflojaron hasta la celebración del acta en la que intervinieron ellos mismos, el Ministerio del Trabajo y la patronal; y por la que la burocracia se compromete a dar elecciones libres para delegados, comisiones internas y seccional en plazos que van de 45 a 120 días.     Un extraordinario y emocionante triunfo que llegó a la clase obrera de todo el país.   El sábado 20 de abril el sindicalismo combativo argentino se hizo presente en Villa Constitución para participar del Plenario de Solidaridad que las comisiones internas de Acindar, Marathon y Metcon, habían convocado.  

 

El plenario se convirtió en un acto más y más de seis mil personas acudieron al mismo.  Se aprobó una importante resolución y se fortaleció la unidad alrededor de los compañeros metalúrgicos de Villa Constitución con una comisión de solidaridad.

 

 


b. Carta al Comité de Lucha de Villa Constitución


Hemos tenido, un grupo de compañeros trabajadores y militantes sindicales cordobeses, la gran satisfacción de poder conversar ampliamente con el compañero Luis A. Segovia. Nosotros conocíamos a grandes rasgos la masiva y heroica lucha de los trabajadores y el pueblo de Villa Constitución. Esa lucha, en respuestas a un falso “complot” que organizaron las altas esferas gubernamentales para facilitar la represión, constituía para nosotros un faro luminoso para las reivindicaciones laborales argentinas. 

Villa Constitución con toda su trayectoria democrática y combativa pasó a ser la vanguardia de las justas luchas de la clase obrera por sus reivindicaciones económicas, sociales y políticas. El gobierno preocupado por la vigencia de la democracia sindical  en Villa Constitución, alarmado por su grado de conciencia y organización, prevenido para represaliar todo intento de avanzar en las discusiones de las comisiones paritarias, lanzó una contraofensiva que fuera capaz de frenar todo ese maravilloso proceso. 

Los trabajadores metalúrgicos, el movimiento obrero y el pueblo de Villa Constitución respondieron a ese desafío en forma extraordinaria. El compañero Luis A. Segovia nos ha detallado todo lo sucedido. Hemos experimentado una gran emoción y una gran alegría al comprobar con que entereza, con que perseverencia, con qué entusiasmo y con qué espíritu de lucha, los trabajadores y el pueblo han enfrentado la represión, las claudicaciones y las traiciones de unos pocos que sirven a la reacción interna, a los monopolios y al imperialismo. Muchos creían que en veinticuatro o cuarenta y ocho horas estaría resuelto el problema con la derrota y el desaliento de los trabajadores. 

Sin embargo todo el país tuvo ante sus ojos más de sesenta días de huelga, de movilizaciones, de actos y reclamaciones. La lucha de Villa Constitución no sólo tuvo repercusión nacional sino que trascendió al ámbito internacional; nosotros tuvimos oportunidad de escuchar por onda corta las emisiones de las principales ciudades del mundo y durante mucho tiempo se incluyeron comentarios sobre la huelga de Villa Constitución.   

Al nombre del compañero Alberto Piccinini, al que queremos y respetamos mucho, junto al Comité de Lucha y al Cuerpo General de Delegados, se asociaron los conceptos de firmeza y decisión para defender los derechos de los trabajadores, y pese a las contingencias de la lucha, con asesinatos de obreros, encarcelamiento de sus principales dirigentes, intervenciones, etc., la clara determinación de seguir siempre adelante para conquistar una vida mejor para todos los sectores laboriosos de la población. Ese es en definitiva el saldo extraordinario de toda esta lucha que evidentemente aún no ha terminado; que está prosiguiendo en todo el País; que aquí en Córdoba adquiere nuevamente contornos masivos y de combate a fondo. 

De todo lo que nos ha relatado el compañero Luis A. Segovia hemos aprendido mucho. Se sabe que la lucha de los obreros enseña mucho y que a su vez en esa relación, semejanza y comparación reciproca, es útil para enseñar y aprender. De allí que, para la actual situación que ustedes viven nosotros podemos hacerles conocer nuestras experiencias, que asimiladas y adaptadas, serán indudablemente de utilidad.  Nosotros creemos, y todo el movimiento argentino lo espera, que Villa Constitución, en particular los gremios y las fábricas que enfrentaron lo fundamental de la lucha, sigan adelante.  

