Campanha por Mohamed Basir Desaparecidos Saharauis


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ANEXO NUMERO - 9 -

INFORME QUE EMITE EL DELEGADO GUBERNATIVO DE LA REGION NORTE SOBRE LA "ORGANIZACIÓN AVANZADA PARA LA LIBERACION DEL SAHARA" Y LOS INCIDENTES SUCEDIDOS EL DIA 17 DE JUNIO DE 1.970.

A.- ANTECEDENTES

Con motivo de la Asamblea General convocada en enero de 1.969, se advirtió que había aparecido una nueva idea en la conciencia de algunos saharauis respecto a lo que habría de ser la estructuración polí ;tica del Sáhara en el futuro. Esta idea fue expuesta concretamente por un grupo de diez o doce jóvenes, aunque todo induce a pensar que los fue sugerida por un nativo de Erguibat Lemuadnin de unos cuarenta y cinco años, de tendencias y francamente pro-marroquí.

Esta idea venía materializada por una serie de pretensiones:

1. - Creación de un Estado independiente, asociado a España durante el tiempo necesario para conseguir la madurez política y la independencia total.

2. - Intervención, desde la creación de este nuevo Estado, de los nativos en todas las funciones gubernativas, aunque solo fuera de forma simbólica.

3. - Igualdad categorías y sueldos entre europeos y saharauis.

Estas pretensiones fueron haciéndose, sucesivamente más amplias de forma que si bien la idea básica podría ser aprovechable, de ningún modo podrían aceptarse aquellas.

Otro de los deseos de este grupo, todavía no manifestado claramente, pero que venía respaldado por el sentir unánime de todos los saharauis, era el de la desaparición de los viejos Chiujs y posiblement e de la organización tribal.

Estos deseos se derivaban de sus aspiraciones para la creación de un Estado al que habría de llegarse eliminando, previamente, las rivalidades tribales y a los viejos Chiujs considerados inoperantes y egoíst as, ya que se preocupaban exclusivamente de su beneficio personal desatendiendo los problemas de su gente.

Dichos signos delataban la aparición de una nueva conciencia popular que, si bien aportaba ideas constructivas dejaba un gran margen de duda sobre las verdaderas intenciones de los que las habían promovido y de que la situación política que se originase finalmente fuera favorable a los intereses de España.

Concretando: En principio se exponía la idea de crear un Estado independiente asociado a España, pero era lógico temer que este nuevo Estado llegara a unirse a Marruecos en un plazo breve, arras trado por los lazos del idioma y de la religión, que vinculan estrechamente entre sí a todos los países islámicos y por el contrario vienen a ser dos barreras infranqueables respecto de nosotros.

 

Por tanto, la idea de este Estado asociado resultaba interesante para el vecino reino de Marruecos y por ello, lo lógico es que habría que favorecer esta fórmula, haciendo prosperar este movimiento de la juventu d que rompía los moldes tradicionales y tendía a suprimir las rivalidades entre las tribus del Norte y las del Sáhara que siempre habían hecho difícil el mutuo entendimiento.

 

Este movimiento de la juventud no llegó a tomar forma ya que la prosperidad de la provincia y las promesas que recibieron en Madrid los comisionados que fueron a las Cortes en el mes de Febrero de 1.969 quitaron del ánimo de los saharauis el deseo de cualquier cambio en la política interna del territorio.

 

Al regreso de Madrid de los citados comisionados nacieron entre los viejos Chiujs ciertas rivalidades, originadas, en gran parte, por envidias y ambiciones personales, pero también debido a que algunos de ellos compren dían que necesariamente había de producirse un cambio en la estructuración interna de las instituciones saharauis.

 

Saltaron, entonces, a un primer plano las figuras de AHMED U/ BERICALLA, AHMED U/ BRAHIM, MOHAMED ALI Y FARACHI. Estos cuatro hombres, inteligentes, con buenos antecedentes, ambiciosos, indudablemente bien intencionados, emprendiero n una insistente campaña destinada a eliminar a los viejos Chiujs, a suprimir o reestructurar la organización, propugnando la formación de una verdadera Asamblea General con más amplios poderes y a imprimir en el ánimo de los saharauis la necesidad de conseguir un contrato de asociación con España por tiempo indefinido.

