El fallo del juez Claudio Bonadío
(Continuación)


1° de Octubre de 2001

 

El día once de diciembre del pasado año prestó su testimonio en estos actuados Raúl Horacio Pourtale. De lo expuesto por el nombrado se colige que en ningún momento estuvo asociado profesionalmente con Conrado Gómez.

No obstante ello, su cuñado Rubén Tomas Behunza (f) tenía una relación comercial con Gómez en torno de la actividad equina. Por tal razón en el mes de enero del año 1977 su cuñado le solicitó que le alcanzara a Gómez una serie de documentos relacionados a diversos caballos.

Al arribar a las oficinas del nombrado y tocar timbre fue atendido por una persona al que le explicó los motivos de su presencia en el lugar, solicitándole que subiera a las mismas.

Al llegar a la puerta, en forma sumamente rápida esta se abre y un individuo lo toma de ambos brazos llevandolo al piso “boca abajo”. Pudo advertir solamente la presencia de gran cantidad de personas muchas de la cuales portaban armas largas.

Luego de efectuarle diversas preguntas, tales como si conocía al Dr Gómez, y cual era el motivo por el cual se había presentado en el lugar, entre otras, y previo a requisar todas sus pertenencias lo dejaron retirarse pasados unos treinta minutos.-

Obra a fs 532/3 la declaración testimonial prestada por Gloria Josefina Miranda. De su testimonio se desprende que Conrado Gómez había convenido con Ramón Vita un compromiso de compra-venta de los departamentos ubicados en la Avenida Santa Fe. En aquel documento se hacía constar que Gómez le entregaría en parte de pago un campo de su propiedad ubicado en Maralle, provincia de la Rioja.

Conforme sus dichos el día 10 de enero de 1977 Conrado Gómez fue secuestrado a través de un operativo efectuado en el primer piso donde funcionaban sus oficinas, llevandose todo el dinero que poseía en ese momento y diversa documentación.

Así también señaló que la caja fuerte que se encontraba allí estaba “llena de dinero” - aunque no puede precisar la suma de dinero reservada en dicho lugar- y documentación, agregando que entre los documentos se encontraban los planos de las tierras pertenecientes a la sociedad Cerro Largo S.A, intregrada por Cerutti, Masera y Palma. 

Por otra parte expresó que las personas que intervinieron en el procedimiento se llevaron ropa, utensillos de cocina, alimentos, los muebles - una mesa de directorio, sillas, sillones, camas, mesas de luz, estufas, cuadros, la heladera, colchones- y un vehículo Ford Fairlane.

Por último añadió que luego de su secuestro, se intentó depositar un cheque en una cuenta que Gómez poseía en el banco National City Bank a la orden de Héctor Rios endosado por un Capitán de Corbeta, por un monto superior al que registraba la cuenta, motivo por el cual el valor fue rechazado.

El día 26 de diciembre del pasado año prestó declaración testimonial Ramón Abrales, quien cuidara los caballos pertenecientes a Conrado Gómez en la localidad de Paso de los Libres.
Conforme surge del relato del nombrado Conrado Gómez era propietario de aproximadamente 13 o 14 caballos pura sangre de carrera, entre los que se encontraban Sir Raleigh, Alcazar, Banda Negra, Rock Point, Supermacho, Argeles, Sir Nano, Dame Yi y Dame Violet.

En oportunidad en que el declarante se encontraba en el hipodromo de Paso de los Libres, arribaron dos vehículos Ford Falcon, “con militares en su interior”. El que se presentó ante él dijo llamarse Ríos. Intentaron llevarse los ejemplares a la fuerza en dos camiones que habían llegado también al lugar.

Por tal motivo el declarante se dirigió hasta un destacamento militar donde es atendido por el Teniente Coronel Medrano, quien no permitió el transporte de los equinos, que quedaron bajo la custodia de Gendarmería Nacional por el término de 15 días.

Pasados esos días “regresaron nuevamente esos militares” y le exhibieron una carta del Dr Gómez donde le solicitaba que le hiciera entrega de los caballos, ya que de esa forma iba a solucionar su problema de detención.

En razón de ello Abrales hizo entrega de todos los caballos de Gómez que se encontraban en el lugar, salvo uno de ellos que quedó en el Regimiento de Paso de los Libres.

Obra a fs 558 el escrito presentado por el Jockey Club Argentino elevando al tribunal la nómina de equinos propiedad de Conrado Gómez transferidos en fecha posterior a su desaparición, junto con documentación en fotocopia de dichas operaciones, correspondientes al ejemplar Dame Yi.-

El día veintisiete de febrero próximo pasado dio su testimonio en las presentes actuaciones María de las Mercedes Nacarato, del cual se desprende que luego de la desaparición de Conrado Gómez, Gloria Miranda - prima hermana de su madre- se mudó a su domicilio.

Durante su estadía se recibieron dos llamados telefónicos de Conrado Gómez, uno de los cuales fue atendido por la declarante quien no recuerda la conversación que mantuviera en dicha ocasión.
En una oportunidad recibió un llamado telefónico de su padre, dandole aviso que por su escribanía, donde la declarante trabajaba, pasarían a retirar un poder de Gómez. 