 

Sabemos por haberlo experimentado en más  de una oportunidad en carne propia que tal camino es difícil pero no por difícil, insuperable. Todo por el contrario: si sabemos aprovechar la experiencia y sabemos afrontar con lucidez y decisión las nuevas situaciones también saldremos adelante con una rica experiencia acumulada que será aún más valiosa para el futuro. Ante la intervención a los Sindicatos, encarcelamientos y persecuciones, nuestra experiencia es la siguiente:

 

 


1. Mantener la conducción.


Creemos en la relación dialéctica positiva de base/dirección y dirección/base. Las bases sin conducción pasan por lo general al espontaneismo y a la disgregación tornando inútiles los esfuerzos colectivos y facilitando la represión.  Las conducciones sin base pasan a ser pequeños grupos sin ecos y sin capacidad de movilización concluyendo por lo general en múltiples divisiones. Es imprescindible mantener a toda costa el funcionamiento legal, semilegal o clandestino del Comité de Lucha y del Cuerpo General de Delegados en una relación abierta y democrática con las bases.

 

 


2. Organizar las bases


No todos los compañeros delegados y/o militantes más conscientes y decididos han de haber sido apresados o declarados cesantes.  Ellos en relación con el Comité de Lucha, deben mantener elevado el estado de ánimo de los trabajadores en las plantas y hacer comprender que lo vivido es una etapa de la lucha y que más tarde o más temprano la misma se reiniciará. Los compañeros que están en fábrica deben preocuparse especialmente por alentar el espíritu de justicia y de rebeldía que anida en muchos trabajadores e instarlos a formar parte de la estructura organizativa de la resistencia. A impulsar el reconocimiento de la conducción del Comité de Lucha y del Cuerpo General de Delegados. A exigir que la Comisión de la Seccional sea elegida libremente por los trabajadores. A reclamar la libertad de todos los compañeros presos. A hacer cumplir todas las normas de relaciones laborales que están en vigencia y a reclamar lo que afecte a los derechos de los trabajadores. Estas reivindicaciones deberán ser lo central de toda la actividad sindical, sin perjuicio de otras más generales como las que levanta el movimiento sindical combativo de todo el país.

 

 


3. Un periódico, órgano informativo regular.


El Comité de Lucha debe mantener la mayor cantidad de relaciones personales posibles con los compañeros que están en fábrica, con los Delegados, con sus propios familiares. Pero esto no es suficiente. Es imprescindible la publicación de un pequeño (les mandamos el que hacemos nosotros todas las semanas y que es clandestino pero lo lee todo el gremio) periódico o comunicados que salga todas las semanas como mínimo y que debe entrar en fabrica por las vías que Uds. ideen.  Su contenido debe reflejar los problemas concretos que se padecen, en especial la libertad de los presos y las reivindicaciones, además de algunos artículos doctrinarios.  El periódico y/o los comunicados serán vehículos, lazos, que unirán en un momento a los miles de trabajadores.  Llamar constantemente a la unidad; la unidad es nuestra fuerza en condiciones de desarrollo de la conciencia combativa como está planteado en Villa Constitución.

 

 


4.  No aislarse jamás.


El Comité de Lucha o el Cuerpo de Delegados con acuerdo de ambos,  o la Comisión de Familiares de los Presos de Villa Constitución (si no está en marcha debe ponerse en funciones de inmediato) deben mantener una relación constante con Sindicatos, nucleamientos, agrupaciones, partidos políticos, concejales, diputados, senadores, centros sociales (en la medida de lo que se pueda) con los trabajadores de Villa Constitución. Campañas de difusión, campañas de recaudación, mesas redondas, todo lo que ayude a mantener vivo el problema, todo lo que ayude a encontrar soluciones.

 

 


5. Preparar y desarrollar algunas acciones.


No todo puede reducirse a organización, difusión y relaciones.  Todo esto debe servir para estar preparados para desarrollar algunas acciones: paros parciales en fábrica, actos, asambleas, todo lo que ayude a reanimar la actividad combativa de las masas. Cualquier problema en fábrica, cualquier reivindicación que desate (con impulso nuestro) el espíritu de lucha, la decisión de hacer un paro, debe ser llevada adelante.  En todos los casos hay que agregar a esas motivaciones las reivindicaciones fundamentales: presos, cesantes, restitución de la Seccional, etc.