 

Dotados todos ellos de cierto prestigio entre los saharauis, fueron sembrando estos nuevos anhelos, consiguiendo en poco más de un año que fuesen aceptadas sus ideas por toda la población activa má s destacada. Su buena fé era indiscutible y no pensaron que al propugnar la desaparición del viejo sistema tribal, iban a favorecer intereses contrarios a España.

 

 

B.- NACIMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN CLANDESTINA

 

El estado de cosas expresado tenía que desembocar necesariamente en una situación de cierto enfrentamiento con el Gobierno si éste no proporcionaba a los saharauis las seguridades exigidas. Esto se habría producido a través de un proceso lento si los acontecimientos internacionales se hubiesen producido en otra forma.

 

La idea abandonista de España, con la independencia de Guinea y entrega de Ifni, en la que se dejó a los naturales en postura incómoda y desamparada, acrecentaron en el pueblo saharaui el temor de que su país fuese igualmente cedido a Marruecos por carecer de una forma legal que les amparase ante la O.N.U. y las pretensiones de los países limítrofes. Pretendieron, entonces, acelerar por cualquier medio el establecimiento de una definida situación política concretada en la fórmula de un Estado independiente asociado a España, naciendo en alguno de ellos la idea de crear un Partido, considerando que así les sería má ;s fácil alcanzar sus propósitos.

 

Se organizó pues un Partido clandestino que comenzó a adquirir un verdadero auge a raíz del acuerdo de Telemsan por el que las tres naciones limítrofes expresaron sus pretensiones respecto a l Sáhara, acordando eliminar sus propias rencillas y particulares reivindicaciones.

 

Este movimiento de la juventud no era, en absoluto, contrario a España, pues tenía su origen precisamente en el temor de que nuestro Gobierno los dejase abandonados y por ello se propusieron acelerar la creación del nuevo Estado. Estas inquietudes de la juventud eran conocidas por esta Delegación y de aquí el deseo de que el referéndum, si era necesario hacerlo, se llevara a cabo en el menor plazo posible, o bien que se adoptar a, también en el más corto plazo, la solución del Estado asociado, tranquilizando así al pueblo saharaui y dándole seguridades respecto a su futuro.

 

Desgraciadamente, esto se fue demorando y como consecuencia la organización clandestina fue tomando mayor incremento, mientras que los países vecinos aprovechaban sabiamente esta situación e n beneficio de sus propios intereses.

 

Aparece, entonces la figura de un tal BASIR, joven de unos 28 años, marroquí, originario de la tribu saharaui de Lemuadnin, el cual había cursado estudios en Egipto y en Siria, hab&ia cute;a sido Periodista en Marruecos y era por naturaleza, el clásico agitador. Este hombre actuó como aglutinante y dio una organización interna al Partido con características que induce que existieron directri ces argelinas.

 

A continuación comienzan los primeros contactos del Partido con los países vecinos: carta solicitando ayuda en armas y en dinero y concertando en firme fechas para ir a recogerlo, al parecer durante el presente mes de Junio.

 

C.- RELACION DE LOS ACONTECIMIENTOS A PARTIR DEL 4 DE JUNIO

 

Para dar más agilidad a este informe, una vez dados los antecedentes y motivos de la creación del Partido, haremos una narración cronológica de los hechos a partir del día 4 de Junio.

 

Se tiene conocimiento en esta Delegación, por confidencia del natural BACHIR/BUEIRA, que el número de afiliados al Partido es considerable y que emplean una fórmula con juramentos sob re el Corán que les obliga a guardar el secreto así como que estén obligados a entregar una cuota de entrada y abonar cuotas mensuales según la situación económica de cada uno.

 

La existencia de este juramento y la obligación del pago de las cuotas hace sospechar que se haya producido una evolución en las ideas del Partido y que existan en el mismo nuevos conceptos perjudiciales a los interese s de España. A fin de obtener la mayor información sobre la organización se indica al confidente que se afilie a la misma.

 

Recibida la confidencia de la existencia del Partido, se envió el día 5 de Junio al Teniente Coto a las localidades de Smara, Hausa y Echedería a fin de que comprobara la veracidad de la informació n, resultando que, efectivamente toda era cierto y que eran muy numerosos los miembros del Partido, encontrándose entre ellos un elevado número de soldados de Tropas Nómadas, policías, intérpretes, conductores, auxiliares administrativos y profesores de Corán. Es decir, prácticamente todo el personal de confianza de los jefes de Puesto.

 

Por otra parte, se recibió una Nota Informativa de la Agrupación de Tropas Nómadas que vino a confirmar cuantas noticias se tenían respecto al Partido.

