La patria fusilada

por Francisco Urondo
 

 

Edición de la cooperativa de libros del Centro Social y Cultural Tierra del Sur.
Olavarría 1293, Barracas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
csotierradelsur@hotmail.com
 

 

horas se podría estar contando esta historia y otras
parejamente tristes
sin calentar un solo gramo del país sin calentarle
ningún pie
¿acaso no está corriendo la sangre de los 16 fusilados
en Trelew?
por las calles de Trelew y demás calles del país
¿no está corriendo la sangre?
¿hay algún sitio del país donde esa sangre no está
corriendo ahora?

Juan Gelman.

 

 

Esta entrevista fue realizada el 24 de mayo de 1973, la noche anterior a la salida de la cárcel de Villa Devoto de todos los presos políticos. Esa noche se decidió tomar los celulares de los cinco pisos donde estaban alojados. La planta fue tomada y esto permitió la intercomunicación entre los pisos, poder verse, cosa que antes no ocurría. De esta manera Urondo se pudo reunir con los tres sobrevivientes de la masacre de Trelew: Camps, Haidar y Berger. Se metieron en una celda y se pusieron a conversar sobre lo ocurrido.
 

 

FRANCISCO URONDO: En principio, sería interesante saber para ustedes cómo se llega al actual momento político y cómo se encuadra la fuga del penal de Rawson.

ALBERTO MIGUEL CAMPS: Las organizaciones armadas fueron uno de los elementos, junto con las movilizaciones populares y la conducción del general Perón, las que posibilitaron que hubiera elecciones en condiciones que ellos no pretendían: de alguna manera estos elementos hacen naufragar el proyecto de la camarilla militar. Por eso mismo, pienso que la fuga de Rawson fue una operación de características especiales, perfectamente encuadrada dentro del momento político que se estaba viviendo.

MARIA ANTONIA BERGER: Claro, porque hay dos problemas, uno es determinar la incorrección o no de la operación y otro es la evaluación que se hace en ese momento de la situación política y de las repercusiones que podía tener esa fuga. Por un lado creo que es cierto lo que decía el turco recién, antes de empezar a grabar que no se veía en ese momento la posibilidad de llegar a elecciones. Estaba la cláusula proscriptiva que afectaba la candidatura de Perón, incluso el accionar de las organizaciones armadas estaba bastante frenado; o, mejor dicho, era una época en que había muy pocas operaciones. En cuanto a la posibilidad de llegar a elecciones, creo que incluso en el comunicado no se la ve, porque en el comunicado de Rawson no se llega a eso.

A.M.C.: Indudablemente, en aquel momento la evaluación concreta que hacíamos era que no se llegaba a eso, la cláusula del 25 nos mostraba otra vez un proceso eleccionario proscriptivo para el Peronismo. En eso estoy de acuerdo con vos: viéndola ahora, esa apreciación que hacíamos nosotros era incorrecta. Pero justamente la fuga de Rawson, esa operación militar fue una de las tantas operaciones militares que, junto con el accionar del pueblo y de Perón, posibilita que no se den las elecciones, la batalla, en el terreno que elige el enemigo, aunque aceptando muchas de las imposiciones que en un primer momento estaban concretamente incluidas en el GAN.

F.U.: ¿Se puede hablar de una evaluación incorrecta teniendo en cuenta los elementos de juicio que había en ese momento?

A.M.C.: No, no. ¿Evaluación incorrecta al determinar que no se llegaba a las elecciones?

F.U.: Al determinar la operación de Rawson, la fuga.

A.M.C.: No, pienso que al realizar la fuga con la evaluación que se hacía, que no se llegaba a las elecciones, era correcta. Bueno, creo que pensarlo de otra manera era imposible. Yo apuntaba un poco a lo que decía Mana Antonia, si hoy, habiendo llegado a elecciones, consideramos a esa operación militar como incorrecta o no. Pienso que no, porque está dentro de las operaciones militares que estuvieron golpeando constantemente a la camarilla militar; por lo tanto fue correcta. Sumado a eso la evaluación que hacíamos antes.