 

 

 
6. Ser paciente, perseverantes y decididos


Nuestra experiencia nos ha enseñado que por sobre todas las cosas debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces pasan meses sin que nada aparentemente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de esas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar: en una semana en un mes o en un año. Nada debe desalentarnos, nada debe dividirnos. Nada debe desesperarnos. Siempre, si trabajamos así, obtendremos buenos resultados. Nosotros tenemos pruebas abundantes de todo ello.  Estamos absolutamente seguros que ustedes  los obtendrán también. 

Queridos compañeros: es muy posible que muchas de estas cosas ustedes ya la hayan puesto en práctica y que las desarrollen mejor de lo que nosotros mismos opinamos. De todas maneras, el criterio que hemos expuesto, tiene la finalidad fraternal de exponerles nuestras experiencias por sí en algo pueden ser útiles. En definitiva, la solidaridad entre todos los trabajadores es un atributo histórico que puede expresarse de distintas maneras; la nuestra quiere ser una forma de ser solidarios con todos ustedes. 

Quisiéramos  -de ser posible- que desde allí también  nos transmitan las opiniones de las experiencias que realizan.  Nos será sumamente útil a la par de ir estableciendo contactos de cierta regularidad favorables a una coordinación nacional del movimiento sindical combativo para futuras luchas. La lucha de Villa Constitución es todo un ejemplo, no sólo del presente, sino de toda la historia del movimiento obrero argentino que en sus páginas consignará como corresponde la heroica acción de los compañeros trabajadores de la ribera industrial del Paraná.

¡¡Viva la lucha de los trabajadores de Villa Constitución!!

¡¡Continuar la lucha de la clase obrera y el pueblo en todo el territorio nacional!!

Los saludamos a todos con un fuerte y fraternal abrazo.

Agustín Tosco

 

 


c
. Documentos del Comité. De Lucha (52)
Documento de balance del “Villazo” de marzo de 1974

 

Como nace el movimiento del 7 de marzo.


Nuestro movimiento viene gestándose desde hace aproximadamente un año, pero tiene sus raíces en la intervención de la seccional de la U.O.M. en 1970 después de la derrota de la huelga de diciembre/enero. A partir de allí, los trabajadores de las tres fabricas más importantes de Villa Constitución (Acindar y Marathon que pertenecen a la misma empresa y Metcon de la Ford) más los compañeros de otras fabricas y talleres metalúrgicos, no teníamos un sindicato normalizado que sirviera para defender nuestros derechos, que mantuviera a raya la prepotencia de los patrones y estuviera a la cabeza de la lucha para resolver nuestras innumerables necesidades y problemas que hacen a nuestras condiciones de vida y de trabajo.   

Tampoco en un primer momento, debido a las maniobras burocráticas y patronales, logramos constituir cuerpos de delegados y comisiones internas que expresaran realmente el sentir de las bases. Mientras tanto, y a causa de ello, se frenaba el avance de nuestro gremio por las conquistas más vitales y urgentes que era necesario alcanzar o consolidar: salarios que posibiliten condiciones dignas de vida para los trabajadores y su familia, el cumplimiento del convenio especialmente por parte de talleres y contratistas en lo que ser refiere a categorías, trabajo peligroso e insalubre, calorías, etc. Más las reivindicaciones que hacen a los aspectos de las condiciones de trabajo y ritmos de producción para evitar el agobio de los trabajadores y la superexplotación, el atraso en los pagos, la falta de pago de las horas extras y la miseria salarial y la explotación a que se somete a los menores aprovechándose de su necesidad  imperiosa de trabajar.  

A esto hay que agregar el grave problema de la falta de servicios sociales, particularmente  en lo que hace a la asistencia médica y medicinal, pues a pesar de que la dirección nacional de la U.O.M. se lleva de Villa Constitución 80 millones de pesos por mes (por cuota sindical y ley 10.610) solo devuelven una ínfima parte que no alcanza para cubrir ni las  menores necesidades. El sindicato en manos de la burocracia, las artimañas, la represión abierta o encubierta de la patronal y de la intervención sindical impedía sistemáticamente terminar con estos abusos que son conocidos por todos y cada uno de los compañeros metalúrgicos, tanto de las grandes fabricas nacionales o extranjeras, como de los talleres o fábricas chicas.

Ese es el sentido de nuestra lucha por la democracia sindical, por la participación de las bases en todas las decisiones, la elección de delegados y comisiones internas combativas y honestas que representaban verdaderamente a sus compañeros de trabajo, que resistieron las presiones de la patronal y de la burocracia, que condujeron la lucha por la recuperación del sindicato y por la solución de las necesidades más apremiantes y lograron así que los trabajadores de Villa Constitución se unieran a la lucha que por sus aspiraciones y derechos han llevado y llevan adelante los compañeros obreros y trabajadores de todo el país.

