Campanha por Mohamed Basir Desaparecidos Saharauis


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TRADUCCION

ĦEn el nombre de Dios misericordioso! ĦQue la oración de Dios sea sobre nuestro señor Mohammed y sus familiares!

"CARTA ABIERTA AL PUEBLO SAHARAUI"

A S.E. EL GOBERNADOR GENERAL.-

 

Saludos y respetos.

Nos complace y nos honra, a nosotros, el pueblo saharaui, enviar a su respetada autoridad esta "carta abierta", que sin duda le aclararán nuestra opinión con toda franqueza, en relación con la cuestión de nuestro joven país, sobre el que hablan últimamente los locuaces y, en especial, la O.N.U., que ha decretado lo que ha decidido.

Excmo., Sr. Gobernador General: nosotros, el pueblo del Sáhara, como pueblo que tiene naturaleza, derechos y obligaciones tenemos el deber de manifestar nuestros sentimientos y expresarlos con franqueza, para que ni nosotros ni vosotros caigamos en algo que estropea la amistad y el efecto que atesoramos en nuestros corazones.

Excmo. Sr. Gobernador General: V.E. no ignora que el territorio del Sáhara, Saguia el Hamra y Uad Dahab, llamado actualmente "Sáhara español" como sus similares los desiertos de todos los continentes del mundo, no se diferencia de ellos más que en muy poco, y todo lo que sobre ellos circula o se dice es lo mismo que pasa en nuestro país, y se dice en éste aún con el conocimiento de que el venerado Gobierno español hace todo lo que está a su alcance para crear algo que no existía. Realizó todo lo que sus especiales circunstancias le permitieron, y construyó, edificó, urbanizó y efectuó cuanto debía hacer; ayudó al pu eblo saharaui en la consecución de su alimento diario por todos los medios; organizó sus asuntos internos; estableció los poblados y puestos; protegió al pueblo saharaui de cualquier enemigo extranjero; igualmente el Gobierno e spañol se afanó con todo su desolado esfuerzo para que salga de su estado campesino y pase al estado ciudadano, a fin de que progrese hacia la línea de la civilización en el siglo XX, siglo del adelanto, el progreso y la prospe ridad.

Solicito me permita, Excmo. Sr. Gobernador General, llamar su atención para hablar algo de nuestra historia, a fin de que constituya un cumplimento para ser útil. Decimos:

V.E. no desconoce que nuestro breve y arrogante pueblo es, verdadera y realmente, un pueblo heroico; V.E. lo sabe con toda certeza que lo es, vistas las bizarras posturas en que se ha inmerso con vosotros, junto a vosotros, antes de vosotros y cien años antes de esto; e indica cuanto decimos que no pudo ni podrá ninguna raza humana que lo atacó, por todas partes y lugares, en muchas ocasiones, ocuparla o imponerle ninguna autoridad; y vuestra respetada, venerada y gran Nación, Señor Gobernador, no concluyó para ella la tranquilidad y la estancia en nuestro país sino por nuestro deseo y complaciente voluntad. Nosotros no dudamos que vuestra Excelencia, Excmo. Sr. Gobernador, ni vuestro Gobierno, ni que haya nadie que ignore nuestra historia, pero el refrán dice:" A cada circunstancia corresponde su lenguaje apropiado".

Desde muy antiguas épocas nuestro pueblo saharaui ha permanecido disfrutando de su soberanía, de su consideración y de su libertad; fue objeto de incursiones, y no una sola vez sino en muchas; llegaron ambicione s con las pretensiones de esclavizarlo y ocupar su tierra, pero regresaron derrotados sin haberse apoderado de un solo palmo de su territorio; vinieron guerreros y no triunfaron; llegaron en son de paz y no consiguieron sus deseos; lo hicieron con impostu ras y no hallaron lo que buscaban.

De todo esto se desprenden indicios que nuestro pueblo conoce, así como sus fuentes y sus fines. Dichos signos se ponen de manifiesto en el respetado Gobierno español; por lo que nuestro pueblo se abandona en sus manos y le entrega las riendas de todos sus asuntos, haciendo excepción de sus cuestiones espirituales y religiosas, en las cuales no puede mostrarse negligente de ninguna de las maneras; por ello nuestro pueblo saharaui ha permanecido musulmán, gobernándose a sí mismo de forma democrática, religiosa e islámica, y no de forma consuetudinaria; y todavía nuestro pueblo escoge y prefiere que su gobierno sea democrático, de acuerdo con lo que aporta la indulg ente Justicia Cheránica, hasta que Dios disponga de la tierra y de quienes en ella existen; este es el único punto por el que se singulariza nuestro pueblo y por el que se diferencia nuestra del resto de los pueblos en los desiertos en los c ontinentes del mundo.

En resumen, Excmo. Sr. Gobernador General, en estos precisos días, en estos momentos, la cuestión de nuestro país atraviesa por peligrosas etapas, o al menos no podemos decir que viva una de las mejores é pocas por la que pasa la historia de los pueblos y países.

