17 de mayo de 1976

Informe de fusilamientos en el UP 1 - Córdoba, Marzo de 1977

 
 

El 17 de mayo de 1976, alrededor de las 22 hs., fueron retirados de la UP1 por personal de la policía de la Provincia de Córdoba, los compañeros Miguel Ángel Mozé, José Svagusa, Ricardo Verón, Eduardo A. Hernández, Ricardo Yung y Diana Fidelman.

Fue el primer grupo de presos políticos sacados de la cárcel para su fusilamiento. La orden de traslado fue efectuada por el Gral. Juan Bautista Sasiaiñ, la autorización fue emitida por el Juez Adolfo Zamboni Ledesma y el cabo 1º Luis Eduardo Vázquez, adscripto al personal del D 2 de Informaciones de la policía provincial, que encabezaba la comisión policial firmó en la cárcel el retiro de los detenidos. 

El 3er. Cuerpo de Ejército comunicó en la prensa que "en circunstancias en que una comisión policial trasladaba a seis delincuentes subversivos y mientras transitaba por la calle Neuquén al 700 fue atacada por otros delincuentes que ocupaban 2 o 3 automóviles con el evidente propósito de rescatarlos.(...). En la apertura inicial del fuego y antes de que los efectivos policiales respondieran al mismo, dos delincuentes que se encontraban dentro del vehículo policial fueron alcanzados por varios disparos pereciendo en el acto. Un agente resultó con herida leve en un brazo. Los otros detenidos tratando de aprovechar esta situación intentaron huir en distintas direcciones. Dos de ellos se cruzaron en la línea de fuego cayendo heridos mortalmente y los dos restantes al no acatar la intimación policial fueron abatidos por las fuerzas del orden al intentar alcanzar un vehículo de apoyo". Una ampliación de la información del Ejército, publicada días después, añadió que el policía herido era Silvio Contreras. 

Vecinos de la zona relataron que en la noche del 17 de mayo varios vehículos policiales se internaron por las orillas del río Suquía, en las inmediaciones del puente Santa Fe, escuchando enseguida las ráfagas de tiros. Empleados de un funeraria próxima al lugar vieron cuando los detenidos eran bajados del vehículo policial y obligados a correr por las barrancas de la costanera, esposados hacia atrás y con los ojos vendados, escuchándose de inmediato los tiros. El guardiacárcel encargado del pabellón 8, de donde habían sido sacados los cinco varones, contaron al día siguiente al resto de los presos políticos, que "los mataron a todos cerca del puente Santa Fe y después la policía baleó sus propios vehículos para simular el enfrentamiento". Los jueces federales bajo cuya jurisdicción estaban los detenidos no promovieron ningún tipo de investigación sobre lo sucedido.




Miguel Angel Mozé


Delegado Juventud Peronista (JP) 
Regional III Montoneros


Oriundo de Cruz del Eje, nació el 14 de Octubre de 1948. El "Chicato" hizo sus estudios en los seminarios Menor de Jesús María y Mayor de Córdoba. A comienzos de los 70, Miguel continuó su compromiso cristiano en la comunidad de Barrio Los Plátanos. Desde su vocación de servicio se unió estrechamente a las necesidades de los más pobres, de los más humildes. Y desde allí comenzó a transitar por el peronismo revolucionario, cuyas banderas mantuvo en alto hasta su muerte. Se incorporó activamente a la Juventud Peronista teniendo un rol destacado como dirigente en la campaña "Luche y Vuelve" de 1972, que culminó con el triunfo popular del 11 de marzo de 1973. Fue elegido Delegado de la Regional III de la Juventud Peronista. Sus ansías de justicia no lo abandonaron nunca. Amenazado primero por las Tres AAA (Alianza Anticomunista Argentina) y perseguido por la intervención fascista del Brigadier Lacabanne, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, buscó resguardarse hasta que fue secuestrado en plena vía pública, el 22 de julio de 1975, lográndose legalizar su detención gracias a la rápida acción de sus abogados, entre los que estaba el Dr. Miguel Hugo Vaca Narvaja, quienes denunciaron por la prensa que Mozé había sido registrado con otro nombre, negando su detención, mientras era torturado en el Departamento 2 de Informaciones de la Policía de la Provincia. Aún en los momentos más difíciles del aislamiento carcelario, ante la feroz represión, mantuvo su característico optimismo y firmeza de convicciones.




José Alberto Svagusa


Montoneros


Nació el 26 de mayo de 1948 en Monte Maíz (Cba.). En plena juventud, radicado ya en Río Cuarto, se incorporó a los Montoneros a principios de la década del 70. En 1972 fue herido y detenido en San Juan. Liberado el 25 de mayo de 1973 se reintegró a la lucha con expectativa en las transformaciones que debía realizar el gobierno votado por la mayoría popular. Fue nuevamente detenido en septiembre de 1975 en la ciudad de Córdoba por la policía provincial. Torturado en el Departamento 2 de Informaciones, fue luego alojado en la U.P.1.






Luis Ricardo Verón


Juventud Trabajadora Peronista (JTP)
Montoneros


Nació en Mercedes, Corrientes, el 11 de mayo de 1949. La familia se radicó en Córdoba cuando fue trasladado su padre, que trabajaba en el Banco Nación. En 1968 comenzó a estudiar Derecho. Como su padre, el "Gordo" Verón, era bancario y vivía con su madre, ya viuda, en barrio Maipú, Córdoba. 