F.U.: ¿Turco, estás de acuerdo con esto?

RICARDO RENE HAIDAR: Si, yo estoy de acuerdo. La decisión de realizar la operación en ese momento es muy correcta y aún en este momento, mirándola retrospectivamente, es correcta. Donde tal vez quepa alguna autocrítica es en el sentido de qué posibilidades teníamos nosotros, en ese entonces, de conducir el proceso al triunfo; bueno, no conducido precisamente, sino de participar en el proceso y de que este proceso desencadenara lo que fue, un triunfo popular. En aquel momento nosotros evaluábamos como escasas las posibilidades de que hubiera elecciones; eran muy remotas. Incluso podíamos llegar a pensar que, de llegar a las elecciones, podría ser una derrota para nosotros en la medida que diera el triunfo del GAN, tal cual venía levantándolo Lanusse. De lograrse el GAN en esos términos era una derrota para nosotros. Esta visto que las elecciones se dieron pero con una derrota para el GAN.

F.U.: Porque se había revertido el sentido del GAN

R.R.H.: Claro, el acuerdo fue para el pueblo, pero no para la clase dominante. Esa es la perspectiva que, tal vez en aquel momento y en aquellas circunstancias nosotros velamos como muy remotas. Eso, en el contexto político-histórico de aquel momento, era imposible de evaluar.

F.U.: ¿Te parece que era posible en ese momento haber previsto esa reversión del proceso?

R.R.H.: No se si la reversión, pero pienso que hubiera sido posible, evaluar las condiciones o la evolución del proceso en otra forma. Esto, de haber tenido conocimiento más a fondo de las contradicciones internas del enemigo, de la conducción que estaba en condiciones de realizar el general Perón, incluso de la capacidad de conducción, del rol que jugaba el general Perón.

F.U.: ¿Así que el error estaría fijado básicamente en el desconocimiento del grado de deterioro que había sufrido el enemigo en todo su campo interno y en la justa estimación del rol que jugaba Perón?

R.R.H.: Exactamente.

F.U.: eso seria lo que pudo haber detectado en el momento de la operación

M.A.B.: Yo creo que en aquel momento nosotros sobrestimábamos el poder de los militares; pensábamos que el GAN era una maniobra del poder militar y que nosotros lo que teníamos que hacer era desnudarlo, pero no se veta la posibilidad de revestido. Incluso con lo que se planteaba con el programa de los cinco puntos (perón presidente): eran condiciones imposibles de aceptar.

F.U.: ¿Los diez puntos de Lanusse?

M.A.B.: No, el programa de los cinco puntos de los “montos”. Se lo veía impracticable realmente.

F.U.: ¿Entonces, con esta óptica, con esa limitación de detección, en ese marco se decide la operación fuga de Rawson?

M.A.B.: Si, pero antes de seguir adelante quería señalar otra cosa: lo que significaba la posibilidad de recuperar compañeros. Eso creo que también es un elemento a señalar. Hay elementos políticos que hacen a la caracterización del momento en que se hace la operación, pero también hay otras cosas: si nosotros pensamos que la guerra va a ser larga, no tenemos que esperar el triunfo para recuperar a todos los compañeros. Sea de una manera o sea de otra, siempre tenemos que tratar de que los compañeros sirvan en el mejor lugar posible. En ese sentido, una fuga creo que es una operación válida, en términos generales; y más en aquel momento, porque daba la posibilidad de recuperar gran cantidad de compañeros para actuar justamente contra el GAN Y dentro de la lucha político-militar. Eso hay que señalarlo porque quedaría si no como si entonces fuera claro ver que se podían dar las elecciones y lo que se está dando ahora, que es nuestra libertad. Pero fijate que de todas maneras, aunque hubiese sido así, ya existía, en aquel momento, la posibilidad de que participara toda una cantidad de compañeros dentro del proceso de las luchas populares. Siempre es un aporte que no sólo no hay que desdeñar, sino que hay que impulsar al máximo.