Efectivamente se presentó en la escribanía una persona, que no se identificó y solo dijo “venir de parte de Gómez” a quien le hizo entrega de dicho poder. La forma en que vestía - pantalón y camisa, portando una “carterita”- y su prolijidad - pelo muy corto- no coincidía con la moda de esa época.

El día siguiente fue escuchada en el tribunal Graciela Daleo quien, según su testimonio, fue secuestrada el día 18 de octubre de 1977 por un grupo de hombres de civil fuertemente armados pertenecientes al Grupo de Tareas 3.3.2 que operaba con asiento en la ESMA, siendo trasladada a ese centro de detención, lugar donde fue torturada por distintos miembros de la Armada Argentina - Antonio Pernías alias “Rata, Martín o Trueno”, y Francis William Whamond alias “Pablo o Duque”.

En primer término fue alojada en el sector denominado “Capucha” pasando posteriormente a formar parte del grupo de prisioneras “seleccionadas” para “el proceso de recuperación”, lo que le permitió transcurrir su cautiverio en distintas dependencias del sótano y luego en el sector denominado “Pecera” ambos dentro de la ESMA.-

Tal circunstancia le permitió conocer parte de la estructura organizativa del Grupo de Tareas (GT). La estructura interna del GT incluía tres sectores - inteligencia, operaciones, y logística-. Ninguno de estos tres sectores era estanco en lo que se refiere a sus actividades.

Así los integrantes del sector investigaciones, cuya actividad radicaba en realizar tareas de investigación, y ejecutar torturas, entre otras, también solían secuestrar personas.

Por su parte los miembros del sector operaciones llevaban adelante los secuestros, y el patrullaje de las calles con autos no identificados.

Por último, el sector logística se avocaba a la administración de los bienes que eran apropiados a los secuestrados, amen de dedicarse al mantenimiento propio de la estructura del Grupo de Tareas.

Asimismo, manifestó que el capitán de corbeta Carlos José Paso fue el jefe de este último sector hasta el mes de septiembre aproximadamente del año 1978. Otros integrantes de este sector eran el Teniente de Fragata Jorge Radice, alias “Ruger” o “Gabriel”- que además de llevar adelante las actividades típicas de este sector, era un eximio tirador que participaba activamente en los secuestros-, el Teniente de Navío Alejandro Spinelli alias “Felipe”, y el Teniente de Fragata Nestor Omar Savio Alias “Norberto o Alcón”.

Destacó que en el tercer piso de la ESMA además de las ya mencionados “Capucha” y “Pecera” había un sector denominado “Pañol grande” donde se acumulaba inmensa cantidad de objetos robados de las casas de los secuestrados. Por otra parte en el sector denominado “Pañol Chico”, ubicado dentro de “capucha” se acumulaba la ropa robada a los prisioneros. 

Por lo menos en una oportunidad la declarante observó la forma qne que era vaciado el “pañol grande” ordenando los objetos en el playón del casino de oficiales.

Por comentarios de los mismos “represores” la nombrada conoce que dichos objetos eran vendidos, en beneficio propio de los “secuestradores”. Tal decisión no era adoptada por cada uno de los miembros de esta estructura sino que provenía de la conducción del Grupo de Tareas, destacando que el jefe máximo de la Escuela de Mecánica de la Armada era Ruben Jacinto Chamorro, el Jefe del Grupo de Tareas era Jorge Raúl Vildoza, Jorge Eduardo Acosta comandaba el sector Inteligencia, mientras que Enrique Yon y Jorge Perren lo eran del sector operaciones.

Continuó su testimonio refiriendo que el apoderamiento de los bienes inmuebles de las personas privadas de su libertad en el centro clandestino de detención señalado se lograba obligando a aquellos a firmar de diversos documentos, tales como poderes, en favor de algún “represor” , generalmente con identidad falsa que obtenían a partir de los documentos que se falsificaban en el interior del centro de detención.

Conoce la declarante -por los comentarios que hacían los miembros de la Fuerza- que llegaron a montar una inmobiliaria en el barrio de Belgrano, a los efectos de vender parte de esos bienes.
Supo, ya en libertad que en una propiedad de un familiar de Radice ubicada en la calle Zapiola a la altura del 3500 se desarrollaron actividades de estas características a partir del año 1979. 

Asimismo, destacó que en una oportunidad, durante su cautiverio, Alfredo Astiz, alias “rubio” o “Ángel” dijo que durante el año 1977 había viajado a la provincia de Mendoza con una identidad falsa y un documento apócrifo, llevando dinero para una operación vinculada a unas tierras relacionadas con la Sociedad “Cerro Largo”.

A continuación la testigo refirió que si bien no tomó contacto con Gómez en el interior de la ESMA supo de su secuestro a través de Juan Gasparini quien fuera capturado en el domicilio de aquél.
En igual sentido tomó conocimiento del secuestro de Omar Masera Pincolini y Victorio Cerutti en la provincia de Mendoza y del Contador Horacio Palma en la provincia de Buenos Aires.

Tales personas son de su conocimiento toda vez que se encontraban vinculadas a la Bodega Calise donde la declarante trabajó.