 

 


Comienza el conflicto


El primer paso de nuestro movimiento, estuvo dado por la presión ejercida por las bases y comisiones internas y cuerpos de Delegados sobre la intervención para la renovación del Cuerpo de Delegados e Internas de Acindar y Marathon, compuesta de 87 miembros en la primera y 20 en la segunda. Esta renovación debía ser previa a un Congreso de Delegados a realizarce el 25 de Enero en donde debía ser elegida la Junta Electoral que actuaría en las elecciones para directivos de la seccional Villa Constitución de la U.O.M. Elegidos 14 delegados, uno solo fue ganado por la burocracia, la intervención suspende las elecciones en el resto de las secciones. Como consecuencia el congreso no es convocado por el interventor Trejo.  

A pesar de ello la Lista Marrón realiza el 26 de enero una reunión a la que concurren 250 compañeros para designar los componentes de la lista, que se presentaría a alas elecciones del sindicato con una posición antiburocrática y antipatronal y un programa que respondía a las necesidades más sentidas a las que ya  nos referimos. En esa reunión se decide también comenzar una campaña par conseguir las firmas necesarias para presentar la lista y a través de ello, solicitar la normalización de la seccional. Es decir, se hicieron todos los intentos posibles, se agotaron todos los medios legales y estatutarios par lograr la elección y la recuperación del sindicato. 

Habíamos comunicado ya en ese momento esta intención, habíamos proclamado verbalmente y por escrito que nos presentaríamos a  elecciones, que venceríamos todas las maniobras que se nos opusieran, pero también habíamos advertido que “si a pesar de todo, nuestro intento de participar legalmente en las elecciones es trabado por la intervención, otro sería el camino: miles de obreros metalúrgicos de Villa Constitución dirán la última palabra, y no habrá entonces fraudes, maniobras o matones a sueldo que nos impidan terminar con la Intervención y recuperar la U.O.M. para los obreros. La respuesta de la burocracia fue excluir a Villa de la convocatoria a elecciones. 

Cuando recurrimos a la seccional el interventor Trejo había sido retirado; otras gestiones concluyeron con una explicación increíble por su desfachatez y demostrativa de la impunidad con que se mueven estos elementos: “no habría elecciones en Villa porque el Gremio se encontraba dividido, no se podía sacar una lista única; por lo tanto no habría condiciones para normalizar la seccional”   Lo que habría que aclarar es que ha quedado demostrado que el gremio sí está unido, pero contra se quieren perpetuar en los sillones.  Todos sacamos una sola conclusión ante esta respuesta: se terminaron de cerrar todos los caminos normales para recuperar el sindicato.

 

 


Las jornadas de lucha


Pocos días después son nombrados interventores los personajes Fernández y Oddone. Se presentan a Acindar a recorrer la planta pasando por encima de la Comisión Interna y criticando su actuación y la de los Delegados. La indignación de  los compañeros los obligó a retirarse.  Apelaron a la prepotencia y a la provocación a la que están acostumbrados, como si el sindicato fuera de su propiedad: expulsaron a los cuatro miembros de la Comisión Interna (dos de ellos de licencia) y a siete delegados, acusándolos de agresión física y verbal.  

Estos rufianes, que viven del aporte de los obreros pero están al servicio de los patrones, que se sostienen solo por el fraude y el matonaje, demostraron su profundo desprecio por los obreros tratando de justificar la expulsión con argumentos que solo podían servir para engañar a los aprendices de burócratas y a algunos confundidos. De su equivocación se dieron cuenta en poco tiempo. Una Asamblea de los obreros de Acindar resolvió un paro de repudio que rápidamente se convirtió en ocupación. Ese mismo día , conocidos los hechos, una Asamblea de Marathon resuelve el paro y ocupa la fábrica en solidaridad y resuelve expulsar a la Comisión Interna y elegir otros compañeros como sus representantes.    Nuevas y multidinarias reuniones en fábrica resuelven exigir la restitución de los expulsados, elección de Delegados, reconocimiento de la nueva Comisión Interna de Marathon y el llamado a elecciones, que son aceptadas por la patronal y las autoridades municipales y policiales de Villa Constitución, previéndose además una reunión con los interventores en el local sindical para fijar el plazo electoral.   