 

Dado el auge que había tomado el Partido no parecía lo más prudente pretender eliminarlo por la fuerza, sino intentar encauzarlo, ya que la mayor parte de sus componentes podían consi derarse como adictos a nuestro Gobierno y los motivos que les habían impulsado a afiliarse al Partido no eran contrarios a los intereses de España.

 

La situación se complicó a causa de unos comunicados en la prensa española referentes a una explotación conjunta de los fosfatos del Sáhara, por España y Marruecos, y a causa de la visita de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores a Marruecos.

 

Para manifestar públicamente su disconformidad con las pretensiones de las naciones vecinas, el pueblo saharaui expresó su deseo de manifestarse pacíficamente, previa autorización del Gobier no. Dicha autorización no podía serle negada y así, S.E. el Gobernador General, con acertado criterio autorizó la celebración de la misma en forma organizada, con la promesa de que les daría toda la difu sión posible por prensa, radio y Televisión, tanto en España como en el extranjero.

 

El Partido, que tenía previsto celebrar una manifestación a espaldas de las Autoridades, en fecha más avanzada, al tener conocimiento de la proyectada con autorización oficial, decidi ó adelantarse, organizando de forma precipitada, la propia.

 

En estas fechas se encontraban ausentes del Aaiún nuestras primeras Autoridades y el Delegado que suscribe, a causa de la inminente visita del Ministro de Industria, decidió dar un compás de espera al Partido hasta el día 15 en que se esperaba el regreso de S. E. el Gobernador. A tal fin se envió al Teniente Coto para que dialogara con los dirigentes del mismo, sirviendo de enlace entre éstos y la Delegación Gubernativa, a fin de conocer en todo momento sus intenciones y evitar, por otra parte, verse obligado a recibir a la comisión que tenían preparada para plantear sus exigencias al Gobierno, ya que ello había supuesto un conocimiento oficial de su existencia obligando a adoptar inmediatamente una solución concreta.

 

La misión del Teniente Coto consistía, además de hacerles ver la discrepancia que existía entre sus manifestaciones de adhesión a España y el hecho de haber organizado un Pa rtido clandestino a espaldas del Gobierno y que, por lo que respectaba a la manifestación que pretendían no podía ser aceptada por el Gobierno. Así mismo que debían asistir a la manifestación autorizada y que una vez celebrada la misma, S. E. el Gobernador recibiría a algunos representantes del Partido, a título de particulares, los cuales podrían exponerle sus sugerencias.

 

Los afiliados a la organización clandestina decidieron no asistir a la manifestación autorizada, con lo que demostraron su mala fe y persistieron en sus propósitos, organizando una manifestación el día 16 por la tarde en Aaiún. En líneas generales, no había ningún ánimo de colaborar y sí, por el contrario de hacer frente decididamente al Gobierno, intentando imponerle sus condiciones.

 

El día 17 amaneció con un cartel en el tablón de anuncios de la Misión Católica en el que figuraba un dibujo representando a la bandera española rota el asta y tirada en el suelo, y clava en ella, y de forma enhiesta estaba la bandera marroquí clavada en ella.

 

Los augurios con que comenzaba el día no eran ciertamente buenos. La Manifestación autorizada estaba anunciada para las 12:00 horas. Desde las 8:00 horas la explanada de Jat-Ramla, próxima a las Ca sas de Piedra se encontraba llena de miembros del Partido y de curiosos, mientras que la asistencia a la Plaza de Africa era escasa.

 

Se enviaron reiterada avisos con el Teniente Cárdenas de la Policía Territorial y el intérprete señor Miras a fin de que se sumaran al acto aprobado oficialmente, a lo que se negaron rotundamente, expresando su deseo de hablar previamente, con su Excelencia el Gobernador General, para lo cual rogaban al mismo que se desplazase hasta donde estaban congregados, lugar en el que sería recibido en una jaima por los dirigen tes del Partido, quienes le expondrían sus deseos y peticiones.

 

S. E. el Gobernador General accedió a ello y una vez escuchadas sus pretensiones les invitó a sumarse al acto que iba a realizarse en la Plaza de Africa, prometiéndoles escuchar, a continuac ión, cuanto quisiesen exponer. A pesar de esto, y desatendiendo las indicaciones de S. E. permanecieron congregados en Jat-Rambla con la deliberada intención de restar brillantez al acto, para manifestarse ellos a su vez por la tarde.