El día 6 de marzo próximo pasado se llevó a cabo el allanamiento de la Sede del Jockey Club Argentino, oportunidad en la que se logró el secuestro de diversa documentación relacionada a las transferencias del ejemplar “Dame Yi” propiedad de Conrado Gómez, conforme se desprende del acta labrada en su oportunidad, glosada a fs 596.-

Asimismo, se agregaron a fs 598/601 fotocopias del informe remitido por el Jockey Club Argentino el día 16 de marzo de 1984 a la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas, del cual surge una nómina de ejemplares equinos que habrían sido propiedad de Gómez.

El día 30 de marzo del corriente año se dispone un nuevo allanamiento de la sede de la Entidad citada, lográndose el secuestro de documentación relacionada con distintos caballos sangre pura de carrera, cuyo detalle obra en el acta de fs 635 a la que me remito en honor a la brevedad.

Obra a fs 795/7 el testimonio de Federico Gómez Miranda, oportunidad en la que aportó documentación que en fotocopia obra a fs 639/794 a la que me referiré en parte en los párrafos siguientes. 

Por otra parte en lo que respecta a las declaraciones prestadas por diversas personas que en copia fueran aportadas por Federico Gómez, han sido analizadas habida cuenta que las mismas se desarrollaron en el marco de las actuaciones judiciales que llevan el n° 3598, y que en calidad de copias certificadas corren por cuerda a la presente.

Ahora bien, en esta oportunidad el declarante efectúa una serie de indicios que hacen suponer de las verdaderas identidades de diversas personas que habrían utilizado nombres supuestos a los efectos de provocar el desapoderamiento de los bienes de Conrado Gómez, apoyándose en la documentación a laque se hiciera referencia precedentemente.-

A continuación se enunciaran cada uno de aquellos indicios introducidos por el declarante.
En primer lugar, se señala que la firma de Juan Héctor Ríos obrante en la transferencia del caballo Dame yi es idéntica a la que el nombrado utilizara en la constitución de Will-RI SA que se conforma con las iniciales de su nombre. Dicha sociedad es creada a los efectos de desapoderar a los legítimos dueños de la sociedad Cerro Largo SACIA.

En dicha oportunidad aportó copia del acta de constitución de la sociedad WILL RI SA, de la cual surge que fija su domicilio en la calle Besares 2025 de esta ciudad, identico al fijado por Ríos en otra transferencia de un caballo sangre pura de carrera propiedad de Gómez denominado Sir Raleigh.

Dicha sociedad fue constituida por ante el Escribano Sosa Moliné, en cuya escribanía trabajaba el notario Arnaldo Dárdano, notario que certificó la firma de Gómez en los traspasos de dominio de los equinos a la persona identificada como Juan Héctor Ríos.

También trabajaba Emilia Marta García en la escribanía de Sosa Moliné, quien habría ejercido el cargo de Síndico suplente, síndico titular, y luego accionista de la Sociedad WILL RI.

Asimismo, destaca que de la declaración de Mario Cédola - según el declarante, oficial retirado de la Marina, compañero del Ex Colegio nacional de la Plata de Emilio Massera y posterior testaferro de éste- que aportó a la instrucción, surge la descripción física de Williams y de Ríos, a quienes identifica como Willliam Whamond y Jorge Radice.

Sindica a éste último como el oficial de la Armada que montó una inmobiliaria en la casa de sus padres para vender los bienes inmuebles robados a los secuestrados en la ESMA.

A su vez Radice, conforme los dichos de Miriam Lewin- cuyo testimonio prestado en la causa 13/84 del registro de la Excelentísima Cámara del Fuero fue incorporado por el declarante- fue el secretario personal del Jefe fáctico de la ESMA Jorge Acosta.

Agregó que las descripciones efectuadas por Cedola como por Emilia Marta García son coincidentes en sus aspectos físicos e intelectuales del falso Ríos.

Por otra parte aporta copias de dos artículos cuya autoría se le atribuye a Juan Carlos Gasparini titulados “Massera el comandante insolvente” y “la insolvencia del Comandante cero” publicados en el diario Clarín, a través de los cuales afirma que las personas que utilizaban los nombres supuestos de Williams, Rios , Felipe Pagés y Pascual Gómez son Francis William Whamond, Jorge Radice, Alejandro Spinelli y Hugo Berrone respectivamente.

A continuación destaca que los testimonios de Lisandro Raúl Cubas y de Adolfo Scilingo, darían mayor fuerza a la presunción establecida en ordena a la verdadera identidad de Ríos. 

Retomando la cuestión introducida en lo que respecta a la constitución y posteriores actividades llevadas adelante por Will RI SA señala que el Contador Ricardo Oyola intervino en tales actividades. El nombrado se domiciliaba en la calle Jaramillo, en las inmediaciones de la finca donde habría funcionado la inmobiliaria comandada por Radice.

Resalta que en virtud de las descripciones físicas enunciadas por Miriam Lewin, el nombrado sería aquel primo que controlaba las actividades que se desarrollaban en esa inmobiliaria.