Trabajaba en el Banco Nación y apenas se organizó la Juventud Trabajadora Peronista, el Gordo se enroló en sus filas. Estaba convencido que allí se encarnaban las mejores posibilidades de hacer realidad las banderas históricas del peronismo, de justicia social, independencia económica y soberanía política. Riguroso en el cumplimiento de su militancia, Verón le ponía todo el peso de su cuerpo -que no era poco- para dinamizar la JTP entre los bancarios. Participó como tal en las luchas por recuperar el gremio en los primeros años de la década del 70 y estuvo en la toma del Banco Social, cuando las bandas fascistas avanzaron sobre el gobierno popular de Obregón Cano. 

De poco hablar y mucho escuchar, el Gordo convocaba dando confianza por su carácter tranquilo, que denotaba seguridad y mansedumbre.

Cuando el vehículo en el que se trasladaba, viniendo de Alta Gracia, fue interceptado por la policía; ofreció resistencia porque sabía que ya para entonces, en octubre de 1975, no estaban en toda su vigencia las garantías constitucionales. La tortura, con golpes y picana eléctrica, le paralizaron las manos. Y apenas estaba en los inicios de una precaria rehabilitación en la cárcel, cuando fue sacado para la primera tanda de fusilamientos, el 17 de mayo de 1976.

 



Eduardo Alberto Hernández


Juventud Universitaria Peronista (JUP)
Montoneros


Nació en Chascomús, provincia de Buenos Aires, el 17 de marzo de 1955. Allí pasó la infancia entre la escuela primaria y la laguna, una de sus pasiones. El secundario lo hizo en el Liceo Naval de Río Santiago del que se fue en cuarto año, después de un enérgico planteamiento a sus autoridades. Muchos de los compañeros que imitaron su actitud, fueron detenidos o desaparecidos luego del golpe de 1976. Con la experiencia del Liceo atrás, comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Luego se trasladó a Córdoba, se casó el 1° de agosto de 1975 y empezó a estudiar Medicina en la U.N.C.. Este bonaerense militó en la Juventud Universitaria Peronista, el frente estudiantil de la Organización Montoneros. Fue detenido junto al Pato Svagusa en septiembre de 1975. Mientras estaba en la Penitenciaría, sus padres habían conseguido la opción para que pudiera irse a España, y esperaba la concreción de la decisión judicial cuando lo mataron. El "Tero" Hernández fue asesinado el 17 de mayo de 1976.

 




Diana Beatriz Fidelman

Montoneros


Había nacido en Buenos Aires en un hogar acomodado de honda tradición judía. Con sus ojos azules siempre muy abiertos, como en estado de sorpresa permanente, Diana amanecía cada día con la inmensa alegría de sentirse llena de vida. De gran sentido común, de pensamiento profundo y aguda para el análisis de la situación política. De carácter alegre, siempre optimista, procurando encontrar el lado bueno de las personas y los aspectos positivos en las situaciones más dramáticas. Había estado casada, pero su camino en la militancia le brindó nuevos amores. Su permanente actitud abierta y solidaria le venía de su carácter afable y acogedor, recogiendo el cariño de sus compañeras por su simpatía y su capacidad de adentrarse en los problemas de los demás, en el intento de brindar aliento y compañía.

Detenida en agosto de 1975, fue sacada para torturarla nuevamente en Informaciones de la Policía de la provincia después del golpe militar, el 22 de abril de 1976, por el oficial Carlos Alfredo Yanicelli con la orden firmada por el Inspector Mayor Raúl P. Telleldin. A pesar de los brutales vejámenes que sufrió, volvió a la cárcel íntegra y con el mismo fervor de siempre. El día que la sacaron para fusilarla, se encontraba con sus compañeras, aprovechando la guardia de "mano blanda", en plena actividad "artística", improvisando representaciones teatrales, que satirizaban las difíciles condiciones carcelarias que padecían. Diana bailó, bailó y bailó como dejando el alegre mensaje de vida que la había caracterizado.

Un testigo ocasional relató que cuando la Policía hizo descender del vehículo al grupo de presos políticos en las inmediaciones del Puente Santa Fe (Ciudad de Córdoba), una voz ordenó que corrieran. Pero Diana se volvió y respondió: "No seas cobarde. Matame de frente, hijo de puta". Y un ruido ensordecedor de balas precedió al frío silencio de aquella noche de mayo.






Ricardo Alberto Yung


Montoneros


"Otto", "Alemán", como lo llamaban sus compañeros y amigos, nació el 19 de septiembre de 1943 en San Salvador, Jujuy. 

Vino a Córdoba para estudiar ingeniería en la U.N.C., trabajando como metalúrgico para sufragar sus estudios. Amigo de vivir en pensiones de estudiantes venidos de otras provincias y prolongarse en tertulias soñadoras, aquerenció sus afectos cordobeses. 

Severo y exigente consigo mismo y con sus compañeros de militancia era meticuloso en el cumplimiento de sus tareas y de su militancia.

Quienes compartieron con él los días carcelarios recuerdan que este compañero metalúrgico, era un jujeño de férreas convicciones y pocas palabras; tan callado y discreto, como bondadoso. La música de su quena le ponía ritmo y sabor a los encuentros de amigos y militantes que soñaban con un mundo mejor. 

Soportó en silencio las crueles torturas a las que fue sometido en el momento de su detención, que se produjo el 7 de agosto de 1975. 

Se ganó en todos un recuerdo imborrable y permanente. Tenía 32 años cuando lo mataron.


 

Indice del Informe