Desarrollo y seguridad

Memoria Debida

 

 

Durante el gobierno del general Juan Carlos Onganía, y en armonía con la doctrina Kennedy de "desarrollo y seguridad", se dictaron dos leyes sobre ese tema:

- La ley número 16964, del 4-10-66, llamada "Sistema Nacional de Planeamiento y Acción para el Desarrollo".

- La ley número 16970, del 10-10-66, llamada "Ley de Defensa Nacional y Sistema Nacional de Planeamiento y Acción para la Seguridad". Esta ley contenía normas complementarias como:

• Ley de Servicio Militar.
• Ley de Servicio Civil de Defensa.
• Ley de Movilización.
• Ley de Soberanía en el Mar Argentino.
• Ley de Represión del Comunismo.
• Ley de Identificación, Registro y Clasificación.
• Ley de Zonas de Seguridad.
• Ley de Políticas de Fronteras.
• Ley de Extranjería.
• Ley Nacional de Telecomunicaciones.
• Ley de Enrolamiento.


Esta ley parece hecha a medida de lo que ocurriría pocos años después bajo el terrorismo de estado. Su texto disponía:

• Para el caso de guerra, el Presidente de la Nación está facultado para fijar el "teatro de operaciones".
• En caso de conmoción interior, el artículo 43 facultaba a utilizar a las fuerzas armadas y declarar zonas de emergencia bajo autoridad militar.
• El artículo 39 autorizaba al comandante de zona de seguridad a dictar bandos, al juzgamiento de civiles por tribunales militares en casos de robo, hurto, daño, etc., mediante el procedimiento verbal y sumario propio o de tiempos de guerra. Hasta podían aplicar la pena de muerte.


El ideólogo de la "Seguridad y Desarrollo en la Argentina", el general Osiris Guillermo Villegas, escribió sobre el tema en su libro "Política y Estrategia para el Desarrollo de la Seguridad Nacional":

"Un proyecto nacional convincente que unifique y fervorice; una elite capaz de planificarlo y dirigirlo; un líder que lo interprete y una dinámica social (el pueblo), que lo acate y ejecute. (...) De los elementos enunciados el más esencial y quizás el previo es la elite a quien debe dársele la oportunidad de ocupar, en la dirección política del Estado, los puestos cimas y claves para la toma de la decisión. (...) Los puestos dirigentes deben ser de los capaces y no destino accesible para los politicastros o ignorantes."


El "Comité de Santa Fe", reunión de expertos que elaboró el documento homónimo para Ronald Reagan antes de asumir la presidencia de EE.UU., recomendaba años después que Osiris Villegas:

"Debe ser iniciada una campaña para capturar la 'elite' intelectual iberoamericana mediante radio, televisión, libros, artículos y folletos más donaciones, becas y premios. Consideración y reconocimiento es lo que apetecen los intelectuales y tal programa puede atraerlos".


El "Comité de Santa Fe" realizó un trabajo que publicó en marzo de 1980 bajo el título "Las Relaciones Interamericanas: Escudo de la seguridad del nuevo mundo y espada de la proyección del poder global de Estados Unidos". De ese texto, y por la importancia respecto a las atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado, se extrajo lo siguiente:

"Las políticas iberoamericanas del Presidente Jimmy Carter, intelectualmente apoyadas en los informes de la Comisión para las relaciones Estados Unidos - América Latina y del Instituto de Estudios Públicos (IPS) son la culminación de este proceso de acomodamiento por medio del cual América Latina es excluida del interés estratégico de Estados Unidos, y los regímenes latinoamericanos independientes son abandonados frente a ataques extracontinentales por parte del movimiento comunista internacional.
(...)
Los gobiernos latinoamericanos sabían muy bien que la administración Carter, de tomar posición, buscaría normalizar las relaciones con Cuba. Los informes de la Comisión y del IPS planteaban la necesidad de emprender ciertos cambios básicos en el enfoque de Estados Unidos hacia América Latina en general, y hacia el Caribe en particular, argumentando:

a) que la seguridad militar no necesitaba ser el objetivo dominante ni el principio ordenador para la política de aislamiento de Cuba.
b) que EEUU no debería continuar la política de aislamiento de Cuba.
c) que 'el apoyo material de Cuba a los movimientos subversivos en otros países latinoamericanos' ha disminuido en los años recientes.
d) que EEUU debería poner fin al embargo comercial a Cuba
e) que un nuevo acuerdo equitativo con Panamá, respecto del Canal, podría servir a los intereses de EEUU no sólo en Panamá sino en toda América Latina, la Comisión y el IPS idearon el final de la presencia norteamericana en el Caribe. El informe del Instituto de Estudios Políticos era optimista ante los gobiernos socialistas de Jamaica y Guyana, y empleó la frase "pluralismo ideológico" para provocar una actitud receptiva de EEUU hacia los modelos socialistas prosoviéticos de desarrollo económico y político.

(...)
Un programa de derechos humanos vigorosa y equitativamente aplicado es el arma milagrosa de EEUU contra la Unión Soviética y sus satélites sustitutos."


Y así continuaba el documento del Comité de Santa Fe:

"Curiosamente la administración actual (Carter), a pesar de los acuerdos de Helsinski y los Basket Two Agreements, no ha intentado seriamente aplicar su doctrina de derechos humanos contra Cuba de Castro, la Nicaragua sandinista u otros satélites soviéticos en el hemisferio occidental. Sin embargo, Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, la Nicaragua de Somoza y Paraguay -todos aliados de antaño- han sido acosados.

Frente a la opción de un aliado ocasionalmente deplorable y de un enemigo consistentemente deplorable desde 1977 EEUU ha ayudado a su adversario y se ha enemistado con su aliado. El resultado, como fuera señalado en la sección sobre la subversión interna, ha sido la desestabilización de los gobiernos amistosos que estaban convencidos de que confrontaban una guerra civil inspirada y apoyada internacionalmente, y que han actuado en consecuencia".


En noviembre de 1980 Ronald Reagan se impuso a James Carter por el 50% de los votos contra el 46% y obtuvo la Presidencia de los EEUU. Los militares argentinos festejaron la victoria como propia.

Supusieron mal que la pesadilla de la política condenatoria de derechos humanos de Carter había terminado para siempre. Los años venideros demostrarían que para llegar a la verdad los argentinos no necesitarían de apoyo exterior como sí tuvieron los dictadores para cometer atrocidades en nombre de un plan extranacional.

Parte de las fases en el avance del "desarrollo y seguridad", en el Cono Sur, fue la sucesión de golpes de Estado y duración.