A continuación reitera el hecho relacionado con el intento de depositar un cheque en la cuenta de Conrado Gómez, a pocos días de su secuestro endosado por un Teniente de Fragata Juan Héctor Ríos, con un sello que lo sindicaba como interventor de la Asociación Obrera Textil.

Sobre este punto, destaca que Jorge Radice durante el año 1977(SIC) actuó tanto en la ESMA como en la Asociación Obrera Textil.

Por último afirmó haberse entrevistado con Miguel Angel Lauletta, detenido en la ESMA quien le expresó haber estado presente en dicho lugar al momento en que fuera secuestrado su padre.
El nombrado habría actuado como falsificador de documentos que serían utilizados por los oficiales de la Marina. Al respecto le hizo saber a Federico Gómez que había creado documentos falsos para el Teniente Radice, para William Whamond y para el Teniente Alejandro Spinelli, precisando que efectuó un documento a nombre de Juan Héctor Ríos para el primero de los citados.

El día dos de mayo próximo pasado se le recibió declaración testimonial a Lisandro Raúl Cubas, quien - conforme sus dichos- fuera privado de su libertad el día 20 de octubre de 1976, y trasladado a la ESMA, donde quedó alojado hasta el día 19 de enero de 1979.

Destacó que luego de dos meses de cautiverio, periodo en el cual fuera torturado por Jorge Acosta, Francis Whamond y el Capitán Pernía, comenzaron a bajarlo esporádicamente al sótano donde al principio dedicaba su tiempo a la transcripción de conversaciones telefónicas captadas por la inteligencia de la Armada. Posteriormente a mediados del año 1977 fue ubicado en una oficina ubicada en el sótano denominada “oficina de acción psicológica”.

Tuvo posibilidad de conocer del secuestro de Conrado Gómez ya que en dicha oportunidad el Capitán Jorge Acosta “ informaba eufóricamente por los pasillos”, “esto no tenía límites y que habían conseguido las personas que tenían la plata de la organización Montoneros”.

Señaló que el operativo efectuado el día 10 de enero en el estudio de Conrado Gómez -que arrojó la detención, además de la del nombrado, de Juan Gasparini, Manuel Hernández, y otras personas que no logró identificar- causó gran conmoción entre los oficiales de la ESMA.

Sobre este punto refirió el Capitán Acosta que habían encontrado una suma muy importante de dólares, calificando tal hecho como el golpe definitivo para “Montoneros”, circunstancia que fuera ratificada por el imputado Rolón al momento de prestar declaración indagatoria.

Refirió que posteriormente tomó conocimiento que un oficial de la Marina apodado “el Alemán” comentó que había viajado a la Ciudad de Mendoza a realizar una operación que se había frustrado ya que había sido detenido por efectivos del Tercer Cuerpo del Ejercito en virtud de utilizar documentación apócrifa.

Tal circunstancia modificó sensiblemente la relación entre los oficiales de la ESMA y el Ejército Argentino. En ese sentido Acosta manifestó que el conflicto con tal Fuerza radicaba en una supuesta investigación que el Tercer Cuerpo del Ejercito de dicha provincia estaba efectuando respecto al dinero de la organización montoneros. 

Por otra parte, destacó que durante el período de cautiverio, pudo observar como Jorge Acosta y Jorge Radice obligaban a Victorio Cerutti - de 55 a 60 años de edad- a suscribir diversa documentación.

Así también resaltó que en una ocasión tuvo la posibilidad de conversar con Conrado Gómez en uno de los baños. Éste último le hizo saber quien era, indicandole que creía que iba a “zafar” puesto que había firmado una serie de documentos que permitirían transferir sus propiedades.

Recuerda esta circunstancia especial, toda vez que luego de lograr su libertad, su actual pareja, Rosario Evangelina Quiroga, le comentó que conocía al Dr Gómez en virtud de su profesión.

Asimismo, al igual que Gómez, Quiroga fue despojada de un inmueble de su propiedad, sita en la localidad de Munro provincia de Buenos Aires.

A tal fin fue trasladada por “Ruger” a una inmobiliaria ubicada en el barrio de Belgrano “donde firmó unos papeles” ante un escribano que no identificó.

Continuó su relato indicando que el grupo de logística, encargado de perpetrar estos desapoderamientos, estaba conformado, entre otros, por Alejandro Spinelli, Un Capitán que denominaban Paso, el Teniente de Navío Radice y una tercera persona que no logró identificar. 

El declarante logró individualizar a algunos de los oficiales que prestaban servicio en la ESMA en virtud del prolongado período de cautiverio dentro de dicho centro de detención. En lo que respecta a Jorge Acosta el nombrado destacó que aquél se hacía llamar por su nombre. Por su parte Jorge Radice que utilizaba los seudónimos “Ruger o Gabriel” fue identificado por el deponente a través de los medios de comunicación, como así también a través de la vivencia de Rosario Evangelina Quiroga, y el comentario de otras personas privadas de su libertad en aquel lugar.


Presume que Juan Carlos Rolón participó del secuestro de Conrado Higinio Gómez, de momento que el nombrado entró a la ESMA junto con Jorge Acosta en oportunidad que este último informara eufóricamente que habían detenido a Gómez en su estudio jurídico.