R.R.H.: El punto de partida para ese análisis es el hecho de que los proyectos de las organizaciones armadas revolucionarias, es un proyecto de guerra popular y prolongada. Tiene un carácter estratégico, es decir, metodológicamente nosotros queremos utilizar la guerra popular para alcanzar la toma del poder. Desde ese punto de vista, nosotros, todos los que estábamos en ese momento ahí, estábamos en manos del enemigo; un enemigo poderoso, que lo era entonces y lo sigue siendo ahora, con la diferencia que de que en este momento están en retroceso político, fundamentalmente político. Pero en aquellas circunstancias nuestra perspectiva de salir en libertad era totalmente remota. Nuestro compromiso es un compromiso con el pueblo y con la lucha que teníamos que llevar adelante. La obligación era cumplir con ese compromiso, y la única forma de cumplir con ese compromiso de lucha era completando la fuga.

F.U.: Además está el otro elemento que ustedes tocaron cuando empezamos a hablar.
Decían que la fuga fue una operación más que golpeada (y en este caso por la magnitud de la operación) muy duramente al enemigo. Creo que ustedes lo dijeron pero un poco al pasar. Aparte de los argumentos políticos, la falta de detención del grado de deterioro del enemigo, del rol de Perón, de la validez de recuperar compañeros para la lucha así falten 15 días para el fin de esa lucha, está el elemento político-militar en si. Los efectos que produce esta operación, como cualquier otra, y especialmente esta, en la medida que fue una operación muy grande.

M.A.B.: La operación se planificaba como una operación más; así era como estaba planteada. Se veía que era una operación de gran envergadura, incluso nos planteábamos si eso no iba a traer una especie de catástrofe dentro del poder militar; porque como operación era una operación de mucha envergadura, que golpeaba al enemigo en un lugar donde ellos se creían muy fuertes.

F.U.: La gente apreciaba que podía producir un cambio de guardia (como se decía en esa época) en el elenco ejecutivo del gobierno. Incluso había gente de afuera que sabía de la operación y que pensaba que la llegada a Chile de toda la patota podía producir la caída de Allende. Me parece exagerada la operación, es cierto que al Chico, era previsible, le iba a traer serias dificultades, como por otra parte le trajo, era evidente. En suma, Rawson era una operación de una magnitud como creo que no ha conocido la guerrilla en esta parte del mundo, por el Contexto político en que se iba a producir; por la resonancia que tendría. Incluso por lo que suponía fugarse de una zona geográfica como esa donde estaba ubicada la cárcel.

M.A.B.: Es que nos habían puesto justamente en una zona tan alejada para que no pudiéramos irnos.

F.U.: Precisamente, como medida de seguridad no es casual que la cárcel de Rawson esté rodeada por un desierto.

R.R.H.: Después, cuando veamos las condiciones, cómo veíamos las posibilidades de escape, podemos hablar del aspecto geográfico. Ahora quería decir que para nosotros era objetivo, por supuesto, no era lograr un cambio de guardia, el objetivo era sacar esa cantidad de compañeros que estaba ahí, para seguir la lucha.

F.U.: y golpear al enemigo.

R.R.H.: Claro. Si se llegaba a dar un cambio de guardia, valorábamos eso como un paso más, un retroceso más de ellos. No como un paso hacia adelante del enemigo en contra del pueblo, sino todo lo contrario. Un cambio de guardia para ellos, en esas condiciones, significaba un retroceso. Como objetivamente lo ha venido siendo todos los cambios que hicieron desde el inicio de la “revolución argentina”.

F.U.: Bueno, ¿por qué no me empiezan a contar un poco como fue la planificación? ¿La idea surgió concretamente, cuántos meses llevó la preparación?


 

 

 

 
  
   

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