Cuarta Parte
Los derechos humanos y el pluralismo ideológico

Documento Santa Fe I

 

 

Propuesta Nº 1

 

Estados Unidos debería cesar de dirigir hacia sus aliados su inequitativamente aplicado actual programa de derechos humanos.

Un programa de derechos humanos vigorosa y equitativmente aplicado es el arma milagrosa de Estados Unidos contra la Unión Soviética y sdus satélites y sustitutos. Curiosamente, la Adminisración actual, a pesar de los Acuerdos de Helsinki y los Basket Two Agreements, no ha intentado seriamente aplicar su doctrina de derechos humanos contra la Cuba de Castro, la Nicaragua sandinista u otros satlélites soviéticos en el Hemisferio Occidental. Sin embargo, Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, la Nicaragua de Somoza y Paraguay -todos aliados de antaño- han sido acosados.

Frente a la opción de un aliado ocasionalmente deplorable y de un enemigo consistentemente  deplorable desde 1977 Estados Unidos ha ayudado a su adversario y se ha enemistado con su aliado. El resultado, como fuera señalado en la sección sobre la subversión interna, ha sido la desestabilización de los gobiernos amistosos que estaban convencidos de que confrontaban una guerra civil inspirada y apoyada internacionalmente, y que han actuado en consecuencia.

 

Propuesta Nº 2

 

Estados Unidos debería aplicar la doctrina del pluralismo ideológico a todo el espectro político, no simplemente a los regímenes internacionalistas de la izquierda.

Desde 1977 Estados Unidos ha practicado una política de pluralismo ideológico sesgada. El Salvador se encuentra sitiado por insurgentes y apoyados por otros países. Intentando estabilizar la situación, Estados Unidos ayudó a la instalación de una junta militar en San Salvador el 14 de octubre de 1979. No obstante el país sigue en el caos. Además, la intervención norteamericana para impedir una serie de tentativas de golpe de Estado desde noviembre de 1979 por parte de elementos nacionalistas de las Fuerzas Armadas Salvadoreñas,  no sólo ha desestabilizado aún más a esta nación, isno que ha constituido una burla del principio del pluralismo ideológico. El Departamento de Estado parece considerar como idénticos al pluralismo ideológico y a los regímenes internacionalistas de izquierda, por lo que elimina automáticamente a los partidos nacionalistas de derecha o aun a los de centro. Esta aplicación desigual de una doctrina esencialmente correcta, simplemnete ha servido para fortalecer el dominio de la Unión Soviética y de sus sustitutos en el Caribe y en América Central.

 

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