Desconoce que Jorge Radice hubiera utilizado el nombre falso de Juan Héctor Ríos a los efectos de llevar adelante las maniobras de apoderamiento de bienes de detenidos - desaparecidos. No obstante ello, destacó que oficiales de la Marina contaban con documentación falsa creada en la ESMA. Tales actividades se encontraban a cargo de Miguel Angel Lauletta, quien inclusive confeccionó los pasaportes falsos, por orden a Acosta, del declarante y su pareja para que abandonaran el país. 

El día cuatro de mayo próximo pasado, en virtud de lo dispuesto por este tribunal se afectaron a las presentes actuaciones una serie de protocolos de los Escribanos Ariel Sosa Moliné, y Arnaldo Dardano, conforme se desprende del acta agregada a fs 839.-

Adelanto que no habré de expedirme a esta altura del decisorio sobre el valor probatorio de los mismos, sino en oportunidad de efectuar un adecuado análisis de las maniobras que se cuestionan en autos.

El día cuatro del mismo mes y año este tribunal contó con el testimonio de Miguel Ángel Lauletta quien en primer lugar afirmó que durante el período de cautiverio dentro de la ESMA confeccionó documentos apócrifos 

Destacó que fue obligado a hacerlo bajo presión física, mediante las torturas recibidas, y psíquicas en virtud de la situación en que se encontraba privado de su libertad en ese centro de detención.
Por otra parte, señaló que ha quedado acreditado en la causa N°13/84 sustanciada por ante la Excelentísima Cámara del Fuero, “ no sólo el trato que recibían los allí secuestrados, sino también las atrocidades que se han cometido”. 

Por último destacó que era claro el mensaje en el sentido que había que hacer lo que ellos ordenaban, o en su defecto se corría riesgo de perder la vida. A continuación se enunciaran los hechos relatados por el declarante.

Fue secuestrado el día 14 de octubre de 1976 por miembros de la ESMA. En su detención participaron Francis Whamond alias “Duque”, el Subcomisario weber, alias “220", el sargento de la P.F.A. Juan Carlos Linares, alías “el Gordo Juan Carlos”, dos oficiales de la Marina, apodados “Dante” de apellido García Velazco, y el otro de Apellido Savio, alias “Halcón”.

Cuando es secuestrado en el domicilio de Gerónimo D’Acosta, se llevan consigo todo el material que tenía el servicio de documentación de la organización “Montoneros” en esa época, es decir de logística de montoneros.

A la semana siguiente se producen 70 u 80 detenciones de enlaces de la organización. A partir de allí, en virtud de los interrogatorios y torturas, empiezan a determinar la forma de organización de montoneros.

Ello motivó la detención de mas miembros de la organización, hasta que logran “ la caída” del sector finanzas de Montoneros y entre los secuestrados se encontraba Conrado Gómez. 
Escuchó el comentario de una de las personas que había participado del procedimiento quien manifestó que “se habían traído todo del estudio de Conrado Gómez, salvo una caja fuerte que no pudieron bajar”. 

A partir del momento que los oficiales de la Marina logran hacerse de la documentación en blanco que poseía “Montoneros”, empiezan a falsificar documentos para sus operaciones encubiertas. 
El declarante era una de las personas obligada a llevar a cabo tal actividad, junto con Marcelo Hernández y a Emilio Dellasopa. A tal efecto se montó un laboratorio de fotografía y fotomecánica. En un principio se utilizaron aquellos documentos secuestrados, y luego comenzaron a confeccionar los propios. 

En ese momento se produce un conflicto entre los oficiales de la ESMA con los miembros de “inteligencia naval” ya que dependían de ellos para producir la documentación falsa. 
Por tal motivo a partir del momento que empezaron a fabricar sus propios documentos se produce la “independización” de estos oficiales de aquellos.

En lo sucesivo, en virtud de la necesidad de administrar los bienes de los detenidos, empezaron a solicitarles a los que cumplían funciones en el laboratorio de documentación, documentos apócrifos ya con fines determinados. 

A tal fin cita como ejemplo el caso de Spinelli, quien utilizaba el nombre falso de Felipe Pagés, a quien para casos concretos se le confeccionaban documentos con otros nombres. 
Estos documentos se realizaban con los nombres de personas muertas o secuestradas. Se efectuaban Documentos Nacionales de Identidad, pasaportes, registros de conducir, cedulas de identificación del automotor, y registros de conductor internacional. 

En principio se utilizaban las cédulas de identidad confeccionadas por el Servicio de Inteligencia Naval (SIN). Posteriormente se comenzaron a utilizar las que se fabricaban en la ESMA. 

Recuerda casos en que la documentación requerida se correspondía con operaciones concretas que los oficiales de la Marina debían efectuar, como el caso de viajes al exterior. 

En ese sentido, en una oportunidad le ordenaron confeccionar documentación para un viaje a Venezuela, ya que iban en busca de un empresario que residía en aquél país. 

En dicha ocasión se realizaron juegos de documentación a Jorge Perren alias “ El Puma”. Por otra parte a Astiz se le hicieron varios juegos de documentación, a nombre de Gustavo Niño - para infiltrarse en Madres de Plaza de Mayo-, y otro a los efectos de actuar como esposo de Silvina Labairu, a los efectos de anotar al hijo de ésta a su nombre. 