 

S. E. el Gobernador dio instrucciones en el sentido de que se prohibiese xxxxx y que ante cualquier intento de realizarla, se disolviera la reunión.

 

A las 15:00 se envió un vehículo de la Policía Territorial con instrucciones de que no permitiera ningún movimiento hacia el Aaiún y se previniesen la aparición de posibles act os de violencia, ordenándose a los reunidos en Jat-Rambla que permaneciesen en sus jaimas y procedieran a disolverse a la mañana siguiente. Todo ello en consideración a que el número de reunidos se había reducido considerablemente y que alegaban que no tenían donde residir esa noche porque se habían desplazado desde el interior.

 

A las 17:30 horas se recibió aviso de que había sido apedreado un vehículo en el que iban varios Chiujs, así como había aumentado considerablemente el número de perso nas en Jat-Rambla que presentaban, además, un aire levantisco. En vista de lo cual subieron, al mando del Capitán de servicio, seis vehículos de la Policía Territorial con unos sesenta hombres, armados todos con defensas (porras), excepto doce que llevaban mosquetón. Sucesivamente se personaron en el lugar otros oficiales de la Policía Territorial que tuvieron conocimiento de lo que sucedía.

 

Al llegar el Delegado que suscribe a la explanada de Jat-Rambla encontró gran número de nativos en actitud airada, ocupando un frente aproximado de unos 750 metros, y las Fuerzas de Policía, mandadas por el Capitán Labajos, desplegadas sobre sus vehículos a una distancia de unos 100 ó 200 metros de los manifestantes.

 

Del grupo de nativos se adelantaron con aire decidido, tres naturales que se acercaron al Delegado que suscribe en actitud altanera y forma descompuesta. Considerando que el diálogo ya no podía resolver n ada y que debía mantenerse el principio de autoridad a toda consta, ordenó que fueran detenidos los mismos y conducidos al Acuartelamiento de la Policía Territorial, y al mismo tiempo que los Agentes de la Policía abando nasen los vehículos y procedieran a disolver la manifestación.

 

Las sucesivas advertencias de los Agentes fueron desatendidas, siendo estos, por el contrario, apedreados, atacados con palos, haciéndoseles incluso algunos disparos, al parecer de arma corta.

 

En vista de ello y observando que la muchedumbre desbordaba a las Fuerzas de Orden Público, el Delegado que suscribe se vio obligado a ordenar a las mismas que efectuasen unos disparos al aire y a continuación, habiendo observado que algunos nativos de más edad trataban de calmar los ánimos de los más jóvenes, se adelantó para dialogar con ellos, momento en que fue violentamente apedreado en la cabeza, por la espalda.

 

Convencido de que los métodos normales eran inútiles y teniendo en cuenta que había gran número de Agentes heridos, así como algunos Oficiales y Suboficiales, dispuso, este Delegado el repliegue de los Agentes a los vehículos, ordenando a los mismos que mantuviesen una zona de seguridad respecto a los agresores, con la misión de impedir a los mismos su desplazamiento hacia el Aaiún ya que las intenciones de estos no presagiaban nada bueno.

 

A continuación se presentó el Delegado que suscribe en el Cuartel General, dando cuenta a S. E. el Gobernador de los hechos y exponiendo sus temores de lo que podría suceder si no se proced&iacu te;a de forma tajante en la disolución de la manifestación de Jat-Rambla, pues caso de desplazarse la misma hasta el Aaiún sería muy difícil de reprimir en las calles de la población y de noche.

 

La intervención del Tercio fue ejemplar y evitó una catástrofe con el menor número posible de víctimas. Hay que hacer constar que las declaraciones posteriores de los detenidos confirmaron q ue era acertado pensar que la noche del 17 de Junio podría haber sido trágica para la población de Aaiún.

 

Unicamente, me resta antes de acabar este informe solicitar una felicitación especial para el Capitán Labajos, siendo también merecedoras de encomio las actuaciones del Capitán Carrero y del Tenien te Wagener.

 

También debe felicitarse a todos los demás Oficiales, Suboficiales y Agentes de la Policía Territorial que con muy pocos medios contuvieron a los manifestantes y que, soportando más de una hora de viol entos ataques con piedras y palos, supieron contenerse evitando causar ningún mal innecesario.

Aaiún, a 23 de Junio de 1.970

EL DELEGADO GUBERNATIVO