Sin embargo, nuevamente es burlada la voluntad unánime de los obreros al negarse Fernández y Oddone a convocar a elecciones por lo cual Acindar y Marathon deciden proseguir las medidas de fuerza. A ellas se suman los compañeros de Metcon que ese día regresan de sus vacaciones. Inmediatamente los paros se extienden a toda Villa Constitución, Pavón, Fighiera, Arroyo Seco y otros pueblos de la zona.  Se adhieren la fabrica Villber y los Talleres Metalúrgicos, la fábrica textil Cilsa, los portuarios, transportistas, ferroviarios, aceiteros, madereros, telepostales, telefónicos, bancarios, maestros, municipales, de la alimentación, de la construcción, rurales y empleados de comercio. Pero no solo fueron nuestros hermanos de clase de quienes hemos recibido el apoyo y el aliento.   

El paro del Centro de Comercio encontró eco en toda la zona paralizándose toda la actividad comercial y de servicios, sumándose a estos la adhesión de los productores agrarios nucleados en F.A.A. y U.P.A.R.A., y la disposición de legisladores y concejales municipales que no podían menos que ver la profunda solidaridad popular a los justos reclamos obreros y el paralelo repudio a tantos años de sumisión y vasallaje.  Más todavía, nuestra lucha recibió la fraternal adhesión de compañeros de agrupaciones y sindicatos de San Nícolás, Rosario, San Lorenzo, Córdoba y Buenos Aires y la colaboración de distintos movimientos y organizaciones políticas. Contamos así desde el primer momento con el apoyo de nuestras mujeres y del conjunto de compañeros obreros activistas y militantes populares que nos alertaban a no ceder hasta alcanzar la victoria. 

A pesar de ello, y de la intervención de funcionarios del Departamento Provincial del Trabajo, la burocracia mantuvo sus maniobras. Ofrece elecciones a seis meses y aún antes de que este plazo fuera rechazado por la Asamblea de fábrica, retiró  sus propuestas por orden del Secretariado Nacional, actitud que fue repudiada por todos los compañeros que resuelven con absoluta convicción y firmeza seguir el paro hasta lograr los objetivos propuestos.   Asimismo, las bases rechazan la propuesta del Ministerio de Trabajo de levantar el paro para entrevistarse luego con el Ministro Otero con quien se trataría el conflicto.   

Se llega así al día sábado, luego de seis días de paro total en la zona, cuando se acepta la propuesta de la normalización y entrega del sindicato en 120 días y elecciones de Delegados en 45 días, la destitución de Fernández y Oddone y la constitución de una comisión normalizadora compuesta por el interventor, un funcionario del departamento de trabajo y dos delegados por cada una de las tres grandes fábricas en conflicto, comprometiéndose la policía, el Ministerio de Trabajo y la patronal a no tomar ninguna represalia.   

El entusiasmo por este primer triunfo conseguido gracias a la movilización  y la lucha , y por la solidaridad recibida, se volcó el mismo sábado a la tarde una marcha desde las fábricas a un acto en la plaza de Villa Constitución donde participan 12.000 personas representativas de todos los sectores populares de quienes habíamos recibido tantas muestras de apoyo y colaboración.

 

 


La solidaridad de los trabajadores y el pueblo


La solidaridad sin límites de los compañeros obreros y trabajadores de toda la zona y de otros lugares del país, así como la  expresada por todo el pueblo de Villa Constitución a la par que nos llenó de alegría y nos alentó a sostener la lucha, tiene una explicación. No se trata sólo de que todos comprendan la justicia de nuestros reclamos, se trata además de necesidades y aspiraciones compartidas, de problemas comunes.  La burocracia de la U.O.M. (aún cuando sea la más fuerte y organizada, y la que con más recursos e influencias cuenta) no es la única burocracia sindical. El problema de los burócratas, de los matones y delatores de compañeros en beneficio de los patrones, de los negociadores y vendidos, de los traidores a su clase es un problema que existe hace mucho tiempo y en todas partes.

La lucha contra esa calaña usurpadora es una lucha que nace a medida que los capitalistas y los gobiernos van  comprando y ganando para sus filas a los dirigentes corrompidos. A la lucha de los obreros contra la explotación de los patrones que se adueñan de la riqueza producida por nuestro trabajo, se suma entonces la lucha por la recuperación de los sindicatos, que tienen que servir para la defensa del salario, de las condiciones de trabajo y de vida y como un instrumento más de la liberación de los trabajadores y que sirvan en cambio, en manos de estos burócratas socios y apañadores de los capitalistas, como un instrumento más de la explotación y represión  de los obreros.  