Recuerda haber confeccionado documentos para la mayoría de los oficiales que revistaban en la ESMA.

Los documentos eran confeccionados en el subsuelo de dicha dependencia naval, donde posteriormente se montó el laboratorio, en una “salita” de material que también era utilizada como sala de tortura. 

Por otra parte, junto con dos secuestrados limpiaban el sótano. Por tal motivo tomó conocimiento del secuestro de Conrado Gómez, en oportunidad en que trajeran todos los bienes del nombrado, que los ingresaron por la puerta lateral de aquél lugar, como así también pudo escuchar que no habían podido trasladar la caja fuerte de su estudio por no contar con los medios, agregando que los oficiales estaban eufóricos por la suma de dinero secuestrada 

Destaca el declarante que se montó una organización destinada al secuestro y apropiación de los bienes que le iban secuestrando a Montoneros, conformada por tres oficiales de la Armada: “el Alemán”, a quien nunca pudo identificar, otro llamado Diaz Venazi alias “Salomón” y Radice alias “Ruger o Gabriel”, y tres detenidos pertenecientes a la organización montoneros que fueron liberados llamados Federico Ibañes, alias “Ramón”, Carlos Caprioli alias “el Chancho”, y otro de apellido Paz.

Refirió que Jorge Radice poseía una inmobiliaria en la calle Zapiola en la intersección de la calle Jaramillo de esta ciudad. Por otra parte contaban con una vivienda situada en la calle Ignacio Warnes entre las calles Laprida y Lavalle, Florida, provincia de Buenos Aires.

En esta última acopiaban el material que se secuestraba a montoneros, destacando que allí contaban con elementos destinados a falsificar documentos y chapas patentes, entre otras cosas.
A modo de ejemplo Lauletta destaca que en ese domicilio le enseñó a la mujer de Jorge Eduardo Acosta a confeccionar documentos falsos en razón del viaje que iban a realizar a Sudáfrica. 

Por otra parte, el deponente destacó que el primo de Radice, y éste último eran los que estaban a cargo de la “inmobiliaria”. En una oportunidad, el testigo fue a esa inmobiliaria encontrándose en el interior Antonio Nelson Latorre y Alfredo Busarino - ambos privados de su libertad-, el primo de Radice y éste último. 

Recuerda que un una ocasión lo trasladaron a una escribanía situada en Conde y Quesada en esta ciudad, donde lo obligaron a suscribir un poder en favor del detenido Paz,

Al orientar nuevamente su relato al caso concreto de Conrado Gómez, destacó que en una ocasión Francis Whamond, tal vez “el alemán”, Radice y posiblemente Spinelli hablaban de un supuesto viaje que debían realizar a la Provincia de Mendoza en virtud de las propiedades que había en esa provincia de “Finanzas” de Montoneros.

Asimismo, rememoró que a Marcelo Hernández lo trasladaron a dicha provincia a hacerse cargo de una empresa que había montado los oficiales de la Marina o que había sido apropiada, destacando que dicha firma al mando de Hernández habría quebrado, circunstancia que fuera confirmada por hernández al momento de prestar declaración testimonial. 

Retomando su relato en relación a la confección de documentación apócrifa, diferenció los que le eran ordenados a efectos de ser utilizados en diversas oportunidades de aquellos necesarios para operaciones concretas. 

En el caso de estos últimos les ordenaban confeccionarlos aportandoles la totalidad de datos filiatorios que debían volcar en los mismos. 

En los otros casos, utilizaban un listado de nombres, muchos de los cuales correspondían a los socías que habían sido conseguidos por “Montoneros”, y que habían sido secuestrados junto con la documentación en blanco y los sellos. 

Casi la totalidad de los documentos a los que hiciera mención fueron realizados luego de la “caída de finanzas”. La confección de la documentación comenzó a producirse con mayor intensidad sobre el final del año 1976. 

Si bien no se le hacía saber al declarante el uso que se le iba a dar a dichos documentos, en razón del tipo de documentación que le era ordenada confeccionar sumado a los comentarios que pudiera oír, podía deducir cual iba a ser el uso que le iban a dar a los mismos.

Al momento de enunciar los documentos confeccionados por el declarante, destacó que a Francis William Whamond le confeccionó un documento nacional de identidad a nombre de Francisco o Federico Williams, entre el mes de diciembre de 1976 y febrero o marzo de 1977, período en el que el nombrado contaba con cierto poder dentro de la ESMA. Recuerda puntualmente este hecho toda vez que el nombrado vestía camisas con Monogramas “FW”. 

Por su parte, recuerda haberle confeccionado un D.N.I. y un pasaporte a Jorge Radice bajo el nombre de Juan Héctor Ríos, destacando que esta identificación ya era utilizada por Radice, del mismo modo que Alejandro Spinelli utilizaba el nombre de Felipe Pagés. Ambos provenían de los padrones de la ESMA y no de los socias de “Montoneros”. 