Nuestra cuestión vive en el centro de una destructora y arrolladora ola, no sabiendo su destino ni qué será de la misma después.

Queremos advertir a V.E., a su respetado Gobierno y especialmente al caro y querido Jefe, S.E. el General Franco, de cuanto deseamos, queremos y nos esforzamos en llegar a conseguir con toda rapidez o lentamente, pero sin pausa, par a formarnos a nosotros mismos, como se han formado otras naciones con anterioridad a nosotros y como se formarán después de nosotros.

1º. - Rechazamos de modo terminante la anexión a cualquier nación, vecina nuestra, ya sea del Norte o del Sur del Este o del Oeste, pues nosotros somos un pueblo con libertad en todo; en hábitos, en su conducta, en su carácter y en su moral; nos diferenciamos totalmente con los pueblos que pretenden que formemos parte de su geografía, o que somos parte inseparable de ellos; con los países que evocan esto no nos une otro lazo que el de la rel igión islámica musulmana únicamente.

Por lo que ellos pasaron y pudieron presenciar, en épocas de su historia, antigua y moderna, no hemos pasado ni lo hemos presenciado nosotros, ni antes ni después de entrar el Gobierno español en nuestro territo rio. ¿Cómo pretenden que les pertenecemos y que nuestro suelo es parte de su territorio? ; esto es una mentira y estas pretensiones son vanas.

2º. - Nuestros padres, nuestros abuelos y sus antepasados defendieron su país y su libertad, conservaron su soberanía, sus pensamientos y costumbres; y esto continua todavía en nuestro pueblo, mejor dicho, a&uac ute;n corre por la sangre de nuestras venas; no nos regió ningún gobierno extranjero, ni nos subyugó ninguna soberanía extranjera, ni nos impuso su autoridad ninguna dominación extranjera en el pasado, incluso en los &ua cute;ltimos tiempos, a excepción del Gobierno español, y ello por nuestra voluntad y nuestra elección.

3º. - La tierra en que vivimos nosotros y en la que existieron los abuelos de nuestros abuelos, y que ha llegado a ser deseada por ambiciosos, no fue hallada por ningún pié extranjero, excepto si realizó alguna incursión, fue comerciante o turista; no la pisó su pié en calidad de jefe, sultán, gobernante, Príncipe o delegado de ella.

Cuanto dicen algunas naciones ahora, y antes, todo es falso y calumnia, sin ninguna base firme.

Os digo públicamente, Excmo. Sr. Gobernador General, y le pedimos con insistencia, que haga llegar esto a S.E. El General Franco y al mundo entero; incluso a las naciones que nos odian y aborrecen nuestro progreso y que ambic ionan nuestro pueblo para que sea su esclavo, y nuestra tierra para que sea su pasto y expansión de su territorio; a las naciones que nos quieren, nos defienden a nosotros y todos nuestros intereses, y que se parecen a la excelsa nación que V.E. representa.

Solicitamos también del Gobierno español que en su día y de común acuerdo con el pueblo saharaui, se nos conceda el regirnos por nosotros mismos. Haciéndolo de una forma escalonada igual que hace e l padre con su hijo hasta su mayoría de edad.

Asimismo solicitamos del venerado Gobierno español, insistiendo en nuestra petición que no nos abandone, ni nos defraude, ni nos deje dar golpes de ciego; todo lo contrario, que renueve toda su amistad con nosotros, se una con lazos más fuertes que los existentes hoy, que se preocupe de nosotros y de nuestros problemas, así como de nuestros intereses, de nuestro país y de nuestros hijos; que adopte posturas bravas y valientes, honorables para &eacu te;l y para nosotros ante todo el mundo; aunque no deje nuestra cuestión en manos de otra nación ni tampoco en las nuestras. Queremos a ella, a la nación española, para que descubra las riquezas de nuestro país, as&iacut e; como los lugares mejores y peores de explotación, y para que nos ayude a promover nuestra tierra.

Interesamos de V.E., Sr. Gobernador, dé su aprobación a lo expuesto y pida a su excelente Gobierno eleva esta nuestra última petición a la O.N.U. en especial, y a todas las naciones amantes de ayudar a lo s pueblos alejados. A ellas les pedimos nos apoyen y ayuden en nuestro problema, junto a vosotros, que nos defiendan, nos protejan y nos proporcionan toda clase de ayuda, en unión vuestra también, siempre tendentes a preservar nuestra dignid ad, nuestra soberanía y nuestra libertad, como pueblo que tiene existencia, costumbres, hábitos y tradiciones dentro del género humano.

Desde el principio al final, reciba, Excmo. Sr. Gobernador General el más cálido agradecimiento y mejores vetos del pueblo saharaui para V.E. y para su incomparable Gobierno, unido a felicidad y prosperidad perdurables , bajo la ética de S.E. el General Franco.

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Aaiún, 4 de enero de 1.969

Por la traducción.

EL TRADUCTOR,

Fdo.- Diego García Sánchez