Los obreros hemos ido aprendiendo esto en largos años de represión, y la soledad de estos tránsfugas que solo cuentan con sus poderosos aparatos, se ha visto ahora con toda crudeza; bastó que se les enfrentara con decisión para que estallara el odio acumulado contra el proletariado. Pero nos hemos preguntado muchas cosas, compañeros, al recibir la solidaridad no sólo de los obreros sino de otros sectores de la población, y nos hemos ido dando cuenta, en medio de estas jornadas, que existe un descontento general por una serie de problemas no resueltos que nos afectan a nosotros, pero que también afectan a todos los trabajadores y al pueblo.  

A las injusticias que siempre han dividido los ricos y los pobres, a los de arriba y a los de abajo, se han agregado el pacto social que pretende cargar sobre las espaldas de los trabajadores la solución de los graves problemas del país.  Para no aumentarnos los sueldos y mejorar nuestras condiciones de vida y de trabajo se eliminan las paritarias para que los patrones sigan tranquilamente acumulando riquezas a costa nuestra. Para silenciarnos y evitar nuestra protesta por esta situación, se nos reprime y se forman bandas de asesinos y terroristas. Toda  Villa ha visto con indignación cómo se han colocado bombas a pequeños comerciantes y a los concejales que apoyaban nuestra lucha; cómo no solo los compañeros delegados se han visto amenazados de muerte por estos grupos de delincuentes a través de volantes y comunicados radiales, sino que incluso esas amenazas se volcaron también hacia quienes colaboraron con nuestro movimiento; como los obreros de Acindar y Marathon se vieron cercados por la policía que intentó impedir el envío de víveres durante la primera noche de permanencia en las plantas; como los obreros de Metcon se encuentran vigilados desde hace varios meses por la Gendarmería, colocada allí para proteger a los ejecutivos yankees; como la policía federal y la patronal impedían, una vez formalizada la situación y a pesar de los compromisos firmados, la entrada de los obreros a las fábricas y la reanudación del trabajo.

Esta situación no es más que la repetición en Villa de la represión popular, y de las bandas de matones a sueldo que en todo el país se constituyen para atemorizar a la población, para eliminar a los funcionarios honestos y respetuosos de la voluntad popular, atacar a los sindicatos combativos, secuestrar activistas, perseguir a los militantes populares, asesinar a los hombres de prensa que no se resignan a callar las verdades y  negar la libertad para evitar que todos los sectores y  tendencias expresen sus opiniones; situación que llena de inseguridad a amplios sectores de nuestro pueblo que solo pretenden  vivir dignamente y en paz, y ejercitar sus derechos más elementales. Nosotros hemos visto al recibir esa solidaridad, hemos aprendido en el curso de esta lucha, que ésta representaba, aún en la pequeña medida de nuestro ámbito, el camino a seguir por todos aquellos que anhelan participar en la solución de los grandes problemas nacionales guiados por las ansias de liberación que anida en la mente y en el corazón de millones de argentinos.

 

 


De donde viene nuestra fuerza


Hay por último, compañeros, una enseñanza de estas jornadas de lucha que no podemos pasar por alto, que explica nuestra firmeza y nuestro primer triunfo. Todos recordamos la experiencia de la huelga de 1970 que terminara en una derrota.  En aquella oportunidad la huelga se hizo sin tomar la fábrica. Ahora hemos visto claramente nuestra fuerza está en la fábrica, porque allí podemos mantenernos permanentemente unidos y eso facilita la organización del movimiento y el ejercicio de la más amplia democracia en las decisiones.  Al estar todos  los compañeros reunidos, cada vez que la comisión de lucha debía enfrentar algún problema importante podía consultar inmediatamente a la asamblea, cosa que es muy difícil lograr cuando la huelga se da fuera de la fábrica  y los compañeros se encuentran dispersos: y esas decisiones tomadas de conjunto es lo que nos dio una fuerza inquebrantable al movimiento, y lo que no permitió -como pasó otras veces-, que los dirigentes se corten solos o vacilen, lo que hubiera terminado irremediablemente en una derrota.  Además, la toma nos mostró la disciplina y la organización de que somos capaces los obreros sin necesidad de la tutela de nadie.  En estos días son muchos los compañeros que por primera vez comprendieron la prepotencia con que se nos trata siempre en la fábrica al compararla con la libertad y la fraternidad que reinó entre nosotros durante la lucha.