Cree recordar que estos documentos fueron confeccionados en oportunidad del viaje que habían programado con destino a Venezuela de los cuales recuerda alguno de ellos. A cada uno de los oficiales les efectuó dos juegos de documentación

Rememora que al momento de confeccionar estos documentos no pudieron imitar el sello que debía obrar en la visa consular, razón por la cual tuvieron que hacerlo fuera de la ESMA.
Destaca que el documento de Radice lo hizo aproximadamente entre el fin del año 1976 y principios del año 1977. 

Si bien expresa haberle confeccionado otros documentos a Radice no recuerda los nombres supuestos, ya que los mismos eran requeridos para casos muy concretos y debían hacerse en forma inmediata, a diferencia del otro que formó parte de un gran pedido que hicieron, que constaba por otra parte de dos juegos de documentos.

Por otra parte indicó que a Carlos José Paso, alias “León” le hizo documentos falsos sin recordar los nombres utilizados. En cambio expresa que bajo el nombre de Felipe Pagés creó un D.N.I. y un pasaporte destinados a ser utilizados por Alejandro Spinelli que, al igual que Radice, ya utilizaba ese nombre supuesto Entre otras cosas recuerda su nombre supuesto ya que a Spinelli se lo apodaba “Felipe”.

Señaló, sin perjuicio de dejar constancia de la duda al respecto, que a Néstor Omar Savio alías “halcón”, le confeccionó un pasaporte uruguayo

Manifestó haberle confeccionado documentos falsos al Capitán Jorge Eduardo Acosta, alias “Tigre”, quien tenía intenciones de crearlos personalmente. Por tal motivo cuando abandonó la ESMA se llevó consigo documentación varia en blanco.

Por último, destacó que a Juan Carlos Rolón le hizo documentos a mediados o fines de 1977. 
En lo que respecta a la producción de documentos, manifestó que cuando los oficiales de la Armada Argentina decidieron confeccionar sus propios documentos en blanco, es decir los formularios, le hicieron saber al declarante que tenía que producir en su totalidad los documentos.
Por tal motivo, les hizo saber que para llevar adelante tal actividad necesitaba de la ayuda de otros detenidos. Toda vez que había trabado relación con Marcelo Hernández y con Emilio Dellasopa, les planteó que debían ser ellos dos los que lo podían ayudar por sus conocimientos en fotografía. Con esa base mas las máquinas que compraron legalmente a la firma Dimagraf, armaron el laboratorio fotográfico y el laboratorio de fotomecánica. 

Así las cosas se comienzan a producir las películas que hacen falta para todo el proceso gráfico. Por otra parte, para el proceso de impresión se incorpora Emilio Lastra, Juan Carlos García, y un detenido de apodo Chiquitín o chiqui. Ellos tres junto con Ricardo Coquet eran llevados a la imprenta del Edificio Libertad de la Armada para imprimir los formularios de documentación en blanco. Tal proceso era muy complejo el cual se desarrolló hasta el año1979 en que liberan al deponente. 

A continuación se explayó sobre cada uno de los pasos que se seguían en el proceso de producción de un documento. En ese sentido refirió que cuando “El tigre” Acosta ordenaba hacer un documento el declarante le indicaba a las personas que trabajaban en “fotografía” que tipo de foto debían obtener según lo requiriera el documento que estaban solicitando. 

Posteriormente, el “laboratorio” le entregaba un sobre con las fotos reveladas y se encargaba de completar el formulario, pegarles las fotos y de ser necesario tomar la huella digital de cada uno, en la mayoría de los casos, junto con su firma, y en otros casos ponía su huella directamente. 
Para la obtención de las fotos cada uno de los miembros de la ESMA se dirigía al laboratorio fotográfico a extraerse la fotografía. 

Destacó que en el mes de enero de 1978 se incorporó una chica para completar los formularios, que había sido secuestrada afines del año 1977 en el Uruguay junto con su marido, y Jaime Dry, llamada Evangelina Quiroga actual esposa de Lisandro Cubas, apodada “Chiqui”.

Refirió que Jorge Acosta era el único que les ordenaba la confección de documentos, sin perjuicio que Savio también se encontraba a cargo de la logística en este sentido, ya que Acosta tenía poder de conducción sobre éste. 

Conforme los dichos del testigo, a partir del secuestro de Conrado Gómez, Victorio Cerutti y Horacio Palma, se ordenó la confección de gran cantidad de documentos para lograr el apoderamiento de los bienes vinculados a estos secuestros. 

Continuó su relato indicando que el “Tigre” Acosta forma una organización integrada por Diaz Venazi, el oficial apodado “el Alemán” Radice y los detenidos Ibañez, Paz, y Caprioli. También participaban esporádicamente Pernías y Perren.

Sin embrago los primeros se avocaban casi exclusivamente a las actividades relacionadas con la apropiación y transferencia de los bienes de los detenidos.

Por último, Lauletta indicó que la línea de trabajo de los oficiales de mención se orientó a apropiarse cuanto antes del dinero de montoneros. Por tal motivo se empezaron a confeccionar mayor cantidad de documentos. No solo creció la producción en cantidad sino en la diversidad de la documentación. Se empezaron a fabricar cédulas del automotor de todo el país, pasaportes Uruguayos, credenciales de la P.F.A. para oficiales y suboficiales, entre otros documentos.

El día nueve de mayo próximo pasado se le recibió declaración a Miriam Liliana Lewin, pudiendose destacar de su testimonio que fue secuestrada y trasladada a un centro de detención ilegal de la Fuerza Aérea Argentina.

Posteriormente, en el mes de marzo de 1978 fue trasladada a la ESMA donde permaneció privada de su libertad hasta el día 19 de enero de 1979, en que le permitieron abandonar dicho centro.
Sin embargo a partir de tal fecha fue obligada a trabajar bajo “libertad vigilada” en un inmueble ubicado en la Esquina conformada por la intersección de las Calles Zapiola y Jaramillo del Barrio de Nuñez, de esta ciudad, propiedad de los padres de Jorge Radice, alias “Ruger o Gabriel”.
Conforme el relato de la deponente, en dicho lugar se reservaba el material de archivo y bibliografía de la “pecera” luego del retiro del Almirante Massera en el año 1978. En la finca mencionada confeccionaban síntesis de prensa que se enviaban a las oficinas del ex Almirante mencionado ubicada en la calle Cerrito 1136, junto con informes políticos que efectuaba otro detenido llamado Nelson Latorre.

En dicha finca también trabajaban bajo el mismo sistema dos detenidos llamados Alfredo Bursalino y Adriana Marcus.

Los detenidos eran vigilados por personal de la ESMA situado a escasa distancia de aquel lugar y visitados frecuentemente por Jorge Acosta y esporádicamente por el Almirante Massera.
Señaló que en diagonal a la finca, se ubicaba la vivienda de un primo de Radice, apodado “barleta” que ejercía tareas de control sobre los detenidos.

Por otra parte, indicó que otra mujer que había sido secuestrada llamada Nilda Actis, desempeñaba tareas en lo que llamaban la “inmobiliaria” ubicada en la Calle Ciudad de la Paz en el barrio de Belgrano. Las tareas que desarrollaba eran administrativas inherentes a la remodelación de las propiedades robadas a secuestrados en las que participaban físicamente otros presos especializados en albañilería y carpintería.

Entiende la declarante que debe haber existido otro inmueble donde se llevaban a cabo las operaciones y donde se labraban y reservaban los documentos y escrituras, toda vez que en ese lugar no existía registro alguno de esa etapa de tales operatorias. 

Conforme lo señalara Miriam Lewin, Nilda Actis - mientras estuvo alojada en la Escuela de Mecánica de la Armada-debió trabajar en el “departamento de documentación”. La obligaban a perfeccionar las filigranas de las cédulas de identidad de la Policía. Este trabajo lo hacía bajo supervisión de Miguel Ángel Lauletta. 

Añadió que los secuestrados Daniel Lastra, Carlos Alberto García y Alfredo Margari también participaban en este proceso en la etapa de impresión, que se realizaba por lo general en las primeras horas de la mañana en el Edificio Libertad (ARA).

Por otra parte, Marcelo Hernandez y Dellasopa alías “el ingeniero” estaban a cargo del “departamento de fotografía” que también participaba en este proceso En una etapa posterior también trabajó en la oficina de documentación la secuestrada María del Carmen Pisarello conocida como “Chiqui”.

Destacó que todos los detenidos tenían conocimiento que Jorge Radice estaba a cargo del manejo de los recursos económicos del grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada. Sin embargo no le consta que el nombrado haya utilizado documentación apócrifa. 

Sin perjuicio de ello, reiteró que era práctica habitual de los oficiales de la Marina de manejarse con documentación falsa y nombres supuestos.

En cuanto a los bienes desapoderados a detenidos en el centro citado, Lewin destacó que Nilda Actis le comentó que la habían obligado a vender un departamento de su propiedad ubicado en las afueras de la ciudad de La Plata, como así también un automóvil.

Por otra parte le consta que existía en la dependencia naval citada un pañol lleno de muebles y electrodomésticos robados a los secuestrados en los allanamientos ilegales y prácticamente todo el mobiliario, libros, revistas, ropa de cama, vajilla, todo lo cual era utilizado dentro del centro de detención. Todos esos objetos eran sustraídos por el Grupo de Tareas.

A su vez, destacó que mas allá de los grados, el Capitán Jorge Eduardo Acosta era el máximo responsable y decidía todo lo que ocurría dentro de este grupo. Reportaba directamente a Emilio Eduardo Massera por encima del Contralmirante Chamorro y otros oficiales de mayor grado que él.
En ese sentido, indicó que mientras Massera continuó al mando de la Marina y Jorge Eduardo Acosta a cargo de la Escuela de Mecánica de la Armada, Radice respondía en forma directa a Acosta. Una vez que Massera se retiró y Acosta dejó la dependencia citada, Radice pasó a ser el secretario y “mano derecha” del primero. 

A modo de ejemplificar tal circunstancia destacó que Massera en sus oficinas de la Calle Cerrito tenía a la derecha de su despacho a Radice y a su izquierda a su hijo mayor, resaltando que ambos eran de máxima confianza.