Por otra parte, la toma, el apoyo que nos brindó, la disciplina y la organización, pero además la firme y unánime decisión de los compañeros de mantenerse en las plantas hasta la victoria fue lo que impidió que a pesar del poder de la represión, esta no pudiera emplearlo por las graves consecuencias que esta decisión hubiera tenido.  Y nosotros, estamos convencidos que si este movimiento ha tenido tanta fuerza y ha despertado tanta solidaridad, es por que con esta forma de lucha hemos mostrado a todo el mundo que estamos decididos a ir hasta el final para que se haga justicia.

 

 


Nuestra lucha no ha terminado


Con la firma de las dos actas de compromiso (con la patronal y con el Ministerio de Trabajo) nuestra lucha ya ha logrado un primer triunfo que fue festejado por todo el pueblo de Villa Constitución en un acto sin precedentes en toda la historia de nuestra zona.   Pero nosotros somos concientes de que esta lucha no ha terminado.  Los sectores que en todo momento, con todo tipo de maniobras, han tratado de negar nuestros justos reclamos y fundamentalmente la burocracia del sindicato y la patronal no han abandonado sus propósitos.   Estamos convencidos de que estos sectores no han firmado las actas de compromiso porque consideren justos nuestros reclamos sino porque se han visto obligados por la firme solidaridad que recibimos y que cada vez se extendía más lejos, y por nuestra inquebrantable firmeza que día a día se veía fortalecida. 

Y sabemos también que mientras firmaban estas actas ya estaban pensando en como hacer para no cumplirlas.  La prueba de esto es que una semana después siguen todavía como interventores Oddone y Fernández, la comisión normalizadora no se ha constituido, y al día siguiente de desocupar nosotros las fábricas han sido ocupadas por contingentes de la Policía Federal que todavía están ahí intimidando con sus armas y creando un clima represivo que desconoce totalmente el compromiso contraído por la empresa y avalado por las autoridades.   Ante esta situación consideramos de máxima importancia que la experiencia de lucha solidaria que se ha manifestado en estos días debe ser mantenida; organizando y coordinando a todos los sectores que estuvieron presentes para hacer que se cumplan los compromisos contraído y, además, para empezar a buscar por medio de la solidaridad, de la organización y de la lucha, solución a los problemas que afectan a todos los trabajadores de Villa Constitución.

 

 


d. Programa de la Marrón para las elecciones de noviembre de 1974


En estas elecciones que finalmente arrancamos a la burocracia, la MARRON reafirma su lucha y toma como propio el largo historial combativo que jalona de triunfos nuestro gremio. Figuran en él ejemplos cumbres de sacrificios y entrega en la lucha contra la explotación de las patronales y por la liberación de la clase trabajadora.

Ayer como hoy, los burócratas utilizan el argumento de “esto es un complot contra el gobierno” para ponerse en contra de los intereses de la clase trabajadora. La burocracia jugó y juega el papel de sirviente de las grandes patronales monopolistas, afianzando de este modo la dependencia del país y frenando la lucha por la liberación del pueblo argentino.  Por ello es importante el papel que nos toca jugar a los metalúrgicos de Villa Constitución, unidos todos en el proceso de recuperación del gremio para los intereses de los trabajadores y para bienestar del pueblo que nos acompañó en nuestra lucha.

Recogiendo entonces el historial de la lucha de la clase trabajadora, los aportes que realizó nuestro gremio, enarbolando la bandera de la democracia sindical como método de garantizar que no surjan más elementos vendidos a la patronal y asociados al imperialismo, la LISTA MARRON - MOVIMIENTO 7 DE SETIEMBRE se compromete, de resultar electa, a realizar el siguiente PROGRAMA DE LA LISTA

 

EN LO GREMIAL

 

- Por salarios justos: que permitan sobrellevar una vida digna al trabajador y su familia.

- Por la vigencia plena de las comisiones paritarias y la puesta en vigencia de la ley de convenciones colectivas de trabajo (ley 14.250)

- Por el reconocimiento de las secciones insalubres: a la patronal parece no importarle que secciones insalubres como forja, clavos, pilas, galvanizados, etc. de Acindar, Marathon, Metcon y otras empresas sean lugares de trabajo que disminuyan las condiciones físicas y psíquicas de los trabajadores.  Hay muchos compañeros afectados con problemas auditivos, visuales, ulcerosos, impotencia sexual, desequilibrio nervioso, etc.  Además  existen problemas de ventilación - calefacción, iluminación e higiene.  Esto demuestra que a las empresas con tal de enriquecerse poco les importa la salud y la vida de los obreros a los que explotan.  Contra esta situación lucharemos porque es injusto e inhumano.  Lo haremos sin claudicaciones para lograr la vigencia de la ley de insalubridad en las secciones afectadas y mejorar día a día, en todas las plantas y secciones, las condiciones generales de trabajo ejerciendo un control gremial cotidiano, disciplinado y eficaz.

- Por condiciones de trabajo dignas. Exigiremos el cumplimiento de los temarios en todas las empresas y el ejercicio del control obrero en los ritmos de producción.  Y será nuestra tarea encarar con firmeza la injustificada situación en que se encuentran los trabajadores, en aras de lograr el encuadramiento de los mismo en las categorías que realmente corresponden.

- Por la actualización de la ley 9688 de accidentes de trabajo: bregando por la concreción de comisiones de control obrero de los accidentes de trabajo.

- Por el mejoramiento de los comedores de planta: y la instalación de ellos donde se necesiten.

- Por el cumplimiento del convenio en las empresas contratistas y talleres chicos.

- Por el pago del transporte a los compañeros que viajan.

- Por la rotación en los puestos de dirección: que los compañeros de la directiva en determinada época vuelvan a los puestos de trabajo.

 

 

EN LO SOCIAL.

 

- Bregaremos porque nuestro sindicato brinde a sus afiliados:

- Un eficiente servicio médico gratuito y farmacia sindical.

- Una biblioteca popular, porque entendemos que nada es completo si falta el lugar donde poder cultivar la mente a través de la lectura, siendo esto base fundamental para el avance de los trabajadores y el pueblo.

- Una escuela sindical

- Por un camping de esparcimiento y deportes, en el cual los metalúrgicos puedan disfrutar de momentos agradables en compañía de familiares.

- Una guardería infantil para los hijos de los obreros

- Concurrencia sin privilegios de nuestra secciónal a las colonias de vacaciones de la U.O.M.

 

 

LUCHAREMOS DESDE NUESTRO SINDICATO

 

- Por la liberación de nuestro pueblo y contra la dependencia.

- Contra las patronales sirvientes del imperialismo.

- Por la unidad de la clase obrera, comenzando por nuestro gremio.

- Por la libertad de expresión y difusión de las ideas.

- Por la solidaridad con todos los gremios en luchas justas.

- Contra las reformas al Código Penal y la Ley de Seguridad, porque en artículos incluidos hacen referencia a una serie de penalidades por hechos que hacen a nuestra actividad como trabajadores siendo punibles a prisión por delitos como ser: conflictos gremiales, tomas de fábrica, etc. y en especial la ley de seguridad que determina la prisión de hasta tres años a compañeros activistas que hayan estado al frente de alguna medida de fuerza que fuera declarada ilegal por parte del ministerio de Trabajo.

- Contra el alza indiscriminada del costo de la vida.

 

La LISTA MARRON - MOVIMIENTO “7 DE SETIEMBRE” sintetiza en una clara definición los tres ejes fundamentales de su accionar:  

- ANTIBUROCRATICO, porque seremos fieles representantes en la dirección de nuestro sindicato

 - ANTIPATRONAL, porque diariamente las patronales nos despojan de nuestro salario para acumular sus ganancias sometiéndonos a un ritmo inhumano de trabajo en condiciones altamente insalubres

 - ANTIMPERIALISTA, porque queremos que el producto de nuestro trabajo sea para la NACION porque el imperialismo para subsistir necesita de nuestro sometimiento y solo independizándonos de él dejaremos de ser explotados los argentinos

        

 


Nota

(52) El Comité de Lucha se formó luego del 20 de marzo con los miembros de la C.D. en libertad y delegados de cada una de las grandes fábricas . Entre ellos estaban LUIS SEGOVIA, RAUL HORTON, ZENON SANCHEZ, VICTORIO PAULON, GALARZA, HEREDIA, GAÑAN, PEPE KALAUZ, PACHO JUAREZ Y EL "LORO" RAMON CORDOBA, RUESCAS Y VILLANUEVA ( Ver el destino final de muchos de ellos al final del libro).

 

 

 

  

 

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